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9 respuestas

frutos hay muchos: manzanas, peras, piñas, cerezas, melocotones...

2006-11-03 16:09:57 · answer #1 · answered by Peter pan 6 · 0 1

Son dones que, procedentes de Cristo ascendido, Cabeza de la iglesia, son distribuidos por el Espíritu Santo. Todos los creyentes, habiendo recibido la unción del Espíritu (Ap. 1:6; 2 Co. 1:21; 1 Jn. 2:20, 27), son receptores de el/los don/es del Espíritu (o dones espirituales), que son capacidades sobrenaturales concedidas a cada creyente, en vista del servicio y función que tienen dentro del cuerpo de Cristo (1 Co. 12:7, 11).

Pablo da relación de un cierto número de estos dones: sabiduría, conocimiento (1 Co. 12:8), fe, sanidades (1 Co. 12:9), milagros, profecía, discernimiento de espíritus, lenguas e interpretación (1 Co. 12:10).

En otro sentido, las personas son los dones a la iglesia (1 Co. 12:28; cp. Ef. 4:8, 11, 12), y la palabra usada para denotarlos es «dogma»; se trata entonces de apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros (Ef. 4:11). Estos dones relacionados en Efesios tienen como propósito «perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios...» (Ef. 4:12, 13, etc.).

Es evidente que unos dones, como los apóstoles, ya no están entre nosotros; pero nos quedan sus enseñanzas en las Escrituras (cp. Hch. 20:32; 2 P. 13-15; 3:15-18). Lo que sí podemos tener por cierto es que, sean cuales fueren las tareas dadas, Dios dará la capacidad de cumplirlas.

Tenemos en las Escrituras cuatro listas de carismas o dones del Espíritu. Aunque muchos deducen de estos cuatro catálogos que no tenemos aquí la lista completa de carismas, es bueno recordar lo que dice el apóstol Pablo en 2 Ti. 3:16-17, y lo expresado en el párrafo anterior.

Con respecto a los dones de sanidades, milagros, profecía, don de lenguas, etc., hay dos posturas básicas:

(a) que siguen con nosotros;

(b) que cumplieron su objetivo de testimonio y acreditación al nuevo testimonio que Dios estaba levantando después del cierre del canon de las Escrituras, y que ya no operan en la actualidad.

Primeramente debemos señalar que todos y cada uno de los dones dados por el Espíritu son milagrosos, y no sólo los de manifestación externa espectacular como los de milagros, sanidades y lenguas. Dios es soberano en cuanto a en qué épocas da unos o no de una manera concreta. Los dones externos y espectaculares fueron dados en profusión en la época en que el Evangelio y el Nuevo Pacto debían ser acreditados (He. 2:4), y lo fueron con señales externas jamás renovadas (Hch. 2:1-3; 4:31). En la actualidad puede, ciertamente, manifestar Su poder, siempre según Su voluntad; de hecho, la mayor parte de los dones (sabiduría, ciencia o conocimiento, fe, evangelistas, ayudas, liberalidad) nunca han dejado de ser otorgados. En cambio, si bien Dios cura a ciertos enfermos, bien mediante siervos suyos o directamente, no se ha dado a nadie, que se sepa, que pueda curar a todos (que era la característica del don de Cristo y de Sus apóstoles: cp. Mt. 10:8; Mr. 6:56; Lc. 4:40; 6:19; 9:11; Hch. 5:16).

La iglesia de Corinto había recibido todos los dones, y 1 Corintios es la única epístola en la que se mencionan los dones externo-espectaculares (1 Co. 1:7; 12; 14); todo ello no impidió que los corintios fueran carnales ni su tendencia a formar partidos sectarios. Lo esencial es estar totalmente sometidos al Señor y a toda Su Palabra, poder discernir el don otorgado a cada uno, y permitir que el Señor nos use para el bien de la iglesia en su totalidad.

2006-11-04 00:13:02 · answer #2 · answered by romana 5 · 2 0

AMOR
GOZO
PAZ
GRAN PACIENZA
AUTODOMINIO
BEDIGNIDAD
FE

2006-11-04 02:47:12 · answer #3 · answered by chiquika 3 · 0 0

DONES DE DIOS

Los dones que Dios da a los hombres son una expresión de su bondad inmerecida. La misma palabra kjá·ri·sma (literalmente, “don de gracia”), que aparece diecisiete veces en las Escrituras Griegas Cristianas, implica un regalo que denota bondad inmerecida (kjá·ris) por parte de Dios. (Ro 6:23, nota; 1Co 12:4; 2Ti 1:6; 1Pe 4:10.) Por lo tanto, lo más apropiado es que los dones recibidos de Jehová se usen para el beneficio del prójimo y para la gloria de Dios, es decir, de Aquel que los ha concedido. (1Pe 4:10, 11.) Estos dones no son para el provecho egoísta del que los recibe; dado que tal persona ha ‘recibido gratis’, está bajo la obligación de ‘dar gratis’. (Mt 10:8.)

“Toda dádiva buena y todo don perfecto es de arriba.” (Snt 1:17.) Jehová es un dador generoso, y permite que tanto los justos como los inicuos se beneficien de la luz del Sol y de la lluvia. De hecho, “da a toda persona vida y aliento y todas las cosas”. Los dones de Dios, como el alimento, la bebida y el ver el bien por el duro trabajo personal, contribuyen al disfrute del hombre. (Mt 5:45; Hch 17:24, 25; Ec 3:12, 13; 5:19; 1Ti 6:17.) Tanto la soltería como el matrimonio son dones de Dios, dones que han de disfrutarse dentro de los límites de sus requisitos. Como la persona soltera está más libre para dedicarse al servicio de Jehová sin distracción, la soltería es el mejor de los dos dones. (Pr 18:22; Mt 19:11, 12; 1Co 7:7, 17, 32-38; Heb 13:4.)

El sacrificio de Cristo, un don de Dios. La bondad inmerecida de Jehová al entregar a su Hijo como sacrificio redentor es un don inapreciable, y los que ejercen fe en dicho sacrificio pueden alcanzar el don de la vida eterna. (Ro 6:23; Jn 3:16.) Su “indescriptible dádiva gratuita” comprende toda la benignidad y bondad amorosa que Dios manifiesta hacia su pueblo por mediación de Jesucristo. (2Co 9:15; compárese con Ro 5:15-17.)

Espíritu santo. Dios imparte a los que forman su pueblo el don del espíritu, que los prepara para evitar las obras degradadas de la carne y hace posible que puedan cultivar su fruto: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad y autodominio. (Hch 2:38; Ro 8:2-10; Gál 5:16-25.) El espíritu de Jehová es una guía segura y de él emana el poder que, por ser de naturaleza extraordinaria, ayuda a los cristianos a llevar a buen fin las tareas que Dios les encarga, prescindiendo de las dificultades que les sobrevengan. (Jn 16:13; 2Co 4:7-10.) Jesús aseguró a sus discípulos que el espíritu de Dios les enseñaría todas las cosas, les haría recordar aquellas que él les había enseñado y les ayudaría a hacer una defensa de su fe incluso ante gobernantes. (Jn 14:26; Mr 13:9-11.)

Sabiduría y conocimiento. El conocimiento y la sabiduría verdaderos son dones de Dios, y Él invita a sus siervos a pedirlos en oración, tal y como hizo Salomón en su día. (Snt 1:5; 2Cr 1:8-12.) Sin embargo, para adquirir conocimiento, se requiere estudiar con rigor toda la información que Dios ha proporcionado por medio de su Palabra. (Pr 2:1-6; 2Ti 2:15; 3:15.) No obstante, el estudio de la Palabra de Dios por sí solo no garantiza los dones de la sabiduría y del conocimiento. El conocimiento y la sabiduría verdaderos solo se alcanzan por medio de Jesucristo y con la ayuda del espíritu de Dios. (1Co 2:10-16; Col 2:3.)

La sabiduría divina sirve de protección y de guía en la vida. (Ec 7:12; Pr 4:5-7.) Por emanar de Dios, es claramente distinta de la sabiduría mundana, la cual es necedad desde el punto de vista de Dios, además de ser nociva, pues no cuenta para nada con Él. (1Co 1:18-21.) “Pero la sabiduría de arriba es primeramente casta, luego pacífica, razonable, lista para obedecer, llena de misericordia y buenos frutos, sin hacer distinciones por parcialidad, sin ser hipócrita.” (Snt 3:17.)

El conocimiento exacto de la voluntad de Dios ayuda al que lo adquiere a ‘asegurarse de las cosas más importantes’, para no hacer tropezar a otros, y a ‘andar de una manera digna de Jehová a fin de agradarle plenamente’. (Flp 1:9-11; Col 1:9, 10.) Además, el conocimiento es uno de los factores que ayuda al cristiano a ser una persona activa y productiva en su servicio a Dios. (2Pe 1:5-8.) El don de la sabiduría que Dios otorga comprende mucho más que solo el conocimiento de hechos aislados, incluye el entendimiento de esos hechos y el saber cómo usarlos al “dar una respuesta a cada uno”. (Col 4:6.)

Dones de servicio y “dádivas en hombres”. Las asignaciones de servicio en la organización terrestre de Dios son realmente dones de Jehová. (Nú 18:7; Ro 12:6-8; Ef 3:2, 7.) A los que han sido favorecidos con tales asignaciones de servicio por la bondad inmerecida de Dios, también se les llama “dádivas en hombres”, y Jesucristo, representante de Dios y cabeza de la congregación, ha dado estas dádivas a la congregación con el fin de que sus miembros puedan ser edificados individualmente y alcanzar la madurez. (Ef 4:8, 11, 12.) La persona que tiene el don debe seguir cultivándolo y no descuidarlo jamás, para que así pueda desempeñar sus responsabilidades fielmente y su labor llegue a ser una bendición para otros. (1Ti 4:14; 2Ti 1:6.) Con la ayuda de Jehová, cualquier cristiano que se esfuerce por emplear a cabalidad sus aptitudes y superar los obstáculos que se le presenten, puede llegar a estar capacitado para cumplir con toda asignación de servicio que Dios le otorgue. (Flp 4:13.)

Dones del espíritu. El bautismo con espíritu santo iba acompañado de dones milagrosos. Esto era una señal de que Dios ya no tenía a la congregación judía a su servicio, sino que aprobaba a la congregación cristiana fundada por su Hijo. (Heb 2:2-4.) En el día del Pentecostés los dones milagrosos concurrieron con el derramamiento del espíritu santo. Más tarde, en cada uno de los casos mencionados en las Escrituras alusivos a la transmisión de dones milagrosos del espíritu estuvo presente Pablo o al menos uno de los doce apóstoles que Jesús escogió directamente. (Hch 2:1, 4, 14; 8:9-20; 10:44-46; 19:6.) La transmisión de aquellos dones llegó a su fin con la muerte de los apóstoles, y se fueron extinguiendo a medida que sus portadores abandonaban la escena terrestre.

Así como las obras aparentemente milagrosas por sí mismas no revisten de autorización divina al que las ejecuta, la incapacidad de los siervos de Dios para efectuarlas con la ayuda del poder divino tampoco presupondría que no tuvieran el respaldo de Dios. (Mt 7:21-23.) No todos los cristianos del primer siglo podían realizar obras poderosas, sanar, hablar en lenguas y traducir. A Pablo y a otros cristianos se les habían otorgado varios dones del espíritu por la bondad inmerecida de Dios. Sin embargo, los dones milagrosos serían una señal característica de la infancia de la congregación y, tal como se predijo, cesarían. De hecho, Jesús mismo indicó que sus seguidores se identificarían, no por realizar obras poderosas, sino por amarse unos a otros. (1Co 12:29, 30; 13:2, 8-13; Jn 13:35.)

Pablo enumera nueve diferentes manifestaciones o acciones del espíritu: 1) habla de sabiduría, 2) habla de conocimiento, 3) fe, 4) dones de curaciones, 5) obras poderosas, 6) profetizar, 7) discernimiento de expresiones inspiradas, 8) lenguas diferentes y 9) interpretación de lenguas. Todos estos dones del espíritu servían para un propósito beneficioso, pues no solo contribuían al crecimiento cuantitativo de la congregación, sino que también resultaban en su edificación espiritual. (1Co 12:7-11; 14:24-26.)

2006-11-04 01:10:23 · answer #4 · answered by arruges 1 · 0 0

amor
paciencia
benignidad
paz
mansedumbre


:s

no me acuerdo

2006-11-04 00:35:26 · answer #5 · answered by Karlita B Colognesa 6 · 0 0

Los dones del espiritu Santo son 7
1.- Fortaleza
2.- Paciecia
3.- piedad
4.- temor de Dios
5.- templanza
6.- Sabiduria
7.- ciencia

2006-11-04 00:31:15 · answer #6 · answered by Ricko 5 · 0 0

los dones son
sabiduria, ciencia, entendimiento, temor de dios, fortaleza, consejo

2006-11-04 00:07:21 · answer #7 · answered by isis 2 · 0 0

Los siete dones del Espíritu Santo son:


Don de Ciencia, es el don del Espíritu Santo que nos permite acceder al conocimiento. Es la luz invocada por el cristiano para sostener la fe del bautismo.

Don de Consejo, saber decidir con acierto, aconsejar a los otros fácilmente y en el momento necesario conforme a la voluntad de Dios.

Don de Fortaleza, es el don que el Espíritu Santo concede al fiel, ayuda en la perseverancia, es una fuerza sobrenatural.

Don de Inteligencia, es el del Espíritu Santo que nos lleva al camino de la contemplación, camino para acercarse a Dios.

Don de Piedad, el corazón del cristiano no debe ser ni frío ni indiferente. El calor en la fe y el cumplimiento del bien es el don de la piedad, que el Espíritu Santo derrama en las almas.

Don de Sabiduría, es concedido por el Espíritu Santo que nos permite apreciar lo que vemos, lo que presentimos de la obra divina.

Don de Temor, es el don que nos salva del orgullo, sabiendo que lo debemos todo a la misericordia divina.

Pertenecen en plenitud a Cristo, Hijo de David. Completan y llevan a su perfección las virtudes de quienes los reciben. Hacen a los fieles dóciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas.


Los frutos del Espíritu Santo son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo como primicias de la gloria eterna. La tradición de la Iglesia enumera doce:

Caridad.
Gozo.
Paz.
Paciencia.
Longanimidad.
Bondad.
Benignidad.
Mansedumbre.
Fe.
Modestia.
Continencia.
Castidad.


Faltas contra el Espíritu Santo:

Desesperar de la misericordia de Dios.
Presunción de salvarse sin ningún mérito.
La impugnación de la verdad conocida.
La envidia de los bienes espirituales del prójimo.
La obstinación en el pecado.
La impenitencia final.

2006-11-04 00:02:09 · answer #8 · answered by Anonymous · 1 1

mm haber si recuerdo los dones son ,don de lenguas,templanza,carida,paz, hay dios mio no recuerdo mas

2006-11-04 00:01:12 · answer #9 · answered by Anonymous · 0 0

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