EL HADA Y LA BRUJA
Las hadas, al igual que los ángeles, eran genios buenos y espíritus de la naturaleza.
¿Cómo han llegado a convertirse en brujas?
Actualmente, todos estarnos convencidos de que las hadas y las brujas sólo son personajes de cuento, y cualquier persona adulta, razonable y sensata, sabe que no tienen ninguna base real.
Si sólo poseernos una vaga información histórica en relación a la persecución de brujas que se produjo durante la Edad Media, podernos creer que se trataba más bien de un fantasma maléfico o de una forma de puerilidad en la mentalidad de nuestros antepasados, y no de una especie de caza organizada del demonio, ya que todos sabernos que el demonio no existe. ¿Pero estarnos tan seguros de ello?
LAS BRUJAS Y LA INQUISICIÓN
Ciertamente, si querernos dar al demonio o lo que entendernos por tal -es decir, el diablo, las fuerzas del mal, las potencias de las tinieblas, etc.-
una o dos figuras reales, debernos buscar en nuestro pasado y referirnos a las imágenes de la Europa del siglo XV y XVI, que fueron los tiempos de la caza de brujas y de los demonios. Empujados por un fanatismo religioso, que inspira, a lo mejor sin ellos saberlo, a los integristas de toda creencia o religión, los grandes y pequeños inquisidores torturaron, quemaron y masacraron a quienes no estaban en olor de santidad y no se conformaban con las reglas, las leyes y las normas de la religión, que eran totalmente arbitrarias y tiránicas.
Fueron cometidas tales abominaciones en nombre del amor y la fe en toda Europa - especialmente en Alemania y en España-, durante este oscuro período, que han dejado una huella persistente en nuestra imaginación y en nuestra memoria. Así pues, cuando hablamos de brujas o las representamos, las vemos siempre tal como tuvieron que ser descritas, es decir, mujeres bajo tortura, denunciadas, perseguidas, condenadas incluso antes de ser juzgadas. Así fue durante la segunda mitad del siglo XV, al final de la guerra de los Cien Años. Mujeres desnudas o vestidas de negro, montadas sobre un bastón, una escoba o un animal monstruoso, anunciando maleficios, lanzando hechizos y firmando un pacto con el Diablo, del cual tenían marcas en el cuerpo.
DEL HADA A LA BRUJA
Sin embargo, la historia y el nacimiento de las hadas son muy anteriores a este período negro y truculento de la Inquisición, ya que resulta evidente que, a partir del siglo XIV, hubo un ataque directo a las creencias, conocimientos, mitos y símbolos de nuestros antepasados, de los cuales sentimos nostalgia. Sin ellos, nos faltan puntos de referencia y ya no sabemos de dónde venimos, quiénes somos y adónde vamos. ¿Pueden las hadas ayudarnos a encontrarlos de nuevo? Sin duda. Incluso pueden estar en la causa del actual interés existente por todo lo que nos hace soñar, lo que nos aleja del mundo cómodo en lo material, pero incómodo a nivel moral y espiritual, cada vez más desencantado.
En efecto, en un principio, las hadas tenían los mismos atributos, poderes y, podríamos decir, los mismos deberes y responsabilidades que los que actualmente atribuimos a los ángeles de la guarda. Se asociaban a los buenos espíritus de los lugares, montes, bosques, valles, las cimas de las colinas, montañas, cumbres, fuentes, ríos, acantilados, cuevas. Cuando los romanos invadieron la Galia y la Europa de los celtas, dieron a estas divinidades, la mayoría representadas con rasgos de mujer y a las que los druidas se dirigían, el nombre de fatí o foto, la "diosa del destino", que derivó en el latín fatum, "destino", de donde procede el nombre de "hada". De la hilandera del destino, que era el hada que teje las redes del destino del bebé en el vientre de su madre, a la hechicera, que era la bruja, sólo había un paso, que las mentes malévolas, ávidas de poder y riqueza franquearon para justificar los peores horrores que cometían.
Principalmente, porque la mujer hada tenía la fama de ser capaz de metamorfosearse, tomar el aspecto de una zorra, una comadreja, una cierva o un unicornio y se le atribuían poderes sobrenaturales, como proporcionar suerte y amor, curar milagrosamente las enfermedades y las heridas, seducir a los hombres y unirse a ellos para tener hijos magos o darles fuerza, coraje, heroísmo y victoria en los combates de guerra, todo ello virtudes bajo sospecha. En un cuento de Perrault, se cita una especie de ninfa de las aguas, que está tras el cambio y la renovación del año o que, por lo menos, recorre las tierras germanas durante los días comprendidos entre Navidad y Reyes. Cuando nieva en la tierra de los hombres, es porque ella agita su lecho de plumas. A las mujeres que van a su encuentro les da salud y fecundidad. Los recién nacidos provienen de su estanque. Castiga a las hilanderas perezosas, ensucia sus ruecas, enreda sus hilos o quema su lino. En cambio, envía husos a las jóvenes que hilan con pasión y durante la noche les adelanta su trabajo o lo termina. Atrae fácilmente a los niños hacia su estanque, y otorga la felicidad a los que son buenos y trabajadores y hace miserables a los que son malos o perezosos. Fue así como los espíritus femeninos de la flora y la fauna de la Europa celta, las divinidades buenas de nuestros antepasados, a las que adoraban sobre todo las mujeres, se perpetuaron oralmente, de generación en generación. Los ritos, costumbres y conocimientos adquiridos desde hacía siglos -especialmente en el campo de la medicina empírica a partir de muestras (lo que hoy en día llamamos la fitoterapia o cuidado mediante plantas)- se asociaron desde el siglo XII a los espíritus malignos, a causa de la implantación del proceso inquisitorial proclamado en la bula Vergentis ín seniutn del papa Inocencio III. Pero fue sobre todo a partir del siglo XV cuando estos seres maravillosos fueron considerados una verdadera plaga en Europa. Las hadas se convirtieron así en brujas. Las hadas Morgana y Esterel
Entre las hadas más conocidas, se encuentra el hada Morgana, hermana del rey Arturo, alumna de Merlín, quien le enseñó su magia. También es muy importante Esterel, hada que dio su nombre al macizo y bosque del mismo nombre (en Provenza) donde habitaba. Fue célebre durante la Edad Media. Componla brebajes mágicos que daban fertilidad a las mujeres.
2006-11-04 01:51:24
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answer #2
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answered by nitzahom 5
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