EL MOMENTO DE LA MUERTE
El hombre ha sido creado a imagen y semejanza de su Creador, y cuando el pulso de su vida ya no existe más, su cuerpo debe ser tratado con el mayor respeto, por haber contenido en su interior el alma y la personalidad del ser humano.
La Torá nos indica que el entierro se realice lo más próximo posible al momento del deceso. Dejar al cuerpo insepulto en la dimensión de los que viven, una vez que el alma ha retornado a D's es, según nuestra tradición, una transgresión a la Torá y una falta de respeto a hacia la memoria del fallecido.
Los familiares directos del difunto se consideran en la condición de "Onén" desde el momento que se han enterado del deceso y hasta que haya finalizado el entierro de su pariente.
En estos casos, es necesario consultar con un Rabino o a una Comunidad a fin de saber cómo actuar y todo lo relativo al sepelio según las circunstancias.
Luego del entierro, comienza el duelo para los siete familiares directos del fallecido (padre, madre, hijo, hija, hermano, hermana, cónyuge) y reciben el nombre de "Abelim" (sing."Abel") y están sujetos a ciertas prohibiciones, de mayor a menor intensidad, que se dividen en tres períodos. El primero, "Shibá", consiste en siete días -comenzando al concluír el entierro- durante los cuales los "abelim" permanecen en la casa donde se guarda el duelo (preferentemente la del fallecido) sentados en el piso ó bancos bajos, recibiendo las condolencias de los que se acercan a brindarles su consuelo (gesto considerado sagrado para el Judaísmo, ya que los "abelim" se encuentran sumidos en un profundo dolor y nuestra sagrada tradición enseña que lo más adecuado para esto se resume en dos conceptos fundamentales: presencia y silencio; brindando al "abel" lo que realmente necesita: demostración de incondicional afecto y a la vez la privacidad necesaria para procesar su dolor).
Los "abelim" durante los siete días tienen vedado, entre otras cosas, cortarse el cabello, las uñas y afeitarse, calzar cuero, trabajar, bañarse (sólo higienizar ciertas partes del cuerpo), lavar su ropa, mantener relaciones íntimas. De todas maneras, es indispensable consultar con un Rabino para cada caso particular.
VISITAS AL CEMENTERIO
Es una costumbre sagrada visitar a los familiares fallecidos en determinadas días al cementerio. Esta visita proporciona al alma del extinto una gran elevación y satisfacción espiritual. Durante la misma se deben recitar rezos especiales: Ashkabá, capítulos especiales de los Salmos (cap CXIX-"Ashré Temime Darej", hay un párrafo por cada letra del alef bet, se forma el nombre del difunto con los párrafos correspondientes) y, si hay minian, Kadish.
Shabat, fiestas y jol hamoed no se visita el cementerio.
Se acostumbra visitar el cementerio en vísperas de Rosh Hashana y Iom Kipur.
REFLEXION, AYUNO Y TZEDAKA
Una vez que la persona parte de este mundo material, su alma espiritual ya no tiene posibilidad de cumplir preceptos ni actos de bien, impidiendo así su crecimiento espiritual. Es por este motivo que es correcto que sus familiares y descendientes realicen diversas acciones especiales durante el aniversario del fallecimiento en memoria de dicha persona, a fin de lograr la elevación del alma del ser recordado por su intermedio.
Es una importante costumbre reflexionar acerca de la conducta que uno lleva en la vida y como se conduce en ella, con sus semejantes y con D's, durante el día del aniversario del fallecimiento de un pariente cercano, arrepintiéndose de las faltas y malas actitudes y comprometerse sinceramente a conducirse por el camino correcto. Este acto -el hecho de encaminarse espiritualmente, que es justamente el objeto de esta vida- representa un mérito de suma importancia por el cual el alma recordada se eleva espiritualmente. Para compenetrarse lo mejor posible en este examen interior es correcto ayunar en el día del aniversario y evitar momentos de risas y divertimentos que distraen y alejan de nuestra mente la reflexión a la que nos abocamos. También la Tzedaká (caridad) representa un homenaje muy importante para quien ya no está con nosotros, ya que este acto de bondad trasciende lo material influyendo en el campo espiritual. De las misma forma se acostumbra el en aniversario de un fallecimiento estudiar Torá, encender de velas y ofrecer Seudot en memoria del ser recordado y la elevación de su alma.
Extraído del libro "Después de la vida" - Rab Iosef Bittón
2006-10-19 04:41:23
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answer #1
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answered by L. Jethro Gibbs 4
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Al muerto se le entierra en un panteón judío y en lo posible, debe ser dentro de las 24 horas después del fallecimiento.
Debe ser a la luz del día, pero nunca en sábado, ni en el día del Perdón.
No se mandan flores, aunque no está prohibido.
Una vez que el féretro está cerrado, no se reabre para que lo vean.
La caja debe ser de madera, sin clavos.
Al muerto se le lava y se le viste con ropa especial de muerto (no con vestidos de diario, ni lo que más le haya gustado en su vida).
Espero que esta breve infoprmación sea satisfactoria para ti, si deseas saber más, hay un libro que te puede servir, ya que en él se explican todas las costumbres en diferentes épocas, diferentes países, pero lo que te escribí, es lo básico: "El libro del porque en el duelo judío" de Alfred J: Kolatch.
2006-10-19 11:55:50
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answer #2
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answered by Anonymous
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Depende, si son ashkenazim (los judíos originarios de Alemania, Rusia, Polonia, etc.) o sefaradim (originarios de España, Turquía, árabes), no es lo mismo. Lo que sí, en ambos casos, el cajón está cerrado. Ambos velan a sus muertos, parecido a los cristianos. Pero en el caso de los sefaradim, se sientan en la casa del difunto por 7 días en banquitos bajos. Luego sí, como en la religión cristiana, se ora en el templo por esa persona.
2006-10-19 11:44:29
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answer #3
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answered by Nahariense (soy mujer).- 5
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ya te contestaron
2006-10-19 11:38:43
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answer #4
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answered by Virli 77 4
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comunes como todos los funerales, solo que después del entierro la familia cercana queda en la casa del difunto x 7 días, para rezar y contar unos a otros la vida del que ya no esta
2006-10-19 11:33:06
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answer #5
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answered by מלאכי ANGEL 4
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no sé...
2006-10-19 13:14:32
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answer #6
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answered by Anonymous
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En la religión judía cuando un miembro de su comunidad muere, todos son iguales y se les pone en un ataúd echo por 4 tablas rusticas, luego el cuerpo es llevado a la sinagoga o sea su iglesia para que sus amigos y parientes vayan a orar por el difunto, la ceremonia de entierro en la tierra en el cementerio judío, y las personas allegadas se rompen la ropa en señal de dolor, los mas allegados hacen días de retiro y ayuno por el dolor de la partida de su ser querido.
2006-10-19 11:33:29
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answer #7
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answered by sole 5
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