10 points ¿que opinan SOBRE el sigu. artículo? lo publiqué en la mañana y NADIE lo pudo analizar y contestar

Question

quiero debatir sobre el artículo y no sobre el pEJE ni CALDERÖN ok?
Los dos puntos rojos de la política nacional son Ulises Ruiz y Felipe Calderón. A uno le impiden asomarse siquiera a las calles de la capital del estado que dice gobernar, mientras al segundo le protestan incluso en presuntos santuarios del conservadurismo, como sería la ciudad de Guanajuato. Pareciera compartir una suerte amarga el par de impugnados a quienes persigue el fantasma del fraude electoral (el oaxaqueño es ampliamente reconocido como un gran maestro de mapachería que, sin embargo, ganó por pequeña y altamente dudosa diferencia oficial a Gabino Cué; de Calderón poco hay que agregar a lo que diariamente se le dice y grita). Y es que permitir la caída del primero significaría alentar el movimiento que busca impedir que el segundo asuma el poder pero, al mismo tiempo, éste, el michoacano, sólo podría llegar a Los Pinos si conflictos sociales como el de Oaxaca son desactivados de la manera menos cruenta posible, es decir, sacrificando al gobernador en fuga y negociando con los grupos civiles desbordados. El grito de "¡presidente espurio!" soltado en la sesión solemne de toma de posesión de Juan Manuel Oliva como gobernador de Guanajuato demuestra que Calderón está en un camino de inhabilitación oficial hasta para ceremonias protocolarias bajo control militar y partidista. Si eso le sucede al PREP (presunto presidente) en los dominios de El Yunque (el gobernador saliente, Juan Carlos Romero Hicks, se hace llamar Agustín de Iturbide en las sesiones secretas de esa organización de ultraderecha) es de suponerse que la ruta rumbo al primero de diciembre estará marcada por protestas que, contra los cálculos alegres del kindergarten político de Calderón, no han amainado e incluso cada día se hacen más duras y resistentes. Es posible, sin embargo, que ni siquiera sean sólo esas protestas en sí las que mantienen en jaque al michoacano casado con la señora Margarita, sino la diariamente confirmada precariedad analítica, estratégica y ejecutiva de un supuesto mandatario que se mueve por la pasarela de las apariencias (lo mismo las bodas o los bautizos que las ofrendas florales o las ceremonias de corte electoral o de gobierno) con un sostenido aire furtivo, un discurso contradictorio y aguado, y una actitud corporal y anímica propia de quien va perdiendo por goleada un partido del que sólo se espera un muy distante silbatazo final. A Calderón y a su equipo Lily Ledy (muñecas y muñequitos) les falta creatividad política: asidos, cual náufragos comedores de patos en alta mar, a la presunta balsa milagrosa en forma de acta de mayoría de votos y declaración de validez electoral, creen posible llegar a tierra firme con el simple pasar del tiempo que según eso todo cura y hace olvidar. La política de almanaque (ver pasar los días en espera de que, a pesar de todo, llegue el momento soñado, ¡oh, sí!) se enfrenta sin embargo a la política de incendio que el dinamitero saliente pretende dejar al sedicente relevo. Vicente Fox trabaja con sospechosa aplicación día tras día para construir escenarios de espanto a cuyo centro desea instalar al actor de (poco) carácter llamado Pelencha (el orden de los factores declarados por Manuel Espino no afectan el producto: chaparrito, pelón y de lentes, describió el presidente del PAN a quien entonces era candidato presidencial). El más explosivo de esos foros es evidentemente el de Oaxaca, donde el esposo de la señora Marta pretende cumplir pactos con el priísmo sosteniendo a uno de los preciosos gobernadores de este México coñaquero, al muy repudiado Ulises Ruiz. Sostener al tal Ulises sólo será posible mediante un baño de sangre en Oaxaca, pero ese escenario de diazordacismo potenciado parece ser altamente apetitoso para un presidente neroniano (Pasta de Conchos, Atenco y Ciudad Lázaro Cárdenas son algunas de las hojas que forman su corona) que sueña con ejercer maximatos (a pesar de haber sido un presidente minimalista) sobre un apocado sucesor sometido en la fotocopiadora política, a pesar de la breve talla de origen, al formato de reducción. La suerte del empresarial Fel IP (de por sí complicada por la multiplicación de las protestas en su contra) parecería entonces sujeta al ejercicio de la fuerza pública. Frente a la astucia de sus opositores que se cuelan por doquier, no parece ser suficiente la desmedida cobertura militar que se le da en cada acto público al que asiste (no faltan especulaciones en que se habla de que los militares no están nada convencidos del uso de la fuerza para enfrentar diferencias que debieran ser resueltas mediante la política). Pero tampoco parecen encontrar esos panistas acorralados más salida para los muchos conflictos sociales provocados por el foxismo (que toca la lira frente a la Roma incendiada) más que el uso ejemplar de la fuerza pública para -ellos creen- apaciguar los ánimos sublevados y abrir camino al paso libre y vitoreado de quien entonces sería entendido como el verdadero salvador de la Patria Ordenada (a golpes) y Generosa (con los grandes empresarios), el gran Felipe de las manos impías que habría de resucitar políticamente de entre los muertos (Franco y Pinochet aplaudirían, uno desde la tumba, el otro al borde de ella, íntimamente gratificados). Oaxaca es, pues, la clave. Represión o diálogo. Alianza escatológica con el PRI para sostener a Ulises o golpe de timón que tire al tricolor para tratar de preservar al blanquiazul. Suerte compartida del par de impugnados que hoy constituyen los puntos rojos de un mapa político y social caliente. Y, mientras hoy son vistas y oídas en la Otratele (en la página de Internet de La Jornada) la crónica y las entrevistas con dirigentes de la marcha oaxaqueña que se dirige a la ciudad de México (realizadas por el único periodista del Distrito Federal presente en esa caminata, Juan Bautista) y, ¡por fin!, la entrevista completa con Víctor Hernández, del Sendero del Peje, más los escuálidos comentarios políticos del día hechos por este tecleador convertido en voceador nocturno, ¡hasta mañana, en esta columna que ya ve en las próximas elecciones al doctor Simi convertido en candidato independiente (la política como muy redituable negocio de varios personajes de apellido González Torres: del Niño Verde a VGT)!

aquí está el link para los huev(ones
http://www.jornada.unam.mx/2006/09/27/004o1pol.php

Answer 1

La situación en Oaxaca es la papa caliente de la política actual: ningún nivel de gobierno quiere pagar la cuota política que dejaría el responsabilizarse de una situación que ya rebasó los límites de la tolerancia ciudadana local. Pero falta la presencia de la APPO en Ciudad de México, que será trascendente para el destino de ese movimiento "magisterial" y con repercusiones nacionales. Es obvio que a Fox no le interesa ocuparse del caso Oaxaca por dos razones: 1.- Va de salida y lo que pase o deje de pasar en el país ya no le interesa (seguridad pública, feminicidios, narcotráfico, etc.) 2.- Felipe Calderón NUNCA fue su candidato para sucederlo en el poder lo que hace patente su indiferencia por el conflicto oaxaqueño, por esta razón, el equipo de transición de Felipe le está exigiendo al gobierno federal su intervención para resolver el conflicto. Fox ha delegado esta responsabilidad en Carlos Abascal, mismo que culpa a Ulises Ruiz, mismo que culpa a Fox, mismo que manda a Rubén Aguilar, mismo que se desentiende y enfoca su atención en el PRD, mismo que se deslinda de participación alguna y que culpa a Fox... Y Enrique Rueda todavía se dá el lujo de amenazar públicamente a padres y madres de familia quienes han reabierto algunas escuelas para dar clases ellos mismos... La cabeza de URO no caerá sino hasta diciembre (si es que llegase a caer) por la sencilla razón de que si asi sucediere, se tendrían que convocar a elecciones nuevamente y eso parece no convenirle a sectores políticos del más alto nivel. Será en diciembre cuando URO pudiera ausentarse (aún más) de su cargo pidiendo licencia y nombrando un gobernador interino, según lo marca la ley. Es evidente que la clase política tiene el temor de que si permiten que un gobernador deje su puesto por exigencias de la ciudadanía, se venga un efecto cascada en otras entidades, por ejemplo en Puebla, donde la sociedad civil organizada ya está manifestándose en contra del tristemente célebre "Gober Precioso" y sus nexos con Kamel Nacif. Además del repudio de los poblanos en contra del gobernador, se agrega el hecho de que Felipe Calderón prometio en campaña que se solucionaría esa situación "caiga quien caiga, incluso el gobernador" (textual). Sin embargo, en la más reciente reunión de la CONAGO, Calderón patentizó públicamente su apoyo a Marín, lo que ha provocado un descontento casi generalizado, puesto que Calderón ya se retractó de una de sus promesas dirigidas a un problema focalizado. Regresando a Oaxaca, el uso de la fuerza pública fue descartado inicialmente por partidos políticos y gobiernos de los tres niveles, aunque después vimos que URO, o al menos lo responsabilizan a él miembros de la APPO, decidió echar mano de policías para intentar acabar con las movilizaciones en la capital oaxaqueña, lo que desató la ira de simpatizantes de este grupo así como de integrantes de asociaciones de derechos humanos nacionales e internacionales. Sin embargo, el gobierno federal ha declarado que si fuese necesario, pedirá que las fuerzas públicas se involucren tanto como se requiera para anular el foco rojo que está opacando el brillo que se supone tiene qué ser natural en un presidente electo. Mismo que se encuentra realmente enfadado por algunas razones que yo detecto: 1.- La divulgación que han realizado los medios de comunicación en torno a la inseguridad que se vive en varias entidades del país. 2.- La indolencia de Fox en asuntos que debieran estar resueltos, según Calderón, para entregarle la versión corregida y aumentada de Foxilandia. 3.- Las advertencias por parte de miembros del PRD respecto a la toma de posesión el 1 de diciembre. 4.- La omnipresencia de Andrés Manuel en actos públicos de Calderón. Definitivamente, desde la etapa previa al inicio de su gestión, se vislumbra un panorama político-social poco alentador para nuestro presidente electo, a quien ya se le borró aquella sonrisa involuntaria y radiante que asomaba a su rostro cuando algún periodista lo entrevistaba, recién había concluído el proceso del Tribunal Electoral. Oaxaca? Ahora sí que sólo Dios, Calderón, Ulises, Enrique y demás involucrados, saben qué sucederá...

Answer 2

Coincido en lo más. Por lo pronto la huelga empresarial fue un fracaso. Me parece que por un lado es la estrategia del desgaste pero por otro polo dentro de las clases políticas que discuten la hegemonía están presionando para una "solución" (claro que pican las costillas para ejercer la violencia) y las declaraciones de Abascal sobre actuar rápidamente con violencia "pero medida" creo advierte solución pre coyuntura con la marcha del 2 de Octubre. Algo es seguro, la violencia hará que se refuerce cualquier argumento contra Calderón, y cualquier eventual protesta sería justificada.

Answer 3

hay wuey por dos inches puntos mejor ni la leo

Answer 4

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Answer 5

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Answer 6

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Éramos una familia sencilla, no teníamos mucho desahogo, pero nunca faltó nada en la mesa de la casa y siempre pudimos ir a la escuela.

Mi papá fue mi gran maestro. Luis Calderón Vega: era un gran mexicano excepcional. Alguien que no sólo tenía ideas, sino también la valentía y arrojo de llevar sus actos a la altura de sus ideas.

Recuerdo cuando era muy niño... en mi casa se militaba en la oposición en un tiempo en que México era muy oscuro, un México autoritario, un México antidemocrático donde ser oposición era muy peligroso: se perdía el empleo, se perdían los amigos, a veces se perdía la vida...

Nosotros, yo y mis hermanos, empezamos a militar en el PAN apoyando y siguiendo a mi papá en sus campañas: repartía volantes, pegaba carteles, me hice experto en pintar bardas...

A mi padre le agradezco mucho la herencia que me dio: la vida, sus ideales, su pasión por México, su país y su partido. Haberme dejado todas las cosas en las que él creyó y por las que él luchó...







El derrumbe del presidencialismo mexicano (Viernes 15 de Septiembre de 2006)
Por Felipe Moreno

Cierto embajador, de la nación más poderosa del mundo y radicado entonces en México comentó durante la segunda década del siglo pasado la manera tan sencilla para dominar a los Estados Unidos Mexicanos. El diplomático sostenía la teoría, cien por ciento cierta hasta finales de los años 80´s del siglo XX, que sólo era necesario mantener sometido a los caprichos del imperio al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, para tenernos dominados.
El sistema político de México, y su régimen presidencial, desde sus inicios mantuvo esa fórmula, donde el ejercicio del poder presidencial siempre terminaba por someter a los otros poderes.
La influencia ejercida por el Poder Ejecutivo sobre el Legislativo y sobre todo el Poder Judicial, se convirtió en algo realmente avasallador. Quién no recuerda algún favor pagado entre las sábanas de un lecho que llegó a sentirse honrado por la visita del hombre que en esos momentos portaba la Banda Presidencial. La confirmación del favor solicitado, el sí a la petición pedida solía hacerse de inmediato, al otro día mediante la entrega de algún objeto olvidado en la residencia de quien sería muy pronto galardonado o promovido a una posición dentro del equipo presidencial. Esa costumbre se sostuvo de manera firme y sostenida hasta finales del siglo XIX y principios del XX, antes de que estallara el movimiento social conocido hoy con el nombre de Revolución Mexicana.
El equilibrio del poder y del gobierno radicaba en la fuerza de un Presidente de la República sostenido por los gobernadores -sus compadres- dueños y señores del Congreso y otras posiciones de orden político o burocrático.
¿A quién respeta el Presidente, se decía en aquellos tiempos? Cualquier educando sabía, en aquellos años, que un Diputado respetaba al Senador, éste a la vez a su gobernador y el Gobernador al Presidente de la República. ¿A quién respeta entonces el señor Presidente? Sencilla era la respuesta, un Presidente de la República sólo debe respetar a la historia, porque si no lo hace irremediablemente va y ch…a…su…ma…
Las viejas formas, impuestas bajo las reglas del más puro republicanismo predominaron hasta el último tercio del siglo XX, en que el respeto o sumisión conciente entre poderes comenzó a perder vigencia. A partir de entonces la falta de orden degeneró en desorden. Comenzaron a reinar entonces en los recintos oficiales y sobre todo en los parlamentarios los ataques y críticas la figura del ciudadano Presidente, símbolo de todos los males, injusticias y atropellos cometidos en contra de toda la nación.
Ni un emperador romano llegó a concentrar tanto poder en sus dos manos. La más mínima estupidez, el más discreto o sofisticado de sus excesos siempre le fue cumplido. Algún día, con más calma, escribiremos sobre el México de los caprichos y excesos. Donde incluso el dinero, como mercancía, perdía valor y precio, dado que, ante tales excesos, éste dejaba de existir al igual que las mercancías que al final pierden todo, incluso el valor que pudiesen llegar a tener desde el punto de vista comercial o histórico.
Las remodelaciones de los edificios históricos o públicos han dejado huellas imborrables de más de un saqueo al patrimonio histórico de todos los mexicanos. Un ejemplo ¿Dónde están las joyas que fueron de la Emperatriz Carlota, que alguna vez fueron vistas en el Castillo de Chapultepec?
La historia, según se comenta, la escriben siempre los vencedores. Sólo que existe una excepción, ésta es cierta mientras no exista o no aparezca en escena un desenterrador político, como lo afirmaba el Maestro Daniel Cosío Villegas.
La historia inconclusa, mutilada, aún no termina de escribirse. El presidencialismo mexicano hoy se encuentra tocado con el instrumento que se usa para el descabello del ganado destinado a las suertes taurinas. Vive sus últimas horas. El rito o conjunto de rituales que hacían de un hombre intocable ha desaparecido para siempre; no obstante la genuflexión o empinamiento completo efectuado en nuestros días por los hombres y mujeres más prominentes instalados en la Suprema Corte.
Hoy la geografía política y la correlación de fuerzas en México han cambiado radicalmente. Hoy el todo ya no le pertenece al señor Presidente. Este tiene en el Congreso su mayor contrapeso, donde -de mayor a menor- todas las fuerzas existentes son minorías representativas de un México polarizado y pulverizado. Vamos camino hacia un parlamentarismo simulado, donde el rey ya no gobierna.
El Presidente puede tener el apoyo de los gobernadores, pero el poder absoluto radica en los hombres y mujeres que hoy forman parte de las más modestas minorías. Los Estados Unidos de Norteamérica pueden seguir creyendo que controlando al Presidente controlan todo, pero esa fórmula que les funcionó con el PRI-gobierno hasta la llegada de Ernesto Zedillo, ha entrado en desuso. El Presidente de México es un holograma, un tigre de papel que sólo sirve para cortar listones en ceremonias a puerta cerrada o bien gobernar vía Internet a toda una República imaginaria como inexistente.
El México de nuestros días, el del tercer milenio -después de Jesucristo- es un México vivo, aunque más marcado en sus problemas y contradicciones sociales. El viejo modelo político, por tanto, habrá de cambiar por la fuerza y presencia de las circunstancias, donde la realidad y la presión sociales deberán marcar siempre la llamada agenda nacional. Actuar en sentido contrario sólo agudizaría las tensiones sociales, hasta llegar directo a los enfrentamientos.
México ya cambió sin que nadie lo pidiera. La nación mexicana vive otra realidad y requiere el establecimiento de formas y fórmulas diferentes. El viejo y apergaminado presidencialismo es un anacronismo que ya no atrae, no motiva, no impresiona, no asusta a la gente.
El presidencialismo actual es un presidencialismo enano, de corta visión, sin rumbo y nulos alcances históricos y sociales. Se acabó la era del SI A TODO LO QUE DIJERA O QUISIERA EL SEÑOR PRESIDENTE. Ha desaparecido el viejo presidencialismo mexicano. Y, no hay que darle mérito a nadie, ni siquiera a los que han sabido montarse o hacer uso de las circunstancias. Simplemente estamos viviendo un proceso histórico que se repite cíclicamente.























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Answer 7

Tu esquizofrenica pregunta evidencia lo ezquizofrénico del asunto. Para empezar los perredistas de la APPO y de la sección 22 del sindicato de profesores reciben linea de políticos, que también le entran con financiamiento. Pero también hay algunos despistados que creen que pasarán a la historia por mentar madres. Por mí que desaparezcan los poderes en Oaxaca---que, por lo demás, se lo tendrían bien merecido---, pero también, que nos libren de ese tipo de perredistas mesiánicos de la APPO y de la sección 22, que le faltan el respeto a la auténtica izquierda y a la guerrila verdadera, con sus actos propios de mujeres engañadas e insatisfechas.

Answer 8

Muy buen articulo (como todos) los de Julio Hernandez.

No creo que los panistas lo lean, uno que otro ávido de información lo hace, y muchos desorientados DEBIERAN leer algunas de estas cosas que en forma simple y "amable" muestran el verdadero teatro politico mexicano.

Gracias por recordarmelo, seguido lo leo, hoy se me estaba pasando.

Saludos.

Answer 9

Mmmm, no se pero tengo 2 puntos

Answer 10

mmmh esta muy largo y me dio flojeritaaa leerlo , pero ojala alguien de la respuesta que tu buscasss byeee