Hola Jack!
Tienes razón.....lo más parecido a una explicación que pude encontrar es esta historia de "México Desconocido"....no responde cabalmente a la pregunta pero al menos a mi me dió una idea de por qué se le llama tiempo al clima:
Es el atardecer en el centro ceremonial del Observatorio, Tlaxiaco o Ndisi Nuu, lugar donde se ve a través del compás, el instrumento con que se miran las estrellas para conocer y predecir el porvenir. La oscuridad se extiende en el horizonte y un par de sacerdotes dedicados al estudio de los astros, los tay sini tinuu, se disponen a observar el cielo desde lo alto de un templo bajo.
Utilizando su compás, el más viejo de los astrónomos empieza por identificar algunos puntos del firmamento mientras explica a su ayudante la influencia que los cuerpos celestes ejercen sobre el clima y las estaciones, la siembra y la cosecha, las plantas y los animales, pero sobre todo, en el destino de los hombres.
A estos sacerdotes se les conocÃa también como contadores de los dÃas o tay huisi cahui quevui; todos los datos que recababan eran ordenados en calendarios y se registraban en los libros donde estaba la cuenta de los dÃas o tutu yehe ndahui quevui. Para ello se necesitaba primero contar con un sistema numeral, aunque en este caso sólo se utilizaban los dÃgitos del 1 al 13, los cuales se representaban por medio de cÃrculos pequeños, semejantes a las cuentas de los collares, cada uno para una unidad.
Asimismo, estaba el conjunto de veinte unidades con que se contaban los veinte signos de los dÃas o quevui, y para diferenciarlos les dieron el nombre de un animal, un vegetal o un mineral, y también el de algunos objetos culturales, como serÃan una lagartija y un mono, la hierba y la flor, el agua y una casa. Pero como estos signos aparecen continuamente, para distinguirlos se acompañan con números del 1 al 13, ya que una trecena de dÃas conformaba lo que era una semana o huita, y asà comenzaba la cuenta del calendario con el dÃa 1 lagarto, 2 viento, etcétera.
Este grupo de veinte signos se repite dieciocho veces para sumar los 360 dÃas que constituyen el año solar, a los que se añadÃan cinco dÃas y a veces seis por los bisiestos, que eran los que quedaban o sobraban, los ndoo, para completar los 365 de un ciclo entero. Entonces, el año tenÃa 18 meses o lunas yoo, cada uno con veinte dÃas, con excepción del último, de 5 dÃas, que se conocÃa como el mes menguado o reducido Yoo Ndoco.
Ahora bien, para designar los años, a éstos se les daba el nombre del primer dÃa con que comenzaba este periodo, pero no siempre era el mismo, sino que podÃa caer en los dÃas Casa Huahi, Conejo Idzo, Caña Ndoo, y Pedernal Yuchi, que se conocen como los portadores, o los que llevan la carga o ndidzo de los años. Estos cuatro signos también se numeraban del 1 al 13, y la multiplicación de 4 por 13 proporciona los 52 años que conformaban un siglo o dziya del calendario mixteco.
Sin embargo, podÃa coincidir en una fecha el dÃa "1 Conejo" en el año "1 Conejo", por ello, para reconocer estos dÃas se utilizaba el sÃmbolo del año, que consiste en la figura triangular de un rayo de Sol que va amarrado o entrelazado, y al que se puede llamar dzete, ya que recuerda la diadema o mitra que usaban los señores como insignia de suprema autoridad, y que suele portar como tocado el dios de la Lluvia y el Rayo, uno de los señores del Tiempo.
Otra de las divisiones del año eran los periodos de 65 dÃas, a manera de estaciones, llamadas huico, que quiere decir "nube", pero también "fiesta” y “temporada". AsÃ, estaba la primavera, el tiempo en que brotan los retoños o huico tusi numa; el verano, tiempo de lluvias, huico dzavui; el otoño, cuando se recoge la cosecha y se siembra, huico sanu huiyu, y el invierno, tiempo del frÃo y las heladas, huico yuhua.
A este calendario solar se le conocÃa con la misma palabra para el año o cuiya, y se utilizaba para llevar el registro del tiempo de la historia, el cuándo se habÃa fundado una ciudad o su conquista, el nacimiento de sus soberanos, sus ceremonias y bodas, las guerras y campañas, sus rituales funerarios, etcétera. Y probablemente también para el ciclo agrÃcola que iba relacionado con las fiestas de los meses o veintenas, para saber cuándo sembrar y cosechar, y tal vez para llevar a cabo otras actividades, como la recolección de frutos y de miel, la cacerÃa y la pesca, la producción de la sal y el comercio y los mercados, entre otras.
Ahora bien, después de haber pasado un tiempo observando y estudiando el movimiento de los astros, los sacerdotes se dirigen al interior del templo; el anciano sabio, o ndichi, acerca un envoltorio y lo abre con cuidado para mostrar un códice con otro tipo de calendario, tal vez lunar, que consta de trece periodos de 20 dÃas que conforman un ciclo de 260 dÃas, cuyo origen no se conoce todavÃa, aunque se aproxima mucho a la suma de nueve lunaciones, el mismo tiempo en que se gesta un ser humano.
De hecho, una de sus funciones principales consistÃa en proporcionar el primer nombre a las personas, que era el del dÃa en que habÃan nacido, y que idealmente coincidÃa con aquel en que se concibieron, 260 dÃas antes. Por eso la palabra quevui, que significa “dÃa” y “tiempo”, también quiere decir "nombre” y “fiesta". Además de esta denominación de tipo "calendárico", a la edad de siete años se proporcionaba a las personas otro "sobrenombre", que al parecer hacÃa alusión a una cualidad o alguna filiación religiosa.
ExistÃan unas fechas más favorables que otras, algunas indiferentes y otras más, consideradas nefastas, pero cuando se nacÃa en un dÃa que no era propicio, se podÃa realizar un ritual para asignar como nombre el siguiente dÃa con carga positiva. Entonces, no sólo se trataba de una forma de nominación, sino que la fecha de nacimiento indicaba el carácter y el destino de las personas. Incluso, esta creencia en la carga de los dÃas llegaba a determinar la elección de ciertos individuos para dedicarse al culto de alguna deidad, o de ciertas actividades, como la de artesanos y escribas, sacerdotes y curanderos, guerreros y gobernantes. Con este libro ritual, utilizado por los sacerdotes adivinos o dzutu noño, también se hacÃan pronósticos sobre cuándo era más propicio emprender una guerra, concertar una alianza o celebrar un matrimonio, realizar un viaje comercial o un tratamiento médico, etcétera. Además, es posible que este calendario sirviera para marcar los dÃas en que debÃan presentarse las ofrendas a los dioses y llevar a cabo sus ceremonias.
AsÃ, estos calendarios, tanto el que medÃa el tiempo con base en el movimiento de los astros y de los ciclos de la naturaleza, como el que tenÃa su principio en los ciclos de la vida humana, corrÃan paralelos, entrelazando el destino humano con el del universo.
Saludos y ojalá alguien nos de una respuesta más concreta!
2006-09-13 16:37:05
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answer #4
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answered by Susy 6
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