Hace unos días, TV Azteca protagonizó una nueva ofensiva en la guerra por el negocio de la televisión en México, parecida a la que emprendió contra el Canal 40. Esta vez unos 50 agentes policiacos “con chalecos antibalas” suspendieron una grabación y confiscaron equipo de grabación de una empresa y un conductor contratados por Telemundo. Para hacerlo, argumentaron violaciones contractuales y exhibieron el fallo de una juez que, casualmente, fue la misma que los favoreció en el caso del Cerro del Chiquihuite.
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2006-10-04
06:32:36
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Política y gobierno
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