Te refieres a la chispa que suelta el cerebro y te empiezas a quemar hasta que te carbonizas.... autocombustion es eso a lo que te refieres... o la estoy regando...
saludos
2006-10-16 12:28:21
·
answer #1
·
answered by ? 5
·
0⤊
0⤋
Podría ser cierto...
Debemos recordar que lo que nosostros llamamos "temperatura corporal" es solamente el promedio de una enorme cantidad de manifestaciones de energía, es decir, existen zonas mas frías y otras mas calientes ¿que tan calientes?... pueden estar muy calientes pero como son tan pequeñas y de tan corta duración, no se manifiestan en forma de daño. Es posible que alguna de estas zonas se pueda calentar intensamente e incendiar la grasa del cuerpo (la cual es muy combustible).
En lo personal no creo que tenga nada de paranormal, pero de increíble sí.
2006-10-16 19:51:23
·
answer #2
·
answered by Mr. Math 3
·
1⤊
0⤋
es un verso (mentira, joda, cualquier cosa). Y al que respondio q hizo la prueba, creo q no sabe cual es el significado de "espontaneo"
2006-10-16 22:26:02
·
answer #3
·
answered by belu pregunta 2
·
0⤊
0⤋
no se , el ser humano tiene habilidades que desconosemos conosco varios casos de videncia, viajes astrales, telepatia, sicometria, teletransportacion, pero no esto y mira que se bastante sobre estas cosas ,la mente tiene un poder incalculable pero el humano solo usa el 10 % de su cerebro
2006-10-16 19:50:53
·
answer #4
·
answered by albert271254 3
·
0⤊
0⤋
perfil de estos casos, excluyendo, por supuesto, los rasgos puramente mitológicos o legendarios de los mismos:
1. El evento siempre ocurre dentro de recintos cerrados, usualmente en el dormitorio de la víctima.
2. La víctima siempre está sola, y ha permanecido así por un período que usualmente abarca varias horas; en muchas ocasiones, el cuerpo se descubre "a la mañana siguiente". Nunca hay testigos, nadie se da cuenta de lo que está ocurriendo.
3. Las quemaduras generalmente son más severas que las que suele causar un fuego "normal". En un incendio convencional, el cuerpo casi siempre resulta carbonizado, pero queda más o menos completo. Además, las quemaduras por supuesta "Combustión Humana Espontánea" no se distribuyen uniformemente en el cuerpo: el torso y los muslos por lo general son los más afectados, quedando en muchas ocasiones destruidos casi por completo y reducidos a cenizas (incluyendo los huesos), pero las extremidades resultan relativamente indemnes (un pie, un brazo, a veces el cráneo).
La La clasificación que propone Garth Haslam es, quien lo duda, interesante e ilustrativa, pero presenta el grave problema de que muchas de sus categorías lucen sospechosamente vacías por carencia de casos adecuadamente comprobados que incluir en ellas. ¿Dónde están los casos verificados de "combustión frente testigos"? ¿Y los de los "humos" y "llamas" misteriosas? Por lo visto, en ninguna parte, al menos si hablamos de hechos irrebatibles. Sacando fuera los rumores que van de boca en boca, del tipo leyenda urbana, y los casos que solo son mencionados por autores tan poco confiables como Charles Berlitz, Vicent Gadis, Colin Wilson y Larry Arnold, solo se encuentran adecuadamente comprobados los casos de lo que él llama "Quemaduras Clásicas". De lo que resulta que una clasificación tan exhaustiva y compleja difícilmente puede considerarse necesaria. Sin duda, antes de proceder a la clasificación de un fenómeno, es muy conveniente tener un fenómeno que clasificar. Lo que por lo visto, no es el caso.
El mito de la Combustión Humana Espontánea demuestra el sencillo mecanismo por el que se crean muchas de las fábulas paranormales: suprimir algunas informaciones, falsear, exagerar o interpretar sesgadamente otras. Y todo con la finalidad de crear la impresión de una realidad - ficticia - que ponga en entredicho los basamentos de la siempre obtusa y dogmática ciencia "oficial", empeñada, y cuando no, en negar todo lo que no puede comprender o se sale de su esquema. Definitivamente, la verdad está afuera, pero muchos no se molestan en buscarla; sin duda, es mucho más cómodo (y remunerativo) inventarse milagros y fuerzas ignotas.
2006-10-16 19:35:42
·
answer #5
·
answered by Emet 5
·
0⤊
0⤋
Una de las anomalías que mayor entusiasmo provocan en los devotos de lo paranormal es la llamada Combustión Humana Espontánea (frecuentemente citada por sus siglas en ingles: SHC, Spontaneous Human Combustion). Implica que un cuerpo humano, por lo usual vivo, comienza a arder de un modo súbito, sin una fuente de ignición externa conocida; al parecer, el fuego es producido por calor generado internamente, a través de algún mecanismo oscuro e indeterminado (existen varias teorías al respecto, todas igualmente insatisfactorias). Desde el siglo XVII hasta la actualidad se han documentado varias decenas de casos de este insólito evento.
En su versión más divulgada, el fenómeno nos es presentado de la siguiente manera: de forma inesperada, la víctima estalla en llamas; el fuego aparece bruscamente y sin causa discernible, es muy intenso y extremadamente localizado; en un lapso de tiempo muy corto, de minutos o aún de segundos, el cuerpo queda casi completamente destruido y reducido a un pequeño montón de cenizas grisáceas. La víctima no tiene la más mínima posibilidad de pedir ayuda o de realizar maniobras salvadoras. Por contraste, los objetos ubicados en su proximidad quedan relativamente indemnes, incluyendo algunos tan extremadamente combustibles como una pila de periódicos o una caja de cerillas; en numerosas ocasiones, las ropas de la víctima resultan relativamente poco dañadas. Como detalle macabro adicional, algunos segmentos del cuerpo resultan casi intocados por las llamas, generalmente las piernas y los pies, en ocasiones los brazos. Cuando no es destruido, el cráneo queda encogido hasta un tamaño inverosímil. Una capa de hollín grasiento suele quedar depositada en las paredes y en el techo de la habitación. En otras ocasiones, pequeños fragmentos del cuerpo quedan esparcidos por las paredes: es la "Explosión Humana Espontánea", aún más espectacular pero mucho menos documentada en la literatura.
Por supuesto, todo esto resulta realmente impresionante; de inmediato se agolpan en la mente imágenes de fuerzas ignotas y terroríficas, de dimensiones alteradas, de vorágines psíquicas, de poltergeists, y otras por el mismo estilo. Más terrenalmente, el fenómeno resulta particularmente insólito porque un cuerpo humano es, en condiciones normales, bastante difícil de quemar, si la idea es reducirlo a un montón de cenizas. Alrededor de tres cuartas partes del peso de un cuerpo humano son simplemente agua, lo que lo hace un pésimo substrato para la combustión. En un horno crematorio, se requieren temperaturas entre 760 y 1100 °C durante dos a tres horas para destruir un cadáver (el tiempo varía de acuerdo al peso y la talla del mismo), dejando un remanente de 1800 a 3600 gramos de residuos sólidos. Y ni siquiera en estas condiciones los huesos son reducidos a polvo: quedan en forma de fragmentos de tamaños diversos, que deben ser sometidos posteriormente a un procesamiento mecánico.
Por lo visto, nos encontramos ante un fenómeno inexplicable desde el punto de vista de la llamada "ciencia oficial". ¿O quizás no? Pero, antes de sacar conclusiones, tengamos en cuenta dos puntos de cierta importancia:
1. La descripción que he dado del fenómeno es más o menos "standard" entre los divulgadores de lo paranormal; sigue los hechos a grandes rasgos, pero se caracteriza por un par de curiosas omisiones (omisiones, por otra parte, intencionadas; de ellas hablaremos más tarde), y contiene asimismo algunas falsedades bastante gruesas.
2. La víctima siempre está sola, y en consecuencia no hay testigos. De hecho, no existe ningún caso verificado en que alguien haya observado una de esas supuestas "combustiones humanas espontáneas". ¿Ni un testigo? Pues sí, ningún testigo, en toda la ya larga historia del fenómeno...
A veces, basta un ligero esfuerzo para convertir lo simplemente extraño en inexplicable. En los párrafos siguientes intentaré dilucidar que hay de mito y que hay de realidad dentro de este aparente misterio.
Algo de historia y unos pocos casos La historia no comenzó precisamente ayer. Como se mencionó al principio, existen varias decenas de casos documentados, nada menos que desde el siglo XVII. Pero hay que tener cuidado respecto a lo que significa "documentado": en ocasiones se trata de información de segunda, tercera o cuarta mano, a veces conocemos solo un nombre, a veces solo una fecha, muchas veces ni eso. Y en todo caso, "documentado" no significa, de ninguna manera "verificado".
El primer caso con fecha conocida data, según parece, de 1673, cuando un ciudadano de París, anónimo y según parece alcohólico, "fue reducido a una pila de cenizas y unos pocos huesos de los dedos, pero la cama de paja en la que murió quedó intacta" (Garth Haslam: Spontaneous Human Combustion; Brief Reports in Chronological Order). Al respecto, no conocemos otras circunstancias. Otros autores citan un caso de 1662, sin proporcionar más detalles.
Un caso famoso ocurrió alrededor de 1731 (curiosamente, se desconoce la fecha exacta): el de la condesa Cornelia di Bandi de Cesena, de 62 años de edad. Los restos de esta noble dama fueron encontrados por su doncella en el piso de su dormitorio (se presume que al ir a despertarla en la mañana). El cuerpo de la condesa había quedado reducido a una pila de cenizas "que dejaban en la mano una humedad grasienta y maloliente", pero las piernas y los brazos se encontraban relativamente intactos; parte del cráneo y la quijada se encontraban entre las piernas. Las paredes de la habitación estaban cubierta de hollín, y el suelo de un liquido pegajoso; de la parte inferior de la ventana goteaba un extraño líquido amarillo y grasiento; la cama no había sufrido daños. En el piso se encontró una lámpara de aceite vacía, cubierta de cenizas. Según parece, la fuente original de esta descripción es un artículo de 1746; posteriormente, este caso sería citado nada menos que por Charles Dickens. Es de hacer notar que en este incidente se encuentran prácticamente todos los hallazgos no míticos que posteriormente se repetirán una y otra vez en los casos modernos, y que caracterizan a la llamada "combustión humana espontánea".
La primera investigación sistemática del fenómeno se le debe al francés Jonas Dupont, quien en 1763 publicó un libro titulado De Incendis Corporis Humani Spontaneis. Según se cree, Dupont se inspiró en un caso ocurrido en febrero de 1725 en Rheims, el de una mujer llamada Nicole Miller, encontrada quemada en el piso de su cocina.
2006-10-16 19:27:43
·
answer #6
·
answered by salus 4
·
0⤊
0⤋
pues esta cañon que suceda a menos que seas muy gaseoso
2006-10-16 19:24:07
·
answer #7
·
answered by Herrera 4
·
0⤊
0⤋
Que es peligrosa, es muy inflamable, yo hize la prueba, y casi me prendo fuego,BY
2006-10-16 19:22:20
·
answer #8
·
answered by *HALCÓN* 7
·
0⤊
1⤋