MetafÃsica
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La MetafÃsica (lat. "metaphysica", del gr. "metá" = “tras, más allá” y "phýsis" = “naturaleza”, es decir, “lo que viene después de la naturaleza”) es la disciplina fundamental de la filosofÃa. Trata los problemas centrales y más profundos de la filosofÃa, tales como los fundamentos (presupuestos, causas y “primeros principios”), las estructuras más generales (leyes y principios), el sentido y la finalidad de la realidad toda y de todo ser.
Aunque cabe alguna discusión al respecto, es un tópico que la palabra "metafÃsica" fue empleada por primera vez por Andrónico de Rodas (s. I a. C.). En sus primeras utilizaciones, "metafÃsica" era el nombre de los libros de Aristóteles colocados después de los de fÃsica. Esto es, dado que en la antigüedad los tratados se conservaban en legajos cilÃndricos, ocurrió que Aristóteles habÃa titulado todos excepto aquel que trataba de los asuntos del alma y la personalidad. Cuando acudÃan sus discÃpulos a la biblioteca para consultarlo, dado que no podÃan pedirlo por su tÃtulo, decÃan "el que está al lado de FÃsica" (meta-physica), puesto que en su colocación en la estanterÃa el legajo se hallaba junto al otro tratado aristotélico, el de FÃsica. No obstante, es muy posible que Andrónico utilizara esta palabra sobre la base de una idea del sentido y contenidos de la obra aristotélica. El Estagirita sólo empleó las expresiones "filosofÃa primera" y "teologÃa" para designar el saber de que se ocupan esos catorce libros titulados "MetafÃsica" por Andrónico.
MetafÃsica es, desde entonces, el nombre del saber más elevado que cabe alcanzar. La cuestión esencial consiguiente es: ¿y dónde se encuentra ese saber?, es decir, ¿sobre qué debe versar y cómo se puede alcanzar? Es aquà en donde, como es comprensible, comienzan las interminables discusiones entre los metafÃsicos.
La MetafÃsica trata las "cuestiones últimas"; pero, ¿cuáles son esas cuestiones? Hay muchos modos de presentarlas, y no todas estos enfoques son compatibles entre sÃ: ¿Por qué existen las cosas? ¿Por qué es el ser y no más bien la nada? ¿Existe un dios y qué caracterÃsticas poseerÃa en caso de existir? ¿Cuál es la diferencia entre materia y espÃritu? ¿La voluntad del hombre es libre? ¿Todo está en permanente cambio o existen cosas o relaciones que permanecen invariables a pesar del cambio? etc.
El campo de trabajo de la metafÃsica comprende los aspectos de la realidad que no se pueden investigar empÃricamente, es decir, aquellos que son inaccesibles a la investigación cientÃfica. Desde Kant (quien, a su vez, se apoya en los empiristas), una afirmación es metafÃsica, cuando afirma algo sustancial o relevante sobre un asunto (“cuando emite un juicio sintético sobre un asunto”), que por principio escapa a toda posibilidad de ser experimentado (por los sentidos) por el ser humano (cfr. trascendencia). Simultáneamente surge la pregunta: ¿cómo el ser humano, a pesar de sus limitadas capacidades mentales, podrÃa participar de las verdades metafÃsicas, que pretende fundamentar con la ayuda de la filosofÃa?
En los tratados metafÃsicos tempranos se consideraba que el núcleo de todas las disciplinas filosóficas debÃa estar en la formulación de fundamentos últimos válidos universalmente.
Se dice que el ser humano tiene una predisposición natural hacia la metafÃsica. Kant la calificó de “necesidad inevitable”, Schopenhauer incluso llegó a definir al ser humano como a un “animal metafÃsico” es decir, un “ser que se dedica a la metafÃsica”. Martin Heidegger ha replanteado todos los asuntos metafÃsicos introduciendo en ellos una transformación radical que necesariamente tiene que tomarse en cuenta.
[editar] Historia del concepto
El término “metafÃsica” proviene de una obra de Aristóteles compuesta por 14 libros (rollos de papiro), independientes entre sÃ, que se ocupan de diversos temas generales de la filosofÃa. Estos libros son de carácter esotérico, es decir, Aristóteles nunca los concibió para la publicación. Por el contrario, son un conjunto de apuntes o notas personales sobre temas que pudo haber tratado en clases o en otros libros sistemáticos. El peripatético Andrónico de Rodas (siglo I d. C.) al sacar la primera edición de las obras de Aristóteles ordenó estos libros detrás de los 8 libros sobre “FÃsica” (tà metà tà physiká). De allà surgió el concepto de “metafÃsica”, que en realidad significa: “aquello que en el estante está después de la fÃsica”, pero que también de manera didáctica significa: aquello que sigue a las explicaciones sobre la naturaleza” o que desde la perspectiva sistemática cientÃfica significa: “lo que viene después de la fÃsica”, entendiendo fÃsica en su acepción antigua que se referÃa al estudio de la physis, es decir, de la naturaleza y sus fenómenos, no limitados al plano material necesariamente.
En la Antigüedad la palabra "metafÃsica" no denotaba una disciplina particular al interior de la filosofÃa, sino el compendio de rollos de Aristóteles ya mencionado. Sólo es a partir del siglo XIII, época en la que el texto del filósofo de Estagira se conoce en el Occidente latino (gracias al influjo de pensadores árabes como Avicena), que la metafÃsica pasa a ser una disciplina filosófica especial que tiene como objeto el 'ente en cuanto ente'.
Es a partir de entonces que la metafÃsica pasa a ser la más alta disciplina filosófica, y asà la recibe la modernidad. Con el tiempo la palabra 'metafÃsica' adquirió el significado de 'difÃcil' o 'sutil' y en algunas circunstancias se utiliza con un carácter peyorativo, pasando a significar “ especulativo - dudoso”, “ no cientÃfico” o “elucubraciones no basadas en la experiencia”.
[editar] Temas de la MetafÃsica
La metafÃsica pregunta por los fundamentos últimos del ser y de lo existente, en tanto que es. Su objetivo es lograr una comprensión teórica de la esencia y de los principios últimos generales más elementales del ser. Lo que en este caso significa “ser” se entiende de diferentes maneras, por lo que el ámbito de estudio es amplÃsimo. Las dos preguntas fundamentales de la metafÃsica son:
1. ¿Por qué existe algo, y no más bien nada?
2. ¿En qué consiste la realidad de lo real – qué es ser considerado en sà mismo?
No sólo se pregunta entonces por el origen, sino también por la constitución y la interrelación de todo lo que es, es decir, de la realidad en su totalidad. Además aspira encontrar las caracterÃsticas más elementales de todo lo que es: La cuestión planteada es, si hay caracterÃsticas tales, que se le puedan atribuir a todo lo que es y si con ello pueden establecerse ciertas propiedades del ser.
Los objetos de investigación de la metafÃsica resultan siendo sobre todo los siguientes:
ser, la realidad, la nada, la mente, la naturaleza, Dios, la verdad, la libertad, la posibilidad, el cambio, etc.
cuál es la relación entre los universales y los particulares (problema de los universales)
la determinación de la relación entre realidad, en tanto tal, y la realidad tal como se le presenta al hombre a través de su capacidad para acceder al conocimiento
cuál es la relación entre ser y deber ser (cfr. “falacia naturalista”)
La metafÃsica desarrolla las categorÃas centrales de la filosofÃa: materia y forma, acto y potencia, esencia, ser, sustancia, accidente, fin (siendo este muy importante pues reúne a los demás conceptos "el fin es aquello por lo cual algo es" S. Tomás de Aquino), etc. Su bagaje conceptual es la base de todas las demás disciplinas filosóficas e incluso, de manera indirecta, de casi todas las ciencias particulares en general.
[editar] El concepto de ser
Lo que es decisivo para distinguir los diferentes tipos de metafÃsica es el concepto de ser, del que parten. La tradición distingue dos tipos de enfoques esencialmente diferentes:
Concepto unÃvoco de ser
Según este enfoque, “ser” viene a ser la caracterÃstica más general de diferentes cosas (llamadas entes o entidades). Es aquello que sigue siendo igual a todos los entes, después de que se han eliminado todas las caracterÃsticas individuales a los entes particulares, esto es: el hecho de que sean, es decir, el hecho de que a todas ellas les corresponda ser (cfr. diferencia ontológica)
Este concepto de ser es la base de la “metafÃsica de las esencias”. Lo opuesto al ser viene a ser en este caso la esencia, a la cual simplemente se le agrega la existencia. En cierto sentido no se diferencia ya mucho del concepto de la nada. Un ejemplo de ello lo dan ciertos textos de la filosofÃa temprana de Tomás de Aquino (De ente et essentia).
Concepto analógico del ser
Según este enfoque, el “ser” viene a ser aquello que se le puede atribuir a todo, aunque de distintas maneras (AnalogÃa entis). El ser es aquello, en lo que los diferentes objetos coinciden y en lo que, a su vez, se distinguen.
Este enfoque del ser es la base de una metafÃsica (dialéctica) del ser. El concepto opuesto a ser, es aquà la nada, ya que nada puede estar fuera del ser. Se entiende aquà a ser como espacio lleno. La filosofÃa tardÃa de Tomás de Aquino nos brinda un ejemplo de esta comprensión de ser (Summa theologica)
[editar] Sistematización y Método
Tradicionalmente la metafÃsica se divide en una rama general (metaphysica generalis) y en una rama particular (metaphysica specialis). La primera la conforma la OntologÃa, la segunda la TeologÃa natural, la PsicologÃa filosófica y la CosmologÃa filosófica:
La metafÃsica general, es la que tiene el mayor grado de abstracción entre las ciencias; pregunta por las categorÃas más generales del ser y por eso también es llamada filosofÃa fundamental. Se ocupa de qué son las cosas, las propiedades y los procesos, según su esencia y en qué relación están entre sÃ. En tanto se ocupa de lo-que-es, en tanto que-es, se habla de OntologÃa o Ciencia del Ser.
La teologÃa racional pregunta por la causa primera de todo ser, es decir, por dios en tanto ser supremo y fundamento de toda realidad. A esta rama particular de la FilosofÃa se le denomina también TeologÃa filosófica o TeologÃa natural e impropiamente Teodicea.
La PsicologÃa racional (o FilosofÃa del hombre, PsicologÃa metafÃsica, PsicologÃa filosófica) se ocupa del alma, o del espÃritu humano como una sustancia simple (AntropologÃa filosófica)
La cosmologÃa racional o FilosofÃa de la Naturaleza investiga el carácter del universo, es decir la relación de todo lo-que-es dentro de la totalidad. En tanto disciplina de la estructuración del mundo material como un sistema natural de sustancias fÃsicas, ya desde la antigüedad se solÃa cruzar con la filosofÃa natural.
La metafÃsica puede proceder de distintas maneras:
Es especulativa, cuando parte de un principio supremo, a partir del cual va interpretando la totalidad de la realidad. Un principio de este tipo podrÃa ser la idea, dios, el ser, la mónada, el espÃritu universal, o la voluntad.
Es inductiva, en su intento de ver de manera unificada los resultados de todas las ciencias particulares, configura una imagen metafÃsica del mundo.
Es considerada reduccionista (ni empÃrico-inductiva, ni especulativa-deductiva), cuando se la entiende como un mero constructo especulativo en base a presupuestos de los cuales los seres humanos siempre han tenido que partir para siquiera poder llegar a conocer y actuar.
[editar] MetafÃsica en la Antigüedad
[editar] MetafÃsica en los Presocráticos
Ya desde los presocráticos parece ser que el preguntar metafÃsico se centra en la pregunta: de qué material o elemento está constituido todo; es decir, que ya desde los inicios de la filosofÃa se ven los intentos de entender el universo todo a partir de un principio (originario) único, αÏÏη (arjé).
Parménides (siglo VI a. C.) es considerado el fundador de la OntologÃa. Es él quien utiliza por primera vez el concepto de ser/ente en forma abstracta. Para Parménides sólo existÃa un ser, el cual es Ãntegro, único y conocible. Ser y pensar son lo mismo. Lo-que-no-es no existe, porque no puede ser pensado. Lo-que-es es inengendrado e imperecedero. La multiplicidad, el cambio y el movimiento, por ejemplo, no se dan realmente, sino que son producto de los errores de nuestra percepción, son mera apariencia, que no nos conduce a la verdad. Ãsta sólo es alcanzable a través del pensamiento.
Parménides tuvo una enorme influencia sobre el desarrollo posterior de la discusión metafÃsica. Su pensamiento tuvo influencia desde Platón y Aristóteles hasta la teologÃa cristiana y la FilosofÃa del Medioevo.
[editar] MetafÃsica en Platón
El punto central de la filosofÃa de Platón (427-347), lo constituye la idea. En los diálogos platónicos aparece Sócrates preguntando por lo que es justo, valeroso, bueno, etc. La respuesta a estas preguntas presupone la existencia de ideas universales cognoscibles por todos los seres humanos que se expresan en estos conceptos. Es a través de ellas que podemos captar el mundo en constante transformación.
Las ideas son el paradigma (paradeigma) de las cosas. Su lugar está entre el ser y el no-ser. Son anteriores a las cosas, que participan (methexis) de ellas. En sentido estricto sólo ellas son. Las cosas particulares que vemos sólo representan copias más o menos exactas de las ideas. La determinación o definición de las ideas se obtiene a través del ejercicio dialógico riguroso, enmarcado en determinado contexto histórico y coyuntural, delimitando aquello en lo que se ha centrado la investigación (la idea).
Con la teorÃa de las ideas Platón pretende probar la posibilidad del conocimiento cientÃfico y del juicio imparcial. El hecho de que todos los seres humanos tengan la posibilidad de acceder a un mismo conocimiento, tanto en el campo de las matemáticas, como en el de la ética, lo explica por ello a través de la teorÃa del “recuerdo” (anamnesis), según la cual recordamos las ideas eternas que nos son transmitidas desde el nacimiento debido a la inmortalidad del alma. Con ello Platón explica la universalidad de la capacidad racional de todos los seres humanos, enfrentándose a algunos de sus contemporáneos que sostenÃan la incapacidad de acceder al conocimiento por parte de esclavos o pueblos no-helénicos, entre otros. Esta herencia de la capacidad racional es explicada hoy por la herencia genética.
La tradición postplatónica muchas veces entendió la teorÃa de las ideas de Platón, en el sentido de que habrÃa supuesto una existencia de las ideas separada de la existencia de las cosas. Esta teorÃa de la duplicación de los mundos, en la Edad Media condujo a la polémica sobre los universales.Lo cual no deja se ser interesante.
[editar] MetafÃsica en Aristóteles
Aristóteles (384-322) nunca usó la palabra "metafÃsica" en su obra conocida como MetafÃsica. Ãl utiliza el término más correcto ontologÃa («tratado del Ser», de logos y ta óntos; también traducido como «ciencia del Ser»). En su análisis del ser, Aristóteles va más allá de la materia, al estudiar las cualidades y potencialidades de lo existente para acabar hablando del Ser primero, el motor inmóvil y generador no movido de todo movimiento, que más tarde serÃa identificado con Alá por la filosofÃa hispano-musulmana, y después se identificarÃa con el Dios cristiano y darÃa nacimiento a la escolástica medieval.
Para Aristóteles la metafÃsica es la ciencia de la esencia de los entes y de los primeros principios del ser. El ser se dice de muchas maneras y estas reflejan la esencia del ser. En ese sentido elabora ser]], independientemente de las caracterÃsticas momentáneas, futuras y casuales. La ousÃa es aquello que es independientemente de las caracterÃsticas (accidentes), mientras que las caracterÃsticas son dependientes de la ousÃa. Gramaticalmente o categorialmente, se dice que la sustancia es aquello a lo que se adscribe carácterÃsticas, es decir, es aquello sobre lo cuál se puede afirmar (predicar) algo. Aquello que se afirma sobre las sustancias son los predicados.
A la pregunta de qué serÃa finalmente la esencia que permanece inmutable, la respuesta de Aristóteles viene a ser que la ousÃa es una forma determinante – el eidos- es el origen de todo ser, es decir, que por ejemplo en el eidos de Sócrates, lo que en su forma humana, determina su humanidad. Y también la que determina que siendo el hombre por naturaleza libre y no siendo el esclavo libre, determina que el esclavo sea parte constitutiva de su amo, es decir, que no sea sólo esclavo de su amo en determinada coyuntura y desde determinada perspectiva, sino que sea esclavo por naturaleza.
[editar] MetafÃsica en la Edad Media
En la Edad Media la metafÃsica es considerada la “reina de las ciencias” (Tomás de Aquino). Se proponen la tarea de conciliar la tradición de la FilosofÃa Antigua con la doctrina religiosa (musulmana, cristiana o judÃa). En base al Neoplatonismo tardÃo la metafÃsica medieval se propone reconocer el “verdadero ser” y a dios a partir de la razón pura.
Los temas centrales de la metafÃsica medieval son la diferencia entre el ser terrenal y el ser celestial (AnalogÃa Entis), la doctrina de los trascendentales y las pruebas de la existencia de dios. Dios es el fundamento absoluto del mundo, del cual no se puede dudar. Se discute si dios ha creado el mundo de la nada (creación ex nihilo) y si es posible acceder a su conocimiento a través de la razón o sólo a través de la fe. Inspirados en la teorÃa de la duplicación de los mundos atribuida a Platón su MetafÃsica se manifiesta como una suerte de “dualismo” del “acá” y del “más allá”, de la “mera percepción sensible” y del “pensar puro como conocimiento racional”, de una “inmanencia” de la vida interior y una “trascendencia” del mundo exterior.
[editar] La crÃtica a la metafÃsica de parte de Kant
La FilosofÃa Trascendental de Kant significó un “giro copernicano” para la metafÃsica. Su posición frente a la metafÃsica es paradigmática. Le atribuye ser un discurso de “palabras huecas” sin contenido real, la acusa de representar “las alucinaciones de un vidente”, pero por otra parte recoge de ella la exigencia de universalidad. Se propone fundamentar una metafÃsica “que pueda presentarse como ciencia”. Para ello tiene que examinar primero, si es que la metafÃsica siquiera es posible.
Para Kant las cuestiones últimas y las estructuras generales de la realidad están ligadas a la pregunta por el sujeto. A partir de este presupuesto deduce que hay que estudiar rigurosamente los fundamentos y las estructuras de la facultad de conocimiento del ser humano (criticismo), porque el ser humano sólo puede juzgar sobre aquello que está dentro el ámbito de ser posible de ser conocido por nosotros por nuestra facultad de conocimiento.
A través de su “criticismo” se diferencia explÃcitamente de las posiciones filosóficas, que tienen como objeto, la pregunta sobre qué es el conocimiento. En especial deslinda asà con las tendencias filosóficas imperantes, tales como el empirismo, el racionalismo y el escepticismo. También a través del criticismo marca distancia del dogmatismo, que habrÃa surgido a partir de la metafÃsica, por haberse convertido en una serie de afirmaciones dogmáticas sobre temas que van más allá de la experiencia humana.
Se trata entonces de llevar a cabo un análisis detallado de la facultad humana de conocer, es decir, de un examen crÃtico de la razón pura, esto es, de la razón desvinculada de lo sensible (CrÃtica de la razón pura, 1781-87). Para ellos es decisivo el presupuesto epistemológico de Kant, de que al ser humano la realidad no se le presenta tal como es realmente (“en sÔ), sino tal como se le aparece debido a la estructura especÃfica de su facultad de conocimiento. Como el conocimiento cientÃfico también depende siempre de la experiencia, el hombre no puede emitir juicios sobre cosas que no están dadas por las sensaciones (tales como “dios”, “alma”, “universo todo”, etc.) Por ello deduce Kant, la metafÃsica tradicional no es posible, porque el ser humano no dispone de la facultad de formarse un concepto en base a la experiencia sensible de lo espiritual, que es la única que permitirÃa la verificación de las hipótesis metafÃsicas. Como el pensar no dispone de ningún conocimiento de la realidad en este aspecto, estos asuntos siempre permanecerán en el ámbito de lo especulativo-constructivo. Según Kant entonces por principio no es posible decidir racionalmente sobre preguntas centrales tipo, si dios existe, si la voluntad es libre o si el alma es inmortal. Sin embargo en su CrÃtica de la razón práctica intenta refundar la metafÃsica y sostiene que la razón práctica formula postulados necesarios que son la precondición de todo actuar moral.
Es necesario postular el libre albedrÃo, para que tenga sentido el juicio moral
Es necesaria la inmortalidad el alma, para que no quede sin valor la acción humana después de la muerte del individuo, quitándole sentido al accionar moral.
Sólo la existencia de dios garantiza que en última instancia que la naturaleza y las leyes morales pueden reconciliarse. Por lo que postula un dios distinto y causa de la naturaleza, asà como que también actuarÃa motivado moralmente por una suerte de inteligencia
[editar] MetafÃsica postkantiana
El idealismo alemán
De la crÃtica kantiana surge el idealismo alemán considerado por muchos, la cumbre del desarrollo de los sistemas metafÃsicos, en lo que respecta el pensar especulativo y sistemático. Esta corriente del pensamiento, representada sobre todo por Fichte, Schelling y Hegel, considera a la realidad como un acontecimiento espiritual en el que el ser real es superado siendo integrado en el ser ideal. El idealismo alemán recoge el giro trascendental de Kant, es decir, que en vez de entender metafÃsica como la búsqueda de la obtención del conocimiento objetivo, se ocupa de las condiciones subjetivas de posibilidad de este conocimiento, es decir, se plantea hasta qué punto el ser humano, en base a su constitución, puede siquiera llegar a reconocer estas evidencias. Sin embargo, rechaza que el conocimiento se limite a la experiencia posible y a los meros fenómenos, y propone una superación de esta posición, volviendo a plantear postulados metafÃsicos que puedan reclamar validez universal: “conocimiento absoluto” como se decÃa desde Fichte hasta Hegel. Si aceptamos, como suponÃa Kant, que los contenidos del conocimiento sólo valen en relación con el sujeto- y consideramos por otra parte, que esta perspectiva es absoluta, es decir, es la perspectiva de un sujeto absoluto, entonces el conocimiento válido para este sujeto absoluto, también tiene validez absoluta. A partir de este planteamiento el idealismo alemán considera que puede superar la contradicción empÃrica entre sujeto y objeto, para poder captar lo absoluto.
Al respecto Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831) sostiene que de una identidad pura y absoluta no puede surgir o entenderse una diferencia (esa identidad serÃa como “la noche en la que todas las vacas son negras”): Esto no explicarÃa la realidad en toda su diversidad. Por eso “la identidad de lo absoluto” debe entenderse como que ésta desde su origen ya contiene en sà la posibilidad y la necesidad de una diferenciación. Esto quiere decir, que lo absoluto se realiza en su identidad por el plasmado y la superación de momentos no idénticos, esto es la identidad dialéctica: la “identidad de la identidad y la no-identidad”. A partir de este planteamiento Hegel desarrolla la “Ciencia de la Lógica” considerado como tal vez, el último gran sistema de la metafÃsica occidental.
[editar] MetafÃsica en el Islam
Detalle del fresco de Andrea Bonaiuto El Triunfo de Santo Tomás, con la imagen sentada en reposo y pensativa de Averroes, apoyado posiblemente en algún libro de AristótelesLa llegada de la filosofÃa griega al campo de influencia del Islam no fue directa, sino que tiene que ver con los cenobios cristianos en la penÃnsula arábica y los pertenecientes a ideologÃas consideradas heréticas y que utilizaban la filosofÃa griega no como un fin, sino como un instrumento que les servÃa para sus especulaciones teológicas (como los monofisistas o los nestorianos), pero es por el interés utilitarista en la medicina griega cuando empiezan a hacerse traducciones al Persa que después pasarÃan tardÃamente al Ãrabe.
Baste comentar que en Ãrabe no existe el verbo ser y más difÃcilmente una construcción como Ser, que es un verbo convertido en sustantivo. Es reseñable que la metafÃsica del mundo islámico quedó influenciada en gran medida por la "MetafÃsica" de Aristóteles.
A pesar de estas dificultades, MetafÃsica termina siendo la forma de denominar este campo y gracias al trabajo de comentario y reconstrucción de intelectuales dentro del Islam, (especialmente el de Averroes) pasó a la filosofÃa cristiana.
[editar] La metafÃsica en la actualidad
A veces se usa la palabra metafÃsica para designar la filosofÃa sin más. O se le hace equivalente a ontologÃa. Otras veces, se considera que la metafÃsica es la disciplina básica o fundamental de la filosofÃa. En ocasiones, dentro de la filosofÃa se distingue la metafÃsica de otras vertientes suyas como la lógica, la ética , la estética o teorÃa del arte, la axiologÃa, estimativa o teorÃa de los valores, la antropologÃa filosófica, la gnoseologÃa o teorÃa del conocimiento, la epistemologÃa o filosofÃa de las ciencias, la filosofÃa del lenguaje, la filosofÃa polÃtica.
En ámbitos ajenos a la filosofÃa universitaria, se considera que el término se utiliza para designar todo lo que trasciende de lo material, las más de las veces errando y no usando el término espiritual o trascendente, más adecuados según cada caso.
No se pudo entender (error desconocido): ''''''Escribe aquà una fórmula'''''' == MetafÃsica del Estar ==
La última de las innovaciones sobre metafÃsica, la cual promulga la "muerte del Ser en el Porque SÃ". Es decir, no hay Ser en el absoluto, sino de un modo relativo, en ciertos sistemas de referencia con ciertas reglas o "logicas" de relación, donde se vinculan los respectivos seres absolutos (que ya no serÃan "seres" sino "estantes"). Estos sistemas autónomos en los que se relacionan dichos estantes, son las "estancias", por lo que a esta metafÃsica del Estar también se ha denominado "Estancialismo".
No existe una única lógica para explicar la metafÃsica, sino infinitas según las estancias donde se vinculan sus estantes y en donde son válidas sus lógicas. Por lo que, para la nueva definición de "realidad" se define, que se verifique un vÃnculo necesario y suficiente entre estante y estancia a través de su metalogos.
"El Absoluto ha muerto"; es más: "lo único absoluto es que todo es relativo". Pero esto no significa la "muerte de dios", como ocurrÃa en los burdos sistemas existencialistas... Sino todo lo contrario: Dios existe y/o no-existe dependiendo de su estancia de relación (que puede ser autoestancia).
Porque un Ser Omnipotente no puede ser lógico "en el Porque SÃ", porque en tal caso, podrÃa crear un Ser superior a él mismo, y esto serÃa contradictorio". Por tanto, esta posibilidad sólo se verificarÃa en una estancia absurda, pero no lógica... Por lo que, tanto lo absurdo como lo lógico, son posibles de modo separado, como inmiscibles, según sus estancias de relación (y porque "lo absurdo" deja de ser peyorativo en MetafÃsica, y se convierte en compañero complementario de la Razón).
Retomando la metodologÃa cartesiana: "si pienso existo..., pero..si deliro (creando lo absurdo), ¡también existo en estas únicas condiciones...!"
AsÃ, la única alternativa que le queda a la MetafÃsica del Ser (al dilema "Ser o No-Ser), es precisamente la propuesta del metalema : SER Y/O NO-SER, en función de sus estancias de relación (Estancialismo potencial). Es decir: el ESTAR Y/O NO-ESTAR.
2006-10-30 16:27:23
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answer #5
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answered by daniel d 3
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