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Si había o no había "rito",¿ alguien me puede explicar en qué se basaban sus creencias?. Gracias.

2006-10-22 10:55:57 · 2 respuestas · pregunta de corelli 4 en Arte y humanidades Filosofía

2 respuestas

El orfismo (de Orfeo) es una corriente religiosa de la antigua Grecia, relacionada con Orfeo, maestro de los encantamientos.

El movimiento órfico supone un enfrentamiento a las tradiciones religiosas de la ciudad griega y, en definitiva, una nueva concepción del ser humano y su destino. Bajo el nombre del mítico Orfeo, cantor y trágico viajero del Más Allá, surgen una serie de textos que predican y atestiguan esa nueva religiosidad, una doctrina de salvación sobre el hombre, su alma, y su destino tras la muerte.

El orfismo se mueve exclusivamente en un plano religioso. Es una secta que pone en tela de juicio la religión oficial de la ciudad griega. En particular, a dos niveles: uno de pensamiento teológico, otro de prácticas y comportamientos. El orfismo es, fundamentalmente, una religión de textos, con las cosmogonías, teogonías e interpretaciones que estas no dejan de producir. En lo esencial, toda esta literatura parece elaborada contra la teología dominante de los griegos, es decir, la de Hesíodo y su Teogonía. Al ser el orfismo una literatura inseparable de un género de vida, la ruptura con el pensamiento oficial entraña diferencias no menos grandes en las prácticas y en los comportamientos. Aquel que opta por vivir a la manera órfica, el bíos orphikós, se presenta, en primer lugar, como un individuo y como un marginado, es un hombre errante, semejante a esos Orfeo-telestes que van de ciudad en ciudad, proponiendo a los particulares sus recetas de salvación, paseándose por el mundo como los demiurgos del pasado. Miembros de una secta al margen de la política, gente de libros y textos sagrados, y al mismo tiempo practicantes de sus ritos mistéricos y de un peculiar ascetismo (con preceptos estrictos como el no comer carne ni derramar sangre animal o vestir telas de lino), los órficos dejaron una larga huella en varios textos, pero también importantes ecos en muy diversos autores, especialmente en algunos filósofos.


Credo
El credo órfico propone una innovadora interpretación del ser humano, como compuesto de un cuerpo y un alma, un alma indestructible que sobrevive y recibe premios o castigos más allá de la muerte. Un precedente puede encontrarse en Homero, pero en él era el cuerpo el verdadero yo del hombre, mientras que para los órficos es el alma lo esencial, lo que el iniciado debe cuidar siempre y esforzarse en mantener pura para su salvación. El cuerpo es un mero vestido, un habitáculo temporal, una prisión o incluso una tumba para el alma, que en la muerte se desprende de esa envoltura terrena y va al más allá a recibir sus premios o sus castigos, que pueden incluir algunas reencarnaciones o metempsicosis en otros cuerpos (y no sólo humanos), hasta lograr su purificación definitiva y reintegrarse en el ámbito divino.

Para expresar su credo, los órficos recurren a una mitología de temas muy definidos: de un lado, a una teogonía (distinta a la hesiódica) y, de otro, a una teoría soteriológica, de larga influencia posterior sobre el destino del alma.

Especial relieve tiene un mito dionisíaco que, en la interpretación órfica, explica el carácter patético de la vida humana, en una condena en que el alma debe purgar un crimen titánico. Según este mito, los antiguos Titanes, bestiales y soberbios, mataron al pequeño Dioniso, hijo de Zeus y Perséfone, atrayendo al niño con brillantes juguetes a una trampa. Lo mataron, lo descuartizaron, lo cocieron y lo devoraron. Zeus los castigó fulminándolos con su rayo (sólo el corazón del dios quedó a salvo, y de él resucitó entero de nuevo el hijo de Zeus). De la mezcla de las cenizas de los abrasados Titanes y la tierra surgieron luego los seres humanos, que albergan en su interior un componente titánico y otro dionísiaco. Nacen, pues, cargados con algo de la antigua culpa, y deben purificarse en ella en esta vida, evitando derramar sangre de hombres y animales, de modo que, al final de la existencia, el alma, liberada del cuerpo, casi tumba y cárcel, pueda reintegrarse al mundo divino del que procede.

El proceso de purificación puede ser largo y realizarse en varias transmigraciones del alma o metempsicosis. De ahí el precepto de no derramar sangre humana ni animal, ya que también en formas animales puede latir un alma humana (e incluso la de un pariente). Al iniciarse en los misterios, el hombre adquiere una guía de salvación, y por eso en el Más Allá los iniciados cuentan con una contraseña que los identifica, y saben que deben presentarse ante los dioses de ultratumba con un saludo amistoso, como indican las laminillas órficas que se entierran con ellos. Las laminillas áureas apuntan instrucciones para realizar bien la katábasis y entrar en el Hades (no beber en la fuente del Olvido, sí en la de la Memoria, proclamar 'también yo soy un ser inmortal', etc.).

La teogonía órfica recoge ecos de teogonías orientales y concede un papel esencial a divinidades marginadas del repertorio hesiódico, como la Noche, el Tiempo, Fanes, y habla del Huevo Cósmico primordial, o del Reinado de Dioniso. Esta mitología está expuesta en textos de muy diversas épocas, y se compone de fragmentos muy distintos, empezando por breves restos de muy antiguos poemas y concluyendo con las glosas de época tardía donde se mezclan ecos filosóficos variados. Hubo una tradición de textos antiguos en verso y comentaristas en prosa, al margen de símbolos y contraseñas. Los órficos fueron muy aficionados a escritos y libros de nivel diverso, unos más de proselitismo popular y otros más refinados. Al final, confluyen con algunos textos de magia

2006-10-22 10:58:08 · answer #1 · answered by carlosgarcia956 7 · 3 0

Te adjunto un artículo sobre la "teología órfica" si te gusta en el link hay mas cosas.
Fue un poeta y un músico prodigioso, el cantor por antonomasia. Tocaba la lira y la cítara (de la que se le considera inventor o al menos el perfeccionador del instrumento, aumentando sus cuerdas de siete a nueve en honor a las nueve musas). Sus melodías tenían el poder de conmover a las rocas, los árboles inclinaban las ramas a su paso, conseguía amansar a las fieras y dulcificar el carácter de los hombres.

Algunas tradiciones lo presentan como el soberano de Tracia, donde gobernaba sobre los bistones, los odrisos y los macedonios, entre otros. Está normalmente considerado hijo del rey de los tracios, Eagro, aunque en ocasiones se le adjudica como padre al dios Apolo. Las tradiciones discrepan más respecto a su madre, pero generalmente es considerada una de las musas, pudo ser Calíope, Polimnia, Urania o quizás Menipe (una hija de Támiris).

Participó en la expedición de los Argonautas. Orfeo no remaba, se encargaba de marcar el ritmo de los remeros. Al ser el único iniciado en los misterios de Samotracia, era el encargado de pedir protección a los Cabiros (dioses menores protectores de los marineros), por lo que ejerció como sacerdote de los Argonautas. Durante una tempestad, sus cantos consiguieron tranquilizar a la tripulación e incluso calmar la furia de las olas.

En esta expedición, su mayor hazaña fue anular el embrujo que los cantos de las Sirenas producían en los marineros. Orfeo entonó tan dulces melodías que la tripulación no sintió deseos de acercarse a las Sirenas, evitando así estrellarse contra las rocas y ser devorados por las Sirenas. Algunas leyendas cuentan que tras este episodio las Sirenas se suicidaron.

Pero el mito que realmente ha dado notoriedad a este personaje ha sido su descenso a los infiernos en busca de Eurídice, esposa de Orfeo. Cierto día, mientras la dríade Eurídice se paseaba con sus compañeras por un prado de Tracia, fue sorprendida en tan gozosa ocupación por Aristeo, un hijo de Apolo. Embelesado por la belleza de la ninfa, sé abalanzó sobre ella con aviesas intenciones. Para evitar la violación, Eurídice emprendio una veloz carrera. Por desgracia, durante la persecución, la joven pisó con su pie descalzo una serpiente y murió. Cuando Orfeo descubrió su muerte, el dolor que sintió fue tan hondo que decidió adentrase en los infiernos para rescatarla de las fauces de la muerte.

Gracias al hechizo que sus melodías producían, Orfeo pudo adentrase en el Tártaro. Primero embelesó con su música al barquero Caronte, que consintió en llevarle a través de los pantanos del Aqueronte. Después sus cantos embrujaron a Cérbero, el perro que cuida la entrada del Hades. Su música tuvo el poder de detener los suplicios de los condenados, la rueda de Ixión dejó de girar, la piedra de Sísifo quedó en equilibrio, Tántalo olvidó momentáneamente su eterna hambre y sed, las Danaides dejaron de llenar su tonel sin fondo. Tampoco los tres jueces infernales, Minos, Éaco y Radamantis quedaron indiferentes ante su música. Impresionados los dioses del Tártaro, Hades y Perséfone, ante tales pruebas de amor y habilidad, consintieron en devolverle a su amada. Solo pusieron una condición, que Orfeo saliese con Eurídice de los Infiernos sin volver la vista atrás, para comprobar que su esposa le seguía, hasta que llegase a la luz del sol. Orfeo aceptó y comenzó a caminar hacia la salida, con el sonido de su lira guiaba a la ninfa a través de la oscuridad. Cuando ya estaba cerca de la luz, le asaltó el temor de haber sido burlado por los dioses infernales, e incapaz de resistirse volvio la cara. En el momento en que sus ojos se posaron sobre su mujer, Eurídice desapareció para siempre y Orfeo se vio obligado a regresar al mundo de los vivos sin ella.
La leyenda de Orfeo dio lugar a una forma de pensamiento que fue llamado teología órfica. Se suponía que Orfeo en su regreso al mundo de los vivos, había desvelado la manera de llegar a la tierra de los Bienaventurados, evadiendo los obstáculos con los que se encuentran las almas tras la muerte. Existe una amplia literatura atribuida a Orfeo en la que desvelaría estos secretos. Este pensamiento tuvo numerosos seguidores. El orfismo llegó a ser un modo de vivir, caracterizado por ritos de purificación, utilización de pócimas mágicas y múltiples prohibiciones.

La teología órfica ofrece una explicación de los orígenes de la vida, de los orígenes del hombre y de su destino. El pensamiento griego estuvo muy influenciado por esta teoría, pues respondía a unas necesidades espirituales que religiones tradicionales no satisfacían.

2006-10-22 18:05:12 · answer #2 · answered by Videofan 7 · 0 0

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