La palabra exorcismo viene del griego ᾽εξορκισμόζ que hace referencia a conjurar. Otras palabras griegas de donde proviene su sentido pueden ser orkós (juramento, testigo de un juramento) y orkízo (hacer jurar) ya que el griego exorkismós no es común al griego clásico y su origen está en medios eclesiásticos. El exorcismo es un ritual o liturgia mediante el que se pretende expulsar o destruir a un ente sobrenatural que supuestamente ha tomado posesión o control de un objeto físico o ser vivo.
Estos entes, dependiendo de las creencias de los implicados, pueden ser demonios, espíritus malignos, brujos, etc. El objeto de la posesión puede ser una persona o animal, objetos e incluso lugares como pueblos o casas (poltergeist). La posesión puede ser total (el ente toma control de las funciones del poseído, puede moverse, hablar, etc, a través de la víctima) o parcial (en la que el ente utiliza al poseído para alguna actividad concreta, como los íncubos o súcubos, que mantienen relaciones sexuales con la víctima mientras ésta duerme).
El exorcismo está presente en la mayoría de las grandes religiones, incluyendo el cristianismo, el judaísmo y el islamismo.
El ritual de exorcismo más popular, el católico, incluye la repetición continua de oraciones y órdenes de expulsión, y el uso de objetos que puedan repeler al ente, en este caso un demonio, como crucifijos, agua bendita, reliquias, entre otros.
La popularidad del exorcismo se debe sobre todo al cine, con películas como El Exorcista (William Friedkin, 1973), basada en la novela homónima de William Peter Blatty o Constantine (Francis Lawrence, 2005), basada en el cómic "Hellblazer", de Jamie Delano y Garth Ennis. El 11 de noviembre de 2005 se estrenó en España la película El Exorcismo de Emily Rose basado en un caso real del exorcismo de una joven poseída, en el cual ésta acaba falleciendo.
Exorcismo Cátolico
El exorcismo en la teología católica haya su base en los textos evangélicos donde se narran las liberaciones y expulsiones de demonios que realizó Jesús como con los endemoniados de Gadara (Mt. 8,28 ss) a un joven (Mc. 9,21) mencionando por ejemplo que para vencer a algunos demonios se requería la práctica de ayuno y oración (Mt. 17,19) un poder que incluso tenían sus discípulos (Lc. 10,17). Siete casos específicos de posesión se relatan en los evangelios. En los primeros siglos no existían fórmulas precisas para exorcizar, aunque sí el carisma de expulsar demonios, el cual era usado por los apologistas cristianos para mostrar la divinidad del cristianismo, por ejemplo Tertuliano (Apología. 23) o Minucio Félix (Octavio 27).
El primer libro con fórmulas de exorcismo es el Statua Ecclesiæ Latinæ a fines del año 500, surge así una literatura exorcista con libros como el Malleus Maleficarum de 1494(J. Sprengurus) el Flagellum Dæmonum de 1606 (V. Polidorus), Manuale Exorcistarum (C. Brognolus) 1720.
Según el artículo del Catecismo de la Iglesia Cátolica #1673:
Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (cf. Mc 1:25s), de El tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar. (cf. Mc 3:15; 6:7,13; 16:17). En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo solemne sólo puede ser practicado por un sacerdote y con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. (...) Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad. (cf. CIC can. 1172).
Principales criterio para el correcto discernimiento de posesión diabólica según el nuevo ritual
Habiendo sido descartada una anomalía psíquica, ya sea patológica o paranormal, suelen considerarse signos de posesión diabólica: La aversión vehemente hacia Dios, la Virgen, los Santos, la cruz y las imágenes sagradas.
Además, dependiendo del fin bueno o dañino para el cual las emplea, se podrá discernir si las siguientes producciones de la persona investigada, son dones de Dios, o signos de posesión:
El hablar con muchas palabras de lenguas desconocidas o entenderlas.
Hacer presentes cosas distantes o escondidas.
Demostrar más fuerzas de lo normal.
Para la práctica del exorcismo es necesaria la autorización del obispo, que puede ser concedida vez por vez para cada caso específico o de manera general y permanente al sacerdote que ejerce el ministerio de exorcista en la diócesis
Los Sacerdotes de la Iglesia Católica para la realización del exorcismo lo hacen bajo lo estipulado en el Rituale Romanum, actualmente se utiliza la versión aprobada por el Sumo Pontífice en enero de 1999.
Información del Exorcismo Cátolico
Los verdaderos hechos detrás de la historia de "El Exorcista".
El Exorcista, un recorrido por la posesión diabólica y el exorcismo desde el punto de vista cristiano.
Sacrosanctæ Romanæ Ecclesiæ de Tempore & de Sanctis, una Orden de exorcistas cristianos (web privada) .
Biblioteca Forteniana, web personal del reverendo José Antonio Fortea, conocido exorcista católico madrileño .
2006-10-17 05:00:23
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answer #1
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answered by jicnacio 5
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