No, simplemente es algo que te sale de adentro, por dolor, por ira o por placer. Mejor esto último.
2006-09-14 12:28:56
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answer #2
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--¡Bájame de aquí! --gritó espantado.
--Pediste un milagro, no dos --le contestó sonriendo San Virila--. De cualquier modo voy a bajarte, no sea que estorbes el vuelo de las golondrinas. Ese es uno de los muchos hermosos milagros que tú no sabes ver.
En su descenso el incrédulo iba pensando que no hay que pedir cualquier milagro: es necesario saber qué milagro pedir. ¡Hasta mañana!... Empédocles Etílez, ebrio con su itinerario, tenía fama de que podía distinguir a ciegas cualquier bebida que se le sirviera. Un día, bajo apuesta, el cantinero del lugar le vendó los ojos y empezó a darle copa tras copa de vinos y licores diferentes. Empédocles no sólo adivinaba la bebida: también decía la procedencia, marca, año de la destilación o la cosecha, etcétera. El cantinero, desesperado ya, le sirvió una copa de agua. La cató el temulento, y tras escupir con asco el líquido dijo desconcertado: "¡Ah caón! ¡No sé qué sea esa shingadera! ¡Lo que sí puedo decirte es que no se te va a vender!" (Nota: Si dices alguna vez: "Un vaso de agua", y alguien pretende corregirte diciéndote que lo correcto es decir: "Un vaso con agua", recuérdale sin pedantería que existe lo que se llama "genitivo de contenido", en el cual la preposición "de" sirve para expresar lo que un objeto determinado tiene en sí: "una copa de vino", "una novela de aventuras", "un plato de lentejas")... Don Andrés Serra Rojas, maestro mío de Administrativo en la Facultad de Derecho de la UNAM, predicaba la virtud sana del eclecticismo. Decía que eclecticismo es conciliación; equivale a huir de los extremos para buscar un punto en el cual los contrarios puedan coincidir. Horacio llamó a esta virtud aurea mediocritas (Odas, 2,10,5) que, contrariamente a la traducción usual, no significa "mediocridad dorada", sino "dorado justo medio". Pues bien: yo quiero usar de eclecticismo para hacer una propuesta sobre el grito que López Obrador pretende dar en el Zócalo la noche del 15 de septiembre, y que coincidiría con el Grito que por tradición el presidente debe dar la misma noche y en el mismo sitio. Antes recordaré a un cierto alcalde --ya lo he citado aquí-- que en su pequeño pueblo estaba dando el Grito por primera vez. Reunidos en la colmada plaza los lugareños coreaban, clamorosos, los vítores del novel munícipe: "¡Viva Hidalgo!". "¡¡¡Vivaaaa!!!". "¡Viva Allende!". "¡¡¡Vivaaaa!!!". "¡Viva Morelos!". "¡¡¡Vivaaa!!!"... Terminó el alcalde la fórmula solemne del patriótico vítor, pero como notó el entusiasmo de la gente siguió ya por su cuenta aclamando a otros héroes de su conocimiento: "¡Viva Juárez!". "¡Vivaaaa!". "¡Viva Madero!". "¡¡¡Vivaaa!!!". "¡Viva Zapata!". "¡¡¡Vivaaa!!!". "¡Viva...". Se detuvo en su arrebato el delirante alcalde: no recordaba ya otros personajes para vitorearlos. Se volvió hacia su secretario del Ayuntamiento y le pidió con extremada urgencia: "¡Échame más, cabrón! ¡La raza está picada!". Lo que quiero decir es que en la historia mexicana hay muchos personajes, y variados. El presidente Fox podría vitorear, como siempre, a los héroes que nos dieron patria. López Obrador, por su parte, vitorearía a quienes nos la quisieron quitar. A Victoriano Huerta, por ejemplo, que aniquiló la incipiente democracia que el pueblo mexicano instauró en 1910, del mismo modo que él ahora pretende aniquilar la democracia incipiente que los mexicanos instauramos en 2000 y volvimos a practicar en 2006. AMLO, en efecto, considera podridas todas las instituciones, incluso las que le dieron a su partido el sitio --jamás antes logrado-- de segunda fuerza política de la nación. Quiere cambiar ese modelo democrático por el suyo, muy similar al antiguo priismo autoritario, el de los hombres que ahora lo acompañan en su aventura, y lo asesoran: Camacho Solís, Bartlett, Muñoz Ledo. Podría AMLO también vitorearse a sí mismo. En fin, nombres no faltan... La esposa de Babalucas entró en su casa y dijo a su marido: "¡El colmo! Al llegar aquí me salió al paso un hombre con una pistola y me dijo: 'O lo haces conmigo o te disparo'". "¡Qué barbaridad! --se consterna el tonto roque--. Y ¿qué sucedió?". Responde la mujer: "¿Oíste algún disparo?"... FIN
2006-09-14 12:38:01
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answer #7
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answered by Anonymous
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