Se elabora con la mezcla de restos orgánicos (entre los que se pueden enumerar residuos de cocina, yuyos, pajas, estiércoles, ceniza), y tierra. El abono orgánico se puede obtener en forma casera, y es un abono “rico”, con el cual las plantas se alimentan.
Hay varios métodos para preparar el abono compuesto. El ideal consiste en apilar distintos materiales en capas, intercalando restos de vegetales verdes, restos de cocina, restos de paja, restos de estiércol, tierra y así sucesivamente.
Hay que regar la pila para asegurar que cuente con una buena cantidad de humedad y protegerla con algún material (plástico o chapa), para evitar que las lluvias perjudiquen la fermentación del preparado.
Un dato para tener en cuenta: si no aparecen lombrices en la abonera, conviene agregar algunas. Existe una lombriz pequeña, de color rojo vivo, que se encuentra en las bostas maduras, que es útil para acelerar el proceso de transformación.
Qué sirve y que no para preparar el abono compuesto
Sí No
Cáscaras de frutas
Restos de verduras
Cáscaras de huevos,
Yerba, té, café
Huesos molidos
Hojas.
Vidrios
Huesos enteros
Carne
Grasas
Plásticos
Latas
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Cómo preparar el abono compuesto
Hay muchas formas de preparar el abono compuesto. Una de las más extendidas es la preparación del abono “En Pozo”. Consiste acumular en pozos o zanjas distintos materiales en capas, intercalando restos de vegetales verdes, restos de cocina, restos de paja, restos de estiércol, tierra y así sucesivamente..
Hay que regar la zanja para asegurar que cuente con una buena cantidad de humedad y protegerla con algún material (plástico o chapa), para evitar que las lluvias perjudiquen la fermentación del preparado. Este sistema es apto para las zonas secas, pero para las zonas húmedas se recomienda sólo en verano, ya que en invierno un exceso de humedad “pudre” el preparado.
También se preparan “En Tacho”. Es necesario quitar la tapa y el fondo de un tambor de 200 litros, previamente agujereado en toda la superficie. En él se tiran los desechos aptos para conseguir el abono orgánico, y cada tanto se agrega una capa de tierra. Es necesario removerlo con una horquilla para conseguir una buena aireación. El tacho se debe tapar para evitar el ingreso del agua de lluvia.
Es recomendable que el tambor esté asentado sobre ladrillos, dejando un espacio (que se tapará con una madera), por donde se extraerá el compuesto, una vez que esté listo.
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Cómo construir una abonera portátil
No es difícil construir una abonera de acumulación. Una de un metro cúbico será útil para los desechos grandes.
Primero, hay que construir un corralito, con alambre tejido y estacas de madera, u otro material fácil de manipular, ya que la estructura tendrá que ser desarmada y reinstalada en otro lugar.
Una vez finalizada la construcción, en ella se depositarán pastos secos y verdes, restos de podas (no se deben poner ramas gruesas), estiércoles y otros desechos orgánicos. Al mismo tiempo que se van incorporando materiales orgánicos es necesario intercalar estas capas con tierra, esto permitirá la incorporación del banco de bacterias y microorganismos que trabajarán en la degradación y mineralización de la materia orgánica. Es necesario que la abonera se cubra con una chapa o un plástico, para evitar que el material se seque o sea lavado por las lluvias.
Después de un par de meses, se saca el contenedor de alambre y se deja la pila de materia orgánica en el lugar. A tres metros de distancia, aproximadamente, se vuelve a armar el corralito para dar forma a una nueva abonera.
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¿Cuándo está listo el abono?
En nuestra zona, dadas las bajas temperaturas, el tiempo de formación del abono es la temporada productiva (septiembre-abril) y se desarrolla principalmente en los meses de temperaturas elevadas. Durante el invierno no hay actividad de los microorganismos por lo tanto no se forma abono.
¿Cuándo los desechos se han convertido en abono? Cuando en la pila no es posible distinguir los residuos que habían sido incorporados. La mezcla será uniforme cuando estos estén desintegrados y tengan aspecto a tierra negra y esponjosa. El olor de la mezcla habrá cambiado, ya que cuando el abono orgánico está maduro tiene un buen olor.
Separación del abono
En las entregas anteriores se explicaron las formas de producir abono orgánico, pero el trabajo no culmina una vez que el mismo está listo para usar. El abono listo está desintegrado, conformado por partículas de diferente tamaño, que se deben separar.
En primer lugar se debe separar todo aquel material que puede ser diferenciado como material orgánico original (huesos molidos, hojas, ramas secas, etc.) y regresarlo a la abonera, este trabajo se realiza con laya u horquilla. En segundo lugar corresponde la separación del material desintegrado y parcialmente mineralizado, este se debe separar con una zaranda de 1 centímetro de malla.
Una vez que el material ha sido separado se obtendrán tres tipos de abono: uno grueso, formado por material que aún no ha terminado de descomponerse, será destinado a iniciar una nueva abonera.
El material más fino se puede utilizar como capa superficial de los almácigos y en los tablones, ya sea colocándolo en los surcos de la siembra directa o en los hoyos al hacer los trasplantes (en los tablones funciona como una fertilización localizada, muy importante que esté presente cuando la semilla emite sus primeras raíces).
En tanto, el material mediano, que no atraviesa la zaranda será utilizado como capa protectora del suelo y entre las plantas. A este se lo denominará mantillo o abono de superficie que, además de funcionar como abono, evitará que crezcan yuyos y que la tierra se reseque.
El abono de superficie es el aporte de materia orgánica colocada directamente sobre la superficie que se quiere fertilizar. Puede conformarse con materiales vegetales, como pasto, restos de cosecha, paja, material semidescompuesto, etc., que además funciona como “mantillo”, evitando la evaporación y protegiendo la estructura del suelo del impacto de las gotas de agua.
Es importante destacar que también impide el crecimiento de yuyos. De esta manera, se harán menos necesarias la carpidas para desmalezar.
2006-10-01 13:21:38
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answer #1
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answered by Darío B 6
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Lo más importante es el espacio, para almacenar desechos orgánicos se necesita un lugar sombreado y con drenaje, tierra debajo, al almacenar desechos orgánicos en ese lugar (paja, pasto, hojas, restos de frutas o vegetales, acerrín, etc.) se tienen que mezclar con algo de tierra que toque todos los desechos, luego se cubre el montículo con una delgada capa de tierra... cuando ya esté cubierto se hacen algunos agujeros desde arriba con algún tronco o palo para que corra algo de aire por el montículo, luego se humedece el montículo con hojas grandes o con plástico negro... recuerda que el montículo debe estar bajo sombra, así que el recubrimiento sólo se encarga de mantener la humedad.
Como las bacterias se van a comer todo ese montículo de desperdicios orgánicos es necesario que puedan respirar y se ventilen un poco, así que cada semana es necesario revolver un poco el montículo, ya que en las áreas de mayor actividad bacteriana se pueden alcanzar temperaturas de 70 grados centígrados y las bacterias podrían morir.
Para ayudar a que se procese más rápido también se le pueden hechar lombrices al montículo y rodearlo por los lados y por abajo con madera, pero en ausencia de tierra debajo se ponen ramas más o menos gruesas para que haya aire debajo del montículo.
El abono estará listo cuando sea pura tierra negra y fácil de humedecer y que no huela mal, puede tardar de un par de meses hasta 5 ó 6 meses en invierno.
2006-10-01 13:32:15
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answer #2
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answered by valjan 6
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