eL HORNERO ES EL PAJARO NACIONAL ARGENTINO...ACA TE ENVIO SU DESCRIPCION.
Reconocimiento
Chico, unos 18 cm. Dorsal pardo-castaño, cola bien rufa. Ventral grisáceo acanelado, blancuzco en el abdomen. Garganta blanca. Banda alar ocráceo-acanelada, poco visible.
Hábitat
Bordes y claros en bosques y matorrales, arboledas cultivadas, parques, plazas y jardines en la zona urbana y rural.
Distribución y densidad regional
Toda la Provincia con excepción de la zona alta de las Sierras Grandes y de las Sierras Chicas. Mayor presencia. color violeta
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Relaciones antropológicas
El Pájaro Nacional argentino. Unas de las aves más conocidas de todos, por su habitual y bulliciosa presencia en cercanía o en las propias viviendas y edificios donde hace su nido. Querido y respetado por todos, símbolo de laboriosidad, cantado por los poetas.
Estado poblacional actual
Abundante, muy frecuente por todos lados.
Situación ecológica actual
Normal y equilibrada. Su extraordinaria adaptación a todos los ambientes y el respeto de la gente, por haber triunfado en la encuesta que (en 1927) designaría el "Pájaro Nacional ", tiene asegurado su porvenir ecológicamente adecuado.
El nido, de barro y paja, cuenta con una antecámara y un cubículo para la incubación, donde la hembra deposita los huevos. La abertura se orienta a modo de evitar los vientos y tiene justo el tamaño de su cuerpo. Se le considera el ave de la Patria.
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** EL HORNERO **
(Poesía)
La casita del hornero
Pues como su casa es centro
Tiene alcoba y tiene sala.
De todo amor y destreza,
En la alcoba la hembra instala
La saca de su cabeza
Justamente el nido entero.
Y el corazón pone adentro.
En la sala, muy orondo,
La trabaja en paja y barro,
El padre guarda la puerta,
Lindamente la trabaja,
Con su camisa entreabierta
Que en el barro y en la paja
Sobre su buche redondo.
Es arquitecto bizarro.
Lleva siempre un poco viejo
La casita del hornero
Su traje aseado y sencillo,
Tiene sala y tiene alcoba,
Que, con tanto hacer ladrillo,
Y aunque en ella no hay escoba,
Se le habrá puesto bermejo.
Limpia está con todo esmero.
Elige como un artista
Concluyó el hornero su horno,
El gajo de un sauce añoso,
Y con el último toque,
O en el poste rumoroso
Le deja áspero el revoque
Se vuelve telegrafista.
Contra el frío y el bochorno.
Allá, si el barro está blando,
Ya explora al vuelo el circuito,
Canta su gozo sincero.
Ya, sobre la tierra lisa,
Yo quisiera ser hornero
Con tal fuerza y garbo pisa,
Y hacer mi choza cantando.
Que parece un martillito.
Así le sale bien todo,
La choza se orea, en tanto,
Y así en su honrado desvelo,
Esperando a su señora,
Trabaja mirando al cielo
Que elegante y avisora,
En el agua de su lodo.
Llena su humildad de encanto.
Por fuera, la construcción,
Y cuando acaba, jovial,
Como una cabeza crece,
De arreglarla a su deseo,
Mientras, por dentro, parece
Le pone con un gorjeo
Un tosco y buen corazón.
Su vajilla de cristal.
LEOPOLDO LUGONES
El Hornero es el ave nacional de la Argentina. Ha ganado la merecida fama de ave trabajadora, por su sorprendente nido de adobe. Sobre su temperamento, podemos decir que es manso, de andar elegante y muy caminador. Es infaltable su presencia en parques, plazas y otros espacios verdes, donde recorre con paciencia y esmero en busca de lombrices y otros invertebrados desprevenidos que caza con extrema habilidad.
Los dos miembros de la pareja participan en la elaboracion del nido, trabajando muy duro, hasta dar con el material más apropiado para su construccion. Usan su pico como unica herramienta y con él forman una bolita de barro, con pajitas, raÌces y estiércol o crin de caballo, como si fueran los pequeños ladrillitos de su rancho. Con decenas de viajes para depositar esos pedacitos de adobe construyen su nido, casi siempre, sobre un sitio visible, como ramas gruesas de árboles, techos, postes de luz o alambrado y monumentos o cornisas de edificios. El interior está dividido en dos zonas por un tabique. AsÌ, podemos distinguir una "sala" mayor, donde se instalará la cámara de cria y una anterior, más pequeña, que es una "galeria" que da continuacion a la entrada. Esta formidable estructura, es construida entre seis y ocho dias, si las condiciones son favorables. Pesa unos 4 o 5 kilos y es capaz de soportar un peso de hasta 100!.
Además, resiste las adversidades climáticas durante mucho tiempo. Aunque se conserve intacto, la pareja de horneros construye uno nuevo todos los años, a veces, sobre el anterior, pudiendo llegar a observarse como edificios de departamentos de hasta cinco pisos. Sus nidos abandonados suelen ser ocupados por otras aves. Por eso, es comun ver que lo usen para nidificar los jilgueros, ratonas, golondrinas y caburés, cuando no para refugiar hasta alguna comadrejita o culebra. Por esta razon no es aconsejable meter la mano donde uno no sabe qué puede encontrar adentro, porque aunque las culebras no sean venenosas, la sorpresa rara vez resulta agradable.
Hay algo que sorprende de su canto y es que canta a duo. El macho entona una melodia que conjuga perfectamente con la que simultáneamente lanza la hembra. Hacen algo similar a dos musicos que interpretan melodias diferentes que conjugan para una misma sinfonia. Y su canto, verdaderamente llena de vida nuestros dias.
Por ser un pájaro tan "trabajador" y que convive con el hombre de campo, es muy apreciado, y ha sido acreedor de innumerables poemas, historias y comentarios de celebrados hombres de letras y compositores folcloricos, los que lo llevaron a ocupar un lugar privilegiado dentro del contexto cultural argentino.
2006-09-19 23:54:05
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answer #4
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answered by Anonymous
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