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si Dios quiere misericordia y no sacrificios auqnue tengais años de teologia el encuentro con Dios no es razon de inteligencia , y doctorados , si no de fe , encuentro a ciegas , certeza sin la luz , como ya lo anunciaban los misticos . pero cada uno ha de seguir su preregrinacion sin respuestas que son anunucios morales muchas de las veces mas que guisas para la felicidad . El peor pecado es creer queDios castiga como hacen los hombres .

2006-10-24 03:43:40 · 13 respuestas · pregunta de todo amor puro 1 en Sociedad y cultura Religión y espiritualidad

13 respuestas

Dios no castiga, Cristo no muere.

2006-10-24 03:50:29 · answer #1 · answered by COMO SOSTIENES LA MENTIRA? 3 · 0 0

lamentablemente al no existir la televisión en aquella época no se puede saber con certeza y menos aún sabiendo que la historia de Jesús se escribió mas de 300 años despues de su muerte

2006-10-24 10:50:34 · answer #2 · answered by El Etrusco. 4 · 1 0

1° Respuesta a Argentino Triste: La ignorancia se nota en tí, al decir que la historia de Jesús se escribió 300 años más tarde, pues el primer evangelio el de Marcos se escribió de 40 a 60 años más tarde de la Ascención de Jesús. Ahora contesto la pregunta: Jesús debía morir pues iba a pagar por nuestras culpas; nosotros merecíamos morir para siempre por nuestros pecados, pero al morir y resucitar, Jesús nos abre el camino que nuestro Padre Adán nos había cerrado con su desobediencia. Dios ama al pecador, pero no el pecado, y es un Padre amoroso pero también obra la justicia, que es dar a cada quien lo que merecen sus actos.
Si hacemos algo malo, no esperemos que se nos dé un premio por ello. Muy claro lo dice Jesús en el Evangelio:
"No teman a quien puede matar el cuerpo pero no puede hacer nada con el alma; teman más bien a quien puede mandar alma y cuerpo al lugar de castigo: a ése sí hay que temerle". Y ése no es otro que nuestro Padre Dios.

2006-10-28 01:49:25 · answer #3 · answered by Manuel S 2 · 0 0

Jesús fue crucificado un viernes hacia el mediodía. Antes de caer la noche, ya muerto fue bajado de la cruz y depositado su cadáver en la gruta funeraria de José de Arimatea, cuya entrada fue taponada con una roca. El domingo siguiente, el cuerpo de Jesús había desaparecido inexplicablemente del interior de la gruta. Se había cumplido la profecía bíblica: había resucitado de entre los muertos. Tras una breve estancia en la Tierra, durante la cual sus discípulos entraron en contacto con él, Jesús ascendió al Cielo, donde está sentado a la derecha del Padre.

Esto es dogma de fe para la religión cristiana.

Pero, por otra parte, en el sector Khanyar de la ciudad de Srinagar, capital de Cachemira, está enterrado el cuerpo de Jesús en la cripta conocida por el nombre de "rozabal".

¿Cómo explicar que Jesús esté sentado en el cielo y que al mismo tiempo yazca muerto en Cachemira? Algo no cuadra, a partir del hecho cierto de la cruzifixión.

En tela de juicio están la muerte de Jesús en la cruz, su resurrección, y su ascensión al Cielo.

Porque no hay datos históricos que avalen su muerte en la Cruz. Tampoco nadie presenció la resurrección.

En cambio, hay indicios históricos de un hambre de ideas y filosofías idénticas, que a partir de aquellos años marcha hacia el Este, dejando testimonio de su vida y de sus actos. Un hombre que se encamina hacia Cachemira, se establece en ese país y muere en él. Su tumba se está venerando hoy en día en Srinagar, capital de Cachemira.

Leyendas, tradiciones y textos antiguos nos refieren esta segunda vida de jesús al Norte de la India. Por esos documentos sabemos que Jesús tuvo hijos en Cachemira, y que de resultas de esta unión con una mujer, un hombre, Basharat Saleem, puede afirmar hoy ser el descendiente vivo de Jesús.

En la misma ciudad en que este descendiente por vía directa de Jesús conserva el árbol genealógico de su familia que, arrancando de jesús llega íntegro y sin lagunas hasta su misma persona, un destacado arqueólogo, el Profesor Hassnain, director de los Archivos, Bibliotecas y Monumentos del Gobierno de Cachemira, está investigando intensamente las posibilidades para esta hipótesis de una segunda vida de Jesús.

Así, una realidad que es sabida a nivel de investigación y a nivel sectario por unas cuantas personas repartidas por todo el mundo, es sin embargo desconocida para la inmensa mayoría del público, que creo es ya hora de que sea informado de que el pilar sobre el que se asienta el Credo cristiano, Jesús, posiblemente no haya muerto en la cruz, sino que después de vivir una segunda etapa de su vida en tierras lejanas, muriera a edad muy avanzada, de muerte natural. Con ello, y sólo así, habría completado la misión para la que fue enviado a la Tierra, misión que incluía el encontrar y el predicar a las tribus perdidas de Israel, a los hijos de Israel.

Se establecen así puentes lógicos sobre unos vacíos en modo alguno claros, que ofrece el texto bíblico.

Debo señalar que los nombres Yusu, Yusuf, Yusaasaf, Yuz Asaf, Yuz-Asaph, Issa, Issana, Isa, que aparecen en textos, leyendas y recuerdos cachemires, son todos ellos traducciones del nombre de Jesús. Por lo tanto, cuando hablo de Jesús en las páginas que siguen, me puedo estar refiriendo a cualquiera de las traducciones de su nombre en las lenguas cachemir, árabe o urdú. También se refieren al nombre de Jesús prefijos toponímicos tales como Yus-, Ish- o Aish-.

"YO SOY INOCENTE DE ESTA SANGRE"
Antes de entrar en los detalles que me inducen a creer que Jesús no murió en la Cruz, creo conveniente dejar bien sentada la simpatía que Pilato, procurador romano de Judea que se vio forzado a decretar la muerte de Jesús, sentía por éste. Leemos en el Evangelio de Juan (19,12):

.."Desde este momento Pilato intentó liberarlo (a Jesús); pero los judíos gritaban: 'si lo dejas ir, no eres amigo del César; todo aquel que se declara rey se declara en contra del César'".

Y continúa Mateo (27,24):

.."Viendo Pilato que no conseguía nada, sino que el tumulto aún crecía, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo diciendo: yo soy inocente de esta sangre; vosotros mismos."

Evidentemente, Pilato no deseaba la muerte de Jesús. Pero los judíos declararon a Jesús un rebelde, que deseaba llegar a ser rey. Advirtieron a Pilato que si le dejaba libre sería él el desleal al César. A Pilato, que no se podía jugar su alto cargo, y al que no convenía en modo alguno la enemistad del César, sólo le quedaba la opción de ajusticiar a Jesús de tal forma que, aparentemente muerto, pudiera sin embargo seguir con vida. Así fijó en primer lugar la crucifixión en un viernes, a pocas horas de la puesta del sol, y a punto de caer la noche del gran Sabbath. Especulaba Pilato con que, de acuerdo con las leyes judías, el cuerpo de Jesús no podía permanecer en la cruz después del anochecer. También en el instante preciso, aparece en escena un hombre llamado José, declarado amigo de Pilato y persona notable de la localidad, discípulo secreto de Jesús. Este hombre se lleva el cuerpo de Jesús a un lugar en el que los judíos no tenían nada que buscar.

JESÚS NO MURIÓ EN LA CRUZ
Analicemos desde varios ángulos la real probabilidad de que Jesús no muriera en la cruz.

En primer lugar hay que considerar que Jesús no permaneció muchas horas crucificado. Fue bajado de la cruz en la tarde del mismo día en que le fue dictada y ejecutada la sentencia.

Jesús fue crucificado en un viernes. El sábado es el Sabbath judío. Esta circunstancia obligaba a bajar el cuerpo de Jesús antes de la caída de la noche, ya que el dí judío comenzaba con la entrada de la noche, o sea que el sábado comenzaba a contar a partir de la noche del viernes. Estaba prohibido, según las leyes judías, dejar colgado en la cruz a un ajusticiado durante el día sagrado del Sabbath

Insisto en que Jesús sólo permaneció en la cruz durante algunas horas, porque se podía vivir durante varios días en esta horrible condición. El verdadero objeto de la crucifixión no era la muerte inmediata, sino que era una tortura que se prolongaba a lo largo de 3 ó 4 días. Conviene tener presente que si a un crucificado se le bajaba de la cruz a tiempo y se le trataba cuidadosamente, generalmente se recobraba y sobrevivía.

Considérese ahora que Jesús fue crucificado junto con dos malhechores. Los tres, por lo tanto, están sufriendo un mismo suplicio, como leemos en Lucas (23,40) que un ladrón le dice al otro: "¿Tú tampoco temes a Dios, tú que te hallas en un mismo suplicio?". Pero resulta que en el momento de bajarlos de la cruz al mismo tiempo que a Jesús, los dos ladrones siguen con vida, por lo cual los soldados romanos les quiebran las piernas para que acaben de morir. Es improbable que Jesús, habiendo sufrido el mismo suplicio, hubiera muerto ya.

Además Pilato, persona que conocía por experiencia lo que tarda una persona en morir en la cruz, se extrañó de que jesús hubiera muerto ya. Cuando José de Arimatea fue a ver a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, leemos textualmente en Marco (15,44): "Pilato se extrañó de que hubiera ya muerto".

También es harto conocido el hecho de que cuando el centurión romano prueba si Jesús está muerto hiriéndole con su lanza en un costado, de la herida fluye agua y sangre. Pero de un cuerpo muerto brotan únicamente algunas gotas de sangre espesa. Llegados a este punto nos interesa recordar que el llamado "sudario de Turín" ha quedado recientemente demostrado ser el auténtico lienzo con el que fuera envuelto el cuerpo de Jesús una vez bajado de la cruz, y que de su análisis se desprende que este cuerpo seguía con vida en aquellos momentos.

JESÚS SALE VIVO DEL SEPULCRO
Una vez bajado Jesús de la cruz, según vimos con vida, se suceden una serie de acontecimientos que indican que se le intentó curar y que salió también con vida de su sepultura. Recuérdense aquí los sentimientos de simpatía de Pilato hacia Jesús.

Observemos en primer lugar que Jesús fue entragado, no a sus enemigos, sino a quienes le eran amigos. Así leemos en el Evangelio de San Juan (19,38-39): "..Después; José de Arimatea que era discípulo de jesús; pero a escondidas por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dajara llevarse el cuerpo de jesús, y Pilato se lo concedié. Fueron pues, y se lo llevaron. Fue también Nicodemo, el que anteriormente había ido a encontrarle de noche, llevando una mezcla de mirra y aloe, unas 100 libras."

Es curioso observar ahora que Jesús fue llevado a una tumba de José de Arimatea, y que esta tumba no fue rellenada con tierra, como es costumbre entre los judíos, sino que únicamente fue tapada con una gran piedra o roca. Se trataba de una tumba espaciosa en la cual había aire suficiente para respirar. Curioso es también observar que para salir del sepulcro, jesús necesitó apartar la roca que tapaba su entrada. Lo cual indica que de ahí salió un cuerpo físico humano y no un ente espiritual o divino para el que no hubiera sido necesario desplazar la roca. Es más, Jesús-hombre precede a sus discípulos en el camino a Galilea. A partir de la entrega del cuerpo a José de Arimatea leemos todo esto en el Evangelio de Marcos (15, 46-47; 16, 1-7):

"Este (José de Arimatea) compró una sábana, bajó el cuerpo, lo envolvió en la sábana, lo depositó en un sepulcro tallado en la roca e hizo rodar una piedra para tapar la puerta del sepulcro. María Magdalena y María, madre de José, miraban dónde lo ponían. Pasado el sábado, María Magdalena, madre de Jaime, y Salomé compraron perfumes para ir a ungirlo. De buena mañana, el domingo, llegaron al sepulcro a la salida del sol. Y se decían entre ellas: ¿Quién nos separará la piedra de la puerta del sepulcro? miraron, y vieron que habían separado ya la piedra; era realmente muy grande. Entraron entonces en el sepulcro y vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con un hábito blanco, y se asustaron. Pero él les dijo: no tengáis miedo. Buscáis a Jesús de Nazareth, el crucificado; ha resucitado, no está aquí; ved el lugar en que le pusieron. Pero id, y decidles a sus discípulos y a Pedro que os precede a Galilea; allá lo veréis tal como os dijo."

La afirmación de que María Magdalena, María y Salomé entraron en el sepulcro, indica las dimensiones espaciosas de éste.

Por una parte existen indicios claros de que Jesús fue curado de sus heridas por Nicodemo. Este le aplicó un ungüento que curaba las heridas y facilitaba la circulación libre de la sangre en el cuerpo. El ungüento aplicado por Nicodemo a Jesús se conoce por el nombre de Marham-I-Isa (el ungüento de Jesús) o también Marham-I-Rosul (el ugüento del profeta), ungüento citado en numerosos tratados médicos orientales en muchos de los cuales se afirma también que es un ungüento aplicado a las heridas de Jesús cuando fue bajado de la cruz. El más conocido de estos tratados es el famoso Cánon de Avicena.

JESÚS RESUCITADO COME PAN Y PESCADO
Jesús, curado de sus heridas y abandonado el sepulcro, se pone en marcha para huir de sus enemigos, comenzando así una nueva etapa de su vida humana. La misma Biblia nos demostrará cómo la imagen de Jesús vista después de su salida del sepulcro, es la imagen de un cuerpo humano físico, y no la imagen de un ente divino o espiritual.

Salido del sepulcro, Jesús se encuentra primero con María Magdalena y su compañera, que abrazan sus pies —señal de que era un cuerpo físico—, y a las que Jesús encarga que comuniquen a sus discípulos que se trasladen a Galilea donde se reunirán con él.

Luego Jesús será visto por Jaime y por Pablo, como lo leemos en la primera epístola de este último a los corintios (15, 7-8).

Jesús se encuentra esporádicamente con sus amigos, no osando dejarse ver abiertamente en público, por temor a que le reconozcan y prendan los judíos. Si leemos atentamente el Evangelio de Mateo veremos claramente expresado este temor (28, 8): "Se fueron inmediatamente del sepulcro (se refiere a María y su compañera) con gran temor y gran alegría, y corrieron a anunciarlo a los discípulos". Es evidente que las dos mujeres dentro de la alegría de saber que Jesús estaba vivo, albergaban un gran temor de que fuera descubierto. El mismo Jesús se da cuenta de ello e intenta apaciguarlas (10): "Entonces Jesús les dijo: No tengáis miedo; id y decid a mis hermanos que se vayan a Galilea y allá me verán". Luego, Jesús emprende una caminata a pie de unos 100 kilómetros para llegar a Galilea y despistar así a sus posibles perseguidores.

Pero veamos más pruebas de que Jesús seguía en su cuerpo humano terrestre, y que no se había espiritualizado. Leemos así en el Evangelio de Lucas, cuando Jesús se aparece a los apóstoles (24, 37-39): "Despavoridos y llenos de temor, pensaron que veían a un espíritu, y él les dijo:¿Por qué os asustáis y por qué os vienen al corazón estos pensamientos? Miradme las manos y los pies que soy yo mismo; palpadme y mirad, que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo".

Dos versículos más adelante Jesús de repente muestra tener hambre. Algo absolutamente inconcebible en un ente divino o en un ente espiritual. Así lo leemos (41-43): "Entonces les dijo: ¿Tenéis aquí algo para comer? Ellos le dieron un trozo de pescado a la brasa; lo tomó y se lo comió delante de ellos".

Vayamos al Evangelio de Juan. Leemos ahí (20,27) cómo Tomás palpa las heridas de Jesús. Demuestra así que lo que se les apareció era un cuerpo tangible de carne y huesos: "Después le dijo a Tomás: Acerca el dedo aquí y mira mis manos, y acerca, y acerca la mano y ponla en mi costado, y no seas incrédulo, sino creyente".

Lo que queda claro es que Jesús tenía que desaparecer de Palestina. Tomó, como hemos visto, los últimos contactos con sus discípulos, contactos esporádicos para no ser descubierto, y emprendió la marcha hacia el Este. Era, al fin y al cabo, un hombre perseguido. Para no ser descubierto, incluso se disfraza durante los últimos días de su estancia en Palestina, como lo demuestra el texto del Evangelio de Marco (16,12): "Después de esto se apareció en una figura distinta a dos de ellos que caminaban e iban hacia el campo"

Pero, aparte de que ahora se veía forzado a huír, Jesús tenía de todos modos que acabar de cumplir la misión para la que fue enviado. De haber muerto efectivamente en la cruz, Jesús habría fracasado en el cometido que le fue asignado. Quiero decir que Jesús no debía morir sin haber antes buscado y salvado a las tribus perdidas de Israel.

EN BUSCA DE LAS TRIBUS PERDIDAS DE ISRAEL
Evidentemente, Jesús debía ir en busca de estas tribus. Pero, ¿dónde estaban?

Volviendo atrás en el tiempo, recordaremos que Josué dividió la Tierra Santa entre los hijos de Israel, siendo ocupada la mayor parte del Sur de Palestina por las tribus de Judá y Benjamín, mientras las restantes diez tribus se establecieron en el Norte de Palestina. Bajo el rey Saul, las doce tribus volvieron a reunificarse, si bien más tarde, en tiempos del sucesor del rey Salomón, una revolución separará para siempre a diez de las tribus de Israel de la casa de David.

Luego, y como resultado de una incursión asiria, el rey Tiglatpileser se lleva a muchos de los habitantes de las tribus del norte. Comenzó así la cautividad de las diez tribus. Casi todos los supervivientes fueron enviados a cautiverio años más tarde por Sargón, que finaliza victorioso el sitio puesto por los asirios a la capital del reino del Norte israelita, Samaria. De este cautiverio ya no regresarían jamás.

Englobados de esta forma en el imperio persa, los componentes de las diez tribus así perdidas de Israel, fueron desplazándose hacia el Este a medida que los grandes conquistadores persas iban expandiendo sus dominios por tierras del actual Afganistán, Pakistán y Cachemira por el Norte, para detenerse a la ribera del río Indo. Allí se establecieron los supervivientes israelitas, siendo conocidos hasta hoy con el nombre de Bani Israel, o sea "hijos de Israel".

Estas tierras serían por lo tanto el objetivo inmediato de Jesús: Cachemira.

LA HUÍDA DE JESÚS
Ibn-i-Jarir, en su famoso Tafsir-Ibn-i-Jarir at-Tabri escribe: "El y su madre, María, tuvieron que emigrar de Palestina y partir hacia un país lejano, pasando de país en país".

Jesús, según los relatos bíblicos, se había encaminado hacia Emaus, hacia el valle de Josafat, habría pasado a través del Occidente de Judea y habría llegado a Samaria, un país en el que les estaba prohibido entrar a los judíos. había alcanzado finalmente Nazareth, encaminándose al lago Tiberíades (Juan, 21, 1). De Nazareth partían las grandes caravanas en ruta hacia Damasco.

A tres kilómetros de Damasco existe un lugar que desde entonces y hasta hoy se llama Maqam-I-Isa (el lugar de estancia de Jesús). Jesús debió haber vivido ahí el tiempo suficiente como para convertir en discípulos suyos a Ananias y otros.

Durante su estancia en Damasco Jesús recibió una carta del rey de Nisibis, en la que se le informaba que el mencionado rey había caído en una grave enfermedad y que pedía a Jesús que acudiera para curarle. Jesús envió una contestación diciendo que enviaría a uno de sus discípulos y que él mismo seguiría más tarde, según leemos en la Biblioteca Cristiana Ante-Nicena, Vol. XX (Documentos siríacos, 1). Jesús sabía que algunas de las tribus perdidas de Israel estaban en Nisibis, circunstancia que también mencionó el historiador Josephus. Pero se da cuenta de que es hora de marcharse de Damasco para salvar su vida (Actos, 9, 23).

Muhammad bin Khavendash bin Mahmud, comúnmente llamado Mir Khwand, escribe en su famoso libro Rauzat-us Safa que se ha convertido en un libro persa de história clásico: "Jesús y María abandonaron la ciudad y se encaminaron hacia Siria" Voy a cambiar rápidamente de fuentes para leer en el Sagrado Corán (23, versículo 50): "E hicimos con el hijo de María y con su madre, un milagro y les refugiamos en una benéfica colina provista de manantiales".

En la obra Jami-ut-Tawarihk se nos explica que durante estos días María, la madre de Jesús llevaba un bastón en su mano y caminaba a pie. A continuación el autor nos cuenta que Jesús se encaminó hacia el rey de Nasibain (Nisibis) y predicó allí. Desde esta ciudad marchó hacia Mashaq, donde está situada la tumba de Sem, hijo de Noé. Descripción similar podemos hallar en la obra Nasikh-ut-Tawarihk (vol. 1, 28). Ni en el Jami-ut-Tawarihk, ni en el Rauzat-us-Safa, hallamos explicación alguna para la repentina marcha de Jesús de Nisibis. Sin embargo sí la hallamos en la obra de Ibn-i-Jarir, Tafsir-Ibn-i-Jarir-al-Tabri (vol. 3, 197): "El rey (de Nasibain) era un hombre astuto. El pueblo quería matarlo (a Jesús) y éste huyó".

En aquella época existían tres ciudades con este nombre. A saber: una entre Mosul y Siria, la segunda a orillas del Eufrates y la tercera cerca de Jalap, en Siria. En el libro Majma-ul-Buldan publicado en 1207, leemos que la primera de ellas está situada en la ruta de las caravanas de Siria a Mosul y más allá y que está situada a una distancia de seis días de viaje de Mosul. Mosul era un importante centro de comercio. Edessa, conocida ahora por el nombre de Urfa, no está lejos de este lugar. De Urfa a Aleppo hay cuatro días de viaje y Aleppo está situada en lo que siempre ha sido la gran ruta del comercio entre el Océano Indico y el mar Mediterráneo. Ain-ul-Arus está situada a sólo unas cuantas horas de viaje de Aleppo. Así pues, Jesús fue a todos estos lugares para llegar a Aleppo y proseguir su viaje. En Ain-ul-Arus está la tumba de Sem, hijo de Noé, lugar en el que también han sido encontrados vestigios hititas. Así, Jesús visitó la tumba de Sem durante su viaje.

Desde que el pueblo de Nisibis quiso matar a Jesús, y dado que él no podía ir muy lejos en pocos días, viajó de incógnito bajo el nombre de Yuz Asaf, y los libros y tradiciones locales de las regiones que visitó o por las que pasó después de su marcha de Nisibis hablan de él llamándole Yuz Asaf. En la obra Farhang-i-Jahang y en el Anjuman-i-Arae Nasiri leemos que Asaf fue uno de los grandes países no árabes. En el Burhan-i-Qate Asaf es el nombre dado al hijo de Barkhia, que fue uno de los eruditos de Beni Israel.

En el Farhang-i-Anand Raj el nombre Yuz se explica como "procurador o líder". Ambas palabras son hebreas. Pero ninguna de las obras citadas explica realmente qué significa Yuz Asaf y no le hallamos explicación lógica a la luz de los significados aportados. En el libro Farhanf-i-Asafia se explica de la siguiente forma el significado de Asaf: En tiempos de Hazrat Isa (Jesús) cuando los leprosos fueron curados por él, éstos, habiendo sido admitidos entre la gente sana que estaba libre de enfermedades, fueron llamados Asaf.

Así, la palabra Asaf fue aplicada a los leprosos curados por Jesús. Por lo tanto, Yuz Asaf significa "el procurador o líder de los leprosos curados por Jesús". ¿Quién podía ser esa persona, sino Jesús mismo? El nombre Asaf, teniendo así un significado especial conocido en aquella época por las pocas personas que rodeaban a Jesús, sirvió para el propósito y le describía con mayor propiedad que cualquier otro nombre que hubiera podido adoptar. Faizi, el poeta de la corte de Akbar, cita a Jesús:

"Aiyki nam-i to: Yuz o Cristo" (O tú cuyo nombre es Yuz y Cristo).

Más tarde volvemos a encontrar a Jesús en el Irán. Allí se sabe de Yuz Asaf que vino de un país situado al Oeste y que predicó aquí y que mucha gente creyó en él. Los recuerdos que se tienen de Yuz Asaf en las tradiciones iraníes, son similares a los que se tienen de Jesús.

Rastros de Jesús se hallan también en el Afganistán: en Angazni, en el Oeste, y en Jalalabad, en el extremo Sudeste del Afganistán, existen dos explanadas que llevan el nombre de Yuz Asaf, ya que aquí había predicado. Uno de los emires del Afganistán nombró uncelador para esta parcela en Jalalabad, e igualmente donó una subvención para su mantenimiento.

Muy cerca ya de la actual frontera entre el Pakistán y Cachemira aunque todavía en el lado paquistaní, volvemos a encontrar datos sobre el paso de Jesús por la localidad de Taxila. Allí estaba Tomás esperando la boda de un hijo de Gad, hermano del rey Gondafras. Así está escrito en el acta Thomae:

.."Tomás, terminadas las ceremonias, abandonó su sitio. El novio apartó la cortina que le separaba de su novia. Vio a Tomás, según supuso, conversando con ella. Entonces le preguntó sorprendido ¿Cómo puedes estar aquí? ¿No te ví salir antes que a nadie? Y el Señor contestó: No soy Judas Tomás, sino su hermano".

Debo hacer un breve inciso aquí para aclarar que Juan llama también a Tomás por el nombre de Didimo, correspondencia griega del arameo Toma, que significa "mellizo", a causa del extraordinario parecido físico entre Tomás y Jesús (Juan, 20, 24).

Tomás acompaña a Jesús en su huída de Jerusalén hasta Cachemira. Así, aparece junto a María, madre de Jesús, en el momento en que se supone que debería haber tenido lugar la resurrección (Actos, 1, 13-14), aparece también junto al lago Tiberíades (Juan, 21, 1-2), aparece en Damasco y en Magdonia (Nisibis), y aparece ahora en Taxila, como acabamos de ver. A partir de aquí acompaña a Jesús a Cachemira, en donde se encontraba también en el momento de la muerte de éste. Luego retrocedería hasta Taxila para seguir hacia Kerala en el Sur de la India, siendo muerto y quemado en Milarope, Madras.

2006-10-24 11:30:49 · answer #4 · answered by betabel 2 · 0 0

¿qué tiene que ver una cosa con la otra...?

2006-10-24 11:16:56 · answer #5 · answered by Anonymous · 0 0

tienes razon hermano la letra mata, esto en respuesta a tu argumento mas que a la pregunta.

he aqui una reflexion

el hombre vio el el cielo el mar y la flor.. y conocio a Dios..

pero llegaron los teologos, que nunca ven el cielo el mar ni la flor..

y el hombre ya no conoce a Dios..


saludos :)

2006-10-24 11:04:14 · answer #6 · answered by Karlita B Colognesa 6 · 0 0

Nadie lo sabe con certeza, toda esa historia es solo una linda leyenda.

2006-10-24 11:03:44 · answer #7 · answered by La Flaca 3 · 0 0

Dios no murio solo se sacrificó por todos nosotros... según la muerte física de Jesús se instó cuando fue atravezado por la lanza... lamentable es creer que Dios castiga como los hombres, porque no es así.... Dios, nuestro amado padre tienen perdón para nosotros, tiene misericordia, amor, ternura y comprensión... Si de niña hubiese comido otra galleta si el permiso de Dios no creo que halla puesto mis manos sobre el fuego como castigo... creo que se hubiese sentado junto a mi y con ternura y comprensión me hubiese explicado, en palabras simples para un niño de 5 años, que es la obediencia...

2006-10-24 10:55:13 · answer #8 · answered by AmistonGirl 5 · 0 0

A la hora novena

2006-10-24 10:54:44 · answer #9 · answered by Eduardo M 5 · 0 0

Viernes, 3 de la tarde es la hora aceptada por la iglesia.

Los años de teologia me ayudan a entender a Dios, mas sin Fe nada sirve. Tienes razon,, pues no importa q tan "sabio" pueda ser alguien (como los fariseos....) pues lo q importa es tu encuentro con Dios.
Tambien tienes razon,, Dios no castiga.

Mas tampoco el conocimiento te "cierra" el encuentro con Dios.
Es importante saber y ponerlo en practica.
Sabemos si "sabemos",, pero yo no se quien pone en practica.
Y no me atreveria a juzgarlo.....

....tu si?

2006-10-24 10:53:00 · answer #10 · answered by ok 2 · 0 0

no entendi muy bien

pero estoy deacuerdo en lo ultimo dios no castiga

2006-10-24 10:51:38 · answer #11 · answered by Anonymous · 0 0

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