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2006-10-07 18:50:16 · 3 respuestas · pregunta de barroteran 1 en Ciencias sociales Antropología

3 respuestas

Hola!!!!!
La verdad no tengo idea de lo que preguntas y en otro momento me pondría a investigar pero ya me iba a dormir cuando vi tu nick!!!!!!!!!
¿Vives en Barroterán o es simplemente un nick cualquiera?
Es que AMO Barroterán.....ahí viví los primeros años de mi vida y cómo disfruté de esa infancia....y de Múzquiz donde vivían mis abuelitos........ADORO toda esa región!!!
Saludos!


Hola otra vez....pues nadamás por la emoción hice una búsqueda rápida pero lo único que encontré y que no parece tener relación con tu pregunta es ésto:

El Antakarana es el puente de luz cósmica que conecta su cuerpo con su alma y su alma con el Cosmos.

Saludos otra vez!

Gracias por el hermoso detalle de responder a mis inquietudes, no te pude hacer llegar mi respuesta por medio de Yahoo pero desde aquí te lo agradezco nuevamente.....saludos cordiales!

2006-10-07 19:15:55 · answer #1 · answered by Susy 6 · 0 1

No es solo un 'hilo', es toda una ciencia!! =)...pero bueno:
El "Antahkarana" es, sobretodo, el hilo de la consciencia. Es el resultado de la interacción de la vida con la forma, con la substancia, con la materia; eso produce algo totalmente diferente. Le llamamos "consciencia". También podemos llamarle "el Principio Crístico". Es el proceso de la evolución misma.

Si te interesa el tema lee las tres partes de esto:
http://www.maitreyainfo.com/archivos/bcreme/bc_antahkarana.htm

2006-10-08 03:19:06 · answer #2 · answered by LANUIT 6 · 0 0

El Antahkarana

( Parte 1 )

La ciencia del Antahkarana es probablemente la ciencia más importante del futuro pero esta charla no pretende cubrir todo el tema del Antahkarana ni la ciencia de su uso.

Esta es una ciencia que es, todavía, desconocida para la humanidad pero que será la ciencia de la mente en la Nueva Era, la ciencia de construir el puente entre el hombre inferior y el superior, y también otros puentes: entre los miembros de la raza humana en su conjunto; entre un Centro –la Humanidad– y otro, la Jerarquía; entre la Jerarquía y Shamballa; entre la Humanidad, a través de la Jerarquía, y Shamballa; y entre este planeta y otros planetas, este sistema solar y otros sistemas solares. Todos estos puentes y conexiones son el resultado del uso correcto de la ciencia del Antahkarana, que será el principal campo de educación para la humanidad en la era entrante.

Alice A. Bailey

El mejor método para estudiar el Antahkarana es leer las Enseñanzas de Alice Bailey, en particular el libro Educación en la Nueva Era, y más referencias en Los Rayos y las Iniciaciones. Uno no obtendrá de esta charla ni de las enseñanzas de Alice Bailey la técnica de la ciencia del Antahkarana. Esto es algo, que en lo que concierne a la humanidad en su conjunto, yace en el futuro. Es un proceso gradual de iluminación para la humanidad, pero será la ciencia principal –la ciencia del desarrollo como raza y de realizar las conexiones internas, (que por supuesto ya existen pero tienen que ser conscientemente construidas por el hombre o la mujer en encamación), para tejer el hilo de retorno a la fuente de donde originariamente provenimos. Es realmente la ciencia del Sendero de Retomo.

Durante largo tiempo, el alma en su propio plano observa a su reflejo, el hombre o la mujer en el plano físico, y no ve la manera de intervenir en su desarrollo. Poca cosa puede el alma hacer excepto crear un cuerpo, darle su estructura física, astral y mental, y dejarle que prosiga con su tarea de evolucionar.

Finalmente, llega una vida –una serie de vidas de hecho– en la que el alma ve que su reflejo, el hombre o la mujer, está empezando a responder a la influencia de la energía que conecta el alma con su reflejo, y el proceso de infusión del alma comienza.

Cada individuo tiene realmente una constitución triple: la Mónada, o chispa de Dios, el Ser impersonal que se refleja en el plano del alma como el alma humana individualizada o ego. El alma de nuevo se refleja en el plano físico denso como el hombre o la mujer en encarnación. Ese es el "camino descendente", el proceso por el cual el espíritu se relaciona con su polo opuesto, la substancia. Cuando el aspecto espíritu o vida y el aspecto materia se unen nace un tercer aspecto, la consciencia. El "Antahkarana" es, sobretodo, el hilo de la consciencia. Es el resultado de la interacción de la vida con la forma, con la substancia, con la materia; eso produce algo totalmente diferente. Le llamamos "consciencia". También podemos llamarle "el Principio Crístico". Es el proceso de la evolución misma.

Aquellos que estudian antropología, la historia de la evolución en el plano físico –la evolución de las formas– saben que al principio había grandes océanos rebosantes de vida, nada en la tierra, y entonces algunos de los animales más evolucionados –peces, reptiles de todas clases– fueron a la tierra y se convirtieron en los primeros reptiles y mamíferos. Gradualmente, evolucionaron en un tipo prehumano que finalmente se convirtió en el hombre animal primitivo, separándose del reino animal. Con un germen de mente –que podía llegar a ser el núcleo de un cuerpo mental– finalmente formado, surgió la raza humana. Esto es denegado por los cristianos fundamentalistas y otros grupos religiosos ortodoxos que niegan la realidad de la teoría de la evolución de Darwin, pero los esoteristas lo aceptan como un relato más o menos preciso del crecimiento de la forma, la evolución de la forma, en este planeta. Esto no nos atañe; lo que nos atañe, como seres humanos evolucionando de regreso hacia nuestro origen, no es la evolución de la forma –que ha llegado más o menos a la perfección (aunque aún quedan algunos pequeños ajustes y mejoras por hacer) sino la evolución de la consciencia. La evolución de la consciencia es la base por la que llegamos a ser conscientes de nosotros mismos y de nuestro entorno, y creamos conjuntamente la evolución de la raza humana.

El descenso de la Mónada al alma y del alma a la personalidad tiene que rehacerse en sentido inverso. El triple hombre –físico, astral y mental– tiene que encontrar su camino de retorno a través de un proceso de alineamiento, primero con el alma y luego, a través de la tríada espiritual –el reflejo de la Mónada– con la Mónada misma: el triple Ser monádico. Ese viaje de retorno o el proceso por el cual este viaje se realiza, es a través de la creación, el gradual desarrollo y la construcción, del Antahkarana. Este es un proceso consciente y sólo ocurre por etapas. Así como el proceso descendente ha sido lento, durante millones de años, así también el proceso de regreso puede ser largo y duradero, y para la vasta mayoría de la humanidad así lo es.

Estamos en el segundo de un triple sistema solar. En otras palabras, este sistema solar es la segunda encarnación o manifestación del gran Hombre Celestial que llamamos el Logos Solar que tiene un Plan para la evolución de todas las formas en el sistema solar.

El primer sistema solar expresó a través de la materia la substancia. La cualidad de la inteligencia activa. Estuvo vinculado, principalmente, con la creación inteligente de las formas. Estamos en la segunda de esta triple expresión en la cual la cualidad del alma –el aspecto amor o consciencia– del Logos está en proceso de ser expresado. El Antahkarana Solar está siendo construido por el Logos Solar y por todas las formas, tanto si lo saben como si no, que han evolucionado del primer sistema solar y que están creando ahora el puente entre aquel sistema y este y, finalmente, entre este sistema y el próximo. El próximo sistema solar estará vinculado con el aspecto Voluntad, el aspecto Monádico, del Logos Solar. Cuando se construye el puente correcto entre estas tres expresiones, el Antahkarana Solar se completa. Esto Llevará a la culminación del Plan del Logos Solar en su triple expresión.

Cada sistema solar crea un cuerpo de expresión a un nivel más elevado que el anterior. El primero –relacionado con la forma, con la substancia– es, por supuesto, preparatorio para la expresión del alma. Es el alma, en todas las formas, que se encarna. Descendiendo en la forma, el alma –en realidad la Mónada, el aspecto espíritu, a través del alma– comienza un proceso de redención del alma en la forma. Comienza a espiritualizar la substancia; el propósito subyacente de nuestra experiencia en encarnación es, precisamente, espiritualizar la substancia de este sistema solar en particular. Cuando hayamos tomado la substancia –las formas creadas en el sistema solar anterior– y la hayamos energetizado con la energía del alma, el aspecto consciencia, en este sistema solar, la elevaremos, la redimiremos, aumentaremos su vibración y la llevaremos a un nivel en el cual la Voluntad, el aspecto Propósito de Dios (en términos de nuestro Logos Solar), pueda ser expresada.

En este sistema solar actual Dios es Amor, Amor es el aspecto del alma, Voluntad del nivel Atmico del ser. En el próximo sistema solar, Dios será Voluntad y Propósito. Nosotros estamos todos, como microcosmos, evolucionando exactamente de la misma forma que el macrocosmos, nuestro Logos Solar a través de su triple expresión, elabora su Plan de evolución en cada reino y en cada planeta.

Al encarnarnos, por lo tanto, estamos realizando algo bastante extraordinario, algo mucho más grande de lo que nosotros, como individuos, podríamos darnos cuenta. Pero tan pronto como descubrimos la interconexión entre el microcosmos y el macrocosmos, se profundiza nuestro sentido del propósito –el sentido de la realidad– en la vida, y es también un estímulo para concentrarnos más, y para construir una línea de ascenso directa entre este nivel bajo (porque eso es lo que es) de expresión de la Deidad y alinearlo con el propósito subyacente de la Deidad para su perfeccionamiento.

La energía de cada sistema solar se eleva y se convierte en la base para el nuevo sistema, de la misma manera que en nuestra experiencia encarnados cada encarnación crea una expresión a través de los vehículos hasta una vibración determinada. Esta vibración se mantiene exactamente en el punto que alcanzamos al morir.

Existen tres 'átomos permanentes' alrededor de los cuales se forman los nuevos cuerpos físico, astral y mental. Estos átomos permanentes vibran exactamente a la misma frecuencia alcanzada en esa vida anterior, y podemos comprender, por lo tanto, como el nivel vibracional alcanzado es el grado en que hemos perfeccionado o espiritualizado la materia. El alma infunde la materia de los tres cuerpos con su energía y así salva, redime, esa materia. Aumenta su vibración a un nivel siempre más elevado hasta que llega un punto en que el alma se refleja a sí misma, directamente, a través de la personalidad. Así es como nos volvemos divinos. Lo hacemos elevando la vibración de la substancia de los tres cuerpos hasta el punto en que el Hombre Divino, el alma en su propio plano, puede reflejarse relativamente pura a través de su reflejo, el hombre o la mujer en el plano físico. Ese es el proceso evolutivo, de retorno; la técnica del cual es la ciencia del Antahkarana.

Sutratma

Hay dos hilos principales que conectan la Mónada, a través del alma, con el hombre o la mujer en encarnación. Uno, el Sutratma, el hilo de vida, está anclado en el corazón. Viene directamente de la Mónada, se refleja en el alma, y se fija en el centro del corazón en el lado derecho del cuerpo. Es reflejado a través de ese centro etérico al corazón físico y dentro del flujo sanguíneo, que, como se sabe es la corriente purificadora que lleva la energía de la vida a todo el cuerpo. Mientras la sangre vital es impulsada correctamente a través del cuerpo y se mantiene libre de venenos, el cuerpo físico manifiesta toda su habilidad y exactitud de movimiento y expresión. Asimismo, el cuerpo de enlace, el cuerpo astral-emocional y el cuerpo mental dependen del hilo de vida, el Sutratma, para su existencia y correcto funcionamiento. Hay otro hilo llamado, en realidad, el Antahkarana. Este hilo está anclado en el centro de la cabeza, y a través de estos dos hilos la triple expresión –Mónada, alma y el hombre o la mujer en el plano físico– viven sus vidas. Estos dos hilos informan de todo esto y en una corriente descendente, unen las distancias entre, primero, la Mónada y el alma, y segundo entre el alma y su reflejo, el hombre o la mujer en el plano físico.

Finalmente, un tercer hilo es construido por el hombre o la mujer mismo/misma a través de la interacción de la energía del alma y luego la energía monádica, a través del aparato físico: el hilo de la creatividad. Estos tres hilos unidos entre sí finalmente producen el puente entre los tres niveles de existencia.

La futura ciencia del Antahkarana estará vinculada con esto, el sendero de retorno. Esta será la educación de la Nueva Era. Los individuos serán reconocidos por lo que son, almas en encarnación; se determinará y conocerá su punto de evolución y su estructura de rayos; a través de esta ciencia se unirán las distancias entre los varios niveles de nuestro ser. Esto es solamente posible ahora que la raza humana ha alcanzado el presente estado y por supuesto, por el retorno al mundo cotidiano de los únicos seres en el mundo que realmente conocen esta ciencia: los Maestros.

Puesto que los Maestros regresan esta será una ciencia exotérica. Todos los niños desde la edad temprana hasta los 28, finalmente pasarán por este proceso de educación en la ciencia de la Vida –la ciencia de construir el canal, o sendero de retorno. Me gustaría aquí mostrar la unidad intrínseca de método y de enfoque de algunos términos.

El Antahkarana es el puente construido –primero de materia mental y luego de luz– sucesivamente por el aspirante, el discípulo y el iniciado, que están evolucionando. Durante cierto tiempo la conexión entre el hombre y la mujer y el plano del alma se desarrolla por el control de la mentalización, la energía del cuerpo mental. Esto pone bajo control al cuerpo mental y las estructuras-pensamiento crean un puente. El Antahkarana es, por lo tanto, en primer lugar un puente que conecta al hombre inferior, la mente inferior, con el alma, y luego la mente inferior, a través del alma, con la mente superior que es el aspecto más bajo de la Tríada Espiritual. Esta es Alma, Buddhi y Manas –el reflejo en el plano del alma de la triple Mónada, o chispa de Dios.

El Antahkarana

( Parte 2 )

El Sendero de Retorno

Hay diferentes términos para esto y yo quisiera unirlos todos para mostrar la unidad e interconexión de estos diferentes métodos de expresar lo que esencialmente es el proceso uno, el viaje de retorno: el Sendero de Retorno.

Los místicos consideran al Sendero como el Sendero hacia Dios. Lo consideran generalmente en términos de sus sentimientos religiosos o místicos, doctrinas y dogmas, sus diversas prácticas espirituales, los diversos rituales –todo esto constituye para los tipos místicos y devocionales un camino de aproximación a Dios a través de las creencias, un vínculo consciente entre la estructura de creencias individual del hombre (tanto si son cristianos, hindúes, budistas u otros) y lo que yace bajo toda la creación. La persona religiosa ve eso como el Sendero de Retomo –y por supuesto es perfectamente cierto, lo es. Pero no todo el mundo es religioso, y el Sendero de Retomo, para el esoterista, es un sendero que, literalmente, es construido por el mismo discípulo. El discípulo hace el Sendero convirtiéndose en el Sendero. No es algo que esté demarcado y que se susurre al oído de uno. No es de ninguna manera así. Es el proceso evolutivo mismo. Es el mismo proceso que llevó a los peces del agua a la tierra, de donde evolucionaron, primero en reptiles y luego en mamíferos, y luego en una amplia variedad de animal es y finalmente, en la cumbre de este desarrollo de la forma, en el reino humano. Sobre el reino humano se encuentra el Reino de las Almas, el reino cuya naturaleza es la consciencia. El plano de la consciencia es el plano en el cual los Maestros han trabajado hasta ahora exclusivamente. El Sendero de Retomo es el Sendero por el cual la consciencia de lo que es y lo que puede ser llega a ser conocido gradualmente por el buscador, el individuo que evoluciona.

En otras palabras, mientras uno busca, mientras uno aspira, uno crea ante sí mismo –como DK dice: "la araña crea de su propio ser el hilo de seda"– así, de igual forma, el aspirante, el discípulo y el iniciado están creando ante sí el Sendero de Retorno, el Sendero que aún no está trazado. Es el sendero de la consciencia creciente de lo que constituye su relación con la totalidad. Es el medio por el cual obtenemos realizaciones y experiencias cada vez más profundas de nuestra conexión con el todo, con el Macrocosmos. Esto se realiza por medio de una creciente expansión de consciencia.

Estas expansiones de conciencia están marcadas en nuestro planeta por las cinco iniciaciones planetarias. Para los adeptos también existen cuatro iniciaciones Cósmicas. Por encima de estas y a través del Cosmos, hay iniciación tras iniciación y así eternamente, a través de todo el espacio galáctico. Todo esto es un proceso por el cual, a través de la construcción del Antahkarana, nuestra relación con aquella totalidad se nos hace aparente gradualmente.

El Antahkarana no es una 'forma'. Ustedes tienen aquí una forma que se llama "El Antahkarana". Es una litografía hecha de mis pinturas y es una representación puramente formal y simbólica del Antahkarana. La Mónada se refleja en el alma como la Tríada Espiritual: Voluntad espiritual, Amor-Sabiduría espiritual e Inteligencia espiritual, y estas son reflejadas nuevamente en el ser físico por el alma. El proceso por el cual esto tiene lugar es el Antahkarana. En esta litografía, la forma inferior representa el triple ser humano; la columna blanca conectora es la representación simbólica del triple hilo del Antahkarana; y la forma amarillo pálido superior representa el alma misma.

Esta litografía no es el Antahkarana; El Antahkarana no es una forma. La mayoría de la gente cuando piensa sobre el Antahkarana, por la naturaleza del lenguaje utilizado, inevitablemente imaginan un puente. Ese puente es creado, primero, de substancia mental y luego de luz, y entonces visualizan un puente físico. Un artista tiene que hacerlo así, por supuesto; uno no puede pintar un cuadro sin una forma. El artista tiene que crear desde su imaginación creativa una forma que simbolizará un proceso, pero la forma no es el proceso, es simplemente un medio de expresar la idea del proceso.

Cualquiera que practique la Meditación de Transmisión sabe acerca del alineamiento. Cuando este alineamiento es perfecto, simbólicamente hablando hay una columna de luz sobre la cabeza de los meditadores. En esa luz hay tres hilos, hebras de energía. Esta es la forma pero no es el Antahkarana. Debemos darnos cuenta de que la forma y la idea de un puente, la idea de una columna de luz, la idea de alguna forma real en substancia, es sólo un camino para exponer algo más. De lo que estamos hablando realmente es de consciencia.

Consciencia, en un sentido, es una forma vaga, generalizada, de hablar del proceso de retorno. Regresamos a través de una gradual expansión consciente de consciencia, a través de la construcción consciente del Antahkarana. Este se crea primero con materia mental, entre la personalidad y el alma y luego por el iniciado –que ya ha contactado y llegado a un alineamiento íntimo con el alma– con luz, entre el alma y la Mónada, el aspecto superior de nuestro triple ser. Entonces la conexión es finalmente directa entre la Mónada –el ser divino, idéntico a Dios, el reflejo de nuestro Logos Planetario– y el hombre o la mujer en el plano físico. Por este proceso nuestro Logos Planetario lleva a cabo Su Plan de evolución a través del reino humano y por supuesto de igual forma el Logos Solar está desarrollando Su más grande y vasto Plan a través de todos los seres en todos los planetas en este, el segundo, sistema solar. Este proceso será completado en el tercer sistema solar, en el cual el aspecto Monádico –la Voluntad, el Propósito, el Amor esencial de Dios– llegará a su expresión y realización final.

Cada uno de nosotros, ahora mismo está dedicado a crear el Antahkarana. Otro término para el Antahkarana, además de puente de luz, es la Realización del Ser, que es como Maitreya lo llama: "He venido a enseñar el arte de la realización del Ser", El dice. El arte de la realización del Ser es la ciencia del Antahkarana: son una y la misma cosa.

Maitreya ha dicho que el camino más simple y directo es practicar tres cosas: Honestidad de mente; sinceridad de espíritu, y desapego. Estas tres cosas llevan a la realización del Ser, y lo hacen permitiendo al hombre o la mujer la creación del Antahkarana. Para la inmensa mayoría de la humanidad, hasta cierto momento, este es un proceso que se realiza bastante inconscientemente. Los individuos menos desarrollados están conectados únicamente por el Sutratma, el hilo de vida proveniente de la Mónada, a través del alma, y anclado en el corazón. La humanidad media está conectada también por el hilo de la consciencia, el Antahkarana, y a medida que la persona evoluciona a través de la construcción del primer nivel del Antahkarana –aquel entre el hombre inferior y el alma– las energías del alma se hacen disponibles para él o ella.

Entonces comienza el proceso creativo. Este estimula la mente y la imaginación creativa y le sigue una vida de creatividad y servicio. Creatividad y servicio es lo mismo; el servicio es la vida del alma expresada creativamente en el plano físico. Esto, entonces, domina cada vez más la vida del individuo y así logramos la creación de la cultura. No es por casualidad que la cultura de una nación es creada por los discípulos e iniciados de esta nación; ellos son los que ya han construido el primer nivel del nexo conector, el puente, entre ellos y sus almas.

El iniciado, habiendo alcanzado la integración de los tres vehículos inferiores, físico, astral y mental –o sea, habiéndolos llevado a un punto de vibración sincronizada, toma la tercera iniciación; el alma de aquí en adelante controla y domina a su vehículo, que es ahora negativo en relación al propósito del alma. El hombre o la mujer divinos desarrollan su divinidad en el plano físico mediante una vida de servicio y creatividad. Los iniciados de tercer y de cuarto grado están normalmente en encamación una o dos vidas solamente, dependiendo de factores astrológicos. Pero habiendo tomado miles de vidas para la primera iniciación y quizás cinco o seis para la segunda, la tercera se toma muy rápidamente y la cuarta también muy rápidamente después de esta, probablemente en la próxima vida. Por consiguiente, cuando una persona ha alcanzado el estado de auténtica creatividad, está más o menos infundida por el alma y está expresando el propósito del alma, y no tiene mucho tiempo para hacerlo; sólo tres o cuatro vidas como mucho. Entonces, como Maestro, toda esta existencia está dedicada al servicio del Plan. Por supuesto, cuanto más evoluciona uno más sabe. Cuanto más se sabe, más grande es la responsabilidad del servicio y más grande es la oportunidad del servicio. Los Maestros pueden servir porque Ellos saben. Nuestro servicio es limitado no sólo por falta de deseo o energía, sino porque no sabemos suficiente; podernos servir de forma más bien limitada porque nuestra conciencia es limitada. Cuanto más consciente es uno, o cuanto más elevado es el nivel de consciencia, mayor es el número de hilos de consciencia que se extienden hacia el mundo, mayor será la consciencia de la naturaleza de la realidad.

Esto es el Antahkarana, que no es simplemente una columna de luz sino hilos de consciencia extendiéndose desde el individuo hacia cada esfera de su entorno. Estos hilos de sabiduría se multiplican sin fin, hasta llegar a la omnisciencia en el Maestro: nada puede suceder en ninguna parte que El no sepa. Así revelamos la mente de Dios, nos convertimos en instrumentos en el desarrollo del Plan guardado en la mente de Dios. Eso, realmente, es la base de la iniciación.

Cuando uno sabe conscientemente a través de la construcción del Antahkarana, cómo unir los diferentes niveles de expresión –Monádico con el alma, el alma con el físico (en el sendero descendente)– cuando uno sabe esta ciencia porque lo ha realizado y lo ha realizado conscientemente, cuando uno es un Maestro, uno puede usar esta ciencia para crear el Mayavirupa, el cuerpo creado por uno mismo. El Mayavirupa invierte el proceso del Antahkarana. Es el resultado de la habilidad de crear un cuerpo porque uno conoce los nexos conectores entre la forma. Un Maestro que ha realizado a Dios Se experimenta a Sí Mismo como Dios en este cuerpo físico. Para nosotros este cuerpo físico es lo más cercano, lo más importante, mientras que para un Maestro es solo un aspecto pasajero del todo. Desde Su estado de realización de Dios el Maestro puede ir hacia atrás en el puente, el Antahkarana, puede repetir el proceso y reunir por lo tanto, materia del plano mental, astral y físico etérico y precipitar Su consciencia en ellos. Ese es el secreto detrás de la creación del Mayavirupa.

La nueva religión mundial, cuando se desarrolle, es realmente la creación del Antahkarana 'racial'. Maitreya ha dicho que El no viene a fundar una nueva religión, a crear seguidores, y todo lo demás. Esto es cierto. No obstante habrá lo que tenemos que llamar, a falta de otro nombre, una nueva 'religión', pero que será la ciencia de la que estoy hablando. La nueva religión mundial será un acercamiento consciente de la raza humana hacia el Creador, lo que yace algo apartado detrás de la creación –que, por supuesto, somos también nosotros, la parte esencial de nosotros como Mónadas. Esto se hará a través de la creación del Antahkarana grupal, racial. La creciente experiencia del trabajo en grupo de aspirantes y discípulos es el paso preparatorio hacia este gran grupo racial, hacia la creación del Antahkarana 'mundial'. Finalmente el Antahkarana une no sólo a gente sino a planetas y a sistemas solares. Esta es la naturaleza esencial del Ser a través del Cosmos. Todo lo superior se refleja a través de un vehículo inferior. Esta triple expresión se encuentra en todo el Cosmos. A nuestro nivel humano lo experimentamos conscientemente, porque, como almas, somos los "Hijos de la Mente". A través de la expresión del alma, el aspecto consciencia, tiene lugar esa consciencia a través de la cual puede construirse el Antahkarana racial.

Como un Ser, como una raza, como una gran agrupación de toda la gente, todas las religiones, todos los tipos y puntos de evolución, existirá finalmente un acercamiento consciente a la Divinidad, especialmente en los tres festivales espirituales de abril, mayo y junio y también en las nueve lunas llenas restantes. Esto constituirá "la nueva religión mundial", o la técnica de la nueva religión mundial, en la cual la invocación reemplazará el actual proceso de adoración. Por consiguiente, podemos ver que será una religión muy científica –será muy difícil distinguir entre lo que llamamos ciencia, religión y educación. Esta es también la educación de la Nueva Era. Los niños serán entrenados en la creación del Antahkarana. La ciencia del Antahkarana se enseñará –hasta el punto en que puede ser enseñada, ya que es algo que se experimenta– a aquellos preparados para recibir la instrucción. Por supuesto, esto no significa todos los niños, sino que para aquellos aspirantes más avanzados, aquellos que se están preparando para la iniciación, esta será la norma. No es posible ninguna iniciación para nadie sin la construcción del Antahkarana. Precisamente, es la construcción del Antahkarana, el nexo entre el hombre inferior y el alma que hace posible la iniciación. Finalmente el nexo entre el hombre inferior integrado y el alma hace posibles las iniciaciones superiores en las cuales el alineamiento es con la Tríada Espiritual, y, a través de ella con la Mónada. Entonces el proceso está completo; El Hombre Dios, el hombre que ha realizado a Dios o ha realizado el Ser, lo ha conseguido: él es un Maestro.

El Antahkarana no es solamente un puente entre los diferentes fragmentos de nosotros mismos, es el puente entre los mundos: planetarios, sistémicos y galácticos.

La clave para la creación del Mayavirupa se encuentra en la correcta comprensión de la creación del Antahkarana. Es importante recordar que mientras estos puentes se construyen, el proceso vitalizante continúa. No es simplemente una cuestión de construir el puente; es a traves de ese puente que el estimulo hacia niveles más altos se realiza.

El Antahkarana

( Parte 3 )

Tres Ciencias

Tres ciencias principales dominarán en la Nueva Era: la ciencia del Antahkarana, la ciencia de la meditación y la ciencia del servicio. La ciencia del servicio utiliza la creatividad que se alcanza a través de la creación del Antahkarana, y la ciencia de la meditación, por supuesto, es un proceso preliminar que conduce a, y esencial para, la creación del Antahkarana a través de su ciencia. Así la ciencia del Antahkarana es ciertamente muy amplia, incluyendo la ciencia de la meditación y la del servicio.

El agente vitalizador es, en primer lugar, el alma. El alma, al nivel de la personalidad, abre los pétalos del Conocimiento en el chakra coronario y los vitaliza; esto estimula los procesos mentales y galvaniza al hombre o la mujer a continuar la creación del puente, el Antahkarana, entre ellos y sus almas. El alineamiento con el alma tiene lugar gradualmente, y cuando se ha recorrido una cierta distancia, la iniciación lleva a la apertura de los pétalos del Amor y finalmente, cuando un hombre o una mujer se acerca a la tercera iniciación y la toma, a la apertura de los tres pétalos internos que ocultan la " joya", la "joya en el corazón del loto", que es el aspecto Voluntad.

La Mónada se refleja cada vez más en el hombre o la mujer en el plano físico, dominando, por lo tanto, la vida de ese individuo. En este proceso, lo que era simplemente aspiración emocional gradualmente se transforma en voluntad Monádica: el propósito de la vida es conocido. Esto conduce a vidas de verdadero valor en el plano físico, no se malgasta el tiempo, el individuo conoce su propósito en la vida y avanza con él sin la pérdida de tiempo, el pensamiento erróneo y las demoras que ocurren debajo de este nivel. Descubre el valor, uso y propósito de la imaginación creativa. Finalmente, esto es todo lo que le queda de la intensa y activa vida astral desarrollada durante tantas vidas. El cuerpo astral se convierte en un mecanismo de transformación –deseo transformado en aspiración, aspiración hacia una creciente Y expresiva facultad intuitiva.

La facultad intuitiva surge cuando el verdadero contacto con el alma se alcanza, cuando el puente entre la personalidad y el alma es de tal constancia e intensidad que lo que era simplemente aspiración emocional se transforma en un nexo directo con el aspecto superior del cual es un reflejo, el aspecto Búdico de la Tríada Espiritual. Nuestro cuerpo astral-emocional, en términos del propósito evolutivo debería ser, y finalmente llega a ser, simplemente un vehículo que refleja a Buddhi. Buddhi es verdadera intuición. Es esencialmente conciencia grupal: intuición es otro nombre para la consciencia grupal. Es el aspecto Búdico, Amor-Sabiduría, de la Tríada Espiritual. Buddhi finalmente se refleja directamente a través del mecanismo astral como intuición; sabemos porque sabemos. No existe ningún pensamiento sobre ello; es una respuesta directa, espontánea a Buddhi utilizando la naturaleza astral purificada como el medio para esa respuesta intuitiva. El Antahkarana produce esto, inevitablemente.

Existe una relación entre la ciencia del Antahkarana y la Meditación de Transmisión. La Meditación de Transmisión es la fusión de dos Yogas: Karma Yoga, el Yoga del Servicio, y Laya Yoga, el Yoga de los Chakras, las energías. Esencialmente, el Antahkarana está relacionado con los centros de fuerza, los chakras, porque es a través de la manipulación científica de las energías en los chakras, la correcta estimulación de estos chakras, que se construye el Antahkarana. Se puede decir que la ciencia del Antahkarana es la ciencia de los chakras. Las ciencias del futuro –del Antahkarana, de la meditación y del servicio– están relacionadas. Una conduce a la otra: la meditación correcta conduce a la construcción del Antahkarana; la correcta construcción del Antahkarana conduce a la vida de servicio –servicio correcto, dirigido por el propósito del alma. El conocimiento y la creatividad del alma son puestos conscientemente a disposición del individuo que construye científicamente el Antahkarana.


La Meditación de Transmisión es una fusión de dos yogas: Karma Yoga, el Yoga del Servicio, y Laya Yoga, el Yoga de los Chakras, las energías.
Puesto que la Meditación de Transmisión es la fusión del Karma Yoga y del Laya Yoga, lo que los Maestros están realmente haciendo con los Grupos de Transmisión alrededor del mundo es crear un Antahkarana grupal. Esto se hace por nosotros. El tiempo promedio de alineamiento real, y por consiguiente de correcta transmisión es aproximadamente de tres minutos y medio a cuatro en cada hora. Es sólo porque la Meditación de Transmisión es tan potente, tan científica, que es tan valioso hacerla incluso estos tres minutos y medio. Por su extraordinaria potencia, por la naturaleza pura, científica de la Meditación de Transmisión, estos tres y medio a cuatro minutos tienen un extraordinario valor para el mundo y un extraordinario valor para la gente que la practica. Se está construyendo gradualmente el Antahkarana para nosotros –es un regalo. Los Maestros nos están sirviendo, dándonos de comer con cuchara. El Antahkarana está siendo creado a una velocidad extraordinaria; tanto es así que, si la persona está en el nivel de 1.5 –entre la primera y la segunda iniciación– y es razonablemente joven y sano, es perfectamente posible tomar la segunda iniciación en esta vida; no porque se esté haciendo un esfuerzo particular, tanto en la construcción del Antahkarana como en servir al mundo, sino simplemente sentándose suficientes veces en Meditación de Transmisión, fijando la atención en el centro Ajna, para que los Maestros ayuden a crear este canal de luz entre los diferentes aspectos de nuestro ser.

Esto es algo extraordinario que sucede en los Grupos de Transmisión, y es una de las principales razones por las que la gente en estos grupos hacen unos progresos tan extraordinarios. Aquellos que han estado transmitiendo en los últimos diez años, digamos, están mucho más avanzados de lo que posiblemente estarían. Pueden no ser conscientes de ello, pero los Maestros sí; Ellos lo miden y lo registran, y Ellos saben quienes están listos, en esta encarnación, para tomar la segunda iniciación (la mayor parte de los que hacen Meditación de Transmisión han tomado la primera). Esto es sólo posible por las exigencias del tiempo que a la vez presenta al aspirante y al discípulo una oportunidad para servir a través de la Meditación de Transmisión. No se puede sobre enfatizar cuán valioso está demostrando ser.

Lo que se construye es el hilo de conexión, el canal entre los diferentes aspectos de uno mismo, es el Sendero de Retorno a la Fuente, la Mónada. Nosotros somos la Mónada, que se refleja a través del alma como la personalidad en el plano físico. Estamos en el Camino de Retorno, redimiendo la materia de nuestros diferentes cuerpos, físico, astral y mental. Esa materia redimida, espiritualizada, produce, en el próximo sistema solar, materia con un nivel más alto de vibración. Y así procede la evolución de nuestro Logos Planetario; estamos todos involucrados en eso, individualmente y para el planeta, para el sistema solar. Esa es la razón por la que estamos aquí. A medida que uno crece y evoluciona, uno profundiza su consciencia de esta realidad.

El Macrocosmos, cuando comenzamos a intuir su naturaleza, a experimentarlo a través de la consciencia consciente, nos dice que esa es la realidad y, cada vez más, perdemos la consciencia del ser separado. Se dice: Piérdete en el servicio. El proceso por el cual realizamos esto es la construcción del puente. Tiene como resultado la creatividad del servicio: la creatividad es servicio, el servicio es creatividad. La naturaleza del alma en los tres mundos es expresarse en alguna forma de servicio creativo, y cuando hacemos esto perdemos el sentimiento de la separación. Profundizamos nuestra experiencia del Macrocosmos y comprobamos que este y nosotros somos uno. Esa es la creciente experiencia del hombre o la mujer que construyen el Puente, que crean esa unidad con el alma. Entonces el alma, en una determinada vida, se convierte en una realidad. Más allá de toda controversia, de toda especulación, sabemos que somos el alma.

Esto no es sólo una idea teórica o intelectual, lo sabemos como parte de nuestro ser y sabemos finalmente que el alma misma es una luz dentro de una luz aún mayor, un fuego dentro de un fuego aún mayor. Ese fuego tiene consciencia – que es la naturaleza del alma, y la persona que contacta con el alma finalmente comprende que es un fuego dentro de un mayor fuego consumidor, que es la Divinidad misma. Como está dicho en la Biblia: "Dios es un fuego consumidor". Esa es la realidad.

El alma es un gran vórtice de fuerzas ardiente que es reflejada en los planos inferiores como el hombre o la mujer en encarnación. Eso es lo que somos: un reflejo de estas fuerzas ardientes, y el puente que construimos –el Antahkarana– de regreso al alma y finalmente de regreso a la Mónada, es el sendero por el cual estas fuerzas se nos hacen disponibles. Ellas estimulan la mente, la intuición, y la voluntad creativa, y nuestra vida como iniciados tiene lugar, iniciados versados en el proceso de la vida.

(Pueden encontrarse más detalles sobre el Antahkarana en el libro "La Misión de Maitreya, Tomo III", de Benjamin Creme.)

2006-10-08 18:44:03 · answer #3 · answered by Zarina 6 · 0 1

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