La hidratación, tan necesaria para la piel, se consigue mediante el agua de los alimentos que ingerimos y el agua de bebida. En la mayorÃa de verduras y frutas más de 90 gramos por cada 100 gramos del producto son agua, por lo que es interesante incluir estos alimentos en la dieta, ya que asà ingerimos, casi sin percatarnos, gran parte del agua que necesitamos. No hay que olvidar que debemos tomar diariamente cerca de 1,3 litros de agua y otros lÃquidos para equilibrar las pérdidas y mantener el nivel adecuado de hidratación. De este modo, la piel se mantiene perfectamente hidratada y se eliminan más fácilmente las toxinas que la perjudican.
Suministran nutrientes imprescindibles para mantener una piel bien estructurada y tersa.
¿Dónde se encuentran?
Ãcidos grasos monoinsaturados: en el aceite de oliva y el aguacate.
Ãcidos grasos poliinsaturados: en aceites de semillas, frutos secos oleaginosos y el pescado (sobre todo el azul).
Vitamina E: en aceites vegetales y frutos secos, en el germen de trigo, en el aceite de onagra o prÃmula, en el germen de cereales o cereales integrales y en algunos vegetales de hoja verde. La vitamina E, de acción antioxidante, neutraliza la acción dañina de los radicales libres que en verano aumentan debido a los rayos solares y que son una de las causas de las denominadas "manchas de envejecimiento".
Pro-vitamina A o beta-caroteno: se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme éste lo necesita y posee, además, acción antioxidante. Abunda en verduras de hoja verde y de coloración rojo, anaranjado o amarillento (zanahoria, calabaza…) y en ciertas frutas (albaricoques, cerezas, melón, melocotón, nectarinas…).
Vitamina A: presente sólo en los alimentos de origen animal, como hÃgado, grasas lácteas (nata y mantequilla), yema de huevo y lácteos completos. Ejerce un papel esencial en la renovación de la piel y de las mucosas.
Licopeno: es un pigmento antioxidante que confiere su color caracterÃstico al tomate y que también está presente en la pulpa de la manzana, el albaricoque, la sandÃa, la papaya y el pomelo rosado.
Vitamina C: de potente acción antioxidante y relacionada con la producción de colágeno; proteÃna que mantiene la piel tersa y sin arrugas. La mejor forma de incorporar esta vitamina es a través de frutas y verduras frescas, en ensaladas, por ejemplo. Abunda en: pimientos, kiwi, cÃtricos, melón, fresas, moras, frutas tropicales, col, tomate.
Vegetales y alimentos de origen animal
Contienen vitaminas, minerales y proteÃnas, entre otros nutrientes, necesarios para mantener la salud de la piel.
Vitaminas del grupo B
Intervienen en el buen estado de la piel y en los procesos de renovación celular. Aparecen en la mayorÃa de alimentos de origen vegetal: verduras, fruta fresca, frutos secos, cereales, legumbres, levadura de cerveza, y en los de origen animal: carne y vÃsceras, pescado y marisco, huevos y lácteos.
Ãcido fólico o vitamina B9: está relacionada con la renovación celular y se encuentra mayoritariamente en la verdura de hoja verde, las legumbres verdes, diversidad de frutas, los cereales de desayuno enriquecidos, el hÃgado y la levadura de cerveza.
Vitamina B2 o riboflavina: actúa contra la seborrea. Se encuentra en la leche y sus derivados (yogur, queso...), huevos, carnes, pescados, hÃgado, legumbres y frutos secos (almendras, nueces...).
Vitamina B3 o niacina: participa en la sÃntesis de la queratina. Se encuentra en: carnes, pescados, vÃsceras y cereales integrales y frutas desecadas (melocotón, orejones, higos, dátiles, etc).
Vitamina B5 o ácido pantoténico: desempeña un papel destacado en la salud de la piel. Está ampliamente distribuido en la naturaleza y es muy raro que surja una carencia.
Vitamina B6 o piridoxina: está relacionada con el metabolismo correcto del cinc, mineral que forma parte de la epidermis. Abunda en: pescados azules, carnes, huevos, frutos secos, cereales integrales, plátano, espinacas, levadura de cerveza y germen de trigo.
Los mejores antiarrugas
Las frutas y hortalizas de color amarillo y anaranjado, y las verduras de hoja verde contienen buenas dosis de los precursores de la vitamina A, es decir, de betacarotenos. Esta vitamina es indispensable para la formación de los tejidos, las mucosas y las células de la piel. También contribuyen a frenar la acción de los radicales libres y, por tanto, el envejecimiento cutáneo y de otros órganos.
Por eso, es conveniente consumir frutas como el melocotón, el albaricoque, el melón y el caqui, y verduras como la calabaza, la zanahoria, la acelga, el perejil, el berro, la col, la espinaca y la escarola.
Sus concentraciones de vitamina A varÃan desde los 1100 microgramos por cada 100 gramos de producto de zanahorias y perejil a los 583 microgramos de las acelgas, pasando por los 830 de las coles o los 816 de las espinacas. En el apartado de las frutas, los melocotones contienen 73 microgramos, el caqui 100 y los albaricoques 298.
Antioxidantes naturales
Los cÃtricos, los kiwis, las frutas rojas, las fresas, los berros, la familia de las coles y el perejil son alimentos ricos en vitamina C. Además de su papel antioxidante, todos son imprescindibles para la buena cicatrización de las heridas e intervienen en la producción del colágeno, que otorga elasticidad a la piel y hace que se deteriore más despacio.
Cutis luminosos con vitamina E
Además de las frutas y verduras frescas, es aconsejable consumir frutos secos. Una ración diaria, no muy grande, es suficiente ya que aportan muchas calorÃas. Son ricos en vitamina E, igual que los vegetales de hoja verde y las frambuesas.
Las almendras, nueces o pistachos, junto a las verduras y frutas mencionadas, consiguen reducir la oxidación celular, el envejecimiento de la piel, a la que proporcionan elasticidad, e incluso pueden ir bien contra las manchas cutáneas. Además, las nueces y las avellanas son ricas en cobre, que actúa como antiinflamatorio, mejorando trastornos cutáneos de este tipo, además de intervenir en la sÃntesis de la elastina.
Otra variedad recomendable para mantener una piel bella y luminosa es el plátano. Se trata de una fruta rica en zinc, un microelemento antioxidante, que mejora la renovación de las células cutáneas y que además las tonifica.
El brécol, por su parte, atesora buenas concentraciones de magnesio, que contribuye a expulsar los tóxicos del organismo, lo que sin duda se nota en la piel. También posee propiedades antiestrés. No debemos olvidar al tomate, una hortaliza muy consumida, que aporta un pigmento con cualidades antioxidantes: el licopeno.
2006-10-03 12:11:51
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answer #6
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answered by Darío B 6
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