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Soy mexicano y como tal mis padres me criaron con el amor a mis tradiciones y costumbres, en casa festejamos el día de muertos debido al fallecimiento hace muchos años de uno de mis abuelos.
Siempre he amado a mi país y como tal me da tristeza, que las nuevas generaciones vayan perdiendo los hermosa que es nuestra cultura. Tengo 21 años y a diferencia de muchos de mis amigos no coincido con ellos en la celebración del Hallowen.
Respeto las decisiones de las personas y la manera de festejar las celebraciones que más les plazcan puesto que estan en su libre derecho de hacerlo.
Lo que no admito es que costumbres extranjeras invadan mi país, realmente me molesta como nos tratán los gringos y no soy racista!!!, pero ellos ven a mi país como una basura, por que permitimos y nos inmiscuimos en enseñanzas que no son las nuestras.
Nací en México y cómo tal defenderé siempre mis tradiciones y costumbres.

Pero a todo esto tú qué opinas???

2006-10-30 07:43:10 · 9 respuestas · pregunta de Yoluap 3 en Familia, Amor y relaciones Amigos

9 respuestas

Halloween vs Día de muertos


Aquí en México hoy se celebra el día de muertos, una costumbre y tradición desde hace mucho tiempo. Pero, cada día o mejor dicho, cada año se va acabando.. y enterrando. ¿Por qué? Pues por un lado, el estar tan cerca de Estados Unidos, hace que adaptemos algunas costumbres y maneras de ellos, en este caso, el halloween, o bien, noche de brujas. Que por cierto, se celebra el 31 de octubre.
Por acá en el norte, en este caso Monterrey. toda la semana y fin de semana, se han realizado fiestas, fiestas de disfraces al estilo gringo, pre halloween.. si, asi es.. Pero quiero saber, ¿qué ha pasado con el día de muertos?, ¿Dónde ha quedado la manía por hacer un altar de muertos, para concursar y el más bonito, ser el ganador?, Comer el pan de muertos (las hojaldras), el chocolate caliente, el ir al cementerio con los ya fallecidos, llevándoles la comida preferida, música, dulces, imágenes.

No me aparto de los festejos gringos, chicanos y demás. porque también formo parte de esta nueva cultura, y nueva mezcla de costumbres. No puedo negar que también me divertí en las fiestas de mis amigos y que me disfracé… Pero tampoco puedo negar, que extraño el participar haciendo un altar de muertos, cortando papeles de colores haciendo las calaveritas, comprando calaveritas de azúcar y de chocolate, yendo a las zonas de la ciudad y del centro, donde se vende desde el pan de muerto, hasta chacharas que no tienen nada que ver.

Sólo les pido, que no pierdan las costumbres mexicanas, que aparte de disfrutar el halloween, también pongan su pequeño altar de muertos, o coman pan de muertos, o una veladora.. o algo así…

Sí, lo pide la globalización, mezcla de culturas. mezcla de costumbres.. pero no la pérdida de identidad.

Publicado por Colaborador el dia 31 de Octubre 2005 - 98 comentarios.
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2006-10-30 07:46:25 · answer #1 · answered by katira 3 · 0 0

Sin mucho rollo:

El Hallowen es una fiesta Gringa que a través del cine y las series americanas ha ido penetrando a la cultura, se debe tomar como eso un día para festejar.

El Día de Muertos es un Rito Precolombino Cristianizado, por lo tanto es sagrado, es el día que visitamos a nuestros fieles difuntos.

Hallowen = Fiesta relajo
Día de Muertos = Rito Sagrado

2006-10-30 08:11:20 · answer #2 · answered by Mario Alberto 2 · 0 0

soy de Ecuador y aca el dia de los muertos se celebra el 2 de Noviembre y Hallowen el 31 asi que me da tiempo para las dos.
Aunque aopyo la idea de que se estan perdiendo las cosas culturales que a la final son las que diferenciaron cada pueblo

2006-10-30 07:57:15 · answer #3 · answered by gio 2 · 0 0

Tenes toda la razón, pero que hacemos si la gente prefiere los gringos, fijate en las respuestas de la mayoría de los miembros de YR, te hablan de música y preferís la de los gringos veo largas listas de canciones en inglés, hablan de la belleza de la mujer y admiran es a la Jolie y a Jennifer Aniston, te hablan de cine y contestan todos con respuestas de películas gringas, en televisión lo mismo prefieren superman, los simpsom, en cambio critican el chavo, así son norteamérica a pesar de que nos tratan a todos los latinos como basura, los látinos los siguen idolatrando. Por ejemplo en mi país el Halloween es una fiesta muy esperada que ya los niños anhelan como la navidad porque los padres les inculcaron esas costumbres.

2006-10-30 07:50:00 · answer #4 · answered by Se?or Chavez 3 · 0 0

mientras las publicidades obligen a disfrazarse, comer caramelos y chicles negros, consumir pirotecnia, maquillaje artistico y ring tones va a ser un dia netamente comercial

2006-10-30 07:49:08 · answer #5 · answered by catalina 2 · 0 0

mmm....para mi el dia de haloween es un dia mas como otros...no le encuentro alguna importancia alguna.....o sea...c/u lo toma a su manera y yo tengo esta forma de tomarlo como tambien lo tienes tu

bueno saluditos!

2006-10-30 07:47:12 · answer #6 · answered by llxll_m4x1_llxll 3 · 0 0

pues yo prefiero dia de muertos, es mas simbolico y significativo




http://mx.answers.yahoo.com/question/index;_ylt=AnzUjR7_qFlTi0ef5jHGe4yY8gt.?qid=20061028192243AA8s8ev

2006-10-30 07:46:30 · answer #7 · answered by safari 7 · 0 0

La fiesta de muertos en la huasteca hidalguense (Xantolo), sorprende por su colorido a través de los años. En Macustepetla, Huautla, Coatlila, Huazalingo, Huejutla y Atlapexco, la celebración es sagrada. Estas son las impresiones de un (malogrado) viajero enamorado de la luz, el sabor de la comida, la música y los panteones de esta zona.

Uno nunca la espera tan pronto. Siempre es sorpresiva. Pero ahí está, acechando, seduciendo, llamando, escondiéndose detrás de las apariencias, y mostrándose disfrazada en las múltiples máscaras sonrientes que enseñan y ocultan, como las que se pone uno para bailar en los días de fiesta.

Una tarde me tomo desprevenido, justo cuando estaba entretenido en desordenar la rutina; distraído. Siempre sucede lo mismo cuando ocurre cosas importantes: a uno lo pillan; como cuando te enamoras que te rodea de golpe una luz vibrante y sopla un viento vigoroso, y no puedes dejar de verlo y sientes como te rechinan los cimientos... y empiezas a vivir de otra manera: empiezas a vivir y a morir.

Mi error fue no reconocerla a tiempo. Te atrae y te rechaza, te sonríe y te cachondea el alma. Ya estás perdido, no podrás evitarla: empiezas a morir y a vivir.

En ese momento recordé las ocasiones en que vi la luna ponerse tras las montañas, las noche que me abandoné a la plenitud suprema, los días que gozé hasta el limite un plato bien servido y sabroso... ¿ Logré robarle a la vida sus placeres?

Son regalos divididos que se ofrecen ocasionalmente, y fue lo único que pude empacar para el cambio de domicilio, con la esperanza de que no fuera alta la tarifa por exceso de equipaje.

Cuando llegó ese momento tuve la visión de escoger el lugar adecuado:

Tianguistengo, cerca de Tlahuelompa, la capital de las campanas. Fue un acierto el insistir. En lo alto de una montaña de la Huasteca hidalguense, frontera indescifrable con la sierra, en la cima de un nudo volcánico donde el tiempo es húmedo, fresco, con el roció en las alas de los insectos. En ese cementerio multicolor desde el que, en los días claros y luminosos, se pueden ver a un costado las montañas con nieve, y cuando me atrevo a mirar al cielo lo tengo más cerca u eso me permite volar y flotar de vez en cuando.

Tengo una ventaja extra. Cada trece lunas llegan danzantes un poco atolondrados pero siempre respetuosos a despertarme para cruzar al otro lado. La nostalgia es canija.

Las mujeres hilan flores para colgarlas junta al papel picado, preparan la comida para servirla en ollitas de barro recién cocidas, adornan los altares con frutas tropicales y prenden las velas y el copal.

Preparan la fiesta con esmero. Reciben primero a los chiquitos, a los angelitos y les dan solo tamales de ajonjolí y dulces mientras les cantan las mañanitas: “...hoy por ser día de los muertos te las cantamos así...”.

Después llegamos a los mayores puntualmente. El camino fosforescente está tapizado de hojas amarillas de cempasuchil, de tal manera que uno no se extravíe... la memoria se debilita y necesita de referencias que la refresquen.Además, la vista empieza a dejar de deslumbrarse con la luz... uno camina, flota, siguiendo el brillo polar, el reflejo de siete colores pandeados a punto de desvanecerse, la luz plateada de los sueños y fantasías y la transparencia de la lluvia cuando es fina y no se siente.

Hay otro gran auxilio: las voces que cantan sin temor las melodías que penetran suavemente con la alegría y tesón.

¡Que placer escucharlas! Es cuando uno empieza a flaquear con la nostalgia.

Voces seductoras que uno finalmente no acaba de olvidar. ¿Para que? ¿Por qué tendría que hacerlo?, son del pasado, son carnales, son insistentes, son bocanadas de otra vida. La música es irresistible, la banda de metales y tambores que llaman y llaman y acaban por prender... la fiesta esta preparada y es un gozo acudir con los otros, los que se han quedado sin sentirlo.

Regresar y comer esos tamales, esos inmensos, gloriosos, voluptuosos tamales (zacahuil), acompañados de chocolate con agua. Y después unos tragos de sotol o pulque... y meterse en la fiesta, ver el recuerdo de facciones casi desconocidas, hurgar en eso que llamaba amor y dejar que las sombras de las nubes tracen por momentos los rasgos verdaderos sobre esa máscara inmutables, los accidentes del viento que danzan disfrazados y no paran hasta el día de San Andrés, a finales de noviembre.

Cuando acabamos agotados por el baile, la danza, la música que hipnotiza, y las ollas de comida que empiezan a aparecer con menos frecuencia, la charla empieza a navegar por causes mas rápidos y traicioneros, aunque más excitantes y traicioneros, aunque más excitantes y sorpresivos. Me preguntan con frecuencia y de soslayo ¿ Y, como es la vida aquí tan cerca de Dios y tan lejos aún de los gringos? Es un tiempo continuo, sincronizado y armónico con la sonrisa de los niños y con la mirada de los chamanes. Es una espiral hacia fuera, amplia, vasta; una visión panorámica sobre la selva tropical, los ríos, las grutas, las antenas de los insectos y las orejas de las liebres.

Es una delicia platicar sin prisa y sobresaltos mayores del sabor de la tierra, del color de la penumbra, del eco sordo de las pisadas del ganado, de los anhelos jóvenes y desbocados, viejos y claridosos. Volver y nunca acabar de sorprenderse de las resquebrajaduras, crujidos y sopetones que esconden las arrugas y cicatrices... como la tierra que no se empapa de cuando en vez.

2006-10-30 07:45:14 · answer #8 · answered by Anonymous · 0 0

Excusa para ponerse borracho
http://mx.answers.yahoo.com/question/index;_ylt=AsjIDXaVUeKA8jKVtA7yeqCY8gt.?qid=20061027072813AACbCP7

2006-10-30 07:45:12 · answer #9 · answered by No Name! 6 · 0 0

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