Hay un chiste que dice que una vez estaban dos campesinos mexicanos platicando acerca de "esos p'nches gringos".
-¿Cómo la ve, compadre?- decía uno de ellos-. Los gringos nos robaron la mitad de México, los muy jijos de su...
-Sí, compadre, pero eso no jue lo pior- le respondió su amigo.- Sino que los canijos se robaron la mejor mitad.
-¿Cómo que la mejor mitad?
-Pos claro. ¡Se llevaron la mitad que tiene las chambas, las ciudades más limpias, las carreteras güenas, los 'mols' y las gringas!
Los campesinos del chistecito aparecen bastante inocentes, pero de alguna manera refleja la actitud que muchos mexicanos tenemos respecto a la afrenta histórica que los Estados Unidos nos causaron. A veces ignorante, a veces inocente, pero casi siempre desinformada y llena de dogmas y tabúes que nos inculcan desde niños.
La pérdida de la mitad del territorio a manos de la superpotencia es, quizá, el peor trauma que tenemos los mexicanos como país. O el segundo peor (siendo el primero el racismo encubierto por el sistema de castas que sigue imperando entre güeros y prietos).
Los traumas nacionales no son exclusivos de México. Cada país tiene los suyos propios (los gringos, por ejemplo, tienen la Guerra Civil, un episodio del que quizá nunca se recuperen del todo). Y como buenos traumas, volvemos a ellos como obsesión, los resucitamos, nos los estamos recordando todo el tiempo, como una flagelación.
Pero por otro lado, nos negamos rotundamente a verlos desde una perspectiva diferente, que quizá nos duela. Y preferimos la versión que nos exculpe de cualquier responsabilidad al respecto.
¿No sería también culpa nuestra en parte?
En Estados Unidos el tema no tiene vuelta de hoja: Los territorios fueron cedidos por México en un acuerdo post-guerra y punto. Sí, hubo una guerra, injusta quizá, pero para el gringo promedio es un hecho consumado. Es el típico punto de vista del vencedor.
En México, en cambio, a 150 años de distancia, el hecho continúa siendo debate nacional. Y en ese debate los gringos siempre salen como los culpables, los imperialistas, los agresores, los robatierras, los enemigos, los abusivos y los malos de la película. (Aliados por el traidor de Santa Ana). Nosotros, los mexicanos, somos las víctimas indefensas, claro.
No fue un hecho justo, por supuesto. Incluso muchos norteamericanos de la época se avergonzaron de la guerra que Estados Unidos declaró a México, ansioso por robarse sus tierra. Entre ellos, el poeta Henry David Thoreau, el famoso militar y presidente Ulysses S. Grant y hasta el mismísimo Abraham Lincoln (quien aún no llegaba a ser presidente).
Pero es un hecho histórico, y hasta cierto punto "normal". ¿Qué hubiera hecho México si hubiera sido un país poderoso, y Estados Unidos un país débil, enfrascado en luchas internas, y con mucho territorio despoblado? Seguramente lo mismo. Seguramente Santa Ana les hubiera quitado la mitad de su país, y ahora lo recordaríamos como héroe nacional, a la altura de Hidalgo, Morelos o Allende. Si no es que más.
Pero la cosa no ocurrió así, al contrario. Fue exactamente al revés. Y de eso nunca nos hemos podido recuperar.
Yo creo que el tema de la pérdida de medio México es un tema que debe ser replanteado. Lo hecho hecho está, pero no se debe olvidar, al contrario. Hoy más que nunca se debe cuestionar, tanto desde Estados Unidos como desde México, sobre todo por la enorme población mexicana que está dejando su huella precisamente en esos estados que antes fueron de México.
Lo malo es que en México el asunto está lleno de tabúes, de dogmas, de tradiciones patrias, que es casi imposible hacer preguntas incómodas desde todos los ángulos. Si uno se atreve siquiera a cuestionar el hecho se le viene una avalancha de críticas, ataques de malinchismo, de antipatriota y vendido.
Y creo que eso está mal. Debemos enfrentar los hechos históricos como cualquier otra ciencia. Los biólogos, los matemáticos, los físicos no tienen empacho en cuestionarse un experimento desde todos los ángulos, aunque no les guste el resultado, o aunque les desbarate sus teorías. Quizá los historiadores podrían usar esa técnica, sin dogmas, ni parcialidades. Ni aunque sean a favor del perdedor.
A un servidor siempre le ha gustado ver ese tema como un experimento histórico, similar al que haría, por ejemplo, un biólogo, o un químico. ¿Cuál es el procedimiento que siguen estos científicos? Por ejemplo, toman dos muestras de algo (un tejido, un compuesto químico) y los separan. A uno le aplican un cambio, le inyectan algo, y al otro lo dejan igual. Al final del experimento se comparan las dos muestras, para ver qué efecto causó la variable, le llaman ellos.
Igualito pasó con el territorio mexicano. Es como si un científico con poderes de Dios hubiera dicho: "Okey, aquí tenemos un país inmenso. Vamos a dividirlo en dos partes.
Esta parte la manejarán los gringos, y esta otra los mexicanos. Bueno, ahora veamos qué puede hacer cada uno de ustedes, gringos y mexicanos, con la parte que les corresponde. Tienen 150 años para hacer lo que puedan con estos terrenos. En sus marcas... Listos... ¡Fuera!".
El experimento no fue justo, por supuesto... para los gringos. ¿Porqué? Porque ellos se quedaron con la peor mitad de México (pese a lo que digan los campesinos del chiste): Texas, Arizona, Nuevo México, Nevada y California son lugares casi desérticos, con climas extremosos (excepto en las costas). Casi no había población, el terreno era muy agreste. No era tan bueno para la agricultura como los terrenos más al sur.
No tenía carreteras, no había minería (en California estalló la fiebre del oro, pero fue poco después). La explotación del petróleo estaba en pañales. De hecho, los propios mexicanos le habíamos prestado poca o nula atención a esos inmensos terrenos, pues nadie se quería ir allá, por lo alejado, lo agreste e incomunicado del mundo que estaban.
En cambio, México se quedó con la parte más fértil, la que tenía las minas de plata, la que tenía campos para agricultura, la que tenía litorales para la pesca y todo lo demás. O sea, desde el principio el experimento estuvo desequilibrado en favor de nosotros los mexicanos.
¿Qué pasó? Bueno, 150 años después podemos ver el resultado. La "peor" parte con que los gringos se quedaron (esos territorios que a nadie le importaban) son ahora las tierras más desarrolladas del planeta. Tan solo California y Texas son los motores de la economía americana, y se calcula que si fueran países independientes serían la cuarta o quinta economía más poderosa del mundo.
¿Y la otra mitad? ¿Qué hicimos los mexicanos con la parte que "nos tocó"? Usted dígame, porque si yo lo digo me van a crucificar por "malinchista".
Pero éstas son las preguntas que tenemos que hacernos si queremos aprovechar estos traumas históricos en nuestro beneficio, en vez de usarlos como consignas cada vez que quememos banderas americanos. Pero en vez de usarlos para hacernos las víctimas, debemos tenerlos como acicate para progresar.
¿Porqué los gringos sí pudieron, con un territorio (relativamente) amolado y nosotros seguimos en las mismas? Según expertos, se calcula que hoy en día, el México de 2004, está al nivel que tenían los Estados Unidos en... ¡1910! O sea, tenemos un siglo de atraso respecto a ellos, en casi todos los ámbitos.
Un siglo. Tres generaciones deben nacer, crecer y morir (abuelos, padres e hijos) hasta que México (y Latinoamérica en general) alcancemos el nivel de los gringos de 2004.
¿De quién es la culpa? ¿De los gringos, porque nos quitaron lo que de todas maneras quizá ibamos a perder? ¿De Santa Ana, por "vendido"?
¿O de nosotros por no tener un proyecto común de país? ¿Por estar peleándonos por ver quién se quedaba con el poder, mientras otros nos ganaron con el mandado?
¿Porqué los gringos sí han podido construír un país rico, próspero, poderoso? De hecho, el país más rico y poderoso en la historia de la humanidad. Un imperio, si quieren, pero lo levantaron en menos de doscientos años.
¿Porqué nosotros los latinos no hemos podido? ¿Qué nos falta? Prácticamente somos iguales a un gringo, somos seres humanos. Tenemos un cerebro, dos ojos, dos brazos, dos piernas. Podemos hablar, caminar, pensar.
¿Es cosa de cultura? ¿O de genes? ¿Hay razas predestinadas a la grandeza, entonces, y nosotros no somos una de ellas? ¿Somos una raza de esclavos, como dijo algún gringo alguna vez, y debemos contentarnos siempre con serlo?
Dirán algunos que, bueno, es que México, pobrecito, estaba en guerra entonces. La Guerra de Reforma. Luego vinieron más guerras, la invasión gringa, luego los franceses, luego la revolución. Nunca tuvimos tiempo para progresar por culpa de tanta guerra.
Okey, covenido. Estábamos en guerra. Una guerra es fatal para cualquier país, gane o pierda. Y varias guerras seguiditas son devastadoras. Pero por ejemplo, Europa ha estado en guerra consigo misma desde siempre. Prácticamente desde que el primer Neanderthal agarró a pedradas a su vecino por un pedazo de mamut. Y desde entonces nunca pararon: los romanos estuvieron en guerra contra los cartagineses, y luego contra los galos y los bárbaros. Los anglos contra los normandos. Y después los españoles contra los moros, los franceses contra los ingleses, los alemanes contra los rusos y los italianos contra los franceses.
Hasta hace muy poco, Europa seguía en guerra: Los serbios contra los croatas, y los chechenos siguen en una guerra no declarada contra los rusos.
¿Y? ¿Cómo está Europa? No quiero responder, pero solo mencionaré que no tiene el nivel que tenía Estados Unidos en 1910. Eso segurito.
Por ejemplo, España fue un país muy pobre, mucho más atrasado y débil que México durante la mayor parte del siglo 20. La gente o se moría de un balazo en la Guerra Civil, o simplemente de hambre. Los irlandeses igual. Por eso emigraban. Hasta hace apenas 30 años España era más pobre que México. ¿Y ahora? España progresó, se modernizó, se hizo rica. Es del Primer Mundo. Y México (y Latinoamérica) siguió igual, sino es que peor.
¿Y si mencionamos guerra, quién no se acuerda de Japón? ¿De Corea? Países que quedaron totalmente destruídos hace apenas 50 años. ¿Y dónde están ahora? ¿Y porqué?
¿Porqué entonces nosotros no hemos podido desarrollarnos como esos países? ¿Progresar es algo tan complicado que no está a nuestro alcance? ¿Y si es tan complicado, cómo sí lo lograron paísitos más amolados, como los mencionados España o Irlanda, o Portugal, que no son ni nunca serán superpotencias?
¿Es cosa de cultura? ¿Nuestra cultura es defectuosa? ¿Tenemos taras de nacimiento? ¿Somos tan tarados que no podemos echar a andar el país, convertirlo en una nación rica? ¿O siempre tendremos que emigrar para levantarle la cola a gobiernos incapaces de fomentar la creación de empleos?
¿Es cosa de corrupción? ¿Somos todos corruptos? ¿Solamente son "unos cuantos" los que tienen a México y Latinoamérica en el hoyo, por su culpa?
¿Son los gobernantes los corruptos? ¿Los que se llenan los bolsillos de lana y dejan que los demás se frieguen? ¿Una minoría?
¿Y si es una minoría, no hay algo que la mayoría podamos hacer para meterlos en cintura a ellos? ¿Qué puede hacer usted, por ejemplo, o yo? ¿Cómo podemos correrlos del puesto, o meterlos en la cárcel?
¿Son los policías, por transas? ¿Qué podemos hacer? ¿Aumentarles el sueldo para que no roben? ¿Capacitarlos? ¿Y porqué no se ha hecho, tan difícil es? ¿Cuesta mucho dinero? ¿No podemos colaborar todos, digamos, con diez, veinte pesos cada mexicano, incluyendo los de aca? ¿¿Cuánto se puede juntar, si cada mexicano aporta 100 pesos al mes? ¿Serviría? ¿No se lo ratearían los funcionarios? ¿Y si lo hacen, no convendría vigilarlos? ¿Quién puede hacerlo? ¿No podemos los ciudadanos elegir entre nosotros a vigilantes de funcionarios, ya que los funcionarios comprobaron ser incapaces de la honestidad?
Porque estoy seguro de que no soy el único que quiere saber porqué diablos los mexicanos no hemos podido, en "gloriosos" 30 siglos de historia, construir el país que nuestros vecinos han levantado en pinchurrientos 200 años.
2006-10-31 20:00:43
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answer #4
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answered by jorge p 1
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