La Unificación de Alemania es un proceso político que tiene lugar a finales del Siglo XIX y que culmina con la creación del Imperio Alemán.
Antecedentes
Antes de la formación de un Estado nacional unificado, el actual territorio de Alemania se encontraba dividido en un mosaico político de más de 30 estados. Entre ellos se destacaron, por su importancia económica y política, Austria y Prusia. Desde principios del siglo XIX se inició un proceso de organización de un Estado nacional en Alemania. Un paso importante en este proceso fue la formación de un mercado único en la región, impulsado por la aristocracia terrateniente (los junkers) de Prusia y la burguesía industrial de la cuenca del Ruhr. Un hecho trascendente se produjo en 1835 con el establecimiento de la unificación aduanera (Zoelverein) que integró el territorio prusiano con otras regiones alemanas. Sin embargo, debido a las diferencias políticas entre Austria y Prusia, entre otras causas, el proceso de unificación no pudo llevarse a cabo en la primera mitad del siglo XIX. Desde 1848 fue cada vez más intensa la actividad política de grupos nacionalistas que alentaban la formación de un solo Estado para todos los alemanes.
Sin embargo, el liberalismo era una gran amenaza para las intenciones monárquicas de Austria y Prusia, por lo que crearon alianzas para el control gubernamental de cada nación:
La Santa Alianza. El tratado fue firmado el 26 de septiembre de 1815, por el emperador Francisco I de Austria, el rey Federico Guillermo III de Prusia, y el zar Alejandro I de Rusia, que fue su principal promotor. Estas tres potencias estaban unidas por una Santa Alianza. Aunque éste era un asunto político tenía mucho que ver con lo religioso puesto que la idea de este acuerdo era completar el proceso de restauración y pacificación de Europa pero a través de ideas cristianas tanto en asuntos internos como externos. A este acuerdo después de un tiempo se le unieron otros reinos europeos.
La Cuádruple Alianza (no debe ser confundida con la alianza de países liberales creada precisamente para oponerse a la Santa Alianza). Estaba formada por la Santa Alianza, a la que se sumó Inglaterra. Su principal promotor fue el premier británico Castlereagh. Las bases fueron, entre otras, mantener incluso por la fuerza los cambios impuestos por el Congreso de Viena y vigilar la ideologías liberales.
La Quíntuple Alianza. En esta alianza participaron las cuatro potencias y Francia, que había recuperado su monarquía. Su principal promotor fue Metternich. El tratado fue firmado en 1818. Con esta alianza se buscaba acabar con cualquier movimiento liberal que perjudicara el sistema monárquico. Esto permitía a las alianzas la capacidad de intervenir en cualquier nación si era necesario.
Prusia y Austria eran muy distintas en sus aspectos económicos, sociales y políticos. Austria estaba dirigida por una monarquía de corte centralista y autoritaria. Gobernaba un territorio habitado por diferentes pueblos —croatas, húngaros, eslavos y serbios— que tenían distintas lenguas, religiones y costumbres. Esto fue motivo de frecuentes sublevaciones contra la monarquía austríaca, ya que el principal reclamo era el derecho a la formación de sus propios Estados nacionales.
En lo económico, Austria fue un país que no contaba con recursos ni con una burguesía poderosa capaz de lograr un desarrollo industrial propio. El mantenimiento de un ejército y de una administración que mantuviera la unidad imperial le creó graves dificultades financieras. Prusia, en cambio, experimentó un desarrollo económico muy intenso, que hizo de ella el centro del crecimiento industrial de la región. El aumento de la producción de acero, carbón y hierro, en la segunda mitad del siglo XIX así lo demostró.
Las comunicaciones —ferrocarriles, barcos de vapor, telégrafos— crecieron de tal modo, que permitieron la formación de un activo mercado económico. Además la población prusiana era mucho más homogénea que la austríaca, ya que no existían pueblos tan diferentes en su lengua, religión y costumbres. El desarrollo económico prusiano tuvo otras consecuencias: la consolidación de una burguesía industrial, aliada a los terratenientes (junkers) y el predominio en su gobierno de ideas liberales, que buscaban la formación definitiva de un Estado nacional.
Consolidación y fracionamiento
Proclamación de Imperio alemán en el Palacio de Versalles.El Imperio alemán fue fundado el 18 de enero de 1871 tras la victoria de Prusia en la Guerra franco-prusiana y supuso la unificación de los diferentes estados alemanes en torno a Prusia, excluyendo a Austria. Prusia se convirtió en Alemania, bajo el liderazgo del canciller Otto von Bismarck. Se inicia un período de gran desarrollo de la nación alemana en todos los campos: económico, geográfico, político y militar.
La revolución de Noviembre de 1918 llevó, hacia el final de la Primera Guerra Mundial, al cambio desde la monarquía del Imperio a una república pluralista, parlamentaria y democrática
La revolución comenzó como un alzamiento de marinos en Kiel; en pocos días abarcó toda Alemania y forzó la abdicación del Káiser Guillermo II el 9 de noviembre de 1918. Los objetivos de los revolucionarios, fracasaron en enero de 1919 ante la oposición de los líderes del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD).
El desenlace formal de la revolución ocurrió el 11 de agosto de 1919 con la rúbrica de la nueva Constitución de la República de Weimar.
La reunificación alemana (alemán: Deutsche Wiedervereinigung) tuvo lugar el 3 de octubre de 1990, cuando las áreas de la antigua República Democrática Alemana (Alemania Oriental) fueron unificadas con las de la República Federal de Alemania (Alemania Occidental). Después de las elecciones multipartidarias de la Alemania Oriental el 18 de marzo de 1990, las negociaciones entre la Alemania Oriental y Alemania Occidental culminaron en un Tratado de Unificación, las negociaciones entre las dos naciones alemanas y los cuatro poderes de ocupación produjeron el llamado "Tratado Dos Más Cuatro" garantizando la independencia total a un estado alemán reunificado. La Alemania reunificada se convirtió en un miembro de la Comunidad Europea (después Unión Europea) y la OTAN. El término "reunificación" es usado en contraste con la primera unificación de Alemania en 1871.
Orígenes
Después de la Segunda Guerra Mundial, Alemania fue dividida en cuatro zonas de ocupación. La antigua capital, Berlín, también fue dividida en cuatro para que cada uno de los países Aliados pudiera tener una zona bajo su control. Aunque inicialmente el propósito fue que las cuatro naciones aliadas cooperaran y unificaran sus partes, ya para 1947 las tensiones causadas por la Guerra Fría escalaban y finalmente en 1949 las zonas controladas por los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido se unieron y se convirtieron en la República Federal de Alemania, mientras que la zona controlada por los soviéticos (excluyendo a la parte occidental de Berlín) se convirtió en la República Democrática Alemana. Además de esta división política, la RDA cedió las regiones de Pomerania y Silesia a Polonia mientras que anexó gran parte de Prusia del Este como parte de los acuerdos de la Conferencia de Yalta.
Alemania dividida en 1945La República Federal y la República Democrática inicialmente compitieron por ver cual era la verdadera sucesora de la antigua Alemania. Al corto tiempo la República Democrática cambió su modo de pensar y anunció que Alemania había cesado de existir en 1945 y que ambas naciones eran estados nuevos.
En 1952 Iósif Stalin propuso un plan de reunificación de las naciones alemanas bajo términos muy similares a los que se adoptaron al poco tiempo para reunificar a Austria. El tratado de Stalin requería que se creara una Alemania neutral, la cual tendría su frontera oriental en la línea de Oder-Neisse. Stalin también hizo un llamado a que todas las tropas aliadas se retiraran de la zona en el plazo de un año. El canciller de Alemania del Oeste, Konrad Adenauer, anunció que preferiría que Alemania se integrara al resto de Europa Occidental y además pidió que en caso de una reunificación debieran de haber elecciones supervisadas por observadores de la comunidad internacional. Los Soviéticos rechazaron la propuesta de Adenauer pero Stalin anunció una nueva propuesta en la cual Alemania tendría el territorio que había ocupado el 31 de diciembre de 1937 pero debía de afiliarse al Pacto de Varsovia (o sea unirse al Bloque del Este).
A partir de 1949 la República Federal de Alemania se convirtió en un país capitalista con una economía orientada al "mercado social" y además contó con un gobierno parlamentario democrático. En la década de 1950, Alemania del Oeste vivió un llamado "Milagro Económico" (Wirtschaftswunder), y su economía creció fuertemente.
En la República Democrática, el gobierno tomó una postura económica que emulaba a la soviética, o sea, centralmente planificada. La RDA se convirtió en la nación más rica del bloque oriental, aunque su crecimiento fue menor al de la RFA. En 1961 el gobierno de Alemania del Este construyó el muro de Berlín, que dividió las secciones de la Alemania Democrática y de la Federal.
Inicialmente la República Federal de Alemania y sus aliados de la OTAN no reconocieron los gobiernos de la República Democrática ni los el de la República Popular de Polonia bajo la doctrina de Hallstein. Las relaciones entre las dos naciones alemanas permanecieron casi inexistentes hasta que el canciller Willy Brandt, de la República Federal, lanzó un programa de acercamiento con el este (a esta política se le llamó Ostropolitik) en la década de 1970.
El fin de la división (Wende)
Alemanes saltando el Muro de Berlín.A mediados de la década de 1980, la perspectiva de una reunificación alemana fue vista, tanto por la Alemania Oriental como por la Occidental, como una esperanza lejana. Sin embargo, la esperanza de la reunificación se puso súbitamente al alcance de realizarse debido a los cambios políticos dentro de la Unión Soviética. El advenimiento del dirigente soviético Mikhail Gorbachev en 1985 provocó olas de reforma que se propagaron por todo el Bloque del Este, ofreciendo una oportunidad para el cambio en la República Democrática Alemana.
En agosto de 1989, Hungría eliminó sus restricciones fronterizas con Austria y en septiembre más de 13.000 alemanes del Este cruzaron la nueva frontera abierta en la Cortina de Hierro. Manifestaciones de masas contra el gobierno de Alemania Oriental empezaron a finales de 1989, fomentadas según fuentes oficiales por fuerzas externas. Enfrentado al malestar civil de algunos sectores, el dirigente de Alemania Oriental Erich Honecker dimitió el 18 de octubre de 1989. Siguieron más dimisiones cuando la totalidad del gabinete de la Alemania Oriental renunció el 7 de noviembre. Las restricciones a viajar para los alemanes del Este fueron a continuación abolidas por el nuevo gobierno el 9 de noviembre de 1989, y mucha gente se dirigió inmediatamente al Muro donde los policías de fronteras abrieron los puntos de acceso y les permitieron atravesarlos. Envalentonados, muchos alemanes de ambos lados empezaron a derribar las propias secciones del Muro, encabezando una de los más significativos hechos del siglo XX.
El 18 de marzo de 1990, tuvieron lugar las primeras elecciones multipartidistas en RDA —hasta entonces gobernaba un Frente Popular—, dando lugar a un gobierno cuyo mayor mandato fue negociar el final del mismo y de su estado. Como uno de los ideólogos de la Alemania Oriental decía en 1989, "Polonia seguirá siendo Polonia, incluso si cae el comunismo, pero sin comunismo Alemania Oriental no tiene razón para existir".
Bajo el Primer Ministro Lothar de Maizière, Alemania Oriental negoció con Alemania Occidental, el Reino Unido, Francia, Estados Unidos y la Unión Soviética las precondiciones para una reunificación alemana. La Unión Soviética, a pesar de retractarse de su oposición inicial a la reunificación, planteó objeciones a que Alemania Oriental fuera incorporada a la alianza de la OTAN. Sin embargo, se alcanzó un acuerdo por el que se permitía a la Alemania reunificada a seguir formando parte de la OTAN con la condición de que las tropas de OTAN no podrían estacionarse en el territorio de la ex RDA.
En paralelo a negociaciones multilaterales, las negociaciones bilaterales entre los gobiernos de ambas Alemanias condujeron a la firma el 18 de mayo de un acuerdo para una etapa intermedia, una Unión Económica, Social y Monetaria, que entró en vigor el 1 de julio. El 23 de agosto, el Parlamento de la Alemania Oriental (Volkskammer) aprobó el acceso propuesto el 3 de octubre a la República Federal de Alemania. El Tratado de Unificación (Einigungsvertrag) se firmó el 31 de agosto de 1990 por representantes de la RFA y de la RDA. El 12 de septiembre de 1990, el Tratado de Liquidación Final con relación a Alemana (Tratado del Dos más Cuatro), fue firmado y se restableció oficialmente la soberanía de ambos estados alemanes.
Reunificación
Alemania fue reunificada oficialmente el 3 de octubre de 1990, cuando los cinco estados federales (Bundesländer) restablecidos de Alemania Oriental – Brandemburgo, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia – se incorporaron formalmente a la República Federal Alemana (Alemania Occidental), eligiendo una de las dos opciones implementadas en la Constitución de la Alemania Occidental (Grundgesetz). Como estos cinco estados alemanes nuevamente fundados se incorporaron formalmente a la República Federal de acuerdo con el (entonces existente) artículo 23, el área en la cual la Grundgesetz (ley fundamental) servía como su Constitución fue simplemente ampliada para incluirlos. La alternativa hubiera sido que Alemania Oriental se incorporara como un todo bajo las directrices de una unión formal entre dos estados alemanes lo que hubiera supuesto, entre otras cosas, crear una nueva Constitución para el país nuevamente establecido. A pesar de que la opción elegida fue claramente la más simple, es y ha sido la responsable de sentimientos en el Este de haber sido “ocupados” o “anexionados” por la vieja República Federal.
Para facilitar este proceso y para dar seguridades a otros países la RFA realizó algunos cambios en la “Ley Fundamental” (Constitución). El artículo 146 fue modificado a fin de que el artículo 23 de la constitución vigente pudiera ser utilizado para la reunificación. Después, una vez se incorporaron los cinco “estados federales restablecidos” de Alemania Oriental, la Ley Fundamental fue modificada de nuevo para indicar que no había ninguna otra parte de Alemania, que existiese fuera del territorio unificado, que no hubiera accedido. Sin embargo, la Constitución puede ser modificada de nuevo en el futuro y todavía permitiría la adopción por el pueblo alemán de otra Constitución en algún momento en el futuro.
El 14 de noviembre de 1990, el Gobierno alemán firmó un tratado con Polonia, definiendo las fronteras de Alemania como permanentes a lo largo de la línea Oder-Neisse, y de este modo, renunciando a cualquier reclamación sobre Silesia, Pomerania Oriental, Danzig (Gdansk), y Prusia Oriental. Al mes siguiente, tuvieron lugar las primeras elecciones libres y justas para el conjunto de Alemania, desde 1933, con un resultado de un incremento de la mayoría de la coalición gubernamental del canciller Helmut Kohl.
Efectos de la reunificación
El coste de la reunificación ha sido una pesada carga para la economía alemana y ha contribuido a la ralentización de su crecimiento económico en los años recientes. Los costes de la reunificación se han estimado en un importe que excede 1,5 billones de euros (según la Freie Universität de Berlín). Esto es más que la deuda nacional del Estado Alemán. Algunos economistas creen que la causa fundamental ha sido la grave debilidad de la economía de la Alemania Oriental al compararla con la de Alemania Occidental, combinada con los tipos de conversión (motivados políticamente) del Marco de la RDA al Marco alemán, que no reflejaba esta realidad económica, dando como consecuencia una repentina (a menudo fatal) pérdida de competitividad de las industrias de la Alemania Oriental, provocando su quiebra en muy poco tiempo. Debido a este efecto, varias empresas han tenido que privatizarse.
Como consecuencia de la reunificación, la mayor parte de la anterior RDA ha sido desindustrializada, provocando una tasa de desempleo de alrededor del 20%. Desde entonces, cientos de miles de anteriores alemanes orientales han continuado migrando a la Alemania Occidental para encontrar trabajo, dando lugar a pérdida de porciones significativas de población, en especial entre las profesiones de alta preparación. También se cree que son la verdadera causa de la mayoría de los problemas en Alemania, de los cuales se culpa a la conversión al euro. El Bundesbank (Banco Central) ha insistido siempre que los problemas económicos no son consecuencia del euro, y que es un problema el cual Alemania por sí misma debe solucionar (presumiblemente haciendo referencia a la reunificación).
2006-10-30 16:54:07
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answer #1
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answered by nitzahom 5
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