La sangre es un tejido color rojo vivo cuando es pura o arterial, y de color rojo oscuro cuando es venosa o impura (humor circulatorio) conectivo especializado, compuesto por plasma sanguÃneo y los llamados elementos figurados o elementos formes, el segundo componente celular de la sangre: los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. En términos médicos se relaciona a la sangre como hemo o hemato, por el término del idioma griego haima que se utiliza para la sangre.
La función principal de la sangre es proveer nutrientes (oxÃgeno, glucosa), elementos constituyentes del tejido y eliminar desperdicios (como dióxido de carbono y ácido láctico). La sangre también permite que células y distintas sustancias (aminoácidos, lÃpidos, hormonas) sean transportados entre tejidos y órganos. Los problemas en la composición de la sangre o problemas de circulación, pueden acarrear una disfunción del tejido.
La sangre circula alrededor de los pulmones y el cuerpo a través de los vasos sanguÃneos, fenómeno provocado por la acción de bombeo del corazón.
Componentes de la sangre
Elementos figurados o elementos formes
Glóbulos rojos
ArtÃculo principal: Eritrocito
Los glóbulos rojos, hematÃes o eritrocitos constituyen el 96%.Estos corpúsculos carecen de núcleo y orgánulos, por lo cual no son células estrictamente hablando. Contienen la hemoglobina de la sangre y son los encargados de distribuir el oxÃgeno. En los glóbulos rojos están las proteÃnas que definen a los distintos grupos sanguÃneos. Su valor normal (conteo) está entre 4 300 000 y 5 900 000 por mm³ (ó microlitro).
Los eritrocitos tienen una forma oval, aplanada, con una depresión en el centro (esta forma facilita el intercambio de oxÃgeno con el medio que los rodea). Carecen de núcleo, porque cuando un glóbulo rojo madura, expulsa su núcleo en la médula ósea antes de entrar en el torrente sanguÃneo (esto no ocurre en aves, anfibios y ciertos animales). Los eritrocitos en humanos adultos se forman en la médula ósea. Sin embargo, los hematÃes de los animales se forman en el interior de los tejidos vasculares.
Se encargan de transportar oxÃgeno desde los pulmones al resto del cuerpo mediante la hemoglobina.
La hemoglobina encerrada exclusivamente en los glóbulos rojos es una proteÃna que contiene el grupo “hemo” (formado por moléculas de hierro que enlazan el oxÃgeno en los pulmones o en los bronquios y la liberan por el resto del cuerpo). También transporta productos residuales como el dióxido de carbono, la mayorÃa del cual se encuentra disuelto en el plasma sanguÃneo. Los niveles normales de hemoglobina están entre los 12,5 y 17 gramos por litro y es proporcional al número de hematÃes. Constituye el 90% de los eritrocitos y es la que les proporciona su color caracterÃstico, rojo, aunque esto sólo se da cuando el glóbulo rojo está cargado de oxÃgeno. Cuando un eritrocito esté cargado de dióxido de carbono, será azul.
Tras una vida media de 120 dÃas, los glóbulos rojos son destruidos y extraÃdos de la sangre por el bazo, el hÃgado y la médula, donde la hemoglobina se desintegra. Sin embargo, el hierro es reutilizado para formar nueva hemoglobina.
Glóbulos blancos
Los glóbulos blancos o leucocitos (3,0%) forman parte del sistema inmunológico; son los encargados de destruir los agentes infecciosos. Su valor normal está entre 3500 y 11000 por mm³ (o microlitro). Tienen como función principal defender al organismo contra las infecciones. Según su citoplasma y su núcleo se dividen en granulocitos (neutrófilos, basófilos y eosinófilos) con núcleo redondeado y numerosos gránulos en su citoplasma, formados en las células madres de la médula ósea, y Agranulocitos, es decir, sin gránulos en el citoplasma (monocitos y linfocitos), formados también en la médula ósea y en el timo.
Granulocitos
Neutrófilos: Valor normal entre 2000 y 7500 por mm³. Son los más numerosos, ocupando un 65% a 75% de los leucocitos. Se encargan de atacar y fagocitar sustancias extrañas (bacterias, agentes externos, etc.) que entran en el organismo. En situaciones de infección o inflamación su número aumenta en la sangre.
Basófilos: Segregan sustancias como la heparina, de propiedades anticoagulantes, y la histamina que estimula el proceso de la inflamación. Componen un 0.5% de los glóbulos blancos.
Eosinófilos: Aumentan en enfermedades producidas por parásitos, en las alergias y en el asma. Son aproximadamente 2% a 5% de los leucocitos.
Agranulocitos
Monocitos: Valor normal entre 200 y 800 por mm³ (3% a 8% del total de glóbulos blancos). Esta cifra se eleva casi siempre por infecciones originadas por virus o parásitos. También en algunos tumores o leucemias. Son células con núcleo definido y con forma de riñón.
Linfocitos: Valor normal entre 1000 y 4500 por mm³ (3% a 8% del total de glóbulos blancos). Aumentan sobre todo en infecciones por virus o parásitos. También en algunos tumores o leucemias, produciendo anticuerpos se forman en gran cantidad.
Los linfocitos son las células más importantes del sistema inmunológico en algunos aspectos. Hay dos tipos de linfocitos, los linfocitos B y los linfocitos T.
Los linfocitos B reconocen las bacterias y se unen a ellas. Los granulocitos y los monocitos únicamente pueden reconocer y destruir a las bacterias cuando los linfocitos están unidos a éstas. Son también las células responsables de la producción de unos componentes del suero de la sangre, denominados inmunoglobulinas.
Los linfocitos T reconocen a las células infectadas por los virus y las destruyen con ayuda de los macrófagos. Estos linfocitos amplifican o suprimen la respuesta inmunológica global, regulando a los otros componentes del sistema inmunológico, y segregan gran variedad de citoquinas. Constituyen el 70% de todos los linfocitos.
Tanto los linfocitos T como los B tienen la capacidad de "recordar" una exposición previa a un antÃgeno especÃfico, asà cuando haya una nueva exposición a él, la destrucción por parte del sistema inmunológico será más eficaz.
Plaquetas
Son fragmentos celulares pequeños, ovales y sin núcleo. Se producen en la médula ósea. Aumentan cuando se produce una hemorragia aguda, una enfermedad o en caso de patologÃa de la sangre. Disminuyen en casos de infecciones muy graves, con una actividad excesiva en el bazo (cuya función es ayudar en la defensa contra las infecciones).
Las plaquetas o trombocitos (1,0%), son las responsables de la cicatrización de las heridas (coagulación). Su valor normal se encuentra entre 150 000 y 450 000 por mm³ (en España, por ejemplo, el valor medio es de 226 000 por microlitro con una desviación estándar de 46 000[2]). Son células encargadas de cerrar los vasos sanguÃneos cuando se produce una herida, formando un coágulo en el lugar de la lesión encerrando glóbulos rojos en una red, lo cual ayuda a su cicatrización.
En el proceso de coagulación, las plaquetas contribuyen tromboplastina el cual interactúa junto con iones de calcio con la protrombina activándola a trombina. Esta a su vez activa el fibrinógeno a fibrina la cual tiene la propiedad pegajosa de formar coágulos. Otros factores de coagulación intervienen en este proceso.
Plasma sanguÃneo
El plasma sanguÃneo es esencialmente una solución acuosa conteniendo 91% agua, 8% proteÃnas y algunos rastros de otros materiales (hormonas, electrolitos, anticuerpos, etc). El plasma sanguÃneo es la porción lÃquida de la sangre en la que están inmersos los elementos formes. Es salado y de color amarillento. Además de transportar las células de la sangre, también lleva los alimentos y las sustancias de desecho recogidas de las células. El plasma origina el suero sanguÃneo cuando se coagula la sangre.
El plasma es una mezcla de proteÃnas, aminoácidos, glúcidos, lÃpidos, sales, hormonas, enzimas, anticuerpos, urea, gases en disolución y sustancias inorgánicas como sodio, potasio, cloruro de calcio, carbonato y bicarbonato. El agua constituye el 91% y las proteÃnas el 8%. Estas proteÃnas son: fibrógeno (para la coagulación), globulinas (regulan el contenido del agua en la célula, forman anticuerpos contra enfermedades infecciosas), albúminas (ejercen presión osmótica para distribuir el agua entre el plasma y los lÃquidos del cuerpo)y lipoproteÃnas (amortiguan los cambios de pH de la sangre y de las células y hacen que la sangre sea más viscosa que el agua). Otras proteÃnas plasmáticas importantes actúan como transportadores hasta los tejidos de nutrientes esenciales como el cobre, el hierro, otros metales y diversas hormonas.
Los componentes del plasma se forman en el hÃgado (albúmina y fibrógeno), las glándulas endocrinas (hormonas), y otros en el intestino.
CaracterÃsticas de la sangre
pH
La sangre suele tener un pH entre 7,36 y 7,42 (valores presentes en sangre arterial). Sus variaciones más allá de esos valores son condiciones que deben corregirse pronto (alcalosis, cuando el pH es demasiado básico, y acidosis, cuando el pH es demasiado ácido).
Elementos que transporta
También debe transportar el O2 (para su consumo por las células) y el CO2 (para su eliminación).
El O2 es transportado por la hemoglobina de los hematÃes y el CO2 en parte por los hematÃes y otra parte disuelto en plasma y en forma de carbonatos. Estos carbonatos y el CO2, entre otros, contribuyen a tamponar la sangre haciendo el Ph más estable.
Las proporciones de estos gases varÃan de la sangre venosa a la arterial y son de 100 Hgmm presión parcial de O2 y 40 Hgmm de CO2 en la arterial y 40 Hgmm de O2 y 46 Hgmm de CO2 en la venosa.
Algunos valores promedio
Una persona adulta tiene alrededor de 4-5 litros de sangre (8% de peso corporal), a razón de unos 65 a 71 ml de sangre por kilogramo de peso corporal.
Silenciosa pero eficientemente el plasma sanguÃneo hace el trabajo, proveyendo alimentación para cada célula en el cuerpo. Reparte hidratos de carbono, grasas, proteÃnas, minerales, sales y vitaminas a donde se necesitan.
En un milÃmetro cúbico, el hombre tiene unos cinco millones de glóbulos rojos. Una mujer tiene aproximadamente medio millón menos. Cada glóbulo rojo es un diminuto disco bicóncavo. No se pueden ver a simple vista, porque se requiere unos 1280 glóbulos colocados lado a lado para llenar un centÃmetro.
Los glóbulos blancos quedan eclipsados por sus compañeros rojos, en cantidad y no en importancia, hay unos 5.000 a 10.000 en cada milÃmetro cúbico. Estos, a diferencia de los glóbulos rojos, son capaces de movimientos independientes. Se pueden mover a donde se les necesite, sea dentro de la corriente sanguÃnea o fuera de ésta. Dicho sencillamente, su tarea crucial es la defensa contra los microorganismos que ingresan a diario al torrente vascular. Constantemente están salvando la vida.
Una plaqueta es un pequeño disco de forma irregular, anucleado, incoloro y flexible de material celular. Lo que las plaquetas hacen es impresionante. Si usted se corta, en segundos las plaquetas se adhieren a la zona afectada una a la otra. De este modo taponan la herida y detienen el flujo de sangre. Además, éstas sueltan factores que estimulan la formación de un coágulo más duradero.
Tipos de sangre
Grupo sanguÃneo
Una de las cosas más ampliamente divulgadas acerca de la sangre humana es que hay varios tipos de sangre o grupos sanguÃneos. Hasta ahora se han identificado más de 20 tipos de sangre [3]. Por ejemplo, la sangre del tipo (o grupo) A, o de algunos de los otros tipos comunes, B, AB y O. Si a una persona con un tipo de sangre se le transfunde sangre de otro tipo se puede enfermar gravemente e incluso morir. Asà es que los hospitales tratan de hallar sangre compatible en los bancos de sangre, es decir, sangre del mismo tipo que la del paciente.
FisiologÃa de la sangre
La fisiologÃa de la sangre está relacionada con los elementos que la componen y por los vasos que la transportan, de tal manera que:
Transporta el oxÃgeno desde los pulmones al resto del organismo, vehiculizado por la hemoglobina contenida en los glóbulos rojos.
Transporta el anhÃdrido carbónico desde todas las células del cuerpo hasta los pulmones.
Transporta los nutrientes contenidos en el plasma sanguÃneo, como glucosa, aminoácidos, lÃpidos y sales minerales desde el hÃgado, procedentes del aparato digestivo a todas las células del cuerpo.
Transporta mensajeros quÃmicos, como las hormonas.
Defiende el cuerpo de las infecciones, gracias a las células de defensa o glóbulo blanco.
Responde a las lesiones que producen inflamación, por medio de tipos especiales de leucocitos y otras células.
Coagulación de la sangre y hemostasia: Gracias a las plaquetas y a los factores de coagulación.
Rechaza el trasplante de órganos ajenos y alergias, como respuesta del sistema inmunitario.
Homeostasis en el transporte del lÃquido extracelular, es decir en el lÃquido intravascular.
Producción y degradación
Las células sanguÃneas son producidas en la médula ósea; este proceso es llamado hematopoyesis. El componente proteico es producido en el hÃgado, mientras que las hormonas son producidas en las glándulas endocrinas y la fracción acuosa es mantenida por el riñón y el tubo digestivo.
Las células sanguÃneas son degradadas por el bazo y las células Kupffer en el hÃgado. Este último, también elimina las proteÃnas y los aminoácidos (el hÃgado secreta muchas pequeñas proteÃnas en la orina). Los eritrocitos usualmente viven algo más de 120 dÃas antes de que sea sistemáticamente reemplazados por nuevos eritrocitos creados en el proceso de hematopoyesis.
Transporte de oxÃgeno
La oxigenación de la sangre es medida según la presión parcial del oxÃgeno. 98,5% del oxÃgeno es combinado con la hemoglobina. Solo el 1,5% es fÃsicamente disuelto. La molécula de hemoglobina es la encargada del transporte de oxÃgeno en los mamÃferos y otras especies.
Con la excepción de la arteria pulmonar y la arteria umbilical, y sus venas correspondientes, las arterias transportan la sangre oxigenada desde el corazón y la entregan al cuerpo a través de las arteriolas y los tubos capilares, donde el oxÃgeno es consumido; luego las venas transportan la sangre desoxigenada de regreso al corazón.
Bajo condiciones normales, en humanos, la hemoglobina en la sangre que abandona los pulmones está alrededor del 96-97% saturada con oxÃgeno; la sangre "desoxigenada" que retorna a los pulmones está saturada con oxÃgeno en un 75% [4] [5]. Un feto, recibiendo oxÃgeno a través de la placenta, es expuesto a una menor presión de oxÃgeno (alrededor del 20% del nivel encontrado en los pulmones de un adulto), es por eso que los fetos producen otra clase de hemoglobina con mayor afinidad al oxÃgeno (hemoglobina F) para poder extraer la mayor cantidad posible de oxÃgeno de su escaso suministro [6].
Transporte de dióxido de carbono
Cuando la sangre sistémica arterial fluye a través de los capilares, el dióxido de carbono se dispersa de los tejidos a la sangre. Algo del dióxido de carbono es disuelto en la sangre. Algo del dióxido de carbono reacciona con la hemoglobina para formar carboamino hemoglobina. El resto del dióxido de carbono es convertido en bicarbonato e iones de hidrógeno. La mayorÃa del dióxido de carbono es transportado a través de la sangre en forma de iones de bicarbonato.
Transporte de iones de hidrógeno
Algo de la oxihemoglobina pierde oxÃgeno y se convierte en deoxihemoglobina. La deoxihemoglobina tiene una mayor afinidad con H+ que la oxihemoglobina por lo cual se asocia con la mayorÃa de los iones de hidrógeno.
Color
En los humanos y otras especies que utilizan la hemoglobina, la sangre oxigenada es de un color rojo y brillante. La sangre desoxigenada es de un color rojo oscuro y opaco, que puede ser vista durante una donación de sangre o cuando se toman muestra de sangre de las venas. Sin embargo, debido a un efecto óptico causado por la forma en que la luz penetra a través de la piel, las venas se ven de un color azul. Esto ha llevado a la concepción errónea de que antes que la sangre de las venas sea expuesta al aire es de color azul.
Circulación de la sangre
La función más importante de la circulación es el transporte de sustancias para que un organismo realice sus actividades vitales.
En los seres unicelulares, los nutrientes y el oxÃgeno son obtenidos directamente del medio ambiente y penetran al interior de las células a través del sistema membranal.
En las plantas como los helechos, las gimnospermas y las angiospermas se encuentran un conjunto de vasos a través del cual se transportan las sustancias nutritivas.
Arterias: Las arterias están hechas de tres capas de tejido, uno muscular en el medio y una capa interna de tejido epitelial.
Capilares: Los capilares están embebidos en los tejidos, permitiendo además el intercambio de gases dentro del tejido. Los capilares son muy delgados y frágiles, teniendo solo el espesor de una capa epitelial.
Venas: Las venas transportan sangre a más baja presión que las arterias, no siendo tan fuerte como ellas. La sangre es entregada a las venas por los capilares después que el intercambio entre el oxÃgeno y el dióxido de carbono ha tenido lugar. Las venas transportan sangre rica en residuos de vuelta al corazón y a los pulmones. Las venas tienen en su interior válvulas que aseguran que la sangre con baja presión se mueva siempre en la dirección correcta, hacia el corazón, sin permitir que retroceda. La sangre rica en residuos retorna al corazón y luego todo el proceso se repite.
2006-12-02 20:42:42
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answer #8
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answered by luly 2
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