El mobbing o también llamado psicoterror laboral en el trabajo es “una situación en que una persona o grupo de personas ejercen una violencia psicológica externa, de forma sistemática
En qué consiste el psicoterrror laboral?
”El Psicoterror en la vida laboral conlleva una comunicación hostil y desprovista de ética que es administrada de forma sistemática por uno o unos pocos individuos, principalmente contra un único individuo, quien, a consecuencia de ello, es arrojado a una situación de soledad e indefensión prolongada, a base de acciones de hostigamiento frecuentes.”
Como consecuencia de la alta frecuencia y larga duración de estas conductas hostiles, tal maltrato se traduce en un enorme suplicio psicológico, psicosomático y social.
Muchos estudiosos explican el origen del mobbing en el deseo intrínseco de poder que tenemos las personas, llegando a haber una mezcla explosiva cuando, en muchas ocasiones, a este deseo se le unen emociones intensas tales como la envidia.
¿Cuál es el perfil del acosado?
El perfil del acosado responde al de una persona (se ha encontrado un mayor porcentaje en mujeres), de entre 35 y 45 años, brillante, preparada, responsable, trabajadora, sociable y colaboradora.
¿Cual es el perfil del acosador?
El acosador, bajo una apariencia externa de seguridad y firmeza, suele ser una persona insegura, temerosa de perder su puesto de trabajo y capaz de hostigar sutilmente al acosado a lo largo del tiempo.
¿Qué conductas incluye el mobbing?
El acosador ridiculiza al acosado, y no solo su trabajo, también su forma de vestir, estilo de vida, su voz, gestos…
Cuando el acosador tiene un rol en el trabajo superior al acosado, éste le asigna tareas demasiado complejas para su titulación, o bien demasiado simples y repetitivas, ocultándole información importante e incluso variando la información sin criterio y de manera continua, diciéndole un día una cosa, y otro otra, con lo cual cargos superiores al acosador reciben un input negativo del trabajo y la capacidad que en realidad tiene el acosado.
El acosador esconde información relevante al acosado, y favorece a otros empleados en presencia de la “víctima” fomentando en su interior un sentimiento de injusticia y desigualdad que muy probablemente le traerá repercusiones en su vida personal. (ansiedad, depresión, irritabilidad, frustración…etc.).
¿Qué hacen las empresas?
En la actualidad las empresas no están del todo preparadas para abordar una situación de mobbing, y la mayoría de las veces, ni las reconocen, llegando incluso a veces a despedir a la persona acosada por considerarla injustamente no preparada para el cargo, y otras tomando parte conciliadora, algo que suele llevar a empeorar el problema.
Hay una serie de factores que pueden empeorar e incluso fomentar el mobbing: empresas con poco apoyo por parte de los superiores, mala organización del trabajo y mala comunicación de superiores a subordinados, aparición de líderes espontáneos y sin preparación o perfil adecuado para el cargo...etc.
Es curioso, y a la vez lamentable, observar cómo, personas llenas de vida y empuje, acaban sufriendo episodios depresivos, accesos de llanto en el propio trabajo, crisis de ansiedad, estrés... todo esto mientras un sentimiento de impotencia les llena al verse incapaces de controlar su entorno laboral.
Son testigos en primera persona, (mientras se hace mella en su autoestima), de cómo se tergiversa la realidad, de cómo se transmite a sus superiores una imagen distorsionada de su persona, competencia y profesionalidad, transmitiendo ser una persona inestable e insegura e incluso llegando muchas veces a pensar que es incompetente, poco preparada para el cargo o “problemática” sin serlo en absoluto.
De mientras…observa cómo el acosador, que es consciente de sus propias carencias (a veces falta de competencia para sus tareas, poca seguridad en sí mismo, poco trabajador, poca constancia…), dispone de suficiente habilidad como para transmitir lo contrario, mientras suple sus errores a base del esfuerzo y trabajo del acosado o sus subordinados.
El entorno social del acosado también padecerá las consecuencias del mobbing, ya que convivirán con una persona a la que quieren y la verán triste, amargada, desmotivada, sin expectativas ni ganas de trabajar. La depresión está cerca.
NORMATIVA
Veamos brevemente qué normativa hay al respecto…
Ley de Prevención de Riesgos Laborales
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales nos dice que "es obligación del empresario la prevención de los riesgos laborales garantizando " una protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo", adoptando en el marco de sus responsabilidades " cuantas medidas sean necesarias " para tal fin, siguiendo un sistema de gestión y planificación de las actividades preventivas. Art.14.
Jurisdicción Penal
El trabajador podría emprender acciones frente al agresor, bien sea el propio empresario, su representante u otro trabajador, ya sea por coacciones, amenazas, u otros delitos tipificados en nuestro Código Penal.
Jurisdicción Civil
Se podrían entablar acciones de responsabilidad extracontractual frente al agresor o el empresario de éste si es que perteneciera a empresa distinta a la del agredido.( artículos 1902 y 1903 del Código Civil ), ya que: " el que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado".
Cuáles son las consecuencias de estas actitudes? El permanecer diariamente en un entorno hostil produce un stress que desgasta psicológicamente a la víctima, afectando también a su salud física. La víctima tiene la sensación de que no vale nada, pierde la autoestima, la duda acerca de sus capacidades se instala en ella, se siente culpable de la situación y acaba por ser incapaz de acudir a su trabajo y solicita la baja laboral, preludio de un despido y en ocasiones de una imposibilidad de reintegración en el mercado laboral. Los efectos psicológicos de este acoso son comparables a los del Stress Post-Traumático que sufren los supervivientes de un accidente o acto violento o los testigos del mismo.
¿Qué soluciones existen? El mobbing laboral es un círculo vicioso. Una vez se inicia el acoso el proceso se retroalimenta del miedo que la víctima siente ante el agresor, ya que este miedo genera una actitud defensiva que provoca nuevas agresiones así como fenómenos de fobia recíproca: ver al acosador desencadena el miedo en la víctima; cuando el agresor ve a la persona acosada siente un odio y desprecio que le incita a continuar el proceso. Es por ello indispensable romper este círculo antes de que la ansiedad y el stress provoquen daños importantes en la salud de las víctimas. Para ello es fundamental reconocer el hecho del acoso. Hasta ese momento es muy posible que la víctima vea su situación como una consecuencia de sus propios actos y decisiones, es decir, se culpabiliza y puede creer subconscientemente que también es culpable de ese acoso que sufre y que, en definitiva,"forma parte de las barreras que nos pone la vida y que hay que superar" en palabras de una ejecutiva acosada de un banco de inversiones que intentaba asimilar su situación. El reconocer que se está siendo sometido a un proceso sistemático de desgaste es el primer paso en el largo camino de la solución. Y para ello es fundamental contar con la visión y el apoyo de los jefes, porque si estos forman parte de la justificación del acoso, la solución no se dará en el seno de la organización, sino que la víctima tendrá que abandonarla para detener la situación. La intervención objetiva del jefe, no dejándose arrastrar por la falsa imagen y prejuicios creados acerca del trabajador acosado y buscando también su versión cuando se afronte el problema, es un elemento fundamental que forma además parte esencial de las habilidades que un manager debe tener como gestor de personas. Si no se cuenta con apoyo y comprensión de personas con el poder de detener la situación, es muy probable que la salida de la organización o la denuncia del acosador sea la única forma posible de interrumpir el proceso. En numerosas ocasiones no es que la empresa comparta los prejuicios del grupo, sino que simplemente tolera desde el inicio este tipo de comportamientos en aras de una supuesta competitividad darwiniana que dará como resultado la supervivencia de los más fuertes. Si el tiempo y la intensidad de estas prácticas ha sido prolongada será muy probablemente necesario recurrir a ayuda médica especializada para poder paliar las consecuencias patológicas del mobbing.
2006-11-13 07:42:37
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answer #1
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answered by JR. 2
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