El hecho de que tenga un insulinoma no implica que no pueda tener alguna otra patologia. El aumento de eosinofilos se puede dar por una parasitosis o una alergia. Ademas puede haber una ligera eosinofilia por movilizacion del pool marginal de eosinofilos por el estres, y en este caso con mas razon si se estan administrando corticoides exógenos.
Suerte!
2006-10-20 14:28:11
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answer #1
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answered by gra 5
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2017-02-07 21:21:36
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answer #2
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answered by ? 4
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El insulinoma se define como un tumor funcional de las células beta del páncreas que produce una hipersecreción de insulina biológicamente activa. Comprende el 0.04% de todos los tumores primarios del perro. Se presenta en perros de edad media a avanzada, desde los tres a los 12 años con un promedio de nueve años, sin predilección racial o sexual y corresponde al adenocarcinoma la mayor frecuencia en comparación con el adenoma. La disminución de la producción de glucosa puede causar disfunción cerebral. Las diferentes áreas del SNC difieren en su sensibilidad a la hipoglicemia, la primera y más susceptible es la corteza cerebral, la excepción son glóbulos rojos, el cerebro (excepto partes del hipotálamo), túbulos renales, mucosa intestinal y células beta del páncreas. Si el hiperinsulinismo genera un suministro de glucosa inapropiado para los procesos oxidativos intraneuronales se produce una disminución de los compuestos fosforilados (ATP). Esto a sus vez promueve cambios celulares en el SNC típicos de la hipoxia, anoxia y muerte neuronal.
Debido a que la mayoría de los tumores de células del islote pancreático son malignos, un alto porcentaje puede producir metástasis o recurrencias (en caso de resección quirúrgica del tumor). Los signos clínicos más comunes son las convulsiones debilidad, ataxia, paresia posterior, fasciculaciones musculares, temblores, anormalidades en el comportamiento, síncope y estado epiléptico. Se reportan como de presentación menos frecuente la polifagia, intolerancia al ejercicio, poliuria, polidipsia, aumento de peso, diarrea, nerviosismo, desvío de la cabeza y ceguera. El diagnóstico requiere de un detallado historial clínico, probablemente la única anormalidad constante encontrada en el perfil bioquímico es la hipoglucemia.
Las consideraciones terapéuticas incluyen la cirugía, manejo médico y quimioterapia. Se considera el procedimiento quirúrgico como la primera elección, sin embargo, éste es un tema controvertido a causa de la elevada incidencia de enfermedad en el momento del diagnóstico, la edad del paciente y la dificultad para asegurar un buen pronóstico a largo plazo posterior a la intervención. La extracción de todas las células neoplásicas o de la mayor parte puede privar gradualmente de insulina al animal. Hasta que las células normales atrofiadas retomen su capacidad secretoria, el animal estará hipoinsulinémico y puede requerir inyecciones de insulina exógena para mantener la euglucemia. La insulinoterapia post-quirúrgica solo es iniciada cuando la hiperglucemia y la glucosuria persiste por más de dos a tres días después. Si luego de realizar la cirugía el paciente continúa hipoglicémico se debe iniciar el tratamiento médico.
La terapia con glucocorticoides puede ser iniciada cuando la dieta no controla los episodios de hipoglicemia. Los esteroides antagonizan los efectos de la insulina a nivel celular lo cual lleva a una menor utilización tisular de la glucosa y un aumento directo de la glucemia. Estimulan gluconeogénesis, glucogenólisis hepática y disminuyen el uso periférico de glucosa por bloqueo de receptores de insulina. Generalmente los signos hipoglucémicos comienzan a recurrir después de algunos meses de instituida la terapia con corticosteroides, posiblemente debido a crecimiento tumoral, esto también provoca que se manifiesten signos secundarios a la corticoterapia, lo cual puede disminuir la severidad usando otros medicamentos y reduciendo las dosis.
Debido a la probabilidad de malignidad el pronóstico, en la mayoría de los casos es de reservado a malo. El 45% de los insulinomas hacen metástasis en hígado y ganglios linfáticos regionales. Un manejo médico y quirúrgico en muchos casos puede ser efectivo dando al animal una mejor calidad de vida por muchos meses después del diagnóstico, el promedio de expectativa de vida después de la excisión es de un año a 19 meses.
Caso clínico No. 1. Perro criollo macho de nueve años que se presenta con historia de convulsiones en las últimas 48 horas. Se realizaron las siguientes pruebas diagnósticas: Hemograma: policitemia relativa por hemoconcentración y linfopenia. EGO: normal. Perfil bioquímico: normal. Glucosa: 30 mg/dL. Radio-insulina-glucosa: 2.33. Insulina: 70 mU/L (normal 9-25). Prueba a la tolerancia de la glucosa: se realizó administrando un bolo de 10 mL IV de glucosa al 50% y realizando mediciones seriadas de glucosa en sangre cada 15 minutos, encontramos que el valor basal de 30 mg/dL se elevó hasta 12 mg/dL y luego descendió ponderativamente hasta 30 mg/dL a las dos horas y treinta minutos, teniéndose que recurrir a la administración de un nuevo bolo de glucosa al 50% IV y miel Karo oral cada 2 horas.
Caso clínico No. 2. Perro cruza de Boxer de ocho años llega a consulta con historia de convulsiones en la última semana y en el momento de consulta. Fue canalizado con SSF y administración de Valium IV, se tomaron muestras de laboratorio y se hospitaliza. Hemograma: ligera linfopenia. EGO: normal. Perfil bioquímico: normal. Glucosa: 34 mg/dL. Insulina: 82 mU/L (normal 9-25). Radio- insulina-glucosa: 2.42. Se logró que se mantuviera estable con la terapia de primidona a dosis de 10 mg/kg BID-PO, dieta suplementada con miel Karo cuatro veces al día, durante cuatro meses, tiempo durante el cual recayó con las convulsiones no pudiéndose lograr nuevamente la estabilización y murió. A la necropsia se reportó una masa en el páncreas de 2 cm de diámetro que al examen histopatológico resultó ser un insulinoma.
Discusión. La mayoría de los casos presentan un cuadro debido a la hipoglucemia, y dan un cuadro neurológico repentino como sucedió en el primer caso presentado. La prueba clave es radio-insulina- glucosa. Ya que con pruebas diagnósticas como imagenología y ultrasonografía no detectan los insulinomas, debido a que éstos son difícilmente observables por su diminuto tamaño. Conclusiones: 1) La manifestación clínica más común es de origen neurológico. 2) El diagnóstico clínico requiere de varias metodologías de laboratorio, basadas principalmente en la mediciones de glucemia e insulina. 3) El manejo terapéutico paliativo a base de anticonvulsivos y medicamentos diabetogénicos y el definitivo es por cirugía y quimioterapia.
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2006-10-17 14:52:18
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answer #3
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answered by c 2
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En general, la eosinofilia nos orienta hacia una enfermedad de tipo parasitario.
Indudablemente, si el perro tiene un insulinoma, una parasitosis es un problema menor.
El insulinoma es un tumor funcional del pancreas que secreta grandes cantidades de insulina llevando al animal a un fuerte hipoglucemia.
El problema es que se trata de un tumor muy maligno que tiene mucha tendencia a hacer metástasis, su diagnóstico definitivo es intraquirúrgico y, lamentablemente, de muy mal pronóstico
2006-10-17 16:11:15
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answer #4
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answered by Misterioso Argentino 4
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