Existe una extensa bibliografía sobre la longevidad de las semillas e informes de variable credibilidad acerca de casos extremos de longevidad. Una revisión extensa al respecto fue hecha por Lela Barton en 1961. En su libro se mencionan las famosas semillas de trigo, cebada y chícharo que fueron encontradas supuestamente viables en tumbas egipcias y otros casos de longevidad extrema de semillas de plantas cultivadas. La validez de estos informes ha sido puesta en duda pues se han realizado experimentos almacenando estas especies, a las temperaturas que privarían en tales condiciones, y nunca se han podido conservar viables por más de unos cuantos años. Sin embargo, otras investigaciones acerca de semillas encontradas en sitios arqueológicos o en edificios antiguos, formando parte de adobes o en recipientes de barro, son más convincentes, como el caso de algunos adobes de edificios coloniales de California y norte de México. Un análisis amplio de este tema se presentó en los libros de los estadunidenses Lela V. Barton en 1961 y David A. Priestley en 1986. En los siguientes párrafos se verá con mayor profundidad algunos de los aspectos más importantes de este interesante problema, que tiene implicaciones tanto en ciencia básica como en la aplicada a la agricultura y a la forestería, y en la actualidad a la conservación del germoplasma vegetal.
Los informes sobre la longevidad de semillas de diferentes especies silvestres y cultivadas pertenecen a tres categorías, dependiendo de la condición de almacenamiento en que estaban las semillas cuya viabilidad se determinó:
1) Almacenamiento en condiciones artificiales.
a) subóptimas
b) óptimas
2) Almacenamiento en condiciones seminaturales (en el suelo).
3) Almacenamiento natural en el banco de semillas del suelo.
El almacenamiento en condiciones artificiales o controladas subóptimas ha sido fuente de numerosos informes sobre la longevidad de semillas. Las condiciones de almacenamiento más frecuentemente encontradas son: ejemplares de herbarios, botellas o cajas en gavetas de laboratorio, almacenes de semillas en condiciones ambientales no reguladas finamente y otros tipos de almacenamiento consciente o accidental en ambientes que no propician la expresión completa de la longevidad potencial de las semillas. Por ejemplo, los datos que se obtienen del herbario, aunque son de gran interés como fuente de información, no indican qué semillas tienen realmente una longevidad larga y cuáles no la tienen, sino cuales fueron capaces de sobrevivir a los tratamientos que sufren los ejemplares y a las condiciones de las gavetas de herbario.
El almacenamiento de semillas en el suelo, en recipientes parcialmente aislados, es una condición seminatural para determinar la longevidad que ha sido objeto de varios ensayos en diferentes regiones del mundo. Quizá el experimento más famoso de este tipo sea el del doctor Beal, quien enterró semillas de 19 arvenses (plantas silvestres de campos de cultivo) y de un trébol cultivado en un terreno de East Lansing, Michigan. Las semillas se pusieron en frascos llenos de arena en la superficie. El experimento fue diseñado para durar más de 100 años y aún quedan varios frascos. Después de 100 años persistían semillas viables de dos especies de hierbas. Existen otros experimentos de esta naturaleza, como los de Duvel en Virginia y los Dorph-Petersen en Dinamarca, entre otros.
La longevidad de las semillas en el lugar al que fueron naturalmente diseminadas es mucho más difícil de determinar, y sólo existen informes de condiciones muy especiales. Por ejemplo Porsild y colaboradores, en 1967, encontraron en el permafrost, formado en el pleistoceno, semillas de una leguminosa que fueron capaces de germinar normalmente. El danés Odum en 1965 encontró semillas aún viables de algunas plantas arvenses bajo piedras de construcciones de la era de los vikingos (año 1000 aproximadamente). Este mismo autor ha fechado la antigüedad de bancos de semillas de varios lugares de Dinamarca, y ha encontrado evidencias de una longevidad de varias décadas en bancos de semillas. Existen otras evidencias de considerable longevidad del banco de semillas del suelo para algunas regiones en zonas templadas. En los trópicos por lo general la longevidad ecológica es más corta. Existen casos en que las semillas caen al suelo ya verdes, desprovistas de su cubierta, cargadas de humedad y prácticamente germinando, como el jinicuil. Si estas semillas no encuentran un medio propicio para germinar pronto, mueren.
>>Saludos<
2006-11-16 10:23:58
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answer #1
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answered by MAQUI X 100PRE QUILMEÑA 7
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para ampliar por si te interesa las semillas de arboles coníferas , robles etc.. deben guardarse en arena o turba húmeda en la heladera (refrigerador) todo el invierno para que madure y en primavera los veras brotados y puedes plantarlos
2006-11-18 18:48:29
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answer #2
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answered by demian666 1
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Segun de q sean ,pero por lo general se guardan en recipientes de carton en lugares secos y oscuros.OJO CON LOS RATONES .Y si tenes alguna q esas q duran poco su fertilidad te aconsejo q las pongas en arena .O sea las arenificas cubriendolas con arena hasta el momento de plantarlas.Suerte.-
2006-11-16 18:47:15
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answer #3
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answered by ROSSI 5
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