La ordalía o Juicio de Dios era una institución jurídica que se practicó hasta finales de la Edad Media en Europa.
Su origen se remonta a costumbres paganas comunes entre los bárbaros y mediante ella se dictaminaba, atendiendo a supuestos mandatos divinos, la inocencia o culpabilidad de una persona o cosa (libros, obras de arte, etc.) acusada de pecar o de quebrantar las normas.
Consistía en pruebas que mayoritariamente estaban relacionadas con el fuego tales como sujetar hierros candentes o introducir las manos en una hoguera. En ocasiones también se obligaba a los acusados a permanecer largo tiempo bajo el agua. Si alguien sobrevivía o no resultaba demasiado dañado, se entendía que Dios lo consideraba inocente y no debía recibir castigo alguno.
De estos juicios se deriva la expresión poner la mano en el fuego para manifestar el respaldo incondicional a algo o a alguien.
Reseña histórica
En el pueblo hebreo, el acto por el cual se decidía la inocencia o culpabilidad de una persona por medio de pruebas. Se suponía la intervención de la Divinidad y, en el más antiguo de sus libros, las aguas amargas, se puede considerar como un juicio de Dios.
En Grecia, en Antígona el poeta griego Sófocles en el siglo V a.C. hace la mención de un guerrero que habiendo tomado las armas contra su patria, fue castigado negando a su cadáver la sepultura. Una mano desconocida le tributó los últimos honores. Esta infracción de la ley fue atribuida al guarda y depositario de los restos condenados. Este afirma que es inocente del delito que se imputa. Ofrece probar su inocencia, bien sea llevando en sus manos un hierro candente, bien sea marchando sobre un brasero encendido, bien jurando por Dios.
Con el paso del tiempo los tipos de pruebas eran de dos clases canóniga y vulgar.
La vulgar consistía en las maneras de justificarse inventadas por las supersticiones del pueblo.
La canónica en el juramento prescrito en los cánones y a la que se llamó Juicio de Dios.
El Juicio de Dios parece distinguirse del juramento según este texto del concilio celebrado en Maguncia el año 888:Aut judicii examine, aut sacramenti protestatione se expurget.
Los anglosajones o normandos diferenciaban este juicio del duelo judicial. Significa una prueba por el agua o hierro candente. En el capítulo LXII de las leyes de Guillermo el Bastardo dice:Si un francés acusa a un inglés de perjurio defiendase el inglés a su elección por el juicio de hierro o por el duelo.
Desde los siglos X al XII hubo quien tuvo que sufrir la prueba del fuego, poniendo la mano en un brasero, andando con los pies desnudos por carbones encendidos o atravesando con los pasos contados el espacio entre dos hogueras.
Otros sufrieron la prueba del hierro candente, para lo cual se enrojecían al fuego unas veces nueve o doce rejas de arado, otras un guantelete de armas, donde el acusado debía meter la mano y otras una barra de hierro.
La Ordalía o prueba judicial se realizaba en la iglesia donde los acusados debían sufrir la ordalía o prueba judicial.
A un lado estaba el agua hirviendo en una caldera puesta al fuego y al otro una gran cuba donde se echaba agua fría. Las iglesia donde se ejecutaba la prueba caldaria recibían del señor dominante del territorio este privilegio.
Los acusados pagaban al fisco de la iglesia el derecho exigido por la prueba y el agua fría estaba reservada por los villanos o pecheros.
Si la acusación era simple debían meter lamano en la agua hirviendo hasta la muñeca pero si compleja debían sumergir el brazo hasta el codo (véase Leyes de Adelstan) y se envolvía la mano, el juez colocaba un sello y al tercer día se examinaba el resultado de la prueba. Si había quemadura el acusado era culpable, pero no habiéndola inocente.
En los pueblos germánicos la prueba del agua se usó en Alemania sin los ritos religiosos en las acusaciones de sortilegio.
Otros tipos de juicio eran los siguientes:
El juicio de la Eucaristía estaba destinado a los eclesiásticos habiendo sido sustituido por el juramento por el concilio de Tribur pero más de una vez se usó con los seglares.
En las actas de un concilio celebrado en Worms se encuentra cuanto se pueda desear acerca de las fórmulas observadas por este procedimiento ya que a veces se cometían robos en las abadía. El canon XV dispuso que en tales casos se cantase una misa solemne por el abad o un religiosos designado por el.
Toda la comunidad debía acercarse a la sagrada mesa y al recibir cada monje la eucaristía confensar su inocencia y decir en voz alta lo siguiente:Corpus Domini sit mihi ad probationem hodie.
El Juicio del Espíritu Santo está sacado de la historia eclesiástica. Tenemos un ejemplo notable de esta prueba de como el Espíritu Santo que presidía el examen de la verdad que es el siguiente:
Hildebrando enviado por el papa como legado para deponer a varios prelados culpables de simonía hizo comparecer al obispo de Treveris, acusado por la voz pública y dijo lo siguiente:Ven y si posees legítimamente el Espíritu Santo di sin temor Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. El simoniaco alzó la voz y dijo Gloria...pero no acabó la fórmula y descendió de la silla episcopal.
El Juicio de la Cruz se realizaba del siguiente modo: Delante de un altar se colocaban dos personas en pie inmóviles con los pies juntos y los brazos abiertos en la actitud de un crucificado. Se leía delante de ellas la misa o los salmos o el evangelio de la Pasión. El que se movía perdía el pleito. Esta práctica fue abolida en Francia por Ludovico Pío.
El Juicio del corsned consistía en una prueba que se hacía con un pedazo de pan o queso. Estos alimentos se bendecían. Se consagraban con ciertas fórmulas se hacía sobre ellos la señal de la Cruz.
Si el acusado era culpable sus dientes no llegarían a masticarlo o sus entrañas serían devoradas por un fuego interior sufriendo todos los efectos de la oración sacramental: Fac eum qui reus erit, Domine, in visceribus angustiare, ejusque guttur conclude.
España
En España encontramos las siguientes ordalías :
La pena que es el juicio de Dios más antiguo que se usó en España fue la pena caldedariao Prueba del agua hirviendo. Eso se presume leyendo algunas leyes como el Fuero de León. En este fuero que habla en dos leyes diferentes de esta prueba que permitió aplicar a las personas acusadas de homicidio, robo, etc. Se dieron abusos. Para paliar esto Alfonso VI en 1072 mandó que solo se verificase la prueba en la catedral de León pero no hubo un observancia total de estas disposiciones. Esta pena se siguió aplicando y sancionando en los fueros locales.
La prueba del desafío era igualmente admitida. Se encuentra en los fueros de León. En la ley duodécima de esta carta se permite a los acusados purgarse por medio del juramento o combate. Se confirma también en Las Partidas.
También se admitía la del hierro ardiendo pero nunca se usó la prueba del pan y del queso.
Entre varios reglamentos famosos el fuero de León establecía que si el alcalde y los hombres buenos o derecheros tenían dudas acerca de si el acusado se había quemado o no, debía llamar como peritos a dos fieles herreros que prestaban juramento.
El alcalde debía dictar sentencia bajo su testimonio.
2006-11-18 09:44:58
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answer #1
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answered by Anonymous
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Era una prueba que le hacian los curas a los presuntos culpables de herejia, por ejemplo le metian la mano en agua hirviendo, si no chillaba era inocente. No se salvaba ninguno. Ca..ones.
2006-11-19 06:53:47
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answer #2
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answered by brujildo 3
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Bueno... puritim y JR ya respondieron a lo que es una Ordalia en forma más que amplia y elocuente. Así que sólo contesto apoyando su respuesta como información.
2006-11-18 17:55:24
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answer #3
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answered by Lo que el viento se llevo... 3
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Juicios de Dios en la Edad Media Europea
Se llaman «ordalías» o «juicios de Dios» a aquellas pruebas que, especialmente en la Edad Media occidental, se hacían a los acusados para probar su inocencia. El origen de las ordalías se pierde en la noche de los tiempos, y era corriente en los pueblos primitivos, pero fue en la Edad Media cuando tomó importancia en nuestra civilización.
En el lento camino de la sociedad hacia una justicia ideal la ordalía representa el balbuceo jurídico de hombres que se esfuerzan por regular sus conflictos mediante otro camino que no sea el recurso de la fuerza bruta, y en la historia del derecho es un importante paso hacia adelante.
Hasta entonces lo que imperaba era la ley del más fuerte, y si bien con la ordalía la prueba de la fuerza continúa, se coloca bajo el signo de potencias superiores a los hombres.
Varios eran los sistemas que se usaban en las ordalías. En Occidente se preferían las pruebas a base del combate y del duelo, en los que cada parte elegía un campeón que, con la fuerza, debía hacer triunfar su buen derecho. La ley germánica precisaba que esta forma de combate era consentida si la disputa se refería a campos, viñas o dinero, estaba prohibido insultarse y era necesario nombrar dos personas encargadas de decidir la causa con un duelo.
La ordalía por medio del veneno era poco conocida en Europa, probablemente por la falta de un buen tóxico adecuado a este tipo de justicia, pero se utilizaba a veces la curiosa prueba del pan y el queso, que ya se practicaba en el siglo II en algunos lugares del Imperio romano. El acusado, ante el altar, debía comer cierta cantidad de pan y de queso, y los jueces retenían que, si el acusado era culpable, Dios enviaría a uno de sus ángeles para apretarle el gaznate de modo que no pudiese tragar aquello que comía.
La prueba del hierro candente, en cambio, era muy practicada. El acusado debía coger con las manos un hierro al rojo por cierto tiempo. En algunas ordalías se prescribía que se debía llevar en la mano este hierro el tiempo necesario para cumplir siete pasos y luego se examinaban las manos para descubrir si en ellas había signos de quemaduras que acusaban al culpable.
El hierro candente era muchas veces sustituido por agua o aceite hirviendo, o incluso por plomo fundido. En el primer caso la ordalía consistía en coger con la mano un objeto pesado que se encontraba en el fondo de una olla de agua hirviendo; en el caso de que la mano quedara indemne, el acusado era considerado inocente.
En 1215, en Estrasburgo, numerosas personas sospechosas de herejía fueron condenadas a ser quemadas después de una ordalía con hierro candente de la que habían resultado culpables. Mientras iban siendo conducidas al lugar del suplicio, en compañía de un sacerdote que les exhortaba a convertirse, la mano de un condenado curó de improviso, y como los restos de la quemadura hubiesen desaparecido completamente en el momento en que el cortejo llegaba al lugar del suplicio, el hombre curado fue liberado inmediatamente porque, sin ninguna duda posible, Dios había hablado en su favor.
En algunos sitios se hacía pasar al acusado caminando con los pies descalzos sobre rejas de arado generalmente en número impar. Fue el suplicio impuesto a la madre del rey de Inglaterra Eduardo el Confesor, que superó la prueba.
La ordalia por el agua era muy practicada en Europa para absolver o condenar a los acusados. El procedimiento era muy simple: bastaba con atar al imputado de modo que no pudiese mover ni brazos ni piernas y después se le echaba al agua de un río, un estanque o el mar. Se consideraba que si flotaba era culpable, y si, por el contrario, se hundía, era inocente, porque se pensaba que el agua siempre estaba dispuesta a acoger en su seno a un inocente mientras rechazaba al culpable. Claro que existía el peligro de que el inocente se ahogase, pero esto no preocupaba a los jueces. Por ello, en el siglo IX Hincmaro de Reims, arzobispo de la ciudad, recomendó mitigar la prueba atando con una cuerda a cada uno de los que fuesen sometidos a esta ordalía para evitar, si se hundían, que «bebiesen durante demasiado tiempo».
Esta prueba se usó mucho en Europa con las personas acusadas de brujería.
En todas las civilizaciones, las ordalías que tuvieron un origen mágico estaban encargadas a los sacerdotes, como comunicadores escogidos entre el hombre y la divinidad, y cuando la Iglesia asumió junto a su poder espiritual parcelas del poder temporal, tuvo que pechar con la responsabilidad de una costumbre que era difícil de hacer desaparecer rápidamente, y no pudiendo prohibiría bruscamente se esforzó en modificar progresivamente su uso para hacerle perder el aspecto mágico que la Iglesia consideraba demasiado vecino a la brujería.
La ordalía fue, pues, practicada como una apelación a la divina providencia para que ésta pesase sobre los combates o las pruebas en general, y los obispos se esforzaron en humanizar todo lo que en ella había de cruel y arbitrario.
Durante la segunda mitad del siglo XII el papa Alejandro III prohibió los juicios del agua hirviendo, del hierro candente e incluso los «duelos de Dios», y el cuarto concilio Luterano, bajo el pontificado de Inocencio III, prohibió toda forma de ordalía a excepción de los combates: "Nadie puede bendecir, consagrar una prueba con agua hirviente o fría o con el hierro candente.» Pero, no obstante estas prohibiciones, la ordalía continuó practicándose durante la Edad Media, por lo que doce años después, durante un concilio en Tréveris, tuvo que renovarse la prohibición.
Los defensores de la ordalía basaban su actividad en ciertos versículos del Ahtiguo Testamento, en los que algunos sospechosos de culpabilidad eran sometidos a una prueba consistente en beber una pócima preparada por los sacerdotes y de cuyo resultado se dictaminaba si el acusado era culpable o no.
Las ordalías a base de ingerir sustancias venenosas eran poco usadas en Europa debido a la dificultad de encontrar pócimas adecuadas debido a la escasez de sustancias venenosas, pero en pueblos de Asia o Africa, especialmente en este último continente, se usaron con profusión hasta nuestros días. Muchas veces las autoridades coloniales tuvieron que intervenir prohibiendo este tipo de actuaciones, pero sin gran resultado. Ignoro si hoy, con la independencia de las antiguas colonias y la subsiguiente de los tribunales coloniales, continúan practicándose ordalías con el veneno, tan frecuentes en otro tiempo.
2006-11-18 17:45:11
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answer #4
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answered by puritm 2
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Silem Jamai Mtz.:
Ordalia, era una prueba a la que, en la Edad Media, eran sometidos los acusados y servían para averiguar su inocencia o culpa.
Eran las pruebas del duelo, el fuego, del hierro candente y del sorteo. También les llamaban, Juicios de Dios.
2006-11-18 19:39:11
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answer #5
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answered by naranjos2006 6
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Manera medieval de llevar a cabo el Juício de Dios. Su orígen es pagano.
2006-11-18 18:07:15
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answer #6
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answered by Chapala S 6
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La ordalía o Juicio de Dios era una institución jurídica que se practicó hasta finales de la Edad Media en Europa.
Su origen se remonta a costumbres paganas comunes entre los bárbaros y mediante ella se dictaminaba, atendiendo a supuestos mandatos divinos, la inocencia o culpabilidad de una persona o cosa (libros, obras de arte, etc.) acusada de pecar o de quebrantar las normas.
Consistía en pruebas que mayoritariamente estaban relacionadas con el fuego tales como sujetar hierros candentes o introducir las manos en una hoguera. En ocasiones también se obligaba a los acusados a permanecer largo tiempo bajo el agua. Si alguien sobrevivía o no resultaba demasiado dañado, se entendía que Dios lo consideraba inocente y no debía recibir castigo alguno.
De estos juicios se deriva la expresión poner la mano en el fuego para manifestar el respaldo incondicional a algo o a alguien
un saludo
2006-11-18 17:59:58
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answer #7
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answered by Anonymous
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JR me gano, el respondio muy bien
2006-11-18 17:53:32
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answer #8
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answered by Fernando R 2
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era juicio de dios o prueba judicial que se realizaba en la iglesia tiempo a tras
2006-11-18 17:53:27
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answer #9
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answered by nika 1
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La ordalía o Juicio de Dios era una institución jurídica que se practicó hasta finales de la Edad Media en Europa.
2006-11-18 17:48:17
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answer #10
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answered by Sabrina v 3
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algun capu.salu2
2006-11-18 17:46:44
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answer #11
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answered by Anonymous
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