ESENCIA Y METAS DE LA GEOGRAFÍA MODERNA
Su proyección histórica
Nuestra rama del conocimiento, la Geografía, es la más antigua de todas las manifestaciones del espíritu humano tendientes a conocer y utilizar el medio en que se vive. La Geografía nació con las sociedades más primitivas y tuvo desde un principio finalidades eminentemente prácticas. Las primeras colectividades que se crearon en diversas partes de Asia y Africa, y más tarde en lo que hoy es Europa y América, tuvieron -entre otras- dos exigencias que cumplir en forma imprescindible y para ello hubieron de comenzar a adentrarse en la realidad del medio en que se desarrollaban. Por un lado, debían. satisfacer sus elementales necesidades de comer, vestir y habitar y para ello era inevitable utilizar los recursos que el medio natural les ofrecía en forma de agua, de recursos de fauna y flora, más tarde de suelos y riquezas minerales. Pero como, por otro lado, no podían adquirir esos medios de subsistencia en el mismo sitio donde residían, hubieron de salir a regiones cada vez más lejanas donde esos recursos fueran accesibles y tuvieran creciente abundancia.
Entonces, la necesidad obligó al hombre primitivo a habitar primero en selvas y bosques, después en praderas y junto al curso de los ríos, saliendo más tarde al mar, a los semidesiertos y a los desiertos; cruzar después los océanos y alcanzar posteriormente las tierras heladas del Norte y el Sur. La Geografía ha sido por lo tanto una integrante inseparable de la larga epopeya del hombre en su lucha con la naturaleza, en su acción por vencer, utilizar y formar el medio que ofrece en su infinita variedad la corteza terrestre e incluso los estratos del subsuelo que cuentan con recursos útiles y las capas del espacio atmosférico donde ocurren en buena medida los cambios climáticos y meteorológicos que afectan la vida del hombre en la Tierra.
Antes que hacer poesía, se ha dicho, el hombre tuvo que comer, satisfacer sus necesidades elementales y, en ese sentido, la Geografía nació mucho antes que cualquier otro tipo de actividad creadora, antes que las artes, que la pintura, que la danza, que la escritura misma. Nació también antes que la Historia, o más bien podría decirse que para que hubiera Historia debieron suceder múltiples desplazamientos por la superficie terrestre, debieron conocerse los distintos ambientes y preparar así la posibilidad de que naciera más tarde una relación de los sucedidos en esa colectividad humana y su estructuración como tribu, pueblo o nación. Los conocimientos geográficos necesariamente rudimentarios, de esas tribus errantes y semierrantes, se divulgaron primero por medio de la palabra hablada, de las pinturas rupestres, de los mapas esculpidos en piedra y de los esquemas dejados en pieles y en papel burdamente elaborado. Esos conocimientos iniciales de los fenómenos geográficos sirvieron en gran medida a la futura interpretación histórica, que no se plasma sino cuando el hombre ha logrado crear un lenguaje escrito -antes es la Prehistoria- y en esta etapa los rudimentos geográficos son la principal arma que los seres humanos tienen para poder subsistir, obligándolos a enlazarse con el desarrollo de la técnica y a inventar instrumentos sencillos de producción. Primero se buscaron los sitios donde hubiera frutos qué recolectar y animales qué cazar y después viene la invención de la flecha, de la, lanza y de la espada, todo ello motivado por la necesidad de luchar para sobrevivir en un medio hostil. Cuando el hombre se establece en los valles y utiliza el suelo y el agua para cultivar, o cuando se lanza a los ríos y mares vecinos para sacar productos pesquemos, ya su conocimiento geográfico del mundo es relativamente importante, pues le es imprescindible saber cuándo llueve y cómo, o cuándo bajan las aguas de las grandes corrientes e inundan la planicie haciendo que la semilla fructifique. Debe saber cuál es la profundidad del río o del mar y dónde hay peces, crustáceos o quelonios que puede utilizar. Así, el conocimiento geográfico, que avanza lenta pero inexorablemente, es un instrumento del hombre para poder satisfacer sus necesidades por medio del descubrimiento de nuevas armas en la lucha con la naturaleza -entonces dominante- y al mismo tiempo, la obligación de vivir y expanderse cada vez más en la superficie terrestre, hace que los conocimientos geográficos se vayan ampliando cada vez más, con lo que se ensancha el horizonte de la humanidad. Los grupos entonces aislados chocan unos con otros, se funden en nuevos grupos y juntos avanzan a otros valles, a otras cadenas montañosas y surcan otros mares.
El devenir de la Geografía hasta hoy, es un inmenso poema que refleja la acción de los hombres que en cada época han existido y luchado con la naturaleza, de todas las razas y de todos los pueblos, incluso de aquellos que no alcanzaron altas culturas. La tendencia a hacer creer que la cultura griega o la occidental en su conjunto es la creadora única de los grandes avances de la ciencia, ha sido refutada ya por los hechos y puede concluirse que las grandes culturas han avanzado haciendo descubrimientos y ampliando el conocimiento del mundo en forma muchas veces paralela, tomando unas de otras -cada vez en mayor medida- los adelantos logrados aquí y allá, hasta integrarse en nuestro tiempo una cultura que pronto será única, de toda la humanidad. Debe señalarse que el progreso de la Geografía en la antigüedad -y durante muchos años en adelante- impulsó y al mismo tiempo dependió en alguna medida del desarrollo de otras ramas del conocimiento, de ciencias conexas, como la biología, la historia, las matemáticas, la física, etc., todas ellas ligadas al mismo proceso de entender mejor el mundo, las leyes naturales, los fenómenos sociales y además presentar su interpretación filosófica.
Vistas desde el ángulo material, las epopeyas de los descubridores, conquistadores y evangelizadores de América por ejemplo, pierden mucho de su romanticismo y en algunos casos incluso de su llamado "altruismo", pero ganan en lo que se refiere a la explicación de los hechos y muestran cómo la Geografía ha cumplido su misión creadora en distintas etapas de la historia.
Sobre todo, la Geografía vuelve a aparecer como una disciplina de mayor utilidad práctica de tiempo en tiempo, cuando suceden los grandes acontecimientos históricos y cuando hay una mayor necesidad de conocer el territorio, de explotar los recursos y satisfacer necesidades cada vez mayores en el seno de determinados conglomerados humanos. Michel Philipponneau señala que a fines del siglo XIX y principios del XX (en muchos países ese proceso abarca hasta hoy), es decir en una etapa en que el caos dominó (y domina) en la economía y se procedió (se procede) a explotar todo con intensidad inaudita y con una anarquía inherente al individualismo burgués, la Geografía dejó de prestar una ayuda eficaz de carácter práctico, en el sentido de ordenar hasta cierto punto las labores humanas, hacer menos irracional la explotación de recursos y proceder a una cierta planeación de la actividad humana. Pero debemos agregar que de cualquier manera en esta época se registran enormes adelantos técnicos y se llevan a cabo grandes descubrimientos geográficos que completan la visión del mundo. No siempre la Geografía ha sido auxiliar en nobles y pacíficas acciones, sino que por desgracia muchas veces ha servido a intereses imperiales, a deseos de conquista, de avasallamiento y destrucción. Todavía hoy la Geografía es una ciencia que tiene enorme importancia militar, pues a través de conflictos, de guerras y de muerte es como se ha alcanzado la paz, la tranquilidad y la vida.
Pero volvamos atrás. Como resultado de la Revolución Industrial y de la conquista del mundo colonial se levanta el edificio de la Geografía moderna, gracias a la actividad creadora de muchas figuras, pero sobre todo de la escuela alemana de Alejandro de Humboldt y en menor medida, de Carlos Ritter. Esto ocurre sólo cuando el mundo está ya conquistado en buena medida, cuando la sociedad capitalista exige nuevas riquezas que explotar y cuando los inventos técnicos permiten un mayor conocimiento de las leyes naturales y de las leyes sociales: entonces surge el "Cosmos" de Humboldt. Las viejas lecciones de Varenius desde mediados del siglo XVII, presentaban ya el esquema de la Geografía general con sus divisiones en determinado tipo de estudios, lo que se ve demostrado por las primeras explicaciones particulares de las áreas geográficas de América y Europa. Esto permite dividir claramente a la Geografía en sus dos expresiones actuales: Geografía
general del planeta y continentes o países y Geografía especial o regional, de las partes que los integran.
En algunas etapas los estudios geográficos modernos parecieron tener un interés de carácter puro, alejado de la aplicación concreta de los conocimientos, pero eso ocurrió únicamente en tanto esos estudios permitían acabar de estructurarse a las ramas geográficas o a las ciencias conexas, cuando los diversos pensadores que las iban construyendo se dedicaban primordialmente a sistematizar conocimientos y acumular datos. Así, Humboldt vuelve en el XIX sobre los principios dialécticos de la antigüedad y expresa que nada hay aislado en la naturaleza y que la Geografía debe recurrir siempre a la síntesis de los fenómenos, pues todos ellos están interrelacionados y dependen unos de otros. Es mejor, decía, constatar "la relación de los hechos observados con anterioridad que el conocimiento de los hechos aislados". Tanto Humboldt como Ritter hacen hincapié en la localización de los fenómenos mostrando su extensión en el mundo. Como resultado de esos avances "la Geografía conduce a utilizar los resultados de las ciencias de la naturaleza y del hombre", dice René Clozier y además lleva a estructurar bien sus propias ramas como la geomorfología, la climatología, la geografía de los suelos y la vegetación, la geografía económica, etc. En tanto que la Geografía general toma en ciertas ocasiones rumbos de generalización y de abstracción, la Geografía regional -como afirma Michelet- obliga al estudio concreto, evitando lo vago y pretencioso, para poner los pies sobre la tierra misma. La Geografía moderna necesita del auxilio de ciencias conexas, incluyendo entre ellas a la geología, la meteorología (aunque la meteorología dinámica explica el mecanismo de creación de los climas y está más íntimamente ligada a la Geografía), la cosmografía, etc., pero al mismo tiempo posee sus propios métodos y propósitos peculiares. Haciendo una explicación sintética puede cumplirse la misión de la Geografía, que consiste en "tener la aptitud de no romper en pedazos lo que la naturaleza ha agrupado en conjunto" (Vidal de la Biache) y sobre todo en recordar que "no hay descripción geográfica sin la explicación que le da sentido".
Ahora bien, precisamente por ese método geográfico de síntesis y por su utilización de conocimientos propios o de otras ciencias que la auxilian, se explican las grandes cualidades de ciencia aplicada de la Geografía moderna al estudiar el medio en que vive el hombre y su interrelación constante con la actividad económica. Su división en dos grandes campos de acción le permite alcanzar vastas aplicaciones generales de índole rekional.
Actualmente, pues, nuestra especialidad científica, analiza en forma dinámica aspectos naturales, económicos y sociales, no sólo en su distribución espacial, sino también su génesis en el tiempo, las relaciones que todos ellos guardan entre sí y descubre simultáneamente las leyes que rigen la diversidad regional. Estudia la evaluación y el uso de recursos, las causas y peculiaridades de la distribución humana y de la localización de actividades productivas; profundiza en el conocimiento y ordenación de países y regiones; en fin, permite al ser humano entender la realidad concreta que vive, la relación medio-sociedad. Al mismo tiempo que han evolucionado diversas ciencias conexas que estudian la Tierra, la Geografía ha consolidado su autonomía y autoridad.
¿Cuáles son los campos de acción de la Geografía moderna?
La Geografía, como se deduce de lo anterior, trata de dos clases de aspectos: a) Los que son de índole natural, cuya existencia arranca desde antes de que el hombre apareciera en la Tierra y está regida por leyes físicas. b) Aquellos que son resultado de la actividad humana y obedecen a leyes sociales.
Aunque en otro capítulo profundizaremos al respecto, debe recordarse aquí que el medio natural se compone de diversos grupos de 'fenómenos, que las ciencias geográficas han ordenado del siguiente modo-, para facilitar su estudio:
1. El relieve de la corteza terrestre, en todas sus formas (incluyendo las submarinas).
2. Los minerales, recursos vitales para la humanidad.
3. Climas en su conjunto y factores diversos que los integran.
4. El suelo, materia donde se desarrolla la vegetación.
5. Las aguas del subsuelo, de la superficie terrestre y los mares.
6. Las especies diversas o las biocenosis de plantas y animales.
Todos estos fenómenos se manifiestan en la capa o envoltura geográfica del planeta, comprendiendo su espesor de 20-30 km. hacia arriba y hacia abajo de la superficie, dentro de tres grupos de hechos concretos: a) la atmósfera, b) la hidrósfera, que incluye los aspectos acuáticos y e) la litósfera, zona exterior de la masa terrestre. Esta parte del todo la analiza la Geografía física.
En la capa geográfica vive y actúa también el hombre, ser social que es motor de las transformaciones en la naturaleza. De la gran variedad de aspectos culturales, la Geografía estudia a los propios grupos humanos, sus poblados pequeños y sus ciudades, y en forma muy destacada la manifestación objetiva y el resultado de las actividades productivas de la población, tales como la caza y pesca, agricultura y ganadería, industrias, vías de comunicación, transporte y comercio, campos de análisis de la Geografía económica, política y social.
Los métodos geográficos y la forma concreta de sus estudios son en parte comunes a otras disciplinas y en parte originales. En una investigación ordenada y "clásica" se comenzaría, claro está, por definir y describir el fenómeno investigado; se pasaría después a su localización en la capa geográfica; se continuaría con el análisis y la explicación tanto de su génesis a través del tiempo, como de interrelación e interdependencia actual de hechos que lo hacen posible. Las "ciencias geográficas" -se dijo en líneas anteriores- no sólo están asociadas al espacio, como señalaba en su famosa división el filósofo Kant, sino también al tiempo y los hechos que estudian están en constante cambio.
La Geografía en su conjunto trata de desentrañar leyes físicas y sociales, para prever el futuro desarrollo del fenómeno, pero -según las ideas de A. Smirnov y Y. Saushkinsabe al mismo tiempo que los sistemas (clima, suelo, etc.) del medio natural no se expresan del mismo modo en todo el planeta sino que resultan distintos -como decía el maestro Nikolai N. Baranski- de lugar a lugar, o mejor expresado todavía, de región a región y por ello se llaman geosistemas. La Geografía, que puede ser general o regional, es de vital importancia para el progreso económico mediante la planeación por regiones. Además, la Geografía utiliza en gran medida los materiales cartográficos, que son "el alfa y el omega" de esa ciencia-madre y los métodos de investigación de campo, directamente en el laboratorio de la realidad misma. Como señala Broek, el método de estudio regional es netamente geográfico y el uso de mapas es una técnica ligada íntimamente a la Geografía.
Por supuesto que la Geografía necesita de aportaciones de muchas otras disciplinas de carácter natural, social o bien técnicas y exactas, pues los "Aristóteles" o los "Humboldts" que trataban de abarcar el "Cosmos" en su totalidad, ya no pueden existir en la época moderna. La Geografía estudia por su propia cuenta y además une conocimientos de otras ramas, para abarcar el todo interrelacionado, tal como se presenta objetivamente. Grandes son los lazos de la Geografía con la meteorología, la geofísica, la biología, igual que con la economía política, la demografía, la historia y las matemáticas, agronomía y química. Actualmente en los países avanzados se están utilizando en forma intensa los datos proporcionados por los sensores remotos (mapas mediante uso del radar, rayos infrarrojos y láser, etc.) y satélites de diverso tipo. Las matemáticas, en especial, juegan papel cada vez más importante tanto en estudios de Geografía física como de la económica, de población,
de división e investigación regional, etc. Nadie duda de la necesidad de los estudios interdisciplinarios, pero lo que rechazamos por absurdo es el deseo de hacer desaparecer a la Geografía para "robustecer" a otras disciplinas, invadiendo campos ajenos de acción. G. R. Crone hace hincapié en el hecho de que la Geografía, cuando está bien impartida puede atraer con gran fuerza a los jóvenes, pero que también puede ser terriblemente aburrida. Concluye este autor inglés diciendo que nuestra especialidad llama al hombre a la acción, al contacto con la naturaleza y la sociedad, a la realización de pequeñas y grandes hazañas. ¡Bienvenida sea -agregamos nosotros- esa noble influencia de una disciplina que ayuda a crear seres audaces y generosos! En resumen, definimos a la Geografía como la ciencia que estudia fenómenos naturales y sociales en la capa geográfica de la Tierra, las causas de su formación, su distribución espacial y desarrollo en el tiempo, subrayando la relación y dependencia mutua de todos ellos y la diversidad regional que ofrecen. Nuestra definición, en verdad, no es mas que una síntesis de modernos conocimientos mundiales al respecto y -como todas las definiciones- aunque incompleta es, al mismo tiempo, inevitable.
Los temas de enseñanza e investigación Geográficas
Ahora bien, como en México existe mucha confusión al respecto, es necesario situar con cierto detalle los campos de acción de la Geografía moderna y no lo haremos sosteniendo únicamente puntos de vista personales, poniendo "puntos sobre las íes" o pontificando sobre lo que esa disciplina estudia o debe estudiar. Por lo contrario, nos apoyaremos en algunas autoridades de la Geografía actual en los países donde ésta ha alcanzado mayor desarrollo. De esa manera, quienes estén inconformes con esas ideas, podrán dilucidar sus diferencias directamente con esos maestros e instituciones de fama internacional. Todos estamos de acuerdo en que debemos tomar ejemplo de aquello que va a la vanguardia.
Hemos seleccionado datos de varias naciones, que pertenecen lo mismo al mundo avanzado que al subdesarrollado y al socialista: Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Unión Soviética e India. Por otro lado usamos también manuales de la Unión Geográfica Internacional sobre trabajos científicos de los congresos mundiales de 1968 en Nueva Delhi y de 1972, celebrado en Montreal, Canadá.
Primer ejemplo. Estados Unidos. "The Blue Book of World Geography", por Stephen Haft, Nueva York, 1968, guión de estudios e investigación.
Aspectos que trata la Geografía: 1 . El medio natural: a) La superficie terrestre y el suelo. b) Vida vegetal y animal en tierra y aire. c) Los minerales. d) Cuerpos acuáticos de todo tipo (incluso los mares), con sus propios recursos bióticos. e) El aire, presión, temperatura, vientos y humedad f) El calor y energía del sol.
2. La cartografía y la geodesia. 3. Estudio de un país o región: a) Medio y Recursos Naturales b) Regiones naturales. c) Las actividades económicas productivas. d) Regiones agrícolas. e) Regiones industriales (incluyendo pesca, explotación forestal, etc.). f) Transporte y comercio. g) La población y sus necesidades básicas. h) Desperdicio y conservación de recursos, polución ambiental, etc. i) Las ciudades y problemas urbanos. j) Problemas políticos del área.
Segundo ejemplo. Francia. "La Géographie Francaise au milieu du XXe Siécle". París, 1957, por G. Chabot, R. Clozier y J. Beaujeu-Garnier.
Estudios geográficos primordiales y ramas que los realizan:
1. El medio natural:
a) La superficie terrestre (geomorfología, incluyendo morfología del desierto, geomorfología glacial y periglacial, volcánica, cárstica y litoral). b) El clima (climatología). c) El suelo (edafología o pedología). d) Vegetación (geografía botánica). e) Aguas continentales (hidrología). f) Algunos aspectos de los mares (oceanografía).
2. La población (geografía de la población).
a) Movimiento demográfico y densidades. b) Demografía económica. c) Alimentación, vestido. d) Migraciones. e) Poblamiento.
3. Medio rural y ciudades (geografía agraria y geografía urbana). 4. Geografía política. 5. Geografía industrial. 6. Geografía de la circulación (geografía de los transportes y las comunicaciones, de los puertos, estaciones, etc.) 7. Geografía histórica. 8. Geografía regional. 9. Geografía aplicada (aplicaciones concretas de los conocimientos geográficos en la transformación del medio, uso del suelo, riego, etc.). 10. La cartografía. 11. Documentación geográfica (bibliotecas, cartotecas, fototecas, bibliografías).
Tercer ejemplo. Gran Bretaña. "The Spirit and Purpose of Geography", por S. W. Wooldridge y W. Gordon East, Londres, 1967.
Estudios geográficos básicos sobre:
1. Geografía general. 2. Geografía regional. 3. Geografía física. 4. Geomorfología. 5. Climatología. 6. Algunos aspectos de oceanografía. 7. Biogeografía. Geobotánica. Zoogeografía. 8. Cartografía. 9. Geografía histórica. 10. Geografía económica. 11. Geografía política. 12. Geografía urbana y rural.
Cuarto ejemplo. URSS. "Sistema de las ciencias geográficas, adoptado en las universidades soviéticas", de A. M. Riabchikov, "Soviet Geography", Vol. II, No. 8, 1961, p. 9, y datos posteriores.
Ramas de la Geografía: I Geografía física. Ia. Ciencia general de la Tierra. Ib. Geografía física regional [y ciencia del paisaje (landscape)].
1. Paleogeografía. 2. Geomorfología. 3. Climatología. 4. Oceanografía. 5. Hidrología terrestre. 6. Estudios de las tierras congeladas, de la nieve y glaciología. 7. Ciencia del suelo. 8. Geoquímica del paisaje (relación entre componentes de la esfera superficial). 9. Biogeografía (geobotánica, zoogeografía, fenología, geografía médica).
II. Geografía económica. IIa. Geografía económica mundial. IIb. Geografía económica regional.
1. Geografía económica histórica. 2. Geografía de los recursos naturales. 3. Geografía de la población. 4. Geografía de la energía. 5. Geografía de la industria. 6. Geografía de la construcción. 7. Geografía de la agricultura, ganadería, etc. 8. Geografía de los transportes y las comunicaciones. 9. Geografía urbana. 10. Geografía de los servicios (salud, cultura, comercio).
III. Geografía regional (y estudios en áreas pequeñas). IV. Cartografía. V. Toponimia. VI. Historia de la Geografía.
Quinto templo. India. "Progress of Geography in India. (1964-1968)", de S. P. Chatterjee, Calcuta, 1968.
Los estudios geográficos se refieren a:
I. Geografía física
1. Geomorfología. 2. Glaciología. 3. Hidrología (manantiales, ríos, lagos y aguas subterráneas). 4. Climatología. 5. Edafología (pedología o ciencia del suelo). 6. Biogeografía (geobotánica y zoogeografía).
I. Geografía económica.
1 . General y regional. 2. Geografía industrial. 3. Geografía de la energía y los minerales. 4. Geografía de la agricultura y la ganadería. 5. Uso del suelo. 6. Geografía del comercio. 7. Planeación económica (planeación nacional y planeación regional).
III. Geografía humana.
1. El hombre y el medio. 2. Geografía de la población. 3. Vivienda y poblados rurales. 4. Geografía urbana. 5. Geografía política.
IV. Geografía regional.
V. Geografía histórica.
VI. Cartografía.
VII. Métodos, teoría, técnicas y bibliografías geográficas.
Sexto ejemplo. Unión Geográfica Internacional, XXI Congreso Mundial, Nueva Delhi, India, 1968. "Abstracts of papers", Calcuta, 1968.
Resúmenes de los trabajos presentados en ese Congreso, sobre:
I. Geomorfología.
1. Geomorfología general. 2. Superficies y pendientes de erosión. 3. Glacial y periglacial. 4. Geomorfología costera. 5. Fenómenos de carsto. 6. Geomorfología aplicada. 7. Mapas geomorfológicos.
II. Climatología, hidrología, oceanografía y glaciología.
1. Climatología. 2. Hidrología. 3. Oceanografía. 4. Glaciología.
III. Biogeografía.
1. Biogeografía general. 2. Geobotánica. 3. Suelos. 4. Geografía médica.
IV. Geografía física general.
V. Geografía económica.
1. Geografía económica general. 2. Geografía de la agricultura. 3. Uso del suelo y mapas de uso del suelo. 4. Geografía de la energía y la industria. 5. Geografía de los transportes y comercio.
VI. Geografía de la población.
1. Distribución y caracteres. 2. Migración. 3. Mapas de población. 4. Crecimiento de la población.
VII. Geografía de sitios poblados.
1. Poblados rurales. 2. Geografía urbana.
VIII. Geografía histórica y política.
1. Geografía histórica. 2. Geografía política.
IX. Geografía regional.
1. Geografía regional general. 2. Trópicos húmedos. 3. Zonas áridas.
X. Geografía aplicada.
1. Geografía aplicada general. 2. Métodos cuantitativos. 3. Planeación regional y regionalización. 4. Planeación urbana. 5. Planeación del uso del suelo.
XI. Cartografía.
1. Cartografía general. 2. Cartografía temática. 3. Adiestramiento cartográfico. 4. Atlas. 5. Fotogeografía y fotointerpretación.
XII. Técnicas, metodología y documentación.
Séptimo y último ejemplo. Unión Geográfica Internacional, XXIV Congreso Mundial, Tokio, Japón, 1980, "Abstracts", 1982. Secciones y algunos temas de los Simposios:
1. Geomorfología y Glaciología. 2. Climatología, Hidrología y Oceanografía. 3. Biogeografía y Geografía de los suelos. 4. Geografía física de los sistemas terrestres. 5. Geografía económica. 6. Geografía de la población. 7. Geografía urbana. 8. Geografía cultural y social. 9. Geografía histórica. 10. Geografía regional. 11. Geografía y educación. 12. Modelos y métodos geográficos.
Temas de los Simposios y reuniones:
1. Cultura japonesa. 2. Cambios climáticos y producción de alimentos. 3. Desastres naturales en el medio geográfico. 4. Previsión de desastres. 5. Uso y administración de recursos naturales. 6. Estudios sobre el medio ambiente.
¿Qué conclusiones pueden obtenerse, aunque estos trabajos no sean estrictamente comparables entre sí?
En primer lugar, está claro que la Geografía moderna ha alcanzado mayores avances en los países de alto desarrollo económico y social, pues en ellos juega un papel de gran importancia teórica y práctica, tanto en los de régimen capitalista como en los de carácter socialista. En realidad, es en Francia, Gran Bretaña, R. F. de Alemania, Italia, Estados Unidos, Canadá, Suecia, Japón, Israel, Australia, Holanda y Bélgica, dentro del sistema capitalista, donde la Geografía se ha consolidado más firmemente respondiendo a necesidades propias del alto desarrollo y del aumento de población. Es un hecho que la Geografía jugó papel importante en las naciones que organizaron sistemas de carácter socialista, pues nuestra disciplina era requerida para la planeación económica y social, tanto de índole nacional como para llevar adelante el desarrollo nacional. Durante 70 años, destacaron las ciencias geográficas en la Unión Soviética, donde existió una vasta red de Facultades e Institutos de Geografía, ligados principalmente la Academia de Ciencias de la URSS. Miles de especialistas colaboraron en los estudios y la redacción de los planes quinquenales, aplicables ya sea a todo el país o a repúblicas y regiones. junto con geólogos, biólogos, economistas y representantes de otras ramas del conocimiento, los geógrafos ayudaron a descubrir recursos naturales, factores físicos que afectaban a la producción y a la vida de los habitantes; con los urbanistas trazaron nuevas ciudades y en general se vincularon a todo el proceso de desarrollo económico, por conocer el espacio natural y social. Las publicaciones soviéticas ocuparon un lugar prominente dentro de la bibliografía geográfica internacional. Contrariamente a lo que se afirmaba por entonces, existían muy diversas escuelas de pensamiento geográfico y continuamente se llevaban a cabo discusiones sobre los diversos aspectos en estudio. Si bien las doctrinas del materialismo histórico y dialéctico parecían regir buena parte de las interpretaciones que entonces se daban a los fenómenos, la forma de comprender la realidad era bastante disímbola e incluso afloraban algunas concepciones idealistas. Si se cometieron numerosos errores en la construcción socialista ello no debe atribuirse a deficiencias en la calidad de los investigadores geográficos sino a decisiones políticas que derivaban de una excesiva centralización de los mandos y de métodos planificadores rígidos y en ocasiones erróneos. Los geógrafos soviéticos cumplieron con su deber en la práctica de 70 arios y dejaron además miles de libros y artículos básicos para entender la relación entre la naturaleza y la sociedad, el uso racional de los recursos naturales, el desarrollo regional, etcétera.
Todavía en la década de los años ochenta existían en la Unión Soviética 18 Facultades de Geografía en universidades, además de 15 donde se combinaban especializaciones geográficas con otras conexas; en 60 Institutos Pedagógicos se contaba con Facultades especializadas en Geografía. La más importante facultad de geografía en la URSS funcionaba dentro de la Universidad "Lomonosov" de Moscú, la cual se había transformado en 1938 y contaba con numerosas cátedras (departamentos), laboratorios y observatorios meteorológicos, estaciones para investigación en el interior del país, publicaciones periódicas y un gran museo, extensa mapoteca, etcétera. Entre 1918 y 1967 egresaron de esa institución 5, 1 00 geógrafos y en la última década se titulaban anualmente más de 250 licenciados, 50 candidatos a doctor y varios terminaban el doctorado; decenas de expediciones se realizaban también cada año. Las especialidades que existían en dicha Facultad de Geografía eran las siguientes: geografía economice, geografía física, geomorfología, cartografía, hidrología terrestre, climatología, oceanografía, paleogeografía, glaciología, geografía de los suelos, geobotánica, zoogeografía, geoquímica, geografía física de la URSS y de países extranjeros, regiones polares, geografía económica de la URSS, de países capitalistas desarrollados y del Tercer Mundo. A estas especialidades se agregaron otras nuevas hasta antes de 1991. Los geógrafos soviéticos organizaron el brillante Congreso Internacional de Geografía en 1976, que dejó huella importante en la historia de esas reuniones mundiales.
También alcanzó un alto grado de desarrollo la Geografía en los países de Europa Centro-Oriental que crearon estructuras de carácter socialista. Principalmente debe destacarse el papel relevante que nuestra especialidad alcanzó en la República Democrática Alemana, Polonia, Checoslovaquia y Hungría, donde los geógrafos tomaron también parte muy activa en la construcción económica y el desarrollo regional.
A pesar de que desapareció la Unión Soviética y de que los demás países europeos de corte socialista pasaron a formar parte de una nueva región especial que se da en llamar "de transición" la Geografía continúa prestando eminentes servicios al desarrollo económico y social de las naciones que conservan estructuras socialistas: la República Popular China, RPD de Corca, RS de Vietnam y
Cuba. Son particularmente notables los avances logrados en China, inmenso subcontinente que encierra muchos de los más grandes contrastes naturales y económicos existentes en nuestro planeta. Las reformas económicas introducidas en China y las gigantescas obras que se realizan, exigen la cooperación interdisciplinaria más estrecha. Se han creado numerosas instituciones de enseñanza superior especializadas en geografía y existen importantes institutos de investigación. Las aportaciones de los geógrafos cubanos han sido relevantes en la lucha por vencer las desigualdades regionales, combatir la concentración demográfica en las grandes ciudades, impulsar la diversificación agrícola y la especialización industrial.
Tal como se menciona en otras páginas de este libro, existen numerosos obstáculos para que la Geografía alcance el nivel que merece dentro de las ramas que estudia la naturaleza y la realidad espacial en el seno del Tercer Mundo. Se observa gran disparidad en continentes y países, pues mientras los adelantos son muy palpables en casos como los de India o Brasil, donde trabajan miles de geógrafos, en otras regiones el atraso es todavía patente o se avanza con lentitud. En un número relativamente reducido de naciones, entre las cuales se contarían México, Argentina, Venezuela y Colombia en América Latina, así como algunas de Asia Oriental, se advierten progresos en la introducción de la nueva tecnología geográfica, informática y reformas en los programas de enseñanza de la especialidad. Por desgracia, en muchas otras zonas de América Latina, Asia y Africa la crisis ha traído como consecuencia un lento progreso o incluso se advierte un estancamiento de la educación especializada y de las investigaciones que pudiesen aplicarse para resolver los graves problemas que enfrentan dichas sociedades, sobre todo las del llamado "Cuarto Mundo" de extremo subdesarrollo.
Entonces, en los países donde la Geografía ha alcanzado mayor fuerza existe plena coincidencia en sostener que sus campos de acción indiscutible incluyen los siguientes:
1. Geografía física general. 2. Geomorfología. 3. Hidrología. 4. Climatología. 5. Geografía de los suelos. 6. Geobotánica. 7. Zoogeografía. 8. paleogeografía. 9. Glaciología. 10. Geografía económica general. 11. Geografía urbana. 12. Geografía de todas las actividades productivas (agricultura, etc.). 13. Uso del suelo. 14. Geografía de la población (densidades, poblamiento, económicamente activa, etc.). 15. Geografía política. 16. Geografía histórica (muy diferente a la llamada "geohistoria"). 17. Geografía física y económica regional. 18. Cartografía. 19. Geografía médica. 20. Historia de la Geografía. 21. Bibliografía geográfica. 22. El hombre y el medio. 23. Regionalización o división en regiones naturales y económicas.
Donde subsisten divergencias es en lo que toca a la inclusión de toda la ciencia del suelo y toda la oceanografía, de la geoquímica del paisaje y de algunos problemas de la población y de orden político nacional, dentro de los campos neta7 mente geográficos. Definitivamente, la meteorología es ya una ciencia conexa autónoma. Por lo tanto, esas 23 áreas deben pertenecer en todo el mundo a la investigación y la enseñanza de los geógrafos, que -repetimos una vez más- toman en debida cuenta para sus estudios las aportaciones de distintas ciencias, auxiliares o conexas de la Geografía, como la economía política, la geofísica, la biología, la geología y tantas otras. Pero si la Geografía sólo se basara en datos proporcionados por otras disciplinas -dice Y. Efremov- estaría en peligro de desaparecer y por eso debe ubicarse correctamente su lugar dentro de las "ciencias de la Tierra", pues indudablemente existe una fuerte interrelación con las otras que integran ese complejo geológico-geofísico-geográfico. Estas ciencias se interpenetran en sus campos de estudio y nadie puede negar que en el fondo constituyen parte de una sola gran ciencia de la Tierra. El problema principal consiste no tanto en delimitar el objetivo de investigación de cada rama como en especificar el método usado y el propósito de ella. Dice aquel autor: "Una subordinación rígida de esas disciplinas de interés múltiple, como la ciencia del suelo o la geofísica, bajo una sola línea (por ejemplo, la ciencia del suelo a la geología en el pasado y a la biología en el presente) trae a menudo como resultado un desarrollo unilateral de dichas disciplinas". Una cosa es la inevitable interrelación y otra muy distinta la "liquidación" injustificada de ciencias cuya gran importancia presente y futura todos deben reconocer.
Geografía y necesidades sociales
Lleguemos a una conclusión valedera. Si en su larguísima historia, la Geografía ha sido un valioso auxiliar en el proceso de desarrollo social y científico, incluso en las épocas del individualismo más feroz, en que predominaron las ideas y acciones de aisladas personas sin ponerse un freno a las ambiciones y las conquistas de dictadores y de clases sociales desbocadas; con cuanta mayor razón nuestra especialidad, de la que Parker dijo "es el camino a todas las ciencias", deberá cumplir una misión más claramente aplicada a nuestra época. El mundo actual está dividido en grandes sectores: el de los países desarrollados y el de los subdesarrollados o más propiamente el de los avanzados económicamente y el de los miserables y atrasados. En el mundo desarrollado la Geografía alcanza ya niveles de enorme desarrollo y juega en los países socialistas un papel determinante, pues allá se tiende por lo menos a utilizar mejor los recursos, a racionalizar su uso, a planear verdaderamente la economía, aunque ello sea una labor bien difícil. En los países industriales capitalistas la Geografía tiene un rango muy destacado en el conjunto de las ciencias actuales, debido a que es ahí donde se registran los mayores adelantos técnicos y las aplicaciones concretas del avance científico en las actividades y la vida del hombre. Multitud de casos pueden ya citarse de uso de los conocimientos geográficos, por ejemplo de geomorfología, climatología o ciencia del suelo, para mejorar los cultivos, trazar mejor las vías de comunicación, planificar las ciudades, incluso vigorizar los negocios privados y las ventas, evitar la erosión de los campos, etc. No quiere decir que se haya agotado ya el papel aplicado de la Geografía en los países desarrollados, ni mucho menos. Podríamos decir incluso que apenas se va comenzando a reconocer la labor que en este sentido puede llevarse a cabo; pero donde mayor es el campo de la Geografía para el presente y el futuro es en los países subdesarrollados, pobres y explotados.
Alejados de las ideas del determinismo geográfico, que pretender hacer impotente al hombre frente a la naturaleza, los geógrafos modernos de los países con bajos niveles de vida deben por lo contrario luchar incansables para demostrar que las ciencias geográficas son un elemento imprescindible para acelerar el progreso de esas zonas, donde viven más de 4,000 millones de hombres (2,900 si excluimos a China Popular, con régimen socialista), o sea casi tres cuartas partes de la humanidad. Si en los países desarrollados es necesaria la aceleración del proceso económico, para mantener el alto ritmo de producción y evitar el desempleo y las crisis, en los atrasados es literalmente un problema de vida o muerte. El economista francés René Dumont ha pronosticado una situación general' de hambre en el mundo (sobre todo en Asia, África y América Latina) para 1980 o incluso antes. Y no tenemos que esperar tanto tiempo, porque hoy se pueden observar estados de miseria y de hambre tremenda en la India y en Biafra, Pakistán e Indonesia, Haití y Etiopía. Entonces, es necesario que se conduzca el desarrollo en forma acelerada, planificando la agricultura, la ganadería, el progreso industrial y comercial.
Si la Geografía, ha sabido ser un gran auxiliar en la conquista del mundo para hacerlo el todo que es hoy y lo ha podido realizar sobre todo cuando las necesidades así lo exigieron en el pasado, con mayor razón podemos afirmar su papel decisivo en esta época y en el futuro. La población crece y crecen las necesidades, de tal manera que la política económica debe responder a las necesidades de las mayorías, a las exigencias reales del país en su conjunto y de las regiones en particular. Claro que las buenas intenciones se estrellan en los países pobres contra una multitud de problemas.
La sociedad de masas que es el mundo actual, exige también soluciones en gran escala y a corto plazo y aquí la Geografía habrá de jugar un papel primordial. Veamos ejemplos de su importancia actual.
El uso de los mapas de suelos es ya corriente para la mejor utilización de la tierra con fines agrícolas y la determinación de los cultivos más apropiados. Además, se le requiere para combatir la erosión; calibrar el mayor o menor volumen de fertilizantes en los suelos; la conveniencia de construir obras de riego y así aumentar la productividad (dependiendo, por supuesto, de las condiciones de clima, topografía, hidrología o situación locales), etc.
En el XX Congreso Internacional de Geografía, el profesor L. Hamill, de la Universidad de Alberta, Canadá, presentó un importante trabajo sobre los problemas de aplicación de los estudios biogeográficos en la conservación de recursos, asentando que "los análisis sociales y económicos deben tomar explícitamente en cuenta los recursos físicos y biológicos". Todos conocemos, por otro lado, el interés del estudio geobotánico de las distintas zonas vegetales, que nos permite tener una clara visión de los recursos de este tipo, en relación con los otros factores del medio.
Los climas son indudablemente aspectos de suma importancia, en ocasiones decisivos para el éxito o fracaso de una política agrícola y por ello su conocimiento es obligado para que rinda en plenitud cualquier plan de desarrollo en el medio rural. El clima monzónico del sureste asiático se está estudiando a fondo en la India, en China y Japón, al igual que los huracanes de la región del Caribe. Otro ejemplo de investigación especial es el que resumió J. Havens (Laboratorio Natick, Massachusetts, EUA) sobre las expediciones para conocer la condición de los glaciares de la isla Axel Herberg, en su relación con el clima. Los balances caloríficos son también objeto de análisis, a través del uso de parámetros que muestran la influencia de diversos factores del ambiente geográfico. Todos conocemos la forma en que los satélites artificiales y los cohetes de finalidades científicas están cooperando al conocimiento previo de los ciclones tropicales y a remediar en parte los daños causados cuando se abaten sobre el continente.
En hidrología son básicos ya los estudios sobre el balance hidrológico de ríos, lagos y lagunas, que explican los márgenes de utilización del agua para riego, para uso industrial o urbano. Además, en nuestra época, los recursos marinos -incluyendo el agua misma de los depósitos oceánicos- ocupan un lugar cada vez más destacado dentro del cuadro general, pues habrán de aliviar los problemas de alimentación en un mundo cada vez más poblado y donde el hambre continúa haciendo estragos en Asia, África y América Latina, sin que se vea salida próxima a esta situación, en tanto no se modifiquen las estructuras sociales. Los depósitos de petróleo y otros minerales del subsuelo en las plataformas continentales son reservas que ya están en explotación: urge por ello establecer desde ahora los límites dentro de los cuales sólo puedan operar los países ribereños.
La geomorfología aplicada es cada día más necesaria y la urgencia de contar con especialistas en la materia se hace evidente, ya que el relieve es elemento decisivo en muchos países, entre ellos México y todos los que tienen en América vuelta la cara hacia el Pacífico. La influencia del relieve -no es menester insistir- es hasta cierto punto determinante en la agricultura y la ganadería (a través de la distribución de los pastos naturales o de la creación de praderas artificiales o cultivos de forrajes); también en la existencia de recursos forestales (todo ello con notable ingerencia del clima y los suelos) y, como es evidente, en la localización de yacimientos minerales, a su vez producto de la historia geológica. No se detiene ahí su relevancia, sino que puede señalarse su gran papel incluso en la escala y ubicación de las industrias, ciudades y vías de comunicación, hasta llegar a ser premisa en la división de un país en regiones geográfico-económicas.
De enorme interés práctico es asimismo el estudio de los fenómenos de carsto, al igual que los de morfología costera, tan importantes en la navegación y por su peculiar flora y fauna. Toda una rama de los trabajos geomorfológicos, o sea la formación de las montañas y su erosión simultánea, encuentra eco cada vez mayor en las publicaciones y congresos de su especialidad. En Rumania, escribe T. Morariu, "Los problemas de geomorfología aplicada se refieren principalmente a la agricultura, las vías de comunicación, localización de nuevas empresas industriales, planificación de centros urbanos y descubrimiento de depósitos minerales. En consecuencia, los mapas de energía potencial máxima y división del relieve rumano son logros que se usan como bases para un mejor uso de la tierra".
Para la investigación regional, gran importancia tienen los mapas de división físico-geográfica, es decir la síntesis de todos los aspectos anteriores, desde la geomorfología hasta el clima, los suelos, la hidrología y la biogeografía: ellos se utilizan tanto en la Europa Occidental como en la ex Unión Soviética y las naciones de Europa Oriental. Las regiones geográficas son, como dice E. Neef, "composita geographica" y "los aspectos económicos transforman a los de carácter natural, convertidos en categorías económicas". Un ejemplo más es la ponencia de Leoncio A. Pérez sobre los problemas que el viento y la sequía presentan en las islas Canarias, así como de las obras que se llevan a cabo para contrarrestar sus efectos negativos.
En la actualidad existen toda una gama de organismos e instituciones dedicados exclusivamente al conocimiento de las regiones áridas y de los trópicos, que incluyen entre sus temas a tratar los del riego, poblamiento, pastos, efectos de la urbanización, etc. A. Young, de la Universidad de Sussex enfatiza que "las investigaciones sobre recursos han llegado a aceptarse como la base esencial para el desarrollo agrícola en los trópicos. Los factores del medio que se incluyen en dichos estudios son la geología, geomorfología, clima, hidrología, suelos y vegetación". La geomorfología es en esta materia el aspecto más importante, junto con el clima.
En la Geografía aplicada se investigan, en suma, multitud de fenómenos por métodos diversos, que van desde el cartográfico hasta el geoquímico (en análisis de rocas, suelos, aguas y demás componentes). Aquí tocaremos de paso la relación existente entre la Geografía y la planificación económica. Mostremos algunos ejemplos concretos de la importancia que se atribuye en numerosos países al conocimiento de los factores naturales.
Haciéndose eco de la preocupación mundial, @l académico I. Guerasimov e I. V. Komar, de la URSS, presentaron al Congreso Mundial de 1964 una ponencia, en la cual afirman: "Existe una indudable posibilidad de satisfacer la creciente demanda en el uso de recursos naturales, debido al rápido desarrollo de la ciencia y al progreso social y económico... (sin embargo) el conocimiento
del medio natural en que vive el hombre y de sus recursos naturales es todavía insuficiente... (y) los geógrafos deben levantar su voz en un esfuerzo por evitar que otras gentes derrochen los recursos naturales; deben tomar la iniciativa en la creación de un código general sobre el uso racional, la reproducción natural y la conservación de las riquezas naturales de la Tierra". Por otro lado, Allen K. Philbrick (Universidad de Michigan), hizo ver entonces la necesidad de crear en Norteamérica "una unidad de planificación y operación" de las disponibilidades de agua, pues los requerimientos en algunas regiones son superiores ya a los recursos disponibles de fuentes naturales inmediatas. El profesor holandés W. Steigenga, con amplia experiencia en la materia, afirma categóricamente que "La ciencia de la planificación -como ciencia intermedia que es, entre varias disciplinas- arranca en primer lugar de la Geografía humana, como la principal ciencia social que trata de la organización de la sociedad, en otras palabras con el medio en que vive la humanidad... Especialmente la formulación del plan -la reorganización 'o el orden espacial organizado en forma distinta- deberá basarse en el conocimiento geográfico", (subrayado mío, A. B. B.). En numerosos países europeos, en Japón y los Estados Unidos, se llevan a cabo estudios detallados sobre los factores geográficos que ayudan a explicar la localización industrial, la densidad demográfica, las concentraciones urbanas, etc. y en Checoslovaquia, pongamos por caso, se calcula incluso el "grado total de industrialización y distribución de la población", de acuerdo con la influencia de los factores geográficos (M. Strida).
Un muy interesante aspecto, debatido en numerosos trabajos, es el de la influencia que ejercen los factores naturales sobre las vías de comunicación y el transporte en general, lo mismo en la localización de ferrocarriles y carreteras que en el establecimiento de puertos y pistas de aterrizaje.
En la Geografía política es de enorme interés la consideración de los aspectos físicos, pues las fronteras entre países se han trazado a menudo utilizando objetivos geográficos, vgr. ríos, cadenas montañosas, lagos, etc. La existencia de amplios desiertos dificulta el establecimiento de las fronteras (por ejemplo entre Argelia y Marruecos) y las altas cadenas montañosas ofrecen siempre obstáculos para la delimitación correcta de los límites nacionales (China y la India en el Himalaya).
Además, las fases del poblamiento de los diversos países del mundo muestran que los factores naturales tienen peso muy poderoso y explican el desarrollo de cierto tipo de agricultura en los valles, de algunas aglomeraciones industriales cerca de la materia prima o bien resulta imposible estudiar la génesis y consolidación de las ciudades sin considerar las bases geográficas de su fundación y las causas económicas de su crecimiento.
Los geógrafos polacos han presentado trabajos que muestran el notable adelanto alcanzado en su país, por lo que toca al conocimiento de los factores geográficos y su relación íntima con la localización racional de las empresas industriales, el progreso de la agricultura y en general con la planificación económica de Polonia. L. Gorecka y J. Grzeszczak estudian a fondo las relaciones de industrias tales como las del cemento y ladrillera con el medio geográfico a saber: 1) La influencia de los depósitos minerales en la distribución y escala de las plantas y sobre el carácter de la producción. 2) La influencia de los factores naturales sobre los costos de producción. 3) La influencia de las explotaciones y uso de las materias primas en la transformación del medio geográfico regional.
Finalmente, un ejemplo más: la ponencia de M. Wieckowsk titulada "El medio geográfico y la planificación", en la cual el autor señala: "La planificación regional exige una estimación de los recursos regionales, su uso apropiado, para que el balance actual del medio geográfico no sufra cambios que sean indeseables desde el punto de vista del bienestar material y humano ... Los recursos pueden estimarse a través de un análisis de los componentes propios de la región, tales como la geología, hidrología, etc. Sin embargo, al determinar la utilización apropiada de esos recursos, es de gran importancia examinar las relaciones entre todos los componentes. Cuando se estima la utilidad de un territorio dentro de perspectivas de desarrollo local, es necesario definir sintéticamente las propiedades de varios tipos de suelo. Esas propiedades y no sus caracteres estáticos, deben expresar la dinámica de los procesos que tienen lugar en el medio, y al mismo tiempo hacer posible una estimación de tipos particulares de territorio. Esta estimación -dice el autor- debe realizarse desde el ángulo de propósitos definidos de planificación y siempre será relativa. Por ejemplo, al clasificar las áreas para su poblamiento, deberán usarse criterios distintos en las varias regiones geográficas".
Los investigadores señalan que "La planificación regional ... exige un estudio geográfico general. Exige no sólo la justificación de un desarrollo determinado de la economía, sino también de los trabajos que se llevan a cabo para utilizar y transformar a la naturaleza". (1. Saushkin).
La Geografía es o debe ser aplicada
El profesor L. Dudley Stamp, brillante organizador en jefe del Veinte Congreso geográfico, señala con certeza en "The British Isles. A Systematic Geography" (1964) que "En todo el mundo las gentes se dan cada día mayor cuenta de que los recursos naturales están muy lejos de ser ilimitados, que su uso apropiado exige un estudio objetivo y su desarrollo planificado o su conservación. Existe inevitablemente una tendencia más poderosa hacia la aplicación de los métodos geográficos de investigación en el caso de esos problemas comunes: la Geografía aplicada se convierte en un agregado natural de la preparación básica y desemboca sin ruptura en la planificación física".
Largo tiempo pasó ya desde los brillantes inicios que la Geografía moderna tuvo con la grandiosa obra de Alejandro de Humboldt y hoy la tendencia es definitivamente hacia la utilización de sus conocimientos en bien del hombre: de ahí el nacimiento de la Geografía aplicada, que no consiste sino en el uso de los estudios antes considerados como "puros", en la consecución de las metas del desarrollo económico. La Geografía ha entrado nuevamente -dice M. Philipponneau en su magnífica "Geographie et Action" (1960)- "en el ámbito de las aplicaciones prácticas". En los países de Europa Occidental la Geografía, desde los años de la gran crisis 1929-33, juega un papel importante como auxiliar en distintos aspectos del desarrollo económico (en Inglaterra se señala a 1915 como el año en que los geógrafos comienzan a colaborar con otros especialistas en la resolución de problemas concretos, aunque fuera de una plantación rigurosa). También en los Estados Unidos, el Canadá y el Japón, aumenta sensiblemente la participación de los geógrafos en esquemas de mayor o menor amplitud. Francia y Alemania son países donde la Geografía ha alcanzado alto progreso y las aplicaciones prácticas se multiplican, sobre todo en Francia al llevarse a cabo en las regiones los planes cuatrienales para atacar las graves desigualdades regionales, como lo demuestra F. Coront-Ducluzeau en su libro "La Formation de I'Espace Economique National". En los países socialistas la Geografía ha alcanzado sustancial aplicación práctica, por medio del estudio sistemático de grandes y pequeñas regiones, con fines de planificación. Las exploraciones geográficas son cosa corriente en esas naciones y tienen por fin "revelar nuevos recursos naturales y desarrollar las fuerzas productivas en todas las regiones del país para aprovecharlas y llevar a cabo nuevas grandes obras de construcción y mejoramiento" (1. Guerasimov en "Essais de Géographie").
Nadie niega la gran importancia, que tanto enfatizan Wooldridge y Gordon East, de los estudios geográficos teóricos de la naturaleza, pero lo que debe rechazarse enfáticamente es la concepción de Leighly y Sauer, en el sentido de que la Geografía ha sido y es "la ciencia de la Tierra, de la superficie terrestre", apartada del hombre y sus problemas económicos y sociales. Eso no quiere decir que no pueda haber trabajos de ciencia "pura" sobre formas del relieve, factores climáticos, distribución de especies vegetales o animales, etc., pero incluso esas investigaciones llegan a alcanzar un fin aplicado.
En el Congreso Internacional de Geografía de 1968, por ejemplo, se insistió en "El papel de la Geografía en el programa de la Década Hidrológica Internacional" (R. Keiler, R. F. A.); en las "Consideraciones geográficas sobre la concentración económica"(F. Gribaudi, Italia); en la "Evaluación de recursos naturales para justificación de proyectos en la República Dominicana", por W. V. Drews, de Estados Unidos y, por fin, en "Los complejos geográficos o físicos para la planeación del uso agrícola del suelo en la India", de L. S. Bhat.
Quizás una de las ponencias más interesantes de ese último Congreso fue la presentada por Horst Kohl, investigador alemán de la Universidad Humboldt, Berlín Oriental, bajo el título: "Sobre la relación entre la Geografía y la planeación regional", cuyo resumen traducimos a continuación. "Los nuevos avances en tecnología de la producción tienen consecuencias muy profundas en el desarrollo de las regiones económicas. De esta manera, han ocurrido cambios considerables en las estructuras regionales y las regiones han crecido hasta convertirse en sistemas espaciales complicados y altamente integrados. La contribución de la Geografía en la planeación económica puede encontrarse en el campo de la investigación sobre la estructura regional. Esos estudios permitirán a los planificadores contar con la información básica. En consecuencia, los geógrafos podrán tener influencia decisiva en la plantación y la dirección de la estructura espacial del país. De esta manera, el papel de la Geografía aplicada no consistirá sólo en proporcionar un inventario de los complejos regionales sino también en señalar las posibilidades que tienen para desarrollarse. Como resultado de ello, la Geografía aplicada podrá alcanzar una posición importante en la planeación económica nacional del futuro".
Con mucha razón escribió en 1970 el Prof. J. Roglic, de la Sociedad de Geografía de Croacia (Zagreb, Yugoslavia), lo siguiente: "La superficie de la Tierra se ha vuelto sinóptica y más accesible"; el interés por los procesos de evolución ya no está limitado a un grupo de "iluminados" sino que se ha convertido en una necesidad de todos los hombres. Es general la necesidad y el deseo de comprender las causas y la significación de lo que se observa y de lo que uno es testigo; una descripción banal ya no satisface a nadie. Nunca las condiciones habían sido más favorables para la Geografía, pero al mismo tiempo son necesarios métodos nuevos, métodos de pioneros, aquellos -en suma- que interpretan el problema esencial y persistente de nuestra disciplina...
"La relación y la colaboración caracterizan cada vez más a la humanidad contemporánea y estas condiciones no pueden realizarse sin conocerse recíprocamente. Pero el conocimiento implica poseer y utilizar materiales y cifras auténticas. El valor de los diversos espacios y la prosperidad de las partes de la comunidad humana dependen de que se incluyan en la vida global... Las realizaciones humanas cuentan actualmente según su contribución a la armonía del conjunto. En consecuencia, el conocimiento de esas relaciones es lo que constituye la esencia y la importancia del trabajo geográfico moderno". Para terminar, recordemos las palabras del Director del Instituto de Geografía de la Academia de Ciencias de la URSS, I. P. Guerasimov, pronunciadas en la Conferencia Regional Latinoamericana de la UGI (1 966) celebrada en México: "La ciencia geográfica tiene actualmente grandes perspectivas para su desarrollo. Como hace muchos siglos, en la época de los grandes descubrimientos -geográficos, esta ciencia de nuevo se encuentra en la primera fila del frente científico. La Geografía tiene que prestar una contribución digna para la satisfacción de las necesidades de la humanidad a base de los recursos naturales con que cuenta el mundo, luchando por la conservación y el mejoramiento del medio geográfico.
Las exigencias prácticas y el deber patriótico de tomar parte activa en la resolución de los problemas de los países, estimulan el desarrollo de la Geografía científica en África, Asia y América Latina".
Sólo cuando la Geografía está vinculada estrechamente a la vida toda de la nación y a su constante lucha por hacer más racional la explotación de los recursos, más equitativa la distribución de la riqueza y mejor la localización de las fuerzas productivas, cuando -en fin- está ligada a las necesidades del pueblo, puede decirse que cumple cabalmente con su cometido. Entonces, se justifica en la realidad la definición de Geografía dada por el ex Presidente de la Academia de Ciencias de Cuba, Antonio Nuñez Jiménez: "Es la ciencia de la transformación de la naturaleza por el hombre".
CONQUISTA Y CONOCIMIENTO DEL MUNDO
Geografía y descubrimientos
¿En qué medida podemos afirmar que conocemos, desde un punto de vista geográfico, no filos6fico, nuestro planeta?
¿-Ha sido uniforme el proceso de la investigación geográfica en todas las épocas y en todos los países? ¿Cuáles han sido sus características, sus móviles, sus resultados concretos? ¿Qué enseñanzas podemos sacar los mexicanos de su estudio?
Para contestar -así sea en la brevedad de este capítulo- a esas preguntas, necesitamos volver los ojos al pasado, recordar una historia maravillosa, con seguridad la más maravillosa de todas; mucho más noble y profunda que la historia militar, igualada sólo -tal vez- por la historia del arte: la relación de cómo el hombre ha ido conquistando el planeta, de cómo lo está venciendo. La historia de los descubrimientos no es, como todavía se piensa, la historia personal de algunos o muchos grandes hombres; no es la vida de Marco Polo @ la vida de Sir Francis Drake niás la de Roald Amundsen; es la historia del Hombre, de todos los hombres, de todos los pueblos. Los grandes hombres han sido capitanes de empresa, visionarios, genios si se quiere, pero nada hubieran podido hacer sin el apoyo de una determinada estructura social, sin el concurso de muchas otras personas de su tiempo, sin la utilización de los adelantos e ideas que antes de ellos legaron otros seres. Sólo así es lógica y explicable la historia de la Geografía y en ello reside también su importancia: abarca todas las experiencias del género humano en su desplazamiento histórico sobre la superficie de la Tierra, por los mares y ríos, lagunas y hielos flotantes, es, en fin, la historia de la humanidad considerada como un método y un aspecto especial.
Ahora bien, ¿cómo ha ido el Hombre descubriendo y conociendo el mundo? ¿Cuáles son sus instrumentos para lograr ese propósito? La Geografía ha llegado a su actual conocimiento relativo del medio: 1) gracias a los movimientos, viajes, expediciones y exploraciones llevadas a cabo en todos los continentes y el océano mundial y 2) merced al estudio, ordenación, presentación y divulgación de los conocimientos adquiridos. El viaje, pues, además de contribuir a ampliar el horizonte personal, a proporcionar el descanso mejor que es el cambio de ambiente, a obligar -aunque sea en mínima escala- a razonar sobre ciertos fenómenos geográficos, económicos e históricos, a ver con propios ojos determinado hecho, etc., es un instrumento que la Geografía utiliza para conocer el mundo. Los fenómenos ocurren sobre determinado lugar o región y por ello es indispensable ir al sitio correspondiente, ya que la ciencia estudia los hechos tales como son: de aquí la necesidad de "hacer Geografía" sobre el terreno. Pero para un geógrafo no basta viajar observando superficialmente la realidad, sino que es necesario penetrar en la intrincada trama de los factores del medio, todos ellos interrelacionados e interdependientes. Esta es la diferencia entre el viaje en general y el viaje científico, "geográfico": este último permite conocer y dar a conocer -explicar- el mundo en que vivimos.
Sin embargo, estamos muy lejos de afirmar que la historia de los "descubrimientos" e investigaciones sobre el terreno sea la historia de la Geografía. Muy al contrario, aquella no es sino una parte de este concepto mucho más amplio porque abarca, además, el desarrollo de la cartografía y el proceso seguido por el pensamiento (teoría) de las diversas partes y de toda la Geografía en su conjunto a través de los tiempos. Varios de los exploradores y viajeros famosos cooperaron también al progreso de las ideas que han modelado la Geografía actual; entre ellos podemos citar a Herodoto, El Edrisi, Chan Tsiang, Américo Vespucio, V. Behring, james Cook, el gran Humboldt, Semenov Tian-Shanski, Richthofen, pero habríamos de agregar también otros muchos gigantes que no se destacaron en igual medida como exploradores y sin embargo se consignan en letras de oro en la historia de esta ciencia "tal vez la más amplia y posiblemente la más antigua entre todas las variadas ramas contemporáneas del saber", que es la Geografía. Su aportación debe estimarse -repetimos- tomando en cuenta el momento que les tocó vivir, la etapa de desarrollo social por la que pasaba entonces el mundo y visto así el problema, resulta muy difícil, por no decir imposible, señalar entre ellos "al más grande geógrafo de todos los tiempos". Contribuciones destacadísimas hicieron Aristóteles, Plinio, Polibio, Arquímedes, Eratóstenes, Claudio Ptolomeo en la Antigüedad; Martin Behaim, Paolo Toscanelli, Varenius, Mercator, Cassini, Roger Bacon, Stobniczek en la Edad Media; Lyell, Dokuchaev, C. Ritter y Hettner, Humboldt, August Penck, E. Reclus y de Martonne, Davis, Seuss, Sorre, Berg, Dudley Stamp, y otros muchos en la era moderna. Una Historia de la Geografía, si no engalanara sus páginas con los nombres de esos titanes, se presentaría trunca. Pero en este capítulo pretendemos dar un bosquejo y hacer algunas reflexiones sólo acerca de la historia de los viajes e investigaciones geográficas generales y no de toda la historia de la Geografía.
La historia de las investigaciones geográficas es la historia de la lucha del hombre por "conquistar su sitio bajo el sol", por utilizar las riquezas naturales y consolidar su dominio político sobre vastos territorios. Está íntimamente ligada al desarrollo social y económico de la humanidad, a los esfuerzos por satisfacer imperiosas necesidades materiales, por engrandecer y mejorar su existencia. Ni una etapa de la historia puede considerarse aislada de esa evolución y para poder demostrarlo debemos examinar, aunque sea brevemente, las características de la civilización humana. No tenemos que lanzarnos a fabricar raras teorías, a estructurar complicados esquemas producto de solitarias lucubraciones. La realidad está allí y nuestra tarea consiste en sacar de su análisis correctas deducciones.
Las etapas principales
Atendiendo a la base social, económica y política que ha hecho posible el desarrollo de la humanidad, su progreso cultural y por ende el adelanto de las ciencias, entre ellas la Geografía, podemos dividir la historia de las investigaciones geográficas en cuatro etapas principales de orden mundial, que a su vez se subdividen en varios períodos. La primera corresponde a los albores de la sociedad, a la pre-prehistoria, cuando surgieron aquí y allá los primeros grupos humanos, que bajo las formas del comunismo primitivo, el salvajismo y la barbarie, se unieron y lucharon entre sí para mantener su supervivencia y explotar en forma rudimentaria los recursos naturales. Estas agrupaciones existieron en varios continentes y hubieron de movilizarse por amplios territorios en busca de fértiles valles, de mejores climas y nuevos objetivos geoeconómicos. Recordemos las grandes peregrinaciones registradas dentro de Asia, del Noreste asiático a la América y Australasia, de la India y el Cercano Oriente rumbo a Europa y África, de ésta a Oceanía, quizá de Polinesia a la América del Sur o viceversa. Es indudable que aquellos hombres primitivos tenían ideas generales sobre sus países, principalmente acerca de los ríos y costas, condiciones del suelo, vegetación y fauna, que necesitaban en sus diarias faenas de caza, pesca, ganadería y agricultura. Pero como no tenían alfabeto, esos conocimientos quedaron inscritos sólo en las rocas y monumentos por medio de símbolos: los datos acerca de la Geografía pasaban de boca en boca, generación tras generación. Por supuesto que de aquella época primera no se recuerdan nombres de guías o jefes notables -excepto algunos míticos como el Mexitli de los aztecas- que puedan señalarse como paladines, iniciadores o forjadores de la Geografía primitiva. Miles de personas se dedicaron a viajar y es a ellos, a esa masa anónima de jefes y seres comunes, a quienes debemos los primeros conocimientos acerca del planeta. Es la etapa en que los hombres son "hijos de la naturaleza", cuya vida simple y clara transcurre verdaderamente en el medio geográfico, entre las inmensas selvas tropicales y las enormes montañas que surcan los continentes, las aguas turbulentas de los ríos broncos y arrolladores, entre la lluvia, el sol del desierto y el frío de las extensiones nórdicas. Es la época del dominio casi absoluto de la naturaleza, cuando no se contaba con medios eficaces de comunicación, ni con ropa o vivienda adecuadas, cuando casi todo estaba por hacerse. Los hombres de entonces vivían en gran atraso, es cierto, pero debemos ver en ellos una cualidad inestimable: conocían a la naturaleza, luchaban unidos y unidos morían; lo grandioso de los fenómenos aterrorizaba e infundía pavor y su impotencia técnica los llevó a adorar aquellas sus fuentes de vida y destrucción.
Más tarde el progreso social condujo a la creación de sociedades nuevas, diferentes, donde el derecho a la propiedad privada condujo a la esclavización de una mayoría de seres por una minoría. Al mismo tiempo prospera la organización, los métodos de explotación de los recursos naturales, la técnica, los transportes; aparece el alfabeto y los jeroglíficos, que permiten escribir observaciones sobre el país. Muy probablemente los focos de la cultura antigua surgieron en varios lugares al mismo tiempo histórico, independientes unos de los otros debido a ese atraso económico que constreñía su acción y sus lazos con pueblos distantes. Destacan entonces los viejos pueblos de la Mesopotamia, Egipto y China, que nos legaron preciosos documentos geográficos. Los babilonios extendieron sus áreas conocidas más allá de las cuencas del Eufrates y el Tigris, hasta el Mediterráneo oriental, Egipto y Transcaucasia e hicieron uno de los primeros mapas, de su ciudad principal. Los egipcios del bajo Nilo significaron un paso enorme hacia adelante: sus enviados visitan la Abisinia y el Cercano Oriente, miles de años antes de N.E. mandan una expedición a las costas del Mar Rojo y unos 2,000 años a.C. Sinujit va al Oriente descubriendo pueblos y ciudades, que le sirven de material para uno de los primeros documentos geográficos. Otro pueblo insular, Creta, impulsó el descubrimiento del Mediterráneo. Allá, perdidos en la inmensidad asiática, los chinos antiguos realizaron proezas tal vez superiores, porque no sólo viajaron extensamente por la Gran Planicie y regiones vecinas, sino que surcaron las aguas del Yangtse, del Amarillo y otros ríos, saliendo más tarde -con ayuda de los principios físicos de la brújula y de otros aparatos- al Océano Pacífico, sin que sepamos si muchos siglos antes de nuestra era llegaron a lejanos territorios costaneros. Se conservan de esa segunda etapa diversos mapas rústicos de China, que confeccionaban individuos especialmente preparados; los llamados "libros de los ríos", "de los mares" y "de las montañas" son producto genial de aquel pueblo sabio. Los fenicios, organizados bajo el signo del comercio en un mar para entonces extenso y desconocido, construyeron barcos mejores y se lanzaron a recorrer todo el Mediterráneo, llegaron tal vez hasta la India, rompieron el mito de las columnas de Hercúles (estrecho de Gibraltar) llegando a Inglaterra, el Mar del Norte y el Báltico; por encargo de Neckao (Necko, Nechao) dieron en 3 años la vuelta al África (siglo vi A. C.) El navegante cartaginés Hannón en el siglo v a.C. encabezó la expedición al occidente de África, que llegó hasta la Sierra Leona o más al sur todavía. En la India, el Cercano Oriente, Persia y otras regiones del planeta prosperaban ya entonces viejas culturas que, desde la época de los egipcios, tenían contactos con las mucho más atrasadas del "Occidente" contemporáneo en Europa.
Antes de abrir una página extraordinaria de la historia: el despertar griego, debemos mencionar que Sinujit, Neckao y Hannón inauguraron la larga serie de "nombres ilustres" en la Geografía
descriptiva: de las masas de hombres anónimos de la prehistoria se llega a individualizar, a señalar paladines, guías en el conocimiento del mundo.
Muy lejos de nosotros, el deseo de hacer un análisis de la sociedad en Grecia antigua; sólo destacaremos lo referente al ensanchamiento del "mundo descubierto" por el pueblo o los pueblos que entonces iban a la vanguardia, técnica y socialmente, donde por ende, la cultura se desarrollaba a un ritmo más acelerado. En Grecia Eratóstenes usó primero la denominación de "Geografía" para nuestra ciencia; Herodoto viajó hasta Egipto, Crimea y la sede del Imperio babilónico; tres personajes se destacan en un mismo siglo como impulsadores geniales del conocimiento geográfico: Piteas de Marsella explora las costas de Europa Occidental, las Islas Británicas e Islandia, Nearco de Macedonia va hasta la desembocadura del Indo y Alejandro el Grande lleva sus falanges al Pamir, Tian-Shan y la India. La Grecia antigua es la tierra donde brillan Pitágoras, Aristóteles, Anaximandro, Hiparco, tantos otros genios que hicieron maravillas por sentar las bases de la Geografía como ciencia; Homero escribe lo que se ha dado en llamar "la primera obra geográfica": la Odisea.
A Roma -otra sociedad esclavista- le preocupan más profundamente los bienes materiales, la invasión y el establecimiento de colonias en todo el mundo entonces descubiertos; sus grandes capitanes, Aníbal, julio Cesar, Pompeyo, Octavio y otros llegan con sus soldados hasta España, Francia e Inglaterra, vencen a Cartago y se convierten en amos del Mediterráneo, ensanchan el imperio y dan los primeros conocimientos de tierra adentro de África, Asia y Europa. Comerciantes y viajeros arriban a la India (Hippal), África Orienta¡ (Diógenes el Griego) e inclusive Malaca, sur de China y el Océano Pacífico (?) en el siglo i de nuestra era. El progreso técnico en las comunicaciones fue muy importante y constituyó un factor decisivo para el mayor ensanchamiento del mundo romano.
Muchos historiadores de la Geografía al hablar de épocas lejanas circunscriben sus relatos a Grecia y Roma, ignorando los adelantos habidos por esos tiempos en otros focos de civilización. Creemos que ese modo de abordar el tema es erróneo y en el fondo trata de beneficiar en lo posible a esos dos grandes centros de cultura, disminuyendo la importancia de los demás; las sociedades griega y romana fueron tal vez las más adelantadas, pero no las únicas del mundo antiguo. Por ejemplo, varios siglos antes de Cristo los indios tenían ya comercio regular con establecimientos romanos y los ejércitos chinos cruzaban desiertos y montañas de Asia llegando hasta el Mar Caspio. ¿Habrá libros en Delhi, Calcuta, Bombay, en Pekín y Shanghai, donde se hable de esos viajes, de esos y otros descubrimientos?
El Feudalismo
Roma cae bajo el impulso de las invasiones bárbaras y desde el siglo v se inaugura la tercera etapa, que se prolonga a través de toda la Edad Media hasta finales del XVIII. Aunque en diversos aspectos aquella época puede considerarse poco fructífera, no lo es por lo que respecta a la Geografía, pues fue entonces cuando en diversas regiones del Viejo Mundo prosperan nuevos Estados, se difunde el feudalismo y "en defensa de sus religiones" diversos pueblos se movilizan abriendo nuevos mercados para el comercio, cada vez más importante y diversificado. Los árabes se establecen en España, todo el norte de África y la costa oriental hasta Mozambique, Zanzíbar y la isla de Madagascar, envían comerciantes a China mucho antes de Marco Polo y traen de allá la brújula. A ese pueblo fanático y creador se deben numerosas aportaciones al caudal de la Geografía: IbnBattutah recorre incansablemente enormes territorios, Mohammed El-Edrisi resume en mapas y en un nuevo globo las enseñanzas griegas. En otra región, Escandinavia, se lanzan a la conquista de heladas tierras y mares los arrojados "vikings", que en rústicas embarcaciones van al norte de Escocia, a Islandia, Groenlandia y la zona septentrional del continente americano. Desde un punto de vista puramente geográfico, los normandos fueron los verdaderos descubridores de América, porque llegaron a las poco o nada pobladas costas de Labrador y Nueva Escocia, cinco siglos antes que Colón pisara latitudes tropicales. Bizancio despliega también toda su fuerza; Kuzma Indikapleus redacta un gran libro sobre Asia y sus agentes llegan hasta el corazón del enorme continente.
Por otro lado, en China, India, América Central, y del Sur, Indonesia y otras zonas se suceden varias culturas, mientras Europa se conmueve con las Cruzadas que le "abren" el Cercano Oriente, permiten su mejor conocimiento general y preparan la época de los "grandes descubrimientos" en Asia, e incidentalmente en América.
Debe mencionarse en renglón aparte, debido a su importancia excepcional, los viajes de Rysbruock (Ruysbrock), Giovani de Piano Carpini y, sobre todo, Marco Polo, que relatan sus experiencias y aportan datos preciosos acerca del Oriente. A partir del momento en que Polo dicta su maravilloso libro, el público europeo se interesa hondamente por las viejas civilizaciones antes ignoradas, tanto en su aspecto geográfico como cultural. Europa feudal, preocupada por las invasiones mongólicas, se lanza a buscar los mercados que ofrece el Asia del Sur y China; el adelanto material y cultural de la sociedad europea hacían posible ya el acercamiento de la nueva era de formidables viajes y conquistas. Desde las travesías de Escobar al sur del Ecuador africano (1471) y la llegada de Bartolomé Díaz al extremo del continente negro, en adelante, podríamos citar centenares de nombres ilustres en la historia de la investigación geográfica; nos limitaremos a recordar muy pocos de ellos, refiriendo más bien el panorama general de las tareas que fueron cumpliendo hasta fines del siglo XVIII. Cristóbal Colón, el inteligente alumno de Toscanelli, alcanza la "nueva tierra" que su maestro había señalado en el mapa; Vasco de Gama llega a la India en 1497; Magallanes y Elcano completan la vuelta al mundo; A. Vespucio explica que el Brasil pertenece al Nuevo Continente. Los ingleses entran en la lucha por el dominio de las rutas marítimas: John Cabot arriba a la América Septentrional, Chancellor y Willoughby caen en la Rusia ya unificada del siglo XVI, al tratar de pasar en sentido oeste-este de Inglaterra a China.
Luego vienen las grandes epopeyas de la conquista de América desde California a Tierra del Fuego por España y Portugal: Juan de Grijalva, Hernández de Córdoba, en el Caribe, y Golfo de México; Núñez de Balboa en Panamá, los Pizarro en el Sur; Orellana y Carvajal surcan el Amazonas; Sebastián Vizcaíno en Baja California; Valdivia, conquistador de Chile; Díaz de Solís descubre para Castilla y León las bocas del Río de La Plata. España y Portugal, ayudados por su situación geográfica, se extienden por el planeta: sus pilotos y capitanes atracan en Malaca (Alfonso de Albuquerque), Filipinas (López de Villalobos), el Congo (Duarte López), las islas Salomón y Marquesas, donde en 1567 pone pie A. de Mendaña. Además de Inglaterra otras naciones entran en la contienda mundial: Francia, Holanda, Génova, envían a sus hombres allende los mares con el objeto de abrir nuevos cauces económicos a la vida de Europa. Francis Drake, Walter Ralcigh, Dampier, son ejemplos clásicos de ese nuevo período, cuando se prendió la hoguera de las rivalidades y cada país utilizó cuantos recursos estuvieron a su alcance para invadir, saquear y robar despiadadamente las tierras "descubiertas". Conquistadores y navegantes cometieron innúmeras fechorías, pero muchos de esos nombres ¡oh paradoja de la lucha humana por vencer a la naturaleza! se conservan entre los más gloriosos de la historia: W. Baffin, Abel Tasman, Robert Cavalier de la Salle, John Davis, Bougainville, Barents, G. di Venazzano, Bruce y el gran capitán james Cook, que se dirigieron sobre todo a zonas libres de la influencia ibérica, como Australia, América del Norte, los mares septentrionales, el Oriente, África interior y las islas del Pacífico.
Por aquel período final de la tercera época se empieza a levantar un coloso terrestre que habría de significarse mucho en la historia de los adelantos geográficos: la Rusia hundida entre las nieves y los bosques espesos, apartada de las líneas principales del comercio y la cultura de Europa y que hasta entonces había estado subyugada por las crueles autoridades mongolas. El pueblo ruso, que acompañando a los ejércitos invasores había ya conocido diversas zonas, mostró su enorme vigor al desbordarse durante los siglos XVI-XVIII por amplios territorios, a pesar de que el adelanto social y económico era en su patria precario, en comparación con la Europa Occidental. El cosaco Ermak Timofeevich pasa los Urales y en 1581-84 se lanza con sus guerreros a la conquista de Siberia; Vasili Bugor en 1628 alcanza el río Lena y más tarde una gran avalancha de implacables "hombres de la taigá" que se movía por entre bosques y ríos helados, avanzan a ritmo acelerado en una marcha comparable sólo a la de España en nuestra América. Espacios enormes conquistaron los rusos, bajo condiciones naturales peores que las imperantes en México o el Perú, sin apoyo gubernamental: se ha dicho que mientras los hispanos iban tras el oro, los rusos iban tras las pieles y es cierto, porque su lucha contra el medio siberiano no fue un simple deseo de "correr mundo" sino, como lo ha sido siempre a través de todos los tiempos, la obligación y la ambición de satisfacer necesidades materiales imperiosas. Fue así como Ivan Moskvitin se desplazó hasta las orillas del Pacífico en 1639, como V. Poyarkov descubrió para Rusia (pues los chinos lo conocían desde tiempo atrás) el Amur (1644), S. Dezhnev dobló el cabo extremo oriental en 1648 v Vladimir Atlasov llegó a la península de Kamchatka y las kuriles del Norte años después. También en esa época, bajo la influencia renovadora de Pedro el Grande, que invitó a numerosos extranjeros a su país para tomar parte en expediciones y para educar a los investigadores rusos, fue cuando se efectuaron los famosos viajes de Vitius Behring (1 725-43) que resolvió diversos problemas de la Geografía en el extremo de Asia y América noroccidental, en Japón, las Kuriles y Kamchatka; la Academia de Ciencias rusa envió durante seis años partidas expedicionarias al Cáucaso, al Baikal, Siberia Oriental, el Norte y Mar Blanco, a las montañas de Alta¡. Estos grupos comandados por Pallas, Lepejin, Krashenínnikov, Gueorgui y otros grandes naturalistas, "descubrieron Rusia" a los ojos de los propios rusos y del mundo exterior. Más tarde, los rusos no sólo pasaron el estrecho y llegaron a Alaska, sino que continuaron hacia el sur hasta encontrar a los españoles cerca del actual San Francisco, California.
Apogeo del capitalismo
La revolución de 1789 significó el nacimiento de la cuarta etapa, en que los negociantes capitalistas toman el poder en los principales países de Europa y América y "como la burguesía busca vivir bien en esta vida y no en la otra" hacen todo lo posible por obtener las mayores ganancias explotando los recursos no sólo de su propio país sino de todo el mundo; ponen la Geografía a su servicio, fundan empresas (Compañía Holandesa de las Indias Orientales, Compañía Ruso-Americana, la Hudson Bay Co., la Association for Promoting the Discovery of the Interior Parts of Africa, etc.) y utilizan al máximo los adelantos técnicos que crearán el barco de vapor, la energía eléctrica, el ferrocarril, la fotografía, el automóvil y el aeroplano modernos, factores importantes para poder conquistar lo poco que aún está "sin dueño". Con la ayuda de la Geografía, la nueva era revoluciona todo, tanto en el terreno técnico, como social y científico: los viajes de investigación se suceden unos a otros. La Geografía moderna se estructura merced a la genial obra de Humboldt, explorador, investigador y teórico extraordinario. Por lo que a nuestra historia toca, destacan los viajes al interior continental, sobre todo en Asia Central, África, Australia y América del Norte, con el fin de adjudicarse definitivamente sus territorios: Mackenzie cruza (1785-93) Canadá y Vancouver llega a California y el río Columbia (1701-95), Mungo Park alcanza el Niger, Caillé pasa el Sahara y el Senegal (1816-28). En 1839-41 John Eyre recorre Australia, Cecil Rhodes crea el imperio inglés en África Sur-Oriental, D. Livingstone penetra hasta el Zambeze.
Exploradores de primera magnitud, ya con una preparación especial, van a descubrir el planeta, a conocerlo; entre ellos mencionemos al propio Alejandro de Humboldt (América e Imperio ruso), Richthofen (China y Extremo Oriente), Przhevalski (Asia Media y Tibet), Litke en la Novaia Zemlia, Middendorf en el Taimir y Siberia Oriental, Semenov (Asia Media), Sven Hedin (Asia Central, fuentes del Ganges e Indo), Schweinfurth, Speke, Burton, Nachtigal, Kovalcvski, en el interior de Africa, Pavie en lo que será Indochina francesa hasta hace pocos años. Dotado de mejores elementos técnicos, el hombre se lanza al asalto de tres grandes objetivos: la Antártida y los polos norte y sur. Descubierta la primera e inhóspito tierra en 1821 por la expedición rusa de Wellingshausen y Lázarev, la Antártida no ha sido aún conquistada totalmente, incluso después de las exploraciones de los hermanos Ross, de Durville, Brochgrevnik y von Drygalski, Larsen y las recientes de John Giaever, Alan Reece, Roer y sus compañeros de tres países (Gran Bretaña, Suecia y Noruega). La marcha al Polo norte comenzó desde que los escandinavos, rusos y otros europeos se dedicaron a encontrar los "pasos del Noroeste" con Chancellor, Burrough, Barents y Nordenskjold; luego Makarov, Nansen, Andree, hicieron esfuerzos por llegar al Polo y Peary fue quien ganó la partida en 1909. En el Sur las tentativas resultaron menores en número y después del fracaso de Shackleton, Roald Amundsen -que había cruzado años antes el "paso del Noroeste" en América- llegó hasta el Polo en 191 1, antes que el infortunado Scott, en la "carrera" más sensacional de los últimos descubrimientos.
Después de este último gran suceso la investigación geográfica no se ha detenido, por supuesto, y entre las hazañas pueden mencionarse las expediciones terrestres y aéreas del norteamericano Byrd en la Antártida, los descubrimientos allá mismo realizados por Ellsworth y por los argentinos, rusos, etc. de las bases permanentes; las epopeyas del Himalaya (Everest, K2, Annapurna, Makalu, al Aconcagua, etc.) Además del estudio de los mares (el famoso "Calypso" y el "Challenger" de grata memoria), se procede en estos últimos años a la descripción detallada de los países más avanzados en Europa, Estados Unidos, Australia, y al mejor conocimiento de otras naciones dependientes y coloniales, para explotar los recursos naturales, desarrollar el turismo y trazar planes de tipo estratégico.
El socialismo
La quinta etapa, que parecía establecida en la historia de la Geografía a escala mundial, tomó cuerpo con la fundación de la URSS en 1917 y aunque todavía se discuten numerosos aspectos de las formas que cobró el nuevo sistema social en ese país, es indudable que era un régimen social distinto al capitalista y en su proyección nuestra especialidad jugó un papel aplicado de gran importancia. Como se menciona en otro lugar de este libro, los niveles alcanzados en la enseñanza y en la investigación geográficas en la Unión Soviética fueron muy altos y los especialistas cooperaron en todas las labores del desarrollo económico y social hasta 1991. Pero quizá lo más importante fue el sentido filosófico basado en la teoría materialista y las aportaciones directas de los geógrafos a la solución de problemas concretos, tanto en el período inicial de construcción de las bases industriales y agrícolas del país, como durante la Segunda Guerra Mundial, todo lo cual exigió esfuerzos inauditos para vencer al fascismo y más tarde en la reconstrucción y el impulso productivo posterior a 1955.
Mientras subsistan varios países cuyas estructuras son de corte socialista, incluso con los cambios que exigen las reformas económicas actuales, la quinta etapa del desarrolló en las ciencias geográficas no puede darse por concluida. Esto sólo debería aceptarse al momento en que ningún país pueda llamarse ya "socialista", pues todavía hoy la proyección que ahí adquiere la Geografía es distinta a la que se aplica bajo el capitalismo, sea este desarrollado o no.
Interpretación de los hechos
Ahora después del panorama de las investigaciones históricas, bordemos un poco alrededor de ciertos términos y conceptos, deduzcamos conclusiones y señalemos puntos de vista. 1. Ha habido
descubridores, muchos de los cuales no tuvieron estudios geográficos y sus documentos, sus viajes, fueron más bien de importancia histórica decisiva, siendo menor su valor para la ciencia geográfica; Hernán Cortés, W. Raleigh, Francis Drake, pertenecen a este tipo de personas. Otros combinaron el viaje con la observación sistemática del país, con su descripción general, aun cuando no fuera de tipo científico: Bernal Díaz del Castillo, Á. Núñez Cabeza de Vaca, Nicolás de Lafora en México, Livingstone en África, Marco Polo, son de esta clase. Finalmente, varios tuvieron preparación especializada y sus viajes, sus documentos, significan una etapa tanto en el aspecto puramente histórico como en el desarrollo de la Geografía en tanto que ciencia; esta especie de viajeros pueden encontrarse en todos los tiempos, pero sólo desde el siglo XVIII se llevan a cabo exploraciones "científicas" según el criterio actual y entre sus representantes podemos mencionar a James Cook, La Perouse, A. de Humboldt, los hermanos Ross, Richthofen, Przhevalski, Nansen, Byrd. 2. Una buena mayoría de los "descubridores" y exploradores han servido -consciente o inconscientemente- intereses concretos de dominio político, social, cultural. No pocos de ellos fueron agentes directos de compañías o gobiernos que prohijaban la trata de esclavos, la explotación de las minas de oro, plata y diamantes, etc. Algunos cometieron asesinatos en masa, enormes destrucciones y originaron la pérdida de reliquias arquitectónicas y de otro tipo muy valiosas; tal fue el caso, entre muchos más, en la conquista en toda América, desde Canadá a la Tierra del Fuego. El paliativo en este caso es la explicación de que los grandes hombres de entonces fueron fruto de la situación social y que sus defectos eran los de la generalidad en su época: "crímenes son del tiempo, que no de España" se ha dicho respecto a Cortés, Pizarro y los conquistadores de América. Eso es cierto; al hombre lo forma el medio en que vive y si a alguien se desea culpar por las depredaciones cometidas, no señalemos a Cortés y Alvarado sino como mano ejecutara: condenemos a toda la sociedad feudal de España en el siglo XVI, que educó, envió y sostuvo las empresas de colonización y servidumbre en nuestras patrias. Claro que hubo excepciones a la regla y pueden señalarse entre los conquistadores y viajeros, individuos humanitarios, inclusive piadosos (Darwin en su viaje alrededor del mundo, Miklujo-Maklay en Nueva Guinea, Fray Bartolomé y otros misioneros en América). Además, a la historia de las investigaciones geográficas interesa no tanto saber si Colón, en su fuero interno, era bueno o malo; si Cortés tenía o no un dulce carácter; si Tasman quería de corazón a los indígenas australianos o los odiaba; cuanto sus andanzas, sus mapas, sus documentos, sus logros. 3. Al decir que los hombres ilustres personifican una empresa gigantesca, en que participaron directa o indirectamente miles de seres, no pretendemos disminuir la gloria de esos titanes u opacar el ejemplo glorioso que significa, sino sólo constatar un hecho: los descubridores representan a su época, a su país en general, a la etapa de desarrollo social y aún aquellos que, como Livingstone, Stanley o Nansen, realizaron casi solos sus hazañas, pudieron llevarlas a cabo como resultado del esfuerzo de toda la sociedad de su tiempo, gracias al progreso técnico, al avance de la ciencia y la cultura. De acuerdo con esta tesis, no se puede negar la valentía y arrojo de Bartolomé Díaz, pero es innegable que su viaje hasta el sur de África y al Cabo de las Tormentas debía realizarse precisamente en el siglo XV, cuando Europa necesitaba los productos del Asia y por ello su epopeya tuvo significación especial; también es lógico que no sea sino hasta el siglo XX cuando se alcanzaron los Polos, porque antes de ellos miles de hombres se habían señalado la misma meta y no habían podido llegar hasta ella porque no disponían de los aparatos y conocimientos que tuvieron a su mano Robert Peary y Amundsen en 1909-1 1. Si Colón no hubiera "descubierto" la América hoy Latina, habría sido otro español, italiano o portugués del mismo talante quien cumpliera ese cometido y si en 1492 no se hubiese podido llegar a Guanahaní, dos o tres años después inevitablemente habría ocurrido un hecho parecido, porque la sociedad europea estaba entonces madura y necesitaba nuevas tierras para su expansión económica. Los descubrimientos han ocurrido cuando el estado material y cultural de la humanidad en ese tiempo "avanzada" lo exige y pone a la disposición de hombres valientes y enterados, los medios para realizarlos. Pero han sido siempre hombres excepcionales los que en toda la historia de la Geografía destacaron y por ello su ejemplo es imperecedero. 4. Se ha cometido una grave injusticia con muchos pueblos al afirmar que los europeos fueron "descubridores" de China, Japón, la India, o incluso de México, Indonesia y Perú, entre otros países donde al momento de llegar esos extranjeros, se habían dado ya muestras de alta cultura, y aunque se encontraban en un período tal vez inferior de desarrollo tenían nociones concretas sobre su país y -en el caso de China, India, Japón- mapas, libros, y otra documentación geográfica. Si se acepta a prior¡ este pretendido "descubrimiento", es decir "el acto de hallar un país desconocido", entonces no sabemos en realidad si es a los europeos a quienes corresponde el honor de haber "descubierto" a China o a los chinos (que ya en el siglo II viajaban al Eufrates, el Caspio, y en el VIII alcanzaban los puertos del Golfo de Aden) el "descubrir" a los occidentales.
Conocimiento real del mundo
¿Cuándo se puede decir que una gran región o país está conocido desde un punto de vista geográfico, es decir, de las relaciones entre el medio y el hombre? 1. Cuando una o más expediciones integradas por hombres de ciencia la han recorrido en diversas direcciones y estudiado los aspectos del medio geográfico, las condiciones sociales, los recursos naturales y el desarrollo económico existente. 2. Cuando como resultado de esas expediciones se han escrito gruesos tomos, acompañados de tablas, datos estadísticos, fotografías, etc.; se han formado colecciones amplias de minerales, suelos, flora y fauna, cuya clasificación científica es utilísima y se han registrado en levantamientos las condiciones del terreno. 3. Cuando el grado de progreso social del país permite un desarrollo económico -en escala importante- incluyendo el establecimiento de vías de comunicación, industrias o centros de trabajo, ciudades, escuelas, lo cual a su vez provoca un estudio más detallado de subregiones y aspectos diversos en el país. Inclusive entonces, si esos tres requisitos se han cumplido, nuestro conocimiento científico de ese país o región será, por un lado, general y por otro, muy relativo y temporal. El estudio de meso y microregiones revelará rasgos especiales, distintivos dentro de un todo ya conocido. Y el día en que podamos decir que "conocemos" ese país, habremos no obstante de admitir que no es completo dicho conocimiento, que tal vez nunca lo sea, porque la realidad es fuente inagotable y no es fácil que un grupo de hombres ni muchos grupos de hombres pueden descubrir todos sus aspectos, sus manifestaciones. Sin embargo, debemos aspirar siquiera a ese conocimiento relativo, aproximado, parcial, perenne, de nuestro planeta, de nuestro país y sus regiones.
Ahora bien, después de sintetizar la historia de las investigaciones geográficas y de exponer cuáles son los requisitos para considerar "conocido" a un país, debemos confesar el resultado de nuestro análisis aplicado al mundo y a México. De las dos etapas (descubrimiento, conocimiento) que comprende la labor de investigación razonable del mundo, estamos llegando en rasgos generales al final de la primera y la segunda está apenas en su período inicial. Los sacrificios de miles y miles de hombres, que a través de la historia han luchado por ensanchar las fronteras del inundo descubierto, no fueron inútiles: sufrieron hasta lo indecible para que el planeta fuera nuestro y lograron su objetivo. Demostraron con ello que la historia de la humanidad es una y que la labor de cada pueblo se funde en el haz de una tierra común. Pero el proceso es largo y mientras la primera etapa espera su fin, la segunda comienza en general y en algunas regiones está ya avanzada.
Quedan por descubrir todavía varias grandes zonas del mundo, sobre todo en los continentes y países menos desarrollados económicamente. En general puede decirse que Europa está "abierta" ya al conocimiento científico, desde Portugal a los Urales y de Laponia al sur de Grecia y Sicilia: está ampliamente comunicada y poblada, lo cual no quiere decir -como veremos más tarde- que esté ya conocida, descrita y estudiada en su totalidad con métodos científicos. El problema es mucho más complicado en Asia: vastas regiones del Irán, Arabia Saudita, Afganistán, la India del Norte, Nepal y la gran cordillera de los Himalaya, mesetas del Tibet, desiertos de Gobi, Takla Makan, Dzungaria, montañas de Kara-Shan, algunos ríos e islas siberianos, no han recibido la visita de geógrafos. En África, todavía se sabe muy poco acerca de los grandes desiertos de Libia en su porción sur y del Sahara en el occidente, así como de diversas zonas interiores de los Congos, Tanzania, Uganda, Kenia, Angola, Zambia y Rhodesia; igual que de Madagascar. Ese gran país lejano, enorme y peculiar en su estructura geográfica, que es Australia, conserva diversas "manchas blancas" en los desiertos occidental y meridional, que esperan aún la llegada del primer viajero moderno. Oceanía y Australasia están todavía en su período inicial de conocimiento: el centro de Nueva Guinea, las islas de Borneo y Célebes, Filipinas y los archipiélagos del Pacífico no se pueden dar por descubiertas en toda su extensión. ¿Y en qué situación está nuestra América? La sección norte casi totalmente descubierta, por lo que toca al territorio de los Estados Unidos propiamente dichos, las costas y el sur de Canadá y Alaska. Pero buena parte del Canadá septentrional, el centro de Alaska e islas del gran archipiélago nórdico, así como el interior de Groenlandia, no se conocen sino en sus rasgos generales. América Latina se encuentra en peores condiciones, pues varias zonas del Brasil (cuenca alta del Amazonas, Sierra dos Parecis, parte del Matto Grosso y Tombador), del Perú en los Andes, pampas de Sacramento y La Montaña, Colombia y Venezuela en sus selvas; Bolivia, Chile, Argentina y Paraguay en diversas regiones, son en buena medida desconocidas desde los puntos de vista geográfico, social y económico.
Podemos afirmar que nuestro conocimiento del mundo es rudimentario, general, incompleto, a pesar de las buenas carreteras y ferrocarriles en aisladas zonas, de los satélites y sensores remotos, de la facilidad con que hoy pueden reunirse los estadistas de cinco continentes y de las travesías en avión alrededor del planeta. El conocimiento general no será posible alcanzarlo plenamente mientras la humanidad viva entre guerras internacionales, hundida en la desconfianza, plagada de secretos estratégicos y dividida en naciones ricas y naciones con niveles miserables de vida. Tal vez se encuentre lejano el momento en que la fraternidad reine sobre la Tierra, pero será la época en que habrá plena posibilidad de conocer realmente al mundo.
Desarrollo y conocimiento
Sobre todo desde fines de la Edad Media, en que se gesta el surgimiento del capitalismo, Europa ha concentrado un l monopolio" casi absoluto en los "descubrimientos" y viajes de fama internacional. España tiene a centenares de figuras, aunque tal vez con las formidables epopeyas de Orellana, Carvajal y sus soldados descendiendo por el Amazonas desde el Ecuador en 1541-42 bastaría para situarla en primer plano; lo mismo sucede con Portugal, teniendo al frente a Magallanes y Vasco de Gama; con Italia (Marco Polo, Sanudo, Contarini, Nobile, Ardito Dezio), con Holanda (Tasman, Barents, Riebeek) y los países escandinavos -incluso Dinamarca-: Erik el Rojo, Nordenskjiold, Nansen, Amundsen. ¿Qué decir de países como Francia y el Reino Unido (Inglaterra, Escocia y Gales, Irlanda) con investigadores celebérrimos como Cook, Hudson, Vancouver, René Caillé, Garbet y La Perouse? Otros dos países tienen tradición desde antiguo: Alemania que dio al mundo a Herberstein, Humboldt, Leichhardt, Schweinfurth, y Rusia, en la conquista de Siberia, Alaska, el Asia Media y el Artico (Dezhnev, Pribilov, Nikitin, Papanin, Semenov, Sedov). Incluso países más débiles y pequeños han tenido exploradores famosos; De Brazza penetra en el Congo para Bélgica, Burckhardt surca el Nilo para Suiza, Teleki descubre los lagos Rodolfo y Estefanía, escala el Kilimanjaro y el Kenia para Hungría en 1888. Fuera de Europa sólo han sobresalido en los tiempos modernos, Estados Unidos, Japón, Canadá y Australia, que -sobre todo estudiando sus propios territorios- han adquirido fama. La nación del norte, con su enorme poderío económico, ha estado en posibilidad de enviar las expediciones de Stanley, G. W. de Long, R. Byrd y Ellsworth, amén de otras muchas pequeñas en todos los continentes. Pero, ¿hemos de borrar por ello de los anales de la historia geográfica los nombres de lbnBattutah, de Huei Sin y de tantos otros representantes de los pueblos no europeos? ¿Estimaremos como nulas las aportaciones anónimas de indonesios, malayos, armenios, romanos, japoneses, mayas, africanos, que en osadas aventuras hicieron grandes contribuciones al descubrimiento del mundo por el Hombre? Por supuesto que no, entre otras cosas porque va de por medio la aportación del México antiguo a la cultura geográfica y porque sabemos que sólo los nacionales pueden entender en toda su profundidad la Geografía, sobre todo en las ramas económicas y sociales, de sus propios países: los extranjeros podrán ser quienes exploten hoy algunos recursos naturales, debido al atraso histórico, pero los nativos son quienes darán a conocer detalladamente sus respectivas patrias. Sólo los peruanos harán mañana la Geografía del Perú, sólo los paraguayos harán la del Paraguay, sólo los mexicanos están en posibilidad de conocer bien a México.
Nuestra juventud no debe, no puede amilanarse ante los peligros o las dificultades, pequeñas en sí, que presenta la labor de conocimiento geográfico de México. Si ello sucediera indefinidamente así, estaríamos dando la razón a los "pensadores" europeos y norteamericanos, que sostienen la teoría de la superioridad de sus climas, de sus "razas", de sus pueblos, sobre los demás del mundo en que vivimos; convendríamos entonces forzosamente con Heuer ("Die Eroberung der Erde") el cual dice sin tapujos: "Sólo ellos (los pueblos europeos, entre los cuales deben contarse los que fundaron los Estados Unidos de Norteamérica) han poseído y poseen hoy el impulso no sólo para conquistar y dominar sino sencillamente para el estudio y la investigación en todos sus aspectos. . . ". Tenemos que romper la estúpida barrera del comercialismo y salir nuevamente a la naturaleza. Otros pueblos del mundo pobre nos están indicando el camino: China, la India, el África, demuestran que pueden lanzarse a conocer y entender su realidad geográfica. Y América latina también está en marcha: no tenemos sino que apretar el paso, cerrar las filas y no perder el ritmo. Tal vez tres cosas se necesiten para lanzarse por el camino del trabajo científico en el terreno: recursos financieros, preparación especializada y voluntad inquebrantable. Los recursos pueden obtenerse, la preparación puede adquiriese, lo único que no se puede pedir prestado es la decisión de vencer. Si no la tenemos, México ha de sufrir las consecuencias y serán los extranjeros quienes seguirán conociendo mejor a México. Nuestro país no se ha amilanado en los momentos cruciales de su historia política y tampoco lo hará -estamos seguros- en esta etapa, la más importante y decisiva de su conocimiento científico.
LA NATURALEZA Y SU TRANSFORMACIÓN POR LA SOCIEDAD
Planteamiento del problema
Evidentemente hablar del medio natural y la acción del hombre, es hablar de problemas muy cercanos a la planeación económica y social, a todos los esfuerzos que hoy se pueden hacer y a los que sobre todo deberán hacerse mañana para encaminar nuestra economía, nuestra vida toda por otros caminos.
Ahora bien, este tema tiene muy diversos aspectos que podrían tratarse y desde luego no pretendemos tocarlos en estas líneas. Habría entre ellos muchos temas importantes de tipo histórico, de carácter sociológico, muchos de índole geográfico-física, otros geográfico-económicos, sobre todo referentes al uso de los recursos a través de la historia o en un momento dado. Muchos aspectos serían de economía política, e incluso, de tipo filosófico, antropológico, demográfico y de otras ciencias que tienen mucho que ver con la interpretación de la vida del hombre en la naturaleza, de cómo lucha con ella y la transforma. Sólo tocaremos en el presente capítulo algunos de carácter eminentemente geográfico-económico y entre ellos concretamente los siguientes:
lo. ¿Qué cosa es el medio natural? 2o. ¿En qué forma se lleva a cabo esa interinfluencia de la naturaleza y la sociedad? 3o. Una muy breve relación histórica de la forma como esta interinfluencia naturaleza-sociedad se ha manifestado, en diversas etapas de la historia.
4o. ¿Cuáles son algunos de los factores que mueven la acción del hombre sobre el medio geográfico?
Concluiremos con algunas reflexiones sobre el momento actual y sobre el futuro del mundo en lo referente al uso de los recursos y a la acción del hombre sobre el medio.
El medio natural
Así como la historia de la sociedad humana desde el punto de vista de las leyes del desarrollo político-económico ha sido una historia (según lo dijo el viejo, pero no desacreditado sino cada vez más actual Carlos Marx) de lucha incesante entre las clases sociales, entre los grupos dominantes y los dominados, entre los grupos que se disputan por imperativo de la historia el poder; así la historia del desarrollo de la producción y de la actividad social del hombre desde los primeros grupos primitivos aparecidos en este planeta hace cerca de dos millones de años (según la afirmación de George Wallace) se ha llevado a cabo en el medio natural. Medio que al dejarse sentir la acción humana se convierte en medio geográfico o medio cultural, aunque hay diferencias en la definición de lo que es el medio. Unas veces geográfico se le llama al puramente natural, otras al que muestra ya la acción del hombre. Por lo tanto, desde un principio, desde los primeros grupos, se estableció la lucha entre el hombre y la naturaleza, una lucha que no tendrá fin en tanto, como dijo Engels, el hombre exista sobre la Tierra, porque el proceso del trabajo es un proceso precisamente entre el hombre y la naturaleza, un proceso cambiante en cada etapa histórica.
Ahora bien, para entender mejor cómo se lleva a cabo esa lucha del hombre y la naturaleza, veamos antes, por qué es necesario hacerlo, qué cosa es el medio natural, cuáles son sus integrantes y sus formas de manifestación.
En primer lugar, debemos decir que los factores del medio natural son fenómenos objetivos, independientes de nuestra voluntad para existir, que están sujetos a leyes físicas independientes también del hombre, leyes que el hombre incluso con su gran poder de hoy no puede todavía cambiar, sino en una muy pequeña medida. Estos fenómenos naturales constituyen un todo, constituyen una unidad donde todos los factores están interrelacionados, donde todos los factores son interdependientes y su influencia mutua es relativa o parcial dentro del todo que forman las influencias múltiples, y es al mismo tiempo una influencia absoluta, es decir, una influencia total, por lo que respecta @a la acción de ese elemento concreto.
El estudio de los integrantes del medio natural se puede, es cierto, llevar a cabo en forma individual, se puede estudiar el clima, se puede estudiar el relieve, se puede estudiar el suelo, se puede estudiar la vegetación, pero un estudio completo de cualquiera de ellos nunca podrá realizarse en forma aislada sino en relación con el resto o con muchos (no necesariamente con todos) los demás factores del medio natural.
Estos enunciados no son nuevos, no son inherentes a la doctrina materialista moderna propiamente dicha, sino que vienen desde los pensadores griegos de la antigüedad, se perdieron después en la Edad Media y renacieron con el padre de la geografía moderna cuyo 200 aniversario de nacimiento celebrarnos en 1969: el Barón Alejandro de Humboldt, dialéctico por naturaleza que vio siempre las cosas como integrantes del "Cosmos". En ejemplos gráficos esta interrelación se puede comprobar sin mayor problema. El clima de cualquier parte de nuestra República, los climas y microclimas de la zona de jalapa, están determinados en primer lugar por su situación en el mapa; no sólo por su situación con respecto al Ecuador o a los polos sino por su situación con respecto al Océano Pacifico y al Atlántico, sobre todo por su altura sobre el nivel del mar y por el relieve local, es decir por las deformaciones orográficas del lugar en que está situada la ciudad de jalapa. Por estas condiciones recibe la influencia de los vientos, la mayor parte de ellos húmedos, que llegan del este, del sureste o del noreste y que van a explotar en forma de violentas tormentas o de lluvias en buena parte del año sobre estas montañas del Eje Volcánico y de la Sierra Madre Oriental. Así se condiciona una humedad relativa determinada y las temperaturas medias, las temperaturas más frías y más calurosas se determinan también por la variedad de los estados del tiempo regidos por el relieve, la situación, etc. Pero no sólo esto, es también importante en el clima la vegetación de la región de jalapa, es importante la existencia de los bosques que rodean la ciudad. Son importantes estos bosques por la humedad que generan, por la transpiración, por la necesidad de mayores precipitaciones para subsistir, porque protegen contra la erosión, porque al mismo tiempo son fuente de riqueza. Luego viene la acción del hombre en la misma región de jalapa, que hay que tomar siempre en cuenta y que se puede expresar en numerosos aspectos: la tala de bosques, la urbanización misma de la ciudad que trae consigo diferencias de temperaturas dentro del ambiente urbano respecto a las cercanías rurales, el problema de los gases que despiden los talleres, los automóviles y todas las demás influencias urbanas.
En otro tipo de ambientes o de ciudades y lugares del mundo, por ejemplo, en una gran ciudad como México, los factores naturales siguen siendo determinantes en cuanto a la conformación del clima local, pero la acción humana es ya mucho más importante que en el caso de jalapa o de regiones menos humanizadas. Es importante la situación de nuestra ciudad en el mapa del planeta o de nuestro propio país; lo es también el relieve desde luego, pero es muy importante (por lo que ha tenido de deformadora de la realidad natural) la acción del hombre al desecar los lagos, al romper el equilibrio de la naturaleza, como lo enfatizó desde principios del siglo XIX el propio Barón de Humboldt. Ese equilibrio creado por la naturaleza se destruyó para evitar las inundaciones de la ciudad de México, pero trajo como consecuencia los graves problemas que hoy sufrimos, las tolvaneras, la disminución de la humedad relativa, el crecimiento y el avance más rápido de la desertización en nuestro país y concretamente en la cuenca de México. Y si a eso le agregamos las fábricas, la acción de los talleres y de 2.5 millones de automóviles que existen en este Distrito Federal y sus cercanías, que despiden gases e intoxican el ambiente y hacen de nuestra ciudad una de las más envenenadas de todo el planeta, tendremos entonces del " smog" que tantas veces hemos visto desde lo alto de ese guardián que es el monte Ajusco.****
Entonces el medio natural es el conjunto de todos esos factores: la situación matemática y relativa; el relieve; el clima (y la atmósfera en el cual se condensan los rayos solares, y muchos otros aspectos de influencia extraterrestre); el suelo o sea la capa donde crecen los vegetales; los propios vegetales, todos aquellos vegetales no creados por el hombre; todos los aspectos hidrológicos, no sólo los ríos sino también las aguas del subsuelo y los lagos; los aspectos oceanográficos, los mares pequeiios y los mares grandes y los vastos océanos y todo el océano mundial; la fauna y los recursos minerales, creados por la historia geológica de este pequeño planeta. Todo ello en su conj'unto, como lo dijo siempre Humboldt, es el medio. Pero es un medio que solamente abarca a lo que hemos llamado en geografía la capa o envoltura geográfica del planeta. No incluye lo que ocurre en el centro de la Tierra ni lo que ocurre en la Luna o lo que ocurre en otro planeta, sino que es una capa que comprende la atmósfera (que hace posible la vida) y también la corteza propiamente dicha y el subsuelo donde están los recursos naturales, sobre todo minerales, que el hombre explota. Ese es el medio de nuestro planeta, que recibe influencia de todo este "cosmos", del cual nuestro sistema solar no es mas que una pequeiía parte. El medio geográfico se constriñe, pues, a esta capa de nuestro planeta.
La naturaleza y su influencia
La influencia de la naturaleza se manifiesta en dos formas primordiales: 1. La influencia directa por medio del clima, del relieve, la vegetación, el mar, los ríos, etc. Aquí se puede hablar de un cierto determinismo en el vestido, en mucho de la alimentación humana, en la vivienda y sus ¡¡pos; en los materiales de construcción que se usan, y, por ejemplo, es evidente su influencia en la vida diaria y hace posible la vida misma ya que sin oxígeno no podríamos existir. El medio crea obstáculos también para las comunicaciones, por ejemplo las grandes cadenas montañosas, los grandes ríos que obligan al hombre a actuar para vencerlos. 1 El segundo tipo de influencia se manifiesta en las actividades económicas. Directamente en la agricultura se manifiesta la influencia del suelo, del clima, del relieve, todos en conjunto; en la ganadería es primordial el pasto, pero también es muy importante la acción del suelo que condiciona la existencia de ese pasto, del clima que permite- que se desarrolle ese pasto, del relieve que a su vez ha condicionado en cierto modo el tipo de clima y otros aspectos más. En la explotación minera es evidente que la geología y los recursos del subsuelo tienen una interacción definida. En la explotación forestal es decisiva la existencia de los bosques, suelos, climas, etc. y en la producción de energía hidroeléctrica es evidente la influencia del agua, sin la cual no se podría producir. En la explotación pesquera, como dijo también el viejo Marx, todavía no se da el caso de que pueda haber,pesca en un lugar donde no hay peces. A su vez, en las comunicaciones y los transportes es muy importante el relieve, la hidrología, muchas veces la vegetación, como en las grandes selvas del Amazonas y los grandes desiertos. También en el comercio se manifiestan muchos aspectos de la naturaleza, pero vemos cómo la influencia directa, decisiva de factores físicos se manifiesta muy claramente sólo en las actividades productivas más sencillas, menos complicadas o sea en las primeras etapas del desarrollo de la humanidad, etapa que desgraciadamente subsisten todavía (porque no estamos de acuerdo con la teoría "folklorista" que se complace por el hecho de que todavía haya gente en la "edad de piedra" en Nueva Guinea o Australia). Entonces, en estas actividades primitivas que subsisten hasta hoy, son en las cuales la naturaleza tiene una influencia preponderante: en la recolección de frutos, en la caza, en la pesca primitiva, en el pastoreo nómada, e incluso la influencia de la naturaleza es grande en la agricultura de subsistencia o en lo que nosotros llamamos en México agricultura de temporal, tomada en general.
La explotación forestal simple también está influenciada muy directamente por la naturaleza y de igual manera las comunicaciones y el comercio primitivo. Recordemos el comercio que efectuaban nuestros hombres prehispánicos a base de los tamemes, por faltarles animales y la rueda: entonces había muchos problemas naturales que vencer. Aun cuando se desarrollan las actividades económicas complejas, superiores, más evolticionadas, la acción de la naturaleza sigue manifestándose y nunca dejará de hacerlo, pero ya no es siempre el aspecto decisivo. Es ahora muchas veces una influencia indirecta, ya no directa, y la acción del hombre es entonces muy importante. Un mismo factor natural puede jugar y, de hecho hay numerosos ejemplos al respecto, un papel distinto en diversas épocas históricas, unas veces el mar puede ser positivo, otras veces el mar puede ser negativo y después en el curso de la historia, volver a ser positivo. Depende pues del tipo de relaciones productivas y del tipo de desarrollo general de la humanidad.
Por ejemplo, en la agricultura de temporal es cierto que la lluvia es muy importante, es cierto que el tipo de suelo es muy digno de tomarse en consideración, pero el hombre está interviniendo cada vez más a través del uso de fertilizantes, a través de las semillas propias para el tipo de clima. Las semillas seleccionadas, híbridas, de nuestro país y adaptadas ahora a los climas de la India, de Pakistán y otros lugares, han tenido gran éxito. Se introduce la mecanización o se hace una agricultura intensiva en la cual la mano del hombre, la mano fina del hombre del Oriente, del Japón, de China, de la India, del sureste de Asia, la mano del hombre también competente de Holanda y de los Estados Unidos, con sus conocimientos y posibilidades de acción, unos en un medio pobre, otros en un medio más rico pueden introducir aquello que la naturaleza no ofrece, por ejemplo a base de rotación de cultivos, terrazas, retención del agua, combate de plagas, etc. Qué mejor muestra de ello que la agricultura de riego, en la cual es decisiva la acción del hombre mediante presas para retener el agua, canales para distribuir esa misma agua, llueva o no llueva en esa región. En nuestro caso los grandes adelantos agrícolas, desde el punto de vista,puramente productivo, en Sonora, la Baja California, La Laguna, Matamoros, se complementan con drenes recién trazados para evitar la inundación de las planicies en Tabasco, la selección de semillas adaptadas a ese clima. La ganadería intensiva no es ya un producto de la naturaleza, es un producto de las gran-jas, es un producto del hombre, de la necesidad de tener artículos ganaderos, huevos, carne y leche todos los días para las grandes ciudades. El hombre crea pastos nuevos, siembra desde aviones, combate las plagas, selecciona las razas del ganado y vence las dificultades que ofrece la naturaleza.
En el caso de las industrias modernas, el hombre hizo los ferrocarriles para mover las materias primas, como antes había construido las carreteras, primitivas o no, para llevar ahora en pocas horas el carbón de piedra del Rhur a Francia y de Francia al Rhur el mineral de Hierro, o de Nueva Rosita, en nuestro país, a Monterrey, y del Cerro de Mercado de Durango y de La Perla a Monterrey, sustituyendo aquellos materiales que la naturaleza no ofrece (como en Inglaterra) muy cerca unos de otros. El hombre fabrica barcos para llevar el petróleo de un lado a otro, por ejemplo en Japón se construyen tanques de 240 mil y más toneladas. En resumen, el hombre aplica los avances de la técnica y de la ciencia en todas las ramas.
Finalmente, otro ejemplo: el comercio moderno. El comercio moderno urbano es una obra que se debe a la iniciativa del hombre, una obra en la cual desde luego, se depende en muchos casos de la naturaleza por lo que se refiere a la producción de determinadas mercancías. Estas pueden venir de otros lados, de climas tropicales, fríos o templados, pero no sería posible llevar a cabo ese comercio sin los medios de transporte que el hombre ha creado y con los cuales ya en estos instantes, fuera de algunas zonas donde se encuentran las más altas cadenas montañosas, los desiertos y las selvas, ha vencido prácticamente a la naturaleza mediante formidables carreteras y ferrocarriles, moviendo además por avión pasajeros y tipos distintos de carga. Es gracias también a cuantiosas inversiones que se puede realizar el comercio: inversiones en locales y en sistemas de venta, inversiones modernas como cadenas de tiendas de grandes monopolios, que a veces cubren todo el país. Además es producto de la necesidad de servir a los centros de consumo, que crecen y son obras del hombre, no de la naturaleza.
La sociedad y su influencia
Ahora veamos sucintamente el mecanismo mediante el cual se lleva a cabo la influencia del hombre sobre la naturaleza. La influencia del hombre no es la influencia de un hombre aislado. La influencia a que nos referimos es siempre una influencia social, es siempre una influencia de grupos, de clases sociales, de pueblos enteros en su conjunto, a nivel continental o de grandes grupos humanos que muchas veces trascienden las fronteras políticas. Es realizada sobre todo a través de la acción de los trabajadores, de los hombres que laboran con sus manos, de quienes en las épocas primitivas cazaban los mamuts y los bisontes; de los que recolectaban frutos y capturaban peces materialmente con las manos; de los hombres que crearon las grandes civilizaciones.
La acción del hombre se expresa sobre todo a través del trabajo de los esclavos de las viejas civilizaciones, de Egipto, de la Mesopotamia y la India, de Indonesia y Persia, de Roma y del México antiguo y fue así porque esos esclavos, esos siervos son los que cortaron los árboles, los que araron la tierra, los que construyeron las pirámides e hicieron los canales de riego y erigieron grandes ciudades, muchas de las cuales todavía existen hoy. En la Edad Media fueron los siervos, no los reyes; los siervos de la Edad Media europea, los siervos del feudalismo asiático, quienes con su esfuerzo material hicieron posible las grandes civilizaciones de esas épocas, incluso a través de la "oscuridad" de la Edad Media, con sus grandes avances y retrocesos en Europa. Más Recientemente y hasta hoy, quienes llevan a cabo la mayor parte de la influencia sobre la naturaleza
son también los obreros y los campesinos, los artesanos, los hombres del transporte, los marinos, los mineros, los que sacan del suelo y del subsuelo la riqueza que no retienen y se'va a acumular después en otras manos. También los hombres de ciencia cooperan en la lucha con la naturaleza, porque son los que investigan las leyes fisicas'y descubren nuevos aspectos de la química, de las matemáticas. También lo hacen los técnicos y los intelectuales más diversos, cuya sabiduría se aplica a la producción y al mejoramiento de la vida humana. Pero se ha dicho que las masas trabajadoras son las crea ras de la historia y, no en un sentido indirecto, ni desde el interior de un palacio o de un ministerio. Con sus manos y con su sangre, hacen historia.
Si en el mundo desarrollado la máquina está sustituyendo cada vez más a la acción productiva directa del hombre, en nuestro mundo (y cuando me refiero al "nuestro" siempre es al mundo al cual pertenece México, es decir el mundo subdesarrollado, el mundo pobre y atrasado donde viven dos tercios de la humanidad bajo régimen capitalista), en este mundo, por lo contrario es más cierto todavía lo que afirmamos antes y por mucho tiempo, quizá siglos, el problema principal en nuestros países será el de dar trabajo productivo a millones y millones de hombres.
La acción del hombre sobre la naturaleza se manifiesta a través de la organización social y, por ende, gracias a los avances técnicos, a los medios de producción que se han alcanzado hasta esa época determinada. El motor original que sigue siendo el motor más importante de la lucha del hombre con la naturaleza es la satisfacción de necesidades, ya sea de las necesidades más simples (el vestido, la alimentación, la vivienda, el combustible para preparar los alimentos) o bien las necesidades cada vez más complejas hasta llegar hoy a rnuchas necesidades de carácter cultural, de descanso y recreo, de salud y de meditación, deportivas, etc.
En un principio los pueblos primitivos, los grupos de recolectores, de cazadores o de pastores nómadas vivieron en buena medida dominados por la naturaleza; la desconocían, la temían, le rendían culto. Aquí en algunas partes de México subsiste ese culto todavía, como existe en África, en Asia y en las selvas americanas del sur; el culto a los ríos, que en la India sigue vivo hoy, al Padre Ganges y en China lo era al Yangtse y al Amarillo; el culto a los mares en el Japón; al Sol en la América del Sur y en México; el culto al viento que todavía hoy es poderoso en África; a la lluvia, con Tlaloc; el culto a la estepa en la vieja Rusia. Después, la propia necesidad lleva a descubrir nuevas tierras y a sembrar las praderas y a cultivar campos antes cubiertos de bosques y avanzar a las regiones templadas y a las regiones frías; lleva al dominio de los ríos y de los mares interiores y de los océanos; lleva a crear los automóviles, los aviones y los submarinos; a construir los puentes sobre los ríos y a destruir los bosques; a romper las montaiías para sacar el mineral, y a tratar de evitar las inundaciones de ciudades y planicies, o sea lo que Herkovitz seiíala en su libro: "El hombre y sus obras".
A cada gran época socioeconómica corresponden nuevos instrumentos de producción, nuevos inventos y se agregan desde luego a los que ya existen hasta ese rriomento y van aumentando al bagaje cultural de la humanidad. Ya se ha repetido mucho este enunciado: la marcha de la humanidad en su lucha con la naturaleza es como un proceso de fortalecimiento de un cuerpo, de mejoramiento constante, de mayor conocimiento y aprovechamiento de las leyes naturales, que es en lo que consiste el dominio de la naturaleza para su explotación en bien del hombre. Ese fortalecimiento es un eterno combate con las fuerzas naturales, y a través de ese combate el hombre mismo se transforma y de esta manera construye a su vez nuevos instrumentos para seguir adelante, ascendiendo eternamente por una montaña ardua y dificil. ¿Y por qué va adelante la humanidad? Porque cada vez, debe repetirse siempre, hay mayores necesidades qué satisfacer, más personas qué alimentar, más mercancías por vender, más complejidad en la vida de una especie que hoy cuenta con 5 300 millones y hacia el año 2000 se calcula tendrá quizá 7 000 millones sobre la Tierra.
Estas necesidades impulsan el adelanto técnico y científico en general y este adelanto científico y técnico a su vez empuja a la sociedad a la conquista de nuevas metas, por una acción dialéctica. A cada etapa histórica corresponde el uso de nuevos recursos naturales y nuevos usos de los mismos recursos que antes ya se explotaban en cierta escala, porque se dispone de nuevas armas en esa lucha y de nuevas necesidades que se deben satisfacer. Pero como en todos los aspectos del universo, el ascenso constante y eterno de la humanidad hacia cumbres ignoradas, trae consigo también consecuencias negativas, opuestas al progreso. Es decir, se manifiesta el poder destructor del hombre que incluso retrasa su propia marcha y a veces lo obliga a ir momentáneamente hacia atrás. Recordemos la mayor desertización del Cercano Oriente y su influencia en remotas épocas históricas, así como la tala de bosques en la China antigua y otros muchos ejemplos. Pero esta marcha o este receso no es más que el preludio para otro futuro paso adelante.
Esta acción negativa del hombre se manifiesta de la siguiente manera. Por un lado el hombre ha destruido en forma brutal muchas de las riquezas que oftece la naturaleza, ha abierto, abandonado y erosionado tierras; ha talado inmensos bosques y ha favorecido el proceso de desertización -proceso que está avanzado ahora sobre las zonas tropicales y templadas del mundo-; ha desecado muchos lagos; ha deshecho montafias y ha dejado huecos en el subsuelo mediante la explotación minera; ha estropeado la pureza del aire en muchas regiones; ha exterminado especies de fauna y ha envenenado peces con los desperdicios químicos y con el petróleo vertido en las aguas de los ríos y los mares; incluso bombardea los bosques de Vietnam con substancias desfoliadoras para que no crezcan ya las ramas ni las hojas de los árboles, aniquilando el vegetal detrás del cual puede estar un guerrillero. Acaba incluso con islas enteras mediante explosiones atómicas y hace experimentos y pone en peligro la existencia del hombre en una posible guerra nuclear, ya no sólo nuclear sino bacteriológico y química total.
Por eso las Naciones Unidas señalan en un reciente estudio que la fuerza destructora del hombre comenzó desde el primer día que pudo organizarse para trabajar. Dice este informe:
"Más de 500 millones de hectáreas aptas para el cultivo se han perdido a causa de la erosión y la salación. Unas 150 especies de aves y otros animales se han extinguido debido a la acción humana, 1 000 más están en peligro. Ha aumentado en 1 0 % el bióxido de carbono atmosférico con respecto al siglo pasado, esta cifra se elevará al 20 % para el año 2000. La creación de centros urbanos-industriales consumen en forma acelerada los espacios abiertos de la Tierra, etc.; .
Otra víctima de la civilización, son los animales de Africa, combatidos cruelmente, debido al hambre de los negros (a quienes los ingleses y franceses, portugueses, españoles, alemanes y tantos otros conquistadores dejaron en la miseria) y también por los safaris de los hombres prósperos de nuestros países.
Pero no es menos cierto que al destruir, el hombre ha creado y que el problema reside en evitar que la destrucción rebase ciertos límites, eso es lo importante, porque no puede a:)er solamente construcción: si hay destrucción hay construcción al mismo tiempo. Pues la muerte, dicen en la India, es un producto de la vida.
El segundo problema a que se enfrenta la acción del hombre sobre la naturaleza es que lo irracional de su influencia proviene precisamente de los obstáculos creados por el atraso y las relaciones sociales de los hombres en la inmadura, "antediluviana" organización de los propios hombres para producir bienes materiales y sobre todo para repartir la riqueza obtenida con esa producción.
Problemas de este tipo han existido siempre, desde los albores de la civilización. Hace 3 mil años, hace 2 mil, hace 100 todavía era explicable que se talaran los bosques y que se erosionaran las tierras, cuando la humanidad era poco numerosa, había muchos campos sin ocupar y demasiada agua se perdía en los mares. Existían minerales que nadie sabía ni podía usar y bosques vírgenes inmensos en la propia Europa, China y América del Norte. Hoy con 5 200 millones de personas es algo verdaderamente criminal que se derrochen los recursos naturales y que al mismo tiempo las arcaicas relaciones humanas, los anquilosados y degenerados regímenes de producción imperantes en buena parte del mundo hagan imposible el uso siquiera menos irracional de los recursos. No hablamos del uso racional, sino del menos irracional de muchos de los recursos. Es decir, lo absurdo es que toda vía hoy perdure el hambre, el atraso, la desnutrición, la ignorancia, la superchería. Esto es el subdesarrollo más patente y cruel.
La encrucijada del momento actual
En resumen, sostenemos básicamente lo siguiente: 1) El medio geográfico es un conjunto de factores que sirve de base al desarrollo de un pueblo y el problema principal consiste en conocer cada vez más acertadamente las leyes naturales que rigen la marcha de sus distintos elementos y permiten la integración del todo. 2) Ese creciente conocimiento de las leyes naturales depende a su vez del desarrollo de las fuerzas productivas y de la ciencia y la técnica y por lo tanto la capacidad del hombre para enfrentarse y vencer a la naturaleza está en función de su grado de adelanto económico y social.
3) Los elementos del ambiente físico juegan un papel importante directo e indirecto, pero variable a través de la historia, de tal manera que a cada etapa del progreso humano corresponden mejores armas en su lucha con la naturaleza. 4) De esta manera, no existen "resistencias" e influencias estáticas del medio, sino que cada época histórica muestra cómo el hombre se adapta mejor, se enfrenta más abiertamente y transforma más a fondo a la naturaleza. 5) En consecuencia, un mismo factor natural juega diferentes papeles en distintas etápas del desarrollo. Como todas las cosas, al principio puede ser elemento negativo y luego volverse positivo y más tarde ser de nuevo un hecho negativo: la relación historia-naturaleza es un vaivén dialéctico. 6) La importancia de los recursos es también distinta a través del tiempo en el todo y ello depende de las necesidades que la sociedad tiene para utilizar un determinado tipo de recursos. "En los estadios bajos del proceso humano, los recursos que se buscaban y que eran indispensables -afirmamos en otra obra*- comprendían sólo una gama limitada y relativamente fácil de obtener, ya que las necesidades eran pequeñas, el número de personas relativamente reducido y los medios de producción pobres y rudimentarios. Sin embargo, el crecimiento de las fuerzas productivas fue gradual e incesante, como lo fueron el aumento de las necesidades por satisfacer y la forma de utilizar los recursos. Al mismo tiempo, cambiaron y crecieron también tanto la variedad de recursos potenciales (al conocerse mejor las reservas), como los métodos y la técnica para explotarlos. Las bases naturales no son fácümenie modific¿ibles por el hombre y éste solo hace uso de aquellas riquezas que puede explotar y que necesita". Varía tanto el recurso como la forma de utilizarlo: siempre es la sociedad el elemento que decide el desarrollo económico. 7) El uso de los recursos no está en función únicamente de las necesidades locales y regionales inmediatas, sino que en los sistemas capitalista y socialista este uso depende cada día más de las necesidades nacionales e internacionales, en relación con las exportaciones e importaciones de materias primas y productos elaborados. 8) Al analizar las condiciones geoeconómicas actuales de un país, es necesario observar el cambio gradual en el uso de los recursos y en la influencia ejercida por los factores naturales dentro de las diferentes etapas del desarrollo histórico. Sólo aplicando los principios antes enunciados podremos tratar de entender el proceso mediante el cual "algo ha llegado a ser lo que es" .
* Recursos Naturales (dimas, agua, suelo). México, Fditorial Nuestro Tiempo, 1969, 2a. edición. En 1992 apareció la 21 edición de este libro.
Ya se anuncia el hambre general en el mundo. Según predicciones pronto habría hambre general en el mundo subdesarrollado. Aunque puede parecer exagerado, el peligro es real. Y sin embargo, con la técnica actual (no con la que se va a desarrollar dentro de 10, 20, 30 o 50 aiíos, que va a ser increíble) sino con la técnica actual bien utilizada, las Naciones Unidas sostienen que se pueden abrir fácilmente al cultivo mil millones de acres en el mundo templado. Un autor afirma que, aplicando bien esta técnica a la agricultura, a la ganadería, a la explotación forestal, a la utilización del mar, a la utilización del aire, a la fuerza del viento, a la fuerza de las mareas, al calor y al uso correcto de todos los recursos naturales, podrían vivir cuando menos 65 000 millones de personas. Lo que estorba es una situación en la cual una minoría de naciones (o más bien los que controlan esas naciones y los que les sirven), han logrado ciertos niveles de cultura, alcanzan relativo desarrollo, es decir han pasado de lo que yo llamo la preprehistoria hasta el capitalismo.
El capitalismo es apenas la prehistoria. Es decir, las naciones poderosas protegen incluso algunos de sus recursos, se dan el lujo de tener buenos parques nacionales. Allá se habla -y en cierto modo existe para mucha gente- de una sociedad de abundancia. En tanto que todavía dos tercios de la humanidad bajo régimen capitalista vive la preprehistoria, en la miseria y en un atraso increíble.
Esa contradicción es la principal de nuestra época y está llevando a explosiones cada vez más graves. Los pueblos de los países subdesarrollados no creen ya (y eso es más importante para quien estudie el mundo actual) en el fatalismo geográfico en que vivieron sus mayores cuando aquellos eran colonias. Ya no creen en ese fatalismo que les inculcaron los ingleses en la India, los franceses en África, los españoles en América, los portugueses en Brasil, para hacerlos sentirse predestinados para la miseria, la explotación y el hambre. Estos pueblos saben que sus problemas se podrían resolver aprisa, con máquinas poderosas, con uso de la energía atómica, con uso de fertilizantes, disponiendo de crédito oportuno y barato y de todos los demás aspectos que están usando y derrochando en el mundo rico. Pero chocan con un tipo de sociedad que no quiere ni puede evitar el hambre de millones de seres, ni el desempleo, ni el subempleo, ni la prostitución en todas las ciudades del mundo capitalista, ni el derroche y el uso irracional de los recursos naturales y otros males del mundo actual. No lo puede hacer. No porque las gentes sean malas, no porque no tengan buen corazón, sino porque se rigen por el principio básico del "business ' is business".
Ese régimen social no puede resolver los problemas porque precisamente vive gracias a que unos países dominen a otros y porque las leyes económicas son más poderosas que los dictados morales y religiosos. Nadie dice que el sistema capitalista sea un régimen peor que el feudal, pues aunque es cierto que el sistema capitalista revivió la esclavitud, que conquistó a sangre y fuego Asia, África y América, destruyendo viejas culturas y aniquilando pueblos enteros, nadie olvida que al mismo tiempo integró el mercado mundial y que realizó la división internacional del trabajo, su división internacional del trabajo.
Es cierto que ese sistema hizo volar en pedazos a Nagasaki e Hiroshima, pero también el sistema capitalista ofreció la energía atómica al mundo. Lo único malo es que el capitalismo parece ser impotente ya ante los graves males que aquejan a la humanidad. Quizá, no es impotente para resolver muchos problemas de Holanda, ni lo es para resolver algunos de los problemas de los blancos en Estados Unidos o de los 30 millones de canadienses, pero hablamos de la humanidad en su conjunto. En Estados Unidos se desperdician recursos y en la India la gente se muere de hambre. Este mismo sistema gasta miles de millones de dólares en armamentos, cuando el problema en Pakistán, en el Congo y en Bolivia es no tener empleo, ni una casa decorosa, ni una escuela, ni una esperanza. El capitalismo monopolista cree todavía que podrá sobrevivir mucho tiempo gracias al uso de la técnica, el control de la natalidad y los agudos problemas que tienen los países subdesarrollados. Ahora ha inventado algo para que este régimen social pueda perdurar: la "ayuda" de los países ricos a los países pobres, que no llega en total al 0.8 del producto nacional bruto. Vastos son los recursos del mundo que ni siquiera se han tocado mediante una explotación moderna. Buena parte de los trópicos húmedos y secos, de las regiones frías, de las regiones -nontafíosas del Asia interior, y los océanos, abandonados todavía, y los desiertos, los verdaderos desiertos del interior de los grandes continentes. Medio planeta espera generoso la llegada de la Geografía creadora, pero como las empresas de conquistar el trópico, el mar, el desierto, las montañas y las zonas frías, de conquistar bien incluso las regiones templadas, son empresas de gigantes; sólo las resolverán millones y millones de trabajadores del mundo pobre, del mundo hoy atrasado. La salvación de la India la alcanzarán los hombres de la India, la salvación de la América del Sur la harán los hombres que allí viven y la salvación de México la lograrán los brazos de los que aquí nacimos. Esta empresa de gigantes llevará mucho tiempo, pero será una tarea noble y valerosa.
Lo que más necesitan son pueblos pobres y atrasados no son por ahora ni siquiera ¡as máquinas, ni las grandes excavadoras, ni los grandes tractores, ni los grandes reactores atómicos, sino la unión y el trabajo seguro, para que el mundo subdesarrollado pueda triunfar. El futuro no pertenece ya a Europa ni a los Estados Unidos, a las grandes potencias de hoy. El futuro del mundo pertenece a la India, a Vietnam, a Kenia, Nigeria, Ghana, Marruecos y Argelia; a la RAU, a los hombres que viven en el Congo, a los de Madagascar, a los de Brasil y Colombia, a los de Bolivia y las islas del Pacífico, porque esos son los que construirán las altas sociedades del mañana.
México, no es solamente (como han dicho muchos geógrafos extranjeros) el país quizás más variado y más interesante del mundo subdesarrollado desde el punto de vista geográfico, sino que además, resume en sí, los problemas del mundo actual. Pero tiene también enormes reservas para su futuro desarrollo; debemos en primer lugar alcanzar la conquista real del Centro de México, que está poblado pero no está conquistado bien. En segundo lugar, realizar el verdadero dominio de otras regiones pobladas desde hace siglos pero que tampoco están bien conquistadas (como las zonas del Sur de México y Yucatán, las más atrasadas de nuestro país, que ayer vieron florecer las grandes culturas).
Tenemos enormes reservas en el Norte y el Noroeste y también grandes reservas tropicales, mal o nada utilizadas; ríos que se pierden, montaiías que nadie conoce, desiertos abandonados y el mar que ojalá pronto puedan conquistar los mexicanos. Para todo eso será de inevitable y necesarísima cooperación la pl¿.neación efectiva, real, tanto de tipo nacional como de tipo regional.
En un libro de éxito se relata lo siguiente. Si la historia de la naturaleza hubiera durado hasta hoy un espacio de 24 horas, el correspondiente al tiempo transcurrido desde las primeras civilizaciones humanas hasta ahora apenas abarcaría 8.6 segundos. La era del capitalismo (digamos del siglo xvi para acá) únicamente ocupa el 0.01 % de todo lo que es la historia de la naturaleza y el régimen socialista (calcula este autor) ocupa sólo el 0. 005 % de esas 24 horas.
Contra el derrotismo impotente de los que creen que hemos llegado en el mundo actual al momento en que el sol se oculta y comienzan las sombras que todo habrán de invadir, opongamos nuestra seguridad en que el sol apenas sale y se levanta y en que pronto su luz habrá de iluminarlo todo.
2006-11-14 21:07:50
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answer #3
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answered by fabbie 3
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