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origen, causas, guerra, filosofia, muerte

2006-12-06 03:28:56 · 11 respuestas · pregunta de yosipol 1 en Política y gobierno Otros - Política y gobierno

11 respuestas

Una basura humana.


Mi blog es:
http://soloelmundoyyo.blogspot.com

2006-12-06 03:31:04 · answer #1 · answered by NONAME 7 · 0 1

Adolf Hitler (Braunau am Inn, Austria, 20 de abril de 1889 - Berlín, 30 de abril de 1945), político y dictador alemán de origen austríaco, que estableció un régimen nacionalsocialista en el que recibió el título de Reichskanzler (canciller imperial) y Führer (caudillo, líder o guía).

Como jefe del Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei o NSDAP), dirigió el gobierno del país de 1933 a 1945, período en el que ocupó sucesivamente los cargos de canciller, jefe de Gobierno y jefe de Estado.

Orador dotado y carismático, poseído por una profunda convicción, Hitler es considerado como uno de los líderes más influyentes y crueles de la historia. Fue el autor intelectual de uno de los genocidios más grandes de la historia al enviar a seis millones de personas a la muerte. El sistema industrial-militar que instauró llevó a Alemania al salir de la crisis económica posterior a la Primera Guerra Mundial y, en su apogeo, a controlar gran parte de Europa.

Hitler ordenó la invasión de Polonia en 1939, en lo que constituyó el factor detonante de la Segunda Guerra Mundial. La guerra que el Eje (Alemania, Italia y Japón) y los aliados llevaron a cabo durante ese tiempo condujo a la destrucción de gran parte de Europa.



Hitler nació en Braunau, una pequeña aldea cerca de Linz en la provincia de la Alta Austria, no muy lejos de la frontera alemana, en lo que entonces era el Imperio Austrohúngaro. Su padre, Alois Hitler (1837-1903), era un modesto agente de aduanas nacido fuera de matrimonio. Hasta la edad de 40 años, Alois usó el apellido de su madre, Schicklgruber. Cinco años después de tener a su hijo, Maria Anna Schicklgruber se casó con Johann Georg Hiedler. Al poco tiempo, el hermano de Johann, Nepomuk, llevó a Alois a vivir con su familia. Su infancia la pasó en Linz, donde fue al mismo colegio que Ludwig Wittgenstein, y su juventud en Viena.

En 1876, cuando hacía años que María y Georg habían fallecido, Nepomuk, quien había ejercido de padre adoptivo, dio su apellido a Alois, haciendo constar en el registro bautismal a Georg Hiedler como padre legítimo. Más tarde, Adolf Hitler sería acusado por sus enemigos políticos de no ser legítimamente Hitler, sino Schicklgruber. Su madre, Klara Hitler (nombre de soltera Klara Pölzl), era a su vez también prima segunda de su padre. Klara tuvo seis hijos; Adolf fue el segundo y, junto con su hermana menor Paula, el único que sobrevivió a la infancia.

Hitler era un chico inteligente, pero variable, y en dos ocasiones suspendió el examen de entrada a la universidad en Linz. Allí quedó cautivado por las lecturas pangermánicas y antisemitas del profesor Leopold Poetsch, quien influyó notablemente en la mente del joven.

Hitler era devoto de su madre y probablemente odiaba a su padre, quien era un estricto disciplinario. Padre e hijo tampoco compartían sus ideas políticas. Alois Hitler también deseaba que su hijo llegara a ser funcionario como él, empleo del que se sentía muy orgulloso y al que había llegado prácticamente sin una base académica. Pero al joven Hitler ese futuro no le seducía en absoluto, ya que estaba demasiado alejado de su objetivo, las artes. Se interesó por la pintura y la arquitectura, pero no logró ser admitido en la Escuela de Bellas Artes de Viena al no poseer talento.

Hitler, en su libro Mein Kampf (Mi Lucha), es respetuoso con su padre, aunque indica que había diferencias irreconciliables sobre su firme decisión de convertirse en artista. Alois falleció en enero de 1903 y Klara, tercera mujer de Alois y madre de Adolf Hitler, murió de cáncer en diciembre de 1907, lo que le afectó profundamente.

Muchos historiadores especulan que su odio extremo hacia los judíos era por la posibilidad de que el padre biológico de Alois (y por tanto su abuelo) fuera de origen judío, lo que fue desmentido luego. Otros lo atribuyen a que su madre murió al cuidado de un médico judío, pero el mismo Hitler pareció estar agradecido por sus atenciones (le regaló una pintura y más tarde como canciller le permitió salir de Austria). Según algunos, sería la idea de la supuesta influencia sionista para que Estados Unidos entrara en la guerra. Hasta la fecha, ninguna de estas aseveraciones ha sido convincentemente confirmada.

Según sus escritos, él consideraba a los judíos como una raza extranjera en territorio alemán y compartía muchas de las ideas antisemitas comunes en la época, que eran de origen muy antiguo (un ejemplo de esto lo tenemos en la influencia del panfleto apócrifo Los protocolos de los sabios de Sión). Así es como hablaba de una "conspiración judeobolchevique" (en la que incluía a todos los movimientos de izquierda por igual), al mismo tiempo que culpaba a los empresarios y financistas judíos de los problemas económicos por los que pasaba Alemania en ese entonces (algunos de sus primeros discursos versaban sobre lo que él llamaba "la esclavitud del interés"). Como se verá, eso llevó a acusarlos también de llevar a Alemania a la derrota en 1918.

En 1905 abandonó la escuela secundaria de Linz para ir a Viena e ingresar en la Academia de Bellas Artes con el fin de convertirse en pintor, pero fue rechazado en el examen de ingreso. A pesar de su fracaso, decidió quedarse en Viena, viviendo de la venta de sus pinturas con grandes dificultades económicas (llegó a vivir durante tres años en un albergue para indigentes), para seguir pintando y presentarse a un segundo examen de ingreso, que no llegó a realizar nunca. Viena, una ciudad cosmopolita, con mucha vitalidad intelectual y multicultural, le era por completo incomprensible. En aquella época, en Viena existía un importante ambiente antisemita.

Se trasladó a Múnich en 1913 para eludir el servicio militar en su país, aparentemente porque no deseaba servir a las órdenes de oficiales húngaros y judíos, y atraído también por la prosperidad y fortaleza que mostraba Alemania, en contraste con la decadente y débil Austria.


Primera Guerra Mundial
Al inicio de la Primera Guerra Mundial (1914) decidió alistarse como voluntario en el ejército alemán. Realizó su servicio en Francia y Bélgica como mensajero del 16° Regimiento de Infantería Bávara de Reserva, que lo expuso al fuego enemigo. También aprovechó para dibujar algunas historietas y dibujos de instrucción para el periódico del ejército. Fue ascendido al rango de cabo y condecorado en varias ocasiones por su valor en combate, destacando especialmente la consecución de la Cruz de Hierro de segunda clase el 2 de diciembre de 1914, y la Cruz de Hierro, primera clase, el 4 de agosto de 1918, un honor raras veces dado a un soldado de tan baja graduación (ya que aún no era ciudadano alemán, no fue promovido más allá del grado de cabo). En octubre de 1916, en el norte de Francia, Hitler fue herido en la pierna, regresando al frente en marzo de 1917.

Hitler era considerado como un soldado «correcto», pero según se informa era impopular entre sus compañeros debido a una actitud poco crítica hacia los superiores. «Respetar al superior, no contradecir a nadie, obedecer a ciegas», dijo, describiendo su actitud mientras era enjuiciado por el putsch de Múnich en 1923. Uno de sus camaradas comentó: «Nos quejamos sobre él y encontrábamos intolerable que entre nosotros tuviéramos a un cuervo blanco» (Haiden, 1936).

El 15 de octubre de 1918, poco antes del final de guerra, Hitler fue trasladado a un hospital de campaña, donde quedó temporalmente ciego por un ataque con gases tóxicos. Una investigación realizada por Bernhard Horstmann indica que su ceguera pudo haber sido resultado de una reacción histérica a la derrota alemana. Hitler expresó metafóricamente que durante aquella experiencia, al quitarse la venda que cubría sus ojos, fue cuando descubrió que el objetivo de su vida era lograr la salvación de Alemania. Mientras, fue tratado por un médico militar y un especialista en psiquiatría, que, según se informa, diagnosticó al cabo como «incompetente para comandar gente» y «peligrosamente psicótico». Su comandante declaró: «¡Nunca promoveré a este histérico!». Sin embargo, el historiador Sebastian Haffner, refiriéndose a la experiencia de Hitler en el frente, sugiere que por lo menos tuvo algún tipo de entendimiento con los militares.

La capitulación alemana en noviembre de 1918 lo impactó sobremanera, pues en la creencia popular alemana el ejército alemán permanecía invicto. Como muchos otros nacionalistas alemanes, Hitler culpó a los socialdemócratas («los criminales de noviembre») por la rendición. Una explicación extendida por la derecha conservadora sobre la capitulación era la Dolchstosslegende («la leyenda de la puñalada por la espalda»), que pretendía argumentar que a espaldas del ejército los políticos socialistas y marxistas habían traicionado y «apuñalado» a los alemanes y sus soldados por la espalda. El Tratado de Versalles impuso reparaciones de guerra y otras sanciones económicamente muy perjudiciales para el país, declarando a Alemania culpable de los horrores de la Primera Guerra Mundial. Durante la negociación del documento surgieron controversias entre el afán pacificador de W. Wilson, presidente de EE.UU. y el vengativo revanchismo del premier francés, Georges Clemenceau. La reconciliación nunca estuvo dentro de los objetivos de Gran Bretaña y Francia porque, desde mediados del siglo XIX, Alemania siempre habia rivalizado con estas dos potencias, por la hegemonía de Europa y el control sobre los territorios coloniales en África y Ásia. El tratado fue considerado por los alemanes como una humillación y fue un importante factor en la creación de las reivindicaciones sociales y políticas demandadas por Hitler y su Partido Nacionalsocialista para llegar al poder.


Inicios en el Nazismo

Carné de Hitler como miembro del DAPDespués de la guerra, Hitler permaneció trabajando para el ejército como espía militar, siendo destinado a la supresión de levantamientos socialistas, que estallaron a través de toda Alemania, incluyendo Múnich, lugar a donde Hitler regresó en 1919. Participó en el «pensamiento nacional», cursos organizados por el Departamento de Educación y Propaganda del grupo bávaro de la Reichswehr. Un objetivo clave de este grupo era crear una «cabeza de turco» para justificar la derrota alemana. Las cabezas de turco fueron encontradas en el Judaísmo Internacional, los comunistas y los políticos liberales, especialmente los miembros de la coalición de Weimar, que eran considerados como los «criminales de noviembre».

En julio de 1919, Hitler fue designado V-Mann (Verbindungsmann, término alemán para espía de la policía) del Aufklärungskommando (Comando de Inteligencia) de la Reichswehr, con el objetivo de atraer a otros soldados de ideas similares, siendo asignado a infiltrarse en un pequeño partido nacionalista de extrema derecha, el Partido Obrero Alemán (DAP). Allí, Hitler conoció a Dietrich Eckart, uno de los primeros miembros y fundador del partido.

Hitler comenzó a participar a tiempo completo en las actividades del partido. Ya a principios de 1921, Hitler era considerado como un gran orador, hablando frente a muchedumbres cada vez más grandes. En febrero, habló ante una muchedumbre de casi seis mil personas en Múnich. Para hacer pública la reunión, envió dos camiones de partidarios del Partido con esvásticas, causar conmoción y distribuir prospectos; fue el primer empleo de esta táctica. Hitler ganó notoriedad fuera del partido por sus discursos polémicos, atacando el Tratado de Versalles, a políticos y grupos rivales (sobre todo marxistas) y, siempre, a los judíos, a los que posteriormente intentaría exterminar en los campos de concentración.

Por entonces, sus principales enemigos eran los comunistas; para combatirlos, creó la Sturmabteilung —la S.A.— comandada por Johann Ulrich Klintzich, aunque el verdadero jefe era el capitán Ernest Röhm. Toma como emblemas la Hakenkreuz —la cruz gamada— y el saludo del fascismo italiano del brazo en alto.

Eso le hace acaparar apoyos en los sectores conservadores, aprovechándose de la situación de recesión favorecida por la posguerra, culpando a los judíos, los comunistas y a los países que habían vencido a Alemania de imponer unas condiciones asfixiantes.

El grupo adquirió mayor preponderancia y en 1921 tomó el nuevo nombre de Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP), también llamado Partido Nazi. En 1923 Hitler preparó, con el apoyo de Erich Ludendorff, un fallido golpe de Estado, por lo que fue condenado a cinco años de prisión, de los cuales sólo cumplió ocho meses. Durante su encarcelamiento, en un régimen carcelario bastante blando, le dictó a Rudolf Hess su manifiesto político Mein Kampf, en el que presentaba a Alemania y al mundo cuál iba a ser su política futura y su visión del Lebensraum. Fue puesto en libertad en diciembre de 1924.

Si bien en un principio Hitler no consideraba erigirse como un lider mesiánico de Alemania, despúes del Pustch, sus colaboradores y seguidores fueron inculcando dicha imágen frente a la opinión pública alemana, y finalmente Hitler aceptó tomar dicho papel.

El inicio de la Gran Depresión de 1929, el paro y el consecuente desencanto del pueblo alemán favorecieron, entre otras circunstancias, el incremento de sus seguidores y dieron a su partido mayores posibilidades de trabar estrechas relaciones con los medios sindicales patronales, que buscaban fuerzas de choque para emplearlas contra las organizaciones obreras de izquierda.

El gran carisma y un desarrollado talento en la oratoria impresiona a muchas personas que se le unen, tales como Albert Speer y Rudolph Hess, entre otros.

Logró atraerse a las clases medias, los trabajadores en paro y los grandes industriales y logró que su partido se convirtiera en el grupo parlamentario más fuerte en 1932. Sin embargo, fue derrotado por Paul von Hindenburg en las elecciones de marzo de ese año.

En este periodo, su vida sentimental se vio marcada por su relación con su sobrina Geli Raubal, que terminó suicidándose en oscuras circunstancias. Geli Raubal era hija de su hermanastra Angela y fue una de las llamadas Mujeres de Hitler.


Ascenso al poder
Tras su derrota en las elecciones de 1932, Hitler promovió una ola de revueltas y violencia callejera que forzó al débil e inestable gobierno al colapso. Paul von Hindenburg se vio forzado a pactar con Hitler, que fue nombrado canciller alemán el 30 de enero de 1933 con la colaboración de los católicos de Franz von Papen y sus socios. Disolvió el Parlamento y convocó elecciones, liderando el Partido Nacional-socialista. Una semana antes de las votaciones, se produjo un incendio en el edificio del Reichstag y Hitler, tras acusar a la oposición comunista y social-demócrata del incendio, promulgó leyes de excepción, eliminando y persiguiendo a muchos adversarios políticos.

Consiguió la mayoría en las elecciones de mayo (aunque muchos historiadores señalan que no logró un apoyo importante por parte del pueblo alemán inicialmente). En poco tiempo, logró afianzarse en el poder, detentando los cargos de canciller y presidente de la República a la muerte de Hindenburg (2 de agosto de 1934), nombrándose a sí mismo Reichsführer. Estableció el nacional-socialismo como único partido legal. Eliminó a los oponentes de su propio partido y a colaboradores de dudosa fidelidad durante la llamada «Noche de los cuchillos largos», iniciando el proceso de eliminación de diversos grupos raciales, políticos, sociales y religiosos que consideraba «enemigos de Alemania» y «razas impuras», lo que más tarde le llevó a crear los campos de concentración para la liquidación sistemática de comunistas, judíos, Testigos de Jehová (Bibelforscher), gitanos, enfermos mentales y homosexuales, principalmente, así como a un intenso rearme.


La Alemania nazi de la pre-guerra
Hitler, como dirigente de Alemania, pudo llevar a cabo su sueño de crear un automóvil asequible para todos los ciudadanos, al que pensaba llamar «el vehículo del pueblo» (Volkswagen). Los primeros bocetos del automóvil fueron creados por él mismo, encargando a su amigo y miembro del Partido Nacional Socialista, Ferdinand Porsche, la creación del diseño definitivo. De esta forma nació el coche más vendido de la historia, conocido como Escarabajo. Para su fabricación, Hitler fundó la compañía Volkswagen.

El Volkswagen Escarabajo circuló por otro de los sueños que hizo realidad como máximo mandatario de Alemania: la construcción de las primeras autopistas del mundo.

Vegetariano, ecologista, amante de los animales, promulgó las primeras leyes de la historia que penaban el maltrato a los animales.

Promovió un estado del bienestar cimentado sobre la creación de una seguridad social, controlando el precio de la vivienda para que fuera asequible a todos los ciudadanos (las hipotecas suponían aproximadamente un 7% del salario de un alemán medio) y apoyando un nuevo concepto consistente en las vacaciones de ocio asequibles a todo el pueblo.

Entregó a los campesinos tierras en propiedad que anteriormente pertenecían al Estado.

En 1935, Alemania exhibió una mejora sustancial en términos macroeconómicos, los índices de desempleo bajaron y la economía en general se vio fortalecida por un crecimiento interno superior al resto de las naciones europeas.

Dueño absoluto de Alemania, mostró sus éxitos contra el paro y en política exterior (reincorporación del Sarre y remilitarización de la Renania en 1936), lo que le valió el apoyo popular. La inauguración de los XI Juegos Olímpicos, en agosto de 1936, dio el espaldarazo definitivo a la televisión en general y al régimen en particular: se estiman en 150.000 los espectadores que pasaron por las distintas salas públicas de visión.

En 1937, la Alemania de Hitler alcanzó el mayor nivel de desarrollo desde la I Guerra Mundial. Se ampliaron los programas de salud social, se mejoraron los niveles de vida de la tercera edad, los niveles de seguridad social se vieron poderosamente reforzados. Aunados además a una mejor urbanización, los niveles generales de la clase media se vieron incrementados. La población en general percibió que la Alemania post Versalles había desaparecido y surgía un potente espíritu nacionalista.

A fines de ese mismo año, Hitler reunió a su Estado Mayor General (OKH) y les expresó su deseo de iniciar una guerra contra los eslavos. Esto se ratificó el 28 de mayo de 1938 en la segunda reunión.

El 1 de octubre de 1938 se verifica la Anexión de Austria y de los Sudetes al territorio alemán, denominada Anschluss. Con ello, Hitler ganaba dividendos políticos al anexar este territorio ocupado por alemanes propiamente dichos y descendientes de alemanes.

Continuó la persecución de los judíos, promulgando leyes contra sus derechos más elementales y un ataque directo en la «Noche de los cristales rotos».

Hitler, como un hábil orador y experto en la manipulación de masas, promovió y apoyó las investigaciones sobre la televisión, primero instalando en Berlín un estudio de televisión (llamado Paul Nipkow, que emitió hasta el año 1944) dotado de la televisión electromecánica de diseño Baird, luego requiriendo los servicios del propio John Logie Baird y más tarde apostando fuerte por la televisión electrónica (con tubo de imagen o iconoscopio). A mediados de los años 40 Alemania contaba con la mayor red de televisión del mundo, teniendo sus distintas sedes unidas por cable.

En 1939, se verifica la Ocupación de Checoeslovaquia en el marco de la anexión germana.

El 23 de agosto de 1939, Hitler recibió la confirmación de la firma del Pacto Ribbentrop-Molotov convenido con la URSS; Hitler jugaba al ajedrez con el inminente escenario bélico.

El 23 de octubre 1939, pocos días después de la Invasión de Polonia, firmó la Orden de Eutanasia denominada Programa Gnadentod autorizando a la Comisión creada por Himmler denominada Comisión para la Curación y el Cuidado del Reich a su aplicación inmmediata bajo la supervisión del director de la Cancillería Philip Bouhler y ejecutada por SS Viktor Branck y Verner Blankenburg. Se eliminaron 60.000 discapacitados mentales y físicos, desarrollándose a gran escala en dos años, menguando en agosto de 1941, pero sin llegar a interrumpirse en ningún momento.

Otros programas de purificación racial también fueron autorizados por Hitler, tales como la supresión de homosexuales.


Segunda Guerra Mundial
Después de la anexión de Austria y Checoslovaquia, el panorama europeo quedó peligrosamente inestable. El 1 de septiembre de 1939 Alemania y la URSS ocuparon Polonia y dos días después, el 3 de septiembre, Francia y Gran Bretaña declararon la guerra a Alemania, iniciándose así la Segunda Guerra Mundial. Empleó una nueva forma de hacer la guerra conocida como Blitzkrieg (guerra relámpago), conquistando en poco tiempo numerosas naciones europeas que anexionaba a su imperio, como Holanda, Bélgica, Grecia, Yugoslavia y Dinamarca, entre otras. Especialmente brillante fue la conquista de Francia, nación a priori con una potencia militar similar a la de Alemania y a la que derrotó en tan sólo 3 semanas gracias a la ofensiva de Las Ardenas, la cual fue diseñada por él mismo. Tras conquistar Francia, obligó a los dirigentes franceses a firmar la capitulación exactamente en el mismo lugar donde los alemanes habían firmado la rendición tras la Primera Guerra Mundial. Inglaterra evitó milagrosamente la derrota gracias a una heroica actuación de la RAF (Royal Air Force), que consiguió derrotar a una muy superior fuerza aérea alemana en la Batalla de Inglaterra. Entre tanto, Hitler continuó con sus planes para la grandeza del Tercer Reich -al que él se refería como el Imperio de los Mil Años-, haciéndose cargo personalmente de detalles como la macrorreforma urbanística de Berlín, que planeó junto con su arquitecto de cabecera, Albert Speer.

Invadió la URSS el 22 de junio de 1941, pensando en acabar con el «gigante ruso» al cabo de algunas semanas en una rápida campaña al estilo Blitzkrieg; sin embargo, la falta de información respecto de la cantidad de divisiones, armamentos y, sobre todo, el retraso inicial de la campaña en 4 meses le enfrentó al más duro de los inviernos rusos, que le impidió tomar Moscú; además, sitió Leningrado, produciendo la muerte de más de un millón de rusos de hambre y frío. Para 1942, Hitler empezó a hablar en sus círculos íntimos de su sucesor y muchos nombres se empezaron a barajar en su entorno, generando una lucha tras bambalinas por lograr sucederle. Se pueden citar a Himmler, Hermann Göring, Martin Bormann y más tarde a Albert Speer, pero el que sonaba fuerte era Reinhard Heydrich, quien a los ojos de Hitler era el más perspectivo Nazi y su posible sucesor, quien murió en Praga después de un atentado bajo la Operación Antropoide. Hitler enfurecido ordenó al sucesor de Heydrich en Praga, Karl Hermann Frank, las matanzas de Lídice y Lezaky. Miles de personas murieron en Bohemia.

Para esa fecha, los científicos del Instituto Káiser Guillermo, Otto Hann y Werner Heisenberg, habían estado tras los pasos del desarrollo de la bomba atómica. Estos propusieron a Albert Speer que colababorara con los suministros necesarios para materializar la bomba. Sin embargo, Hitler despreció estos avances denominando este tema como física judía, pues tenía una marcada fobia a todo lo relacionado con Albert Einstein. Para ese momento, Alemania estaba a no menos de 5 años de culminar su proyecto. Algunos avances se hicieron en territorio noruego con la producción de agua pesada.

Hitler prefirió centrar su atención en los avances del desarrollo de los cohetes V1 y V2.

Después hizo girar el eje de las operaciones hacia el Cáucaso, invadió Crimea y se acercó a Stalingrado, donde se libró una despiadada Batalla de Stalingrado o batalla de desgaste en la cual los soviéticos, aprovechando los débiles flancos de la retaguardia alemana, le inflingieron una de las mayores derrotas. Los rusos cambiaron las tornas del destino y fueron desalojando a los alemanes de su territorio. Junto a ese escenario, en 1944 los Aliados invadieron Normandía, combatiéndosele por tanto en dos frentes. Ya hacia fines de 1943 era evidente que la guerra estaba perdida para la Alemania nazi. Por esta razón, muchos militares de la Wehrmacht y también civiles se conjuraron para complotar.

En 1943, Hitler instruyó a Himmler para que divulgara a una selecta audiencia de las altas esferas del partido lo que sucedía con los judíos en la llamada Solución Final. El doble objetivo del llamado El discurso de Posen era involucrar por el conocimiento a la audiencia y hacerlos cómplices y, por otro lado, solicitarles el secreto por lo divulgado. Salvo el programa de eutanasia firmado por Hitler en 1939, Hitler jamás dio su firma ni instrucción por escrito al respecto, todo era instrucción verbal a Himmler. Sólo se dejaron escritos imputables en la Conferencia de Wannseeen 1942.

Adolf Hitler fue blanco y objetivo de varias tentativas y atentados de facto (Véase: Atentados contra Hitler), la mayoría tramados por militares alemanes), de los que siempre escapó con vida.

El más importante fue el de 20 julio de 1944, liderado por Claus von Stauffenberg, que provocó el suicidio obligado de Erwin Rommel y Von Kluge entre otros.

El 7 de abril de 1945, ya presintiendo el final, ordenó a Himmler ejecutar a todos los prisioneros políticos en los campos de concentración y en las cárceles, entre los cuales estaban el antiguo jefe de la Abwehr, Wilhelm Canaris, Georg Elser.

Adolf Hitler jamás consideró capitular en la guerra, aun cuando fue evidente que ésta ya estaba perdida para el ejército alemán. Prohibió a sus generales rendirse y ordenó combatir hasta el final; incluso persiguió y mandó asesinar a quienes plantearon la rendición, la huida o iniciaron negociaciones de paz con los Aliados. Por ejemplo, se sabe del brutal interrogatorio y posterior ejecución de Hermann Fegelein, hombre cercano a Heinrich Himmler y cuñado de Eva Braun, como resultado del ataque de ira que Hitler y Joseph Goebbels sufrieron al enterarse de que Himmler intentaba pactar la paz con Eisenhower y Bernardotte.


Muerte de Hitler

Periódico norteamericano anunciando la muerte de HitlerLos detalles de su muerte siguen siendo debatidos y no comprobables todavía al ciento por ciento.

La versión oficial de los aliados —que concuerda con la versión dada por su secretaria personal, Traudl Junge, en el libro Hasta la última hora: la secretaria de Hitler cuenta su vida (Bis zur letzten Stunde: Hitlers Sekretärin erzählt ihr Leben) y con la versión de Joachim C. Fest, historiador y biógrafo, en El hundimiento (Der Untergang)— indica que Hitler renunció a intentar huir de Berlín y se suicidó con un tiro de revólver y, al mismo tiempo, ingiriendo una cápsula de cianuro en su búnker, a 16 m de profundidad en el subsuelo del edificio de la Cancillería en Berlín, junto a su nueva esposa Eva Braun y rodeado de unos pocos incondicionales, el 30 de abril de 1945, cuando el Ejército Rojo, dirigido por el mariscal Zhúkov, tomaba Berlín y se encontraba a menos de 300 m del búnker.

Aquel día, Hitler almorzó en compañía de sus secretarias en un silencioso ambiente y después del almuerzo hizo matar a su perra Blondie. Luego dio a su ayudante Otto Günsche instrucciones estrictas sobre la cremación de su cuerpo y el de su esposa, probablemente para evitar que fueran exhibidos como «trofeos de guerra», recordando el ultraje del cadáver de su amigo Benito Mussolini, que fue colgado desnudo boca abajo junto con el de su amante en una gasolinera de Milán, donde fue golpeado, escupido y despreciado durante días. El siguiente relato procede del testimonio de Günsche:

"Hitler se retiró a eso de las 16 horas junto con Eva Braun a su despacho privado contiguo a la sala de mapas y Otto Günsche se paró frente al despacho esperando el momento de entrar; le acompañaba Linge. Se sintió un disparo ahogado y Günsche esperó unos 15 minutos de acuerdo a instrucciones; posteriormente Linge ingresó a la habitación de dos ambientes. Hitler estaba recostado a un extremo del sofá con un tiro en la sien, de la cual aún manaba sangre, su boca tenía una grotesca mueca.

Según Günsche y Linge, Eva Braun estaba recostada al otro extremo con los ojos abiertos y una mueca de dolor en su rostro, una pistola estaba en la mesa a su disposición, pero no alcanzó a usarla, pues el cianuro había sido rápido.

En efecto, Linge siguió a Günsche al entrar al compartimiento de Hitler, y una vez confirmada su muerte, levantó los cuerpos envueltos en una alfombra y los sacó al patio trasero de la Cancillería, en unos momentos en que llovían obuses rusos por doquier.

Günsche depositó ambos cuerpos en un orificio de obús, los roció con unos 200 l de gasolina y les prendió fuego. Mientras se consumían, unos cuantos testigos, entre ellos Martin Bormann, Goebbels, realizaron un nervioso y acongojado saludo militar, mas un obús que estalló cerca les obligó a volver al búnker sin verificar la total consumación de la incineración.

Su muerte se puso en duda durante mucho tiempo, creándose toda suerte de mitos.

Recientes versiones surgidas en los años 1990 del lado ruso, confirman que los soviéticos (NKVD), después de una infructuosa búsqueda en la que incluso hallaron a un doble de Hitler suicidado en una habitación de la Cancillería como una forma de despistar, por fin dieron con los restos irreconocibles en parte de Hitler, Braun y la familia Goebbels y que estos, secretamente aun para el mismo general Zhúkov, fueron transportados en cajas especiales a la frontera, a un cuartel militar que luego pasaría a ser territorio de la República Democrática Alemana.

Los rusos confirmaron inicialmente en 1955 la muerte de Hitler, pero no se mostraron evidencias muy sustanciales, salvo algunos detalles odontológicos, lo que confirmaba a pesar de todo que los rusos tenían los cuerpos.

Estos restos permanecieron secretamente enterrados bajo un jardín de dicho cuartel y sólo algunas autoridades de la NKVD sabían dónde estaban, hasta que en los años 1970 fueron exhumados, se extrajo el cráneo a Hitler y el resto de los cadáveres fue incinerado para evitar que su tumba fuera objeto de veneración. No se ha podido dar con el cráneo de Hitler, pero una parte signada como de Hitler, el hueso parietal de su caja craneana está en un Museo soviético.


Rasgos de su personalidad
El gran interés que despierta la figura de Hitler se debe precisamente a los ribetes de su extraordinario tipo de personalidad y su halo de impenetrabilidad. Hitler poseía un extraño magnetismo y un apasionamiento místico que le proporcionaban un extraordinario carisma capaz de envolver no sólo a las personas, sino también a las masas, además de poseer una gran oratoria gesticular muy estudiada; pero quien haya permanecido con él diría lo mismo que opinó su ministro y arquitecto Albert Speer: «Nunca llegué a conocerle».

Hitler era en sí un individuo muy autosuficiente y solitario. Muy pocas personas integraban su séquito personal, se pueden citar a Albert Speer, el fotógrafo Heinrich Hoffmann, Wilhelm Bruckner, Joseph Dietrich, Joseph Goebbels, Julius Schaub, Julius Schreck y el arquitecto Geisler y sus secretarias personales. A ellos les exigía lealtad a toda prueba y discreción. Hitler tenía diferentes actitudes dependiendo con quien tratara, detestaba a los funcionarios civiles, se mostraba desconfiado e inseguro ante los intelectuales; ante un trabajador o una secretaria de su círculo era amable y cortés, lo mismo que con mujeres de sus cercanos.

Hitler jamás visitó una ciudad bombardeada, un campo de concentración o un hospital (la única excepción fue para visitar a las víctimas del atentado del 20 de julio). Hitler siempre evitó exponerse a situaciones donde los frutos de la violencia estuvieran presentes. Un fiel ejemplo de este aspecto es que Hitler se negó a ver las fotos y filmaciones de las ejecuciones de los involucrados en el atentado ejecutado por Claus von Stauffenberg hacia su persona en 1944.

De su personalidad emanaba una suerte de energía atrayente y dinámica que hacía enardecer en las personas no sólo una especie de sumisión, sino de admiración hasta la idolatración, como por ejemplo Eva Braun, Keitel y Himmler.

Una de las características más relevantes de la personalidad de Hitler era la capacacidad de subyugar a quienes le rodearan; habían personas que podían ser muy fuertes y seguros en sus campos de acción, pero en presencia de Hitler estas personalidades se veían disminuidas y manipuladas hasta el servilismo; por ejemplo, Hermann Göering expresó al ministro de finanzas Schacht que: "- Cada vez que estoy frente al Führer siento el corazón en un puño" -

En su vida sentimental, muy discreta, se asocian los nombres de Geli Raubal, Eva Braun, quien fue su esposa, Unity Mitford e Inga Ley. Leni Riefenstahl , una de las más sindicadas en su momento, negó haber sido amante de Hitler.

Una de las secretarias personales de Hitler, Traudl Junge, describió así la esencia que emanaba de la persona de Hitler: «Cuando estaba presente (Hitler), todo el edificio bullía de actividad, todos corrían, los teléfonos sonaban, los radioespectadores no cesaban de enviar y recibir notas de comunicados (...) Cuando él estaba ausente, todo volvía a una monótona normalidad, Hitler era como una especie de dínamo». Traudl Junge describió a Hitler como una persona que presentaba dos personalidades: en una, era muy considerado y afable, y en la otra, muy fría, iracunda y avasallante en extremo, apasionada y calculadora.

Cita Junge en sus remembranzas: «Hitler era vegetariano, gustaba del té y además no soportaba el calor; no se podía fumar en su presencia y hacía climatizar sus ambientes a no más de 11° C de temperatura. Otro de los aspectos es que a Hitler le gustaba escuchar chismes, pues lo distraían de su realidad. Además, Hitler se acostaba muy tarde, a las tres o cuatro de la madrugada, y se levantaba también muy tarde, entre las 10.00 y las 11.00 horas; el personal militar de la primera planta se acostaba en torno a la medianoche, terminada la última reunión de guerra de cada día, y se levantaba hacia las siete».

Para los miembros cercanos a Hitler, Keitel, Lammers y Bormann, Hitler predicaba con el ejemplo pagando sus propios costes personales sin derogar ningún fondo del Estado. Los ingresos de Hitler, hábilmente administrados por su secretario personal Martin Bormann, sucesor de Rudolf Hess, provenían de los derechos por su imagen postal y por su libro Mein Kampf.

Otro de los rasgos característicos de Hitler era su desprecio por la debilidad ante el enemigo y por éste, sobre todo al judaísmo y en segundo grado al comunismo, su impulsividad y su obcecación por las metas sin importar el costo que tuvieran. Por ejemplo: cuando Brauchistch le solicitó la retirada estratégica de Moscú, Hitler se encolerizó diciendo: «¡No me podéis quitar Moscú!, ¡quiero Moscú!»

Lo que más impresionaba a sus generales y allegados era la asertividad de Hitler. Era un muy preciso en sus apreciaciones y no le gustaba que lo contrariasen cuando creía tener la verdad, pero si alguien podía demostrarle con fundamentos muy claros y de manera muy diplomática una opinión o sugerencia contraria, cedía aunque no siempre. De hecho, muchos de sus generales le consideraron en un principio un genio militar. Dentro de ese mismo aspecto, Hitler rigidizó los mandos del ejército de manera monolítica, a diferencia de Stalin, quien flexiblizó las iniciativas.

Un ejemplo de su aparente flexibilidad es cuando cedió ante Himmler por la deportación de los holandeses a Polonia, en pro de aumentar primeramente el contingente de las SS.

Estaba muy consciente de todo lo que ocurría a sus espaldas, jamás llegó a expresar algún comentario de remordimiento por lo que mal ocurriese al que considerase enemigo del Estado alemán.

Apreciaba en extremo a aquellos que mostraran una personalidad de hierro, que careciesen de escrúpulos, fueren inteligentes y eficientes y además mostrasen lealtad a toda prueba, como por ejemplo Reinhard Heydrich, a quien consideró su sucesor, o bien Josef Dietrich. Despreciaba a aquellos que titubeaban ante su presencia o mostraran algún grado de debilidad que le permitiese algún grado de control.

Albert Speer llegó a emitir el siguiente comentario al respecto: «En el lugar donde debía haber un corazón en el pecho de Hitler, había un gran hueco»

Cuando le tocaba tratar temas variados sobre aspectos técnicos o militares, mostraba un acabado conocimiento de estos, llegando a sorprender a sus interlocutores.

Hitler era muy condescendiente con quienes mostraban valor y arrojo en combate; llegó a diseñar el mismo la Cruz de Brillantes, Espadas y Robles para Hans Ulrich Rudel, el célebre piloto de «Stukas».

En su vida íntima, Hitler era como cualquier persona normal, adoraba a su perra pastora Blondi y se mostraba muy cariñoso en presencia de niños, gustando de fotografiarse con ellos. En su vida sentimental Hitler era muy celoso y no permitía a casi nadie inmiscuirse en esos temas. Albert Speer en sus memorias señaló que Hitler proporcionaba un trato desconsiderado, opresivo y vejatorio hacia Eva Braun.


Legado de Hitler
Durante los Juicios de Nuremberg se acusó a 611 personas, integrantes de las diversas instituciones del Tercer Reich, de cinco delitos: complot, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad (exterminio), crímenes contra la paz y genocidio. Los principales jerarcas nazis apresados fueron condenados a la horca o a largas penas de prisión; otros murieron en los meses que siguieron a la caída de Berlín.

El nazismo y cualquier reminiscencia ideológica afín fueron prohibidos en casi toda Europa; de hecho no se pueden publicar bibliografías, esvásticas y otros símbolos sin riesgo de cometer falta o delito punible. Sin embargo, la discriminación antisemita permaneció hasta bien entrada la década de los 60, sobre todo en paises americanos. Muchas reminiscencias de esa época, encubiertas en doctrinas militares, sociales y políticas empresariales, aún perduran en el mundo.

Quizás uno de los legados más importantes de la Alemania nazi sea la completa adopción del concepto del Blitzkrieg, literalmente guerra relámpago, en todas las academias de guerra del mundo. Las estrategias, batallas y técnicas de la Wehrmacht usadas en la segunda guerra mundial son objeto de estudio en todos los institutos militares.

La publicación del libro Mein Kampf de Hitler está prohibida en muchos países democráticos; no obstante, todavía es editado (España) y circula libremente por librerias de algunos paises sin restricciones, en muchos idiomas y es objeto de estudios de todo tipo, aunque es muy difícil encontrar una versión íntegra y sin comentarios.

En la actualidad la figura de Hitler y el nazismo, su personalidad y hechos son objeto de estudios de toda índole y es constantemente recordada por escritores en distintas biografías, siendo la más polémica la publicada por el escritor americano David Irving, La guerra de Hitler, en la que afirma que Hitler ignoraba la Solución Final, si bien otros historiadores prestigiosos como Ian Kershaw niegan esto último.

Uno de los legados de Hitler es el vehículo omnipresente y la firma constructora Volkswagen, cuyo modelo Escarabajo fue diseñado por él junto con Ferdinand Porsche en la década de los 30, aunque el escarabajo, bajo su gobierno, solo fue construido para fines no civiles, es decir, bélicos.

2006-12-06 11:33:07 · answer #2 · answered by Arisbeth Elisa 3 · 2 1

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2014-11-24 19:33:02 · answer #3 · answered by ? 2 · 0 0

MURIO AQUI EN ARGENTINA, EL DEL BUNKER ERA UN DOBLE.

CARLOS

2006-12-06 11:33:34 · answer #4 · answered by Carlos T 2 · 1 1

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Saludos

Lily Liz

2006-12-06 11:33:04 · answer #5 · answered by EL CADAVER DE LA NOVIA 6 · 1 1

UN LIDER, que supo ideotizar a todo un pais para que lo siguieran y predicaran sus ideas

2006-12-06 11:32:39 · answer #6 · answered by shock69 2 · 1 1

Adolf Hitler (1889-1945), político alemán de origen austriaco, uno de los dictadores más poderosos del siglo XX, que transformó Alemania militarizando completamente su sociedad y llevó al país así como al resto del mundo a la II Guerra Mundial. Utilizó el antisemitismo como piedra angular de su propaganda y su política para hacer del partido nazi un movimiento de masas. La mayor parte de Europa y el norte de África estuvieron bajo su dominio durante algún tiempo. Fue el responsable de la ejecución de millones de judíos y de miembros de otros pueblos a los que consideraba seres inferiores.

Adolf Hitler y Benito Mussolini
Cronología: Adolf Hitler






Adolf Hitler y Benito Mussolini
Adolf Hitler (a la derecha) es considerado como uno de los dictadores más brutales de la historia. Tras eliminar a sus posibles rivales políticos, transformó a Alemania en una moderna máquina de guerra. Benito Mussolini (a la izquierda) y él se aliaron en 1936. Aquí aparecen ambos en Munich en 1937.
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Hulton Deutsch



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2. SU JUVENTUD Y SUS COMIENZOS EN LA POLÍTICA

Hitler nació en Braunau am Inn (Austria) el 20 de abril de 1889 y era hijo de un modesto funcionario de aduanas y de una campesina. Fue un estudiante mediocre y jamás llegó a finalizar la enseñanza secundaria. Solicitó el ingreso en la Academia de Bellas Artes de Viena, pero no fue admitido por carecer de talento. Permaneció en esa ciudad hasta 1913, donde vivió gracias a una pensión de orfandad, y más tarde comenzó a obtener algunos ingresos de los cuadros que pintaba. Leía con voracidad obras que alimentaban tanto sus convicciones antisemitas y antidemocráticas como su admiración por el individualismo y el desprecio por las masas.

Hitler se encontraba en Munich cuando comenzó la I Guerra Mundial y se alistó como voluntario en el Ejército bávaro. Demostró ser un soldado entregado y valiente, pero la más alta graduación que consiguió fue la de cabo, debido a que sus superiores consideraban que carecía de dotes de mando. Tras la derrota de Alemania en 1918, regresó a Munich y permaneció en el Ejército hasta 1920. Fue nombrado oficial de instrucción y se le asignó la tarea de inmunizar a los soldados a su cargo contra las ideas pacifistas y democráticas. Se unió al Partido Obrero Alemán, de signo nacionalista, en septiembre de 1919, y en abril de 1920 le dedicaba ya todo su tiempo. En esa época, había sido rebautizado como Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo (conocido abreviadamente como partido nazi) y Hitler fue elegido en 1921 su presidente (Führer) con poderes dictatoriales.

3. EL ASCENSO AL PODER


Hitler y el nacionalsocialismo






Hitler y el nacionalsocialismo
Líder del Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo (nazi) desde 1921, Adolf Hitler accedió al poder en Alemania en 1933. Sus vehementes discursos sedujeron a millones de ciudadanos de su país.
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Hitler difundió su doctrina de odio racial y desprecio por la democracia en los numerosos mítines que organizó y, mientras tanto, las organizaciones paramilitares del partido aterrorizaban a sus enemigos políticos. No tardó en convertirse en una figura clave de la política de Baviera gracias a la colaboración de oficiales de alta graduación y empresarios adinerados. En noviembre de 1923, un momento de caos político y económico, encabezó una rebelión (putsch) en Munich contra la República de Weimar, en la cual se autoproclamó canciller de un nuevo régimen autoritario. No obstante, el conocido como putsch de Munich fracasó por falta de apoyo militar.

Hitler fue sentenciado a cinco años de prisión como líder del intento de golpe de Estado, y dedicó los ocho meses de condena que cumplió a redactar su autobiografía: Mein Kampf (Mi lucha). Fue liberado como consecuencia de una amnistía general en diciembre de 1924, y reconstruyó su partido sin que ninguno de los representantes del gobierno al que había intentado derrocar pretendiera impedirlo. Durante la crisis económica de 1929, muchos alemanes aceptaron su teoría que la explicaba como una conspiración de judíos y comunistas. Hitler consiguió atraer el voto de millones de ciudadanos prometiendo reconstruir una Alemania fuerte, crear más puestos de trabajo y devolver la gloria nacional. La representación del partido nazi en el Reichstag (Parlamento) pasó de 12 diputados en 1928 a 107 en 1930.

El partido continuó creciendo durante los dos años siguientes, aprovechando la situación creada por el aumento del desempleo, el temor al comunismo y la falta de decisión de los rivales políticos del Führer frente a su confianza en sí mismo. Sin embargo, cuando Hitler fue nombrado canciller en enero de 1933, los grandes empresarios esperaban poder controlarle con facilidad.

4. EL DICTADOR DE ALEMANIA


Hitler en Nuremberg






Hitler en Nuremberg
Adolf Hitler pronunció un discurso en Nuremberg ante soldados alemanes y seguidores del partido nazi en el que les inculcó que ellos eran una raza superior que merecía un Lebensraum ('espacio vital') adicional y un mejor nivel de vida, y el medio para lograrlo era la conquista. Hitler era un exaltado orador que solía cautivar a su auditorio. Su Ejército era el mejor equipado y entrenado del mundo en 1938.
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THE BETTMANN ARCHIVE



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Pese a lo previsto por el poder económico, una vez que Hitler accedió a la jefatura del gobierno, no tardó en autoproclamarse dictador de la nación, acumulando la presidencia del Reich y de la cancillería con el título de Reichsführer. Miles de ciudadanos contrarios al partido nazi fueron enviados a campos de concentración y se eliminó cualquier asomo de oposición. Su mayoría parlamentaria le permitió aprobar una ley que transfería al partido nazi el control de la burocracia y del sistema judicial, reemplazaba los sindicatos por un Frente del Trabajo alemán dirigido también por los nazis y prohibía todos los partidos políticos excepto el Nacionalsocialista. Las autoridades nazis tomaron el control de la economía, los medios de comunicación y todas las actividades culturales haciendo depender los puestos de trabajo de la lealtad a su ideología.

Hitler contaba con su policía secreta, la Gestapo, y con las cárceles y campos de concentración para intimidar a sus oponentes, aunque la mayoría de los alemanes le apoyaban con entusiasmo. El avance de la industria armamentística acabó con el desempleo, los trabajadores se vieron atraídos por un ambicioso programa de ocio y los éxitos alcanzados en política exterior impresionaron a la nación. De este modo, Hitler consiguió moldear al pueblo alemán hasta convertirle en la herramienta flexible que necesitaba para establecer el dominio de Alemania sobre Europa y otras partes del mundo. El dictador impuso su propio y brutal código moral tras desacreditar el poder de las autoridades eclesiásticas, acusándolas de corrupción e inmoralidad. Ridiculizó el concepto de igualdad entre los seres humanos y reivindicó la superioridad racial de los alemanes. Puesto que se consideraban miembros de una raza superior, creían tener derecho a dominar a todas las naciones a las que habían sometido. La creciente e implacable persecución contra los judíos tenía como objetivo familiarizar a los alemanes con esta tarea.

Hitler, resuelto a emprender la creación de su imperio, inició el rearme de Alemania en 1935 (en contra de lo acordado en el Tratado de Versalles que había puesto fin a la I Guerra Mundial en lo referente a la derrotada Alemania), envió tropas a la región desmilitarizada de Renania en 1936, y anexionó Austria y los Sudetes en 1938. El resto del territorio checoslovaco quedó bajo control alemán en marzo de 1939. También acudió en ayuda de las tropas rebeldes de la Guerra Civil española (1936-1939), encabezadas por Francisco Franco. Ninguno de los líderes de otros países se opusieron a estas acciones, desconcertados ante la estrategia de Hitler y ante el temor de que se produjera una nueva guerra.

5. LA II GUERRA MUNDIAL


Entrevista de Hendaya






Entrevista de Hendaya
Francisco Franco declaró la neutralidad española cuando dio comienzo la II Guerra Mundial, en septiembre de 1939, pocos meses después de haber obtenido la victoria en la Guerra Civil. Cambió su vinculación con el conflicto cuando, en junio de 1940, pasó a defender la condición de “no beligerante” del Estado español. El 23 de octubre de ese año se produjo una entrevista histórica entre el dictador español y su homónimo alemán, Adolf Hitler, que tuvo lugar en la ciudad de Hendaya, situada en el suroeste de Francia, dentro del territorio ocupado por el III Reich, junto a la frontera española. El objeto del encuentro, que se produjo en el interior de un tren blindado estacionado en la terminal de ferrocariles de Hendaya, era negociar la participación de España en la II Guerra Mundial junto a las potencias del Eje Roma-Berlín-Tokio. El régimen franquista había solicitado previamente la obtención de Gibraltar y todo el territorio de Marruecos, a cambio de su beligerancia. No obstante, Franco arguyó durante la reunión las dificultades económicas que impedían la intervención española en el conflicto, razón por la cual ambas partes no llegaron a acuerdos de importancia. La fotografía ilustra un momento de aquella conversación.
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Corbis/Hulton-Deutsch Collection



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Hitler era consciente de que cualquier otra acción podría provocar un conflicto europeo, y no vaciló en preparar a Alemania para una lucha que, a su juicio, fortalecería la moral del país. Firmó el pacto de neutralidad Germano-soviético con la promesa de que cedería a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) una parte del territorio de Polonia cuando esta nación fuera derrotada, para lo cual la atacó en septiembre de 1939. Los polacos fueron sometidos con rapidez y sus aliados, los británicos y los franceses, que habían declarado la guerra a Alemania, no pudieron hacer nada para ayudarles. Las fuerzas de Hitler invadieron Dinamarca y Noruega en la primavera de 1940 y, pocas semanas después, vencieron a las tropas de los Países Bajos, Bélgica y Francia. La derrota de Gran Bretaña pudo evitarse gracias a la intervención de las Fuerzas Aéreas Reales (RAF), que rechazaron a la Luftwaffe (fuerzas aéreas alemanas).


Hitler tras el atentado de julio de 1944






Hitler tras el atentado de julio de 1944
El 20 de julio de 1944, el dictador alemán Adolf Hitler sufrió un atentado planeado por un grupo de oficiales cuando se encontraba en su cuartel general de Rastenburg (Prusia Oriental). Esta fotografía reproduce un instante inmediatamente posterior al fracasado intento de magnicidio del que Hitler salió prácticamente ileso, aunque aquí se le puede apreciar dolido por las heridas provocadas por el artefacto explosivo. De izquierda a derecha, en primer plano, aparecen Wilhelm Keitel, Hermann Wilhelm Goering, Hitler y Martin Bormann.
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Corbis



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Hitler, dejándose llevar por su ambición y su odio al comunismo, volvió su atención hacia la Unión Soviética. Su primer paso fue conquistar la península Balcánica para proteger este flanco. La invasión de la URSS, que comenzó en junio de 1941, no tardó en llevar a los ejércitos alemanes a las puertas de Moscú pero los rusos les obligaron a retroceder en diciembre, precisamente cuando Estados Unidos decidió intervenir en el conflicto. Fue en ese momento cuando Hitler se dio cuenta de que la guerra estaba perdida desde el punto de vista militar, pero decidió continuar con la esperanza de que alguna nueva arma invencible o alguna maniobra política milagrosa pudiera salvar la situación.

A medida que transcurría el tiempo, la derrota se hacía más inevitable, pero Hitler continuaba negándose a capitular ante la creencia de que Alemania no merecía sobrevivir por no haber conseguido cumplir su misión. Por otro lado, el plan destinado a exterminar a los judíos seguía su marcha durante todo este periodo, y los innumerables trenes que transportaban a los millones de prisioneros a los campos de concentración representaban una lacra para el esfuerzo económico de la guerra. En julio de 1944, un grupo de oficiales organizó una conspiración para asesinar a Hitler y poner fin a la contienda, pero el plan fracasó. Finalmente, dejando tras de sí a una Alemania invadida y derrotada, Hitler se suicidó en su búnker de Berlín el 30 de abril de 1945, junto con la que había sido durante largo tiempo su compañera, Eva Braun, con la que había contraído matrimonio el día anterior.

6. VALORACIÓN

Hitler poseía una personalidad carismática y una arrolladora energía. Su legado fue solamente un rastro de destrucción total y ninguna de las instituciones u organizaciones que creó ha perdurado.

Suerte y Bye!

2006-12-06 12:01:29 · answer #7 · answered by Juan Ignacio 6 · 0 1

La figura paradigmatica del peor racismo asesino, del mas sangriento criminal con delirios de grandeza, que provocó la peor tragedia del siglo XX, destruyendo media Europa y causando la muerte de millones de inocentes.

2006-12-06 11:43:54 · answer #8 · answered by RafaelP_06 6 · 0 1

Aprovechó la oportunidad de que Alemania todavía no se podía recuperar de la 1a Guerra Mundial (a pesar de que sólo participó para apoyar a Austria, le hicieron pagaron los gastos de la guerra), de la hiperinflación, desempleo y desesperanza del pueblo alemán, para unirlos en el proyecto de sacar adelante a Alemania. A pesar de que poco se habla de ellos, de inicio la mayoría de los habitantes (judios o no judios), votaron por él, pues empezó reconstruyendo la infraestructura y creando fuentes de empleo, que era lo que la gente deseaba.

Su madre era de origen judío, y su amante Eva Braun, su prima.

2006-12-06 11:40:31 · answer #9 · answered by Alfa 6 · 0 1

para comenzar cuando era niño la mamá de Hitler se casó con su propio tío... el chamaco era ezquisofrénico e introvertido... pero encontró la manera de obtener seguridad y después de sufrir un poco (porque quería ser artista pero era muy "x" su arte) se enlistó en la milicia... con los contactos que hizo en la guerra poco a poco comnezó a creersela de que era buen estratega y a base de mero populismo y culpar a otros (judios) por su porpio infortunio (el de los alemanes) comenzó una campaña de desprestigio y a pesar de que en las primeras elecciones no obtuvo mucho, comenzó a presionar a las cámaras de su país y cada vez que se repitieron las elecciones fueron ganando adeptos y curules, hasta obtener la mayoría y entonces se convierte en el Führer de Alemania y comienza su odisea para desaserse de los judíos y demostrar la "superioridad de la raza aria", que dicho sea de paso el no cumplia con las características porque el tipo desciende de judios y si no mal recuerdo creo que tmb de polacos,, su filosofía era muy mussilinista y Facista, claro está... se dice que murió porque se suicida... hay quienes dicen que su cuerpo jamás fué encontrado y que se exilió... eso te lo dejo a tu imaginación. Salu2!

2006-12-06 11:40:25 · answer #10 · answered by Pau 4 · 0 1

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