¿Porque seguimos viendo a Dios como a una persona?

Question

Siempre hablamos de dios refiriendonos a "el", siendo que es algo o mejor dicho TODO.

Answer 1

yo creo que el hombre necesita pensar que quien nos creo fue alguien como nosotros, un ser humano, no queriéndose enfrentar a que puede haber otras cosas, otros seres que fueron los creadores de todo.
me gusta tu idea de pensar en dios como un todo, no como un el o una ella.

Answer 2

Es más fácil imaginárselo así. Lo que yo no entiendo es porque lo vemos a Dios como sexo masculino, por qué nos referimos a ël y no a ella, o a eso. ¿Eso es muy poco respetuoso?
Si fuera verdad lo de que el creó al hombre a su imagen y semejanza, a semejanza de quien creó la mujer? ¿al hombre? no creo, porque sino compartiría mucho de sus defectos.
Entonces, ¿las mujeres según eso seríamos la copia por triplicado?

Answer 3

Porque Dios vino al mundo en Jesús, él es Dios y hombre al mismo tiempo, por eso lo vemos como una persona y le decimos él

Answer 4

Lo ven como una persona por ignorantes, (hablando de la ignorancia en el buen sentido de la palabra, me refiero a ignorancia del tema)

Answer 5

Pues en mi caso, porque prefiero sentirme identificada con un Dios semejante a mí, que sepa lo que soy y lo que siento como persona.

Answer 6

Porque es más fácil

Answer 7

Para identificarnos.

Answer 8

porque el es una persona...pero es unha persona espiritual...y ademas JESUS mismo dijo que su PADRE es el todopoderoso y ademas es miserticordioso...benevolo....anticolerico....y muy paciente...por consiguiente EL DIOS VERDADERO JEHOVA... es una gran persona-

Answer 9

no se

Answer 10

no es una persona
es un espiritu
y si es EL

El todopoderoso..

Answer 11

Me encanta Dios
Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en
serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos
rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede
porque es un poco cegatón y bastante torpe de las manos.

Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo, o
Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien.
Pero esto a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez
grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la
pequeña, que el hombre de traga al hombre. Y por eso inventó la
muerte: para que la vida - no tú ni yo -, la vida, sea para siempre.

Ahora los científicos salen con su teoría del Big Bang... Pero ¿qué
importa si el universo se expande interminablemente o se contrae?
Esto es asunto sólo para agencias de viajes.

A mí me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye
bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es tan juguetón y
travieso que el otro día descubrí que ha hecho -frente al ataque de
los antibióticos- ¡bacterias mutantes!

Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus
soldaditos de plomo de carne y hueso, hace campos de flores o pinta
el cielo de manera increíble.

Mueve una mano y hace el mar, y mueve otra y hace el bosque. Y
cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de
su aliento.

Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, y manda
tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas,
castigos y desastres. Pero esto es mentira. Es la tierra que cambia
-y se agita y crece- cuando Dios se aleja.

Dios siempre está de buen humor. Por eso es el preferido de mis
padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos,
la mujer más amada, el perrito y la pulga, la piedra más antigua, el
pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el
borboteo de luz, el manantial que soy.

A mi me gusta, a mi me encanta Dios. Que Dios bendiga a Dios.