Les propongo que cada uno mencione alguno de los juegos que los hacía tan felices. Porqué no los revivimos juntos y por un ratito volvemos a ser niños, traer un poco de alegría al alma y al corazón de cada uno de nosotros.
Recuerdo la rayuela cuando jugaba con mis compañeras de colegio, la payana que con el grupo del barrio sentados hacíamos una ronda e intentábamos tirar unas piedras redondas e ir levantándolas de a una, luego dos y tres , el famoso elástico había que saltarlo, era un juego de niñas, el matador un deporte que jugábamos mucho en la escuela y consistía en dos bandos tratando de tirarnos la pelota y pegar al participante contrario para ir eliminando participantes, el los famosos juegos de mesa como el ludo, las damas, las cartas y la lotería donde se me viene a la memoria una mesa familiar repleta de primos y tíos.
2006-10-19
13:23:01
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30 respuestas
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pregunta de
Only a Woman
4
en
Familia, Amor y relaciones
➔ Familia
Gracias a todos por dejarme compartir el baúl (simbólicamente) de su niñez.
Sinceramente es muy agradable compartir un pedacito de nuestra infancia, donde no se necesitaban juegos electrónicos ni mucho menos computadoras, solo eran juegos de niños donde los elementos que usábamos no tenían porque ser los mas modernos y novedosos, eran los más simples y en definitiva eran los que nos hacían felices.
Un gran cariño para todos!
2006-10-26
14:25:30 ·
update #1
Hola soy de Bs As Arg. Me acuerdo de tantos, ahi van
* la escondida en los cumpleaños,nos escondiamos en toda la manzana,habia que correr bastante
* Jugabamos al semaforo y la botellita,para los que no saben: en el semaforo un chico/a decia un color(rojo/amarillo/verde) y a otro le decia hacer una pregunta dificil, media, suave,, y casi todas eran para deschavar a las parejitas, teniamos 9 a 12 años
Y la botellita era una ronda intercalada de niños/as , una botella en el medio y uno la hacia girar, apuntaba una pareja y estos debian darse un beso en la boca Y NOS PENSABAMOS QUE ERAMOS ZAFADOS,
* a la mancha, al poliladron,
*En mi casa tenia una casita en el arbol y otra chiquita de material, alli jugabamos un monton
*andra en bici a lo loco, una vez con mi primo por poco nos quedamos encerrados en un cementerio,no sabiamos que cerraba, tenia 8 años(ahora si mi hijo lo hace lo mato)
En fin yo adoro la niñez que tuve es uno de los tesoros mas preciados que tengo, me encanto la pregunta. bye
2006-10-19 17:29:35
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answer #1
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answered by Anonymous
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A MI ME GUSTABA MUCHO EL JUEGO DE SER AMA DE CASA, PREPARAR LAS COMIDAS CON TIERRA Y DESPUES LANZARNOS LAS AREPAS EN LAS CARAS.
2006-10-19 20:37:01
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answer #2
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answered by titaqui 3
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yo creo casi todas las chavas sacariamos las barbies con su ropa y todos los accesorios, si que era divertido
2006-10-19 20:26:12
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answer #3
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answered by MIMI 4
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las canicas
saludos
2006-10-19 20:24:46
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answer #4
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answered by TEXANO 3
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los soldaditos de plomo y el camión arenero
2006-10-26 17:19:37
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answer #5
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answered by El chivo 1
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uy........
al eslastico, a la cuerda, a los colores, a los pollitos
a la waracha, ala ronda !
a la escondida, a muchos!
recuerdo cuando una vez tabamos jugando a la escondida y taba como de noche y me escondi en una ligustrinas y yo escondiendome.. me cai en un pasto que estaba lleno de espinas y depue sali llorando ajajajaj
que risa :P
2006-10-26 16:09:23
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answer #6
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answered by Turroncita 3
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Mis soldados de plastico. Les armaba trincheras con bolsas de juguitos llenas de arena y les tiraba con los dardos, era medio destructivo.
2006-10-26 14:30:34
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answer #7
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answered by guillermo l 3
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sacaría del baúl de los recuerdos el tiki-taca, el pata pata, el elástico la soga para saltar
2006-10-26 08:36:13
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answer #8
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answered by tana 4
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Tu pregunta me ha dejado, nostalgiosa...
Encontré esta reflexión y la quiero compartir...
Antes que ellos crezcan...
Hay un período, cuando los padres quedan huérfanos de sus hijos...
Es que los niños crecen independientes de nosotros, como arboles murmurantes y pajaros imprudentes...
Crecen sin pedir permiso a la vida...
Crecen con una estridencia alegre y, a veces, con alardeada arrogancia...
Pero no crecen todos los días, de igual manera, crecen de repente...
Un día se sientan cerca de tí en la terraza y te dicen una frase con tal naturalidad, que sientes que ya no puedes ponerle pañales...
¿Dónde quedaron la placita de jugar en la arena?, ¿las fiestitas de cumpleaños con payasos y los juguetes preferidos?...
El niño crece en un ritual de obediencia orgánica y desobediencia civil...
Ahora estás allí... en la puerta de la discoteca, esperando que él
o ella no solo crezca, sino aparezca...
Allí están muchos padres al volante, esperando que salgan zumbando sobre patines y cabellos largos y sueltos...
Allá están nuestros hijos, entre hamburguesas y gaseosas en las esquinas...
Con el uniforme de su generación, e incómodas mochilas de moda en los hombros...
Allí estamos, con los cabellos casi emblanquecidos...
Esos son los hijos que conseguimos generar y amar a pesar de los golpes, de los vientos, de las cosechas, de las noticias...
Observando y aprendiendo, con nuestros errores y aciertos...
Principalmente con los errores... que esperamos que no repitan...
Ya no los buscaremos más de las puertas de las
discotecas y de las fiestas...
Pasó el tiempo del piano, el ballet, el inglés, la natacion y el karate...
Salieron del asiento de atrás y pasaron al volante de sus propias vidas...
Deberíamos haber ido más, junto a su cama al anochecer, para oir su alma respirando conversaciones y confidencias entre las sábanas de la infancia...
Y los adolescentes... cubrecamas, de aquellas piezas llenas de calcomanías, posters, agendas coloridas y discos ensordecedores...
No los llevamos suficientemente al cine, a los juegos; no les dimos suficientes hamburguesas y bebidas; no les compramos todos los helados y ropas que nos hubiera gustado comprarles...
Ellos crecieron, sin que agotasemos con ellos todo nuestro afecto...
Al principio fueron al campo o fueron a la playa entre discusiones, galletitas, congestionamiento, navidades, pascuas, piscinas y amigos...
Sí... había peleas dentro del auto; la pelea por la ventanilla, los pedidos de chicles y reclamos sin fin...
Después... llegó el tiempo en que viajar con los padres, comenzó a ser un esfuerzo, un sufrimiento, pues... era imposible dejar el grupo de amigos y primeros amoríos...
Los padres, quedaban exiliados de los hijos...
"Tenían la soledad que siempre desearon", pero de repente... morían de nostalgia de aquellas "pestes"...
Llega el momento en que solo nos resta, quedar mirando desde lejos y rezando mucho (en ese tiempo, si nos habiamos olvidado, recordamos cómo rezar), para que escojan bien en la búsqueda de la felicidad, y que la conquisten del modo más completo posible...
El secreto, es esperar... en cualquier momento nos pueden dar nietos...
El nieto, es la hora del cariño ocioso y picardía no ejercida en los
propios hijos, y que no puede morir con nosotros...
Por eso, los abuelos son tan desmesurados y distribuyen tan incontrolable cariño...
Los nietos, son la última oportunidad de reeditar nuestro afecto...
Así somos, "solo aprendemos a ser hijos, después que somos padres, solo aprendemos a ser padres, después que somos abuelos"...
2006-10-26 02:35:41
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answer #9
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answered by alydegchu 5
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anton pirulero..cada cual que atienda a su juego..
saltar la soga
volar cometa..era una niña muy feliz ..y ahora que recuerdo me siento igual..gracias..espacios asi valen la pena contestar
2006-10-26 00:18:10
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answer #10
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answered by Anonymous
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Ah!!!!!, pero nadie se acuerda de lo entretenido que era jugar a los cromos con las amigas, comprarlos y pegarlos en los cuadernos de la escuela. Jugar yackses en los recreos y brincar mecate. ¡¡Qué días, cuando nada nos preocupaba, solo jugar, esperar a que nos llamaran a comer, volver salir a jugar y esperar a que nos llamaran de nuevo para ir a dormir. Correr por los cafetales y subir a los árboles, cuando no existía tanto peligro. .Himmmm y correr con la mejor de las suertes si nos encontrábamos una moneda de 0.10 o de 0.05 para ir a comprar confites, era como ganar la lotería.
2006-10-25 17:27:21
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answer #11
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answered by Caminante 2
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