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Buenos Aires, 25 / 11 / 2006
A 80 AÃOS DE SU ASESINATO
PANCHO VILLA, EL CENTAURO DEL NORTE'
Una mirada sobre uno de los combatientes de la Revolución Mexicana de 1910. Francisco Villa atacó el territorio de los Estados Unidos en defensa de los derechos territoriales mexicanos. Luego, en las últimas décadas, la Revolución se jubiló. Hoy resurge con los zapatistas en medio de una clase polÃtica corrupta e inoperante.
Por: Fernando Del Corro (TELAM – ARGENPRESS.info)
Fecha publicación:20/07/2003
'Al instituirse la Nueva República México no tendrá un ejército nunca más. Los ejércitos son el mayor sostén de la tiranÃa. No puede existir dictador sin ejército. El ejército lo pondremos a trabajar. En todas las regiones del paÃs instituiremos colonias militares para los veteranos de la Revolución. El estado les concederá terreno agrÃcola y fundará grandes empresas industriales para darles trabajo'. Quién describió asà su sueño, el general Francisco Pancho Villa, fue asesinado hace 80 años, el 20 de julio de 1923 a las 08.00, en Parral, a instancias de polÃticos y terratenientes.
Pancho Villa, sin tanto vuelo como su compadre Emiliano Zapata (hoy reivindicado por la insurgencia de la Selva Lacandona encabezada por el Subcomandante Marcos) fue uno de los dos grandes cadillos populares de la Revolución Mexicana que puso fin a la corrupta dictadura de Porfirio DÃaz, la que hacÃa ganar dinero a las empresas ferroviarias extranjeras trazando lÃneas por el desierto que iban de ningún lado a ningún lado pero que a falta de pasajeros o de cargas hacÃan pingues negocios cobrando los subsidios estatales.
Villa en el norte, Zapata en el sur hicieron que por una década los pelones mexicanos tuvieran la ilusión de un futuro mejor. Pero mientras Zapata le escribÃa a Lenin expresándole su solidaridad con la Revolución Bolchevique y la esperanza de concretar algo similar en su paÃs, el gobierno de Venustiano Carranza lograba integrar batallones de obreros urbanos para combatir contra los ejércitos campesinos. Paradojas de la historia pero, en cambio, aún hoy, sus nombres son la bandera de la resistencia popular, como en su momento quedó reflejada en recordadas canciones tales 'La cucaracha' o la que comienza 'Nuestro México Febrero 23', entonadas por los hombres de Villa en tierras de Durango y Chihuahua.
El general Pancho Villa habÃa nacido el 5 de junio de 1878 en la hacienda 'RÃo Grande', en San Juan del RÃo, Durango y fue criado por un tÃo que lo inscribió en el registro civil (creado por don Benito Juárez en 1860) como Doroteo Arango Quiñones. Pelón analfabeto debió huir hacia los montes cuando hirió gravemente al dueño de la finca por abusar de su hermana. Y fue entonces cuando comenzó su vida de hombre en armas.
Primero fue abigeo, integrando la banda de Francisco Villa, de quien llegó a ser gran amigo y lugarteniente. Muerto éste en un enfrentamiento, Doroteo, en su homenaje, tomó su nombre y asà terminó siendo conocido como Pancho Villa. Su audacia y capacidad para la lucha hizo que fuera convocado por el gobernador de Chihuahua, Abraham González, para sumarse a la revolución contra Porfirio DÃaz que encabezaba el masón Francisco Indalecio Madero. AsÃ, dejó de ser bandolero, se sumó a la lucha polÃtica y en poco tiempo se convirtió en el 'Centauro del Norte', en el general Pancho Villa, el que mientras guerreaba se hacÃa asistir por profesores que lograron, a partir de su condición de analfabeto, hacer de él un hombre de razonable cultura.
Hombre de Madero desde 1909 fue decisiva su acción, logrando importantes victorias a partir de noviembre de 1910 que ayudaron a acelerar la caÃda de Porfirio DÃaz y que a él lo catapultaron al grado de coronel. Tras la asunción de Madero en 1911 se retiró a la vida civil. Era consecuente con su idea sobre el rol de los militares a partir de la paz y ya desempeñándose en fincas rurales y establecimientos fabriles.
'Durante tres dÃas a la semana trabajarán, y trabajarán fuerte, porque el trabajo honesto es más importante que la lucha y sólo el trabajo honesto crea buenos ciudadanos. En los tres dÃas restantes harán ejercicios militares y enseñarán al pueblo como combatir. De esta manera, si la patria fuera invadida, bastará hacer una llamada desde el palacio a Ciudad de México y en medio dÃa todo el pueblo mexicano dejará los campos y las fábricas, perfectamente armado, equiparado, adiestrado para defender a sus hijos y su casa', era su visión sobre la existencia de un ejército popular de trabajadores, basado en una nación en armas.
Pero no pudo ser. Un levantamiento de los reaccionarios contra Madero lo hizo volver a la lucha a las órdenes de Victoriano Huerta, quién pretendió fusilarlo por insubordinación debiendo ser salvado por Madero. Refugiado en El Paso (Estados Unidos de América) volvió en 1912 ante el magnicidio, el asesinato de Madero. Levantó entonces en las montañas de Chihuahua un ejército de 3.000 hombres contra Huerta y tras tres sangrientas batallas se convirtió en gobernador de ese estado. Como tal reorganizó las finanzas, fundó 50 escuelas e hizo una reforma agraria. Con Zapata y Carranza derrotaron a Huerta y entraron triunfantes en Ciudad de México.
En la Convención de Aguascalientes de 1914 se dividieron carrancistas por un lado y zapatistas y villistas por el otro. Triunfaron éstos, pero Carranza lanzó una ofensiva militar que hizo retroceder a sus reductos a los caudillos campesinos. El general Felipe Angeles preparó a Villa un plan de largo plazo de desgaste de las tropas carrancistas, pero su jefe optó por una confrontación abierta y fue derrotado entre abril y junio de 1915.
Estafado por un proveedor de armas de Columbus, Nueva México, Pancho Villa, tras fusilar en Santa Isabel a estadounidenses, ocupó aquella ciudad (único caso de una ocupación a su territorio en toda la historia independiente de los Estados Unidos de América) el 9 de marzo de 1916. A raÃz de ello el presidente Woodrow Wilson envió una expedición punitiva integrada por 5.000 hombres, apoyados con aviones, comandados por el general John Joseph Pershing, y entre cuyos integrantes estuvo el luego fundador de la CIA (Central de Inteligencia Americana), Bill Donovan.
'El Centauro del Norte' prosiguió la lucha, ya como guerrillero, hasta que siendo otra vez presidente Huerta, en julio de 1920 se firmó la Convención de Sabinas, por la cual se firmó la paz. Pancho Villa recibió la estancia de 'El Canutillo', de 25.000 hectáreas, en Chihuahua, se dedicó, con sus viejos soldados, a su plan de integración militar al trabajo.
Pareció que se cumplÃa su sueño: 'Mi ambición serÃa la de pasar lo que me queda en una de estas colonias militares, entre los compañeros que tanto quiero y durante tanto estuvieron conmigo. El tiempo que me queda me gustarÃa vivirlo en la granja, cultivando maÃz y criando ganado'.
Pero no pudo ser. El 20 de julio de 1923 Jesús Sala Barraza y Miguel Trujillo lo asesinaron en Parral. La sanción cayó sólo sobre ellos. Sus mandantes quedaron en las sombras. Los mismos terratenientes y sus servidores que antes hicieron matar a Zapata.. Por esas cosas de la vida sus matadores eligieron el lugar que él habÃa elegido para su destino final. En una de sus campañas al pasar por allà se habÃa enamorado del lugar. 'Parral me gusta hasta para morirme', dijo entonces'.
En 1926, tres años después, un estadounidense profanó su tumba y robó su cabeza. Desde entonces no pudo ser recuperada.
Información Adicional
Región: América del Norte
PaÃs/es: México
http://www.argenpress.info/nota.asp?num=004079
2006-11-25 08:14:00
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answer #2
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answered by bochaabuelo 6
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