PARVOVIRUS
(Gastroenteritis hemorrágica en el perro, I parte)
por Dr. Luis Tabilo Pizarro, Médico Veterinario.Septiembre de 2002
Muchas personas que han conocido el parvovirus de cerca saben exactamente lo que produce y muy probablemente nunca olvidarán los signos de un perro enfermo y en particular del olor de sus deposiciones, pero aquí no solamente hablaré del Parvovirus canino (PVC), sino de algunas enfermedades que tienen en común el mismo signo: la Gastroenteritis Hemorrágica (GEH).
Se entiende como gastroenteritis hemorrágica a la producción de vómitos y diarreas con sangre, y no es una enfermedad en sí, sino más bien es un signo que puede ser observado en una serie de enfermedades, siendo la más conocida el PVC.
Hay 2 posibilidades básicamente, la primera es la aparición de estrías de sangre en las fecas, es decir, manchas de sangre o coágulos que aparecen en las deposiciones que pueden ser francamente diarreicas o blandas. La segunda posibilidad es que aparezca diarrea sanguinolenta propiamente tal, es decir, prácticamente sangre entera.
El parvovirus se caracteriza por ser una enfermedad muy contagiosa, es decir, en una misma camada se pueden enfermar todos lo perritos, producir fiebre (alrededor de 40°-41° C) y decaimiento extremo, con vómitos muy frecuentes y diarreas muy líquidas, sanguinolentas y realmente fétidas, produciendo una deshidratación y adelgazamiento muy rápidos, llegando a la muerte en un alto porcentaje de los casos, de no mediar un adecuado tratamiento, el cual, si es llevado a cabo tempranamente, hace que las posibilidades de sobrevivir sean altas. Otro problema del PVC es que genera una fuerte baja de los glóbulos blancos en la sangre y puede afectar también el corazón, pudiendo matar directamente o por las secuelas cardíacas, cuando son cachorros menores a 2 meses.
Pero se debe tener mucho cuidado, debido a que otros virus (entre ellos el distémper), algunos parásitos microscópicos, intoxicación con veneno de ratón, traumatismos abdominales, otras enfermedades gastrointestinales, problemas a órganos importantes (riñón por ejemplo, generalmente en perros viejos), etc. también pueden generar un problema que puede verse IDÉNTICO, y solamente diferenciables por un adecuado exámen del paciente o incluso por exámenes de laboratorio.
¿Cómo diferencia el médico veterinario el PVC?
Lo primero es cuando se encuentran los signos ya descritos en un cachorro que generalmente no supera los 8 meses, y que NO TIENE VACUNAS y que está en contacto con el medio externo, ya sea porque lo sacan la calle o hay contacto con ella, por ejemplo porque está en el antejardín (aunque no es requisito obligatorio, ya que alguien puede transportar el virus en sus zapatos por ejemplo). Es un antecedente importante que haya fallecido algún cachorro previamente en la casa, porque el virus puede sobrevivir sobre 6 meses en un lugar (llegando hasta casi un año en condiciones óptimas). A pesar de esto, muchas veces no hay certeza de la enfermedad, y aunque existe un exámen de laboratorio específico, generalmente no se practica, debido a que el tratamiento suele ser el mismo para la gran mayoría de las GEH, a no mediar que exista una necesidad específica de saberlo.
¿Cómo saber cuando llevarlo al veterinario?
Generalmente cualquier cachorro que comience con vómitos, decaimientos o diarreas debiera ser llevado inmediatamente al veterinario, sin esperar que aparezcan ninguno de los otros signos recién mencionados.
¿Cuál es el tratamiento?
Lo más importante es evitar la deshidratación, mediante suero inyectable, medicamentos para el vómito y antibióticos (para evitar infecciones secundarias con bacterias). Yo personalmente no recomiendo controlar la diarrea. Éste tratamiento debe ser inyectado y ser llevado a cabo en la clínica, muchas veces es necesario hospitalizar, y esto puede ser entre 2 hasta 7 días más o menos, significando un costo bastante alto, en comparación a lo que se pudo haber evitado con las vacunas.
¿Hay secuelas?
Generalmente no. Sólo se describen para el perrito que se infectó muy joven (generalmente menos de 2 meses) y que se le produjo miocarditis (o sea daño al corazón).
¿Cómo evitarlo?
Ya está dicho, vacunando al cachorro desde los 45 días o 2 meses de edad, según el criterio veterinario, repitiendo las vacunas por lo menos 3 veces, aunque en razas muy sensibles al PVC, como el Rottweiller y el Pastor Alemán, hoy en día ya se habla de poner una cuarta dosis. EL CONTAGIO POR ESTE VIRUS ES ESTRICTAMENTE FECAL-ORAL, es decir, contacto del perro con las deposiciones de un enfermo, por lo que se debe evitar al cachorro el contacto con la calle y JAMÁS llevar un cachorro a un lugar donde haya fallecido otro durante un período de un año (además recordemos que los mismos dueños pueden llevar en sus zapatos el virus, por haber pisado lugares contaminados).
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PARASITOS INTESTINALES
ZOONOSIS, 1ª PARTE
LAS ENFERMEDADES QUE NUESTRAS MASCOTAS PUEDEN CONTAGIARNOS
por Dr. Luis Tabilo Pizarro, Médico Veterinario. Abril-Mayo de 2002
Este es el primer artículo de una serie que está referido a las ZOONOSIS, es decir a aquellas enfermedades que tienen los animales y que pueden ser contagiadas a las personas.
En este primer capítulo trataremos el tema de los parásitos intestinales, tanto de perros como de gatos, los cuales, para una mejor comprensión, dividiremos en dos grandes grupos: gusanos y parásitos microscópicos (éstos últimos serán tratados en el siguiente capítulo).
GUSANOS INTESTINALES: Se refiere básicamente a aquellos parásitos que son visibles, y en ellos encontramos a 2 sub-grupos: áscaris y tenias.
1) ÁSCARIS:
Son un grupo de gusanos que se caracterizan por ser blancos, largos (no son raros ejemplares de más o menos 20 centímetros) y delgados (como "cabellos de ángel") y que usualmente se enroscan en sus extremos o completamente. Pueden ser encontrados en las heces de perros y gatos e incluso pueden ser vomitados. Pueden ser vistos en las heces de los cachorros incluso antes de las 3 semanas de edad.
Problemas en la mascota: A veces no generan ningún síntoma, pero también pueden provocar hinchazón del abdomen, diarreas, vómitos, obstrucciones intestinales, problemas a los pulmones, temblores y en algunas ocasiones la muerte del animal. Generalmente la madre se los transmite a los cachorros durante la gestación (incluso a pesar de estar ella desparasitada) o a través de la leche y heces. También pueden ser transmitidas entre animales a través de las heces (por ejemplo al olerlas, o incluso comerlas).
Problemas en el ser humano: Si una persona (en particular niños pequeños) pudiera ingerir larvas de estos gusanos, puede generarse un problema llamado "síndrome larva migrans", que consiste en que la larva ingerida comienza a migrar dentro del cuerpo, pudiendo llegar a instalarse en el hígado, ojo, cerebro, pulmones y otros tejidos, pudiendo provocar problemas en ellos incluso tan graves como neumonías, convulsiones, pérdida de la visión, salud deficiente, etc.
Prevención: Lo más importante es desparasitar al cachorro desde pequeños para lo cual existen varios productos tanto en gotas como en pastillas. Esta desparasitación debería comenzar desde aproximadamente los 19 días de edad y repetirse cada 15 días durante 2 o 3 meses y desde ahí seguir exclusivamente con pastillas, cada tres o cuatro meses DE POR VIDA. También es importante hacer evaluaciones 1 o 2 veces al año con exámenes de las heces (coproparasitarios) para verificar la ausencia de estos gusanos. El retiro de heces del ambiente debe ser lo más seguido posible. Demás está decir que si estos manejos no han sido llevados a cabo es importante evitar un contacto muy cercano con la mascota, por ejemplo los besos, y lavarse las manos y desinfectar regularmente el entorno del animal y evitar el contacto con otros animales o sus heces.
2) TENIAS:
Aquí encontramos básicamente 2 distintas, una de las cuales, es bastante larga, pero que en general podemos encontrar en las heces de gatos y perros, o alrededor de su ano, sólo trozos de ellas muy pequeñas, que asemejan a un grano de arroz (Dypilidium caninum) y la otra que es bastante pequeño (2 a 6 milímetros) pero muy peligroso (Echinococcus granulosus).
Problemas en la mascota: Ambas pueden no provocar ningún signo o bien generar en la mascota principalmente deterioro de la salud, diarreas y picazón en el ano (a veces estos perros arrastran el trasero para rascarse). Aparecen en cachorros pero a mayor edad que los áscaris. D. caninum se transmite a través de la ingestión de pulgas que transportan las larvas del parásito y E. granulosus a través de la ingestión de vísceras de animales infectados (principalmente de oveja), por lo tanto es más común en el sur del país o en zonas rurales donde les tiran a los perros las sobras de los animales que sacrifican y que tienen a la larva en sus tejidos (y que a su vez se contagiaron por ingerir alimento en contacto con heces de perro). Esta larva es llamada quiste hidatídico.
Problemas en el ser humano: D. Caninum se puede contagiar, especialmente en niños pequeños (y sobretodo lactantes), por la ingesta de pulgas con larvas en su interior, y en el intestino se genera este parásito aunque no genera problemas muy serios (es un tipo de lombriz solitaria, aunque es difícil que ocurra esta infección).
E. granulosus es mucho más grave, puesto que la ingesta de huevos de esta tenia, puede generar en el ser humano la enfermedad denominada "HIDATIDOSIS", que es el desarrollo de los quistes hidatídicos, que son especies de bolsas llenas de un líquido transparente y pueden llegar a ser bastante grandes (como del tamaño de un melón incluso) y se alojan en distintos tejidos de la persona, siendo más comunes en el hígado, pulmón, corazón incluso, y otros órganos. Los síntomas son variados y dependen del órgano afectado. Es un problema importante en salud humana, puesto que el tratamiento principal es la cirugía. Si la enfermedad está avanzada puede generar la muerte del paciente afectado.
Prevención: Básicamente lo mismo de lo expuesto para áscaris. Exceptuando que las tenias sólo pueden ser eliminadas por los productos que vienen en tabletas. Además de esto es importante evitar las pulgas con los tratamientos específicos y no dar a las mascotas vísceras crudas de otros animales.
RESUMEN
1.- Para la prevención de los gusanos intestinales en el perro y en el gato es importante la correcta y periódica desparasitación tanto en el cachorro como en el adulto.
2.- En este texto se ofreció un esquema de desparasitación, pero lo definitivo y el producto a usar debe ser recomendado por su médico veterinario.
3.- Para la certeza absoluta de ausencia de estos parásitos deben tomarse muestras de las heces para hacer un examen COPROPARASITARIO (Idealmente 3 muestras seriadas, tomadas día por medio).
4.- Es muy importante el correcto manejo del ambiente donde vive la mascota, limpiando adecuadamente, principalmente las heces.
5.- Evitar dar cualquier tipo de carnes o vísceras crudas tanto al perro como al gato.
6.- Evitar el contacto de nuestra mascota con otras que no tienen los mismos manejos o con sus heces (principalmente en la calle).
7.- Evitar el contacto muy íntimo con la mascota (como los besos) si no han realizado todas estas maniobras, principalmente los niños.
8.- Tratar las pulgas.
9.- Existen algunas enfermedades que aún no hemos considerado, y lo haremos en artículos posteriores, por lo tanto seguiremos dando otras recomendaciones.
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PARASITOS INTESTINALES
ZOONOSIS, 2ª PARTE
LAS ENFERMEDADES QUE NUESTRAS MASCOTAS PUEDEN CONTAGIARNOS
PARÁSITOS INTESTINALES MICROSCOPICOS
por Dr. Luis Tabilo Pizarro, Médico Veterinario. Mayo de 2002
Se refiere a aquellos que sólo pueden ser observados con microscopios y son, en general, protozoos.
TOXOPLASMA
Este es un protozoo que se puede encontrar en el intestino de los gatos y también en la carne prácticamente de cualquiera de las especies comestibles (vacuno, cerdo, oveja, etc.). De todas maneras, como dato importante a considerar, son muy pocos los gatos en los que se encuentra este parásito al hacer exámenes de heces.
Problemas en el gato: En general no produce problemas específicos ni graves.
Problemas en el ser humano: El toxoplasma es la zoonosis parasitaria más difundida en la naturaleza. En distintos estudios se ha demostrado contacto con el parásito entre el 30 al 50% de las personas (o sea una de cada 2 a 3 personas). Una persona que sufra la infección con este parásito puede presentar algunos signos muy poco precisos, como malestares, debilidad, dolor de cabeza, dolores musculares, ganglios linfáticos afectados, etc. Estos problemas pueden durar entre 1 a 2 semanas y excepcionalmente algunos signos se prolongan por más tiempo. El parásito queda en los músculos básicamente, sin producir más daños en el resto de la vida (hay pocas excepciones en que esto sí sucede).
El verdadero riesgo de la toxoplasmosis es cuando una mujer entra en contacto por primera vez con el protozoo, estando embarazada o en el periodo inmediatamente anterior al embarazo, debido a que en algunos casos este parásito puede pasar al feto y puede generar problemas en él, tales como transtornos en el ojo, cerebro y sistema nervioso en general, etc., lo que podría depender de la edad del feto en el momento del contagio de la madre.
Otro grupo de riesgo son las personas con defensas muy bajas (inmunosuprimidos), tales como son los enfermos de SIDA, algunos tipos de cáncer, tratamientos de quimioterapia y otras enfermedades.
Prevención: En este caso, y por lo común que es la infección en las personas, es difícil de hablar de prevención, aunque para los grupos de riesgo es fundamental.
En una mujer que no haya estado en contacto con el parásito (se puede saber por una muestra de sangre), se debe evitar a toda costa la infección durante el embarazo, lo que significa evitar el contacto con heces de gatos, y en particular, evitar manipular y comer carnes crudas o poco cocidas. Además es muy importante la higiene al cocinar y después de manipular un animal. Los gatos deben ser sometidos a exámenes coproparasitarios, para la búsqueda del parásito y se debe evitar darles carnes crudas.
Todos los cuidados deben ser puestos también en los otros grupos de personas de mayor riesgo.
OTROS PARÁSITOS INTESTINALES MICROSCÓPICOS
Hay un gran número de ellos y es importante conocer su existencia y la posibilidad de producir algunas enfermedades que son relativamente comunes a todos.
Problemas en la mascota: En general, aunque no hay muchos estudios corroborando la posibilidad que estos microorganismos produzcan algún problema, se les suele encontrar asociados con problemas de diarreas crónicas, a veces mucosas o con pequeñas pintas de sangre o francamente diarreas sanguinolentas, pudiendo llegar a ser bastante graves éstas últimas y pueden ser confundidas con algunas enfermedades virales como el parvovirus. Aunque los síntomas de enfermedad pueden hacer sospechar de la infección por algunos de estos parásitos, el examen coproparasitario es la prueba definitiva. Y la razón de instaurar un tratamiento por el riesgo del animal y la posibilidad de infección a las personas.
Problemas en el ser humano: Hay bastante desconocimiento científico en general con respecto a si los parásitos microscópicos encontrados en las heces de los animales son o no los mismos que afectan a las personas: Encontramos por ejemplo la presencia de Giardias, las cuales no se sabe aún si es la misma del perro o gato y la de las personas, pero tanto en animales como en personas puede provocar cuadros de diarreas y principalmente problemas de absorción intestinal. Por otro lado también podemos mencionar otras enfermedades como las amebiasis, protozoos como los Blastocystis, Chillomastix, etc., que sí son los mismos en animales y personas. En resumen, frente al desconocimiento científico de la posibilidad de infección de este tipo de parásitos desde las mascotas al ser humano, debemos tener siempre la precaución de controlarlos, y para hacerlo, es importante el examen coproparasitario, porque según lo que se encuentre será el tratamiento. Esto es especialmente importante en los niños, por el contacto con las mascotas, por lo tanto, al encontrar algunos de estos parásitos en las heces de la mascota, se hace recomendable hacer el mismo examen a los niños de la casa (y viceversa).
RESUMEN
1. Recalcar lo dicho en el artículo anterior de zoonosis, con respecto a la importancia del examen de heces (coproparasitario), el manejo del ambiente, de las heces, evitar el contacto muy cercano con la mascota (como los besos).
2. También recordar evitar dar cualquier tipo de carnes o vísceras crudas tanto al perro como al gato, y lo que es más, evitarlo nosotros mismos.
3. Evitar el contacto de nuestra mascotas con heces de otros animales, o con otros animales que no tienen los mismos manejos.
4. La mujer embarazada debe evitar el contacto con gatos y debe evitar comer y manipular carne cruda o medio cocida.
5. En vista de los problemas que genera en el animal, y la posibilidad de riesgo a las personas, tratar de eliminar los parásitos microscópicos con medicamentos específicos (recetados por el médico veterinario y previo examen coproparasitario).
6. Además de todo lo expuesto debemos tener siempre presente que en Chile no hay muchas enfermedades que en otros países sí existen, frente a las cuales debemos estar preparados con exámenes y visitas periódicas de nuestra mascota al veterinario.
En los próximos capítulos de zoonosis seguiremos viendo otras enfermedades de otros tipos, que también son muy importantes.
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¿SIDA EN LOS GATOS?
por Dr. Luis Tabilo Pizarro, Médico Veterinario. Marzo de 2002
Aunque parezca raro, sí existe SIDA felino, pero no es el mismo que puede afectar a las personas, y como tal NO SE CONTAGIA A LOS SERES HUMANOS.
¿QUÉ PROVOCA EL SIDA FELINO?
Esta enfermedad es provocada por el Virus de la Inmunodeficiencia Felina (VIF), el cual se contagia de gato a gato por transmisión directa de algún fluido orgánico del gato infectado, a la sangre del gato sano. El principal fluido que lo transmite es la saliva, y por esta razón, las mordeduras son una fuente preponderante en la transmisión, y por lo mismo, esta enfermedad es mucho más común en machos no castrados, los cuales, a través de las peleas por las hembras y el territorio, se infieren este tipo de heridas. Otra fuente mucho menos común, pero probable, son las transfusiones de sangre. La posibilidad que una madre preñada o que esté dando de mamar contagie a sus cachorros prácticamente no se describe, como tampoco la transmisión sexual o contacto de la saliva de un gato a la boca de otro, por ejemplo al compartir el alimento del mismo plato.
¿QUÉ SÍNTOMAS PRESENTA EL GATO INFECTADO?
Generalmente un gato recientemente infectado presenta signos muy vagos, (perfectamente confundibles con otras enfermedades felinas) como pueden ser el decaimiento, malestar, fiebre, los cuales pueden pasar desapercibidos para el dueño e incluso para el veterinario.
Lo malo de este virus es que se queda en el cuerpo y comienza a producir inmunodeficiencia, es decir, baja las defensas del gato, y es aquí donde se empieza a observar problemas de toda índole, tales como (se debe ser enfático en que estos problemas deben ser diagnosticados por el veterinario):
Enfermedades de la boca: inflamación de encías, que puede llegar al grado de caer algunas piezas dentales.
Infecciones respiratorias: producidas en general por otros virus y/o bacterias, neumonías, resfríos, conjuntivitis (inflamación de estructuras del ojo) y secreciones nasales que incluso pueden ser purulentas (pus en los ojos y/o nariz), etc.
Infecciones intestinales: diarreas y/o vómitos crónicos o que aparecen y desaparecen (asociados a virus, bacterias y/o parásitos).
Infecciones a la piel: dermatitis, otitis externas.
Infecciones urinarias
Estado general deteriorado: Animal que se va adelgazando (incluso a pesar de comer bien), pelaje deteriorado, sin brillo, infecciones recurrentes.
Alteraciones nerviosas: cambios de conducta, tambaleo al caminar, etc.
¿CÓMO SE SABE SI SU GATO TIENE ESTA ENFERMEDAD?
La única manera de saberlo es llevándolo a su veterinario, el cual, observando algunos signos podría sospechar de la enfermedad y si es necesario, solicitar un examen específico de VIF, para el cual debe tomarse una muestra de sangre. También este examen se puede pedir para descartar la posibilidad de infección que aún no presente signos.
Punto importante: El virus puede permanecer por días, meses e incluso años sin mostrar signos en el gato, y aún así encontrarse éste infectado. Es muy probable que tarde o temprano comience a deteriorarse, por lo tanto su mascota podría estar infectada a pesar de lucir sana, particularmente si es un macho mayor a un año de edad y que no esté castrado (pero recordando siempre que otros tipos de gatos también).
¿CÓMO SE PUEDE EVITAR?
CONTRA ESTA ENFERMEDAD NO EXISTE VACUNA, lo único que se puede hacer es disminuir el contacto con gatos extraños, evitando exponer los gatos a otros nuevos y/o desconocidos. Además, si no existe el deseo de cruzar a su animal, la mejor recomendación es esterilizarlo, siendo particularmente importante no dejar ovarios en las hembras, para que no tengan celos (que es una de las grandes razones de contacto con gatos extraños).
¿EXISTE TRATAMIENTO?
Para la enfermedad en sí no existe tratamiento, sólo se pueden tratar los síntomas que produce y las enfermedades secundarias que aparecen producto de la inmunodeficiencia. También existen algunas terapias para ayudar a fortalecer las defensas del gato y así poder prolongar su vida.
Las expectativas de vida no son muy buenas. Un alto porcentaje de animales puede morir dentro de los dos años después de diagnosticada la enfermedad y desde ese momento es muy difícil que supere más de seis años.
Punto importante: A pesar de todo lo descrito para esta enfermedad se debe aclarar que un paciente positivo a ella puede tener una buena vida y en particular si se diagnostica tempranamente, y se realiza el apoyo para evitar los problemas secundarios. Por esto, usted debe conversar con su veterinario.
2006-09-23 09:13:54
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answer #1
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answered by !CUBANITO! 7
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