Para aprovechar la popularidad, poder y dinero que les dieron sus grandes empresas para hacerse de MAS popularidad, poder y dinero.
2006-11-15 05:57:07
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answer #1
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answered by Anonymous
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Porque estar en la política es una forma fácil de incrementar las ganancias en sus negocios personales.
2006-11-15 05:46:07
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answer #2
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answered by Canito 7
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para seguir robando
2006-11-15 05:37:34
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answer #3
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answered by *SoLiTo* 6
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Porque quieren buscarse problemas siendo COMANDANTES.
No saben que despues los desaparecen.
Mira a estos:
http://espanol.answers.yahoo.com/question/index;_ylt=AhiSB2e22AQAXuJprz2R7pjYEQx.?qid=20061115110115AANFwCk
2006-11-15 06:24:59
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answer #4
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answered by !CUBANITO! 7
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Porque les gusta el poder!! o crees que quieren ayudar y servir al pueblo????
2006-11-15 05:35:54
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answer #5
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answered by YO 5
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Cuando los políticos le rompen la madre al país, son los empresarios quien lo vuelven a sacar adelante...
2006-11-15 06:33:55
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answer #6
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answered by Anonymous
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Me parece que es muy dificil etiquetar a todos los empresarios como hambrientos de poder o de "querer explotar a todos los pobres", si bien es cierto que hay empresarios que aprovechando la corrupcion de del gobierno y autoridades se han hechos ricos, hay empresarios honestos, que les duele la patria y que han contribuido con la economia del pais, asi como compañias de geraquia que devuelven a la sociedad parte de sus utilidades en forma de gasto social, en fin, los gobernantes tanto de los estados como del pais (sean del partido que sean) han demostrado ser mas rapaces, muertos de hambre y poder que mucho empresarios pero aparte han sido indolentes a la pobreza del pueblo o por lo menos ineficases inutiles y estupidos para resolver los problemas, entonces por que no dejar a alguien que en la practica sabe como llevar un negocio, quien sabe tal vez no llevemos una grata sorpresa
2006-11-15 05:53:21
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answer #7
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answered by Raymundo h 2
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La visita del Comandante Fidel Castro a la Argentina y el multitudinario acto en las escalinatas de la Facultad de Derecho, fue un hecho histórico. En un mundo donde la Administración Bush intenta rediseñar la hegemonía imperial, apelando a la guerra contra los pueblos, la figura de Fidel Castro es un contrapunto que despertó la simpatía de miles en la Argentina, país cuya población rechazó casi en forma unánime la invasión a Irak.
En una Argentina que en las últimas dos décadas vio degradar el nivel de vida, material y cultural de su pueblo, que asistió a la entrega de sus riquezas naturales y el patrimonio público, cuya clase dirigente hizo apología de las “relaciones carnales” con el imperialismo yanqui, el relato de las conquistas sociales de la revolución cubana despertó en el imaginario colectivo la idea de que la resignación y la pérdida de las condiciones de vida no son algo necesario o inevitable.
Fidel y el gobierno de Kirchner
Pero Fidel Castro no sólo fue aplaudido en las calles de Buenos Aires. En el Congreso –al momento de la asunción de Kirchner- fue ovacionado por los legisladores presentes. Suerte similar, aunque de menor envergadura, corrieron Hugo Chávez y Lula Da Silva. Este hecho emblemático da cuenta de un cambio en el posicionamiento del nuevo gobierno que quiere dar fe de antineoliberalismo, en ascenso hoy en América Latina. Kirchner, el primer presidente surgido de una elección (aunque a medias) luego de los levantamientos populares de diciembre de 2001, necesita ganar el consenso popular. La visita de Castro fue un espaldarazo a estas intenciones. Además de un impulso a un nuevo eje de la diplomacia latinoamericana que ya ha mostrado su voluntad no de enfrentar al imperialismo, sino de negociar desde otras relaciones de fuerza con los Estados Unidos.
Según el propio Fidel su viaje respondía a una retribución de favores por la abstención argentina en la ONU ante el tema de los derechos humanos en Cuba y además una oportunidad para expresar “solidaridad con la Argentina, con el pueblo y con la actual administración”1. En su discurso en la Facultad de Derecho manifestó que sintió “gran satisfacción y júbilo cuando llegaron las noticias de un resultado electoral en nuestra queridísima Argentina” al que calificó como un “servicio que le han prestado al mundo al hundir en la fosa del pacífico (…) el símbolo de la globalización neoliberal”. Su retórica se entronca así con el intento de las clases dominantes criollas de darle un carácter histórico a las elecciones del 27 de abril para legitimar al nuevo ejecutivo y de paso borrar del horizonte las jornadas revolucionarias de Diciembre. Estas últimas sí fueron un verdadero símbolo, un descomunal golpe al neoliberalismo ya que se echó en las calles al reaccionario gobierno de De la Rúa. Fidel Castro vino a tender con entusiasmo su mano a Kirchner y a la burguesía argentina, que más allá de su discurso, se dispone concretamente a cumplir sus compromisos con el Fondo Monetario Internacional, lo que inevitablemente será a costa de mayores sufrimientos para el pueblo argentino.
Redistribución de la riqueza: ¿Humanizar el capitalismo?
Fidel habló de cómo Cuba pudo avanzar cualitativamente en mejorar las condiciones de vida e hizo hincapié en los grandes avances en la educación y la salud. Sin embargo, omitió decir que dichas conquistas no cayeron del cielo, que fueron el producto de haber roto con el imperialismo, expropiado a la burguesía y a los terratenientes y liquidado la propiedad privada.
Estos hechos fundamentales no constituyen para Castro un ejemplo a seguir. Por el contrario afirmó que “la violencia no parece ser el camino”2 desterrando como alternativa para el resto de los países de América Latina la ruptura radical con el imperialismo y la lucha contra el sistema que toda revolución implica y asumiendo como posible una “distribución equitativa de la riqueza” en los marcos del capitalismo. Remarcó que “con el uso adecuado de los recursos no tendrían ni necesidad de hacer un cambio revolucionario”.
Fidel opone la idea de la redistribución del ingreso a la lucha contra el capital. En sus palabras, “no (se) necesita ni siquiera confiscar”. Nos propone tan solo paliar las injusticias del sistema. Acorde a esto es que llama a un cambio sin expropiar a los expropiadores, sin confiscar a los confiscadores, sin afectar la propiedad privada de los medios de producción. Una “transformación” que dejaría en pie las desigualdades inherentes al capitalismo y la dominación burguesa causante de la catástrofe humana que recorre la sociedad de nuestros días. ¿Cómo es posible satisfacer las necesidades de las masas, cómo lograr lo que conquistó la revolución cubana sin poner todas las fuerzas productivas al servicio del conjunto de la sociedad? ¿Cómo es posible terminar con el hambre, la pobreza, la desocupación estructural, la mortalidad infantil, sin atacar al régimen social que las provoca, sin expropiar la gran propiedad de la tierra, sin tocar los intereses de la gran industria y del capital financiero, sin repartir las horas de trabajo entre todas las manos disponibles? ¿Cómo es posible pensar que se pueden utilizar los recursos destinados al militarismo y a la maquinaria bélica para terminar con el analfabetismo y las enfermedades de la miseria sin quebrar la resistencia del sistema capitalista imperialista que necesita desarrollar su fuerza de destrucción?
Una transformación social radical se enfrenta inevitablemente a estos dilemas. Esa ha sido la gran lección de la revolución cubana y, por la negativa, de todas las revoluciones que al no haber tomado medidas anticapitalistas, fracasaron regando con sangre el territorio de nuestra América.
El capitalismo es un régimen social basado en la explotación de la fuerza de trabajo, en la degradación y exclusión de grandes masas de la población, en beneficio de un puñado de grandes burgueses que buscan de forma insaciable asegurar y aumentar sus ganancias. No denunciar esto y proponer actuar en consecuencia, lleva a sembrar la ilusión de que es viable humanizar al capitalismo. Se termina apelando a la “buena voluntad” o a la “buena intención” de la burguesía para “redistribuir” a favor de los que menos tienen, desterrando así toda perspectiva revolucionaria. Vaya paradoja de alguien que se vio obligado a tomar medidas confiscatorias contra el capital tanto “nacional” como imperialista –contrarrevolucionario por esencia– para defender su revolución.
Fidel Castro asume como propia la ideología redistribucionista, en consonancia con la prédica de movimientos antineoliberales. Estas ideas más aún de cara a la crisis capitalista mundial, de las tendencias guerreristas del imperialismo yanqui, que amenazan a los pueblos del mundo, a la revolución cubana misma y que Fidel Castro describe en su alocución, no pueden más que significar una utopía.
En la década del '60 el Che Guevara señaló claramente que “las burguesías autóctonas han perdido toda su capacidad de oposición al imperialismo y solo forman su furgón de cola. No hay más cambios que hacer; o revolución socialista o caricatura de revolución”3. El Fidel Castro que vino a la Argentina, lejos se encuentra de estas afirmaciones de su compañero de la Sierra Maestra. Distante de estas enseñanzas reiteró lo mismo que había recomendado al pueblo nicaragüense a principios de los ’80: “no hagan de Nicaragua otra Cuba”. El triste derrotero de la revolución sandinista, es una muestra de la fatalidad de sus afirmaciones.
Fidel Castro vino a decir que el futuro de nuestros pueblos está del lado de Lula, el confiscador de las jubilaciones del pueblo brasileño, el mismo que no duda en optar por el FMI y la burguesía paulista; del lado de Kirchner, Duhalde y Lavagna representantes de un viejo régimen que ha llevado al 53% de la población bajo la línea de la pobreza.
El Che Guevara tenía razón cuando señalaba el carácter cobarde de las burguesías nativas. Los cimientos de un cambio profundo no descansan en el personal político de las clases opresoras, respondan estas a un capital nacional o imperialista, sino en los millones de oprimidos que en estos años han empezado a sacudir el continente con sus luchas. En los trabajadores y campesinos peruanos que se levantan contra Toledo; en los cocaleros y obreros bolivianos que pelearon contra Sánchez de Losada, en los trabajadores ocupados y desocupados, en las asambleas populares de Argentina. La revolución cubana, no encontrará en quienes se ofrecen como humanizadores del capital una sólida defensa. La América explotada y oprimida, es y será el único reaseguro de las conquistas de la revolución.
ME LA COMO Y QUE???
2006-11-15 13:14:34
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answer #8
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answered by Anonymous
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MIRA DESPUÉS DE LO QUE HICIERON LOS POLÍTICOS EN MAS DE 20 AÑOS DE DEMOCRACIA,DONDE MAS DE LA MITAD DE LA POBLACIÓN ESTA EN LA POBREZA Y LA INDIGENCIA,MUCHOS DE ELLOS SE DICEN ESTADISTAS,DE CANILLITAS A CAMPEONES ,DE POBRES A RICOS,DONDE EXPULSARON A CIENTOS DE MILES DE CONCIUDADANOS DEL PAÍS PARA NO VOLVER JAMAS,DONDE HAY CADA VEZ MAS DESOCUPACIÓN,DONDE SE DEBE CADA VEZ MAS A LOS BANCOS EXTRANJEROS,CRECE LA DEUDA EXTERNA,NOS COMPRAN TODAS LAS TIERRAS,DONDE CADA DÍA HAY MAS INSEGURIDAD,DONDE UN PRESIDENTE DEPOSITO MAS DE 500 MILLONES DE DOLARES Y DE ESO NO SE HABLA,CREO QUE TU PREGUNTA ESTA AL REVES YO DIRIA PORQUE LOS POLITICOS QUIEREN SER EMPRESARIOS.
2006-11-15 12:19:00
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answer #9
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answered by Anonymous
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Porque quieren poder organizar mejor sus negocios. Utilizar el poder publico entre sus amigos.
Para la politica:
a) Una solida formacion intelectual. ( no tiene que ser academica necesariamente).
b) Tener la economia tuya y la de tu familia resuelta.
c) Tener pueblo en la piel. Se logra con la militancia social. No necesariamente en un partido politico.
El punto a) puede ser suplido con una fuerte militancia tipo Evo Morales o Lula. ( no sabe de que se trata pero tiene claros los intereses que representa y se hace respetar lo suficiente para que todos sepan quien manda)
Con l punto B) te aseguras la independencia personal. Tu ambicion no te pondra una cadena en el cuello a la mano de un amo extranjero o cipayo.
c) Lo tercero es un amor. Que pocos pueden sentir.
Conozco muchos peronistas de la primera hora que, hoy muy viejitos, se ponen a llorar cuando se acuerdan del 17 de octubre. Ese amor a veces es mas fuerte que el amor a la pareja. Muchos cantaban: ..." La vida por Peron"... Solo pocos elejidos de la historia pueden generar eso en los demas.
2006-11-15 06:01:36
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answer #10
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answered by Anonymous
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