Pues lo único que se me ocurre es poner penas durísimas de cárcel, más protección policial para la mujer que lo solicite y formación desde las escuelas, para educar a niños y niñas en una convivencia sana.
Realmente este tema es un cáncer y encima después en muchos casos el maltratador se suicida. Ya lo podía hacer antes, !!!
2006-09-11 00:43:25
·
answer #1
·
answered by Anonymous
·
1⤊
0⤋
La infelidad no es causal de uxorcidio, esto era corriente en los tiempos medievales, escpecialmente en España y fue llevada por los conquistadores a América.
En América una esposa o compañera maltratada moral o físicamente se separa de su esposo y éste entabla acciones legales, que son dirimidas en los tribunales. Soy colombiano y recido ahora en España.
Los esposos españoles andan cogidos de las manos, cosa que no es corriente en América.Se tratan de cariño. Y después se matan entre sí. Las madre llevan a sus hijos en cochecitos hasta la pubertad, y los sobreprotegen. Se casan cuando alcanzan la edad madura porque le temen a perder el control de sus mamás.
Al casarse lo que han hecho es reemplazar a una mamá posesiva y supraprotectora, al verse abandonados por su mujer enloquecen de pavor La soledad es horrible.. Como quien dice; más vale esposa muerta que hombre con cuernos..
Es un problema de reeducar a los niños. Soltarlos a que se rompan la cabeza buscando soluciones a sus pequeños verrinches. Sé de casos en que los padres de familia han ido al colegio para agredir al maestro de su hijo que le ha reprendido severamante.
Un hombre, ya casado no lo transforma su mujer, ni su mamá ni su papá. El temor a Dios, a la cárcel o a la condena de su familia no lo detendrá en su intento por retener a su compañera desertora. Hay que educar es al niño. Mientras tanto las mujeres españolas enamoradas de un español acepten su sino fatal.
Una reforma a la Constitución podría funcionar. !Ojo por ojo, diente por diente! Las leyes permisivas de un país propician estos feroces atropellos a los derechos humanos.
Buena suerte mujer española.
2006-09-11 08:17:25
·
answer #2
·
answered by APOLO 7
·
1⤊
0⤋
Pienso que lo primero es que la mujer denuncie la primera agresión que tenga, aunque sea sólo un intento y a continuación ya la justicia es la que deberia encarcelar al sujeto en cuestión hasta que salga el juicio y después sancionarlo con 20 años de cárcel y la ayuda para la esposa y los hijos si los tiene. Yo creo que con estas medidas se reducirían mucho las muertes de estas pobres mujeres en manos de estos criminales.
2006-09-14 18:07:37
·
answer #3
·
answered by xennon 2
·
0⤊
0⤋
Los políticos pensaron que haciendo unas leyes y dando privilegios al sexo femenino a la hora de las agresiones ya habían resuelto el problema, y se sentaron a recoger los frutos; pero !oh¡ sorpresa, el problema no estaba ahí.
Una persona que está dispuesto hasta matarse, las leyes se la repanfinflan, ose que pasa de ellas sean como sean.
Como se está viendo el problema esta en la convivencia misma, en que nadie quiere cargar con los fallos del otro, y el otro del uno, y así se llega a un estado de cosas que hacen perder las ilusiones y la esperanza; Un hombre o mujer sin esperanza es nada, y se tiene por nada, ha perdido todos los valores como ser humano, y lo que ocurre después ya lo estamos viendo.
2006-09-14 10:07:58
·
answer #4
·
answered by enpekin 4
·
0⤊
0⤋
Intentemos con matar a los asesinos, va?
2006-09-13 18:22:25
·
answer #5
·
answered by Ank 5
·
0⤊
0⤋
emitiendo un decreto que obligue a las mujeres de España a separarse de sus parejas o bien que se unan a hombres sin manos.
2006-09-13 17:41:25
·
answer #6
·
answered by Alejandro Alcocer 3
·
0⤊
0⤋
El quid de la cuestión está en la educación, en los colegios, y las familias, de niños y niñas. Para ellos haciéndoles buenas personas, amables, tolerantes, y capaces de ser independientes (por que en el fondo dependen mucho de las mujeres). Para ellas, haciéndolas más fuertes y equilibradas mentalmente, y eso se consigue con amor y comunicación, por que bien es cierto, que cuando el hombre llega a esos extremos es por que antes la mujer le ha permitido sobrepasar un pequeño límite un día, otro el día siguiente, y así....primero falta de respeto, un insulto después, una amenaza el día siguiente...un empujón, un tortazo....y se adivina el posible final. Por ello, la mujer tiene que marcar su territorio desde el comienzo de la relación, haciéndose respetar, no permitiendo voces, gritos, insultos... siendo inteligente y amable en la conversación, pero firme ante la mínima actitud ofensiva del hombre. Después de esto, a mi entender, llega la labor de la justicia.
2006-09-13 16:19:04
·
answer #7
·
answered by blancamarilyn 2
·
0⤊
0⤋
Bueno te digo, en cuba eso se resuelve rapido, le doy tantos golpes la primera vez, q ni su madre lo reconoce,tampoco no se resuelve nada lamentandonos sin hacer nada, esa es la hora de pensar en ti y no en lo hijos q no haran nada sin madre, ni tampoco en el que diran, el matrimonio a la mier- da y no esperar a que cambie, el q levanta la mano la primera vez lo hara de nuevo, asi q si se creen el cuentecito esperen la proxima paliza. Y q es eso de q soy tuya? pendejadas chicas, lo claro todo al principio, soy mia y mi vida la comparto contigo, no tuya. Por dios!!!!!
2006-09-12 21:57:35
·
answer #8
·
answered by tayra p 1
·
0⤊
0⤋
Con mejor educación desde pequeños, y para los que ya no tienen remedio ( los adultos machistas ), sanciones económicas y sociales muy duras; sino esto no parará nunca...
Suerte.-
2006-09-12 12:30:28
·
answer #9
·
answered by emiliano l 2
·
0⤊
0⤋
Pero alguien se cree que endurecer las penas sirve para algo, la mato por que era suya y ademas se ira a la carcel tan tranquilo, por que esta herido en lo mas hondo.
hay que desterrar la idea del era mia, y lo que hay que hacer es rechazar socialmente al maltratador, menos salir en la prensa del corazon los famosos frivolizando con el tema, y mas denuncias y ayuda a las maltratadas, pero por desgracia es un problema de mentalidad, que no entiende de clases sociales, ni de nacinalidad.
2006-09-12 12:29:53
·
answer #10
·
answered by lourizan 3
·
0⤊
0⤋