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Digo, existe esa tumba? La puedo visitar?

2006-10-11 11:51:40 · 20 respuestas · pregunta de Anonymous en Sociedad y cultura Religión y espiritualidad

20 respuestas

Ya te han contestado. Te incluyo el pasaje de la Biblia con el relato:
Juan 19:
40 Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos.

41 Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno.

42 Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.

http://www.biblegateway.com/passage/?search=juan%2019;&version=60;

2006-10-11 13:03:13 · answer #1 · answered by cristoamistad 5 · 2 0

Tengo entendido que hay dos posibles lugares donde s encontraba la tumba... los dos estan cerca del golgota donde fue muerto. Y SI los dos lugares se pueden visitar actualmnte

2006-10-11 11:55:18 · answer #2 · answered by Anonymous · 3 1

en un sepulcro nuevo, propiedad de josé de arimatea. está donde actualmente está la iglesia del santo sepulcro...

2006-10-11 11:54:59 · answer #3 · answered by Anonymous · 3 1

La verdad es que en el mundo descreído que hoy vivimos, sobre todo para la juventud, pensar en la resurrección de Jesús parece como un despropósito. Y es que, hoy, no se está con el mundo de las Escrituras Sagradas, ni con lo que el mismo Jesús quiso para sus apóstoles y los que le amaran, y en general tampoco se va más allá con lo de la interioridad humana, que al no haber sido, nunca, vida propia en su credo, los jóvenes ven con más posibilidades una creencia incoherente, como la reencarnación, - ¿será quizás, por la idea de rehuir toda responsabilidad personal en el caso?- tan contraria a una visión personal del hombre, y en contra evidente de una concepción personal filosófica seria. La globalización, permite hoy estas cosas en nuestra cultura.

Qué concepción, por otra parte, tenemos de lo sagrado, que de vivirlo, pudiera ayudarnos a nuestra realización personal. Claro, de alguna manera, sí permanecen algunas cosas que consideramos como sagradas para nosotros.. Pensad en unas vacaciones que hemos venido trabajando desde largo ha, y por lo que sea, al final, porque la gerencia del negocio donde trabajamos, ve las cosas de otra manera, se me frustran las vacaciones,... sentimos que no se nos respeta nuestro mundo sagrado. Lo sagrado es aquí, lo que hemos puesto aparte del todo, en nuestro ser personal, al margen de otra consideración humana posible.

De cualquier manera sabemos que lo sagrado siempre significa una realidad puesta aparte y que se diferencia de todo lo demás por mi estima, en la común vida nuestra. Y cuando hablamos de nuestro Dios, lo vemos como una realidad totalmente aparte de toda otra realidad. De manera que esta consideración de lo sagrado me incluye a mí, como totalmente dependiente de lo sagrado. Y lo mismo digamos de las cosas que están referidas a Dios mismo, por ejemplo el sacerdote, o el sacrificio etc. etc.

Pero, todas estas son consideraciones, que obviamente llaman la atención por su poca funcionalidad en nuestro momento histórico, y que al mismo tiempo, nos separan de una visión profunda de todo lo que tiene que ver con la concepción personal de uno mismo, no nos ayudan mucho, a la hora de la verdad. Por ende, sin la fe, en una dimensión apropiada de lo divino-humano, no podemos hablar de temas tan solventes para el hombre, como pueden ser lo sagrado, y en concreto, del hecho tan significativo y único de la Resurrección de Jesús.



A este propósito, los discursos de Pedro después de Pentecostés, tal y como los transmiten los Hechos, están centrados sobre el acontecimiento que ha conmocionado su vida y cambiado por completo su visión de Dios y de su obra salvadora: la Pasión y la Resurrección de Jesús. Sin la Pascua, la vida de Cristo se habría saldado con un enorme fracaso: la muerte en la cruz y abandonado por sus amigos.

Pero... ¿Cómo se explica que esta muerte se vea seguida por un prodigioso resurgimiento de la fe en este Cristo despreciado y aparentemente derrotado para siempre?.

Es solo un siglo, y a pesar de las persecuciones, Jesucristo será conocido, amado seguido, adorado en todo el perímetro de la cuenca mediterránea, y aun más allá. ¿Cómo ha podido esta fe enraizarse en más de mil millones de hombres, hablando solo de los católicos, en el mundo de hoy?...



Sin embargo, para el hombre, todo hombre, sin la resurrección nada seria posible, ni igual en el hombre. ¿Has pensado esto? Desde luego que en un plan de realismo humano, este tema debería cuestionarnos. Nadie, un poco en sí mismo, deja de aceptar el hecho de que la eternidad es parte nuestra, si con ella a la postre tanto jugamos en nuestra vida una y mil veces, y seamos honestos, qué mal nos avenimos a renunciar a ella.

Solo en un planteamiento serio de este tema en tiempos de S Pablo, se concibe que él pudiera decir, que, si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra esperanza. Y lo hace así en la seguridad que tiene de que el tema importaba a los hombres del siglo I d.C., y por supuesto a nosotros. Por eso nos asegura que Él, Cristo, en su responsabilidad de entrega a la voluntad de su Padre, resucitó... Y desde luego Pablo, que era enemigo en principio, y un buen crítico, en todo momento, lo aceptó de tal manera, que toda su vida la cifró en dar a conocer a este, su Señor Resucitado.

El misterio de la Pascua de Cristo, precisamente por eso, involucra la historia de la humanidad, pero al mismo tiempo la trasciende. El mismo pensamiento y el lenguaje humano pueden, en cierto sentido, comprender y comunicar este misterio, pero no agotarlo. Por eso, el Nuevo Testamento, a pesar de que habla de «resurrección», como atestigua el antiguo Credo que el mismo Pablo recibió y transmite en la Primera Carta a los Corintios (cf. 15,3-5), recurre también a otra formulación para delinear el significado de la Pascua. Particularmente en Juan y Pablo, se presenta como «exaltación» o «glorificación» del crucificado. De este modo, para el cuarto evangelista la cruz de Cristo ya es ese trono real, que se apoya en la tierra pero que penetra en los cielos. Cristo se sienta como Salvador y Señor de la historia.

Este mundo de hoy, me da la impresión de que es verdaderamente crucificado, los horrores que ha sufrido este siglo, así lo atestiguarían, y sin embargo, ni cree, ni espera su glorificación...en ese contexto de falto y cansado de la cruz, del esfuerzo diario, por definir de una manera segura su futuro. Y es que la incapacidad para el sacrificio nos aparta de todo y cualquier caminar verdaderamente personal, y, sobre todo, la negativa a dejarnos, equivocadamente, manipular, como defiende el post-modernismo, y con él, muchos otros que se ajustan a este ideario, nos impide volver al trascendente Dios que nos ama.

Porque jamás manipuló a nadie Jesús, en su historia humana-divina, y a muchos consoló, y dio sentido a su vida: recordemos a la Magdalena del evangelio, a los apóstoles, y a los mil y un cristianos de hoy, que son ejemplo para el mundo, porque Cristo ha buscado siempre nuestro bien, y se nos presenta como Salvador y Señor de la historia.

Cristo, después de haber recorrido los caminos de la historia y de entrar en la oscuridad de la muerte, frontera de nuestra condición finita y salario del pecado (cf. Romanos 6,23), regresa a la gloria, que desde la eternidad (cf. Juan 17, 5) comparte con el Padre y con el Espíritu Santo. Y consigo guía a la humanidad redimida. De hecho, la Carta a los Efesios afirma que «Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó..., nos vivificó juntamente con Cristo... y nos hizo sentarnos con él en los cielos» (Efesios 2, 4-6). Esto es válido sobre todo para la Madre de Jesús, María, testigo de su resurrección, y cuya asunción es primicia de nuestra ascensión a los cielos, pero también qué duda cabe, es gloria, felicidad y dicha para todos los hombres que esperamos en El.

Por eso, quizás, nos haga falta un poco del espíritu que canta la Iglesia el día de Pascua, de María Magdalena, esa gran pecadora, pero, que tan bien supo responder a su Señor: "Qué has visto de camino, María en la mañana? A mi Señor glorioso, la tumba abandonada, los ángeles testigos, sudarios y mortaja. ¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!

2006-10-12 09:29:18 · answer #4 · answered by Pensador 4 · 2 1

¿valdrá la pena visitar una tumba si tenemos al Dios vivo?, mejor lo visitamos a él, lo tnemos a diario y está en todas partes, no obstante creo que seria muy enriquecedor hacer el via crusis y recorrer tierra santa.

2006-10-12 07:45:24 · answer #5 · answered by Mandraco 4 · 2 1

En un sepulcro recién cavado en la roca propiedad de José de Arimatea, en Jerusalén, justo sobre ella está la iglesia del Santo Sepulcro, puedes visitar la Iglesia pero no sé si bajar donde está la tumba.

2006-10-11 12:19:27 · answer #6 · answered by Normy 3 · 1 0

en una tumba!!!

2006-10-11 12:03:49 · answer #7 · answered by SYORK 2 · 1 1

Existen dos lugares, uno convertido en iglesia, llamada "del santo sepulcro" que segun la tradicion es el lugar donde fue sepultado, y nuevas excavaciones arqueologicas encontraron otro lugar que cuenta con las caracteristicas de los sepulcros de esa epoca.

2006-10-11 12:00:27 · answer #8 · answered by Pred 3 · 1 1

Obviamente que el Santo Sepulcro. Actualmente hay una iglesia que se puede visitar. Lo único es que no vas a encontrar ningún cuerpo ya que, como recordarás, Jesucristo RESUCITÓ de entre los muertos.

2006-10-11 12:00:14 · answer #9 · answered by Danny 4 · 1 1

pues seguro que en la tierra,,,no?

2006-10-11 11:58:59 · answer #10 · answered by Anonymous · 2 2

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