¿Por qué alguna parte de mi pueblo es tanguero?.
Comienzo ubicando a mi pueblo en la esquina noroccidental de América del sur, en la Zona Tórrida. Con una extensión de mas de 2 millones de kilómetros cuadrados (mas de 1 millón, continental y menos de 1, marítima). De la superficie continental al rededor del 50% montañosa y conocida como la Zona Andina y el resto, llanura y selva. Con una población de algo menos de 37 millones de personas casi por partes iguales de hombres y mujeres, la mayoría mestiza (mezcla de español, indio y negro); 70% de ella, ciudadana y el complemento, rural; el 75% en la Zona Andina y el 25% en la zonas bajas.
Dividido el territorio en 33 departamentos cada uno de ellos con una ciudad capital, inclusive la de la República, Bogotá. Grosso modo, la gente de: Antioquia (capital, Medellín), Caldas (capital, Manizales), Risaralda (capital, Pereira), Quindio (capital, Armenia) y Valle del Cauca (capital, Cali), departamentos de la Zona Andina enclavados entre las cordilleras Central y Occidental con casi cien mil kilómetros cuadrados y mas de 12 millones 350 mil habitantes (año 2.000), es tanguera.
Antioquia fue en tiempos de la Nueva Granada o del territorio español y bien entrada la República, una provincia que comprendió los otros 4 territorios antes señalados y donde creció el café, base de la economía actual del país. Sus nativos, guerreros avasallados por conquistadores venidos de diferentes partes de España, prevalecientemente: vascos, andaluces, aragoneses y castellanos. En la Colonia y en la Independencia la gente antioqueña, fue mas bien partidista de la corona española, en la República, vinculada a las ideas federalistas en contraposición a las unitarias como fue la constitución política hasta 1991 cuando se "descentralizó" la administración nacional. Gentes de gran iniciativa, emprendedoras, industriosas, hospitalarias y un afán migratorio, "buscando mejor vida" -allí nació la industria textil del país- y actualmente mas del 50% del producto interno bruto de la Nación corresponde a estos 5 departamentos.
De la región han salido gentes de todas las condiciones y pelambres, desde las heroicas hasta las lamentablente célebres: Atanacio Girardot héroe de la guerra de la Independencia en la batalla del Bárbula, Don Manuel Mejía, el Rey del café, Francisco Antonio Zea embajador de Colombia, recién independizada, en la Gran Bretaña y negociador con esa nación del primer empréstito para recuperarla de los gastos de la Independencia, Jorge Isaacs autor del reconocido libro María, Manuel Mejía Vallejo, Premio Nadal y escritor de "Aire de tango", el escritor y filosofo Zuleta Ferrer, quien muriera en el accidente aéreo en el cual también pereciera Carlos Gardel; presidentes de la República como Manuel "Ñito" Restrepo y varios de los Ospina, Joaquín Caicedo y Cuero, Benjamin Herrera, Jorge Holguín, Manuel Antonio Sanclemente, Belisario Bentancurt (En su gobierno 1982/1986, se le prestaron a la Argentina 50 millones de pesos...ahora no recuerdo para qué, pero estoy seguro que no fue para fomentar el tango ), Cesar Gaviria actual Secretario de la OEA; músicos como Pedro Morales Pino, Guillermo González autor del pasodoble Feria de Manizales, los tristemente célebres Pablo Escobar, los hermanos Rodríguez.
En la formación de la República, las guerras intestinas, la más conocida como la de los 1000 días, a fines del siglo XIX, generaron desplazamientos de la población convirtiéndola en desarraigada en su propia patria y andante nostálgica de sus caminos. En el pueblo antioqueño, dio origen a la "colonización", actitud de conquista de tierras y fundación pueblos al sur de su primitivo establecimiento. En la erección de los pueblos antioqueños se contó siempre en las afueras -orillas- con sitios destinados a cantinas, a la prostitución -quilombos- albergue de las pasiones y descanso de los nuevos colonizadores constituidos en su mayoría por sólo hombres.
En el trasiego, el colono dejó " fondas" que además, de abastecer al arriero y su recua, vieron correr la sangre de los guapos. A la entrada de la incipiente urbe, comulgaban los campechanos y los nuevos ciudadanos de distinta pelambre: el licor enardeció mas de un conflicto de faldas y los machetes y peinillas alumbraron por última vez la vida de muchos guapos y no pocos villanos; las guitarras y una hoja verde de cafeto en los labios con sonido de violín, desgranaron entre bambucos y pasillos alguna trova y vidalita milongueada con pretensiones de tango, y el Café, ya ciudadano - un sitio muy nuestro, parónimo de la planta que nos ha dado el primer renglón económico- escuchó historias de amores y desengaños.
Quienes hicieron el tango, vinieron "a la América" desarraigándonse de una Europa en guerra, desplazados por la hambruna, la miseria, y pretendiendo encontrar en América un destino de abundancia. Se mezclaron con los nativos: unos, herederos de la conjunción de razas conquistadoras, conquistadas y esclavas, y otros también desplazados de las pampas por los nuevos ganaderos que alambraron lo que alguna vez fue extensión ilímite, para explotación inmisericorde de carne y cereales, necesidad del imperio inglés y la culta Francia, o licenciados de ejércitos de guerras intestinas como los de la de la Triple Alianza.
Quienes hicieron el tango arribaron con altas dosis de nostalgia por sus hogares aún en los pagos europeos y la realidad que aquí encontraron fue otra vida de miseria. Y esa nostalgia la trasladaron a sus danzas, a sus cantos y a su música. Quienes hicieron el tango vivieron en las "orillas", la valentía del guapo y la trapisonda del compadrito en quilombos y peringundines. El poema y tango de Reinaldo Yiso es ilustrativo del talante de aquellos inmigrantes italianos de fines del siglo XIX y principios del XX:
UNA CARTA PARA ITALIA
Letra de Reinaldo Yiso
Música de Santos Lipesker
Dos días hace, mamma, que estoy en la Argentina;
no me parece cierto sentirme feliz.
Si vieras Buenos Aires, qué linda y qué distinta
a nuestra pobre Italia, cansada de sufrir.
Quisiera en esta carta decirte muchas cosas:
que en este suelo amigo dan ganas de vivir,
que ya soy otro hombre, que sueño a todas horas
con el día que pueda traerte junto a mí.
Y dile a la Rossina
que siempre pienso en ella;
que yo en la Argentina
trabajo con amor;
que cuando estemos juntos,
aquí nos casaremos
y juntos le daremos
las gracias al Señor.
No importa el sacrificio
que has hecho por tu hijo
para que en esta tierra
se forme un porvenir.
Besando tu retrato
yo siempre te lo digo:
tendrás tu recompensa,
aquí serás feliz.
Aquí donde los campos conversan con el cielo,
levantaré algún día el nido de mi afán.
Aquí donde encontramos un bendecido suelo
que nos dará de sobra felicidad y pan...
Y pienso en nuestro pueblo que se quedó deshecho,
por culpa de la guerra y tengo que llorar,
por ti, por la Rossina y por el hombre bueno
al que no le pudimos decir: "¡Adiós, papá!".
Quienes hicieron y aquellos que continuaron con el tango son amigos de la exageración, rayana en la mentira; preferentes por la viveza antes que por la tontería o, en porteño, mejor pasar por inmoral que por gil. Y los paisas igual que los porteños, amigos de la exageración y proclives más a la fama de malandrines antes que ser calificados de giles o de tontos.
Entonces, el desarraigo, el vagabundear e inmigración en procura de mejores vientos, la nostalgia, la transmutación de campesino a ciudadano, el Guapo, el Compadrito, la mitomanía, la viveza, la Fonda, la Cantina, el Café, el Quilombo, los Amores perdidos o desdeñados, la Tristeza y los Recuerdos, serán factores que generan la vida tanguera y por ende razones por las cuales alguna parte de la población colombiana sea tanguera.
Después, aquí como allá en el Rió de la Plata, evolucionamos en el baile, en las letras y en la música en cuanto a que trasladamos gran parte de sus características y las hicimos nuestras y esporádicamente creamos en algunas de sus expresiones: coreografía, canto y música y letras. No evolucionamos a la par. Los intereses comerciales discográficos y actitudes insólitas de los gobiernos del sur, nos aislaron de la evolución de la fuente creadora, al dejar de imprimir y difundir el tango por estas tierras. Pero ahora, con el resurgir de la danza y aparecer los medios electrónicos de difusión, estamos poniéndonos al día y nuestra vida milonguera ha vuelto a sentir sus orígenes y a estremecerse con las emociones de su evolución.
Jaime Mario Salazar V.
2014-06-12 07:38:03
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answer #6
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answered by jaimemario s 1
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