La mujer de 45 y algo mas…
"Las mujeres de mi generación son las mejores. Y punto.
Hoy tienen cuarenta y pico, incluso cincuenta y
pico, y son bellas, muy bellas, pero también serenas,
comprensivas, sensatas, y sobre todo, endiabladamente
seductoras, esto a pesar de sus incipientes patas de
gallo o de esa afectuosa celulitis que capitanea sus muslos,
pero que las hace tan humanas, tan reales.
Hermosamente reales.
Casi todas, hoy, están casadas o divorciadas, o
divorciadas y vueltas a casar, con la idea de no
equivocarse en el segundo intento, que a veces es un
modo de acercarse al tercero, y al cuarto intento. Qué importa...
Otras, aunque pocas, mantienen una pertinaz soltería y
la protegen como una ciudad sitiada que, de cualquier
modo, cada tanto abre sus puertas a algún visitante.
¡Qué bellas son, por Dios, las mujeres de mi generación!
Nacidas bajo la era de Acuario, con el influjo de la
música de Los Beatles, de Bob Dylan... Herederas de la
"revolución sexual" de la década del 60 y de las
corrientes feministas que, sin embargo recibieron
pasadas por varios filtros, ellas supieron combinar
libertad con coquetería, emancipación con pasión,
reivindicación con seducción. Jamás vieron en el
hombre a un enemigo a pesar de que le cantaron unas
cuantas verdades, pues comprendieron que emanciparse
era algo más que poner al hombre a trapear el baño o a
cambiar el rollo de papel higiénico cuando éste,
trágicamente, se acaba, y decidieron pactar para vivir
en pareja, esa forma de convivencia que tanto se
critica pero que, con el tiempo, resulta ser la única
posible, o la mejor, al menos en este mundo y en esta vida.
Son maravillosas y tienen estilo, aún cuando nos hacen
sufrir, cuando nos engañan o nos dejan. Usaron faldas
hindúes a los 18 años, se cubrieron con suéteres de
lana y perdieron su parecido con María, la virgen, en
una noche loca de viernes o de sábado después de bailar.
Se vistieron de luto por la muerte de Julio Cortázar,
hablaron con pasión de política y quisieron cambiar el mundo,
bebieron ron cubano y aprendieron de memoria
las canciones de Juan y de Pablo.
Adoraban la libertad, algo que hoy le inculcan a sus
hijos, lo que nos hace prever tiempos mejores, y,
sobre todo, juraron amarnos para toda la vida, algo
que sin duda hicieron y que hoy siguen haciendo en su
hermosa y seductora madurez. Supieron ser, a pesar de
su belleza, reinas bien educadas, poco caprichosas o
egoístas, diosas con sangre humana. El tipo de mujer
que, cuando le abren la puerta del carro para que
suba, se inclina sobre el asiento y, a su vez, abre la
de su pareja desde adentro.
La que recibe a un amigo que sufre a las cuatro de la
mañana, aunque sea su ex novio, porque son
maravillosas y tienen estilo, aún cuando nos hacen
sufrir, cuando nos engañan o nos dejan, pues su sangre
no es tan helada como para no escucharnos en esa
necesaria y salvadora última noche en la que están
dispuestas a servirnos el octavo whisky y a poner, por
sexta vez, esa melodía de Santana.
Por eso, para los que nacimos entre las décadas del
40, 50 y 60, el día de la mujer es, en realidad, todos
los días del año, cada uno de los días con sus noches
y sus amaneceres, que son más bellos, como dice el
bolero, cuando estás tú.
¡Qué bellas son, por Dios, las mujeres de mi
generación! Y si es más de 45....
A medida que avanzo en edad, valoro las mujeres que
tienen más de cuarenta y cinco, más que a cualquiera.
Aquí hay algunas razones de por qué.
Una mujer de más de 45 nunca te va a despertar en la
mitad de la noche para preguntarte "Qué estás
pensando?". No le interesa lo que estás pensando.
Si una mujer de más de 45 no quiere mirar un partido
de football ella no da vueltas alrededor tuyo. Se pone
a hacer algo que ella quiere hacer y generalmente es
algo mucho más interesante. Una mujer de más de 45 se
conoce lo suficiente como para estar segura de sí
misma, de lo que quiere, y de con quién lo quiere, son
muy pocas las mujeres de más de 45 a las que les
importa lo que tú pienses de lo que ella hace.
Una mujer de más de 45 ya tiene cubierta su cuota de
relaciones "importantes" y "compromisos". Lo último
que quiere en su vida es otro amante posesivo. Las
mujeres de más de 45 están dignificadas. Es muy raro
que entren en una competencia de gritos en el medio de
la ópera o en el medio de un restaurante caro. Por
supuesto que si piensan que te lo mereces no van a
dudar en dispararte un tiro.
Las mujeres de más de 45 son generalmente generosas en
alabanzas. Ellas saben lo que es no ser apreciadas lo
suficiente. Las mujeres de más de 45 tienen suficiente
seguridad en sí mismas como para presentarte a sus
amigas. Una mujer más joven puede llegar a ignorar
hasta a su mejor amiga.
Las mujeres se vuelven psíquicas a medida que pasa el
tiempo. No necesitas confesar tus pecados, ellas
siempre lo saben. Son honestas y directas. Te dicen
directamente que eres un imbécil si es lo que sienten sobre ti.
Tenemos muchas cosas buenas que decir de las mujeres
de más de 45 y por múltiples razones.
Lamentablemente no es recíproco.
Por cada impactante mujer de más de 45, inteligente,
bien vestida, sexy, hay un hombre de más de 50....
Pelado, gordo, barrigón y con pantalones arrugados
haciéndose el gracioso con una chica de 20 años.
Señoras, les pido perdón por ello....
2006-12-06 15:08:31
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answer #2
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answered by Anonymous
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Bien, creo que cada edad tiene sus encantos es una mujer madura que puede adueñarse del mundo con su andar o con sutileza o incluso aún usando sus encantos femeninos como una mirada, una frase en tono dulce que no sé,,,,,,,,,
2006-12-06 15:40:16
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answer #7
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answered by ako 3
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