Iglesia (del latín Ecclesia y del griego Ekklesia) es una estrategia militar de origen romano, de largo plazo (generalmente 5 años), que consistió en reclutar a los oficiales retirados del ejército a quienes se les llamaron "misioneros", con la finalidad de tomar posiciones estratégicas en las ciudades o reinos que se deseaban. Los misioneros eran abastecidos de métodos, herramientas y dinero para el cumplimiento de la misión; estos se mudarían a la ciudad o reino (objetivo de invasión) con sus familias, uno por uno, con el objetivo de infiltrarse en la civilización y gobierno del objetivo de invasión. Terminado el plazo deberían haber permeado todas las estructuras de gobierno: militares, policiales, económicas, educacionales, culturales, religiosas y de salubridad (acueductos, alimentación).
Cuando el ejército romano se acercaba para invadir la ciudad o reino; la alarma provocaba que los misioneros se declarasen como tales y se verificaba que el comandante de ejército, sus jefes policiales, sus acueductos, sus finanzas y tesoros estaban bajo control de los mismos misioneros romanos. Esta estrategia militar de largo plazo, evitaba los combates, la muerte de los soldados romanos, la destrucción de la ciudad y la convertía en un rápido generador de impuestos para el imperio.
Jesucristo fue el primero en darle otro uso a la misma estrategia; en el versículo siguiente: "Yo te digo que tú eres Pedro,* y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella." Mateo 16:17-19 (NVI)
Jesucristo se refiere en este versículo que, en la comparación de la ecclesia del Reino de Dios con la del reino de la muerte (destrucción, pobreza, miseria, enfermedad), terminará prevaleciendo la del reino de Dios.
2006-12-04 10:18:56
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answer #1
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answered by xoceb 신은 너를 5
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Hola "jorge", la Iglesia no es nada mas para orar, mira todo lo que es :
Iglesia católica apostólica romana, denominación de la iglesia cristiana de mayor importancia e implantación en el mundo. En cuestiones de fe, sus componentes reconocen la autoridad suprema del obispo de Roma, el papa. La palabra católico (del griego katholikos, ‘universal’) se utiliza para designar a esta Iglesia desde su periodo más temprano, cuando era la única cristiana. Gracias a una sucesión episcopal ininterrumpida desde san Pedro hasta nuestros dÃas, la Iglesia católica apostólica romana se considera a sà misma la única heredera legÃtima de la misión que Jesucristo encomendó a los doce apóstoles asà como de los poderes que les otorgó. Ha ejercido una profunda influencia en la cultura europea y en la difusión de los valores de ésta en otras culturas. Tiene gran importancia numérica en Europa y América Latina, aunque también es considerable su influencia en otras partes del mundo. Al comenzar la década de 1990, el número de sus seguidores era de 995,8 millones (un 18,8% de la población mundial).
2 ORGANIZACIÃN Y ESTRUCTURA
Vatican: The Holy See
Conferencia del Episcopado Mexicano
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De acuerdo con la tradición cristiana primitiva, su unidad fundamental de organización es la diócesis, asignada a un obispo. La Iglesia católica está integrada por aproximadamente 1.800 diócesis y 500 archidiócesis, las cuales, en la actualidad, no son más que sedes más distinguidas sin la jurisdicción especial que mantenÃan antaño sobre los obispos cercanos. La iglesia más importante de una diócesis es la catedral, donde el obispo preside la misa y otras ceremonias. La catedral contiene la cátedra (del latÃn cathedra, ‘silla’) episcopal, desde donde el obispo predicaba a la comunidad en los primeros tiempos.
2.1 El obispo
El obispo posee el oficio litúrgico más importante de la diócesis. En sÃntesis, se distingue de un sacerdote en la capacidad de conferir las órdenes sagradas y de otorgar de forma habitual el sacramento de la confirmación. El obispo también ostenta el más alto poder jurÃdico: tiene derecho a admitir sacerdotes en su diócesis y a prohibirles el ejercicio dentro de ella; se encarga asimismo de asignar parroquias u otras tareas a los sacerdotes que están a su cargo. Por lo general, el obispo delega los problemas administrativos en su vicario, su canciller u otros funcionarios. En diócesis muy amplias puede recibir la ayuda de obispos auxiliares.
2.2 El clero
El clero secular y regular se encuentra bajo la directa jurisdicción del obispo. No se compone de miembros de órdenes o congregaciones religiosas, sino de los que han sido incorporados de una forma permanente a la diócesis bajo la autoridad del obispo local. Lo forman los sacerdotes de las parroquias y los que en ellas se encuentran destinados.
Sin embargo, el clero regular se debe ante todo a sus órdenes o congregaciones, que generalmente van más allá de las fronteras de una sola diócesis. Mientras trabajen en ella deben respetar las decisiones del obispo en las cuestiones públicas referidas al culto, pero disfrutan de una gran libertad en el ejercicio de sus funciones. Lo mismo puede decirse de las monjas (y también, en su caso, las hermanas) y de los monjes, que pertenecen a una congregación pero que no forman parte del clero. Su tarea principal suele consistir en la atención a las escuelas, los hospitales y otras instituciones de caridad de la diócesis. Desde el Concilio Vaticano II, los laicos, es decir, los miembros de la Iglesia que no pertenecen a ninguna orden religiosa, han asumido un papel cada vez más importante ayudando a los sacerdotes y a los obispos, en especial en temas prácticos e incluso en el ejercicio pastoral, como la catequesis (formación religiosa).
2.3 El papa
El rango de mayor autoridad de la Iglesia católica apostólica romana es el papa, cuyas resoluciones son decisivas en cualquier materia. El papa asigna o traslada de diócesis a los obispos. Aunque éstos ejercen sus poderes gracias a su condición, no pueden hacerlo de una forma legÃtima sin el permiso del pontÃfice. El 15 de septiembre de 1965, Pablo VI instituyó el SÃnodo de los Obispos, un cuerpo representativo de obispos y otros cargos que puede ser consultado por el papa sobre asuntos importantes. El primer sÃnodo se reunió en la Ciudad del Vaticano en 1967 y desde entonces se ha vuelto a reunir en varias ocasiones. Los sÃnodos no deben confundirse con los concilios ecuménicos, solemnes reuniones de todos los obispos del mundo. La Iglesia católica sólo ha celebrado 21 concilios de este tipo en toda su larga historia. El último fue el Concilio Vaticano II (1962-1965). Mientras se reúnen con el papa, los concilios ejercen la autoridad suprema dentro de la Iglesia.
2.4 Los cardenales
Los cardenales son los más altos dignatarios de la Iglesia después del papa. Son nombrados por el sumo pontÃfice y forman el Sacro Colegio Cardenalicio. Al morir el papa eligen a su sucesor en un cónclave. La mayorÃa de los cardenales son obispos de diócesis situadas por todo el mundo y otros son jefes de congregaciones sagradas de la administración papal. El Sacro Colegio Cardenalicio estaba limitado a 70 miembros (6 obispos cardenales, 50 sacerdotes cardenales y 14 diáconos cardenales). En 1991 el número de cardenales era de 163 y la mayorÃa habÃa sido nombrada por el papa Juan Pablo II.
2.5 La curia
Al papa le ayuda en la administración de la Iglesia una compleja burocracia denominada curia. De orÃgenes remotos, la curia reside en la Ciudad del Vaticano. Hoy está dirigida por el secretario de Estado, al que informan diferentes oficinas que son actualmente el Consejo para los Asuntos públicos de la Iglesia y otras 10 congregaciones, tres tribunales, tres secretarÃas y otros despachos.
2.6 Iglesias de rito oriental
Casi todos los miembros de la Iglesia católica siguen una disciplina, un ritual y un canon tradicionales que se desarrollaron en los primeros años de la diócesis de Roma. Sin embargo, otros siguen sus propias tradiciones seculares. Ãstos pertenecen a las Iglesias de rito oriental o Iglesias uniatas, como la maronita, la caldea, la rutena o la ucraniana. Algunas de estas Iglesias practican la comunión con vino y pan, el bautizo por inmersión y permiten que el clero contraiga matrimonio.
3 DOCTRINAS DISTINTIVAS
Concilio Vaticano II El Concilio Vaticano II (1962-1965) cambió el rumbo de la Iglesia católica apostólica romana en muchos sentidos. Durante el transcurso de sus sesiones, el Concilio modernizó algunas creencias, subrayó el reconocimiento de la importancia del movimiento ecuménico y afirmó algunas de las viejas doctrinas católicas, como la de la transubstanciación. Convocado por el papa Juan XXIII, que murió poco antes de la primera sesión y a quién sucedió Pablo VI, el Concilio produjo numerosos documentos que recogieron los debates.
Aunque la Iglesia católica mantiene algunas doctrinas que la distinguen de otras iglesias cristianas, su caracterÃstica más acusada es la amplitud y universalidad de su tradición doctrinal. La Iglesia católica fija sus orÃgenes en las primeras comunidades cristianas y no reconoce ninguna ruptura decisiva en su historia, con lo que se considera heredera de todo el legado teológico apostólico, patrÃstico, medieval y moderno. Aunque pueda parecer que esta universalidad doctrinal carece de coherencia interna, ayuda a legitimar el término “católico” (universal) que la Iglesia se atribuye incluso en cuestiones de doctrina. En principio la Iglesia no excluye ningún enfoque teológico y desde la encÃclica Divino afflante spiritu (1943) de PÃo XII ha reconocido de forma oficial los métodos modernos de exégesis en la interpretación de la Biblia. Su participación en el movimiento ecuménico desde el Concilio Vaticano II ha hecho que muchos católicos aprecien el punto de vista doctrinal incluso de los protestantes, que rompieron con la Iglesia en el siglo XVI.
3.1 La Biblia
Como las otras iglesias cristianas, la católica tiene en la Biblia el pilar de sus enseñanzas. Este punto nunca ha sido cuestionado y grandes teólogos como santo Tomás de Aquino sostienen que “sólo las Escrituras” son la fuente de la teologÃa. Pero incluso desde este punto de vista muchos teólogos mantuvieron que algunas verdades o ritos (como el bautismo de los niños), aunque no se describen en las Escrituras, son válidos por su tradición dentro de la Iglesia. Acordaron además que las decisiones de la Iglesia, en especial las que toman los concilios ecuménicos, son interpretaciones auténticas de la doctrina cristiana y por tanto vinculantes para toda la Iglesia de Cristo.
3.2 La tradición
Como reacción a la insistencia protestante durante la Reforma sobre el principio de las Escrituras como única fuente, el Concilio de Trento afirmó en su cuarta sesión que la verdad cristiana se encuentra en los “libros escritos” y en las “tradiciones no escritas”. Aunque en esta decisión se habla sobre todo y casi en exclusiva de la Biblia, la inserción de la expresión “tradiciones no escritas” se interpretó hasta hace poco tiempo como la existencia de “dos fuentes” para iluminar la doctrina. Hoy se debate sobre su sentido, pero su importancia ha sido reducida al haberse llegado a un acuerdo entre los estudiosos católicos y protestantes: se admite que los libros del Nuevo Testamento son por sà mismos fruto de varias tradiciones o escuelas de la Iglesia primitiva.
3.3 La sucesión apostólica
En relación con el concepto teológico de tradición se encuentra la doctrina referente a la sucesión apostólica, es decir, la transmisión sin interrupción de la función religiosa desde los tiempos de Jesús hasta la actualidad. La doctrina se encuentra ya en las EpÃstolas a los corintios, pero es atribuida, según la tradición, al papa Clemente I. Existe también en una versión revisada dentro de algunas confesiones protestantes, pero se sostiene con mayor intensidad dentro de la Iglesia católica. Se la considera como la fuente de la sucesión de los obispos en su ejercicio, y de su autoridad y liderazgo. El ejemplo más evidente es que el papa es el sucesor de san Pedro, elegido por Jesús como la máxima autoridad de su Iglesia (Mt. 16,16-18). Por tanto, el catolicismo le otorga la misma autoridad y los mismos dones espirituales en la Iglesia de hoy que en las primeras comunidades apostólicas.
ImplÃcita en estas creencias está la idea de que la Iglesia tiene el derecho y el deber de enseñar la doctrina y la moral cristianas de forma autorizada. La corrección de estas enseñanzas viene asegurada por la presencia continuada del EspÃritu Santo en el seno de la Iglesia. A efectos prácticos, la teologÃa católica atribuye esta autoridad a los obispos, al papa y a los concilios ecuménicos. En ciertas circunstancias, sus enseñanzas se consideran infalibles; la autoridad de la Iglesia en sus enseñanzas se denomina de modo global como magisterio de la Iglesia desde el siglo XIX.
3.4 La Iglesia
Dado el énfasis que la doctrina católica pone en la presencia del EspÃritu Santo en la Iglesia, la teologÃa católica se ha ocupado más de los estudios eclesiásticos que la teologÃa de otros credos cristianos. Para corregir una concepción demasiado jurÃdica de la Iglesia, el Concilio Vaticano II denominó misterio a esta presencia y favoreció expresiones como “pueblo de Dios” para describirlo. Una creencia fundamental de la Iglesia católica a lo largo de todos los tiempos es que el amor y la gracia divina sólo pueden ser transmitidos al mundo a través de la Iglesia.
3.5 Los santos
El papel de la Virgen MarÃa y de los santos en el cristianismo ha sido a menudo un motivo de controversia en las distintas organizaciones e iglesias cristianas. Aunque el Nuevo Testamento reconoce la santidad de MarÃa y su importancia, su papel en la fe y liturgias cristianas se desarrolló con posterioridad. La Iglesia católica apostólica romana ha sido a menudo criticada por las distintas religiones protestantes por la importancia dada a MarÃa en el calendario eclesiástico (los dÃas de la Anunciación, de la Purificación y de la Asunción son importantes en el calendario de la Iglesia católica apostólica romana) y en las ceremonias. El arte religioso pinta a menudo a MarÃa con Jesús, como se muestra aquÃ. Virgen con el Niño, del artista y monje italiano Fra Filippo Lippi, se pintó en 1455.Bridgeman Art Library, London/New York
La Iglesia católica favorece la veneración de los santos y de la Virgen MarÃa con más entusiasmo que otras iglesias occidentales. En 1854, el papa PÃo IX proclamó la doctrina de la Inmaculada Concepción de MarÃa y en 1950 el papa PÃo XII proclamó su Asunción. Debido a las crÃticas que recibe la Iglesia católica por dejar que la veneración a los santos oscurezca la adoración debida a Dios, la Iglesia ha intentado limitarla reduciendo el número de santos con dÃas señalados en la liturgia. Los católicos también creen que pueden ayudar a través de sus rezos y sus buenas acciones a quienes han muerto sin haber sido purificados de sus pecados. Esta creencia está muy relacionada con las doctrinas del purgatorio y de la indulgencia.
4 CULTO Y COSTUMBRES
El culto católico está sin lugar a dudas centrado en la misa, a la que deben asistir los creyentes todos los domingos y en algunas celebraciones importantes del año. La misa se celebra a diario en la mayorÃa de las iglesias y es una parte esencial de los matrimonios, los funerales y otros ritos católicos.
4.1 La misa
Desde la edad media hasta el siglo XVI, la misa era el principal vehÃculo para que un compositor pudiera demostrar su arte. A principios del siglo XVI, Josquin des Prez fue considerado como el mejor compositor de misas y motetes (breves composiciones corales sin acompañamiento). Su Missa Pange Lingua está construida a partir del canto gregoriano Pange Lingua para la Fiesta del Corpus Christi (una semana después del dÃa de la Ascensión)."Missa Pange Lingua: Sanctus" de Josquin Desprez: Missa Pange Lingua La misa se compone de varias partes. Las más importantes son la liturgia del mundo y la eucaristÃa, durante la cual se realiza la comunión. Dentro de esta estructura puede haber muchas variantes en la utilización de la música, la pompa u otros métodos para hacer el servicio más apropiado a cada oportunidad.
Las misas y motetes del compositor italiano del renacimiento Giovanni Pierluigi da Palestrina presentaban una estructura sencilla y un rico equilibrio de voces. Palestrina tuvo cuidado en componer en un estilo que estuviera conforme con los decretos del Concilio de Trento, que habÃa fijado con detalle la clase de música que se requerÃa para interpretarse en las iglesias. Aunque conservadora, la música de Palestrina está considerada como la cumbre de la polifonÃa del renacimiento."Palestrina: Missa 'De Beata Virgine'"
Este potencial para la variación está ilustrado de forma gráfica en la historia de la misa y en las diferencias que existen hoy entre el rito romano y el oriental. Los cambios más radicales realizados en el rito romano fueron los que instituyó el Concilio Vaticano II en su Sacrosanctum concilium (4 de diciembre de 1963). La tendencia general de estas modificaciones era la de extirpar las complejidades litúrgicas de la misa que enturbiaban su objetivo y su estructura general. De todas las novedades del Concilio ninguna fue más espectacular que la traducción de la liturgia y de los ritos de la Iglesia del latÃn original a las lenguas vernáculas modernas.
4.2 Sacramentos
La eucaristÃa es uno de los siete sacramentos, que son los ritos simbólicos más importantes que la Iglesia dispensa a sus miembros. Los católicos creen en la presencia real de Cristo en la eucaristÃa a través del pan y el vino convertidos en su cuerpo y su sangre (transubstanciación) y se los anima a recibir la eucaristÃa en todas las misas a las que asistan. Los otros sacramentos son el bautismo, la confirmación, la penitencia, las órdenes sagradas, el matrimonio y la extremaunción. La teologÃa católica enseña que estos sÃmbolos, instituidos por Cristo, tienen un efecto espiritual beneficioso sobre el que los recibe al margen de la fe o la virtud del que los administra (ex opere operato).
La reforma litúrgica del Concilio Vaticano II modificó el sacramento de la penitencia, restándole importancia respecto a la confesión de una detallada lista de pecados para subrayar la naturaleza benefactora del perdón divino obtenido a través del sacramento. Para enfatizar este propósito, se optó por el término alternativo ‘sacramento de reconciliación’. Además de revisar otros sacramentos, el Concilio determinó que la extremaunción debe administrarse a cada enfermedad grave o al llegar a una avanzada edad con el objeto de que no se posponga hasta el momento de la muerte. Por tanto, ya no deberá llamarse extremaunción, sino en puridad, unción de los enfermos.
Pese a lo que se cree, el oficiante del sacramento del matrimonio no es el sacerdote, sino cada uno de los contrayentes. Según la teologÃa católica, la unión que este sacramento crea entre dos personas bautizadas no puede ser rota. Sin embargo, existen numerosas condiciones para que una unión sea válida, por lo que a veces es posible que la Iglesia declare, tras estimarlo, que un matrimonio ha sido nulo y sin efecto desde el principio. La anulación, a veces considerada el equivalente católico del divorcio, se basa en diferentes principios. La Iglesia enseña que el propósito del matrimonio es el amor mutuo y la procreación.
4.3 Otras prácticas
Jubileo: recorrido por las siete basÃlicas Uno de los actos finales de la peregrinación a Roma con motivo de un año jubilar es visitar las siete basÃlicas que muestra esta ilustración. Para ello, los peregrinos siguen un recorrido que fue trazado por san Felipe Neri en el siglo XVI
Los católicos expresan su fe de muchas maneras además de asistiendo a la misa y recibiendo los sacramentos. El rosario de la Virgen MarÃa, por ejemplo, aún es muy popular. En las últimas décadas, la obligación de ayunar y de no comer carne en algunas fechas se ha hecho opcional, pero aún es respetada por muchos fieles. Aunque ha desaparecido la insistencia histórica de los obispos acerca de que los niños deben estudiar en centros dirigidos por la Iglesia católica, muchos católicos lo siguen haciendo, por lo que la Iglesia mantiene una importante red de escuelas primarias y secundarias, y financia un gran número de universidades en todo el mundo y un número aún mayor de cátedras de teologÃa. La Iglesia católica es responsable de forma directa o indirecta de un gran número de publicaciones que comprenden desde periódicos populares hasta estudios muy complejos.
4.4 Cuestiones contemporáneas
La Iglesia católica se ha caracterizado en los últimos tiempos por mantener posiciones inflexibles en cuestiones polémicas. Desde la encÃclica Rerum novarum (1891) del papa León XIII, los pontÃfices han denunciado la injusticia de las condiciones sociales y económicas creadas por las sociedades industrializadas modernas, y han propuesto soluciones. Han denunciado la guerra nuclear, solicitado de modo reiterado el final de la carrera armamentÃstica e intentado detener la explotación de las naciones pobres por las ricas. La protección a los derechos humanos en el campo social, económico y polÃtico ha sido la guÃa de estas declaraciones. La llamada teologÃa de la liberación, articulada y defendida por numerosos intelectuales católicos latinoamericanos, ha intentado encajar estas preocupaciones en un marco de análisis menos tradicional, apelando incluso a ideas marxistas.
Desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia ha animado a los católicos a trabajar con miembros de otras confesiones para alcanzar fines comunes y para reunir a las diferentes iglesias cristianas. Aunque la Iglesia católica nunca se ha adherido al Consejo Mundial de las Iglesias, mantiene contactos con esta institución. En reconocimiento a los valores espirituales de otras religiones, las misiones católicas posteriores al Concilio han pasado del proselitismo disciplinario y excluyente a la práctica de un diálogo más respetuoso con esos valores.
En otras cuestiones la Iglesia ha sido más conservadora y no menos inflexible. La prohibición de los métodos artificiales de control de natalidad fue reiterada por el papa Pablo VI en su encÃclica Humanae vitae (1968). Este documento levantó objeciones en cÃrculos teológicos e incluso episcopales, algo insólito para el pontificado moderno. Aunque su importancia aún se debate, es desde luego la afirmación más autorizada al respecto dentro de la Iglesia católica, cuya frontal oposición a las leyes de liberalización del aborto ha provocado respuestas polÃticas en contra de la voluntaria interrupción del embarazo en algunos paÃses occidentales. Aunque la Iglesia permite que las mujeres administren la eucaristÃa y realicen otras funciones en circunstancias extraordinarias, prohÃbe que sean ordenadas sacerdotes o diáconos. Para los sacerdotes del rito romano el matrimonio está prohibido de forma taxativa.
5 HISTORIA
Hasta la ruptura con la Iglesia oriental en 1054 y con las Iglesias protestantes en el siglo XVI resulta imposible separar la historia del catolicismo de la historia del cristianismo en general. Sin embargo, la visión de su historia para la Iglesia está basada en lo que considera su continuidad sin interrupciones desde la Iglesia del Nuevo Testamento y, en consecuencia, acepta la legitimidad de la evolución de su doctrina y de su estructura desde entonces. Los grandes cambios culturales, teológicos y disciplinarios de la historia cristiana no se estiman por tanto desviaciones de una norma absoluta de la Iglesia apostólica. Se consideran más bien como la expresión de una forma diferente y más elaborada de impulsos que ya existÃan desde su principio.
5.1 La Iglesia primitiva
San Clemente I Clemente I, papa desde aproximadamente el 92 hasta el 101, fue también el primero de los denominados padres Apostólicos.Corbis
El primer gran cambio en la historia cristiana fue su expansión desde Palestina hasta el resto del Mediterráneo en las décadas que siguieron a la muerte de Jesús. En poco tiempo, el cristianismo adquirió el idioma y el vocabulario filosófico del mundo grecorromano para expresar y difundir su mensaje, asà como los procedimientos y la organización del Imperio romano. Sin embargo, la caracterÃstica figura del obispo ya habÃa aparecido a mediados del siglo II. El reconocimiento de la Iglesia por el emperador Constantino I el Grande en el 313 consolidó esta evolución y proporcionó apoyos a la Iglesia en las grandes polémicas doctrinales de los siglos IV y V que determinaron su ortodoxia. En el siglo V, el papa León I, obispo de Roma, reclamaba y ejercÃa hasta cierto punto la primacÃa sobre congregaciones cristianas de otros lugares.
5.2 La Iglesia medieval
Durante su pontificado, el papa Inocencio III (1198-1216) desarrolló una actividad inusitada que le convirtió en uno de los más competentes de la edad media. Uno de sus últimos logros fue la convocatoria del IV Concilio de Letrán (1215).
Bonifacio VIII Durante su pontificado, el papa Bonifacio VIII (1294-1303) defendió con firmeza la suprema autoridad de la Iglesia católica. Uno de los hechos más significativos de esta tendencia fue la publicación de la bula Unam sanctam (1302). También proclamó, en 1300, el primer año jubilar.
La caÃda del Imperio romano de occidente y la incorporación de los pueblos germánicos a la Iglesia tuvieron un gran impacto en todos los aspectos de la vida religiosa general, incluida una disminución del poder episcopal entre los siglos VII y XI. Bajo la dirección de un Papado reformado a finales del siglo XI se restauraron los derechos episcopales en medio de la amarga Querella de las Investiduras que los papas sostuvieron frente a varios emperadores. Como resultado de esto, el Papado emergió como el dirigente reconocido de la Iglesia de occidente. El papa disponÃa además de una curia cada vez más centralizadora y eficiente. El Derecho canónico fue revitalizado y puesto en práctica, enfatizando el papel del pontÃfice en el gobierno de la Iglesia. Estas transformaciones, sumadas a las Cruzadas, hicieron que la reconciliación con la Iglesia oriental, después del Gran Cisma de Occidente (1054), fuera más difÃcil.
5.3 El periodo moderno
En parte como reacción a los cambios que nacieron de la Querella de las Investiduras, la Reforma protestante estalló en pleno siglo XVI. La Iglesia católica respondió con la Contrarreforma, reafirmando las tradiciones que se habÃan implantado con el tiempo y en particular los elementos más atacados, como la teologÃa escolástica, la eficacia de los sacramentos y la primacÃa del papa.
Los ataques que la Iglesia recibió de la Ilustración y de la Revolución Francesa condicionaron la posición defensiva que el catolicismo mantuvo hasta mucho tiempo después. El Concilio Vaticano II intentó suavizar esta actitud. Aunque los cambios que este Concilio introdujo originaron una considerable confusión durante algunos años, la Iglesia católica mantiene su estabilidad y se expande en muchas regiones del mundo.
SALUDOS
2006-12-04 19:05:44
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answer #9
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answered by Vic Martin 5
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