Nombre (sociología)
1 INTRODUCCIÓN
Nombre (sociología), palabras que sirven para designar cosas especiales y tangibles animadas (como en el caso de personas o animales) o inanimadas (como en el caso de lugares o conceptos). La ciencia que estudia los nombres propios y su origen se denomina onomástica (del griego onoma, nombre).
2 NOMBRES PROPIOS DE PERSONAS
En todos los idiomas hay nombres que por tradición son masculinos o femeninos, aunque algunos, como por ejemplo, el nombre Trinidad en español, se utiliza para ambos sexos. Un nombre en sí mismo no tiene un significado psicológico a menos que vaya asociado a alguna experiencia significativa. Los nombres poco habituales o que provocan la utilización de apodos o diminutivos pueden tener un efecto negativo sobre la personalidad.
3 NOMBRES DE PILA
La influencia cristiana sobre los nombres de pila fue especialmente intensa. En algunos países cristianos, como Brasil, un recién nacido debe tener un nombre cristiano adecuado para que se le pueda expedir el certificado de nacimiento.
Los actuales nombres de pila pueden tener su origen en los meses del año (julio), piedras preciosas (rubí), actores contemporáneos (Kevin, Liza), flores (rosa), lugares (Georgia) o personajes de la mitología (Diana, Jasón).
4 APELLIDOS
En la mayor parte de las sociedades hay nombres adicionales al nombre individual, o de pila, en la tradición cristiana. Normalmente estos nombres adicionales designan diferentes identificaciones públicas del individuo, como su situación en la estructura de parentesco, su oficio, su título de nobleza, o su orden de nacimiento. En muchas sociedades son estos nombres, y muy especialmente los identificadores de parentesco, los más usados e importantes. En nuestra sociedad, estos nombres adicionales se denominan apellidos. Así, en España, por ejemplo, aparecieron apellidos que hacían referencia a lugares o a construcciones como Toledo, Castillo, Iglesias, etc.
Un grupo importante de apellidos son los que reflejan las actividades y las ocupaciones durante la edad media como, por ejemplo, el apellido español Herrero y sus equivalentes Smith (inglés), Schmidt (alemán) o Kovacs (húngaro). Otros ejemplos de este tipo pueden ser Mercader, Molinero o Carretero.
Los apellidos que denotan descendencia o parentesco pueden llevar en español sufijos como -ez (Pérez, González, etc.), en escocés prefijos como Mc-, en inglés sufijos como -son y en los países escandinavos sufijos como -sen. Así, el apellido Johnson o Jensen significa 'hijo de John' y el de Jakobsdóttir (islandés) significa 'hija de Jacob'.
En los apellidos se detecta un deseo de inmortalidad, ya que una generación tras otra tiende a venerar el apellido como un símbolo de permanencia. Cuando una mujer al casarse cambia su apellido por el del marido, lo que es normal en la cultura anglosajona, puede mantener el suyo como nombre de su hijo. A menudo las mujeres casadas mantienen su nombre de soltera o unen mediante guión el apellido del marido y el suyo propio.
El orden de los apellidos difiere de un país a otro. En Europa occidental y en Estados Unidos se tiende a utilizar un patrón triple formado por nombre de pila, un segundo nombre y el apellido. En los nombres chinos la primera parte es el apellido, la segunda el nombre de generación y la última el nombre. En Hungría primero va el apellido y a continuación el nombre o los nombres de pila.
5 APODOS Y SEUDÓNIMOS
El origen de los apodos puede ser el reconocimiento de características físicas (el manco, el cojo), de asociaciones verbales o de una asociación de ideas ("El Sidra" por "Isidro"). Los seudónimos utilizados por los escritores pueden encubrir el sexo (como George Sand cuyo verdadero nombre era Amandine Aurore Lucile Dupin, baronesa Dudevant), el pasado (O. Henry cuyo verdadero nombre era William Sydney Porter) o ser simplemente un capricho. En las letras hispánicas destacan ejemplos como Cecilia Böhl de Faber (célebre como Fernán Caballero); Mariano José de Larra, que durante años firmara sus artículos bajo la personalidad de Juan Pérez de Montalbán; Leopoldo Alas, más conocido como Clarín; José Martínez Ruíz, cuyas obras aparecían firmadas por Azorín, o el escritor uruguayo Juan Carlos Onetti, que firmó numerosos textos periodísticos con sobrenombres tales como Periquito el aguador o incluso Groucho Marx. Estos seudónimos a menudo llegan a ser más conocidos que el nombre verdadero, como en el caso de Mark Twain.
6 CAMBIO DE APELLIDO
Cualquier persona puede cambiar su apellido libremente siempre que la petición sea razonable y no viole los derechos de terceros. Para cumplimentar los requisitos legales hay que presentar una solicitud al Registro Civil. Entre las posibles razones para cambiar un apellido se encuentra el deseo de recuperar el nombre de soltera después de un divorcio, evitar problemas de escritura o de pronunciación, romper con el pasado o por causas profesionales (nombres artísticos).
7 TOPÓNIMOS
Muchos lugares del mundo tienen nombres de tipo descriptivo como Bahía de los Truenos o Le Havre ('el puerto' en francés), otras significan propiedad (Richardson Hill o Colina de Richardson) y otras conmemoran a un personaje nacional (Leningrado, cataratas Victoria). Tanto en América del Norte como en Sudamérica existen nombres de ciudades europeas actuales (Cambridge, Córdoba, Santander, Guadalajara, París) o de la antigüedad (Roma, Ítaca).
Todos los países tienen agencias reguladoras que supervisan y recomiendan cambios de nombres geográficos. Durante el periodo colonial los nombres de ciudades en las colonias eran a veces sustituidos por otros. Así, por ejemplo, Kozhikode en la India pasó a llamarse Calcuta. Hoy muchos de estos nombres han recuperado su forma original. Un comité de las Naciones Unidas se encarga de la estandarización de topónimos en todo el mundo.
2006-10-16 14:19:52
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answer #1
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answered by Prof. Eddie Peniche Cuevas. 2
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