HIPERACTIVIDAD
¿Qué es?
Comencemos por definir lo que es la hiperactividad o lo que es más exacto de qué hablamos cuando se diagnostica a un niño de déficit de atención con hiperactividad. Para que nos entendamos, esto quiere decir que es un niño muy inquieto y al que le falta la atención de una forma muy llamativa.
La hiperactividad de los niños es considerada como normal, cuando se produce dentro de una etapa de la vida infantil alrededor de los dos o tres años. El que un niño sea inquieto no tiene nada que ver con la sintomatología que hoy vamos a abordar en esta información. La falta de atención y la inquietud constante en el niño son síntomas que, por lo general, los padres comentan primero al médico de atención primaria, con frecuencia alertados por los profesores y educadores.
Este trastorno ha recibido muchos nombres en el pasado, daño o disfunción cerebral mínima, hiperkinesia, hiperactividad y déficit de atención…. Pero en realidad todo ello engloba una alteración importante de la atención que, muy a menudo, se da con una extrema actividad en el niño…
El porcentaje de niños con este problema se estima entre el 3 y el 5%, entre los niños en edad escolar, siendo seis veces más frecuente en los varones.
TRASTORNOS ASOCIADOS
Además, aproximadamente, el 40% de los niños con este trastorno tienen dificultades en el aprendizaje, lo que motiva, si no es tratado adecuadamente, el abandono de los estudios en la adolescencia. Y casi el 50% de estos niños tienen asociada alguna alteración psiquiátrica, sobretodo problemas de ansiedad, con rabietas y miedos o depresión y baja autoestima, en un 20% de los casos, también trastorno de oposición en un 25% y todo tipo de trastornos de conducta. La baja autoestima, está presente al menos en un 25%. Presentan también mayor riesgo de presentar conductas antisociales en la adolescencia, especialmente si se da en familias de riesgo ( abuso de drogas, alcoholismo, violencia).
Aunque la sintomatología mejora notablemente con la edad
Causa
Existen factores biológicos y genéticos. Entre los no genéticos podemos hablar de complicaciones prenatales, perinatales y postnatales.
Se sabe que predispone a padecer el trastorno el consumo materno de alcohol y drogas, incluso de tabaco... también influye el bajo peso al nacer, la anoxia, lesiones cerebrales, etc... Los factores ambientales pueden contribuir a su desarrollo aunque no hablaríamos en este caso de etiología pura. Las psicopatologías paternas, el bajo nivel económico, la marginalidad, el estrés familiar, en fin, un entorno inestable podría agravar el trastorno.
Por otra parte desde el punto de vista genético, todos los estudios inciden en que la existencia del mismo trastorno en hermanos es de un 17 a un 41%. En cuanto a gemelos univitelinos el porcentaje de trastorno común es hasta del 80%. Si el padre o la madre ha padecido el síndrome sus hijos tienen un riesgo del 44% de heredarlo.
Parece que existe una disfunción del lóbulo frontal y por otra parte desde el punto de vista neuroquímico existe una deficiencia en la producción de importantes neurotransmisores cerebrales. Los neurotransmisores son sustancias químicas que producen las neuronas, es decir las células nerviosas. Para que se produzca una buena comunicación entre las neuronas y todo funcione normalmente debe existir la cantidad adecuada de determinados neurotransmisores que en este caso son la dopamina y la noradrenalina. En el niño con TDAH existe una producción irregular en estos dos neurotransmisores y, por ello, la medicación que se les da y de la que hablaremos más adelante, está orientada a regularizar la producción de esas sustancias...
Con los adelantos científicos actuales es posible visualizar el funcionamiento del cerebro como vemos en esta imagen realizada por PET ( tomografía por emisión de positrones) en la que se ven dos cerebros.
Fig. 2. Tomografía por emisión de positrones (PET)
Uno es el de un niño sin el trastorno y el otro es un niño aquejado de TDAH. La parte roja, anaranjada y blanca del cerebro del niño sin el trastorno nos indica que existe mucha más actividad ante una tarea que requiere atención continuada... Falla por tanto la actividad que es necesaria para focalizar la atención .
Es por esto básico, y dada la importancia de este trastorno, que sepamos distinguir perfectamente un niño inquieto, de un niño con trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad, para poder abordar lo antes posible el tratamiento adecuado.
Diagnóstico
Empezaremos por ponerle un nombre que es el que se utiliza en la actualidad. Se le denomina, trastorno por déficit de atención con hiperactividad aunque también existen tipos de trastornos de atención sin que se evidencie un exceso de actividad.
Antes de enumerar los síntomas, tal y como han sido descritos por la sociedad americana de psiquiatría, para considerar el trastorno como tal, hablaremos de cómo son estos niños para sus padres: en principio y como regla general, son niños cuyas madres siempre suelen estar, como aquella película “ al borde del ataque de nervios”. Son niños que desde que nacen están dando la lata, no duermen bien o lloran, o son espabiladísimos y enseguida se levantaban de la cuna… parecen muy inteligentes porque suelen hablar mucho y con desparpajo, y aparentemente su desarrollo ha sido normal…. Simplemente es un niño insufrible al que no podemos llevar a ningún lado, agota a todo el mundo, desquicia a la familia y no para quieto ni un minuto.
Cuando empieza la etapa escolar comienzan los fracasos. Los maestros se percatan de que no presta la más mínima atención, hasta el punto de que a veces son enviados al otorrino para realizar una audiometría porque parece estar “ sordo”.
Pasamos ahora a enumerar los síntomas que deben darse, como mínimo 6 de ellos, y que están enumerados en el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales de la sociedad americana de psiquiatría: DSM IV.
Síntomas de desatención
A menudo no presta atención a los detalles, tiene errores por descuido y el trabajo escolar suele ser sucio y desordenado.
Tiene dificultades para mantener la atención, incluso en los juegos.
A menudo, parece no escuchar cuando se le habla directamente, parece tener la mente en otro lugar o como si no oyera.
No finaliza tareas escolares, pasa de una actividad a otra sin terminar la anterior. No sigue instrucciones ni órdenes.
Dificultad para organizar tareas y actividades.
Evitan situaciones que exigen una dedicación personal y concentración ( por ejemplo, tareas de papel y lápiz)
A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades ( por ejemplo, ejercicios escolares, juguetes, lápices, libros, etc.) y suelen tratarlos sin cuidado.
Se distraen con facilidad ante estímulos irrelevantes, pueden dejar las tareas que están haciendo para atender ruidos o hechos triviales que son ignorados por los demás (una conversación lejana, el ruido de un coche,...)
Son olvidadizos en sus tareas cotidianas ( olvidan el bocadillo, los deberes, la hora del partido, etc.)
Bien hemos visto los criterios que se consideran para tener un grave problema de atención, veamos ahora los síntomas de la hiperactividad e impulsividad que coexiste con la falta de atención la mayor parte de las veces.
Síntomas de hiperactividad
Suele mover en exceso manos y pies y se retuerce en su asiento.
A menudo abandona su asiento en clase o no es capaz de estar sentado cuando debe.
Corre o salta en situaciones en las que resulta inadecuado hacerlo.
Experimenta dificultades para jugar tranquilamente o dedicarse a actividades de ocio.
Parece estar siempre en marcha, como si tuviera un “ motor”.
A menudo habla excesivamente.
Dan respuestas precipitadas, antes de que las preguntas se acaben de formular.
Puede tener dificultades para aguardar su turno en cualquier situación.
También suele entrometerse o entorpecer los asuntos de los demás, tocan cosas que no deben, hacen payasadas…
Según el DSM IV existen varios subtipos de TDAH, según predomine la desatención o la hiperactividad:
~ Tipo predominantemente COMBINADO: Cumple los criterios de atención y de hiperactividad.
~ Tipo predominantemente HIPERACTIVO: Cumple los criterios de hiperactividad pero no llega a los necesarios de falta de atención.
~ Tipo predominantemente DE ATENCIÓN: Cumple al menos seis de los criterios de déficit de atención, pero no los de hiperactividad.
El más común es el combinado y, en las niñas, parece predominar el de inatención.
En los tipos combinados, la hiperactividad e impulsividad hacen que, con bastante frecuencia, sufran accidentes, puesto que no son capaces de calibrar los peligros de sus acciones.. (cruzar en rojo, patinar en terrenos no adecuados, lanzarse con la bici por una cuesta muy empinada, etc..)
Esta falta de atención y exceso de actividad suelen producir también problemas graves en el aprendizaje, aunque su capacidad intelectual sea normal o superior, y precisamente ese fracaso escolar, suele ser el principal motivo por el que acuden a consulta.
Veamos ahora algunos de los síntomas que presentan en la evaluación de su aprendizaje.
Síntomas de dificultades de aprendizaje
Variabilidad. Son niños que tienen amplias variaciones en sus respuestas, son los típicos niños de los que se dice “puede hacerlo porque ayer realizó perfectamente esa tarea, cuando hoy es un desastre”.
Retraso psicomotor, que varía desde la simple torpeza motriz hasta “ dispraxias “ importantes, es decir problemas en las nociones de su esquema corporal, del tiempo y del espacio. Dificultades que se agudizan cuando tiene que realizar algo con ritmo.
Trastorno del lenguaje de tipo expresivo, con vocabulario limitado y dificultades a la hora de expresarse. Problemas en el área de lectura. Dislexia.
Dificultades en la grafía, en la escritura: disgrafía y disortografía, porque existe una deficiente coordinación entre lo que ve y el movimiento manual, es decir, suelen presentar incordinacion visomotriz . Su escritura es torpe, con tachones, desordenada, su ortografía con múltiples faltas y confusiones...
Es evidente que, con todos estos trastornos, son niños que también presentan problemas emocionales. No es raro que tengan un comportamiento social indiscreto, sin freno, y molesto. Este descontrol, casi constante, genera desconfianza e irritación en padres y maestros, así como rechazo de los hermanos y compañeros… lo que hace que pueda ser un niño aislado.
Veamos ahora las características personales que presenta y que pueden ayudarnos a seguir clarificando este síndrome…
Síntomas personales
Emotividad muy variable, cambian frecuentemente de humor, pueden pasar de la risa al llanto con cierta facilidad.. son explosivos, de rabietas constantes.
Acentuados sentimientos de frustración, baja tolerancia ante los problemas. Insiste una y otra vez en que se realicen sus peticiones.
Problemas de relación con los compañeros. Desadaptación social.
Problemas de ansiedad, agresividad, oposición, disconformidad…
Algunos de ellos presentan enuresis ( pis nocturno).
Bien, una vez descritas las características que pueden presentar, aunque evidentemente no todos los niños tienen todas las alteraciones, se puede comprender perfectamente que sean niños que suelen ser el punto central de las discusiones familiares, puesto que son niños que “desquician“ fácilmente y no siempre se sabe como tratarlos, por lo que se producen constantes enfrentamientos en la familia.
La falta de atención que pone en tareas que requieren un esfuerzo suele interpretarse como pereza y además en ocasiones podemos encontrarnos con niños que tienen el trastorno, pero que son capaces de estar sin síntomas en una situación nueva, cuando existe mucho control, o ante actividades muy interesantes (como los videojuegos), lo que hace que sus padres piensen que el comportamiento anómalo es voluntario, “que para lo que le interesa sí que se fija” y esto complica aún más el problema. Estos padres no saben que existe una importante deficiencia del autocontrol, que tiene base neurobiológica, como ya hemos visto anteriormente.
Hay pues que armarse de paciencia y saber que el trastorno, que es acusadísimo en la primera parte de la infancia, suele ir mejorando con la edad, aunque existen aún alteraciones en la vida adulta, casi en una tercera parte de los casos.
Como ya hemos dicho, en la población infantil aproximadamente cinco de cada cien niños presentan este trastorno, aunque desgraciadamente la mayoría no son diagnosticados, y por ello se les trata como niños torpes, maleducados, consentidos, o simplemente caracteriales. Se les clasifica como niños con problemas de conducta , cuando en realidad son niños que necesitan un tratamiento especial y, sobretodo y principalmente, un diagnóstico adecuado que arroje a padres y profesores una luz para que estos niños se sientan menos culpables de su falta de control…
¿Quiénes deben realizar el diagnóstico y cómo tratarlo? En principio, el diagnóstico y el tratamiento deben ser multidisciplinar. El examen de un psicólogo, y de un psiquiatra o neurólogo es imprescindible, porque las áreas que estos profesionales abarcan son básicas para reeducar un síndrome de déficit de atención con hiperactividad.
Tratamientos
A) Farmacológico:
El tratamiento pues, puede ser farmacológico, como hemos visto antes y de orientación psicológica, con la finalidad de conseguir una reducción de la hiperactividad y un tratamiento adecuado para modificar las conductas impulsivas e incrementar la atención. El tratamiento farmacológico que debe prescribir un neurólogo o psiquiatra y que se está utilizando para estos niños es el metilfenidato ( el famoso Rubifén o Ritalín), la dextroanfetamina ( Dexedrina ) y la pemolina magnésica como (Cylert) pero estos dos últimos no están disponible en España. Todos estos medicamentos facilitan la acción de la dopamina y de la noradrenalina ( los dos neurotransmisores implicados en el trastorno) y por ello actúan de inmediato.
Hablaremos pues del metilfenidato: Los efectos del Rubifén, son inmediatos y empiezan a notarse a los 30 o 60 minutos tras la ingesta y comienza a disminuir unas 3 a 6 horas después de haber tomado la pastilla. Quiere esto decir que se requiere la administración continuada del medicamento con las pautas que establezca su terapeuta. No es aconsejable medicar a un niño menor de seis años, aunque se han tratado niños de tres años cuya sintomatología era muy grave y el beneficio de la terapia farmacológica era imprescindible.
Se ha hablado mucho de este tipo de tratamiento y digamos que en España, y más concretamente en Asturias, siguen existiendo reticencias por parte de muchos profesionales para recetar los fármacos, que desde luego no son la panacea del tratamiento pero que nos facilitan la tarea cuando tenemos que seguir una reeducación y un tratamiento psicológico con estos niños.
Se insiste mucho en los efectos secundarios y la posible adicción a la medicación. Bien pasemos a describir los que ocasiona el metilfenidato:
Insomnio, cuando la dosis se da demasiado tarde.
Puede haber pérdida de apetito.
En ocasiones puede ocasionar dolores de cabeza.
Molestias gástricas.
Estos dos últimos más leves.
La medicación se debe dar en pautas de dos o tres veces al día, dependiendo de la respuesta del niño a la medicación que deberán evaluar en un seguimiento semanal, los padres, profesores y el terapeuta. Normalmente el esquema de medicación es de 8 mañana, 11 de la mañana y antes de comer a las 14 o 15. Se establece la dosis óptima que se mantiene todos los días de colegio en el caso de que no presente problemas de conducta importantes en casa, y si no también deben darse los fines de semana, tratando de dar la medicación discontinua, cesando durante las vacaciones escolares. Por otra parte está demostrado que esta clase de medicamentos no crean adicción física siguiendo las orientaciones del médico, como sucede con otras muchos fármacos.
Cerca de un 20% de los niños pueden dejar la medicación al cabo de un año, puesto que además se supone que se ha trabajado con ellos desde el plano psicológico.
B) Tratamiento psicopedagógico
Tiene tres grandes frentes, que deben conocerse perfectamente para poder trabajar sobre las diferentes áreas y conductas.
FAMILIA - PROFESOR - TERAPEUTA
Veamos las pautas que un niño con TDHA necesita en la familia.
Pautas FAMILIARES para un niño con TDHA
La familia deberá :
Tener normas claras y bien definidas.
Dar órdenes cortas y de una en una.
Propiciar un ambiente ordenado y muy organizado, sereno y sin gritos.
Reconocer el esfuerzo realizado por el niño. Aumentar su autoestima.
Evitar ser superprotectora y no dejarse manipular por sus caprichos.
Cumplir siempre los castigos y las recompensas ante sus acciones.
Darle pequeñas responsabilidades.
Aceptarle tal y como es.
Saber que el trabajo es mucho y que se necesita mucha constancia.
Fomentar sus puntos fuertes, sus facultades.
Pautas ESCOLARES para un niño con TDHA
El profesor deberá :
Ser un profesor que comprenda y asimile el trastorno del niño, que se informe sobre él.
Sentarle en el lugar adecuado, lejos de estímulos, enfrente de él, entre niños tranquilos.
Darle órdenes simples y breves. Establecer contacto visual con el niño.
Darle encargos una vez que haya realizado el anterior, no dejar que deje las cosas a medio hacer.
No se le puede exigir todo a la vez, se debe desmenuzar la conducta a modificar en pequeños pasos y reforzar cada uno de ellos: si comienza por acabar las tareas, se le felicita para conseguirlo, luego que lo intente con buena letra y se valorará, más tarde que el contenido sea también correcto. Pedirle todo a la vez, le desmotivará porque no puede realizarlo.
Alternar el trabajo de pupitre con otras actividades que le permitan levantarse y moverse un poco.
Enseñarle y obligarle a mantener el orden en su mesa.
Hacer concesiones especiales, darle más tiempo en los exámenes, indicarle cuando se está equivocando por un descuido, o facilitarles un examen oral de vez en cuando para que descanse de la escritura, etc.
Darle ánimos continuamente, una palmada en el hombro, una sonrisa ante cualquier esfuerzo que presenta, por pequeño que sea. Premiar las conductas positivas es imprescindible, haber atendido, levantar la mano en clase, intentar buena letra, o contestar sin equivocarse son conductas a reforzar en el niño hiperactivo, dicho refuerzo puede ser con privilegios de clase ( borrar la pizarra, repartir el material, hacer recados, lo que además le permite moverse que es lo que necesita), o bien dedicarle una atención especial, reconocimiento o halago público: comentarios positivos en alto, o en privado a otro profesor para que lo oiga el niño, notas para casa destacando aspectos positivos, una felicitación de la clase, un trabajo en el corcho, etc...
Evitar humillarle o contestarle en los mismos términos. Evitar insistir siempre sobre todo lo que hace mal.
Tener entrevistas frecuentes con los padres para seguir su evolución.
Pautas TERAPEÚTICAS para un niño con TDHA
El terapeuta deberá:
Orientar a los padres acerca del trastorno que padece su hijo.
Darles pautas de conducta y actuación con su hijo.
Reeducar las dificultades de aprendizaje asociadas ( dislexias, falta de memoria, discalculalias, disgrafías, etc)
Entrenarle en la resolución de problemas..
Entrenarle en habilidades sociales puesto que suele presentar problemas con los demás.
Entrenarle en técnicas de relajación...
En general estos niños solo necesitan que seamos conscientes de sus dificultades, de sus limitaciones, que sepamos, ya que el déficit de atención con hiperactividad es una entidad propia, con la sintomatología que acabamos de describir y, sobre la que aún, se están publicando contínuos estudios, puesto que aún nos queda mucho por descubrir acerca de sus bases biológicas, la influencia del entorno y las posibilidades terapéuticas, pero creo que lo fundamental es que se reconozca el síndrome como tal.
Las familias que suelen estar desorientadas al principio, deben observar sin alarmismos innecesarios el comportamiento de su hijo, si les preocupa realmente, y realizar un diagnóstico precoz que facilitará el tratamiento posterior. Para ello, existe una asociación de reciente creación que puede orientar y poner en contacto a las distintas familias que de esta forma se sienten más comprendidas y escuchadas y desde luego, menos solas...
Por Isabel Menéndez Benavente
Psicóloga por la Universidad Autónoma de Madrid
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CARACTERISTICAS PRINCIPALES DE LOS NIÑOS HIPERACTIVOS
Antes de resañar las principales características del niño hiperactivo hemos de decir que no tienen un comportamiento extravagante extraño o inusual durante la infancia.Mantienen conductas conflictivas sólo por la frecuencia que la mantienen, la intensidad y la inoportunidad del momento en el que ocurren.Estos niños tienen dificultad para controlar su conducta en presencia de otros y les resulta más fácil cuando están sólos.
No todos los niños hiperactivos mantienen las mismas características que a continuación se describen pero las dificultades de atención, impulsividad e hiperactividad son rasgos comunes que presentan todos los niños.
Como características destacamos:
ATENCIÓN
Lo que más caracteriza al niño hiperactivo es su falta de atención cercana a detalles. La distracción más vulnerable es a los estímulos del contexto ambiental.
En casa tienen dificultades para seguir las directrices que se le marcan, para organizarse y parece que no escuchan cuando se les habla.
En el colegio cometen errores por no fijarse en los trabajos o en las diferentes actividades.
Con frecuencia saltan de una tarea a otra sin terminarla, ya que evitan situaciones que implican un nivel constante de esfurzo mental.
IMPULSIVIDAD
Con frecuencia actúa de forma inmediata sin pensar en las consecuencias.
Está inquieto con las manos o los pies y no puede sentarse quieto.
Está activo en situaciones en que es inapropiado.
Habla de forma excesiva , responde antes de que la otra persona termine, tiene dificultad para esperar su turno y frecuentemente interrumpe.
HIPERACTIVIDD
Lo más característico de estos niños es la excesiva actividad motora. Siempre están en continuo movimiento, corren, saltan por la calle, nunca quieren ir cogidos de la mano...
Su excesivo movimiento no persigue ningún objetivo, carece de finalidad.
COMPORTAMIENTO
Su comportamiento es imprevisible, inmaduro, inapropiado para su edad.
No son malos pero sí que son traviesos.
Se muestran violentos y agresivos verbal y fisicamente
Con frecuencia mienten y cometen hurtos.
APRENDIZAJE
La mayoría de los niños hiperactivos presentan dificultades en el aprendizaje.
El 40 ó 50% de los niños hiperactivos tienen un bajo rendimiento escolar.
Tienen dificultades perceptivas, con lo cual no diferencian bien entre letras y líneas y tienen poca capacidad para estructurar la información que recibe a través de los distintos sentidos.
Las dificultades de los niños hiperactivos estriban en la adquisición y el manejo de la lectura, escritura y el cálculo.
Son torpes para escribir o dibujar, tienen mala letra y cometen grandes errores de ortografía.
En calculo, se olvidan de las llevadas y operaciones básicas.
En lectura, omiten palabras, sílabas e incluso renglones, no comprenden lo que leen, pueden identificar las letras pero no saben pronunciarlas correctamente.
Tienen dificultad para memorizar y para generalizar la información adquirida.
DESOBEDIENCIA
Como dijimos anteriormente al niño hiperactivo le cuesta seguir las directrices que se le marcan en casa. El niño hace lo contrario de lo que se dice o pide.
Los padres tienen especial dificultad para educarles en adquirir patrones de conducta(hábitos de higiene, cortesía...).
ESTABILIDAD EMOCIONAL
Presentan cambios bruscos de humor, tienen un concepto pobre de sí mismo y no aceptan perder, por lo que no asumen sus propios fracasos.
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2006-11-01 06:20:31
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answer #4
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answered by lelushka 3
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¿Qué características tiene la hiperactividad infantil?
El déficit de la atención o hiperactividad es uno de los problemas conductuales más comunes que se da en los niños. No sólo complica la vida a los niños que padecen este desorden, sino que estos problemas de conducta afectan a los que le rodean.
Si tu hijo o tu alumno elude las tareas que requieren una atención constante.
Si Parece como si tuviera un motor dentro con una energía inagotable.
Si tu hijo no puede permanecer sentado durante mucho tiempo en lugares donde se requiere que esté quieto o tranquilo.
Si te contesta antes de que hayas finalizado tu pregunta
Si tiene problemas y dificultades para esperar en una fila o guardar su turno.
Si tu hijo o tu alumno olvida cosas con facilidad .
Si agita nerviosamente las manos o los pies.
Si se revuelve bruscamente , Si pierde sus juguetes, Si no presta atención a los detalles , Si interrumpe constantemente las tareas y no las completa hasta que las acaba, Si tu alumno o tu hijo abandona las tareas escolares o domésticas, no las concluye,
Si pierde cosas como lápices, libros…o … Se distrae fácilmente prestando atención a detalles o a sonidos irrelevantes…
Si es así, tu hijo o tu alumno podrían tener hiperactividad.
¿En qué consiste la hiperactividad infantil?
La conducta hiperactiva es un desorden conductual que afecta más a los chicos que a las chicas.
Las probabilidades de encontrar la hiperactividad se multiplican por tres en la población infantil masculina.
Por cada chica en edad escolar con hiperactividad hay tres niños con esta anomalía.
La hiperactividad afecta entre un 3% y un 7% de la población infantil.
Parece que cada vez hay más niños afectados por este problema de comportamiento
Para la detección de la hiperactividad infantil se emplean cuestionarios y escalas de observación.
No tiene cura, pero se cree que puede ser corregida con un diagnóstico acertado, con un tratamiento de modificación de conducta y, en algunos casos, con una dieta adecuada.
Un ejemplo de esto último son los intentos realizados con la dieta Fengold, con la cual se han obtenido algunos resultados para paliar los síntomas de la hiperactividad infantil.
Los síntomas de la hiperactividad son fundamentalmente tres:
A) la falta de atención
B) La impulsividad , y
C) la hiperactividad
Ni que decir tiene que la hiperactividad infantil es una fuente de conflictos y crea en los niños que la padecen una serie de problemas de adaptación al medio familiar, escolar y social.
La hiperactividad infantil afecta al proceso de aprendizaje dado que va asociada a una incapacidad .por parte del niño que la sufre, de sostener la atención, lo que es – evidentemente – un obstáculo para que se produzcan los resultados necesarios en el campo del conocimiento.
La atención es necesaria para el desarrollo del lenguaje y para mantener adecuadas relaciones sociales , además de facilitar el desarrollo de numerosas funciones imprescindibles para la adaptación y la integración feliz en el ambiente en el que el niño crece.
A la hiperactividad se le denomina también desorden de la deficiencia de la atención.
La hiperactividad infantil no se puede detectar a través de análisis de sangre, o por medios clínicos, aunque se intenta descubrir qué diferencias orgánicas hacen que unos niños la padezcan y sean una fuente de estrés y de preocupación para sus padres, para sus hermanos, para sus maestros y para sus compañeros de colegio.
La investigación se ha dirigido por varios caminos para encontrar una solución a este desorden conductual.
Uno de esos caminos ha sido el de la dieta y de la nutrición.
Los investigadores trabajan para desarrollar herramientas que permitan diagnosticar con garantías la hiperactividad infantil.
Los organismos dedicados al estudio y al análisis de este problema de conducta han encontrado sutiles diferencias entre la estructura del cerebro y el metabolismo de la población infantil con hiperactividad y aquellos otros niños que no tienen los síntomas de este problema conductual.
La hiperactividad infantil y el enfoque farmacológico
También se han intentado soluciones de tipo farmacológico, a través de medicamentos como el Ritalin.
El fármaco más frecuentemente prescrito para el tratamiento de la hiperactividad es el metilfenidato, cuya marca más conocida es el Ritalin.
El Ritalin es altamente efectivo en la reducción de los síntomas de la hiperactividad y muchos niños han sido tratados con este medicamento.
Pero una de las razones para pensar en tratamientos alternativos al Ritalin es que puede causar efectos secundarios.
El Ritalin y las anfetaminascomo la dexedrina pueden provocar pérdida de apetito, pérdida de peso, dolor de estómago e insomnio. Todavía peor: puede causar y exacerbar algunos tics asociados con el síndrome de Tourette.
Todo esto ha hecho que diferentes organismos preocupados por la salud desaconsejen el uso de fármacos para el tratamiento de la hiperactividad.
En relación con el Ritalin se realizó un estudio por el National Toxicology Program del gobierno federal de los Estados Unidos en el que se encontró que este medicamento causaba tumores hepáticos en ratones.
Además es posible que el tratamiento con este tipo de medicamentos pueda provocar, a largo plazo, daños en el sistema nervioso.
Debido a los efectos secundarios que puede provocar el uso de medicamentos para el tratamiento de la hiperactividad y dado que este desorden conductual puede tener relación con el metabolismo de los niños hiperactivos, Fengold experimentó con una dieta específica para la población infantil hiperactiva.
La hiperactividad y la dieta Fengold
En los años setenta el doctor Benjamín Feingold provocó una controversia por afirmar que ciertos alimentos y ciertos aditivos podrían disparar la conducta hiperactiva.
Fengold, como Jefe Emérito del Departamento de Alergia de la Fundación del Hospital Kaiser en San Francisco , informó que cuando él prescribía cambios en la dieta para pacientes con asma o reacciones alérgicas , sus problemas conductuales – si es que coincidía que los tenían- disminuían en un porcentaje significativo.
Señaló que entre el 30% y el 50 % de sus pacientes hiperactivos se beneficiaron de una dieta libre de colorantes artificiales, sabores y olores químicos naturales como los salicilatos de los albaricoques, los tomates, las fresas, las moras y otros alimentos.
Cientos de familias angustiadas por este problema de la hiperactividad intentaron corregirla con la dieta del doctor Fengold.
Muchos padres cuyos hijos tenían hiperactividad aportaron testimonios positivos sobre la bondad de la dieta de Fengold, pero – como contrapunto- aparecieron otras voces representadas por muchos profesionales del campo de la pediatría , que manifestaban un fuerte escepticismo acerca de los beneficios de la dieta del doctor Benjamín Fengold.
Dentro de esta contracorriente se encontraban muchos representantes de la industria del procesado de alimentos y algunos expertos en conducta infantil.
Estos subrayaban que sus evidencias estaban sustentadas exclusivamente en las observaciones de los padres y que no estaban apoyadas por bases científicas ni eran estudios controlados.
Se decía que los beneficios de esta dieta podían ser debidos más a los deseos de los padres de que sus hijos mejorasen que a la realidad de que esto estaba sucediendo.
Tratar sobre la dieta Fengold excede el alcance de esta página, pero baste decir que recientes investigaciones han alertado acerca de los inconvenientes que tienen desde un punto de vista nutricional y metabólico los alimentos procesados y cuyos sabores y olores son artificiales.
Para beneficiarte de los efectos de los Omega 3 y adquirir suplementos de calidad que contienen estos ácidos grasos esenciales.Siguiendo el enfoque de la dieta Fengold se llevaron a cabo experimentos controlados por primera vez , por investigaciones que realizó la Universidad de Pittsburgh, en 1976, en los que se encontró que al menos cuatro de quince niños diagnosticados con hiperactividad mejoraron cuando siguieron una dieta libre de colores y sabores artificiales.
A esta investigación pionera de la Universidad de Pittsburgh, le siguieron otras que tímidamente han añadido evidencias acerca de la mejora que supone el empleo de la dieta Fengold para el tratamiento de la hiperactividad.
Fengold, ciertamente, abrió un enfoque, pero se necesitan muchas más evidencias para afirmar que su dieta puede ser eficaz en el tratamiento de la hiperactividad.
Los Omega 3 y la hiperactividad.
Debido a los efectos secundarios que ocasionan los medicamentos como el Ritalin, y dadas las características de los Omega 3, también la investigación gira en torno de la hiperactividad. infantil y adolescente
Lógicamente, los investigadores enfocan sus objetivos hacia otras soluciones como la aportación de los ácidos grasos esenciales Omega 3, por si fuera un factor que pudiera beneficiar, a la conducta hiperactiva en la edad infantil y en el periodo de la adolescencia.
No es extraño, que los investigadores hayan iniciado este camino vistas las carencias de Omega 3 que presentaban casos conductuales de inatención, desórdenes mentales o comportamientos esquizoides
Dada la capacidad de los Omega 3 para
• equilibrar el sistema nervioso
• el sistema psicomotor
• la coordinación motora y visual
• la recuperación de la memoria
Así como las observaciones llevadas a cabo por varios estudios en donde se manifiesta la bondad de los Omega 3 para el
• adecuado desarrollo de las funciones cognitivas y mentales
…. Dadas la influencia que tienen estos ácidos grasos en
mejorar la circulación sanguínea, en mantener la atención y una vez comprobada su capacidad preventiva para reducir la incidencia de la enfermedad del Alzheimer entre la población adulta…
No es extraño que se haya pensado en los Omega 3 para paliar los problemas que tienen los niños hiperactivos y también los adolescentes aquejados con este desorden conductual.
La incapacidad de mantener la atención es fundamental para avanzar hacia el aprendizaje, para conseguir mayores logros y para establecer e integrar conductas necesarias en el ámbito escolar . El sosiego, el saber permanecer receptivo a las explicaciones de los padres y de los profesores, para seguir adecuadamente las instrucciones en el ámbito familiar y escolar, son funciones necesarias para desempeñar con éxito las tareas de la educación de los niños y de los adolescentes.
¿Qué aportan los Omega 3 a la mejora de la conducta hiperactiva?
¿Qué beneficios pueden aportar los ácidos grasos esenciales a la mejora del desorden de la hiperactividad infantil?
Numerosos estudios demuestran que los Omega 3 pueden mejorar la memoria, el humor, la concentración y el comportamiento.
Una experiencia controlada, llevada a cabo en el Reino Unido, en una población comprendida entre los 10 y los 16 años, encontró correlación entre el consumo de Omega 3 y una mejora de la conducta con hiperactividad.
Se seleccionaron a niños con problemas de déficit de atención o hiperactividad, y, también a niños con otros problemas conductuales como dislexia y autismo.
El estudio fue dirigido por Madeleine Portwood.
Después de estar tomando durante tres meses suplementos de Omega 3 este grupo de adolescentes afectados con desórdenes de atención redujo este desorden desde una media del noventa y cuatro por ciento al comienzo del ensayo hasta un diecisiete por ciento al finalizarlo.
Es decir , hubo una reducción de más de setenta puntos en los errores de atención que tenían este grupo de adolescentes con desórdenes hiperactivos.
Resultados parecidos se obtuvieron en relación con la impulsividad – otro factor o síntoma que define a la conducta hiperactiva.
De acuerdo con una escala aplicada a este grupo de adolescentes hiperactivos que en un principio alcanzaban una puntuación inicial de un ochenta y nueve por ciento en su nivel de impulsividad, esta medida inicial cayó hasta un veintiocho por ciento.
El fundamento que había detrás de los efectos parece que está relacionado con la capacidad que tienen los ácidos grasos esenciales Omega 3 para incrementar la circulación de la sangre, lo cual afecta a un fortalecimiento del sistema inmunológico, los cuales, a su vez, tienen una relación directa con la mejora del funcionamiento del cerebro.
Como señala, Alexandra Richardson de la Oxford UniversitySi el cerebro no tiene las grasas adecuadas, no trabajará adecuadamente.
Las investigaciones de Richardson subrayan que la falta de grasas – las cuales son necesarias para el normal desarrollo y el buen funcionamiento de las células del cerebro- es causa de desórdenes como la depresión, el autismo, la dislexia y la hiperactividad.
Incorpora a tu dieta y a tu nutrición suplementos de calidad Omega 3
2006-11-01 04:34:11
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answer #5
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answered by nitzahom 5
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