Caray amigo:
Disculpa que esté tan largo este texto, pero leanlo todo, la respuesta que te doy va acompañada con una historia verídica.
Mira, hay varias fórmulas.
Primero la intuición (en esto nos ganan las mujeres, son mas intuitivas, como un sexto sentido).
Si presientes que algo anda mal y no te da respuesta clara y directa ante pregunta expresa, mírala a los ojos, si te engaña evitará verte.
Se necesitaría mucho cinismo que sostenga la mirada y decirte que no te engaña (en esto muchos de los hombres ganamos a las mujeres, es por naturaleza, pero no se justifica, también es canallada).
No te bases en chismes, hay quienes se dedican a sembrar la duda y sospecha con el mal sano propósito de que rompan el noviazgo; pero si hay alguna persona decente que te abra los ojos y decides dejarla, te doy otra fórmula buenísima.
Yo me pongo de ejemplo.
Tuve una novia muy guapa, eramos vecinos, en la misa avenida y a cinco casas una de otro. Me le declaré a pesar de que la veía medio coquetilla porque también lo fue conmigo.
Sin embargo notaba en ella una actitud esquiva, no siempre me permitía abrazarla, notaba que cuando salíamos evitaba la tomara tan siquiera de la mano, no admitía le diera un beso ni en la mejilla.
Le preguntaba si realmente sentía algo por mí o no hallaba la forma de decirme que no me quería para evitar lastimarme.
Nunca me dijo lo contrario, me ilusionaba cada que me decía que me amaba, pero nunca me lo demostraba.
Un primo hermano mío me advirtió en una ocasión que ella, aún teniendo novio, me aceptó a mí así que nos ponía los cuernos a los dos.
Un domingo la invité ir al cine, no aceptó argumentando que sus papás no le dieron permiso.
Bueno, ese domingo fui al mismo cine, con uno de mis primos y un amigo (quien meses después me presentó a una de sus primas con la que me casé) y cuando vamos ingresando a la sala de proyección en el intermedio, ella salía bien abrazada con su galán camino a la refresquería.
Nos topamos frente a frente, ella se puso pálida y cuando su novio la dejó en la sala de espera mientras compraba golosinas, creyo que le iba a reclamar algo, pero mi primo y mi amigo no me dieron tiempo, me tomaron de los brazos y me llevaron al interior de la sala de exhibición casi a rastras.
Me dijeron que había sido mejor así, que me diera cuenta por mí mismo lo falsa que era esta chica.
Inició la película y lo que son las cosas, esa parejita de tortolitos se sentaron justo una fila adelante de donde estábamos nosotros. Ellos ni cuenta se dieron, yo no más mirando el agasajo que el cuate se daba con esta chica, parecía pulpo el condenado, le faltaban manos y ella pues, creyendo que yo me había salido del cine, pues dio rienda suelta al agasajo.
Pues ándale que mi primo y mi amigo se les ocurre decir con voz clara: "oye, aquí huele a estiércol, apesta, hay qué cambiarnos de lugar", al mismo tiempo que decían mi nombre invitándome a cambiar de lugar.
Ella pegó un salto, retiró las manos del galán y ya no quiso seguir con el agasajo.
Ese mismo día por la noche fue a mi casa a buscarme, pero yo me fui al cuartel (era militar en ese tiempo).
Con una de mis hermanas, muy amiga de ella, le devolví fotografías y algunos regalos que me había dado pocos días antes, yo acababa de cumplir años.
Me alejé sin decir una sola palabra, no le reproché absolutamente nada, nunca la volví a buscar, procuré no encontrarme con ella cada que visitaba a mis padres, pero en una de esas, cuando fui a despedirme porque me comisionaron a dirigir un operativo militar al sureste del país, ella fue a mi casa y me pedía que le explicara por qué le había dejado de hablar (qué descaro), pero aunque ella me sujetaba y me abrazaba, yo sólo la retiraba de mi sin decir una sola palabra y sin mirarla. Me pedía que dijera algo, al grado que hasta me pidió que por lo menos le mentara la madre, pero que yo le dijera algo.
Abordé el jeep y me fui. Mi silencio la atormentó según me decían mi madre y hermanos cuando supieron lo que había sucedido.
A mi regreso, siguió buscándome, pero siempre la evité. Nos cambiamos de domicilio, me retiré del ejército, conocí a otra chica (la prima de mi amigo, testigo de aquél desencanto en el cine) con la que me casé.
Hace cuatro años, casualmente en una reunió familiar, una de mis hermanas, la amiga de mi ex, festejó un año más de vida y la invitó a esa cena.
Mi esposa, mis hijos y yo, llegamos un poco tarde a la fiesta y saludamos a todos y ahí estaba Juanita, pero nunca la reconocí en esos momentos, sino es porque mi esposa me dijo con esa noblesa y ternura, ¿por qué tan indiferente con Juanita? das la sensación de que aún le guardas rencor.
¿Cómo, es ella?, no la reconocí. Habían transcurrido largos 30 años de que la ví la última vez, de aquella morena aperlada, muy parecida a la actriz española Sarita Montiel, no quedaba ni un solo rasgo. Es una señora muy gorda, demacrada, producto de una vida de sufrimiento.
Es anoche, en un momento en que nos topamos casi a solas, me dijo: "cómo me arrepiento de todo, no habría sufrido tanto si me hubiera casado contigo".
La escuchó mi esposa y con esa grandeza de mi hermosa mujer, hermosa espiritualmente y físicamente a pesar de que es mayor tres años que mi ex, le dijo: "lo has dicho bien, mi esposo es todo pundonor y caballeroso, un gran hombre, un gran amor, creo que sí hubieras sido feliz con él como lo soy yo, jamás te guardó rencor".
Yo sólo me atreví a decirle "no me diste tiempo a comprobar si en verdad yo te quería".
Hoy es 24 de septiembre del 2004, bueno, pues el pasado 21 de este mes la vi nuevamente porque mi hermana, amiga de mi ex desde aquellos años, me llamó por teléfono para pedirme que pasara por ella a la sala de estética de Juanita, mi ex. Ahí la saludé nuevamente y sólo me dijo: "no pasan los años por tí".
Qué cosas, desde aquél desencanto de 1966, nunca sentí rencor, ni tristesa, ni desengaño, mucho menos amargura, la verdad no hubo tiempo para saber si la quería y la olvidé muy pronto, porque en pocos meses conocí a quien hoy es mi esposa y supe lo que es verdaderamente el amor.
Historia de la vida real.
Saludos.
2006-09-23 20:22:00
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answer #2
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answered by Paladín 4
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