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¿Que dice la biblia al respecto?
¿De donde proviene esa creencia?

2006-09-19 06:01:30 · 18 respuestas · pregunta de maec 2 en Sociedad y cultura Religión y espiritualidad

18 respuestas

Capítulo 9

¿Qué les sucede a nuestros difuntos?

“SE SUFRE cuando muere un ser querido, porque su pérdida deja un vacío inexplicable.” Así se expresó un hijo cuando murió su padre y, poco después, su madre. El dolor y la sensación de inmensa pérdida le produjeron la impresión de estar “ahogándose emocionalmente”. Es posible que usted haya pasado por una situación parecida, y quizás se haya preguntado dónde se encuentran sus difuntos y si algún día volverá a verlos.

2 A veces, cuando los padres lloran la pérdida de un hijo, se les dice que “Dios escoge las flores más bellas para llevárselas al cielo”. ¿Es cierto eso? ¿Han ido nuestros amados difuntos a una región habitada por espíritus? ¿Se trata de lo que algunos llaman Nirvana, es decir, un estado de dicha ajeno a todo dolor y deseo? ¿Han pasado a otra vida, a una existencia inmortal en un lugar paradisíaco? O, como también se afirma, ¿desemboca en tormento eterno la muerte de los que ofenden a Dios? ¿Pueden los muertos influir en nuestra vida? Para obtener respuestas verídicas a estas preguntas, tenemos que consultar la Palabra de Dios, la Biblia.

¿QUÉ ES EL “ESPÍRITU” DEL HOMBRE?

3 Sócrates y Platón, filósofos de la Grecia antigua, creían que dentro del ser humano tenía que haber algo inherentemente inmortal, un alma que sobreviviera a la muerte del cuerpo y que en realidad nunca muriera. Hoy, millones de personas de todo el mundo comparten esta creencia. Debido a ella, muchos temen a los muertos o se preocupan por su bienestar. Pero la Biblia nos enseña algo muy diferente respecto a los muertos.

4 Al analizar el estado en que se encuentran los muertos, debemos recordar que Adán, nuestro primer padre, no tenía un alma, era un alma. En un impresionante acto de creación, Dios formó al hombre, el alma, a partir de los elementos básicos de la Tierra y luego le insufló “el aliento de vida”. Génesis 2:7 nos dice: “Jehová Dios procedió a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente”. Adán se mantenía vivo mediante la respiración. Ahora bien, al insuflarle el aliento de vida, Dios no solo introdujo aire en los pulmones de Adán; la Biblia dice que en las criaturas vivientes de la Tierra hay activa una “fuerza de vida”. (Génesis 7:22.)

5 ¿Qué es “la fuerza de vida”? Es la chispa vivificante que Dios infundió en el cuerpo inerte de Adán, una fuerza que luego se sostuvo mediante la respiración. Ahora bien, ¿qué es el “espíritu” al que se hace referencia en Salmo 146:4? En dicho versículo se dice lo siguiente respecto al individuo que muere: “Sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos”. Cuando los escritores de la Biblia utilizaban la palabra “espíritu” en estos contextos, no pensaban en un alma incorpórea que continuara viviendo después de la muerte del cuerpo.

6 El “espíritu” que sale de la persona al morir es la fuerza de vida procedente del Creador. (Salmo 36:9; Hechos 17:28.) Dicha fuerza no posee ninguna característica de la criatura a la que anima, tal como la electricidad no adopta las funciones del aparato que acciona. Cuando alguien muere, el espíritu (la fuerza de vida) deja de animar las células corporales, tal como una bombilla se apaga una vez que se desconecta la electricidad. Cuando la fuerza de vida deja de sostener el cuerpo humano, el hombre, el alma, muere. (Salmo 104:29; Eclesiastés 12:1, 7.)

“A POLVO VOLVERÁS”

7 Jehová explicó claramente lo que significaría la muerte para el pecador Adán. Dijo: “Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás”. (Génesis 3:19.) ¿Adónde volvería Adán? Al suelo, al polvo del cual había sido creado. Cuando muriera, Adán simplemente dejaría de existir.

8 En este aspecto, la muerte humana no difiere de la de los animales. Ellos también son almas, y los activa el mismo espíritu o fuerza de vida. (Génesis 1:24.) En Eclesiastés 3:19, 20 el sabio Salomón nos dice: “Como muere el uno, así muere la otra; y todos tienen un solo espíritu, de modo que [en lo que respecta a la muerte] no hay superioridad del hombre sobre la bestia [...]. Del polvo han llegado a ser todos, y todos vuelven al polvo”. El hombre era superior a los animales porque había sido creado a la imagen de Dios y, por lo tanto, reflejaba las cualidades de Jehová. (Génesis 1:26, 27.) Sin embargo, cuando mueren, tanto los seres humanos como los animales vuelven al polvo.

9 Salomón aclaró aún más el significado de la muerte cuando escribió: “Los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto”. En efecto, los muertos no saben absolutamente nada. De ahí que Salomón aconsejase: “Todo lo que tu mano halle que hacer, hazlo con tu mismo poder, porque no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde vas”. (Eclesiastés 9:5, 10.) ¿Adónde van los muertos? Al Seol (hebreo, sche´óhl), la sepultura común de la humanidad. Nuestros difuntos no tienen conciencia de nada. No están sufriendo ni tampoco pueden ejercer influencia alguna en nosotros.

10 ¿Es forzoso que tanto nosotros como nuestros seres queridos vivamos solo unos cuantos años y luego dejemos de existir para siempre? Según la Biblia, no. Cuando Adán se rebeló, Jehová Dios dispuso inmediatamente el medio para eliminar las terribles consecuencias del pecado humano. La muerte no entraba en el propósito de Dios para la humanidad. (Ezequiel 33:11; 2 Pedro 3:9.) De modo que esta no tiene por qué ser irreversible para nosotros ni para nuestros seres queridos.

“ESTÁ DESCANSANDO”

11 Jehová se propone rescatarnos a nosotros y a nuestros difuntos de la muerte adánica. Por este motivo, la Palabra de Dios compara la muerte con un sueño. Por ejemplo, al enterarse de que su amigo Lázaro había muerto, Jesucristo dijo a Sus discípulos: “Nuestro amigo Lázaro está descansando, pero yo me voy allá para despertarlo del sueño”. En vista de que los discípulos no captaron enseguida el sentido de aquellas palabras, Jesús especificó: “Lázaro ha muerto”. (Juan 11:11, 14.) Luego se dirigió al pueblo de Betania, donde Marta y María lloraban la muerte de su hermano Lázaro. Cuando Jesús le dijo a Marta: “Tu hermano se levantará”, ella expresó su fe en el propósito de Dios de eliminar los efectos de la muerte en la familia humana, pues respondió: “Yo sé que se levantará en la resurrección en el último día”. (Juan 11:23, 24.)

12 Marta no hizo referencia a un alma inmortal que siguiera viviendo en otro lugar después de la muerte. No creía que Lázaro hubiera ido a alguna región espiritual donde continuara existiendo. Marta tenía fe en la maravillosa esperanza de la resurrección. No creía que del cuerpo de Lázaro hubiera salido un alma inmortal, sino que su difunto hermano había dejado de existir. El único remedio para la muerte de su hermano era la resurrección.

13 Jehová Dios ha facultado a Jesucristo para que redima a la humanidad. (Oseas 13:14.) Por consiguiente, tras las palabras de Marta, Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que ejerce fe en mí, aunque muera, llegará a vivir”. (Juan 11:25.) Luego fue a la tumba de Lázaro, que llevaba muerto cuatro días, y lo resucitó, demostrando así el poder que Dios le había concedido. (Juan 11:38-44.) Imagínese la alegría de los que presenciaron esta resurrección o cualquier otra de las que ejecutó Jesucristo. (Marcos 5:35-42; Lucas 7:12-16.)

14 Deténgase ahora un momento y piense: si el hombre tuviera un alma inmortal que sobreviviera a la muerte, nadie necesitaría que se le resucitara, que se le hiciera volver a la vida. En realidad, no sería bondadoso resucitar a alguien como Lázaro para que volviera a llevar una vida imperfecta en la Tierra si ya hubiera estado disfrutando de la dicha celestial. Lo cierto es que en la Biblia ni siquiera aparece la expresión “alma inmortal”. Al contrario, las Escrituras dicen que el alma humana que peca, muere. (Ezequiel 18:4, 20.) Así pues, según indica la Biblia, el único remedio para la muerte es la resurrección.

“TODOS LOS QUE ESTÁN EN LAS TUMBAS CONMEMORATIVAS”

15 La palabra que los discípulos de Jesús utilizaron para “resurrección” significa literalmente “levantamiento; alzamiento”. Es un levantamiento del estado inerte en que se encuentra el difunto, un alzamiento de la sepultura común de la humanidad. Para Jehová Dios es sencillo resucitar a alguien. ¿Por qué? Porque Jehová es la Fuente de la vida. Actualmente el hombre puede grabar las voces e imágenes de hombres y mujeres, y reproducir esas grabaciones después de muertos los protagonistas. Entonces, con mayor razón, nuestro Creador todopoderoso puede grabar en su memoria los detalles de la existencia de cualquier ser humano y resucitar a la misma persona, proporcionándole un nuevo cuerpo.

16 Jesucristo dijo: “Viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán [la] voz [de Jesús] y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio”. (Juan 5:28, 29.) Todos los que están en la memoria de Jehová resucitarán, y se les enseñarán Sus caminos. La resurrección resultará ser de vida para los que obren en conformidad con el conocimiento de Dios, y de condenación, para aquellos que rechacen las enseñanzas y la gobernación de Dios.

17 Naturalmente, todas aquellas personas que hayan procurado llevar una vida recta como siervos de Jehová resucitarán. De hecho, la esperanza de la resurrección ayudó a muchos a afrontar la muerte, aun en casos de persecución violenta. Sabían que Dios podía devolverles la vida. (Mateo 10:28.) Pero hay millones de personas que han muerto sin la oportunidad de demostrar si obedecerían o no las normas justas de Dios. Estas también recibirán una resurrección. El apóstol Pablo confiaba en el propósito de Jehová al respecto, pues dijo: “Tengo esperanza en cuanto a Dios [...] de que va a haber resurrección así de justos como de injustos”. (Hechos 24:15.)

18 El apóstol Juan recibió una emocionante visión de personas resucitadas que estaban de pie ante el trono de Dios, y escribió: “El mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos. Y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego”. (Revelación 20:12-14.) ¡Imagínese! Todos los muertos que estén en la memoria de Dios tienen la perspectiva de ser liberados del Hades (griego, hái·des), o Seol, la sepultura común de la humanidad. (Salmo 16:10; Hechos 2:31.) Tendrán la oportunidad de demostrar mediante sus hechos si quieren servir a Dios o no. Luego, “la muerte y el Hades” serán arrojados al llamado “lago de fuego”, un símbolo de destrucción completa, igual que el término “Gehena”. (Lucas 12:5.) Cuando termine la resurrección, la sepultura común de la humanidad quedará vacía y, por lo tanto, dejará de existir. ¡Cuánto consuela aprender en la Biblia que Dios no tortura a nadie! (Jeremías 7:30, 31.)

¿DÓNDE VIVIRÁN LOS RESUCITADOS?

19 Un número limitado de hombres y mujeres serán resucitados para vivir en el cielo. En calidad de reyes y sacerdotes con Jesús, colaborarán en eliminar todos los efectos de la muerte que la humanidad heredó del primer hombre, Adán. (Romanos 5:12; Revelación 5:9, 10.) ¿A cuántos llevará Dios al cielo para gobernar con Cristo? La Biblia dice que solo a 144.000. (Revelación 7:4; 14:1.) Jehová dará a estos resucitados un cuerpo espiritual para que puedan vivir en el cielo. (1 Corintios 15:35, 38, 42-45; 1 Pedro 3:18.)

20 Pero la inmensa mayoría resucitará para vivir en una Tierra paradisíaca. (Salmo 37:11, 29; Mateo 6:10.) En parte la razón por la que algunas personas reciben una resurrección celestial es llevar a término el propósito de Dios para la Tierra. Desde el cielo, Jesucristo y los 144.000 irán ayudando a la humanidad obediente a recobrar la perfección que desecharon nuestros primeros padres. Entre esas personas estarán los resucitados, tal como indicó Jesús cuando dijo al moribundo clavado a un madero junto a él: “Estarás conmigo en el Paraíso”. (Lucas 23:42, 43.)

21 En la Tierra paradisíaca, la muerte, que hoy provoca un fuerte sentimiento de futilidad, será eliminada. (Romanos 8:19-21.) El profeta Isaías dijo que Jehová Dios “realmente se tragará a la muerte para siempre”. (Isaías 25:8.) El apóstol Juan recibió una visión del tiempo en que los seres humanos obedientes se verán libres del dolor y la muerte. Sí, “Dios mismo estará con ellos. Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”. (Revelación 21:1-4.)

22 Lo que la Biblia enseña está muy claro y acaba con toda posible confusión sobre lo que les sucede a los muertos. Las Escrituras dicen explícitamente que la muerte es “el último enemigo” que será eliminado. (1 Corintios 15:26.) Podemos obtener gran consuelo y fortaleza de la esperanza de la resurrección. ¡Y qué alegría nos da saber que, si Dios los tiene en su memoria, nuestros difuntos despertarán del sueño de la muerte para disfrutar de todo lo bueno que él tiene preparado para los que le aman! (Salmo 145:16.) Tales bendiciones se conseguirán mediante el Reino de Dios

2006-09-19 06:15:09 · answer #1 · answered by !!!@!!! 2 · 0 0

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Estoy seguro de que usted se sorprenderá de lo rápido que va a efectuar!

2014-12-04 15:13:36 · answer #2 · answered by Gwerful 2 · 1 0

No, los ángeles son otro tipo de criaturas.
Los niños son niños y como seres humanos glorificados llegan al cielo.
Eso nace de la gente, se le llama piedad popular. Pero es bueno corregirlo porque se arman tremendo enredos las gentes.

2006-09-19 07:10:06 · answer #3 · answered by Totús de Kaa- homemade 5 · 0 0

No, no es cierto. Estamos hablando de cosas diferentes.
Los ángeles son seres espirituales que nunca fueron, ni son, ni serán humanos. El ser humano es una unidad de cuerpo y espíritu, aún después de la muerte esperamos la resurrección por la que volveremos a ser cuerpo y espíritu. Los ángeles son espíritu, por eso mismo se dice que Dios puso al hombre "por encima" de los ángeles.

El caso de un chiquito que se muere es exactamente el mismo que el de una persona adulta que muere.
Y digo que es lo mismo porque si bien una persona adulta es conciente del pecado (las faltas de amor) y el chiquito no, el bebé nace con el pecado original, por lo tanto, estamos hablando siempre de la "predisposición a faltar al amor" que está presente en todo ser humano tenga la edad que tenga. En todos los casos, así un adulto se muera ni bien se termina de confesar, siempre estamos confiados en la Misericordia absoluta de Dios que todo lo perdona, hasta las cosas más graves que a nuestros ojos no son dignas de perdón. El solo hecho de pensar a Cristo en la Cruz, como Cordero inmolado por causa de los pecados de todos nosotros, allí también está salvándose el alma de ese bebé que se muere.

Pero bueno, son dos cosas diferentes. Ahora, nosotros solemos usar el término "angelito" para hablar de un bebé. Pero una cosa es utilizar el término, y otra cosa es que sean lo mismo. En este caso, hablamos de dos cosas diferentes. Te lo aclaro porque a mí también me llegó esa versión de que los ángeles son bebés que se murieron y nada que ver. Como dijimos antes, los ángeles son seres espirituales, y los bebés son seres humanos (cuerpo y espíritu), aún los bebés no nacidos (embarazos perdidos naturalmente y/o voluntariamente) que ya están gozando de la plenitud del Reino en cuerpo y alma. Son cosas diferentes.

Respecto a tu segunda pregunta, de dónde proviene esa creencia?? la verdad es que no sé, pero debe ser alguna creencia popular.

Otra cosa que quería agregar y que tal vez sirva de consuelo a todas las mamás que perdieron un bebé, es que ese chiquito que partió al Cielo, nacido o no nacido, es un ser humano que vive ya la plenitud del Reino de Dios. Dios lo tiene plenamente identificado, en cuerpo y alma. Esa mamá puede saber con certeza que su hijito está con Dios, lo ideal es que el nombre de ese hijo no lo repitan en un hijo posterior, porque ese hijito que murió en esta vida, está vivo con Dios. Por lo tanto la mamá que perdió un hijo, es mamá, y tiene un hijo que vive en el Cielo. Si Dios le regala la posibilidad de tener más hijos, ella sabrá siempre que tiene sus hijitos acá, con nombre y apellido, y que también tiene un hijito con Dios que tiene a su vez su nombre y su apellido. Es una persona con todo lo que ello significa.
Saludos

2006-09-19 06:44:00 · answer #4 · answered by Angie 3 · 0 0

La muerte y lo que sucede al morir

La Biblia aclara que originalmente la intención de Dios no era que los humanos muriesen. Él creó a la primera pareja humana, Adán y Eva, los colocó en un paraíso terrestre llamado Edén y les mandó que tuviesen hijos y que extendiesen su hogar paradisíaco por toda la Tierra. Solo morirían si desobedecían sus instrucciones. (Génesis 1:28; 2:15-17.)

Adán y Eva no apreciaron la bondad de Dios, y por lo tanto, desobedecieron y tuvieron que sufrir el castigo prescrito. “[Volverás] al suelo —dijo Dios a Adán— porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás.” (Génesis 3:19.) Antes de ser creado, Adán no existía; era polvo. Y debido a su desobediencia, o pecado, Adán fue condenado a volver al polvo, a un estado de inexistencia.

Por consiguiente, la muerte es la ausencia de vida. La Biblia hace el siguiente contraste: “El salario que el pecado paga es muerte, pero el don que Dios da es vida eterna”. (Romanos 6:23.) También indica que la muerte es un estado de inconsciencia total, pues dice: “Porque los vivos están conscientes de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no están conscientes de nada en absoluto”. (Eclesiastés 9:5.) Además, explica que cuando una persona muere “sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos”. (Salmo 146:3, 4.)

Sin embargo, en vista de que solo fueron Adán y Eva los que desobedecieron aquel mandato en Edén, ¿por qué tenemos que morir todos nosotros? Es porque todos hemos nacido después de la desobediencia de Adán, y por lo tanto, todos hemos heredado de él el pecado y la muerte. La Biblia lo explica así: “Por medio de un solo hombre [Adán] el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres”. (Romanos 5:12; Job 14:4.)

Pero alguien pudiera preguntar: ‘¿No tienen los seres humanos un alma inmortal que sigue viviendo después de la muerte?’. Muchos han enseñado esta doctrina, y hasta dicen que la muerte es una puerta que conduce a otra vida. Pero esta idea no viene de la Biblia. Más bien, la Palabra de Dios enseña que usted es un alma, que su alma es realmente usted, con todas sus facultades físicas y mentales. (Génesis 2:7; Jeremías 2:34; Proverbios 2:10.) La Biblia también dice: “El alma que esté pecando... ella misma morirá”. (Ezequiel 18:4.) No hay ningún pasaje bíblico que enseñe que el hombre tenga un alma inmortal que siga viviendo después de la muerte del cuerpo.
Cómo pueden volver a vivir los seres humanos

Una vez que el pecado y la muerte entraron en el mundo, Dios reveló que tenía el propósito de que los muertos fueran devueltos a la vida mediante una resurrección. Por consiguiente, la Biblia explica: “Abrahán [...] estimó que Dios podía levantarlo [a su hijo Isaac] hasta de entre los muertos”. (Hebreos 11:17-19.) La confianza de Abrahán no era infundada, pues la Biblia dice del Todopoderoso: “Él no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos ellos viven”. (Lucas 20:37, 38.)

Sí, el Dios Todopoderoso no solo tiene el poder de resucitar a las personas a quienes Él escoge, sino también el deseo de hacerlo. El propio Jesucristo dijo: “No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán”. (Juan 5:28, 29; Hechos 24:15.)

Poco después de decir esto Jesús vio una procesión funeraria que salía de la ciudad israelita de Naín. El joven que había muerto era el hijo único de una viuda. Al contemplar su gran pesar, Jesús se enterneció; y dirigiéndose al cuerpo sin vida, le ordenó: “Joven, yo te digo: ¡Levántate!”. Y el joven se incorporó y Jesús se lo dio a su madre. (Lucas 7:11-17.)

Al igual que en el caso de esa viuda, también hubo un gran éxtasis cuando Jesús estuvo en el hogar de Jairo, el presidente de la sinagoga judía. Su hija de doce años había muerto. Al llegar Jesús a la casa de Jairo, se dirigió a donde estaba la niña muerta y le dijo: “Muchacha, ¡levántate!”. ¡Y se levantó! (Lucas 8:40-56.)

Posteriormente murió Lázaro, un amigo de Jesús. Cuando Jesús llegó a su casa, hacía cuatro días que Lázaro había muerto. Aunque estaba muy apesadumbrada, su hermana Marta expresó su esperanza diciendo: “Yo sé que se levantará en la resurrección en el último día”. Pero Jesús fue a la tumba, ordenó que quitaran la piedra y clamó: “¡Lázaro, sal!”. ¡Y salió! (Juan 11:11-44.)

Piense en esto: ¿En qué condición se encontraba Lázaro durante los cuatro días que estuvo muerto? Lázaro no dijo nada de haber estado en un cielo de inmensa dicha o en un infierno de tormento, y de haberlo experimentado seguramente lo habría dicho. No, Lázaro estuvo completamente inconsciente en la muerte y hubiera continuado en esa condición hasta “la resurrección en el último día” si Jesús no lo hubiese devuelto a la vida entonces.

La muerte de un hijo es una experiencia sumamente penosa, especialmente para la madre. Por eso la Biblia reconoce el amargo pesar que puede experimentar una madre. (2 Reyes 4:27.) Por supuesto, lo mismo es cierto con respecto al padre. “¡Oh, que yo pudiera haber muerto, yo mismo, en lugar de ti!”, se lamentó el rey David cuando murió su hijo Absalón. (2 Samuel 18:33.)

Sin embargo, si usted tiene confianza en la resurrección, su pesar podrá ser superado. La Biblia dice que no se apesadumbrará “como lo hacen también los demás que no tienen esperanza”. (1 Tesalonicenses 4:13.) Al contrario, usted se acercará a Dios en oración, y la Biblia le promete: “Él mismo te sustentará”. (Salmo 55:22.)

2006-09-19 06:28:38 · answer #5 · answered by cornyh 3 · 0 0

Hola Maec. El cielo y el infierno son conceptos que creó la Terrible Santa Inquisición, para mantener subyugadas a las personas, sometidas a los intereses de la iglesia. Si le donaban sus riquezas a la iglesia al morir, el sacerdote intercedería por su alma con Dios para que se fuera al cielo eternamente, de lo contrario se iría al infierno. "El reino de los cielos" se refiere al reino de los sentidos síquicos, y tienen acceso a él todas las personas que tienen sus sentidos síquicos desarrollados. Uno de esos sentidos síquicos es el tercer ojo o vista síquica, otro es el oído síquico o telepatía, etc. Las almas no encarnadas son las almas de los muertos , y andan por donde ellos quieran, de manera que se les puede ver y conversar con ellas si se tienen desarrollados esos sentídos síquicos. Después de un tiempo de espera, las almas no encarnadas reencarnan en los recién nacidos para poder cumplir con el decreto cósmico que es evolucionar las almas. Y en tan solo una encarnación, no es posible evolucionar completamente, ni siquiera un poco. ¡¡Hemos tenido miles de encarnaciones pasadas y nos quedan miles por delante!!!.

2006-09-19 06:22:04 · answer #6 · answered by VERDAD Y JUSTICIA 5 · 0 0

Hola, los bebes son almas puras y por ello van al cielo, no al limbo, la idea del limbo no esta en la biblia se creo como un concepto teologico, actualmente se esta realizando un Concilio para desaparecer el concepto del "limbo".
El que los bebes van al cielo se sustenta en la biblia:

En 2 Samuel 12, el hijo recién nacido del Rey David cayó enfermo gravemente. Después de siete días, el niño murió. En los versículos 22 y 23, la Biblia registra que David dijo: “Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño? Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí”. Es claro que el hijo muerto de David no regresaría a esta Tierra, pero David también dijo que un día, él estaría con su hijo. A través de inspiración, David documentó que su propio destino eterno sería estar “en la casa de Jehová” (Salmos 23:6). Por tanto, podemos concluir que “la casa de Jehová” sería el destino eterno de su bebé a quien David un día iría. El Rey David esperaba el día en que se reuniría con su hijo en el cielo. Absolutamente nada en este contexto insinúa que el alma del bebé muerto iría al infierno.

Además, Jesús dijo en Mateo 18:3-5:

De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.

Y en Lucas 18:16,17, Jesús remarcó: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él”.

Por lo tanto, se nos ha dado un ejemplo específico en el Antiguo Testamento de un bebé que muere y vivirá eternamente en el cielo. Y Jesús mismo, en el Nuevo Testamento, declaró que los niños conservan las cualidades que hacen a una persona elegible para heredar el reino de Dios. Entonces, vemos que los infantes y niños que mueren están en un estado seguro y vivirán eternamente en el cielo.

2006-09-19 06:14:43 · answer #7 · answered by Rosarito 5 · 0 0

Abelito:
-mamá que pasa cuando los niños como yo se van al cielo?
Eva:
-les salen unas alitas hermosas y se van al cielo

Abelito se va muy contento a donde estaba su hermanito Caín, y piensa:

-ahora ya puedo estar en paz, ya se que si yo me muero voy a ir al cielo con mis alitas blancas y voy a ser un angelito y mi hermanito:

¡UN MURCIELAGO!

2006-09-19 06:13:30 · answer #8 · answered by Anonymous · 0 0

Por supuesto que es cierto.

"Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos."

Si Jesucrsito le dijo al que estaba crucificado a su lado "mañana estarás conmigo en el paraiso" cuanto más no lo hará con un bebé inocente.

2006-09-19 06:12:21 · answer #9 · answered by Kitten 5 · 0 0

Si no esta bautizado, se va al limbo.

2006-09-19 06:06:09 · answer #10 · answered by Patricio B 6 · 0 0

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