En los últimos tiempos está siendo especialmente estudiada la transmisión del parásito en los casos de transplante de órganos con posterior tratamiento inmunosupresivo.
El mismo Carlos Chagas constató la presencia de T. cruzi en reservorios animales al aislar un parásito del armadillo (Dasypus novencinctus); resaltaba así la existencia del ciclo selvático de la Tripanosomiasis. En la Argentina se han señalado numerosos hospederos silvestres y varios domésticos. En 1935, Salvador Mazza y sus colaboradores dieron a conocer la infección natural del pequeño armadillo (Zaedycus pichyi caurinus) en la provincia de Mendoza. Desde esa fecha a la actualidad diversos trabajos han mostrado infección natural en murciélagos, ratones, comadrejas y monos silvestres. La transmisión de la enfermedad del animal al hombre se produce a través del insecto vector o por la ingestión de carne cruda. Pero este último caso es de escasa probabilidad debido al bajo número de parásitos presentes en los tejidos y a la falta de este hábito en las poblaciones rurales. También mamíferos domésticos tales como gatos y perros fueron encontrados infectados conviviendo con el hombre. Las aves son refractarias a la infección por T. cruzi y por eso se alimentan sobre ellas las vinchucas que son útiles para el diagnóstico humano.
La detección de la infección por T. cruzi en la primera etapa de la enfermedad puede realizarse por la búsqueda directa del parásito en la sangre. Pero ya en las infecciones crónicas, cuando la densidad de parásitos en el medio sanguíneo es muy baja, se recurre a la confirmación indirecta mediante el examen de anticuerpos por técnicas inmunodiagnósticas -serológicas- en el suero de las personas afectadas.
M. B . Rosenbaum y J. A. Cerisola descubrieron una correlación directa entre la reactividad serológica para Chagas y las alteraciones electrocardiográficas.
En la Argentina, el relevamiento de mayor envergadura de los casos de infección es el que se efectúa anualmente mediante el estudio de los ciudadanos de 18 años convocados para la revisión médica antes de efectuar el Servicio Militar Obligatorio. Desde 1981, 230.000 individuos promedio son examinados mediante técnicas inmunodiagnósticas específicas para Chagas. En ese año se verificó una prevalencia del 5,2% de infectados, con variaciones límites entre 30% (Provincia del Chaco) y 2,3% (Capital Federal). Dichos datos fueron corroborados en años posteriores, aunque con una tendencia a la disminución, ya que en 1985 el porcentaje general fue del 4,45%, considerablemente menor al registrado a principios de la década del 60 que fue del 10%. La reducción es atribuible a la acción de los Programas de Control que trabajan desde 1962 desinsectizando las viviendas y controlando los bancos de sangre.
En la mayoría de las provincias históricamente endémicas son cada vez menos frecuentes los casos de nuevas infecciones. En Santiago del Estero, en los primeros tres meses de 1988, se atendieron en el Centro de Patología Regional del Hospital Independencia 36 casos agudos en niños y, en San Juan, en el Hospital Rawson, fueron detectados ocho casos en niños provenientes de una localidad alejada de la ciudad. Para conseguir la interrupción de la transmisión, la vigilancia de la reinfestación por vinchucas en los domicilios debe ser muy activa.
La aparición de la enfermedad de Chagas está asociada a los grupos de edad. En Santiago del Estero, el 90% de los nuevos casos son detectados en los niños menores de 10 años, de los cuales un tercio son menores de un año. La manifestación clínica más frecuente en la etapa aguda es el agrandamiento del hígado y del bazo (hepatoesplenomegalia) y, menos frecuentes, la miocarditis y la meningoencefalitis. El signo específico y más conocido de la enfermedad de Chagas agudo se presenta en menos del 5% de los casos: es el ya mencionado complejo oftalmoganglionar o signo de Romaña. La mayoría de los casos agudos presentan signos inespecíficos, pero conocidos por el médico rural.
La enfermedad aguda es mortal en el 1 % de los pacientes que presentan manifestaciones clínicas, según lo determinaron H.Lugones y sus colaboradores en Santiago del Estero, los estudios de seguimiento de pacientes chagásicos crónicos, realizados por E. Manzullo y sus colaboradores en el Hospital Muñiz desde 1969 a 1980, han demostrado que la mortalidad es similar en ambos sexos y más frecuente en el grupo etario de 40 a 50 años, con una tasa de 6,7 por mil. Por datos de la OMS se estima que la muerte de los pacientes ocurre dentro de los seis años en que se ha diagnosticado la cardiopatía chagásica severa; en cambio, el pronóstico de las patologías cardíacas moderadas es incierto.
Las acciones contra la vinchuca en la Argentina comenzaron a finales de la década del 50 y se basaron en tratamientos con insecticidas de las viviendas infestadas, su mejoramiento y la educación sanitaria de la población. En los inicios de las campañas era usual encontrar todas las casas rurales con insectos y hasta uno de cada dos insectos infectados por T. cruzi. Gracias al control, la dinámica natural de infestación domiciliaria ha sido modificada y se ha observado también una reducción en los niveles de infección de los insectos. Estos resultados permitieron que, en los últimos cinco años, la mayoría de las áreas de las distintas provincial afectadas hayan pasado a una fase de vigilancia epidemiológica, que consiste en una continua observación de la existencia de vinchucas en la vivienda humana (véase "El insecticida no es suficiente").
En la actualidad, medicamentos antichagásicos específicos y no tóxicos, drogas para esterilizar la sangre a transfundir, técnicas de pronóstico de la miocarditis, otras estrategias de control tales como vacunas seguras y efectivas y una mayor participación de la comunidad, son los temas que preocupan a varios grupos de investigadores del mundo, que trabajan principalmente en nuestro continente. A las investigaciones debe sumarse el mejoramiento efectivo de la calidad de vida de los habitantes. Así se podrá contar con una estrategia global para el control de la transmisión de Chagas, que ocurre en los grupos sociales de menores recursos económicos y culturales.
LECTURAS SUGERIDAS
PAULONE L., CHUIT R., PEREZ A., WISNIVESKY-COLLI, SEGURA E., "Field Research on an epidemiological surveillance alternative of Chagas' disease transmission: The Primary Health Care (PHC) strategy in rural areas", Revista Argentina de Microbiología 20 (Suplemento) 103-105, 1988.
ROSEMBAUM M. y CERISOLA J.A., "Epidemiología de la Enfermedad de Chagas en la República Argentina", O' Hospital 75?124, 1961.
SEGURA E., PEREZ A., YANOVSKY J.F., ANDRADE J., MARTINI G.J.W., "Disminución de la infección por Trypanosoma cruzi (Enfermedad de Chagas) en hombres jóvenes de Argentina", Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana, 100 (5): 493-510, 1986.
DE SOUZA W. y SOUTO-PADRON T., "Trypanosoma cruzi: retrato de un invasor", Ciência Hoje, 4, 1983.
LENT H. , "Eles transmitem a doença de Chagas", Ciência Hoje, 2, 1982.
2006-11-17 23:02:21
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answer #3
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answered by Anonymous
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Ciclo de transmisión del mal de Chagas
Frecuentemente, los triatominos latinoamericanos se alimentan cerca de los ojos o labios del hospedero lo cual aumenta el riesgo de transmisión de T. cruzi. Opuesto a la mayoría de las enfermedades tranmsmitidas por artrópodos, este parásito no es transmitido directamente por la picada del insecto infectado. Muchos triatominos defecan al alimentarse y si el insecto está infectado, el parásito, puede pasar de las heces fecales del insecto a la cuenca sanguínea del hospedero; por ejemplo, cuando el hospedero rasca la herida causada por la picada.
El parásito primero se reproduce en la cuenca sanguínea del hospedero lo cual da comienzo a la fase aguda de la enfermedad. Toma de una a dos semanas luego de introducción del parásito para que esta fase se manifieste. Durante la fase aguda, el parásito se puede encontrar en la sangre facilmente y puede ser transmitido a otros insectos triatominos que se alimenten en hospederos infectados. Luego de alimentarse en un hospedero infectado, el parásito se multiplica en el intestino medio del insecto de donde puede ser expulsado en las heces fecales.
Después de 2-6 semanas, la fase aguda termina y la fase crónica comienza. Durante la fase crónica, los parásitos se multiplican en tejidos de músculo liso y es raro encontrarlos circulando en la sangre.
Función de otros animales como almacenes del parásito
Los armadillos, tejones, coyotes, rabipelados (zarigüeyas), mapaches, mofetas, ratas y otras especies de roedores pueden funcionar como depósitos/almacenes del parásito. Las zarigüeyas son de especial importancia an Suramérica debido a que el parásito puede completar su ciclo de vida en las glándulas anales de este marsupial.
Otros animales como el ganado, ovejas, perros, y gatos también pueden funcionar como almacenes del parásito. Los animales pueden infectarse al ingerir redúvidos infectados con T. cruzi. Perros y gatos pueden tener gran importancia en los ciclos de transmisión en Suramérica.
Los perros pueden contraer Chagas en situaciones urbanas o rurales. La infección cardiaca crónica es usualmente mortal, pero infecciones agudas pueden ser tratadas con medicinas dispensadas por veterinarios. Entre los síntomas clínicos de infección en los perros se incluye la dificultad en respirar.
¿Existe Riesgo para Ciudadanos de Florida de Contraer el Mal de Chagas?
Chagas es una de las pocas enfermedades acarreadas por mosquitos que está sucumbiendo a los esfuerzos para su control en las Américas. Mejoras en las viviendas, y la aplicación de insecticidas residuales para controlar a los triatominos han sido importantes en la reducción del número de personas infectadas con la enfermedad.
En la parte sureste de los Estados Unidos se han encontrado insectos y hospederos infectados desde Texas hasta Florida, y al norte, hasta Maryland y Oklahoma. Sin embargo, hay poco chance de transmisión a los humanos.
La alta ocurrencia de la enfermedad en América Latina se debe a que muchas viviendas ofrecen habitáculos apropiados para los triatominos. Pisos de tierra, techos de guano, y paredes de ladrillos y mortero (argamasa) proveen un buen habitáculo para estos insectos. Estas condiciones no son frecuentes en los Estados Unidos y por lo tanto el contacto entre vector y hospedero es drasticamente reducido.
Existen muchas especies de vectores triatominos en la parte sureste de los Estados Unidos, pero solo Triatoma sanguisuga y Triatoma gerstaeckeri son de importancia debido a su gran abundancia. Solo T. sanguisuga existe en Florida. Los hábitos al alimentarse de estas especies difieren de los de sus relativos en América Latina. Ambas especies son cautelosas, y no defecan al alimentarse, lo cual reduce la oportunidad de contacto fecal con la herida causada por la picada
¿Cómo son las vinchucas?
Como en todos los insectos, el cuerpo de las vinchucas está compuesto por tres regiones: Cabeza, tórax y abdomen. Exteriormente podemos observar que la cabeza posee los órganos sensoriales y el aparato chupador, en el tórax están insertados los órganos locomotores y en el abdomen el aparato reproductor y las aberturas respiratorias.
La cabeza es alargada, fusiforme en la mayoría de las especies. Posee un par de ojos compuestos, los que son globosos y salientes, y un par de ojos menores, los ocelos, y un par de antenas, órganos receptores de sensaciones que no han sido bien determinadas aún. Como continuación del extremo anterior de la cabeza -pero normalmente plegado sobre la parte inferior- observamos una especie de pico recto, denominado rostro, el que es tan largo como la longitud total de la cabeza.
El tórax muestra en su aspecto dorsal el pronoto y el escudete. Hacia los ángulos posteriores del pronoto se insertan dos pares de alas, de los que sólo son visibles el par anterior, ya que el posterior está cubierto por aquél. Las alas del par anterior se denominan hemiélitros, debido a que la parte basal (corio) es coriácea, y la apical (membrana) membranosa. En la cara ventral del tórax se insertan las patas; son delgadas y relativamente largas.
Gran parte del dorso del abdomen está cubierto por las alas. Queda descubierto el conexivo, reborde que rodea el abdomen y se destaca por mostrar manchas transversales claras. En el extremo posterior del abdomen están los órganos externos del aparato reproductor, visto dorsalmente, el ovopositor de la hembra prolonga el cuerpo en forma de cono; en el macho el aparato copulador está ubicado en la cara ventral, encerrado en una cápsula y no se lo ve cuando se observa la faz dorsal. La diferencia en la forma terminal del abdomen permite distinguir a simple vista la hembra del macho; en éste, es redondeado.
Algunos insectos predadores, parientes de las vinchucas (hemípteros de la familia Reduviidae) son muy parecidos a ellas. La diferencia más fácilmente apreciable se observa en el "pico", que en las vinchucas es recto y en aquellos, es curvo. Hay también chinches fitófagas que viven en los árboles, a las que con frecuencia se confunden con vinchucas; se diferencian también en el rostro, en las vinchucas es corto y consta de tres segmentos (el pico chupador) siendo apreciablemente más largo y de cuatro segmentos en aquellas chinches.
Desarrollo de las vinchucas
Como es general en los insectos, las vinchucas se reproducen por huevos. Miden entre dos y tres milímetros; tienen aspecto semejante en las distintas especies; son ovoides y poseen opérculo, que se destapa para dar salida a la pequeña ninfa. La ovoposición es parcelada y se prolonga por unos cuatro meses. No hay cuidado maternal, aunque la madre procura ponerlos en lugares protegidos. El huevo, blanco cuando recién puesto, se cambia a rosado al adelantar el desarrollo del embrión, cuya evolución se completa entre 20 y 50 días, conforme sea la temperatura.
Desde que sale del huevo hasta que alcanza la condición de imago o adulto, esta cría cambia cinco veces de piel, pasando así por cinco estadíos ninfales en los que carece de alas; las ninfas de los distintos estadíos son muy parecidas entre sí. La ninfa de 5º estadío muestra bien evidentes las vainas en las que desarrolla las alas, las que se despliegan en la forma adulta, con la última muda.
El ciclo evolutivo de la vinchuca varía de tres meses a más de un año, dependiendo la duración de los períodos, de la especie de la que se trate, de la temperatura y de las posibilidades de alimentación; si durante este período ingiere sangre de un mamífero infectado con Trypanosomas, ya está en condiciones de transferir la enfermedad, lo que en muchos casos desorienta es su aspecto, sin alas, que lleva a pensar de que no se trata de una vinchuca.
Hay más de un centenar de especies de vinchucas; de ellas, 21 habitan en nuestro país (Fuente: Dr. Diego J. Carpintero), pero no todas tienen la misma importancia epidemiológica en la transmisión al hombre del Trypanosoma cruzi ; un grupo de especies tiene hábitos silvestres y además es vector del tripanosoma entre los mamíferos silvestres. Otros grupos suelen invadir la zona peridoméstica, estableciéndose en gallineros, corrales, conejeras, etc.; se alimentan sobre los animales domésticos, participando en la transmisión del germen de la enfermedad al perro, gato y otros mamíferos que se crían en la casa.
En nuestro país la especie de vinchuca que más coloniza las viviendas del hombre y se alimenta de su sangre es la: Triatoma infestans, llamada "Vinchuca Doméstica", "Vinchuca Negra" o "Chinche Gaucha". El adulto mide entre dos y tres centímetros; el macho es algo menor que la hembra. Una manera bastante segura de diferenciar la Vinchuca Doméstica de otras especies, es observar las bases de las patas (coxa, trocanter y extremo basal del fémur) , que presentan, un color amarillo que se destaca del negro de la coloración general del insecto.
¿Cómo se disemina la vinchuca?
En su forma adulta se propaga por el vuelo, en el que si bien alcanza poca distancia, logra arribar a las casas vecinas y así las infesta. El viento suele facilitarles el desplazamiento a mayor recorrido. Otra forma de difusión de este insecto, sin límites de distancia, lo realiza el hombre con el traslado de muebles y enseres domésticos. Exámenes realizados en algunas áreas evidenciaron que un quince por ciento del total de bultos que la gente desplaza desde zonas infestadas por el insecto, llevaban huevos, ninfas o adultos de vinchucas. Esto explica cómo suelen aparecer infestadas casas recién construidas, alejadas de cualquier otra vivienda humana en el campo.
Esto, y el vérselas llegar a veces de noche, hace que la gente crea que la Vinchuca Doméstica vive solamente en el monte, se la ha encontrado en nidos de pájaros y cotorras, cuevas de mamíferos (mulitas, vizcachas, etc.), huecos y cortezas de árboles y cualquier otro posible refugio en el que pudieran alojarse vinchucas, hasta conviviendo con una Yarará (Bothrops alternata) -Un crotálido sin cascabel, como los otros miembros de su género-, junto con tras especies silvestres.
Las inmediaciones de los refugios de la Vinchuca se reconocen por las deyecciones secas que manchan las paredes como gotas de "tinta china". En las temporadas cálidas o templadas y aún en las noches templadas del invierno, cuando los habitantes se retiran a descansar y apagan la luz, las vinchucas comienzan a salir de sus refugios; si están en los techos o en la parte alta de las paredes, se arrojan, siendo característico el ruido que hacen al caer.
En algunas regiones en donde las vinchucas abundan, los moradores de los ranchos se ven obligados a dormir con luz para evitar la agresión de estos chupadores que pocas veces se atreven a salir si no es en la oscuridad. Muchos moradores se cubren con diarios, para sentir el ruido de la Vinchuca que cae desde el techo. Para llegar al hombre dormido la Vinchuca suele demostrar bastante astucia; por eso, cuando se procure proteger de su ataque con mosquiteros, conviene meter los extremos de la colgadura debajo del colchón, pues el insecto encontrará cualquier lugar descuidado para penetrar.
Debe también colocárselo de manera tal que, al dormir, los brazos y las piernas no se pongan en contacto con el tul, a través del cual suelen picar las vinchucas. Cuando ha logrado acercarse a la persona, perro, gato gallina u otro animal doméstico aprovechando su reposo, la vinchuca endereza su pico, que normalmente lleva plegado sobre la parte inferior de la cabeza, apoya su extremo en la piel y por medio de unos "pelos sensibles" detecta la temperatura de su víctima, introduce dos de sus cuatro largos estiletes, inyecta su saliva irritante y anticoagulante, introduce sus restantes estiletes y comienza a chupar sangre hasta 2 cm3 los adultos, operación que puede durar más 15 minutos en algunos casos.
La picadura no le produce a la víctima la menor molestia en ese momento, y es así cómo la vinchuca puede hartarse de sangre y retirarse sin ser advertida. Después de la picadura, la región afectada suele presentar una ligera hinchazón rojiza que produce escozor; a veces se hace algo dolorosa, pero luego pasa sin más consecuencias. Una vez repleta, atiborrada de sangre hasta presentar el aspecto de una uva, no puede volar, regresa a su refugio caminando por el piso y sube luego por la pared, tarea en la que, por frecuentes descansos, emplea largos minutos y aún horas.
Si pensamos en los centenares y hasta millares de vinchucas que suelen estar alojadas en los ranchos muy infestados, (en un rancho del Noroeste de la Provincia de Córdoba se encontraron 5.000 vinchucas, es común encontrar 1.000 vinchucas), en la temporada de mayor actividad las vinchucas suelen realizar dos ingestas por semana. La resistencia de estos insectos al ayuno es notable: La ninfa de primer estadío vive hasta tres meses sin haber probado alimento; la máxima resistencia se observa en la ninfa de 5º estadío, que puede soportar hasta 200 días de ayuno.
Transmisión de la enfermedad de Chagas-Mazza
La transmisión del tripanosoma que produce la enfermedad no se produce por picadura directa de la vinchuca. Cuando uno de esos insectos chupa sangre a una persona o animal infectado, ingiere los tripanosomas. En el aparato digestivo del hemíptero los parásitos se multiplican; cuando la Vinchuca se alimenta posteriormente, luego de atiborrarse, deyecta; los tripanosomas salen en gran número en las deyecciones y caen sobre la piel del individuo; si éste se rasca, provocado por el picor posterior a la succión de la vinchuca, se produce con las uñas escoriaciones en la piel por las que pueden penetrar los tripanosomas, produciéndose la infección.
Muchas veces la transmisión se produce al picar el insecto en el rostro; las deyecciones se ponen en contacto con el ojo, penetrando los parásitos a través de la conjuntiva. Se produce en este caso, gran hinchazón de los párpados, los que llegan a cerrar por completo el ojo. A este síntoma de puerta de entrada ocular se denomina "Signo de Romaña".
Ya conocemos sus costumbres; vemos que se desarrolla en la vivienda y en el peridomicilio (su entorno), sabemos que se aloja, anida y multiplica en los refugios que le brinda el rancho y las casas mal construidas, y los muebles y enseres que no se limpian, es un problema creado por la mala vivienda. Si allí está el mal y allí se origina, allí debemos buscar la solución. Lo primero que debemos hacer es eliminar los refugios en los que pueda alojarse. Con los mismos materiales que usa el hombre de campo para construir un rancho común, puede preparar un buen rancho.
Si se revocan las paredes y la parte interior del techo, el rancho será una buena vivienda antivinchuca. Una buena mano de barro bien trabajado para el revoque, una lechada del mismo material después, y una o dos manos de cal al final, cumplen este propósito. Un rancho con paredes y techos bien revocados y blanqueados elimina los principales refugios de las vinchucas. Una limpieza a fondo cada semana mantendrá la morada libre de los insectos que hayan entrado desde la vecindad. En el exterior no dejar que se amontonen escombros o pilas de ladrillos, pues allí se alojarán las vinchucas. Controlar los gallineros y corrales periódicamente.
La Vinchuca es una prueba de descuido en la higiene del hogar. Las vinchucas que tenemos en nuestra casa son producto de nuestra desidia: "Son vinchucas nuestras", y a las que mantenemos con nuestra sangre y la de nuestros hijos, a costa de nuestra salud. @
¿Cómo son las vinchucas?
Como en todos los insectos, el cuerpo de las vinchucas está compuesto por tres regiones: Cabeza, tórax y abdomen. Exteriormente podemos observar que la cabeza posee los órganos sensoriales y el aparato chupador, en el tórax están insertados los órganos locomotores y en el abdomen el aparato reproductor y las aberturas respiratorias.
La cabeza es alargada, fusiforme en la mayoría de las especies. Posee un par de ojos compuestos, los que son globosos y salientes, y un par de ojos menores, los ocelos, y un par de antenas, órganos receptores de sensaciones que no han sido bien determinadas aún. Como continuación del extremo anterior de la cabeza -pero normalmente plegado sobre la parte inferior- observamos una especie de pico recto, denominado rostro, el que es tan largo como la longitud total de la cabeza.
El tórax muestra en su aspecto dorsal el pronoto y el escudete. Hacia los ángulos posteriores del pronoto se insertan dos pares de alas, de los que sólo son visibles el par anterior, ya que el posterior está cubierto por aquél. Las alas del par anterior se denominan hemiélitros, debido a que la parte basal (corio) es coriácea, y la apical (membrana) membranosa. En la cara ventral del tórax se insertan las patas; son delgadas y relativamente largas.
Gran parte del dorso del abdomen está cubierto por las alas. Queda descubierto el conexivo, reborde que rodea el abdomen y se destaca por mostrar manchas transversales claras. En el extremo posterior del abdomen están los órganos externos del aparato reproductor, visto dorsalmente, el ovopositor de la hembra prolonga el cuerpo en forma de cono; en el macho el aparato copulador está ubicado en la cara ventral, encerrado en una cápsula y no se lo ve cuando se observa la faz dorsal. La diferencia en la forma terminal del abdomen permite distinguir a simple vista la hembra del macho; en éste, es redondeado.
Algunos insectos predadores, parientes de las vinchucas (hemípteros de la familia Reduviidae) son muy parecidos a ellas. La diferencia más fácilmente apreciable se observa en el "pico", que en las vinchucas es recto y en aquellos, es curvo. Hay también chinches fitófagas que viven en los árboles, a las que con frecuencia se confunden con vinchucas; se diferencian también en el rostro, en las vinchucas es corto y consta de tres segmentos (el pico chupador) siendo apreciablemente más largo y de cuatro segmentos en aquellas chinches.
Desarrollo de las vinchucas
Como es general en los insectos, las vinchucas se reproducen por huevos. Miden entre dos y tres milímetros; tienen aspecto semejante en las distintas especies; son ovoides y poseen opérculo, que se destapa para dar salida a la pequeña ninfa. La ovoposición es parcelada y se prolonga por unos cuatro meses. No hay cuidado maternal, aunque la madre procura ponerlos en lugares protegidos. El huevo, blanco cuando recién puesto, se cambia a rosado al adelantar el desarrollo del embrión, cuya evolución se completa entre 20 y 50 días, conforme sea la temperatura.
Desde que sale del huevo hasta que alcanza la condición de imago o adulto, esta cría cambia cinco veces de piel, pasando así por cinco estadíos ninfales en los que carece de alas; las ninfas de los distintos estadíos son muy parecidas entre sí. La ninfa de 5º estadío muestra bien evidentes las vainas en las que desarrolla las alas, las que se despliegan en la forma adulta, con la última muda.
El ciclo evolutivo de la vinchuca varía de tres meses a más de un año, dependiendo la duración de los períodos, de la especie de la que se trate, de la temperatura y de las posibilidades de alimentación; si durante este período ingiere sangre de un mamífero infectado con Trypanosomas, ya está en condiciones de transferir la enfermedad, lo que en muchos casos desorienta es su aspecto, sin alas, que lleva a pensar de que no se trata de una vinchuca.
Hay más de un centenar de especies de vinchucas; de ellas, 21 habitan en nuestro país (Fuente: Dr. Diego J. Carpintero), pero no todas tienen la misma importancia epidemiológica en la transmisión al hombre del Trypanosoma cruzi ; un grupo de especies tiene hábitos silvestres y además es vector del tripanosoma entre los mamíferos silvestres. Otros grupos suelen invadir la zona peridoméstica, estableciéndose en gallineros, corrales, conejeras, etc.; se alimentan sobre los animales domésticos, participando en la transmisión del germen de la enfermedad al perro, gato y otros mamíferos que se crían en la casa.
En nuestro país la especie de vinchuca que más coloniza las viviendas del hombre y se alimenta de su sangre es la: Triatoma infestans, llamada "Vinchuca Doméstica", "Vinchuca Negra" o "Chinche Gaucha". El adulto mide entre dos y tres centímetros; el macho es algo menor que la hembra. Una manera bastante segura de diferenciar la Vinchuca Doméstica de otras especies, es observar las bases de las patas (coxa, trocanter y extremo basal del fémur) , que presentan, un color amarillo que se destaca del negro de la coloración general del insecto.
¿Cómo se disemina la vinchuca?
En su forma adulta se propaga por el vuelo, en el que si bien alcanza poca distancia, logra arribar a las casas vecinas y así las infesta. El viento suele facilitarles el desplazamiento a mayor recorrido. Otra forma de difusión de este insecto, sin límites de distancia, lo realiza el hombre con el traslado de muebles y enseres domésticos. Exámenes realizados en algunas áreas evidenciaron que un quince por ciento del total de bultos que la gente desplaza desde zonas infestadas por el insecto, llevaban huevos, ninfas o adultos de vinchucas. Esto explica cómo suelen aparecer infestadas casas recién construidas, alejadas de cualquier otra vivienda humana en el campo.
Esto, y el vérselas llegar a veces de noche, hace que la gente crea que la Vinchuca Doméstica vive solamente en el monte, se la ha encontrado en nidos de pájaros y cotorras, cuevas de mamíferos (mulitas, vizcachas, etc.), huecos y cortezas de árboles y cualquier otro posible refugio en el que pudieran alojarse vinchucas, hasta conviviendo con una Yarará (Bothrops alternata) -Un crotálido sin cascabel, como los otros miembros de su género-, junto con tras especies silvestres.
Las inmediaciones de los refugios de la Vinchuca se reconocen por las deyecciones secas que manchan las paredes como gotas de "tinta china". En las temporadas cálidas o templadas y aún en las noches templadas del invierno, cuando los habitantes se retiran a descansar y apagan la luz, las vinchucas comienzan a salir de sus refugios; si están en los techos o en la parte alta de las paredes, se arrojan, siendo característico el ruido que hacen al caer.
En algunas regiones en donde las vinchucas abundan, los moradores de los ranchos se ven obligados a dormir con luz para evitar la agresión de estos chupadores que pocas veces se atreven a salir si no es en la oscuridad. Muchos moradores se cubren con diarios, para sentir el ruido de la Vinchuca que cae desde el techo. Para llegar al hombre dormido la Vinchuca suele demostrar bastante astucia; por eso, cuando se procure proteger de su ataque con mosquiteros, conviene meter los extremos de la colgadura debajo del colchón, pues el insecto encontrará cualquier lugar descuidado para penetrar.
Debe también colocárselo de manera tal que, al dormir, los brazos y las piernas no se pongan en contacto con el tul, a través del cual suelen picar las vinchucas. Cuando ha logrado acercarse a la persona, perro, gato gallina u otro animal doméstico aprovechando su reposo, la vinchuca endereza su pico, que normalmente lleva plegado sobre la parte inferior de la cabeza, apoya su extremo en la piel y por medio de unos "pelos sensibles" detecta la temperatura de su víctima, introduce dos de sus cuatro largos estiletes, inyecta su saliva irritante y anticoagulante, introduce sus restantes estiletes y comienza a chupar sangre hasta 2 cm3 los adultos, operación que puede durar más 15 minutos en algunos casos.
La picadura no le produce a la víctima la menor molestia en ese momento, y es así cómo la vinchuca puede hartarse de sangre y retirarse sin ser advertida. Después de la picadura, la región afectada suele presentar una ligera hinchazón rojiza que produce escozor; a veces se hace algo dolorosa, pero luego pasa sin más consecuencias. Una vez repleta, atiborrada de sangre hasta presentar el aspecto de una uva, no puede volar, regresa a su refugio caminando por el piso y sube luego por la pared, tarea en la que, por frecuentes descansos, emplea largos minutos y aún horas.
Si pensamos en los centenares y hasta millares de vinchucas que suelen estar alojadas en los ranchos muy infestados, (en un rancho del Noroeste de la Provincia de Córdoba se encontraron 5.000 vinchucas, es común encontrar 1.000 vinchucas), en la temporada de mayor actividad las vinchucas suelen realizar dos ingestas por semana. La resistencia de estos insectos al ayuno es notable: La ninfa de primer estadío vive hasta tres meses sin haber probado alimento; la máxima resistencia se observa en la ninfa de 5º estadío, que puede soportar hasta 200 días de ayuno.
Transmisión de la enfermedad de Chagas-Mazza
La transmisión del tripanosoma que produce la enfermedad no se produce por picadura directa de la vinchuca. Cuando uno de esos insectos chupa sangre a una persona o animal infectado, ingiere los tripanosomas. En el aparato digestivo del hemíptero los parásitos se multiplican; cuando la Vinchuca se alimenta posteriormente, luego de atiborrarse, deyecta; los tripanosomas salen en gran número en las deyecciones y caen sobre la piel del individuo; si éste se rasca, provocado por el picor posterior a la succión de la vinchuca, se produce con las uñas escoriaciones en la piel por las que pueden penetrar los tripanosomas, produciéndose la infección.
Muchas veces la transmisión se produce al picar el insecto en el rostro; las deyecciones se ponen en contacto con el ojo, penetrando los parásitos a través de la conjuntiva. Se produce en este caso, gran hinchazón de los párpados, los que llegan a cerrar por completo el ojo. A este síntoma de puerta de entrada ocular se denomina "Signo de Romaña".
Ya conocemos sus costumbres; vemos que se desarrolla en la vivienda y en el peridomicilio (su entorno), sabemos que se aloja, anida y multiplica en los refugios que le brinda el rancho y las casas mal construidas, y los muebles y enseres que no se limpian, es un problema creado por la mala vivienda. Si allí está el mal y allí se origina, allí debemos buscar la solución. Lo primero que debemos hacer es eliminar los refugios en los que pueda alojarse. Con los mismos materiales que usa el hombre de campo para construir un rancho común, puede preparar un buen rancho.
Si se revocan las paredes y la parte interior del techo, el rancho será una buena vivienda antivinchuca. Una buena mano de barro bien trabajado para el revoque, una lechada del mismo material después, y una o dos manos de cal al final, cumplen este propósito. Un rancho con paredes y techos bien revocados y blanqueados elimina los principales refugios de las vinchucas. Una limpieza a fondo cada semana mantendrá la morada libre de los insectos que hayan entrado desde la vecindad. En el exterior no dejar que se amontonen escombros o pilas de ladrillos, pues allí se alojarán las vinchucas. Controlar los gallineros y corrales periódicamente.
La Vinchuca es una prueba de descuido en la higiene del hogar. Las vinchucas que tenemos en nuestra casa son producto de nuestra desidia: "Son vinchucas nuestras", y a las que mantenemos con nuestra sangre y la de nuestros hijos, a costa de nuestra salud. @
2006-11-17 19:17:05
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answer #5
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answered by morocha!!!!!!!! 4
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esde hace años, un grupo de investigadores uruguayos, junto a las intendencias y otras reparticiones del ministerio de Salud Pública, han venido trabajando en el control de la Enfermedad de Chagas. Para ello, se impone hablar de las vinchucas, y la presencia de estos insectos dentro de los domicilios humanos y sus cercanías (gallineros, galpones, cucha de los perros, corrales, etc.). Es sabido que las vinchucas transmiten un parásito que se aloja en la sangre y los músculos de los seres humanos, y puede provocar hasta la muerte, si no se controla a tiempo.
¿Cuánto es "a tiempo"? Luego de la "picadura" de la vinchuca, hay más o menos tres meses de plazo para hacer el tratamiento (a veces es más, siempre hay que consultar). Cuanto más pronto se consulte, más rápidos y seguros serán los resultados del tratamiento.
¿Cómo sabemos que hemos sido "picados" por una vinchuca?
La picadura no se siente, habitualmente, porque el insecto anestesia la piel adonde introduce su prolongación bucal (probóscide) para chupar la sangre. Luego de pasar varios minutos en esta actividad, al terminar de alimentarse, la vinchuca aliviana su abdomen defecando al lado de la herida en la piel que ella provocó.
Habitualmente ellas se alimentan de noche. Caen de los techos sobre las camas, salen de sus escondites en las paredes, atrás de los cuadros o los almanaques, de la foto en la pared, en fin, de cualquier lugar, y si son pequeñas (aún no tienen alas), se dejan caer simplemente desde un lugar alto, o se meten en la cama. Si vuelan (luego de 5 estadios sin alas, pasa a adulto con alas), pueden descender más suavemente sobre nosotros y prácticamente no nos enteramos de su presencia. Al rato, luego que la vinchuca se alimentó de nuestra sangre y depositó sus excrementos casi sobre la herida, nos viene una comezón que nos hace rascarnos dormidos. Entonces nos infectamos con el parásito, que entra por cualquier agujerito en la piel. Alcanza con uno muy pequeño, al que no le damos mucha importancia habitualmente. Y sobre todo, el que la vinchuca acaba de provocar. En general, la infección provoca una reacción del organismo:
-Hay gente que tiene un malestar enorme, se enrojece el sitio de la "picadura", la persona puede hacer fiebre elevada (el caso de los infectados en Florianópolis hace poco tiempo, es algo extremo y muy raro).
En estas épocas, que comenzamos a abrigarnos por la noche, dejamos al descubierto la cabeza. Ellas eligen la zona del rostro con piel más fina: el párpado del ojo. Y amanecemos con el ojo casi cerrado, o hinchado (comúnmente un ojo solo).
-Hay gente que no tiene hinchazón. Puede sentir unas pequeñas molestias en los días siguientes, que a veces se confunde con un estado gripal suave.
¿Qué hacer?
Podemos buscar los posibles escondites de las vinchucas, primero dentro de las habitaciones. Una limpieza a fondo de las paredes y los techos, removiendo todo lo que hay en la habitación, es lo recomendable. Si hay animales domésticos durmiendo con nosotros, hay que buscar allí. Si encontramos insectos con forma de cucaracha o con forma de chinche de plantas y color vistoso: abdomen a rayitas negras y amarillas, o negras y naranjas (raramente negro y gris), hay que tratar de capturarlos y ponerlos VIVOS en una cajita cualquiera, donde el insecto pueda respirar pero no escaparse (podemos hacerle agujeritos con una aguja o alfiler al recipiente). Tenemos que ir al hospital o al sanatorio, y llevar los insectos que colectamos. Si tenemos síntomas de haber sido visitados por una vinchuca, con más razón. Allí los funcionarios se encargarán de que seamos revisados y le harán una prueba a las vinchucas para saber si ellas están transmitiendo la enfermedad. A nosotros nos harán un análisis y, según el resultado, si estamos infectados se nos hará un tratamiento corto, y allí terminó el problema.
Si no encontramos los insectos, pero tenemos algún síntoma o hemos visto vinchucas dentro de casa, vamos a hacer una consulta médica. (Recordemos que, desde que nos infectamos, tenemos poco tiempo para CURARNOS. Después, ya es tarde, y no hay curas al alcance!).
2006-11-17 19:16:23
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answer #6
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answered by sinnick 6
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