Cuál es la causa del retraso español?
Un 90% de los directivos españoles afirma, según un sondeo del IESE, que la ampliación de la UE en 2004 abrió oportunidades de negocio y que afectará positivamente a las empresas españolas, ya que les obligará a ser más competitivas. Sin embargo, un 83,3% de los encuestados cree que no se está invirtiendo lo suficiente en estos países.
Artículo publicado originalmente en El exportador, revista digital del ICEX.
Otro estudio, el Europe Business Monitor, realizado por UPS, revela que tan sólo un 26% de empresas exportadoras españolas ha incrementado su volumen de negocios con los países de la ampliación, frente al 49% de las alemanas, el 46% de las neerlandesas o el 43% de las francesas.Pero, ¿qué hay detrás de estas respuestas?
El primer análisis no es positivo. En 2004, las exportaciones españolas se estancaron en los países de la ampliación, mientras que las importaciones no abandonaron su camino ascendente. Sin embargo, durante los siete primeros meses de 2005, esta tendencia parece haberse moderado levemente.
Y los datos sobre la inversión directa son aún menos confortantes: cayó en 2004 un 71% con respecto al año anterior. Hay quien asegura que estos malos resultados podrían justificarse por las diferencias culturales que separan a España del este de Europa. Sin embargo, el ejemplo de Grecia y Portugal derrumba este argumento. Además, en este caso, la distancia física tampoco puede ser una excusa. España lleva una década invirtiendo con éxito en Sudamérica, zona ostensiblemente más alejada que la frontera polaca, y no por ello se han frenado los flujos de inversión en aquella dirección.
Entonces, ¿cuál es la causa del retraso español? Hay que enfrentarse a la realidad: no se han hecho los deberes antes de la ampliación, aunque también hay que tener en cuenta que cada uno de los sectores se está comportando de muy diferente manera, porque todos ellos afrontan unos retos desiguales y unas amenazas particulares.
Perder un mercado
Una de las mayores facturas que puede pagar España como efecto de la ampliación es el deterioro de las exportaciones a sus antiguos socios comunitarios. Antonio Hernández, subdirector general de Estudios de la Secretaría de Estado de Turismo y Comercio, analiza este problema, que afecta especialmente a la industria manufacturera: “Los nuevos miembros tienen una estructura productiva muy similar a la española. Producen y exportan manufacturas con contenido tecnológico medio y medio alto, muy parecidas a las que tiene España".
Si se suma este hecho al menor valor de los costes laborales en estos países y a su mayor proximidad con respecto a los socios tradicionales de España, el resultado es una “reducción de las cuotas de mercado en exportaciones a países como Francia o Alemania”.
Esta situación ya es una amenaza real para el sector de bienes de consumo, que está viendo cómo es desplazado por los Países de Europa Central y Oriental (PECO) en el mercado alemán. Las exportaciones de electrónica de consumo han caído un 35% en los últimos dos años; las ventas de manufacturas del cuero se han hundido un 40% en el mismo período y el descalabro del sector del mueble.
Amparo Bertomeu, presidenta de la Asociación Nacional de Industriales y Exportadores de Muebles de España (ANIEME) señala: “Las empresas españolas del mueble se encuentran con el problema de la marca. No hay marcas renombradas españolas, por lo que la penetración en estos nuevos mercados se dificulta”. Además, algunas malas experiencias que han acumulado varias empresas exportadoras de muebles que intentaron establecerse sin éxito en Hungría, “han funcionado como desincentivadores de la actividad inversora de las compañías exportadoras” en los nuevos miembros de la UE.
Claro está, afortunadamente, que todavía quedan varias excepciones en el sector que sí están obteniendo buenos resultados en estos mercados, como son Gimenez Collection, empresa cuyo mobiliario clásico está muy introducido en Polonia, y Varo-Valentí, firma bien asentada en Letonia, Lituania y otros países de la zona.En este aspecto incide Antonio Almerich, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Industriales y Exportadores de Aparatos de Iluminación (FEDAI-DEC):“La apuesta por tener marcas reconocidas a escala internacional y por la fabricación de luminarias con diseño han proporcionado una buena aceptación al sector de la iluminación español.”
Productividad a la baja
La ampliación también ha servido para disparar otras alarmas, quizá más inquietantes para el tejido empresarial español.
La preocupación no es otra que el hondo déficit de productividad que nos afecta: si no se trabaja para cambiar esta tendencia, el sector productor de bienes industriales y de equipo acabará pagando un precio muy elevado.
Un reciente estudio de Lluís Torrens y Jordi Gual para la Universidad de Navarra, apunta en esta dirección: “la industria española ha mostrado su capacidad competitiva al ser capaz de mantener y aumentar su cuota en los mercados internacionales. Sin embargo, esa ganancia se ha conseguido sin mejoras sustanciales en la productividad, que crece claramente por debajo de los aumentos de salarios”.
Aun así, tras la ampliación, no todo son peligros y amenazas para los fabricantes de bienes industriales. Joan Tristany, director general de la Asociación Multisectorial de Empresas (AMEC) recuerda que estos países son muy competitivos en metalurgia y todo tipo de maquinaria, aunque, a su vez, también ofrecen grandes oportunidades para las empresas productoras de maquinaria de envase y embalaje.
En la línea del desencanto, en cambio, incide Sergio Moraleda, director de internacionalización de la Asociación Española de Exportadores de Electrónica e Informática (SECARTYS), quien señala: “No hay una concienciación en gran parte de las pymes de lo que para ellas supone la ampliación”. Y ese será el factor que pueda afectar de una manera más incisiva a las exportaciones españolas a medio plazo.
Con todo, las cifras revelan que, de momento, no se ha perdido ni competitividad ni cuota de exportaciones de una manera alarmante y generalizada. José Antonio Jiménez Saceda, director general de la Asociación Española de Fabricantes de Equipos y Componentes para Automoción (SERNAUTO), afirma que las empresas del sector del automóvil pueden seguir respirando tranquilas, ya que “siguen siendo competitivas respecto a otros países europeos, porque son más jóvenes y dinámicas”.Aunque “aquellas empresas que cuenten con un proceso de fabricación con un alto componente de mano de obra serán las que estén en una situación más débil para competir”. La propia coyuntura del mercado automovilístico es la que está marcando la proyección internacional del sector: “Nuestros clientes, los fabricantes de automóviles, se implantan en los mercados emergentes y piden a sus proveedores que les acompañen, pero exigiéndoles que mantengan la misma calidad y las mismas relaciones profesionales”.
2006-11-30 03:26:51
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answer #1
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answered by Anonymous
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