Una bomba atómica es una bomba que obtiene su energía de reacciones nucleares. Arma tristemente célebre por haber marcado el final de la Segunda Guerra Mundial, al haber sido utilizada contra Japón, en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. Además de la destrucción y pérdida masiva de vidas humanas, determinó la aparición de numerosos casos de cáncer y secuelas genéticas durante las siguientes décadas, en los territorios colindantes, afectados por la radiactividad.
Su funcionamiento se basa en provocar una reacción nuclear en cadena no controlada. Al explosionar produce una característica nube en forma de hongo. Se encuentra entre las denominadas armas de destrucción masiva.
Según el diseño y los materiales con las que se montan, las Bombas atómicas pueden ser de varios tipos, siendo los más conocidos:
Bombas de fisión nuclear::
Las bombas de fisión basan su funcionamiento en la escisión de un núcleo pesado en elementos más ligeros mediante el bombardeo de neutrones que, al impactar en dicho material, provocan una reacción nuclear en cadena. Para que esto suceda hace falta usar núcleos fisibles o físiles como el uranio-235 o el plutonio-239. Según el mecanismo y el material usado se conocen dos métodos distintos para generar una explosión nuclear. Son:
Bomba de uranio:
En este caso, a una masa de uranio llamada subcrítica se le añade una cantidad del mismo elemento químico para conseguir una masa crítica que comienza a fisionar por sí misma. Al mismo tiempo se le añaden otros elementos que potencian (le dan más fuerza) la creación de neutrones libres que aceleran la reacción en cadena, provocando la destrucción de un area determinada por una onda de destrucción masiva desencadenada por la liberación de neutrones. Éstos, a su vez, se encargan de provocar una reacción bioquímica que es fatal para el ser humano. La bomba lanzada sobre Hiroshima en la segunda guerra mundial (Little Boy) era de uranio.
Bomba de plutonio:
Bomba nuclear de plutonio "Fat Man" similar a la utilizada en la II Guerra Mundial.Para el arma de plutonio, de diseño más complicado, se rodea la masa fisionable de explosivos convencionales especialmente diseñados para comprimir el plutonio, de forma que una bola de plutonio del tamaño de una pelota de tenis se convierte casi al instante en el equivalente a una canica, aumentando increíblemente la densidad del material que entra instantáneamente en una reacción en cadena de fisión nuclear descontrolada, provocando la explosión y la destrucción total dentro de un perímetro limitado. La bomba lanzada en la Segunda Guerra Mundial sobre Nagasaki (Fat Man) era de plutonio
Bombas de fusión nuclear .
En cambio, las bombas de fusión consisten en la fusión de núcleos ligeros (isótopos del hidrógeno) en núcleos más pesados.
La bomba de hidrógeno:
bomba nuclear de fusión o bomba termonuclear se basa en la obtención de la energía desprendida al fusionarse dos núcleos atómicos, en lugar de la fisión de los mismos.
La energía se desprende al fusionarse los núcleos de deuterio (H²1) y de tritio (H³1), dos isótopos del hidrógeno, para dar un núcleo de helio. La reacción en cadena se propaga por los neutrones de alta energía desprendidos en la reacción.
Para iniciar este tipo de reacción en cadena es necesario un gran aporte de energía, por lo que todas las bombas de fusión contienen un elemento llamado iniciador o primario, que no es sino una bomba de fisión. A los elementos que componen la parte fusionable (deuterio, tritio, etc) se le conoce como secundario.
La primera bomba de este tipo se hizo estallar en Eniwetok (atolón de las Islas Marshall) el 1 de marzo de 1954 con marcados efectos en el ecosistema de la región. La temperatura alcanzada en el "Punto Cero" (lugar de la explosión) fue de más de 15 millones de grados, tan caliente como el núcleo del Sol, por unos cuantos segundos. Literalmente vaporizó la isla.
Bombas de Fisión-fusión-fisión.:
Otro tipo de arma nuclear son la bombas de «fisión-fusión-fisión», que se basan en el principio de que la reacción de fusión puede incrementar al mismo tiempo la fisión de otros átomos pesados recubriendo el dispositivo nuclear con éstos. El nombre de fisíon-fusión-fisión describe los pasos que sigue la bomba para estallar. Primero, como en toda bomba-H existe una reacción cebadora de fisión que induce la fusión del hidrógeno. La novedad está en que una vez iniciada la reacción de fusión, ésta provoca la fisión de una tercera capa de material que de otra manera sería imposible fisionar, por ejemplo uranio-238 u otros átomos menos pesados.
El aluvión de neutrones generado por la explosión termonuclear impacta de lleno en la cubierta físil provocando la fisión de ésta con un rendimiento superior al de una reacción de fisión normal. Ésta es una manera relativamente barata de incrementar el rendimiento de los dispositivos termonucleares pero que también tiene nefastas consecuencias. Con la fisión de la capa externa se producen una gran cantidad de átomos pesados radiactivos extendidos por una vasta área tras la explosión. Así, la radiactividad de estas bombas es la mayor de todas y reciben el nombre de bombas nucleares "sucias". No se han de confundir con las bombas convencionales "sucias" descritas más abajo y que poco tienen que ver con las armas nucleares.
A través del diseño de las armas nucleares también es posible dirigir la potencia del arma para hacerla más efectiva en función de los objetivos de la misma; de este modo, existen armas diseñadas con el objeto de provocar una devastación menos extendida pero más intensa en el área de la explosión, o todo lo contrario, con el fin de extender al máximo las consecuencias perniciosas de la explosión.
Bombas de neutrones:.
La bomba de neutrones, también llamada bomba N, bomba de radiación directa incrementada o bomba de radiación forzada es un arma nuclear derivada de la bomba H que los Estados Unidos comenzaron a desplegar a finales de los años 70. En las bombas H normalmente el 50% de la energía liberada se obtiene por fisión nuclear y el otro 50% por fusión. En la bomba de neutrones se consigue hacer bajar el porcentaje de energía obtenida por fusión a menos del 50%, e incluso se ha llegado a hacerlo de cerca del 5%.
En consecuencia se obtiene una bomba que para una determinada magnitud de onda expansiva y pulso térmico produce una proporción de radiaciones ionizantes (radiactividad) hasta 7 veces mayor que las de una bomba H, fundamentalmente rayos X y gamma de alta penetración. En segundo lugar, buena parte de esta radiactividad es de mucha menor duración (menos de 48 horas) de la que sería de esperar de una bomba de fisión.
Las consecuencias prácticas son que al detonar una bomba N se produce poca destrucción de estructuras y edificios, pero mucha afectación y muerte de los seres vivos (tanto personas como animales), incluso aunque estos se encuentren dentro de vehículos o instalaciones blindadas o acorazadas. Por esto se ha incluido a estas bombas en la categoría de armas tácticas, pues permite la continuación de operaciones militares en el área por parte de unidades dotadas de protección ABQ.
Bombas «sucias»:
Recientemente, desde diversos Estados se ha alertado del posible uso de materiales radiactivos de desecho para contaminar zonas pobladas mediante la ayuda de explosivos convencionales. Muchas veces se las confunde con bombas nucleares cuando en realidad no tienen nada que ver unas con otras. Son las «bombas sucias», consistentes en la expansión mediante un explosivo convencional de material radiactivo sobre una área de terreno con el fin de provocar daños a la salud de las personas e impedir la habitabilidad de un territorio. Se teme que haya grupos terroristas dispuestos a usar este tipo de armas, más asequibles que las verdaderas armas nucleares por su diseño mucho más sencillo, aunque con un elevado daño potencial para las víctimas que la sufran. Este tipo de artefacto no se puede calificar, sin embargo, como bomba nuclear ya que no hace uso de reacción nuclear alguna. Lo único que tienen en común las bombas sucias y las nucleares es el uso de elementos radiactivos en su dispositivo.
Padre de la bomba atómica:
Brillante físico y talentoso líder de otros científicos, J Robert Oppenheimer contribuyó a la victoria de EUA en la Segunda Guerra Mundial. Pero su vida privada le produjo acusaciones de traición y un fin prematuro a su servicio en el gobierno.
J. Robert Oppenheimer dirigió con energía el proyecto para construir la primera bomba atómica. Después de Hiroshima, su actitud frente a estas armas fue de extremo excepticismo.
Luego de una racha matinal de sirenas antiaéreas, sonó la señal de que no había peligro. El Sol iluminó la hora pico de la bulliciosa Hiroshima, resaltando el esbelto follaje de los famosos sauces de la ciudad. En este día de agosto de 1945, los hombres de negocios que corrían a sus trabajos, los niños en camino a la escuela y las amas de casa sabían, después de muchos bombardeos, que dos o tres bombarderos B29 de EUA no eran peligrosos: si se tratara verdaderamente de un ataque serio, el cielo estaría lleno de aviones. Un sobreviviente recordaría que, de pronto, "Un brillo cegador cortó el cielo... la piel de mi cuerpo sintió un calor quemante... silencio mortal... luego un gran '!bum!', como el estallido de un trueno distante." A las 8:14, hora local, el bombardero Enola Gay soltó su única carga, el "Little Boy" y se alejó rápidamente. Minutos después la bomba atómica estalló, produciendo un intenso brillo que encendió el cielo y provocó fuertes vientos. De una bola de fuego de 400 m de diámetro surgió una nube en forma de hongo que se elevó 20 km. El intensísimo calor, de quizá 3.000C°, convirtió instantáneamente en carbón a miles de seres humanos. Miles más les sobrevivieron unos pocos segundos, para ser golpeados por escombros o sepultados por edificios caídós. Empavorecidos, muchos se tiraron a ríos que habían hervido. En la horrenda vorágine murieron 200.000 almas, la mitad de la población diurna de la ciudad. Desaparecieron aproximadamente unos 60.000 edificios, fuegos dispersos
se convirtieron en incendios mayores y la contaminación radiactiva inició brutalmente su inhumana y silenciosa labor de provocar una muerte lenta y dilatada. En ese 6 de agosto de 1945, el azorado mundo supo que el hombre había domeñado la energía encerrada en el átomo para crear un arma increíblemente destructiva. Hasta esa fatídica explosión, sólo unos cuantos militares de alto rango y líderes políticos sabían la verdadera historia: durante afios, un equipo de científicos y técnicos trabajaron frenéticamente para construir en secreto esta "arma del día del juicio final". Lo consiguieron, debido en gran parte a la inteligencia e inspiración del distinguido físico teórico J. Robert Oppenheimer, que en aquel entonces contaba con apenas 41 afios de edad.
EI prodigio:
Nacido en Nueva York de padres pudientes de origen judeoalemán, Oppenheimer se crió en el seno de una familia que respetaba el arte, la música y la curiosidad intelectual. Ingresó a la Universidad de Harvard en 1922 y obtuvo su licenciatura en química, con honores, en tan sólo tres años. En los siguientes años, el precoz joven viajó por Europa, donde trabajó con varios físicos en la vanguardia de la investlgaclon de los fenómenos atómicos, a la luz de las nuevas teorías. A sólo un año de egresar, Oppenheimer publicó un documento científico que mostraba su total comprensión de los nuevos métodos. Poco después desarrolló, junto con el afamado Max Born, una parte esencial de la teoría cuántica conocida como el método Born-Oppenheimer. Su notable disertación doctoral le ganó fama internacional en 1927.
A principios de la década de 1944, el centro de investigacíones nucleares en Los Alamos era secreto máximo. Ni siquiera los habitantes de Nuevo Méxíco sabían de sus trabaios, hasta que se enteraron de la bomba que cayó sobre Japón en agosto de 1945.
Física, romance e izquierdismo :
En 1929, la naciente autoridad científica aceptó puestos en dos de las muchas universidades que lo solicitaron: durante la primavera enseñó en el bullicioso Instituto Tecnológico de California, en Pasadena, y en otoño e invierno en el campus de Berkeley de la Universidad de California, donde fue el primer profesor en impartir la novedosa mecánica cuántica. De hechó, el erudito científico tuvo que ajustar necesaria y gradualmente el nivel de su cátedra a las capacidades de sus azorados alumnos. En 1936 se enamoró de Tean Tatlock, jovencita difícil y voluble cuyo apasionado idealismo halló salida en el Partido Cornunista. Su tormentoso romance coincidió con la inestabilidad del mundo, de la depresión en Estados Unidos a los desconcertantes actos de dictadores como Hitler, Mussolini y Franco en Europa occidental. Como muchos otros pensadores de su época, Oppenheimer investigó las ideas de izquierda como una posible solución, aunque no se unió al Partido Comunista, como lo hicieron su hermano menor, su cuñada y muchos de sus amigos. Su interés en la política, al igual que su capacidad para leer el sánscrito, fueron el resultado natural de su continua investigación en diferentes áreas del conocimiento. Él mismo admitió que le preocupaba profundamente el antisemitismo en la Alemania y España fascistas y donó hasta 1 000 dólares al año de su ingreso anual de 15 000 dólares para causas asociadas con grupos comunistas. Cuando terminó su relación con Jean Tatlock, luego de conocer a Kitty Harrison, la mujer que sería su esposa en 1940, también se alejó del círculo de amigos izquierdistas que aquélla frecuentaba.
La amenaza nazi :
Estados Unidos supo en 1939 que la Alemania de Hitler, preparándose para una guerra total, había descubierto la fisión nuclear. Oppenheimer y otros expertos supusieron que los experimentadores alemanes tratarían de producir una reacción en cadena controlada que haría posible una bomba infinitamente más destructiva que cualquier otro explosivo convencional. Los científicos alertaron al presidente Roosevelt con una famosa carta, luego de conseguir el apoyo del renombrado genio científico Albert Einstein, quien era exiliado del régimen nazi. En el mayor de los secretos, el presidente autorizó el financiamiento de un proyecto destinado a construir armas nuevas. Irónicamente, muchos connotados científicos, forzados a huir de sus hogares en Alemania, Italia y Hungría, se unieron a los investigadores de EUA para trabajar en laboratorios en todo el país. Algunos grupos investigaron la posibilidad de construir un reactor nuclear, mientras otros se ocuparon de separar los isótopos de uranio necesarios para una reacción en cadena. A principios de 1942 se pidió a Oppenheimer, entonces fascinado con los problemas teóricos, que coordinara los esfuerzos dispersos.
"Lunaticos costosos":
El programa del ejército de EUA para inventar un arma nuclear recibió máxima prioridad. Su nombre en clave fue Proyecto Manhattan y lo dirigió el coronel Leslie Groves, de 46 años, áspero y robusto. Groves -quien apodó "costosa colección de lunáticos" a los científicos que investigaban la energía atómica- reconoció que Oppenheimer tenía el potencial para dirigir a sus divididos colegas en una situación de grandes presiones. El físico sugirió que todos los investigadores fueran reunidos en un solo laboratorio en la pequeña aldea de Los Álamos, en Nuevo México, una región que conocía bien, pues era dueño de un rancho cercano. En marzo de 1943, un internado para varones fue transformado en una vigilada instalación secreta, con Oppenheimer como director científico. Insistiendo en que toda información fuera intercambiada libremente entre los científicos, cuyos viajes al exterior estaban severamente restringidos, Oppenheimer estimuló una atmósfera de confianza y respeto que produjo enormes progresos. Con meticulosidad, se mantuvo al frente del complejo proyecto, aunque su vida privada se resintió enormemente. Su esposa, que adiaba las restricciones, comenzó a beber y a maltratar a sus dos pequeños hijos. Pero la abigarrada mezcla de científicos -entre los que había una docena de ganadores o postulantes al premio Nobel, y cuyos egos eran grandes- consideraba a Oppenheimer un lider de gran devoción y diplomacia. La mayoria le daría casi todo el crédito por el éxito del proyecto. El 30 de diciembre de 1944, Groves, promovido a general, predijo que los dos mil millones de dólares invertidos en el proyecto darían por resultado una bomba terminada el 10 de agosto del año siguiente. Pero cuando Alemania se rindió en mayo de 1945, muchos de los investigadores de Los Álamos consideraron innecesario el uso del arma. ¿Acaso no era inminente la rendición de Japón? ¿Debía ser EUA el primer país en usar tan terrible arma? Harry S. Truman, sucesor a la presidencia cuando murió Roosevelt, nombró a un comité que incluyó a Oppenheimer para examinar las posibles consecuencias de una detonación nuclear. Los expertos decidieron recomendar, con la anuencia de Oppenheimer, que la primera bomba atómica fuera arrojada casi como cualquier experimento, sin advertencia previa, sobre un blanco militar iaponés.
Cuando Oppenheimer y el general Groves visitaron el lugar donde estalló la primera prueba nuclear, vieron que el sostén de la bomba, una columna de acero que pesaba toneladas, virtualmente se esfumó.
Claro que estas preocupaciones serían vanas si la bomba no funcionaba. La muy esperada prueba de la primera arma atómica del mundo tuvo lugar el 16 de julio de 1945, a unos 90 km de la base de la fuerza aérea en Alamogordo, Nuevo México
El artefacto de prueba, Ilamado "Fat Man" ("Gordo") por su forma bulbosa, se instaló en el desierto sobre una torre de acero. A las 5:30 un control remoto detonó la bomba. Con un rugido, una bola de fuego verde violáceo y anaranjado se elevó sobre un área de 1.5 km de ancho. La reacción en cadena hizo temblar la tierra y la torre de acero se esfumó. Una columna de humo se elevó hacia los cielos, ensanchándose hasta formar un hongo a 11 km del suelo. La primera explosión nuclear hecha por el hombre pasmó, y luego alegró, a los observadores militares y científicos que la presenciaron. Algunos felicitaron a gritos al director, pero Oppenheimer recordó el Bhagavad Gita, poema épico de la India: "Me volví Muerte, el destructor de mundos." Por el resto de su vida, su satisfacción por el logro científico fue moderada debido a un justificado y profundo sentido de responsabilidad por las consecuencias.
Alacranes en la botella :
Tres días después de que "Little Boy" cayó en Hiroshima, una réplica del "Fat Man" fue arrojada sobre Nagasaki. Japón se rindió incondicionalmente el 15 de agosto, completamente desalentado por esta nueva arma. La invención de la bomba atómica fue vista como el clímax de la victoria de EUA sobre sus enemigos de la Segunda Guerra Mundial, tal vez salvando la vida de un millón de soldados que pudieron haber muerto de haber invadido a Japón. Pero también los escépticos se hicieron oir y el mismo Oppenheimer, dos meses después de Hiroshima, predijo: "La humanidad maldecirá los nombres de Los Alamos e Hiroshima." Sin embargo, al año siguiente aceptó el cargo de presidente del consejo científico de la Comisión de Energía Atómica (CEA), convirtiéndose así en el asesor más influyente del gobierno y el ejército acerca de los primeros y conflictivos asuntos de energía nuclear. Occidente y la Rusia de Stalin se enfrascaron en un estancamiento político Ilamado Guerra Fría e iniciaron una nueva carrera armamentista. El 29 de agosto de 1949, antes de lo predicho, la URSS detonó su primera bomba nuclear. Aunque muchos cientificos involucrados en el Proyecto Manhattan no apoyaban la creación de nuevas armas, los excolaboradores de Oppenheimer, Edward Teller y Ernest Lawrence, opinaron que la seguridad nacional de EUA requería el rápido desarrollo de la todavia más letal y destructora bomba de hidrógeno, Oppenheimer estaba asqueado. A su parecer, las dos potencias nucleares se enfrentaban como "dos alacranes en una botella, cada uno capaz de matar al otro, pero a costa de su propia vida". De proliferar las nuevas bombas, las guerras ya no tendrían ganadores o perdedores, sino sólo víctimas. El Ilamado padre de la bomba atómica anunció públicamente que se oponía al desarrollo de la superbomba. Siempre incómodo con Oppenheimer y tal vez envidiando sus logros, Teller hizo una campaña para dirigir el nuevo proyecto, insinuando que Oppenheimer no necesariamente debía participar en él. Dijo a investigadores del FBI que la influencia de su rival evitó que se trabajara sobre la bomba de hidrógeno y reveló que, de joven, Oppenheimer sufría de profundas depresiones. Cuando el presidente Truman aceptó en 1950 que se desarrollara la superbomba, Teller quedó satisfecho con su victoria personal. Pero también había otros, como pronto quedaría claro, que esperaban la oportunidad de atacar a Oppenheimer.
Sólo cuatro años antes de morir de cáncer de pulmón, Oppenheimer fue reivindicado de su desgracia: el 22 de noviembre de 1963, el mismo día en que fue asesinado, el presidente John F. Kennedy anunció que otorgaría el premio Fermi a Oppenheimer; finalmente le fue entregado por el sucesor de Kennedy, Lyndon B. lohnson.
Histeria y desgracia:
¿Acaso la URSS pudo descubrir cómo construir una bomba atómica sin espiar los trabajos de EUA? ¿Hubo una traición en Los Álamos? En 1954, J. Edgar Hoover, director del FBI, redactó un informe para la Casa Blanca apoyando la acusación de que Oppenheimer era un "agente de espionaje" . El presidente Eisenhower acordó restringir el acceso del científico a información secreta mientras la CEA discutía la acusación. Las audiencias de la CEA, hechas en secreto para evitar un escándalo, duraron tres semanas, Ilamaron a 40 testigos y resultaron en 3 000 pág nas de testimonios y evidencias. Aunque Oppenheimer cooperó totalmente, siendo sujeto a hostiles y agotadores interrogatorios durante tres días, no se permitió a sus abogados examinar documentos relevantes o testimonios de su cliente, por razones de seguridad. Desde el podio de los testigos, los físicos nucleares más respetados y otros pilares de las instituciones, incluyendo al general retirado Groves, atestiguaron de la absoluta lealtad de Oppenheimer. La notable excepción fue Teller, quien afirmó que "sería más prudente no otorgar la rehabilitación [de seguridad]". El 29 de junio el comité de seguridad de la CEA votó en contra de rehabilitar a Oppenheimer, aunque sin hallarlo culpable de entregar secretos a naciones extranjeras. Sus amistades de la década de 1930, su amorío con Jean Tatlock y su oposición a la superbomba pesaron en contra suya.
Primer paso a la era atómica:
Trabajando tranquilamente en 1938 en su laboratorio de Berlín mientras el mundo estaba a punto de entrar en guerra, el químico Otto Hahn y su alumno Fritz Strassman descubrieron accidentalmente lo que llevaría al último acto de destrucción del conflicto. Al bombardear muestras de uranio con neutrones, hallaron átomos de otro metal, bario, dentro del uranio. Según lo conocido hasta entonces, Hahn supuso que el "bario" era una forma del radio, pero finalmente aceptó la evidencia que tenía ante él. El bombardeo del uranio había producido bario, de alguna manera desconocido hasta la realización de ese experimento. Mientras tanto, una colega de Hahn en el Instituto Kaiser Guillermo, Lise Meitner, que nunca ocultó su origen judío, se vio forzada a huir de Alemania cuando los nazis reforzaron sus leyes raciales. Al establecerse en el Instituto Nobel de Estocolmo, Suecia, recordó el extraño hallazgo de Hahn y le pidió a un pariente iniciar una investigación de los resultados de aquel experimento. Al discutir los datos con su sobrino O.R. Frisch, Meitner sospechó que Hahn había dividido el átomo de uranio, que tiene más del doble de la masa del átomo de bario. Ella y Frisch supusieron que el bombardeo de neutrones "partió" el átomo de uranio, liberando así grandes cantidades de energía. De este modo se descubrió la "fisión nuclea", una reacción en cadena que hace posible las armas atómicas y los usos pacíficos del átomo. En una fracción de segundo, cuando la reacción se desencadena, se dividen todos los núcleos atómicos de cualquier cantidad du uranio. Un kilo de uranio daría suficiente energía para la fuerza de una bomba atómica o para el combustible de una planta que produciría energía nuclear casi ilimitada.
En esta sencilla mesa de trabajo, Hahn y Strassman consiguieron dividir un átomo de uranio, aunque inicialmente no sabían lo que habían hecho.
Tiempos de miedo :
Aunque Oppenheimer nunca fue llamado ante la presencia del notorio senador Joseph McCarthy, el trato recibido por parte del FBI, la Casa Blanca y la Central de Energía Atómica (CEA) indudablemente se debió, al menos en parte, a que el politico de Wisconsin viera al fisico como un blanco tentador. El Ilamado "McCarthismo", que aterró o destruyó las vidas y carreras de estadunidenses inocentes, se inició en 1950. A pocos días de que el presidente Eisenhower anunciara que la Unión Soviética tenia capacidad nuclear, el senador anunció: "Tengo en la mano una lista de 205 personas de quienes el secretario de Estado sabia que eran miembros del Partido Comunista y que sin embargo allí trabajan en el Departamento de Estado, dando forma a su politica." En 1953, McCarthy se hizo director del Subcomité de Investigaciones del Senado, cuyo personal sintió revuelo por un articulo anónimo de la revista Fortune, que afirmaba que Oppenheimer trató de desacreditar al Comando Aéreo Estratégico y que una vez escribió "una sugerencia velada de que la doctrina de la Fuerza Aerea estaba basada en el sacrificio de civiles" Pero antes de que McCarthy actuara, consultó con el director del FBI, J. Edgar Hoover, quien le advirtió: "Éste no es un caso que deba tratarse prematuramente con el solo propósito de obtener titulares de prensa." El senador prometió cooperación y dio marcha atrás, pero Hoover y Lewis Strauss, director de la CEA, sabían que el politico, ansioso de publicidad, no podia ser acallado por siempre. Strauss tenía documentos secretos sustraidos a Oppenheimer, un acto considerado por algunos como el primer paso de una campaña subrepticia que desembocó en la audiencia de Oppenheimer en la CEA, en 1954
2006-10-20 17:55:59
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answer #4
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answered by Anonymous
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