Realmente, parece ser que no sucedió nada y que la estrella es sólo un recurso literario (Miderash) que usó San Mateo para que las personas entendieran mejor lo que el pensaba o sentía sobre el nacimiento de Jesús (hacerse entender de una manera sencilla y bella). Los símbolos eran muy usados en la literatura de esa época. Por esto, este pensamiento me parece más posible (además, es menos especulativo). Cada autor se reconoce por su estilo, muy personal, que imprime en su obra. Por ejemplo: Giotto, en su pintura sobre el Nacimiento, usó un cometa, en vez de una estrella, para representar a la Estrella de Belén.
Entre las especulaciones sobre lo que pudo haber sido esa estrella, se encuentra la del "fenómeno cósmico" (de carácter puramente sobrenatural) creado y usado, en este caso, para anunciar el nacimiento de Jesús.
Si consideramos la posibilidad de que su nacimiento fuera una muy feliz "coincidencia" con alguno o algunos de, los objetos celestes que son visibles durante las noches, debemos estudiar las diferentes alternativas:
Estrellas fugaces: debieron ser muy visibles en esa época, pero son muchas y fugaces.
Un OVNI: si nos basamos en que estas siglas se refieren a un objeto volador que no ha podido ser identificado, esta alternativa tendría alguna posibilidad. Sin embargo, como muchas personas suelen confundir estas siglas con una supuesta "vida extraterrestre", este pensamiento seria otra especulación que preferimos descartar ("donde la especulación es la regla, el infinito es el límite"). No debemos confundir ni mezclar lo espiritual y terrestre con la supuesta posibilidad de la vida extraterrestre. Sería muy exagerado.
Un eclipse: duran muy poco tiempo. Además, el hecho de que el objeto debía ser brillante contradice a esta posibilidad.
Una supernova: hay casos en que se han visto durante días, pero son estables, fijas, y Herodes la hubiera visto
Un cometa: esta hipótesis explicaría la desaparición de la estrella, pues, cuando el cometa pasara detrás del Sol, quedaría oculto y, al regresar, lo haría por un lado diferente del que vino. Su intensidad lumínica (especialmente su cola) crece según el cometa se acerca al Sol y disminuye al alejarse de éste (por esto, me parece que si se trató de un cometa, éste debió ser pequeño y no muy brillante, pues sólo así podría tener alguna comparación con una estrella) y todo esto dura varios meses. Su cola se comporta como una sombra (siempre esta huyéndole al sol), y por eso, cuando el cometa viene de frente a nosotros, su cola puede quedar oculta detrás del cometa; esto será así por poco tiempo, pues en pocos días el cometa estará a un ángulo sobre o al lado de nosotros y, entonces, le podremos ver su cola nuevamente. Además, aunque se han documentado varios cometas antes y después del nacimiento, no se ha documentado ninguno que coincidiera con la fecha del nacimiento. Halley pasó en diciembre, alrededor de 4 años a.C.,pero en este mes hace mucho frío, lo que contrasta con el Evangelio de San Lucas 2.8-11: "Estaban velando en aquellos contornos unos pastores y haciendo centinela de noche sobre su grey-por lo tanto, no pudo hacer frió-cuando de improviso un ángel del Señor apareció junto a ellos, y díjoles entonces el ángel: 'hoy os ha nacido en la ciudad de David el Salvador, que es el Cristo o Mesías, el Señor nuestro'."
Según un libro chino, titulado Tratado astronómico de la historia de la dinastía Han, desde el 1ro de marzo hasta el 7 de abril del año 5 a.C. (el segundo año del período del reinado de "Ch'lenping"), los chinos observaron el paso de un "huising" (cometa). Si este brillaba sobre Capricornio, en Belén debió estar sobre el horizonte, a pocas horas antes de salir el sol (que es tal y como lo revela el Evangelio de San Mateo), pero debemos recordar que los años se contaban de forma regresiva hasta el nacimiento de Jesús, con el agravante de que el calendario astronómico incluye un año cero (el año histórico cristiano no incluye un año cero, pues los romanos no usaban el cero). Aunque no se sabe la fecha exacta en que nació Jesús (el calendario cristiano fue confeccionado 500 años después de su muerte, en el año 533, por el monje Dionisio Exiguo), la ciencia estima que Jesús pudo haber nacido en el año -7 (a.C.). Los cristianos de esa época.
Una conjunción de planetas (en ascensión y declinación recta; no tiene que haber ocultación): esta alternativa fue elaborada teóricamente por Johans Kepler en el siglo XVII.}
Según el Oxford Essential World Atlas, Belén se encuentra en la latitud 31° 43 min. norte y longitud 35° 12 min. este (coincidiendo con los objetos de Géminis). En el año -7 a.C. (en el cual, según la ciencia, debió haber nacido Jesús), ocurrió una conjunción entre Júpiter (que tiene potestad sobre los demás planetas) y Saturno, visible en Palestina el 29 de mayo (a 25° sobre el horizonte, en Piscis), el 29 de septiembre (a 37° sobre el horizonte, en Piscis), y alejándose, el 4 de diciembre. (Esto no implica que los "magos" estuvieran 7 meses siguiendo la estrella; esta especulación depende del tiempo que estuvieron perdidos). De hecho, el 29 de mayo, al estar a sólo 25°, la conjunción estaría en dirección de África (¡pobres "magos"!). Pero en esa misma época, Castor estaba a una latitud de 31°, y Pólux, a 300.
Debemos considerar que, aun hoy, con todos nuestros adelantos tecnológicos, siempre consideramos y esperamos un por ciento de error hasta de cinco millas (¿cuánto sería el por ciento de error en aquella época?). Aún conociendo las coordenadas de un lugar, no es fácil encontrarlo cuando lo buscamos.
Si Herodes murió en el año --4 a.C., debemos pensar que los magos lo visitaron en una época cercana al nacimiento de Jesús (año -7 a.C.) y, por lo tanto, tuvieron que viajar en camello, durante varios años (es probable que ya Jesús tuviera entre uno o dos años de edad cuando los magos lo encontraron). En esa época, se acostumbraba viajar en camello.
Recordemos que Herodes mandó a matar a los niños que tuvieran dos años o menos. En ese tiempo, las personas estudiaban mucho los cielos, y todo lo relacionaban con sus dioses. Ya había cometas documentados antes y después de Cristo, pero debió ser muy impresionante que sólo ocurriera una conjunción, y en el preciso año en que nació el Mesías ansiado. Durante una conjunción, los astros que se ven unidos causan un brillo mayor de lo acostumbrado, hasta que se separan.
En el libro coreano Crónica de una Silla, o Historia de los tres reinos, se señala la aparición de una "Estrella Luminosa" en el firmamento, pero no menciona ningún cometa. Las coordenadas de Jerusalén son: latitud 31° 47 norte y longitud 35°10 este. 0 sea, que la distancia calculada entre Jerusalén y Belén es de unas 5 millas (8 kilómetros) a 337° en rumbo. Mesopotamia está a 751 millas (1,209 Km.) de Belén, en dirección de 280° oeste-noroeste.
Como podemos notar, las mejores alternativas posibles recaen sobre un cometa o en una conjunción planetaria. Sin embargo, ya sabemos que una conjunción planetaria crea el efecto de una "súper estrella", y que es "súper brillante", y varias veces coincidió, según lo estimado por la ciencia, con el nacimiento de Jesús.
En el módulo titulado La Biblia, una experiencia de comunidades de creyentes, publicado por el profesor de Teología de la Universidad del Sagrado Corazón, Sr. José Lázaro Ramos, se menciona que los libros "Apócrifos" son considerados como "secretos", pues nunca se leyeron públicamente en las iglesias (nunca fueron aceptados para que pertenecieran a la Biblia) y que han tenido sólo un valor piadoso en reproducciones artísticas, por los detalles (falsos, naturalmente) que proporcionan (aunque muchos rayan en los ridículo). En estos libros se señalan, por sus nombres, a tres magos de oriente (dos blancos y uno negro). Aunque también se ha hablado hasta de ocho reyes magos (en el Evangelio de San Mateo, se menciona a unos magos, pero no señala que eran reyes, ni que eran tres).
La palabra mago proviene de "Magu", nombre que los antiguos persas daban a los sacerdotes de Zoroastro, encargados del culto al Sol (lo que indica, una vez más que, aun antes de nacer, ya Cristo estaba convirtiendo a los paganos). Las personas, al verlos pasar tan majestuosos, vistosos y, muy probablemente, dirigiendo a una gran caravana, fácilmente pudieron confundirlos con reyes.
En el siglo IX, Alcuino de York, esgrimiendo una serie de argumentos de San Policarpo, advierte que eran tres, seguramente, debido a los tres dones u ofrendas (oro, incienso y mirra). Beda el Venerable, su discípulo, los denominó por sus nombres: Melchor, Gaspar y Baltasar; éstos habrían descifrado el nacimiento del Mesías al investigar las fuentes de una tradición que les había sido legada por los sumerios. Ellos eran considerados como sabios porque se esforzaban en buscar la verdad y estudiaban los objetos celestes.
Según parece, fue San León, en el siglo V, quien los reseña representando las edades de 60, 40 y 20 años (símbolos cruciales de las edades básicas en la vida humana). Configurarlos dentro de las tres razas imperantes de aquella época es una forma de hacerlos descendientes de Sem, Cam y Jafet, los hijos de Noe. La mayoría de los escritores cuestionaban algunos detalles de este relato. Se supone que venían desde Mesopotamia, pero puede que sea sólo una leyenda, cuyo propósito era brindar un sentido universalista al Redentor, constatar la huida a Egipto y así explicar o certificar la leyenda que decía que: "de Egipto saldrá el Redentor".
Los restos mortales de los santos reyes, según una piadosa tradición, fueron obsequiados por el emperador a San Eustorgio (Obispo de Milán), y fueron depositados en la iglesia de San Jorge de Milán. Parece que en el siglo IV, Santa Elena, madre del Emperador Constantino (El Grande), y quien además, se estima que tenía los maderos de la Cruz en que fue crucificado nuestro Señor Jesucristo, encontró los cuerpos y los llevo a Constantinopla, desde Tierra Santa. Tres siglos reposaron allí, expuestos a la veneración popular. De aquí en adelante, hay varias hipótesis:
1. Que fueron llevados luego a la capital de Italia.
2. Que, aparentemente, viajaron como "botín de guerra" en las alforjas de Federico Barbarroja, y que uno de sus capitanes, Rainald von Dassel, embarcó las reliquias por el Rin, tras una larga marcha por Burgundia y a través de los Alpes.
3. Según la tradición, sus restos deben encontrarse en la Catedral de Colonia. Como podemos notar, todo esto es apócrifo y tiene varias contradicciones. Debido a esto, muchos escritores y estudiosos no están de acuerdo con estos relatos y prefieren pensar que todos estos símbolos sólo se usaron como recursos literarios. Los evangelios fueron escritos con la intención de estimular la fe, y su concepción poética es interpretativa. Realmente, los creyentes no necesitan ninguna Estrella de Belén, ni Magos, ni Santa Claus, ni Manto de Turín, para poder basar su fe; ésta debe ser superior y abarcar más que cualquier prueba, si no, no sería fe.
San Mateo escribe a los judíos para demostrar que, en Jesús, se cumplieron las profecías. Al igual que Moisés (en su época), Jesús predicó en el monte y promulgó la nueva ley. Jesús fue la nueva Israel: la ciudad de Israel sucumbe a la tentación (40 noches: cuando el pueblo huyó de Egipto y pasó hambre en el desierto, blasfemó contra Dios, olvidándose de su antigua esclavitud, del mar Rojo y de su libertad. También desconfió de Dios cuando tuvo sed. Además, adoraban a un becerro dorado-el dios Baaly practicaban la inmoralidad). Jesús, por su parte, durante 40 días en el desierto, triunfa ante las tentaciones (por lo tanto, había que ubicar a Jesús en Egipto).
Todos los grandes eventos y los grandes hombres estaban relacionados con las estrellas (Jesús era el nuevo Israel, la estrella de Jacob). Varias personas que no eran cristianas documentaron sobre un Jesús que, junto a sus seguidores, le causó muchos problemas al imponente imperio romano debido a sus enseñanzas y prácticas evangelizadoras. Sobre los "reyes magos", verdaderos astrólogos, debemos señalar la diferencia que existe entre ellos y los astrólogos de ahora: ellos dejaron todo por seguir a Jesús. Sin embargo, hoy en día muchas personas dan más importancia-le dedican más tiempo y fe-a la astrología que a Jesús.
En conclusión, parece comprobarse, cada vez más, que la estrella de Belén y los "reyes magos" fueron sólo una fábula más, de las que acostumbraban a usar para compartir un mensaje de fe bien explícito y digerido. Es improbable que los "magos" descubrieran a un cometa o a una conjunción planetaria con años de anticipación.
2006-09-12 14:36:19
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answer #9
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answered by Anonymous
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