Obviamente por inexperiencia, por inmadurez y por falsas pretensiones. Tú crees que si alguien supiera que la o las personas que tienes al lado tienen defectos, pero que puede que te encuentres otras, que tengan el triple de defectos, no valorarías mejor a la persona que está a tu lado? Por supuesto que sí. Pero eso no lo aprendes hasta que te sucede. Cuando la experiencia llega, con perdón, la pen de jez ya va por delante. esa es una frase sabia, la dice el pueblo y es por algo. Generalmente si somos jóvenes e inexpertos no valoramos a los que están a nuestro lado ( padres, amigos, novios, hermanos, familiares, maestros, vecinos, etc) porque creemos que somos lo máximo y que nos merecemos lo mejor, no lo que tenemos a un lado. Somos inexpertos y no nos damos cuenta porque no vemos más que lo de afuera. No nos preocupa mucho lo de adentro. Creemos que una buena fachada lo es todo y nos quedamos mucho tiempo en el error, y más, si tenemos delirio de grandeza. Si creemos que no merecemos el suelo que pisamos. Cuando al fin, te quedas solo, meditas y te das cuenta de que la regaste, de que lo de afuera nada tiene nada que ver con lo de adentro. Que es más importante todo el tiempo y la dedicación y cariño que aquella persona te prodigaba, y no sus reglas de urbanidad o su manera de vestir o sus gustos musicales (que a la mejor a ti te caían como bomba) Eso es secundario. Pero una persona que se fija en nimiedades, realmente no sabe apreciar las cosas buenas de la otra persona que se ha desvivido por entregarte lo mejor de su espacio y de su tiempo. Y efectivamente, poco después, nos damos cuenta que ya no hay modo, de que ya no hay vuelta atrás, de que por más que quieras retroceder el tiempo, aquella persona, jamás volverá. Pero esa lección, nunca en la vida la olvidas, te das cuenta de que el que estaba mal eras tú, y las personas que son humildes, saben aceptarlo y saben reconocer que han actuado mal. las personas soberbias se llenan de muy malos sentimientos y empiezan a culpar a los otros, e inmediatamente adoptan una actitud de "no me importa, al cabo que ni lo quería y no lo necesito para nada" , cuando muy en el fondo saben que no es así, y se la viven amargados, en ambos casos, si reconoces o si no reconoces tu error. Es lo peor que te puede pasar en la vida. Contadas veces hay personas que realmente no valen la pena como seres humanos, y a ésos simplemente los olvidas al siguiente día y ya. Pero lo grave del asunto es cuando tú reconoces que aquella persona era singular, única, "sui generis" y crees que a la vuelta de la esquina te vas a encontrar a otra igual, si no es que mejor.... y oh, sorpresa, ni la encuentras ni nada,pero eso sí, empieza la nostalgia a llegarte por todas partes... empiezas a extrañar su compañia, a dersesperarte porque ya no está ahí la persona que pese a tu mal humor o tus rabietas, y tus alardes de grandeza, te dedicaba palabras de aliento, de esperanza, y fuera de la manera que fuera, te ayudaba en todo lo que podía. Francamente, sí, somos como ciegos, se nos cae la venda ya que no hay marcha atrás. Pero te comento, yo creo que son los factores que mencioné arriba los que hacen que no nos demos cuenta de los grandes tesoros que estaban destinados a entrar en nuestra vida, y nosotros como viles derrochadores, los dejamos pasar de largo, les cerramos las puertas con tres candados de una manera muy estúpida, porque a veces hasta por simples estupideces o por cosas superfluas que en realidad no valen la pena, nos ponemos en plan de divos o de gente muy sofisticada que empieza a mirar por el hombro. No sabemos ser humildes, no sabesmos apreciar el tesoro interno que cada una de estas personas trae adentro. Como te expliqué, hasta que no pasas por esa experiencia, es hasta entonces que empiezas a valorar a esos seres, si no tan brillantes, al menos sí, tan sinceros contigo. Y sabes otra cosa? Hay veces que te toca a ti el turno de decir: Me voy, lo dejo, esta persona no me valora. Me hace sentir mal, no puedo más, me voy, es mejor estar lejos de alguien tan ególatra. Te vas. Y si esa persona nunca intenta una reconciliación, es porque de verdad no valía la pena. es porque de verdad no supo ser humilde ni aceptar su error. Pero si eres de las personas que tiene el gran valor de ir y de decirle, perdóname, me equivoqué... pues quizás haya una oportunidad más para ti. Pero si aquella persona no te da ninguna oportunidad, es ahí cuando aprendes la gran lección: Se te cae la venda de los ojos, hiciste algo mal y no te habías dado cuenta, y así pidas mil perdones, tú mismo comprendes que hay cosas que son prácticamente imperdonables. Y luego viene la etapa en la que todos nos cuestionamos, que es la pregunta que tú hiciste:¿ Por qué el ser humano valora las cosas (personas) importantes cuando las pierde? Ay!, qué extraños somos verdad? Pero sin esa primera experiencia, de verdad, nunca aprendes. Ya después aprendes a valorar hasta lo más mínimo, de verdad: Tu salud, tu familia, tus amigos, tus capacidades, tus baratijas, tus libros, cada uno de tus cabellos, cada una de las sonrisas que te brindan en la calle, tus canciones, tus maestos, tus padres, tus amores, tu libertad, tu dignidad, tu Dios...
2006-11-13 16:23:28
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answer #1
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answered by Alba 3
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