A fines de la década del sesenta las grandes potencias firmaron el protocolo de Whasintogn, allí se determino como medio de ocupación de los países satélites el derrocamiento de los gobiernos democráticos y el endeudamiento forzoso.
Si repasas la situación política de la década del 70 de latino América notaras que todos los países estaban regidos por gobiernos de facto, producto de la necesidad de implantar un programa económico que diera lugar a lo proyectado oportunamente.
la CIA tal cual tu dices financio la revolución de Videla pero también la de Pinochet y la de cada uno de los dictadores de América de aquellas décadas.
2006-09-25 13:45:36
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answer #1
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answered by betocanavate 4
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Creo que el endeudamiento generado por los militares se debe principalmente a que estos eran unos ignorantes en cuestiones económicas y segundo a que financiaron una guerra, la construcción de infraestructura (estadios, obras públicas, etc) todo con dinero prestado ya que el país tenía un gran déficit fiscal. La balanza de pagos era negativa ya que ellos comenzaron con el modelo económico de apertura que permitía el ingresos de productos de afuera comenzando la destrucción de la industria nacional que luego continuó con los siguientes gobierno.
Además por su modelo económico de apertura, liberal tenían buenas relaciones con EEUU y un fácil acceso al crédito del cual abusaron empeñando el futuro de generaciones de argentinos.
2006-09-25 06:47:42
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answer #2
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answered by Car 2
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a) El primero que empezó a endeudar el paÃs no fue Videla, sino el primer presidente argentino, Bernardino Rivadavia (el de la Av. más larga del mundo). Con la Baring Brothers, para construir el puerto de aguas profundas de Buenos Aires, que nunca se construyó. El préstamo era de 1.000.000 de libras esterlinas de la época (muchos miles de millones de hoy); llegaron al RÃo de la Plata sólo 145.000 (lo demás fueron comisiones, coimisiones, intereses adelantados, gastos varios, etc.). Fue alrededor de 1820. Se terminó de pagar en 1903... Y se terminaron pagando 4.500.000 libras (36 veces lo prestado).
b) Cuando Videla subió, habÃa deuda de varios miles de millones de dólares (5.300 millones). La deuda creció geométricamente porque se fijó una tablita de devaluación (por la cual se podÃa saber exactamente cuánto iba a costar un dólar dentro de determinado perÃodo, a años de proyección), y la inflación y los intereses que pagaba el sistema financiero era mucho mayor que la devaluación prevista. Entonces era negocio sacar un préstamo en dólares, traerlo a Argentina, invertirlo en la bicicleta financiera, cuando habÃas ganado el 100% o más en dólares en algunos meses, cambiabas los pesos a dólares de nuevos, ganabas el 100% en meses cuando la tasa internacional no superaba el 12 ó 15% anual, y vuelta a empezar... Luego, cuando todos comenzaron a querer recomprar muchos más dolares de los que habÃan traÃdo (por la ganancia financiera), la tablita se fue al joraca poque no habÃa dólares suficientes para todos...
c) Otro motivo del aumento descomunal de la deuda no fue tanto esa bicicleta (que influyó), ni la desmedida importación de bienes de consumo como algunos dicen (por ejemplo, si se hubiera importado 1.200.000 TV de colores en 1978/1980, el costo hubiera sido de 600.000.000 de dólares, y la deuda se fue de 5.300 a 30.000 millones de dólares); sino que fue EL NO PAGO DE LOS INTERESES de la deuda.
Nos incorporamos al FMI
Durante el primer gobierno de Hipólito Yrigoyen, la deuda disminuye a 100 millones de libras, a pesar de lo cual luego Alvear le devuelve el poder con 142 millones de libras, lo que nuevamente es disminuido por Yrigoyen a 135 millones de libras. Asà como existe un patrón de conducta de sometimiento en nuestra historia, durante los gobiernos populares (Yrigoyen, Illia, Perón y Cámpora) la deuda se mantuvo o disminuyó, pero es con Juan Domingo Perón que es llevada a cero con la cancelación de los últimos 264 millones ya convertidos en dólares.
En 1956 comienza lo que hicieron con nosotros. Pedro Eugenio Aramburu convierte a la Argentina en adherente del Fondo Monetario Internacional, un organismo de crédito internacional al cual Perón habÃa rechazado enérgicamente. Desde entonces, Estados Unidos va a desplazar a Inglaterra como principal prestamista del paÃs, y con Arturo Frondizi, la deuda va a alcanzar los 1200 millones de dólares, en la triste etapa de Adalberto Krieger Vasena y Alvaro Alsogaray.
Con Arturo Illia la deuda desciende de 2000 millones de dólares a 1700 millones de la misma moneda. Pasan Juan Carlos OnganÃa, Roberto M. Levingston y Alejandro Lanusse y la deuda externa argentina ya se encuentra en los 3700 millones de dólares. Como una conducta repetida de muchos de nuestros “ponderables” funcionarios, Krieger Vasena pasa a ocupar un cargo importante como ejecutivo de la multinacional alimentaria Deltec Internacional y luego trabajarÃa para el Fondo Monetario Internacional.
El gobierno de Héctor Cámpora reduce la deuda a 3400 millones de dólares, pero cuando se produce el golpe de Estado de 1976, la deuda se ubica en 5300 millones de dólares. Con el proceso, la deuda asciende a los 30.000 millones de dólares, porque la lógica fue tomar préstamos para sostener el aparato represivo y alimentar la especulación financiera
d) Si debés 5.300 millones y tenés que pagar 900 millones de intereses anuales, y no los pagás y ese año los refinanciás, entre los intereses impagos y costos de refinanciación, tu deuda se va a 6.600 millones (y no te entró un solo dólar). Repetilo durante diez años y vas a tener una deuda descomunal, sin que necesariamente se hayan robado el dinero ni todo eso... fue un muy mal manejo financiero, a lo que se puede agregar la corrupción, las coimas, y el robo (pero en menor escala que la que se piensa).
e) AlfonsÃn recibió 30.000 millones y en cinco años la dejó en 60.000 millones de la misma manera.
f) La CIA no financiaba la dictadura en Argentina, porque a la dictadura no le hacÃa falta ninguna financiación. DisponÃa de miles de millones de dólares (presupuesto nacional) sin controles democráticos; sin necesidad de que la CIA le tirara un par de cientos de millones de dólares. En realidad, si se investigara, creo que la CIA fue financiada por Argentina, para pagar operaciones contrarrevolucionarias en América Central, en la década del 80, cuando el gobierno de USA no podÃa porque leyes yanquis se lo prohibÃan...
g) Videla no robó un dólar. ¿Cómo podés saberlo? Porque vivió siempre en su viejo departamento de Belgrano, jamás viajó al exterior, no tuvo bienes suntuarios (autos, departamentos, joyas, etc.) No se le conocen gastos superfluos ni nada de eso. NADIE LO ACUSO JAMAS DE ROBARSE UN CENTAVO. Se lo acusa de crÃmenes cometidos durante su gobierno, en todo caso por no haberlos impedido, ya que era el máximo responsable por ser el que ejercÃa el Mando en esa época.
2006-09-25 06:54:25
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answer #3
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answered by Angelorum 6
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Bien dices. Claramente tuvieron un nexo económico la dictadura de Videla con el FMI. Las políticas económicas implementadas en el gobierno mas nefasto de nuestro país, estaban apuntadas a devolver las "gentilezas" del Fondo Monetario.
2006-09-25 06:46:43
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answer #4
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answered by Martin Chuletas 5
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fue un plan meditado, y terriblemente llevado a cabo. Quisiera agregar que los desaparecidos no eran cualquier persona, la mayoria eran universitarios y estudiantes (de los mejores), que querian un mundo mejor y se daban cuenta de la realidad. Lamentablemente "se llevaron los mejores", y eso no fue una casualidad. Actualmente hay muchos de estos "personajes" entre nosotros. y en cualquier ambito. Latinoamerica no podia crecer, y eso se encargaron de truncar. Yo que tengo muchos conocidos en el ambito cientifico, te puedo asegurar que fue asi, destruyeron todo, y va a costar mucho recuperar. Salu2!
2006-09-25 06:46:15
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answer #5
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answered by MARI 3
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No creo, simplemente era liberal en lo economico y puso a Martinez de Hoz , que implementó una política financiera que nos mató, pero eso no es por conecciónes sino por conviciones, luego se corrompieron pa pior...
2006-09-25 06:45:34
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answer #6
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answered by Peripatetico 4
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Por supuesto que sí. Las conexiones incluso llegaron hasta la siniestra logia italiana P2, creada por Licio Gelli.
La visita de Kissinger (creador del plan sangriento para limpiar Sudamérica de "zurdos, comunistas y rojos") avala tu teoría.
Este texto es interesantísimo y creo que responde tu pregunta:
La dictadura militar del general Videla (1976-1981) se caracterizó por una agresiva política de endeudamiento del Estado y de las empresas públicas. El endeudamiento de Argentina era una de las principales prioridades de los intereses extranjeros que estaban detrás de la dictadura: inmediatamente después del golpe militar, el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgó un crédito multimillonario a Argentina y declaró a los bancos occidentales que este país era un lugar privilegiado para reciclar el exceso de petrodólares [1]. La dictadura justificó el endeudamiento irracional alegando su necesidad de divisas fuertes para sostener el descabellado aumento de las importaciones, especialmente de armas (compradas a los mismos países y empresas que promovieron el golpe militar y el endeudamiento). Sin embargo, las fortunas enviadas por capitalistas argentinos a países occidentales y paraísos fiscales durante la dictadura suman más que el total de deudas contraídas por Argentina en ese periodo.
Desde el comienzo de la dictadura (marzo de 1976), la deuda externa argentina creció de menos de 8.000 millones de US$ a más de 170.000 millones [2]. Argentina reembolsó alrededor de 200.000 millones de US$ en el mismo período, pero la deuda sigue creciendo debido sobre todo a la fuerte subida de intereses decidida por Reagan y Thatcher a comienzo de los 80s.
La dictadura provocó deliberadamente la bancarrota del sector público, preparando el terreno para su privatización. Por ejemplo, la principal empresa pública argentina, la petrolera YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales, hoy perteneciente a Repsol-YPF) fue forzada a endeudarse en el exterior, pese a no necesitarlo en absoluto. En el momento del golpe militar, la deuda externa de YPF era de 372 millones de US$. Siete años mas tarde, al terminar la dictadura, esta deuda se elevaba a 6.000 millones de US$. Casi todos los créditos quedaron en manos de la dictadura, que además redujo a la mitad las comisiones que iban a YPF por la venta de combustibles para aumentar sus ingresos. YPF fue obligada a refinar el petróleo que extraía en las multinacionales privadas Shell y Esso, aunque dada su buena situación financiera al comienzo de la dictadura, podía haberse dotado de una capacidad de refinación acorde a sus necesidades, complementando la de sus tres refinerías ya existentes. Al final de la dictadura, YPF estaba asfixiada por las deudas, pese al despido de 13.000 de los 47.000 trabajadores que tenía la empresa en 1976.
De manera general, los créditos multimillonarios contratados por el Estado o las empresas públicas con los banqueros del Norte eran inmediatamente recolocados como depósitos en estos mismos bancos o en otros bancos competidores. En 1979 el 83% de estas reservas estaban fuera del país. El Banco Central argentino colocaba discrecionalmente dichos fondos en los bancos estadounidenses, apoyado por la generosa intermediación de la Reserva Federal estadounidense. En todos los casos, el interés recibido por las sumas depositadas era inferior al interés pagado por la deuda. El Banco Central argentino fue dirigido durante la dictadura de Videla por Domingo Cavallo, que luego fue ministro de economía con Carlos Menem (del partido peronista) y con De la Rúa (del partido radical). El Secretario de Estado para la Coordinación y la Programación Económica de 1976 a 1981, Guillermo Klein, dirigía al mismo tiempo una oficina privada que representaba los intereses de 22 bancos extranjeros [3].
Al final de la dictadura, el Estado asumió las deudas (reales o ficticias) de los capitalistas argentinos y extranjeros. El Banco Central argentino declaró que no tenía registro de la deuda externa pública, pese a lo cual el gobierno de Alfonsín decidió asumir el conjunto de la deuda, tanto privada como del Estado, basándose en las declaraciones de los acreedores extranjeros y en los contratos firmados por los miembros de la dictadura. El estado argentino asumió también las deudas contraídas por filiales argentinas de empresas y bancos multinacionales con sus casas matrices o con bancos internacionales, fácilmente fabricables por un juego de contratos ficticios. Sólo se mantuvieron las deudas que la dictadura impuso sobre las empresas públicas, por lo que Menem esgrimió el argumento de su endeudamiento para privatizarlas, previa transferencia de las deudas al Estado.
Cuando los militares torturadores obtuvieron la impunidad, los responsables económicos de la dictadura no sólo se beneficiaron de la misma clemencia, sino que la mayoría mantuvieron sus puestos y muchos fueron promocionados. Tras la dictadura se creó una comisión parlamentaria para investigar el saqueo del país, que fue disuelta por el mismo Alfonsín pues sus resultados hubieran desacreditado su política económica, que ya había estatizado la deuda privada. Pero una querella presentada por el periodista Alejandro Olmos en 1982 permitió que, 18 años más tarde, la Corte Suprema dictaminase que la deuda tiene por origen un mecanismo de dilapidación y desvío de fondos del que son responsables el Gobierno argentino, el Fondo Monetario Internacional, los banco privados del Norte y la Reserva Federal de EE.UU.
La sentencia (del 13 de julio del 2000) revela que el Estado asumió las deudas de 26 bancos con los que el mismo Estado argentino estaba endeudado, tales como Citibank, Deutsche Bank, Chase Manhattan Bank, Bank of America, etc. Señala que "la deuda externa (...) ha resultado groseramente incrementada a partir del año 1976 mediante la instrumentación de una política económica vulgar y agraviante que puso de rodillas el país (...) y que tendían, entre otras cosas, a beneficiar y sostener empresas y negocios privados -nacionales y extranjeros- en desmedro de sociedades y empresas del estado que, a través de una política dirigida, se fueron empobreciendo día a día" (p. 195). La Corte Suprema declaró "ilegítima" la deuda contraída por el régimen Videla y recomendó al Congreso utilizar esta sentencia para negociar su anulación. El Congreso ignoró la recomendación, pues los oligarcas que lo componen también se benefician del pillaje: los capitalistas argentinos compran en los mercados financieros norteamericanos y europeos los títulos de la deuda de su propio país con el dinero que han sacado del mismo, y reciben por tanto una parte de los reembolsos.
El régimen de Menem, que sucedió al de Alfonsín, se lanzó a una política generalizada de privatizaciones, liquidando a precios de saldo una gran parte del patrimonio colectivo por su "endeudamiento", un argumento ridículo dado que el Estado asumió esas deudas antes de privatizar las empresas públicas. Nuevamente, miles de millones de dólares fueron transferidos a manos privadas (generalmente norteamericanas y españolas) a través de la colectivización de pérdidas para privatizar beneficios y de manipulaciones que sólo pueden ser descritas como rapiña de bienes públicos. Por ejemplo, la empresa Merril Lynch, a quien Menem encargó la tasación de YPF, redujo deliberadamente en su estimación las reservas petroleras explotables por YPF en un 30%, para subestimar su valor antes de la venta. Estas reservas reaparecieron en las cuentas tras la privatización, provocando fabulosas ganancias en bolsa a sus nuevos dueños. Según el diario El País [16 febrero 2001 y 8 enero 2002], los beneficios declarados de Repsol-YPF en el año 2000 ascendieron a 404.151 millones de pesetas, de los que el 45% provienen de Argentina.
Peor aún fue el saqueo de Aerolíneas Argentinas (propiedad de SEPI, o sea, Iberia). Sus Boeing 707 fueron "vendidos" por un dólar (US$ 1,54 exactamente), y ahora la compañía privatizada debe pagar un "leasing" por utilizarlos. Los derechos de uso de las rutas aéreas de la compañía, de un valor de 800 millones de dólares, fueron estimados en 60 millones. La empresa fue cedida a Iberia por un monto líquido de 130 millones de US$, el resto lo constituyó la anulación de créditos de una deuda ficticia y odiosa sin ninguna conexión con el pueblo argentino. Iberia tomó créditos para comprar la empresa y transformó la totalidad de la deuda contraída en deuda de la nueva entidad Aerolíneas Argentinas, que se encontró de golpe al borde de la quiebra por culpa de sus nuevos propietarios, después de que el Estado argentino asumiera las deudas por las que fue privatizada.
Repsol e Iberia no son una excepción: en un alarde de entusiasmo neocolonial, los bancos y las multinacionales españolas han tomado el control de sectores estratégicos de la economía argentina. El BBVA y el BSCH son dueños de Banco Francés y Banco Río de la Plata, respectivamente, pero su poder va mucho más allá: su control del crédito les permite tener un papel dominante en múltiples sectores de la economía. Entre las multinacionales españolas que más poder tienen en Argentina se encuentran Repsol, Telefónica (que en el año 2000 declaró unos beneficios de 384.000 millones de pesetas), Iberia, Aguas de Barcelona (que posee partes de Aguas Argentinas y Aguas Cordobesas, varios centros médicos y la constructora Acsa), Endesa (EDESUR y Costanera) y Dragados y Construcciones (Aguas de Misiones y las constructoras Ausol y Dycasa). Estas empresas invierten premeditadamente en sectores estratégicos, pues en un contexto de crisis puede caer la demanda (y por tanto los precios) de todos los productos o servicios prescindibles, pero es difícil prescindir de agua, salud, energía, comunicación, vivienda y movilidad, por lo que los precios se pueden mantener o incluso subir (como quiso hacer Repsol recientemente).
Una parte creciente de la población no puede pagar estos productos y servicios vitales, pero eso forma parte de las reglas del juego capitalista, y siempre quedará gente (aunque sea poca) dispuesta a pagar. Eso explica que las cotizaciones en bolsa de las multinacionales españolas presentes en Argentina no se haya visto apenas afectada por la crisis. La de los bancos ha caído levemente, debido a la devaluación que ellos han contribuido a provocar con sus transferencias masivas de fondos a paraísos fiscales y países occidentales. Más que pequeñas caídas en bolsa, merecen ser expropiados, al igual que las multinacionales.
Un cuarto de siglo después del golpe militar y del comienzo de la era neoliberal, el país está desangrado. El 90% de los bancos y el 40% de la industria se hallan en manos de capitales internacionales, el país está desde julio de 1998 en su más grave recesión, la salud y la educación están hechas jirones, el salario medio (tras descontar la inflación) sólo alcanza a la mitad del de 1974, el desempleo es altísimo, los servicios públicos están en un estado lamentable, la pobreza se extiende a sectores cada vez mayores de la población, las cajas del Estado están vacías, una gran parte del aparato productivo está abandonado y el resto en manos extranjeras. Ya no queda gran cosa que privatizar y todos los flujos de capital (argentino y extranjero) apuntan hacia el exterior.
Las principales beneficiarias de la explotación que ha puesto al país en esta situación son los bancos y multinacionales extranjeras (especialmente estadounidenses y españolas) y las grandes instituciones financieras internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, etc., que poseen más del 80% de la deuda externa argentina. Casi todos los países del Sur han sufrido atropellos semejantes y son dirigidos por el FMI, las multinacionales y los bancos. Rusia y otros países del Este van por el mismo camino, tras cambiar las burocracias inhumanas del marxismo autoritario por un capitalismo atroz.
El neoliberalismo fue impuesto en Argentina por un régimen dictatorial abiertamente despiadado y fascista que no dudó en asesinar, torturar y desaparecer a decenas de miles de personas para alcanzar su objetivo. Hoy día es mantenido por un sistema global centralizado de poder económico, político y militar, más sutil y menos tangible que Pinochet o Videla, pero igualmente genocida. La Unión Europea es una parte fundamental de ese sistema, y quienes más responsabilidad tienen por su política neocolonial son los ministros de economía y finanzas y los gobernadores de los bancos centrales nacionales y europeo. Estos señores se reunirán del 12 al 14 de abril en Oviedo, y les estaremos esperando.
Muchas gracias, un abrazo.
2006-09-25 06:44:20
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answer #7
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answered by Darío B 6
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En realidad, el primero que nos endeudó fué Rivadavia, y hubo muchos que nos endeudaron, como Juárez Celman.
Ya teníamos deuda externa cuando asumió Videla, pero era de ocho mil millones de dólares apenas (cuando terminó el Proceso, era de cuarenta y cinco mil millones). En el Proceso se acuñó la expresión "Plata Dulce" por el cual se compraba Dólar a precio oficial (la "tablita" de Martínez de Hoz, Ministro de Economía de Videla), y se lo vendía en el mercado libre más caro o se depositaba los Dólares en el extranjero, y se popularizó la patria financiera con la consecuente fuga de capitales.
Y Cavallo, en los '90, con la farza de Un Peso = Un Dólar, nos destruyó la Industria Nacional y nos endeudó más (porque había que endeudarse para mantener esa convertibilidad).
Digamos que Videla perfeccionó las cretinadas de los anteriores, y Cavallo perfeccionó las cretinadas de Videla.
2006-09-25 06:43:03
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answer #8
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answered by Anonymous
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