Titán (mitologÃa)
En la mitologÃa griega, los Titanes —masculino— y Titánides (o Titánidas) —femenino— (en griego antiguo ΤιÏάν, plural ΤιÏᾶνεÏ) eran una raza de poderosos dioses que gobernaron durante la legendaria edad dorada. Los Titanes fueron doce desde su primera aparición literaria, en la TeogonÃa de HesÃodo; en la Biblioteca de Apolodoro se añade un decimotercero, Dione, una doble de Tea. Estaban relacionados con diversos conceptos primordiales, algunos de los cuales simplemente se extrapolaban de sus nombres: el océano y la fructÃfera tierra, el sol y la luna, la memoria y la ley natural. Los doce Titanes de la primera generación fueron liderados por el más joven, Crono, quien derrocó a su padre, Urano (‘Cielo’), a instancias de su madre, Gea (‘Tierra’).
Posteriormente los Titanes engendraron una segunda generación, notablemente los hijos de Jápeto: Prometeo, Epimeteo, Atlas y Menecio.
Los Titanes precedieron a los doce olÃmpicos, quienes, guiados por Zeus, terminaron derrocándolos en la Titanomaquia (‘Guerra de los Titanes’). Muchos de ellos fueron entonces encarcelados en el Tártaro, las profundidades del inframundo.
En HesÃodo
En la TeogonÃa de HesÃodo los doce Titanes siguen a los Hecatónquiros y los CÃclopes como grupo de hijos menores de Urano y Gea:
Más tarde yació con Urano y trajo a Océano el de profundos remolinos, a Ceo y
CrÃo e Hiperión y Jápeto, a Tea y Rea, a Temis y Mnemósine y a Febe la de dorada
corona y a la encantadora Tetis. Tras ellos nació el astuto Crono, el
benjamÃn y más terrible de sus hijos, y éste odió a su vigoroso padre.
Urano consideró monstruoso a Crono, y asà le encerró en las entrañas de la Tierra. Pero éste, animado por Gea y ayudado por los Hecatónquiros y los CÃclopes, atacó a su padre, le castró, y se proclamó rey de los dioses, con Rea como su esposa y reina.
Rea engendró con Crono una nueva generación de dioses, pero éste, temeroso de que algún dÃa le derrocasen, los tragó uno a uno. Sólo Zeus se salvó: Rea le dio en su lugar a Crono una piedra envuelta en pañales que éste tragó confiado, y escondió al niño en Creta, protegido por los Curetes.
Cuando Zeus se hizo adulto, sometió a Crono por la astucia más que por la fuerza, usando un emético preparado con la ayuda de Gea, su abuela, obligó a Crono a vomitar a sus hermanos. Comenzó entonces una guerra entre los dioses más jóvenes y muchos de los mayores, en la que Zeus fue ayudado por los Hecatónquiros, los Gigantes y los CÃclopes, quienes una vez más habÃan sido liberados del Tártaro. Zeus venció tras una larga lucha y encerró a los Titanes que se le habÃan enfrentado en el Tártaro.
A pesar de ello los dioses mayores dejaron su marca en el mundo: Océano siguió circundando el mundo, y el nombre de la ‘brillante’ Febe fue añadido como epÃteto a Apolo, «Apolo Febo». Algunos de ellos no habÃan luchado contra los olÃmpicos, y se convirtieron en piezas clave del nuevo gobierno: Mnemósine como Musa, Rea, Hiperión, Temis (o ‘ley de la naturaleza’) y Metis.
Titanomaquia
La caÃda de los Titanes, de Cornelis van Haarlem (1588)ArtÃculo principal: Titanomaquia
Los griegos de la edad clásica conocÃan varios poemas sobre la guerra entre los dioses y muchos de los Titanes, la Titanomaquia (‘Guerra de los Titanes’). El principal de ellos, y el único que ha sobrevivido, fue la TeogonÃa atribuida a HesÃodo. Un poema épico perdido titulado Titanomaquia y atribuido al bardo tracio ciego Tamiris, a su vez un personaje legendario, era mencionado de pasada en el ensayo Sobre la música que una vez fue atribuido a Plutarco. Los Titanes también jugaron un papel prominente en los poemas atribuidos a Orfeo. Aunque sólo se conservan fragmentos de los relatos órficos, revelan interesantes diferencias con la tradición hesÃodica.
Estos mitos griegos de la Titanomaquia caen dentro de una clase de mitos similares presentes en Europa y Oriente Próximo, donde una generación o grupo de dioses se enfrenta a los dominantes. A veces éstos son suplantados. Otras los rebeldes pierden y son totalmente apartados del poder o bien incorporados al panteón. Otros ejemplos serÃan las guerras de los Aesir con los Vanir y los Jotunos en la mitologÃa escandinava, el épico Enuma Elish babilónico, la narración hitita del «Reino del Cielo» y el oscuro conflicto generacional de los fragmentos ugaritas.
En las fuentes órficas
HesÃodo no tiene sin embargo la última palabra sobre los Titanes. Algunos de los fragmentos que se conservan de la poesÃa órfica en particular guardan algunas variaciones del mito.
En un texto órfico, Zeus no se limitó a atacar a su padre con violencia. En su lugar, Rea preparó un banquete para Crono, y éste se emborrachó con miel fermentada. En lugar de encerrarlo en el Tártaro, Crono fue arrastrado —todavÃa borracho— a la cueva de Nix, donde siguió durmiendo y vaticinando por toda la eternidad.
Otro mito acerca de los Titanes no mencionado por HesÃodo gira en torno a Dioniso. En un momento de su reinado, Zeus decidió ceder el trono en favor del infante Dioniso, que como Zeus a su edad era protegido por los Curetes. Los Titanes decidieron matar al niño y reclamar el trono para ellos: se pintaron las caras de blanco con yeso, distrajeron a Dioniso con juguetes, y entonces lo despedazaron, y cocieron y asaron sus miembros, dándose un festÃn con ellos, mientras que de la sangre de la vÃctima nacÃa un granado. Zeus, enfurecido, castigó a los Titanes fulminándolos con sus rayos. Atenea guardaba el corazón del niño en un muñeco de yeso, a partir del cual Zeus hizo a un nuevo Dioniso. Esta historia es narrada por los poetas CalÃmaco y Nono, que llaman a este Dioniso «Zagreo», y también en cierto número de textos órficos, en los que no se usa tal nombre.
Una variación de esta historia, recogida por el filósofo neoplatónico Olimpiodoro, ya en la era cristiana, dice que la humanidad surgió del humo grasiento que despedÃan los cadáveres de los Titanes al arder, muertos por el rayo de Zeus. Otros escritores anteriores insinúan por el contrario que la humanidad nació de la sangre derramada por los Titanes en su guerra contra los OlÃmpicos.
PÃndaro, Platón y Opiano se referÃan sin pensárselo dos veces a la «naturaleza titánica» del hombre. Que esto se refiera a algún tipo de «pecado original» enraizado en el asesinato de Dioniso sigue siendo objeto de acalorado debate por parte de los mitógrafos.
Primera generación
La primera generación de Titanes, hijos de Urano y Gea, está formada por:
Titanes:
Océano, el rÃo que circundaba el mundo.
Ceo, titán de la inteligencia.
CrÃo, dios de los rebaños y las manadas, esposo de Euribia (hija de Ponto) y padre de Palas.
Hiperión, el fuego astral.
Jápeto, esposo de la oceánide ClÃmene y padre de Prometeo, ancestro de la raza humana.
Crono, el más joven, que destronó a Urano y fue rey de los dioses.
Titánides:
Febe, la de la corona de oro.
Mnemósine, personificación de la memoria y madre de las Musas con Zeus.
Rea, reina de los dioses con Crono.
Temis, encarnación del orden divino, las leyes y las costumbres, y madre de las Horas y las Moiras con Zeus.
Tetis, diosa del mar.
Tea, diosa de la vista.
Algunos autores consideran también parte de esta generación a Dione, si bien otros la consideran una oceánide.
El matrimonio entre hermanos era corriente en la mitologÃa griega, y varios Titanes y Titánides se unieron, engendrando una segunda generación de Titanes:
Océano y Tetis engendraron las ninfas Oceánides, los rÃos (Oceánidas) y manantiales.
Hiperión y Tea a Helios (el sol), Selene (la luna) y Eos (la aurora).
Ceo y Febe a dos hijas, Lete y Asteria.
Crono y Rea formaron la pareja más importante, pues fueron los reyes de los dioses, y tuvieron seis hijos:
Hestia, diosa del hogar.
Hera, diosa reina del Olimpo.
Hades, dios de los infiernos.
Deméter, diosa de la agricultura.
Poseidón, dios de los océanos.
Zeus, dios supremo, padre de todos los dioses del Olimpo.
Segunda generación
Por extensión, se conoce también con el nombre de Titanes a algunos de los descendientes de los de primera generación:
Asteria, hija de Ceo y Febe.
Astrea, diosa de la justicia, predecesora de Diké.
Astreo, padre de los vientos y las estrellas errantes.
Atlas, castigado a sostener sobre sus hombros con los pilares que mantenÃan la tierra separada de los cielos.
Eos, la aurora.
Eósforo, la estrella de la mañana y de la tarde (Venus).
Epimeteo, hermano de Prometeo, progenitores de la humanidad.
Helios, el sol.
Héspero, padre de Hesperis, una de las Horas.
Leto, madre de Apolo y Artemisa.
Menecio, hijo de Jápeto y Asia.
Palas, dios de la sabidurÃa.
Perses, hijo de CrÃo y Euribia.
Prometeo, el amigo de los mortales que robó el fuego de los dioses.
Selene, diosa de la luna.
Titán, hermano de Helios y dios (quizá) del calendario anual.
Otros miembros de la segunda generación no suelen ser llamados Titanes:
Caanto, hermano de Melia.
Dione y Metis, que se suelen considerar oceánides.
Los Oceánidas o dioses-rÃo.
Las Oceánides, ninfas marinas.
Pico, rey del Lacio.
Quirón, el centauro.
Generación incierta
Hay algunos Titanes de los que no se sabe a qué generación pertenecen:
Anitos, uno de los que criaron a la Señora, hija de Deméter.
Lelanto, padre con la oceánide Peribea de Aura, una cazadora frigia.
Titanis, considerada por algunos madre de Temis.
En el siglo **
Algunos investigadores del siglo **, prominentemente Jane Ellen Harrison, han argumentado que un ritual iniciático o chamánico subyace en el desmembramiento y canibalismo que practican los Titanes en mito de Dioniso. Harrison también señala que la palabra «Titán» procede del griego ÏιÏανοÏ, que significa ‘tierra blanca’, ‘arcilla’ o ‘yeso’, y que los Titanes eran ‘hombres de arcilla blanca’ u hombres cubiertos de arcilla blanca o polvo de yeso en sus rituales[1] El investigador M. L. West también señala lo mismo en relación a los ritos iniciáticos chamanes de las primitivas prácticas religiosas griegas[2].
Fuera de confusión con los Gigantes, varios objetos gigantes han sido bautizado en alusión a los Titanes, siendo el ejemplo más representativo el famoso buque RMS Titanic. (Véase también «Titán».)
2006-11-20 03:30:09
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answered by nitzahom 5
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Zeus (Júpiter)
Es el dios supremo, soberano de los dioses, de los hombres y del mundo. Personifica al cielo y la luz, y es el señor de la vida y de la muerte.
Palas Atenea (Minerva)
Virgen patrona de las artes del hogar, diosa de la sabidurÃa. Nació completamente desarrollada de la frente de Zeus.
Artemisa (Diana)
Diosa virgen de la luna, hermana gemela de Apolo, maravillosa cazadora, guardiana de las ciudades, de los animales y de las mujeres.
Hera (Juno)
Protectora del matrimonio, de las mujeres casadas, de los niños y del hogar. Era la hermana y la esposa de Zeus.
Afrodita (Venus)
Diosa del amor y de la belleza.
Demeter (Ceres)
Diosa de las cosechas, dadora de los granos y de los frutos.
Hermes (Mercurio)
Hijo de Zeus. Es el dios de los comerciantes y de los ladrones, de la habilidad y de la astucia.
Poseidón (Neptuno)
Hermano de Zeus, dios del mar y de los terremotos.
Dionisios (Baco)
Dios del vino y de la fertilidad, de la vida natural y de la hospitalidad.
Ares (Marte)
Dios de la guerra, simbolizado adecuadamente por un buitre.
Hefesto (Vulcano)
Dios del fuego y de los artesanos. Fue expulsado del Olimpo por su propia madre, Hera, disgustada por su cojera.
Apolo (Febo)
Dios del sol y patrón de la verdad, de la arquerÃa, música, medicina y profecÃa, era el más majestuosos de los olÃmpicos.
En la mitologÃa griega, los Titanes —masculino— y Titánides (o Titánidas) —femenino— (en griego antiguo ΤιÏάν, plural ΤιÏᾶνεÏ) eran una raza de poderosos dioses que gobernaron durante la legendaria edad dorada. Los Titanes fueron doce desde su primera aparición literaria, en la TeogonÃa de HesÃodo; en la Biblioteca de Apolodoro se añade un decimotercero, Dione, una doble de Tea. Estaban relacionados con diversos conceptos primordiales, algunos de los cuales simplemente se extrapolaban de sus nombres: el océano y la fructÃfera tierra, el sol y la luna, la memoria y la ley natural. Los doce Titanes de la primera generación fueron liderados por el más joven, Crono, quien derrocó a su padre, Urano (‘Cielo’), a instancias de su madre, Gea (‘Tierra’).
Posteriormente los Titanes engendraron una segunda generación, notablemente los hijos de Jápeto: Prometeo, Epimeteo, Atlas y Menecio.
Los Titanes precedieron a los doce olÃmpicos, quienes, guiados por Zeus, terminaron derrocándolos en la Titanomaquia (‘Guerra de los Titanes’). Muchos de ellos fueron entonces encarcelados en el Tártaro, las profundidades del inframundo.
En la mitologÃa griega, Jápeto (en griego ÎάÏεÏÎ¿Ï Iápetos; en latÃn Ãápetus), era un titán hijo de Urano y Gea. Fue padre de Atlas, Prometeo (a través de quien serÃa ancestro de la raza humana), Epimeteo y Menecio, a quien Zeus matarÃa en la Titanomaquia. Sus descendientes son a menudo llamados por las formas patronÃmicas Iapetidae, Iapetionidae y la femenina Iapetionis.
Según Apolodoro (i.2§3) la esposa de Jápeto era una oceánide (hija de Océano y Tetis) llamada Asia, si bien otras fuentes afirma que la oceánide se llamaba ClÃmene, e incluso tras le emparejaba con Tetis, Asopis o Libia.
Higinio, que confunde a los Titanes y los Gigantes, hacÃa a Jápeto uno de estos, y le llamaba hijo de Tártaro. Homero menciona en La IlÃada (8.479) que fue encarcelado con Crono en el Tártaro y Silio Itálico cuenta que estaba enterrado bajo la isla de Inarime.
En la obra de Esquilo Prometeo encadenado (Î ÏομηθεÏÏ Î´ÎµÏμÏÏηÏ), Prometeo es hijo de la diosa Temis, y aunque no se nombre a su padre, al menos Atlas sigue apareciendo como hermano suyo. Dado que la mayorÃa de los Titanes consentÃan el matrimonio entre hermanos, podrÃa ser que Esquilo se valiera de una vieja tradición en la que Temis era esposa de Jápeto y que la tradición hesÃodica prefiriese que tanto Temis como Mnemósine fueran consortes sólo de Zeus. Sigue siendo sin embargo bastante corriente en las costumbres aqueas que Zeus hubiera tomado como amantes a las esposas de los Titanes tras derrotar a sus maridos.
Pausanias (8.27.15) escribió sobre otro personaje llamado Jápeto:
Como ya he relatado, el lÃmite entre Megalópolis y Herea está en el nacimiento del rÃo Boufago. El rÃo tomó su nombre, dicen, de un héroe llamado Boufago, hijo de Jápeto y Tornax. Asà le llaman también en Laconia. También dicen que Artemisa disparó a Boufago en el monte Foloe porque intentó cometer un pecado sacrÃlego contra su divinidad.
El Boufago es un afluente del Alfeo, Tornax es un montaña entre Esparta y Selasia, y las Foloe son unas montañas entre Arcadia y Elis.
Estéfano de Bizancio cita a Atenodoro de Tarso:
Anquiale, hija de Jápeto, fundó Anquiale (una ciudad cerca de Tarso): su hijo fue Cidno, quien dio su nombre al rÃo de Tarso: el hijo de Cidno fue Partenio, por quien la ciudad fue llamada Partenia: más tarde el nombre se cambió a Tarso.
Esta puede ser la misma Anquiale que aparece en la Argonáutica (1.1120f):
Y cerca apilaron un altar de pequeñas piedras, y coronaron sus frentes con hojas de roble y procedieron al sacrificio, invocando a la Madre DÃndima, la Más Venerable, Moradora de Frigia, Ticia y Cileno, quien sola entre muchos de los que se llaman jueces del destino y procuradores de la Madre Idea (de los Ideos Dáctilos de Creta), a quien una vez la ninfa Anquiale, mientras sujetaba con ambas manos la tierra de Axos, descubrió en la cueva de Dicte.
Los creacionistas equiparan a veces a Jápeto con Jafet, el hijo de Noé, por la similitud entre ambos nombres y porque sus mitos coinciden, si bien los investigadores de la lingüÃstica indoeuropea disputan tal equiparación vehementemente. Según Robert Graves:
La identificación de la Atlántida con Faros explicarÃa por qué Atlas es descrito a veces como hijo de Jápeto y otras veces como hijo de Poseidón, patrono de los navegantes griegos. Noé es Deucalión (quien sobrevivió al diluvio universal) y aunque en el mito griego Jápeto aparece como abuelo de Deucalión, esto podrÃa significar, sencillamente, que era el antepasado epónimo de la tribu cananea que llevó a Grecia la leyenda mesopotámica del diluvio (más bien que la leyenda atlántica).
MITOLOGIA GRIEGA
La mitologÃa griega está formada por un conjunto de leyendas que provienen de la religión de esta antigua civilización del Mediterráneo oriental. Los griegos, aunque no practicasen la religión, conocÃan estas historias, las cuales formaban parte de su acervo cultural.
Los dioses del panteón griego adoptaban figuras humanas y personificaban las fuerzas del Universo; al igual que los hombres, los dioses helenos eran impredecibles, por eso unas veces tenÃan un estricto sentido de la justicia y otras eran crueles y vengativos; su favor se alcanzaba por medio de los sacrificios y de piedad, pero estos procedimientos no eran siempre efectivos puesto que los dioses eran muy volubles.
La mitologÃa griega es absolutamente compleja, llena de dioses, monstruos, guerras y dioses entrometidos. Algunos estudiosos afirman que llegó a haber hasta 30.000 divinidades en total.
Esta mitologÃa comparte una estrecha similitud con la mitologÃa romana, en cuanto a los nombres de varios dioses y personajes de importancia. También se relacionan en cuanto a la parte mitológica de la religión; creencias, tradiciones y todo lo ligado o referente a MitologÃa.
ORÃGENES
La mitologÃa griega, en su periodo más importante, se desarrolló en el siglo VIII a. C. Tiene varios rasgos distintivos, como por ejemplo, los dioses se parecen exteriormente a los seres humanos y revelan, al igual que ellos, sentimientos. Los griegos creÃan que los dioses habÃan elegido el monte Olimpo, en una región de Grecia llamada Tesalia, como su residencia. En el Olimpo, los dioses formaban una sociedad organizada en términos de autoridad y poderes, se movÃan con total libertad y formaban tres grupos que controlaban sendos poderes: el cielo o firmamento, el mar y la tierra. Fueron tres las colecciones clásicas de mitos: La TeogonÃa de HesÃodo y la Iliada y la Odisea del Homero. Este material se basa en la TeogonÃa de HesÃodo. La teogonÃa es una especie de sistematización de las confusas tradiciones anteriores, en ella el mito es el tema dominante. Pero, ¿qué es el mito? Mucho se ha escrito tratando de dar una exacta definición; lo único cierto es que el mito es una forma especial de pensamiento que permite al hombre interactuar con su espacio natural y de esta manera también reconocerse como parte de una comunidad especÃfica. Es un grave error considerar que el mito es un modo de pensamiento reservado a las sociedades "primitivas". El mito es y ha sido siempre la defensa espontánea del espÃritu humano ante un mundo ininteligible y hostil. La anterior reflexión nos llevarÃa a afirmar que en el mito se encuentra el origen de las religiones, sin embargo debe considerarse que los "espÃritus" de los bosques, de la luz, de las aguas, no son divinidades, sino solamente presencias capaces de actuar en dominios sobre los que el hombre no tiene ningún poder. El mito griego está en estrecha relación con la religión, pero no llega a confundirse con ella. A pesar de toda la confusión que preside la conformación de la mitologÃa griega, esa inmersa materia llegó a clasificarse y a ordenarse. Según HesÃodo, al comienzo no hay nada más que espacio, nada orgánico, nada que pueda ser descrito. Luego, después de ese vacÃo, se dibuja la primera de las realidades, que limita y comienza a darle un sentido: la Tierra, Gea (Tellus) la base segura de todo lo que en el mundo ya se encontraba dividido, pues bajo la Tierra seguÃa existiendo un espacio vacÃo donde todo era Caos (Chaos). Ese Caos engendra el Erebo, el vasto espacio subyacente, en que más tarde tendrán su lugar los infiernos. En el vacÃo ubicado por encima de la Tierra, instala esta a su primogénito, Urano (el Cielo), que emana de ella. Templo griego Al mismo tiempo que se da esta división orgánica del universo, tiene lugar el nacimiento de Eros (Cupido), el Amor, que es aquà el principio abstracto del Deseo, y no todavÃa el pequeño dios maligno, perverso y alado. En los orÃgenes mismos de la creación del universo, era imprescindible crear el Amor, este es el motor universal; es quien provoca las uniones del principio cósmico, los engendramientos que ni la imaginación concibe. Erebo, hijo de Caos, tuvo un hermano llamado Noche. Sin embargo Gea, después de haber engendrado a Urano, dio a luz a las Montañas y las Ninfas (Driada o Nereida), que en ese momento son genios de las Montañas. A Gea también corresponde la maternidad de Pontos (el Mar, principio masculino, la Ola poderosa). La diosa Noche engendra dos hijos: Ãter y DÃa. El primero es la clara y pura luz que se adivina en las más altas regiones de la atmósfera; la luz de los dioses. Por su parte el DÃa, ilumina a los mortales, y alterna con su madre la Noche.
GENERACIÃN DE LOS TITANES
Urano y Gea adquieren preeminencia, de ellos nacen doce hijos, los Titanes y las Titánidas. Los Titanes son seis: Océano, el mayor, luego Ceo, CrÃos, Hiperión, Iapeto y, finalmente, Cronos (Saturno). Seis hermanas, las Titánidas: TÃa, Rea (CÃbiles), Temis, Mnemosine, Febe y Tetis. Algunos de estos nombres responden a funciones particulares dentro del mundo, asÃ, Temis, por ejemplo es la Justicia, Mnemosine es la memoria, quien garantiza la duración del mundo, no gracias al tiempo sino a la alternancia entre el dÃa y la noche. Tetis es una divinidad marina; parece personificar la fecundidad femenina del Mar. Se casó con Océano, y le dio más de tres mil hijos (los rÃos del mundo), su morada está situada lejos en el Oeste, en el paÃs del Atardecer, todo rojo, que el Sol visita a diario al bajar del cielo. Hiperión (el que viaja a lo alto) casado con su hermana TÃa, engendra a Helios y Selene (el Sol y la Luna). La mayor parte de los Titanes no existe más que en su descendencia: Ceo, unido a su hermana Febe (la Brillante), engendra a Leto, que más tarde será la madre de Artemisa y de Febo. CrÃos, con Euribia, una de las hijas de Gea y del Pontos, engendró a Astreo que fue uno de los esposos de la Aurora (Eos), al gigante Palas, y finalmente Perses, que fue el padre de la diosa Hécate -la señora de la noche-, diosa de la Abundancia, de la Elocuencia, pero también temible maga, hábil para metamorfosearse en perra, en loba, en asna, y cuya estatua de tres cabezas se erguÃa frecuentemente en las encrucijadas. Iapeto se casó con Climena, hija de Océano y de Tetis, que le dio cuatro hijos: Atlante (Atlas), el gigante que más tarde fue condenado a llevar sobre sus hombros la bóveda del cielo, Menoetio, quien también participó en la rebelión contra Zeus, y que por esa razón fue fulminado y sumergido en el Tártaro. El Titán cuya descendencia reviste mayor importancia es Cronos. A partir de él se desarrollan los destinos que llevan al poder a la generación divina de los OlÃmpicos. Los CÃclopes eran también hijos de Urano y Gea, tres genios de la tempestad: Arges (el fulgor del relámpago), Asteropes (las nubes de la tempestad) y Brontes (el estruendo del trueno), luego los Hecatonquiros (los Ciembrazos), tres gigantes: Coto, Briareo y Gies. Urano detestaba haber sido padre tan prolÃfico y por ello prohibÃa a sus hijos el ver la luz; les obligaba a permanecer encerrados en las profundidades de la Tierra. Ya que Urano imponÃa una continua fecundidad a su compañera, ésta planeó junto con sus hijos mayores, la venganza. Ninguno de ellos aceptó, excepto el más joven de ellos, Cronos, quien odiaba a su padre –no se sabe bien por qué-. Entonces Gea le confió una serpiente de acero muy dura y aguzada, y cuando una noche Urano se acercó a ella para fecundarla una vez más, Cronos que se encontraba expectante, le cortó con la serpiente los testÃculos a su padre y los lanzó al espacio. La sangre del dios herido cayó en forma de lluvia sobre la tierra y el mar, donde engendró aun otras divinidades. De esta sangre que cayó en la tierra salieron las Erinias –Eumenides-: Alecto, TisÃfone y Megera, las tres Furias, genios crueles que viven en las profundidades del Infierno, donde torturan a los criminales, los Gigantes y una nueva generación de Ninfas, las MelÃadas, o Ninfas de los fresnos. Titán Atlas De la sangre mezclada con semen, que cayó sobre el mar, nació la diosa Afrodita (Espuma). Amor y el hermoso Deseo, la cortejaron en cuanto nació.
LAS PRINCIPALES DIVINIDADES
Luego de cumplir su venganza, Cronos se quedó solo para reinar en el mundo que apenas se formaba. Alrededor de él se formaron nuevas generaciones. Noche engendró a la Suerte, Kere (el Destino) y Thánatos (el Fallecimiento); también engendró el Sueño y toda la raza de los Ensueños, asà como a Momo, el dios del sarcasmo, y al Dolor, y a Némesis, que es la venganza de los dioses, y castiga en los hombres todo acto. Por su propia fecundidad, Noche engendró a las Hespérides, que son las Ninfas del Ocaso. Hay tres: Aegle, Eritia y Hesperaretusa: Habitan en el Extremo Occidente, en las orillas del Océano, no lejos de las islas Afortunadas, donde residen las Almas Felices. Diversos demonios crueles también son hijos de la Noche, Apaté (Engaño), Filotes (Ternura), Geras (Vejez), Eris (Discordia), que a su vez engendró otras calamidades: Olvido, Hambre, Los Dolores, los Combates, los CrÃmenes, las Querellas, los Discursos embusteros, AnarquÃa, Desastre, y Juramento (Horco). De esta manera el mundo se preparaba para recibir a los Hombres disponiéndoles mil causas de sufrimientos.
LOS DEMONIOS DEL MAR
Pontos (la Ola) tuvo como primogénito a Nereo, a quien se llama el Viejo del Mar, porque es leal y benigno a la vez, sin olvidar jamás la equidad. También Pontos engendró con Gea, a Taumas, que más tarde fue el padre de la diosa Iris, encarnación del arco iris y mensajera de los inmortales; luego a Forcis. Por su parte Nereo se unió con Doris, una de las hijas de Océano, que le dio las Nereidas, cuyo número varÃa según las tradiciones: más frecuentemente, se cuentan cincuenta, pero a veces son el doble. Entre las Nereidas sólo algunas han recibido una leyenda en particular: Tetis, la madre de Aquiles, y Anfitrite, la esposa del OlÃmpico Poseidón, dios del mar, y la siciliana Galatea. Las Nereidas jóvenes y bellas, pasan su tiempo eterno, hilando y cantando en el palacio de oro de su padre. Taumas hijo de Pontos, ha engendrado a la ArpÃas, Aelo y Ocipete (la borrasca y la vueladeprisa) a las que a veces se añade una tercera hermana, Cileno (la Oscura). Estas ArpÃas son genios malhechores, cuando caen sobre el mar, con toda la velocidad de sus alas, nada les aguanta: Lo arrancan todo a su paso. Se las representa semejantes a pájaros de presa, con garras agudas, y se asegura que viven en las islas Estrofadas, en el centro del mar Jónico. Las tres viejas del mar son: Las Greas (Enio, Pefredon y Dino: Viven en el Extremo Oriente, en un paÃs cubierto de brumas, donde nunca sale el sol. Sólo tenÃan un ojo y un diente las tres, sirviéndose de ellos por turno). Las tres Greas eran hermanas de otros tres monstruos, las Gorgonas, llamadas Esteno, EurÃala y Medusa. Medusa era la única mortal entre las tres. Las gorgonas eran horribles, estaban armadas con grandes defensas semejantes a las de los jabalÃes: Sus ojos chispeaban y su mirada era capaz de convertir en piedra a quien tuviera la osadÃa de mirarlas fijamente. Su cabellera era hecha de serpientes, y alas de oro les permitÃan volar, vivÃan en los confines del mundo. Perseo da muerte a Medusa quien habÃa sido fecundada por Poseidón. De su cuerpo al morir, surgen dos seres: Pegaso, el caballo alado, y Crisaor, el héroe de la espada de oro, que a su vez, engendró al gigante Gerión el de los tres cuerpos, vÃctima de Heracles y también a Equidna (la VÃbora), un monstruo aterrador que se unió a Tifón y le dio hijos: El monstruo perro Ortros, compañero de Gerión, Cerbero, el perro que guardaba los Infiernos, la Hidra de Lerna, que habÃa de ser muerta por Heracles, y la Quimera, a la que más tarde combatirÃa Belerofonte.
PRIMERA GENERACIÃN
En unión con su hermano la Titánida Rea, Cronos tuvo tres hijas: Hestia, Deméter y Hera, y tres hijos: Hades, Poseidón y, finalmente, Zeus, el último. Una maldición pesada sobre Cronos, luego de destronar a su padre, habÃa rehusado dar satisfacción a Gea. Por no haber liberado a sus hermanos, condenados a no ver la luz. Gea le prometió que también él sufrirÃa la suerte que habÃa infligido a su padre, y que serÃa destronado por sus hijos. Para prevenirse contra esa amenaza. Cronos devoraba los hijos que le daba Rea. Los primeros cinco, se los comió. Pero cuando estuvo a punto de nacer el pequeño Zeus, Rea decidió salvar a ese niño. Con la complicidad de Gea, encontró un asilo en una caverna de Creta, donde dio a luz. Luego tomó una piedra y la envolvió en pañales, llevándosela a Cronos y diciéndole que era su hijo. Sin enterarse de la verdad, Cronos, tomó la piedra y se la comió. Zeus se habÃa salvado al mismo tiempo que Cronos estaba condenado. Zeus creció en el antro de Creta, confiado a la custodia de una nodriza, la ninfa Almatea, y de jóvenes guerreros armados de lanza y escudo, los Curetas. Los Curetas (los jóvenes) danzaban sin descando una danza guerrera en torno a la gruta donde reposaba el niño: hacÃan el mayor ruido posible, entrechocando las armas y lanzando gritos de guerra. Todo ello con el fin de cubrir el llanto de Zeus, impidiendo que Cronos lo descubriera y se apresurase a devorarlo. Protegido, Zeus creció y adquirió toda su fuerza divina. Llegó el momento en que habÃa de cumplirse la promesa de Gea. Zeus tenÃa entonces por compañera a una hija de Océano, Metis (Perfidia), que le dio una droga gracias a la cual Zeus pudo hacer vomitar a su padre los hijos que habÃa devorado anteriormente. Todos volvieron a ver la luz. Con estos aliados, Zeus atacó a Cronos y a los Titanes, que fueron en auxilio de éste. La lucha duró diez años. Finalmente un oráculo de Gea prometió a Zeus la victoria si tomaba a los seres monstruosos precipitados antaño en el Tártaro por Cronos. Obedeciendo, y realizando asà el voto de Gea, a la que Cronos habÃa engañado, Zeus liberó a los monstruos, que se convirtieron en sus guardianes. Aquellos monstruos dieron a los jóvenes dioses poderosas armas que figurarÃan entre sus atributos futuros. Asà es como los tres CÃclopes, forjaron para Zeus el trueno y el rayo, lo mismo que el relámpago: y Zeus será, eternamente, el dios del cielo tempestuoso. También dieron a Hades un casco que volvÃa invisible a quien lo llevara, por ello fue el dios del reino invisible, y reinaba sobre las almas de los difuntos. Poseidón recibió un tridente mágico, cuyo golpe es capaz de trastornar la tierra y el mar. Los OlÃmpicos se distribuyeron en el universo. Zeus obtuvo preeminencia, y reinó sobre el cielo, Hades se contentó con la parte del mundo situada debajo de la tierra, es decir, el mundo infernal. Poseidón fue el señor del mar.
SEGUNDA GENERACIÃN
Zeus tomó una esposa divina, HesÃodo le atribuye a Metis como primera compañera, Gea y Urano, depositarios de los secretos divinos, revelaron a Zeus un oráculo del Destino: De los hijos que nacieran de Metis y de él, el primero serÃa muy sabio y valiente, pero el segundo serÃa un hijo de ánimo violento llamado para destronar a su padre. Previniendo el peligro, Zeus se comió a Metis cuando ésta esperaba a su primer hijo. Zeus convocó al dios forjador, Hefestos, y le ordenó que le hendiera la cabeza de un hachazo. Y asà es como, de la cabeza de Zeus, surgió una muchacha enteramente armada: era la diosa Atenea, toda sabidurÃa y valentÃa. Temis, la Titánida, fue la segunda esposa de Zeus, era ella la encarnación de la ley o la Equidad. De esa unión nacieron las divinidades que llaman las Horas, y que son las estaciones, Eran tres, HesÃodo, las llama: EunomÃa, Diké e Irene, es decir, Disciplina, Justicia y Paz, pero los atenienses las conocÃan bajo los nombres de Thalo, Auxo y Carpo, que evocan los tres principales momentos de la vegetación: el nacimiento de la planta, su crecimiento y su fructificación. Zeus tuvo otras tres hijas con Temis, Moiras (las Parcas): Cloto, Laquesis y Ãtropos, que rigen el destino de todo ser humano. Aquel destino estaba simbolizado por un hilo, que la primera de las Parcas sacaba de su rueca, que la segunda enrollaba y que la tercera cortaba cuando llegaba al término de la vida que representaba. La tercera esposa de Zeus fue la Oceánida Eurinome, que le dio también tres hijas, Kharites (las gracias), Aglae, Eufrosine y TalÃa. Como las Horas, las Gracias son genios de la vegetación: Son ellas quienes transmiten la alegrÃa en la Naturaleza y en el corazón de los hombres. Viven en el Olimpo en compañÃa de las Musas, presiden toda labor femenina. Deméter que era su hermana, dio a Zeus una hija, Perséfone. Luego se unió a la Titánida Mnemosine, y tuvo de ella nueve hijas, las Musas, "que se complacen en las fiestas y en la alegrÃa del canto". Las Musas también patrocinan todas las actividades intelectuales, hasta las más altas, todo lo que libera al hombre de la materia y le da acceso a las verdades eternas. Elocuencia, persuasión, sabidurÃa, conocimiento del pasado y de las leyes del mundo, matemáticas, astronomÃa, poesÃa, música y la danza son su dominio. Las Musas eran: CalÃope, ClÃo, Polimnia, Euterpe, TerpsÃcore, Erato, Melpómene, TalÃa y Urania.
MUSAS Y SU ESPECIALIZACIÃN
CalÃope La poesÃa épica. ClÃo La historia. Polimnia La pantomima. Euterpe La flauta. TalÃa La comedia. Erato L a lÃrica coral. TepsÃcore La poesÃa ligera y la danza. Melpómene La tragedia. UranÃa La astronomÃa. Después de Mnemosine, Zeus se unió con Leto, la hija del Titán Ceo y de la Titánida Febe. De ella tuvo dos hijos, Artemisa y Febo. Maia, hija del Titan Atlas, concibió al dios Hermes por obra de Zeus. Hera fue la última de las esposas divinas de Zeus, que le dio un hijo. Ares, el dios de la Guerra, y dos hijas: Hebe, personificación de la juventud (esposa de Heracles), e Ilitia, el genio femenino que protege los partos. Zeus amó también mortales, sobre todo a Alemena, que le dio a Hércules, y Semele, de la que tuvo a Dionisio, el dios del Vino. Hera, furiosa de verse asà abandonada, hizo nacer por sà misma, sin la intervención de Zeus, a un hijo divino, Hefestos, que preside el trabajo de los herreros y de las artes del fuego. Se completa de esta manera, el grupo de las grandes divinidades. En la época clásica se considera que existen doce "OlÃmpicos": Zeus, Poseidón, Hefestos, Hermes, Ares, Febo, Hera, Atenea, Artemisa, Hestia, Afrodita y Deméter.
2006-11-18 18:30:43
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answer #6
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answered by LuisSCZ 2
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Primera generación de Gigantes
Estos Gigantes antiguos son hijos de Urano (el Cielo) y Gea (la Tierra). Para ser más precisos, nacieron con sus hermanos y hermanas, las Erinias y las MelÃades, cuando Crono castró a Urano, su padre, y la sangre de éste cayó sobre Gea. Según otra versión, fue Gea la que los habrÃa engendrado sola, con el fin de vengar la afrenta sufrida por sus hijos en la Titanomaquia. Por último, una tercera tradición afirma que su padre era Tártaro.
HesÃodo sitúa su nacimiento en Flegra o Palene. De apariencia repulsiva, poseen un centenar de brazos y sus piernas terminan en una cola de serpiente. TenÃan también la particularidad de ser inmortales a manos de los dioses.
Estos Gigantes intervienen poco en la mitologÃa. Aparecen esencialmente en el episodio de la Gigantomaquia (o ‘Guerra con los Gigantes’), en la que se enfrentaron a los dioses del monte Olimpo, intentando llegar a ellos apilando las dos cadenas montañosas de Tesalia, Pelión y Ossa, una sobre la otra. Sin embargo, fueron derrotados por los dioses olÃmpicos con la ayuda de Heracles.
Estos Gigantes eran:
Agrio (á¼Î³ÏÎ¹Î¿Ï Agrios, ‘salvaje’). Las Moiras le golpearon con mazas de bronce hasta matarlo. [Apd.1.6.1-2, Hes.The.183ff.]
Alcioneo (á¼Î»ÎºÏ
ονεÏÏ Alkyoneus, ‘burro poderoso’). Era inmortal mientras luchase en su tierra de origen. Fue muerto por Heracles quien lo arrastró fuera de Palene, su lugar de nacimiento, tras dispararle una flecha. [Apd.1.6.1-2; Hes.The.183 ff.; Nonn.48.22; Pin.Isth.6.33]
Alpo (ÎλÏοÏ). Muerto por Dioniso. [Nonn.25.238, 45.174]
Clitio (ÎλÏÏÎ¹Î¿Ï Klytios; tiene la raÃz klyt-, ‘oÃr’, ‘fama’, ‘gloria’). Fue muerto por Hécate con antorchas. [Apd.1.6.1-2; Hes.The.183ff.]
Ctonio (ΧθονιÏÏ Khthonios, ‘de la tierra’). Hera le convenció para luchar contra Dioniso, prometiéndole a cambio a Afrodita. [Nonn.48.10ff.]
Damasén (ÎαμαÏήν, ‘domador’). Criado por Eris, mató una vez a una serpiente que fue devuelta a la vida por otra serpiente, su compañera, con la ayuda de una hierba curativa. [Nonn.25.486].
Efialtes (á¼ÏιάλÏÎ·Ï Ephialtês, ‘el que salta sobre’). Se rebeló contra los dioses. Apolo le disparó en el ojo izquierdo y Heracles en el derecho. [Apd.1.6.1-2; Hes.The.183ff.]
Encélado (á¼Î³ÎºÎÎ»Î±Î´Î¿Ï Enkelados, ‘exhortación’). Moraba bajo el monte Etna, cuyos estruendos eran provocados por sus revolcones. Atenea le arrojó encima la isla de Sicilia. [Apd.1.6.1-2; Hes.The.183ff.; Nonn.48.22; Vir.Aen.3.578]
Ãurito (ÎÏ
ÏÏ
ÏÎ¿Ï Eurytos, ‘que fluye completo’). Fue muerto por Dioniso con su tirso. [Apd.1.6.1-2; Hes.The.183ff.]
Gración. Fue muerto por Artemisa. [Apd.1.6.1-2; Hes.The.183ff.]
Hipólito (á¼¹ÏÏÏλÏ
ÏÎ¿Ï Hippolytos, ‘que libera los caballos’). Lo mató Hermes, que llevaba el casco de Hades. [Apd.1.6.1-2; Hes.The.183ff.]
Mimas (ÎίμαÏ). Fue muerto por Hefesto con proyectiles de metal al rojo. Pero algunos dicen que fue muerto por Ares. [Apd.1.6.1-2; Arg.3.1226; Hes.The.183ff.]
Palas (Î Î±Î»Î»Î¬Ï Pallas, ‘blandiendo [armas]’). Lo mató Atenea, quien lo despellejó y usó su piel como escudo para su propio cuerpo. [Apd.1.6.1-2; Hes.The.183ff.]
Peloro (ΠελÏÏεÏ
Ï Pelôreus, ‘monstruoso’, ‘enorme’). Hera le convenció para luchar contra Dioniso. [Nonn.48.10ff, 48.39]
Polibotes (ΠολÏ
βÏÏÎ·Ï Polybôtes, ‘mucho alimento’). Fue muerto por Poseidón, que rompió un trozo de la isla de Cos y lo arrojó sobre él. [Apd.1.6.1-2; Hes.The.183ff.; Pau.1.2.4]
Porfirión (ΠοÏÏÏ
ÏίÏν Porphyriôn, ‘empujar’, ‘levantarse’, ‘brotar’). Se dice de él que rasgó las túnica de Hera con intención de violarla, y que ésta le habÃa prometido a Hebe por esposa si luchaba contra Dionisos. Zeus le hirió con un rayo y Heracles le remató con una flecha. [Apd.1.6.1-2; Hes.The.183ff.; Nonn.48.20]
Tifón (ΤÏ
ÏÏεÏ
Ï Typhoeus, de ÏῦÏÎ¿Ï tuphos, ‘humo’). Hijo del primer Tifón, igual a él en todo, que luchó contra Dioniso. [Nonn.48.10ff, 48.77]
Toante (ÎÏÏν Thoon, ‘rápido’). Fue golpeado hasta la muerte por las Moiras con mazas de bronce. [Apd.1.6.1-2; Hes.The.183ff.]
[editar] Otros Gigantes
Mientras que los Gigantes de la primera generación constituyen un conjunto coherente sobre el que las diversas fuentes se ponen de acuerdo, los que aparecieron posteriormente forman una nebulosa dispar, siendo considerados Gigantes según el autor. Su apariencia no es ya necesariamente monstruosa, y sólo tienen en común con los más antiguos su tamaño y fuerza enormes.
Estos gigantes eran:
Agrio (á¼Î³ÏÎ¹Î¿Ï Agrios, ‘salvaje’) y Orio (ÎÏÎµÎ¹Î¿Ï Oreios, ‘montañés’). Hijos de Polifonte y un oso, del que le hizo enamorarse Afrodita por desdeñarla en favor de Artemisa. Ambos eran gigantes poderosos que no honraban a los dioses y devoraban hombres. Fueron transformados en pájaros por Hermes. [Lib.Met.21]
Los Alóadas (á¼Î»Ïάδαι Alôadai o á¼Î»Ïεá¿Î´Î±Î¹ Alôedai), dos hermanos gemelos llamados Oto (á½ÏοÏ, ‘búho orejudo’) y Efialtes (á¼ÏιάλÏεÏ, ‘el que salta’), hijos de Poseidón e Ifimedea, que quisieron derribar el cielo con sus propias manos y derrocar a Zeus. CrecÃan cada año un codo de anchura y una braza en altura. Cuando tuvieron nueve años de edad decidieron luchar contra los dioses, por lo que apilaron el monte Ossa sobre el Olimpo y el Pelión sobre el Ossa, amenazando asà con subir hasta el cielo. También decÃan que llenando el mar con las montañas lo convertirÃan en tierra seca y harÃan mar la tierra. Los mató Apolo. [Apd.1.7.4; Hes.CWE.6; Hom.Od.11.305ff.; Hyg.Fab.28; Pau.9.22.6; Pin.Pyth.4.89; QS.1.516ff.; Stat.Theb.6.719; Vir.Aen.6.582ff.]
Según los milesios Anax (á¼Î½Î±Î¾), hijo de Urano y Gea, gobernó el paÃs, que entonces era llamado Anactoria en su honor. Su hijo Asterio (á¼ÏÏÎÏιοÏ), gigante como él, le sucedió en el trono, pero el cretense Mileto, hijo de Apolo, conquistó el paÃs y le cambió el nombre por el suyo. Asterio medÃa diez codos de alto y fue enterrado en la pequeña isla de Lade. [Pau.1.35.6, 7.2.5]
AntÃfates (á¼Î½ÏιÏάÏηÏ), hijo de Poseidón y Gea, era el rey de la tribu de los Lestrigones, unos gigantes antropófagos que encontró Odiseo en sus viajes. AnfÃfates destruyó la flota de Odiseo. [Apd.Ep.7.12]
Anteo (á¼Î½Ïαá¿Î¿Ï), hijo de Poseidón y Gea que vivÃa en Irasa, en los desiertos de Libia. Desafiaba y asesinaba a todo el que se adentraba sus dominios, pues habÃa hecho voto de construirle un templo a su padre con cráneos humanos. Siempre vencÃa en sus peleas, ya que en cuanto caÃa a tierra o la tocaba, su madre le daba fuerzas de nuevo. Retó a Heracles, quien lo derribó tres veces, pero en vano. Heracles advirtió lo que pasaba y, levantándole en vilo para impedirle recibir el aliento de su madre, lo asfixió.
Argos Panoptes (ÎÏÎ³Î¿Ï Î Î±Î½Î¿ÏÏηÏ, ‘brillante’ ‘todos los ojos’) tenÃa cien ojos. Era un guardián muy efectivo, pues sólo algunos de sus ojos dormÃan en cada momento, habiendo siempre varios otros aún despiertos. Era un fiel sirviente de Hera. Su gran servicio al panteón olÃmpico fue matar al monstruo ctónico con cola de serpiente Equidna cuando ésta dormÃa en su cueva.
Caco (ÎÎ±ÎºÎ¿Ï Kakos, ‘malo’ o ‘malvado’), hijo de Hefesto, era un gigante mitad hombre y mitad sátiro que vomitaba torbellinos de llamas y humo. VivÃa en una cueva del monte Aventino en cuya puerta siempre colgaban las cabezas de los humanos que devoraba. Robó algunos de los bueyes de Gerión a Heracles mientras dormÃa, por lo que éste le mató.
Crisaor (ΧÏÏ
ÏάÏÏ, ‘espada dorada’), engendrado por Medusa cuando fue violada por Poseidón en un templo de Atenea, por lo que ésta la transformó en una Gorgona. AsÃ, Crisaor no nació hasta que Perseo decapitó a su madre. Fue padre con CalÃrroe de Gerión.
Dámiso (ÎαμÏ
ÏοÏ), el más rápido de los gigantes que murió en la guerra contra los dioses. Quirón exhumó su cuerpo y extrajo el astrágalo de su pie, implantándolo en el talón de Aquiles. [Ptolemy Hephaestion, New History Bk6]
Eurimedonte (Îá½ÏÏ
μÎδÏν), antiguo rey de los gigantes. Fue padre de Peribea. [Hom.Od.7.56ff.]
Gerión (ÎηÏÏ
Ïν Gêruôn o ÎηÏÏ
ÏÎ½Î·Ï Gêruônês), monstruoso gigante alado hijo de Crisaor y CalÃrroe, formado por tres cuerpos humanos completos unidos por la cintura. Era invencible en la batalla y dueño de una gran sabidurÃa. VivÃa en la isla Eritia y tenÃa una espléndida cabaña de ganado guardado por un perro de dos cabezas, Ortro, y por un pastor, Euritión. Uno de los doce trabajos de Heracles fue robar dicho ganado, tras lo cual mató a Gerión cuando éste le buscaba para vengarse.
Hilo (á½Î»Î»Î¿Ï), gigante de Lidia (Anatolia) e hijo de Gea, del que se creÃa que derivaba el nombre del rÃo Hilo. Aparentemente los griegos le identificaban con Gerión. [Paus. i.35.7-8]
Hopladamo (á½ÏλάδαμοÏ), reclutado por Rea cuando estaba embarazada de Zeus, para protegerla de Crono. [Pau.8.36.2]
Orión (á½ÏίÏν), un hermoso gigante que podÃa caminar sobre el agua. Le mató Gea por amenazar con acabar con todas las bestias de la tierra con su destreza en la caza o Apolo por atreverse a amar a Artemisa.
Talos (ΤάλÏÏ), el gigante de bronce que patrullaba la isla de Creta para guardarla de los piratas. Le mató la bruja Medea cuando los argonautas intentaban desembarcar en la isla.
Ticio (ΤιÏÏ
ÏÏ), un gigante lujurioso que intentó violar a Leto. Fue derrotado por Apolo y Artemisa y encadenado en el Tártaro, donde dos buitres comÃan eternamente su hÃgado.
Turios, un gigante que luchó con Heracles. [Paus. 3.18.11]
2006-11-18 18:28:31
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answer #7
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answered by sinnick 6
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