Mi admirado Descartes, en eso, está bien superado ya, el hombre.
Pero hay más: cuando en su apabullante Discurso del Método, cuando tras muchas vueltas y más vueltas (en la misma dirección siempre) llega a las conclusiones, en poco más de dos párrafos solventa la cuestión de dios. ¿Por qué? A mi modesto modo de ver, porque él era un hombre que quería creer, que necesitaba creer, y a pesar de su poderosísima lógica, aplastante, la de un bulldozer, no encontró finalmente el argumento, no pudo dar con él, porque... no existe, y ni siquiera una mente tan poderosa como la suya pudo argumentar, sólidamente, lo que sólo es un anhelo, una creencia del hombre que late en él desde la noche de los tiempos, desde que tiene conciencia de su propia muerte, que es precisamente lo que hace que el hombre se distinga de los animales (y nada más).
Yo soy un agnóstico, en general (y un cachondo, en particular; pero ese es otro asunto), y por tanto padezco los avatares del no creer, del no poder creer. Pero ello no significa, en absoluto, que desprecie o minusvalore a los que creen sanamente. Al contrario, en cierto modo los envidio (Manuel Vicent escribió hace años, bastantes, una reflexión en El País sobre los agnósticos, ateos y creyentes que es... impagable, genial, reveladora; y ya decía él también que qué pena no poder creer, que qué suerte tienen los que sí creen). Pero lo que no soporto es lo contrario: que ellos me miren a mi (y a todos los que no son de su club, claro) por encima del hombro, y esa postura incluye:
a) que me vean como un enfermo mental, condenado al fuego eterno: un personaje a evitar y, de ser posble, a ajusticiar en una hoguera;
b) que intenten convencerme con gili polleces basadas en más gili polleces, cuando yo no se los he pedido;
c) y que ejerzan la intolerancia a la menor discusión (y como no saben qué es discutir, por favor, que acudan a la RAE y vean cuál es el correcto significado de esa palabra, porque en ese sentido siempre suelen actuar como auténticos energúmenos -ver también la RAE, para ésta-), creyéndose en la oluta posesión de la verdad.
Suelo pedirles, a semejantes ignorantes, que me dejen en paz con mi "pecado", y no sólo a mi, sino a todos y, más aún, a las mentes jóvenes, en formación, tan fácilmente maleables, a las que manipulan en cuanto pueden y sin el menor sonrojo. Son, estos manipuladores, unos hijos de la grandisima pu ta, con todas las letras, además de unos ignorantes que, en el 99% de los casos, ni saben hacer la O con un canuto y ni siquiera han analizado lo que dice su libro de cabecera, ese al que recurren con tanta alegría sin saber ni siquiera qué quiere decir y a quién iba dirigido.
En fin. Si hoy día se pidieran votos para el Regreso del Tribunal del Santo Oficio... maemía, maemía, que diría la Cañi.
2006-09-16 22:34:28
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answer #1
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answered by Def- 5
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A todos llega pasar que después de un tiempo padezcan disfunción eréctil pero, si esto ocurre no tiene que intranquilizarse la arreglo se encuentra aquí. http://MejorarLasErecciones.emuy.info/?85X5 Esta preocupación la ha aguantado el marido de una amiga, hace unos meses se podía ver que las cosas entre ellos estaban diferentes y en un día me confesó que pensaba abandonarlo y me ha confesado y porque, hemos rastreado juntas el arreglo y localizamos estos libros que han demostrado ser los mejores libros, libros que mejoran vidas.
2017-02-09 08:02:01
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answer #2
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answered by ? 4
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Por desgracia, y aunque esté disfrazado de fraile, he de reconocer que el único argumento que considero como verdadero desde un punto de vista lógico es el de David Hume: "NADA se puede demostrar". Y, entre ese "nada", se encuentra Dios.
La existencia (o inexistencia) de los dioses es INDEMOSTRABLE. En Dios se puede creer o no creer (es una cuestión de fe, no de lógica), pero no existe argumento alguno para probar su existencia (¡a menos que un día se presente en la tierra y nos ponga firmes a todos, claro está!).
¡Muy buena pregunta, Muf!
2006-09-17 21:25:30
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answer #3
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answered by Anonymous
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La triangularidad (para seguir con tu ejemplo) es una abstraccion, como tal existe en mi mente y tiene las caracteristicas que yo le he dado por definición. Por eso no puede tener, por ejemplo cuatro angulos. Si los tuviera seria otra cosa, pero no un triangulo.
En cuanto al concepto de Dios tambien es una abstraccion que existe en mi mente con las caracteristicas que yo le he dado, (perfeccion absoluta) pero esto no quiere decir que esa abstracción exista en la realidad. Existe en mi mente como abstraccion, pero no necesariamente en la realidad.
De otro modo toda abstraccion que yo quiera inventar con ciertas caracteristicas deberia necesariamente existir en la realidad. Esto es un absurdo.
2006-09-16 16:56:05
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answer #4
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answered by amy 2
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Pero usando la forma en que Turing demostró que se podría dar la inteligencia artificial puedes ayudarle a Kant y demostrar que no puedes demostrar la existencia de dios y una de las formas es con el argumento ontológico.
2006-09-16 16:53:24
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answer #5
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answered by Albertux 2
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?"o Dios quiere suprimir el mal de este mundo y no puede, o puede y no quiere, o ni quiere ni puede. Si quiere y no puede es impotencia, q es lo contrario a l. a. naturaleza de Dios; si quiere y no puede es maldad, y esto contradice de igual manera su naturaleza; si no quiere ni puede es maldad e impotencia a l. a. vez; si quiere y puede (l. a. única de estas alternativas coherentes a Dios), ¿de dónde proviene el mal sobre l. a. Tierra?" Realmente no se si Dios existe, pero si ese ser de luz, halo de paz, amor, omnipotencia y perfeccion soñada imperfecta... estaria presente creo que l. a. segunda guerra mundial no hubiera sido lo que fue.
2016-12-15 09:13:40
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answer #6
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answered by ? 3
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El argumento ontológico presenta la deficiencia de que el atribuir existencia a la perfección no es lógico.
2006-09-17 00:06:57
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answer #7
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answered by Dice 1
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El argumento ontológico es sofístico, porque hace participar en la misma categoría a seres que pertenecen a categorías imposibles de ser equiparadas; de hecho, hay una argumentación geométrica participante en la misma categoría de las cualidades axiológicas. Es tan absurdo e ilógico como atribuir cualidades morales a una figura geométrica (un triángulo perverso, por ejemplo).
La refutación kantiana de la metafísica (es decir, la demostración de su indemostrabilidad) hace que el argumento ontológico pase a ser un postulado antes que una hipótesis sujeta a verificación; puede aceptarse o negarse, pero de ningún modo puede demostrarse o refutarse.
Una respuesta mucho más ordenada (aunque imposible de desarrollar aquí) la da la teoría ramificada de los tipos lógicos, de Bertrand Russell y Whitehead.
Nota para Def-: Efectivamente, nuestro querido Descartes pudo prescindir con perfecta lógica de la hipótesis deísta, pero no lo hizo porque seguramente no deseaba abandonar una creencia tan entrañable para él. De ningún modo acusaremos al pobre Renato de oscurantismo (no justamente a él, quien tuvo el coraje de romper definitivamente con la tradición escolástica); en todo caso, podemos ver en Descartes al hombre escindido entre su implacable lógica y sus sentimientos religiosos, un exponente de la profunda crisis de fe causada por personas como él mismo. De haber hecho a un lado su creencia, Descartes podría haber sido el primer existencialista en el mismo sentido que Heidegger (aunque sin la afiliación al Partido Nacional Socialista, claro). Algo mejor le fue a Spinoza; si bien nunca dejó de ser un creyente, no permitió que esa hipótesis interfiriera en su trabajo (no en el de pulidor de lentes, sino en el de filósofo).
Por lo demás, estoy en un todo de acuerdo con su divertido reclamo de mayor tolerancia para quienes no profesamos ninguna fe (ningún deísmo), ya fuera por mera incapacidad de hacerlo, por elección o por otras razones cualesquiera.
Nota para Keimbaza: Me enternecen su ingenuidad etimológica y su confianza en el diccionario; así y todo, le recomendaría que leyera nuevamente la pregunta. Le juro que el "Argumentum ontologicum" se trata de otra cosa.
Otrosidigo: Ya que casi nadie leerá esto, me permito intercalar un cuento de Borges, en el que el poeta juega con el argumento anselmiano (graciosamente lo llama "Argumentum ornithologicum", ya que de pájaros se trata):
"Cierro los ojos y veo una bandada de pájaros. La visión dura un segundo o acaso menos; no sé cuántos pájaros vi. ¿Era definido o indefinido su número? El problema involucra el de la existencia de Dios. Si Dios existe, el número es definido, porque Dios sabe cuántos pájaros vi. Si Dios no existe, el número es indefinido, porque nadie pudo llevar la cuenta. En tal caso, vi menos de diez pájaros (digamos) y más de uno, pero no vi nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres o dos pájaros. Vi un número entre diez y uno, que no es nueve, ocho, siete, seis, cinco, etcétera. Ese número entero es inconcebible; ergo, Dios existe."
2006-09-16 17:04:45
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answer #8
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answered by Un Rosarino 5
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Lo que hay que entender es que cada cabeza humana es un mundo diferente, para unos puede tener validez, pero para otros es una total perdedera de tiempo.
2006-09-16 16:53:20
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answer #9
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answered by Anonymous
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El Argumento ontológico que Descartes utilizo para convencer de la existencia de Dios se puede equiparar con el hombre que, en una habitación obscura busca un gato negro, que no existe y que sin embargo encuentra....
2006-09-16 18:56:29
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answer #10
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answered by Iatron 3
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