Sustantivo
En la Gramática del español, el sustantivo es una clase de palabra y en tanto tal puede recibir una caracterización sintáctica, morfológica, semántica y fónica. Sintácticamente se lo caracteriza por tener como función privativa ser núcleo (palabra con mayor jerarquÃa) del sujeto. Es núcleo de sintagmas a los que les confiere el rango de sintagma nominal y es susceptible de recibir determinante. Desde el punto de vista morfológico, está formado por uno o más monemas, por lo general un lexema más morfemas constituyentes de género y número, y morfemas derivativos o afijos no constituyentes. En cuanto a su forma sensible, es palabra tónica y carga con acento de intensidad, que se desplaza al sufijo cuando lo lleva. Desde un punto de vista meramente didáctico se lo define como el tipo de palabra que significa persona, animal o cosa concreta o abstracta, definición que no sirve para todos los sustantivos ("carrera", "caminata", "actuación", "acción", por caso). En español admite como acompañantes a artÃculos y otros determinantes y adjetivos que concuerden en género y número con ellos (adyacentes) y a sustantivos en aposición que pueden no concordar. También puede llevar complementos preposicionales, llamados genéricamente complementos del nombre
Funciones del sustantivo en una oración bimembre de sujeto y predicado
Núcleo del sintagma nominal sujeto: La niña va a la escuela.
Término de una preposición: La falda de MarÃa tiene lunares.
Aposición o apósito, esto es, modificador de otro sustantivo en relación de aposición con él: Ese rÃo, el Tajo; Madrid, la capital.
Atributo de un adjetivo: Me gusta el color verde mar.
Complemento (modificador sin preposición) del verbo El sustantivo puede ser:
Objeto directo que es cosa: Me he comprado un coche nuevo.
Complemento circunstancial: Los niños juegan al fútbol los sábados.
Complemento predicativo: La asamblea eligió presidente a Pedro.
Sustantivación
La sustantivación es el cambio de función de una palabra que no pertenece a la categorÃa de los sustantivos que pasa a desempeñar una de las funciones de los nombres. En la sustantivación tiene gran importancia añadir artÃculos a las categorÃas gramaticales para transformarlos en sustantivos. Por ejemplo:
Un adjetivo sustantivado que hace función de sujeto: "Lo innovador parece atractivo".
Un adjetivo sustantivado que hace la función de objeto directo: "Quiero los verdes".
Un adverbio sustantivado que hace la función de sujeto: "El sà de las niñas".
Una proposición subordinada adjetiva sustantivada: "Le voy a entregar dulces a quienes tengan las manos limpias".
Clasificación de los sustantivos
Clasificación por género
ArtÃculo principal: Género gramatical
Según el género, en castellano, los sustantivos se clasifican en:
Sustantivos masculinos: El género masculino de un nombre se determina añadiendo el morfema de género –o. También anteponiendo un artÃculo masculino el, un. Los nombre geográficos, los dÃas de la semana, los meses del año, los puntos cardinales y los números son masculinos. Hay algunas excepciones ya que palabras que acaban en –o son femeninas como la foto, la mano, la moto.
Sustantivos femeninos: En el español, los nombres de las cosas y de muchos animales han tomado género masculino o femenino debido a un proceso histórico caprichoso; no hay una razón lógica por la que libro tenga que ser una palabra masculina y estación una palabra femenina.
Las normas para distinguir o transformar el género de los sustantivos son:
Si el nombre en masculino termina con -o, en femenino termina con el morfema de género -a. Existen excepciones como el dÃa, el mapa y muchas palabras de origen griego que terminan en -ma y -ta son masculinas, no femeninas como el clima, el cometa, el crucigrama, el drama, el fantasma, el idioma, el panorama, el planeta, el poema, el poeta, el problema, el programa, el sistema, el telegrama, el tema.
Los sustantivos que en masculino no llevan el morfema de género o terminan en consonante, el femenino se forma añadiendo el morfema –a, por ejemplo: profesor - profesora, león – leona.
Los sustantivos que terminan en -dad, -tad, -ie, -ión, -sis, -ez y –triz, como la verdad, la libertad, la calvicie, la infección, la tesis, la vejez, la actriz, son femeninos, con las excepciones de “el análisis, el énfasis, el juez”.
Las letras del alfabeto son femeninas.
Los números cardinales son masculinos.
Los sustantivos que terminan en -esa, -isa, -ina o –triz son femeninos, cuyos nombres masculinos no poseen morfema de género masculino. Por ejemplo de prÃncipe - princesa, poeta - poetisa, héroe - heroÃna, emperador – emperatriz, gallo – gallina, actor – actriz.
Heterónimos. El masculino y el femenino son palabras distintas, por ejemplo hombre - mujer, toro - vaca, caballo - yegua, padre - madre, yerno - nuera.
Sustantivos que tienen una forma invariable para el masculino y el femenino. El artÃculo y el modificador indican el género: el - la artista, el - la astronauta, el - la atleta, el - la ciclista, el - la guÃa, el - la estudiante, el - la intérprete, el - la modelo, el - la periodista, el - la testigo, el - la turista.
Sustantivos que se refieren a profesiones tienen diferentes formas: el abogado/la abogada, el doctor/la doctora, el ingeniero/la ingeniera, el jefe/la jefa, el secretario/la secretaria, el traductor/la traductora. El grado de aceptación que tienen estas palabras entre los hablantes depende, muchas veces, de diferencias dialectales que son las diferencias de frecuencia de uso en determinadas regiones.
Sustantivos que cambian de significado dependiendo del género, por ejemplo: el capital - la capital, el cometa - la cometa, el corte - la corte, el cura - la cura, el frente - la frente, el orden - la orden, el Papa - la papa.
Sustantivos cuyo género es ambiguo: el azúcar - la azúcar, el mar - la mar, el calor - la calor, el margen - la margen. Se debe también, en muchos casos, a diferencias dialectales.
Sustantivos de ambos sexos. Por norma general, cuando hay un solo elemento masculino, sin importar cuántos femeninos haya, el conjunto se considera gramaticalmente masculino.
Epicenos. Los nombres de animales que no tienen palabras diferenciadas se refieren a los dos sexos: hormiga, liebre, lagarto.
Clasificación por número
ArtÃculo principal: Número gramatical
Según el número, en castellano, los sustantivos se clasifican en:
Sustantivos singulares: Si el número de objetos a los que hace referencia el nombre es único. En singular, los sustantivos no tienen ningún morfema de número.
Sustantivos plurales: Si el número de objetos a los que hace referencia el nombre son varios o más de uno.
Las reglas de pluralización son las siguientes:
Si el sustantivo termina en vocal no tónica, se añade -s: sala - salas, coche – coches.
Los sustantivos terminados en -é (acentuada) también hacen el plural en –s: bebé – bebés.
Si el sustantivo termina en -à o -ú (tónicas), se añade -es: esquà - esquÃes, ñandú - ñandúes. Se está generalizando el pluralizar estas palabras añadiendo sólo -s (esquÃs, ñandús) como parte de un proceso de regularización del sistema morfológico del español. Algunas gramáticas establecen que las palabras terminadas en -á (tónica) se les añade también –es al hacer el plural (faralá - faralaes).
Si el sustantivo termina en consonante (excepto z), se añade -es: papel - papeles, álbum - álbumes. La gran mayorÃa de las palabras que terminan en -y siguen esta regla como ley - leyes, rey - reyes. Sin embargo hay excepciones como palabras cuya y en el plural suena [i], no [y]: jersey - jerséis.
Si el sustantivo termina en -z, ésta se cambia a c y se añade -es: lápiz - lápices, matiz – matices.
Los sustantivos que acaban en -s o -x y no son agudos, permanecen invariables para formar el plural: el viernes - los viernes, el tórax - los tórax, el virus – los virus, el cumpleaños – los cumpleaños.
Sustantivos que sólo admiten la forma singular: el cénit, el este, el oeste, el norte, el sur, la sed, la salud.
Sustantivos que sólo admiten la forma plural: las gafas, las nupcias, las tenazas, las vacaciones, los vÃveres.
Sustantivos que se pueden usar en su forma singular y plural: el pantalón/los pantalones, la tijera/las tijeras.
Los apellidos tienden a no pluralizarse, pero se está haciendo más común la pluralización entre los hablantes de español: los González, los GarcÃa o los GarcÃas, los Navarrete.
En los sustantivos compuestos, sólo el segundo elemento puede pluralizarse, siguiendo las reglas de pluralización: la pelirroja - las pelirrojas, el ferrocarril -los ferrocarriles.
Las siglas no tienen plural: los GAL, las ONG.
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Otras formas de clasificación
Según la naturaleza, los sustantivos se clasifican en:
Sustantivos comunes: Permiten nombrar a todas las personas, animales o cosas de la misma clase o especie, sin particularizar su significado como hombre, caballo, casa. Agrupan los objetos que denominan por sus caracterÃsticas, sin expresar rasgos distintivos. Por eso, se consideran sustantivos genéricos.
Sustantivos propios: Distinguen o particularizan a cada individuo de los demás de una misma clase, especie o género. Se aplican a un solo ser, persona, animal o cosa. Por eso, se consideran sustantivos individuales. Los nombres de las personas y de los paÃses son nombres propios. Los sustantivos propios se escriben SIEMPRE con letra inicial mayúscula.
Sustantivos concretos: Son nombres de cosas que pueden percibirse con los sentidos del cuerpo o que imaginamos como reales, como por ejemplo mesa, niño, reloj, duende, hada, etc.
Sustantivos abstractos: representan conceptos independientes (inmateriales) y designan por tanto entidades que no se perciben con los sentidos del cuerpo, sino con la mente, como por ejemplo nación, engaño, amor, odio, contradicción, bondad, virtud, honradez. Los sustantivos abstractos los podemos clasificar en:
Abstractos de fenómeno: Están relacionados con sustantivos que designan acciones, estados o sus efectos, por ejemplo lectura, caminata.
Abstractos de cualidad: Están relacionados con adjetivos y designan cualidades o propiedades de los objetos o de los seres, por ejemplo belleza, maldad.
Abstractos de números o cuantitativos: Cuantifican tanto de forma precisa como de forma imprecisa, por ejemplo cantidad, montón.
Según la forma, los sustantivos se clasifican en:
Sustantivos individuales: Son sustantivos que en su forma singular, nombran a un solo ser como pluma, árbol, rosa. Designan a un único ser, pero admiten el morfema del plural para designar a más de uno.
Sustantivos colectivos: Son sustantivos que poseyendo una estructura de singular, nombran a un conjunto de número indeterminado de seres o cosas como plumaje, bosque, rosaleda, muchedumbre, gentÃo, bandada, coro, alameda. Tienen inherente la idea de pluralidad sin necesitar un morfema que lo exprese, pero no en el sentido de uno más uno, sino en cuanto a conjunto colectivo formado por varias unidades de la misma cosa designada.
Según la composición del sustantivo, los nombres se clasifican en:
Sustantivos simples: Son los sustantivos que están formados por una sola palabra.
Sustantivos compuestos: Son sustantivos que están formados por dos palabras simples, como por ejemplo anteojos, pararrayos, cascanueces, aguardiente.
Según el origen de los sustantivos, los nombres se clasifican en:
Sustantivos primitivos: Las palabras primitivas son las que sirven de cabeza de serie a una familia, funcionando como raÃz de las palabras derivadas de ellos. Los sustantivos primitivos sólo están formados por un lexema básico y optativamente por morfemas de género y número. Por ejemplo pan.
Sustantivos derivados: Las palabras derivadas nacen de las primitivas, cuando se les agrega sufijos o prefijos, como por ejemplo panaderÃa, panadero, inmortal , mortal. Hay distintos tipos de nombres derivados que son:
Sustantivos aumentativos: Son los sustantivos que designan a personas, animales, cosas o fenómenos de gran tamaño o alto grado de intensidad, como por ejemplo niñote, perrazo, arbolote, sillota, ruidazo.
Sustantivos diminutivos: Son los sustantivos que designan a personas, cosas, animales y fenómenos que se caracterizan por su pequeñez, poquedad o menor grado de intensidad, como por ejemplo niñita, gatito, manzanita, mesita, viejecita.
Sustantivos despectivos: Son los sustantivos que designan a personas, animales, cosas y fenómenos que son tratados con desprecio o desdén, o vistos como inferiores, como por ejemplo jovenzuelos, mosquillo, plantucha, libraco.
Sustantivos gentilicios: Son los sustantivos que se derivan del lugar de nacimiento (paÃs, región o estado) de personas, animales o cosas, como por ejemplo, español peruano, sueco, suizo, panameño, argentino, danés.
Sustantivos patronÃmicos: Son los sustantivos que se derivan de algún nombre propio. Por ejemplo los apellidos de origen español se formaron originariamente a partir del nombre de pila. Normalmente acaban en -ez. Se da el nombre de patronÃmicos a todos los apellidos. Por ejemplo de Gonzalo – González, de Fernando – Fernández.
Según la vida que posean los nombres que designan, los sustantivos se clasifican en:
Sustantivos animados: Nombran seres considerados vivientes, como por ejemplo perro, gato, hombre, persona, niño, Anastasio.
Sustantivos inanimados: Nombran seres inertes, como por ejemplo, papel, cristal, piedra, cigarro, carta.
Según la contabilidad de los nombres:
Sustantivos contables: Señalan entes que se pueden contar, por ejemplo cinco niños, tres rocas, trece euros. Los sustantivos contables se combinan con cuantificadores plurales sin alterarse semánticamente.
Sustantivos incontables: Señalan realidades que no se pueden contar salvo al referirse a clases o variedades distintas, por ejemplo leche, humor, aire, humo, basura. Los sustantivos incontables solamente pueden combinarse con cuantificadores en singular sin modificar su significado. Sólo admiten numerales cardinales o cuantificadores plurales cuando indican una clase o modalidad. Por ejemplo: tres vasos de leche - muchos vasos de leche - mucha leche. Los humos emitidos por los ácidos suelen ser nocivos. Existen casos en los que sustantivos incontables tienen distintos significados o matices en plural, por ejemplo aires de grandeza, aires de cambio, malos humos, aguas cálidas, aguas internacionales.
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Adjetivo
El adjetivo es una clase de palabra que funciona ordinariamente como adyacente del nombre sustantivo, esto es, como complemento nominal adjunto que se sitúa delante o después del sustantivo a que se refiere, con el cual concierta en español en género y número.
Por significado, señala una cualidad atribuida a un sustantivo, bien abstracta (percibible por la mente, como en "libro difÃcil"), bien concreta (percibible por los sentidos, como en "libro azul").
MorfologÃa
En cuanto a su morfologÃa, el adjetivo posee en español accidente de género o número para concordar con el sustantivo del cual es adyacente. Existen adjetivos de una terminación (fuerte, falaz, hábil, débil...) que no experimentan variación de género, aunque sà de número, y de dos terminaciones (bueno/buena, malo/mala, etc...). En posición antepuesta, algunos adjetivos pierden algunos de sus elementos finales: grande/gran, santo/san, bueno/buen, primero/primer, tercero/tercer.... Admite, además, afijos y morfemas de grado superlativo (los sufijos -Ãsimo, -érrimo). Es determinado asimismo por adverbios cuantificadores que le confieren los otros grados, el comparativo de igualdad (tan), de superioridad (más) y de inferioridad (menos), asà como el grado superlativo analÃtico (muy, harto bueno). Lo sustantivan o transforman en sustantivo el artÃculo neutro lo ("lo bueno") y el masculino el y, además, la supresión del sustantivo en una lexÃa habitual: el barco velero = el velero.
Sintaxis
En cuanto a su sintaxis, el adjetivo desempeña habitualmente cinco funciones diferentes:
1. Adyacente de un sustantivo ("buen libro grande)
2. Atributo de un sustantivo a través de un verbo copulativo ("Pedro es, está o parece sano")
3. Complemento predicativo ("la mujer llegó cansada")
4. Núcleo de un sintagma adjetivo. "Muy próximo al barrio"
5. Núcleo de un sintagma preposicional. "Lo acusaron por tonto".
El adjetivo en español es también tónico y por tanto una de sus sÃlabas se pronuncia con mayor intensidad que las otras.
Se distingue entre: Adjetivos adjuntos cuando van unidos asindéticamente al nombre: noche oscura u oscura noche. Adjetivos atributivos, ligados al nombre mediante un verbo copulativo (ser o estar): la noche era oscura. Adjetivos en función de complemento predicativo cuando entre el adjetivo y el sustantivo hay un verbo no copulativo (aquà entra parecer, pues no es un verbo copulativo puro): La casa parece verde, el niño llegó feliz. Y adjetivos en función de aposición, cuando va unido al sustantivo con un elemento suprasegmental: la casa, verde.
Se distingue también entre adjetivos explicativos y adjetivos especificativos. El adjetivo explicativo o epÃteto expresa una cualidad abstracta o concreta que el sustantivo ya informa, subrayando dicha cualidad; por ejemplo: "Dulce azúcar", "manso cordero", "fiero león". El adjetivo especificativo, por su parte, añade una información que el sustantivo por sà sólo no comunica: "Azúcar moreno", "cordero enfermo", "león distraÃdo". También pueden distinguirse los adjetivos calificativos, que se limitan a señalar una cualidad, y los adjetivos determinativos, generalmente llamados determinantes, que actualizan, presentan, cuantifican (miden) o preguntan por el sustantivo núcleo del sintagma nominal, generalmente, aunque no siempre, situándose en posición anterior a éstos. Existen tres clases de determinantes, los actualizadores, los cuantificadores y la de los interrogativos.
Los determinantes actualizadores presentan al sustantivo núcleo del sintagma nominal, esto es, lo transforman de desconocido en conocido, lo ubican en el espacio y en el tiempo. Los determinantes cuantificadores, por el contrario, miden al sustantivo núcleo del sintagma nominal. Los determinantes interrogativos o interrogadores preguntan por el sustantivo núcelo del sintagma nominal.
Los actualizadores son cuatro; el predeterminante todo-a-s, que puede preceder a los demás determinantes y delimita la integridad del sustantivo núcleo del sintagma nominal; el artÃculo, que presenta al sustantivo en un espacio y un tiempo concreto (el, la, lo, los, las); el posesivo, que señala la pertenencia del sustantivo a un elemento de la situación o contexto (mi, tu, su, nuestro, vuestro, su y sus femeninos y plurales) y el demostrativo, que sitúa al sustantivo en un lugar más o menos próximo o lejano (este, ese, aquel y sus femeninos y plurales)
Los cuantificadores se agrupan en dos grandes clases, los numerales, que miden de forma precisa el sustantivo núcleo del sintagma nominal, y los extensivos o indefinidos, que lo miden o evalúan de forma imprecisa.
Los numerales pueden ser cardinales (correspondientes a la serie de los números reales: un, dos, tres, cuatro...; ordinales (que señalan precedencia o seguimiento en una lista: primer, segundo, tercer, cuarto...); multiplicativos (que multiplican el número del núcleo del sintagma nominal: doble, triple, cuádruple, quÃntuple, sextuple, septuple, nónuple, décuple, undécuple...), divisores o partitivos, que dividen el núcleo del sintagma nominal (medio) y distributivos, que reparten el núcleo del sintagma nominal (ambos, sendos)
Los extensivos cuantifican de forma imprecisa el núcleo del sintagma nominal: algún, cierto, otro, mucho, poco, bastante, etc...
Los interrogativos preguntan por el núcleo del sintagma nominal: qué, cuál libro
Adjetivo sustantivado o absoluto: es el que desempeña en la frase la función de sustantivo mediante metábasis de Adjetivación.
Adjetivo verbal: es el participio en función adjetiva cuando no ha perdido aún su naturaleza verbal.
Posición
Un adjetivo puede ir tanto delante como detrás del núcleo al cual se refiere.
Existen 4 criterios para la posición de éste: criterio lógico, criterio psicológico, criterio rÃtmico y un criterio distribucional.
Criterio lógico
Si el adjetivo es especificativo se coloca después del núcleo. Ej. tiza blanca Si el adjetivo es explicativo se coloca antes del núcleo. Ej. mal estado
Criterio psicológico
El adjetivo irá antes del núcleo si es subjetivo, es decir, el adjetivo es opinión del emisor. Ej. buena jugada
Criterio rÃtmico
Si el adjetivo tiene una longitud superior al núcleo, se escribe después de éste. Ej. chico asustadizo o también la casa deshabitada
Criterio distribucional
Si el adjetivo tiene escaso contenido informativo se escribe antes que el núcleo. Ej. buen golpe
Si el adjetivo tiene mayor grado de información se pospone. Ej. Calor solar y no solar calor
Criterio significativo
El significado cambia si el adjetivo cambia su posición. Ej: pobre hombre y hombre pobre no significa lo mismo.
2006-09-27 15:09:37
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answer #2
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answered by AHORA SOLO VALGO YO!!! 3
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