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2006-09-05 05:13:50 · 12 respuestas · pregunta de Federico R 1 en Arte y humanidades Libros y autores

12 respuestas

Poeta argentino nacido en la Villa del Río Seco, Córdoba, en 1874 en el seno de un hogar de recia estirpe.
A raíz de un revés de fortuna de su familia, se trasladó muy joven a Buenos Aires donde inició una clamorosa carrera como intelectual bajo el pseudónimo de "Gil Paz". Ardorosamente discutido o ensalzado desde entonces, su actividad la ejerció también en el periodismo, ocupando varios cargos en su país y en el exterior, que lo llevaron a radicarse en Paris en 1924.
En 1938 con enorme y trágica sorpresa de quienes lo querían y admiraban, se quitó la vida en Buenos Aires.

2006-09-05 05:17:44 · answer #1 · answered by guxrex 4 · 0 0

No estoy de acuerdo, que la muerte borre que fue el reador xe la picana y que le encantaba usarla en sus torturas, yborre tambien que era un pedofilo

2016-06-13 13:10:53 · answer #2 · answered by elba arrastia 1 · 0 0

LL FUE UN ESCRITOR ARGENTINO, COQUETEÓ CON DISTINTAS IDEOLOGÍAS SUMAMENTE ANTGÓNICAS, PERO SE QUEDÓ CON LA DERECHA, EL ANUNCIÓ EL GOLPE DE ESTADO DE URIBURU (MILICO) CONTRA HIPÓLITO IRIGOYEN (CON ESTAS PALABRAS MÁS O MENOS, HA LLEGADO LA HORA DE LA ESPADA), FUE POETA, TUVO UN HIJO QUE FUE UN DESPRECIABLE COMISARIO TORTURADOR Y UNA NIETA GUERRILLERA. SALUDOS.
ESCRIBIÓ SOBRE UN PAJARITO, QUÉ INOCENTE ¿NO?
EL HORNERO
LA CASITA DEL HORNERO
TIENE SALA Y TIENE ALCOBA
EN LA ALCOBA LA HEMBRA
INSTALA LIMPIAMENTE
EL NIDO ENTERO
................................
LO APRENDÍ EN LA PRIMARIA HACE MUUUUCHOOOO TIEMPO Y... ME LO OLVIDÉ
AH! SE SUICIDÓ
SALUDOS

2006-09-05 11:50:29 · answer #3 · answered by soy de acá nomás, che 5 · 0 0

FUE UN ESCRITOR ARGENTINO, NACIDO EN
CÓRDOBA EN EL AÑO 1.874

2006-09-05 11:30:12 · answer #4 · answered by gringa 2 · 0 0

Fue un famoso escritor argentino (1874-1938).

2006-09-05 05:30:12 · answer #5 · answered by bettyboop43 3 · 0 0

LEOPOLDO LUGONES
(1874 – 1938)

Nació en 1874 en Villa de María en el departamento cordobés del Río Seco. Fue el primogénito del matrimonio de Santiago Lugones y Custodia Argüello. En su niñez, la familia se trasladó primero a Santiago del Estero y posteriormente a Ojo de Agua, una villa con pocos habitantes, donde cursó sus estudios primarios.

A los diez años, se destacaba por su memoria, gusto por la lectura e interés por las ciencias naturales. Se cuenta que lo llamaban para amenizar las "tertulias" familiares. Sus padres decidieron enviarlo a Córdoba con su abuela materna para que siguiese los estudios superiores.

En 1892 Leopoldo volvió a vivir con su familia que se había trasladado a Córdoba después de haber perdido su estancia. La crítica situación económica lo llevó a tener que comenzar a trabajar y convertirse en un autodidacta.

En esta época dio con éxito sus primeros pasos en la vida pública. Recitó su primera composición en el Teatro Indarte, dirigió el periódico liberal y anticlerical "El Pensamiento Libre" y se alistó voluntariamente para enfrentar a las fuerzas radicales sublevadas en Rosario.

En Córdoba, Lugones se fue convirtiendo en un personaje popular capaz de ser contrapunto de los payadores del barrio, publicar versos controvertidos con el seudónimo Gil Paz, promover huelgas estudiantiles y fundar un centro socialista.

El año de 1896 fue decisivo para Lugones: se instaló en Buenos Aires y se casó con Juana González. En la gran ciudad se unió al grupo socialista de escritores integrado por José Ingenieros, Roberto Payró, Ernesto de la Cárcova, escribió en el periódico socialista "La Vanguardia" y en la "Tribuna", órgano del roquismo y se ganó al distinguido auditorio del Ateneo. A los 22 años comienza a escribir en "La Nación", promovido por su amigo Rubén Darío. Publicó su primer libro "Las montañas del oro" (1897), basado en una influencia tardía del Romanticismo Francés.

El "novecientos" fue una época de intensa producción en la que escribió muchas de sus obras más valoradas como "Crepúsculos del jardín" (1905) donde se acerca al modernismo hispanista y a las nuevas corrientes literarias francesas: simbolismo, decadentismo, parnasianismo. Esta tendencia alcanza su máxima expresión en "Lunario sentimental" (1909). En su obra "Las fuerzas extrañas" (1906). Lugones plasmará sus habilidades para escribir cuentos de misterio. Este trabajo junto con los "Cuentos fatales" (1926) renuevan el género de la forma breve e inician una fecunda tradición en el Río de la Plata, en la que se inscribirán escritores como Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Julio Cortázar.

En 1901 ocupó el cargo de inspector de secundaria y normal bajo las órdenes de Pablo A. Pizzurno y Virgilio Magnasco. Posteriormente asumió la inspección general donde concretó varias de las ideas plasmadas en su estudio sobre la "Reforma educacional": cursos especiales en vacaciones, fundación del Instituto Nacional del Profesorado Secundario, creación de las cátedras de Educación Física y Dibujo, reglamentación para el ingreso de alumnos a la enseñanza secundaria. Más adelante fue comisionado en viaje a Europa para estudiar las novedades pedagógicas. En 1915 se hizo cargo de la dirección de la Biblioteca Nacional de Maestros que ejerció hasta su muerte.

En 1910, la conmemoración del Centenario de Mayo representó el cenit del movimiento de afirmación de los valores y tradiciones nacionales. Bajo ese impulso, Lugones publicó varios trabajos: "Odas seculares" (1910) y la "Historia de Sarmiento" (1911).

En "El Payador" (1916), reúne una serie de conferencias sobre "Martín Fierro" de José Hernández que rescatan la obra, calificándola de "Cuento Homérico de la Cultura Argentina"... Este particular enfoque instaló en la crítica una fructífera polémica que se prolongó por décadas y cuyo resultado fue la aceptación del Poema como la obra emblemática de la identidad literaria argentina. La lectura que Lugones hace deja entrever otro de sus principales puntos de interés intelectual; la cultura clásica. En este campo su producción incluye las obras "Didáctica" (1910); "Las limaduras de Hephaestos" (1910), "Estudios Helénicos" (1924) y "Nuevos estudios Helénicos" (1928).

En Europa se vivía un tiempo de incertidumbre instalado con la guerra mundial, la revolución de los "soviet" y el fascismo italiano, mientras en Argentina se sentía la crisis económica y la inestabilidad política. Lugones fue un observador atento de la situación internacional y un hombre de acción en su país.

Lentamente, su visión socialista fue dando paso a un pensamiento nacionalista de originales matices, crítico del liberalismo y alejado de las posiciones católicas. Este Lugones maduro fue igual de controvertido que en sus posiciones juveniles al apoyar el militarismo de la década del treinta.

Su trabajo incesante se plasmó en numerosos escritos, artículos de prensa y conferencias que le merecieron el nombramiento en la Asamblea de Cooperación Intelectual de la Liga de las Naciones (1924), el Premio Nacional de Literatura (1926) y la presidencia de la Sociedad Argentina de Escritores, fundada con su impulso (1928).

En esta etapa, aumentó con ritmo vertiginoso su ya cuantiosa producción intelectual entre la que se encuentra "Poemas solariegos" (1928) uno de sus títulos más elogiados y los ensayos "La patria fuerte" (1930) y "La grande Argentina" (1930), indispensables para comprender la época y la generación de Lugones.

Puso fin voluntariamente a su vida en una isla del Tigre. Los boletines informativos sorprendieron a la opinión pública tanto como a quienes lo trataban cotidianamente en la Biblioteca Nacional de Maestros.

Lugones aún hoy genera controversias por su cambiante temperamento político. El tiempo, sin embargo, lo ha destacado como una figura central de la cultura argentina y como uno de sus más grandes escritores.

2006-09-05 05:26:48 · answer #6 · answered by chocho 2 · 0 0

Leopoldo Lugones

(Villa María del Río Seco, Argentina, 1874 - Buenos Aires, 1938) Poeta y ensayista argentino. Hombre de vasta cultura, fue el máximo exponente del modernismo argentino y una de las figuras más influyentes de la literatura iberoamericana. Su encuentro con Rubén Darío, en Buenos Aires, en 1896, fue decisivo para reorientar la poesía de Lugones. El retoricismo de Las montañas de oro (1897), su primera obra, no tardó en ser sustituido por el tono irónico, extravagante e imaginativo de Los crepúsculos del jardín (1905) y Lunario sentimental (1909).

Su estilo se distingue por su originalidad creadora, y la precisión y la belleza lírica de sus versos. Del resto de su obra poética destacan Odas seculares (1910), Las horas doradas (1922), Poemas solariegos (1927) y Romances del Río Seco (1938). De su obra ensayística, en la que abordó temas muy dispares, sobresalen El imperio jesuítico (1904), donde analizó el régimen teocrático instaurado por la Compañía; Historia de Sarmiento (1911); y Prometeo (1910), en la cual conjuga sus inquietudes nacionalistas con el interés por la cultura griega.

La diversidad estilística de Lugones no le impidió mantenerse fiel a un concepto de arte que responde a estímulos estrictamente intelectuales, como son la obsesión por la lengua y la preocupación por la libertad moral del escritor. En cuanto a su trayectoria política, pasó del anarquismo inicial al nacionalismo fascista, ya que fue mentor de la revolución de Uriburu en 1830. Desempeñaba la dirección de la biblioteca del Consejo Nacional de Educación cuando se quitó la vida.

2006-09-05 05:22:05 · answer #7 · answered by elartesanodelaspalabras 6 · 0 0

Leopoldo Lugones
(Argentina, 1874-1938)

Escritor argentino, natural de la provincia de Córdoba. Tuvo una variada actuación política, ya que tuvo contacto con el socialismo (fue uno de sus iniciadores en Argentina), el liberalismo, el conservadurismo y, finalmente, desde 1924, el fascismo. Viajó por Europa y vivió en París antes de la I Guerra Mundial. De vuelta a su país, dirigió el suplemento literario de La Nación y fue bibliotecario del Consejo de Educación. Lugones practicó diversos géneros. Como poeta, se inicia en 1897 con Las montañas del oro, con versos medidos y libres, y prosa poética, en plena eclosión del modernismo. La atmósfera decadente se prolonga en Los crepúsculos del jardín (1905) y Lunario sentimental (1909), siempre bajo la influencia de Rubén Darío. Su registro poético cambia luego con las Odas seculares (1910), exaltación de las riquezas argentinas inspirada en Virgilio. Su poesía se vuelve intimista y cotidiana en El libro fiel (1912), El libro de los paisajes (1917) y Las horas doradas (1922). Su última manera es la poesía narrativa: Poemas solariegos (1927) y el póstumo Romances del Río Seco. Como cuentista se le deben Las fuerzas extrañas (1906) y Cuentos fatales (1926), que desarrollan la literatura fantástica que se liga con Horacio Quiroga y anuncia a Jorge Luis Borges y Julio Cortázar. El relato histórico sobre la guerra de la independencia anima La guerra gaucha y las meditaciones esotéricas de teosofía, una olvidable novela, El ángel de la sombra (1926). En el campo de la historia cuentan El imperio jesuítico (1904), Historia de Sarmiento (1911) y El payador (1916). Lugones tradujo partes de La Ilíada de Homero y estudió aspectos de la Grecia clásica en Las limaduras de Hefaistos y las dos series de Estudios helénicos. La evolución de su pensamiento político puede seguirse en libros como Mi beligerancia, La patria fuerte y La grande Argentina. Se sucidó en El Tigre, cerca de Buenos Aires en 1938. © eMe

2006-09-05 05:21:04 · answer #8 · answered by gue_s_s_who 2 · 0 0

Nació en 1874 en Villa de María en el departamento cordobés del Río Seco. Fue el primogénito del matrimonio de Santiago Lugones y Custodia Argüello . En su niñez, la familia se trasladó primero a Santiago del Estero y posteriormente a Ojo de Agua, una villa con pocos habitantes, donde cursó sus estudios primarios.
A los diez años, se destacaba por su memoria, gusto por la lectura e interés por las ciencias naturales. Se cuenta que lo llamaban para amenizar las "tertulias" familiares. Sus padres decidieron enviarlo a Córdoba con su abuela materna para que siguiese los estudios superiores.
En 1892 Leopoldo volvió a vivir con su familia que se había trasladado a Córdoba después de haber perdido su estancia. La crítica situación económica lo llevó a tener que comenzar a trabajar y convertirse en un autodidacta.
En esta época dio con éxito sus primeros pasos en la vida pública. Recitó su primera composición en el Teatro Indarte, dirigió el periódico liberal y anticlerical "El Pensamiento Libre" y se alistó voluntariamente para enfrentar a las fuerzas radicales sublevadas en Rosario.
En Córdoba, Lugones se fue convirtiendo en un personaje popular capaz de ser contrapunto de los payadores del barrio, publicar versos controvertidos con el seudónimo Gil Paz, promover huelgas estudiantiles y fundar un centro socialista.
El año de 1896 fue decisivo para Lugones: se instaló en Buenos Aires y se casó con Juana González. En la gran ciudad se unió al grupo socialista de escritores integrado por José Ingenieros, Roberto Payró, Ernesto de la Cárcova, escribió en el periódico socialista "La Vanguardia" y en la "Tribuna", órgano del roquismo y se ganó al distinguido auditorio del Ateneo. A los 22 años comienza a escribir en "La Nación", promovido por su amigo Rubén Darío. Publicó su primer libro "Las montañas del oro" (1897), basado en una influencia tardía del Romanticismo Francés.
El "novecientos" fue una época de intensa producción en la que escribió muchas de sus obras más valoradas como "Crepúsculos del jardín" (1905) donde se acerca al modernismo hispanista y a las nuevas corrientes literarias francesas: simbolismo, decadentismo, parnasianismo. Esta tendencia alcanza su máxima expresión en "Lunario sentimental" (1909). En su obra "Las fuerzas extrañas" (1906). Lugones plasmará sus habilidades para escribir cuentos de misterio. Este trabajo junto con los "Cuentos fatales" (1926) renuevan el género de la forma breve e inician una fecunda tradición en el Río de la Plata, en la que se inscribirán escritores como Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Julio Cortázar.
En 1901 ocupó el cargo de inspector de secundaria y normal bajo las órdenes de Pablo A. Pizzurno y Virgilio Magnasco . Posteriormente asumió la inspección general donde concretó varias de las ideas plasmadas en su estudio sobre la "Reforma educacional": cursos especiales en vacaciones, fundación del Instituto Nacional del Profesorado Secundario, creación de las cátedras de Educación Física y Dibujo, reglamentación para el ingreso de alumnos a la enseñanza secundaria. Más adelante fue comisionado en viaje a Europa para estudiar las novedades pedagógicas. En 1915 se hizo cargo de la dirección de la Biblioteca Nacional de Maestros que ejerció hasta su muerte.
En 1910, la conmemoración del Centenario de Mayo representó el cénit del movimiento de afirmación de los valores y tradiciones nacionales. Bajo ese impulso, Lugones publicó varios trabajos: "Odas seculares" (1910) y la "Historia de Sarmiento" (1911).
En "El Payador" (1916), reúne una serie de conferencias sobre "Martín Fierro" de José Hernández que rescatan la obra, calificándola de "Cuento Homérico de la Cultura Argentina" . Este particular enfoque instaló en la crítica una fructífera polémica que se prolongó por décadas y cuyo resultado fue la aceptación del Poema como la obra emblemática de la identidad literaria argentina. La lectura que Lugones hace deja entrever otro de sus principales puntos de interés intelectual; la cultura clásica. En este campo su producción incluye las obras "Didáctica" (1910); "Las limaduras de Hephaestos" (1910), "Estudios Helénicos" (1924) y "Nuevos estudios Helénicos" (1928).
En Europa se vivía un tiempo de incertidumbre instalado con la guerra mundial, la revolución de los "soviet" y el fascismo italiano, mientras en Argentina se sentía la crisis económica y la inestabilidad política. Lugones fue un observador atento de la situación internacional y un hombre de acción en su país.
Lentamente, su visión socialista fue dando paso a un pensamiento nacionalista de originales matices, crítico del liberalismo y alejado de las posiciones católicas. Este Lugones maduro fue igual de controvertido que en sus posiciones juveniles al apoyar el militarismo de la década del treinta.
Su trabajo incesante se plasmó en numerosos escritos, artículos de prensa y conferencias que le merecieron el nombramiento en la Asamblea de Cooperación Intelectual de la Liga de las Naciones (1924) , el Premio Nacional de Literatura (1926) y la presidencia de la Sociedad Argentina de Escritores, fundada con su impulso (1928).
En esta etapa, aumentó con ritmo vertiginoso su ya cuantiosa producción intelectual entre la que se encuentra "Poemas solariegos" (1928) uno de sus títulos más elogiados y los ensayos "La patria fuerte" (1930) y "La grande Argentina" (1930), indispensables para comprender la época y la generación de Lugones.
Puso fin voluntariamente a su vida en una isla del Tigre. Los boletines informativos sorprendieron a la opinión pública tanto como a quienes lo trataban cotidianamente en la Biblioteca Nacional de Maestros.
Lugones aún hoy genera controversias por su cambiante temperamento político. El tiempo, sin embargo, lo ha destacado como una figura central de la cultura argentina y como uno de sus más grandes escritores.

2006-09-05 05:20:17 · answer #9 · answered by Anonymous · 0 0

LEOPOLDO LUGONES

VIDA

Leopoldo Lugones nació en la Villa de María del Río Seco,en la provincia argentina de Córdoba,un sábado 13 de junio de 1874. Los Lugones se preciaban ya de ser una familia cordobesa de antiguo linaje, su ascendencia criolla se remontaba al Perú del siglo XVI, y sus abuelos conocieron la Argentina de los primeros años de la independencia.

Desde niño Lugones convivió con los nombres de los próceres y fundadores de la Patria, familias ligadas por parentesco o amistad con la suya. Esta diferencia con los hijos de los emigrantes extranjeros, que el adoptó como un rasgo de hidalguía aristocrática, fue quizás determinante en el nacionalismo extremado que profesó políticamente.

Aprendió las primeras letras de la mano de su madre doña Custodia Arguello y de ella recibió una educación católica estricta.

Más tarde concurriría a la pequeña escuela de Ojo de Agua dirigida por Miguel Novillo donde recibió su enseñanza: ortografía, letra redonda y matemáticas rudimentarias.

Cursa el bachillerato en el Colegio Nacional de la ciudad de Córdoba, en donde destacó tanto por su aplicación como por su rebeldía. Y es en esa ciudad provinciana donde se iniciará a los dieciocho años en el periodismo y en la literatura.

Las primeras actividades literarias de Lugones se desarrollarán en el marco de un periódico liberal, Pensamiento Libre, anatemizado por ateo, anticlerical y anarquista. Es entonces cuando funda en Córdoba el primer centro socialista, y en 1898 decide instalarse en Buenos Aires.

Rubén Darío lo encontró en esos años en la capital argentina y lo describió como un muchacho bizarro de veintidós años, de chambergo y anteojos y lo definió como "fanático y convencido incontestable".

Su trabajo esporádico en distintos diarios porteños se verá reforzado por un empleo en Correos que no le durará demasiado tiempo.

Una ocupación singular: hace la crónica de sucesos en el diario La Montaña. Más tarde ingresa en el ministerio de Instrucción Pública y en pocos años accede al empleo d inspector de enseñanza media.

Su actividad política no cesa, pese a su rápido abandono del socialismo, y en 1903 apoya la candidatura del conservador Quintana para la Presidencia de la República. Para entonces ya era conocido en Buenos Aires como poeta, orador y polemista.

Revistas importantes como La Biblioteca que dirigía Paul Groussac, publican capítulos de la Guerra Gaucha y Las Montañas de Oro desde 1897, año en que nace su único hijo.

Entre 1896 y 1903 desarrolla su actuación socialista, en compañía de quienes serían también escritores importantes dentro de la literatura argentina, como el historiador Roberto Payró, Alberto Gerchunoff autor de Los Gauchos Judíos, Manuel Ugarte y José Ingenieros.

Es entonces un militante exaltado que se rebela contra el orden social impuesto por la oligarquía gobernante.

En el Ateneo de Buenos Aires lee una conferencia-manifiesto titulada Profesión de fe que es saludada como subversiva e incendiaria y el periódico la Vanguardia la describe así: "Canta a la ciencia, y a la igualdad, fulmina el dios Millón, desprecia al clero, espera de la agitación del pueblo, excita a la lucha por la idea, pinta sus dolores y predica su triunfo".

Pero es ese mismo periódico socialista el que publicará la expulsión de Lugones del Partido Socialista por inconsecuencia, medida que suscitará la protesta del escritor en nombre de los servicios prestados a la causa.

Tres años después, en 1906, Lugones hace su primer viaje a Europa tras el éxito de su primera reunión de poemas importantes Los crepúsculos del jardín.

Viaje que repetirá en 1911 después de Lunario sentimental.

Dos salidas al extranjero, obligadas en un argentino que se precie, que tienen cierto paralelismo con los dos viajes adolescentes de quién sería su mejor discípulo: Jorge Luis Borges.

Salvando las distancias, tanto en Borges como en Lugones el regreso a su país incrementa el interés de ambos escritores por los temas nacionales.

Borges al regresar publica Fervor de Buenos Aires y se interesa por la literatura gauchesca.

Lugones escribe varias conferencias sobre el Martín Fierro que constituirán su libro el Payador y publica otro sobre Sarmiento. Pero aún volverá a viajar en 1913 enviado por el diario La Nación, ya en los umbrales de la guerra mundial. Cuando muere Rubén Darío, está otra vez en Buenos Aires, es su viejo amigo y maestro al que homenajea en una oración fúnebre en la que le llama "mi hermano en el misterio de la lira"

En 1920 publica "Mi beligerancia", un libro de panfletos doctrinarios que lo aleja cada vez más del joven socialista que fue y lo acerca al incipiente nacionalismo ultra argentino, calcado del fascismo italiano y de los movimientos belicistas europeos. Pero la política no es su única pasión, Lugones se sigue interesando por la ciencia y de este interés surge su libro "El tamaño del espacio"(1921) que versa sobre la física moderna, influencia de estos estudios los veremos también en muchos de sus cuentos fantásticos que merodean la ciencia ficción. Escribe también como un simbolista tardío las páginas de "Las horas doradas(1922).

Pero el gran escándalo tendrá lugar un día de julio de 1923, cuando Lugones pronunciara una incendiaria conferencia en el teatro Coliseo de Buenos Aires titulada "Ante la doble amenaza".

La virulencia de sus palabras y el tono exaltado de sus ideas provocarán la repulsa de las fuerzas democráticas que comienzan a verle como un peligro. Los diarios más progresistas lo presentan como un nacionalista que copia los peores modelos extranjeros . El líder socialista Alfredo Palacios lo llama chauvinista.

Pese a ello sus actividades no decrecen, y mientras escribe verso, prosa o se dedica a los estudios helénicos, prosigue su campaña a favor de una dictadura derechista que llegará en 1930 con el golpe militar del general Uriburu, que acaba con el gobierno constitucional del viejo caudillo radical Hipólito Yrigoyen. Su importancia en la trama civil del golpe le trajo el rechazo de muchos intelectuales, algunos de los cuales habían sido sus amigos de juventud.

Y en el círculo de los escritores más jovenes, entre los que se encontraba Borges que no llego nunca a visitarlo, tambien se le atacaba con dureza. Era el poeta del régimen, el poeta burocrático el intelectual de la oligarquía. Pero sin embargo los jóvenes acabarán reconociendo en él al gran escritor, sobre todo tras su muerte.

Hizo falta que desapareciera el hombre que atraía la polémica, para que su obra fuera considerada con serenidad. Y decepcionado por la marcha de la historia política argentina y quizás desengañado, una vez más de sus ideas políticas, se suicida el 18 de febrero de 1938 en la habitación de un hotel en el tigre una localidad cercana a Buenos Aires. Lo hace un año después del suicidio de Horacio Quiroga, mezclando arsénico y whisky.

SITUACIÓN POLÍTICA CULTURAL DE ARGENTINA : (1874-1938)

Cuando Lugones vio la luz en Villa María del Río Seco se había producido una revolución en Argentina encabezada por el general Mitre (24 de septiembre de 1874).

Los mitristas sostenían que había habido fraude en las elecciones que dieron el triunfo al Dr. Nicolás Avellaneda, brillante escritor y orador. Avellaneda realizó un buen gobierno.

En 1876 encomendó al general Julio Argentino Roca una campaña contra los indios del desierto. La campaña culminó en 1879 y significó la solución definitiva del problema indígena y el fin de los malones que arrasaban estancias y pueblos enteros. Cuando se aproximaron las elecciones, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos Tejedor, hizo una revolución para alcanzar la presidencia.

La revolución fue vencida y el presidente Avellaneda aprovechó la ocasión para hacer declarar por el Congreso a la ciudad de Buenos Aires capital federal de la república el 21 de septiembre de 1880. La capital de la provincia pasó a ser capital de todas las provincias.

Un pleito secular, fuente de innumerables guerras civiles, se solucionó para siempre de este modo puede decirse que el Dr. Juan Bautista Alberdi puede decirse que dio a la Argentina su Constitución y su capital.

Elegido el general Roca el país entró en una era de enorme riqueza y progreso. Se votó la ley del Registro Civil y la enseñanza laica.

Las relaciones con la Santa Sede estuvieron interrumpidas desde 1884 hasta 1900. La educación recibió grandes impulsos. En 1886 le sucedió su concuñado, el Dr. Miguel Juárez. Su gobierno coincidió con una euforia comercial y económica que encontró la crisis mundial de 1890. Hubo gran cantidad de quiebras; se produjo el pánico en la bolsa; el pueblo protestó en manifestaciones; Leandro Alem, tribuno, poeta y periodista, fundó la Unión Cívica Radical que organizó una revolución armada. Juarez Celman logró dominarla, pero tuvo que renunciar a la presidencia y la sucedió el vicepresidente, Dr. Carlos Pellegrini, fundador del Banco de la Nación, de la Caja de Conversión, del Jockey club, de la Escuela Superior de Comercio, del museo Histórico Nacional, del Jardín Botánico y del Jardín Zoológico. En 1892, entró a gobernar el Dr. Luis Sáenz Peña, hombre de talento, pero de carácter difícil, que tuvo que hacer frente a la presión política del partido radical, fundado por Alem y dirigido, después de su suicidio, en el 1896, por su sobrino, Hipólito Yrigoyen.

Entre 1895 y 1898 fue presidente el Dr. José Evaristo Uriburu. El país vivió una época de abundancia y se inauguraron los edificios de la Facultad de Medicina y del Museo de Bellas Artes. Roca volvió a ser elegido en 1898. Gobernó hasta 1904 y solucionó definitivamente la cuestión de límites con Chile. Fue sancionada la ley del servicio militar obligatorio y se tomaron medidas de expulsión contra los primeros anarquistas que llegaron al país y empezaron a colocar bombas. El Dr. Manuel Quintana gobernó de 1904 a 1906. Tenía 80 años. Los ferrocarriles se extendieron grandemente, la inmigración y la riqueza aumentaron. A su muerte le sucedió el vicepresidente, de 45 años, Dr. José Figueroa Alcorta. El congreso quiso obstaculizar su acción gubernativa, pero él le cerró y el público aplaudió la medida. Reformará la marina de guerra, que fue la primera de América del Sur, hizo frente a los atentados de los terroristas y presidió los festejos del centenario de la independencia, en 1910. A ellos concurrió, en la presentación del rey de España, Alfonso XIII, la infanta Doña Isabel.

El 12 de Octubre de 1910, comenzaron a gobernar el presidente Dr. Roque Sáenz Peña y el vicepresidente Dr. Victorino de la Plaza. Sáenz Peña, hijo del expresidente Luis Sáenz Peña, había combatido como voluntario en Perú y la guerra contra Chile, y era hombre de gran talento. Comprendió que las aspiraciones del partido radical, tendentes a implantar el voto obligatorio, libre y secreto, eran justas y logró la promulgación de la ley electoral en Febrero de 1912. Las primeras elecciones de diputados dieron el triunfo al partido radical en 1914. Las segundas elecciones, para presidente, llevaron al poder a Hipólito Yrigoyen, jefe del partido radical. El país tenía entonces unos ocho millones de habitantes, de los cuales millón y medio vivía en Buenos Aires. Antes de estos hechos, en 1914, murió Roque Sáenz Peña y le sucedió el vicepresidente V. de la Plaza. Tanto él como Yrigoyen mantuvieron neutral la república durante la primera Guerra Mundial.

El radicalismo transformó la política y desplazó a los partidos conservador, demócrata progresista y socialista. Fue muy discutido por la extraña personalidad del presidente que tuvo que hacer frente a huelgas obreras, algunas muy serias como la llamada Semana Trágica del 9 al 12 de Enero de 1919. No obstante, el país siguió avanzando en su riqueza y en su cultura.

A Yrigoyen sucedió, el 12 de Octubre de 1922, el Dr. Marcelo T. de Alvear, del partido radical, pero de principios conservadores. Su gobierno mereció grandes elogios por sus grandes obras. Las elecciones de 1928 llevaron otra vez a la presidencia a Hipólito Yrigoyen. El viejo presidente había cambiado mucho y estaba rodeado por otra gente, muy inferior a la de su primera presidencia. Su gobierno coincidió con la crisis mundial de esos años. Los desaciertos fueron graves. En las elecciones de renovación de la Cámara de diputados triunfaron ampliamente los socialistas. El pueblo estaba cansado de conservadores y de radicales Yrigoyenistas. El 6 de Septiembre de 1930 estalló una revolución dirigida por el general José Félix Uriburu, hombre de cultura y de sanas ideas. El gobierno de Uriburu salvó al país de muchos desastres y convocó elecciones el 8 de Noviembre de 1931.

POESÍA

Carlos Obligado preparó en 1942 una excelente antología de la antología de Leopoldo Lugones (Antología poética), que había estudiado con mucha admiración en su libro La Cueva del Fósil. Su exegeta no puede dejar de comentar sus estudio con una mención a la Versatilidad que todos los críticos han señalado como característica de la obra poética de Lugones. Versatilidad que debemos aplicar fundamentalmente a sus tres primeros libros libérrimos: Las Montañas del Oro, Los crepúsculos del jardín y Lunario sentimental, que constituyen un primer ciclo en su obra. Por su parte los siete restantes, mucho más coherentes entre sí, pueden constituir un segundo ciclo que coincide con la adopción de una ideología reaccionaria y que cantan sobre todo a la patria y al hogar. Curiosamente Obligado le reprocha, leve pero memorioso, el no haber tenido una mayor preocupación religiosa, de esa manera, se hubieran completado la trinidad emblemática del pensamiento reaccionario: Dios, patria y hogar.

Las Montañas de Oro se publican en 1897, y está escrito entre los veinte y los veintidós años de Lugones. En él quedan evidentes las grandes devociones que profesaba el poeta en ese tiempo: Walt Whitman, Víctor Hugo, los Salmos, y también dos poetas argentinos muy diferentes, Olegario de Andrade y el populista Almafuerte. Estos, junto a Homero y Dante, constituyen la Asamblea de próceres líricos que integran el tomo. Una retórica atrevida <> dice Obligado, para un pensamiento libertario y cuasi socialista. La <> que tuvo el elogio de Paul Groussac, fue definida como capaz de <>. Pero no es un canto meramente ornamental como puede parecer a simple vista, ya que su modernismo está respaldado por una constante exaltación de la justicia, que aparece como meta optimista en su profecía que no deja de tener tintes mesiánicos. Usa el alejandrino con destreza., y nos hace saber que conoce bien a Poe. Su verso libre e incluso su prosa, esconde siempre endecasílabos. El libro está dividido en tres ciclos, en el último, constituido por el suntuoso poema Las Torres el poeta aparece como centro y motor de la lucha que predica.

Los crepúsculos del jardín, aparece ocho años después con un Lugones distinto al anterior. Se trata de un libro próximo a la estética decadentista, donde la influencia de los parnasianos y en especial de Samaín es muy clara. Sensualidad verdeniana, y lo que hoy podríamos llamar <> están mezclados con sentimientos de soledad y tristeza como ejemplariza su poema <>. Abundan los sonetos, aunque también utiliza la quintilla o el verso libre.

Lunario sentimental (1909) es sin duda el más importante de sus libros poéticos, y quizá por eso fue la piedra angular del escándalo durante muchos años. <>, dice el poeta defendiéndose de los ataques que recibió al publicar primero su poema <>, cinco años antes , en el que la crítica veía, y veía bien, una hostilidad a la realidad de la que no se salvaba ni la misma luna, despojada ya de los atributos míticos que la habían concedido los románticos. Lugones inicia así con este libro la después tan alardeada <>. Y la inicia con un libro atraviliario en el que hay <>.

Un lenguaje eléctrico , en el que entran términos de la física y de la química, neologismos, voces dialectales, junto a una rima caprichosa y sorpresiva, llena de diversidades métricas, además de un tono desenfadado, irónico, y desmitificador hacen que <> suscitara reacciones de extrañeza en la poesía argentina de su época. Libre provocador por excelencia tardó en ser considerado como fundador de la poesía moderna en castellano. Antes recibió la crítica brutal.

Con Odas Seculares, escrito en 1910 para celebrar el primer centenario de la independencia argentina, inicia Lugones ese segundo ciclo de su obra poética donde patria y hogar son los temas de su verso. La patria, las cosas útiles y magníficas, las ciudades y los hombres, son las metas de sus odas. Algunos de sus exegetas prefieren este libro a los atrevimientos de Lunario Sentimental, quizá por su clasicidad formal y por la temática que tenía antecedentes en Andrés Bello y en el mismo <> de Rubén Darío; temática que Lugones profundiza y extiende en este libro amplio, en el que entona el verso gaucho, el énfasis épico, la exaltación de la flora y la fauna de las pampas, todo con ese espíritu nacional que contagia las celebraciones de países muy jóvenes.

El Libro Infiel (1912) es el libro de amor a la esposa, Juanita González, en el que la poesía amorosa le devuelve a su segundo libro Los crepúsculos del jardín, aunque el carácter estrictamente conyugal de ese amor empañe la emoción decadente que había en sus poemas simbolistas. Cinco años después aparece En libro de los paisajes (1917) que retoma el espíritu de una de las partes de Odas Seculares: la <>. El poeta se dedica a la observación de los pájaros, influido por el italiano Pascoli, y expresa en este libro <> del campo argentino, representado en muchos de sus pájaros, las lluvias, el mar, y hasta el granizo.

Las horas doradas (1922) se abre con un poema filosófico<< El Dorado>> que a cierta critica le recuerda el poema <> de Kipling y en general repite el tono del libro anterior en el que el poeta contempla la naturaleza y la describe con serenidad. En 1924 se publica su Romancero que recibirá la mordaz burla de los jóvenes ultraístas que lo rebautizan Romancero. Es un libro variado, lleno de experimentos, juegos y hasta autoburlas, en el que a veces reitera modelos de sus libros anteriores y otras intenta motivos de actualidad, como los deportivos, u homenajes históricos-legendarios.

Por fin Poemas Solariegos (1927) y el volumen póstumo Romances del Río Seco completan la obra poética de Lugones. Ambos son los libros más <> de Lugones, junto con Odas Sepulares, y es por eso que reciben el aplauso de sus exegetas nacionalistas, o de quienes creen ver en la radicalización de las esencias patrias, una forma de construir una literatura personal y diferenciada. La evolución constante de Lugones del Modernismo fastuoso o del verso decadente a la poesía sencilla y populista, es un movimiento pendular que no se detendrá durante toda su vida. Y gracias a ello puede hoy cosechar lectores de gusto muy distinto, e incluso opuesto, ya que cultivó con idéntico entusiasmo las fantasías lujosas y los austeros paisajes.

LA PROSA

El periodismo fue la escuela cotidiana de la prosa de Lugones. Desde que en 1893 dirigió en Córdoba "El Pensamiento Liberal" hasta la fecha de su muerte no dejó nunca de colaborar con la prensa como cronista,articulista político, o investigador literario. Y es en los periódicos y revistas donde se veran publicados los panfletos y discursos que orientaran sus principios estéticos e ideológicos.

En todos los estadios de su pensamiento demostró intransigencia y fanatismo, pero siempre presentados con habilidad y una oratoria ampulosa y sonora. Así sucede cuando canta al socialismo, o cuando apoya al conservador Quintana, al igual que en los discursos militaristas que desembocaron en la incendiaria proclama que pronunció en Lima en 1924 en la que afirmaba que la guerra constituye una función vital, resultado de su índole conquistadora y agresiva.

Sus artículos,discursos y conferencias los fue reuniendo en tomos como" Mi beligerancia"(1917); "La torre de Casandra" (1919); "Acción" (1923), claramente antidemocrático y reaccionario , y "La patria fuerte" (1932).

En otro apartado podríamos señalar obras más unitarias como "La reforma educacional" (1903), cuya polémica le obligó a renunciar a su puesto en el ministerio de Instruccion Pública, "Las limaduras de Hephaestos", "Piedras liminares (1910), "Didáctica (1910); o "El imperio jesuístico" y "La gran Argentina".

El imperio jesuístico (1909) lo escribe Lugones por encargo de Ministro del Interior Joaquín V. González, y es un libro en el que su anticlericalismo encuentra un campo en el que prodigarse. Una prosa dura en la que no ahorra improperios para la Iglesia y pocas consideraciones para la Corona Española.

Su nacionalismo le impide comprender el Barroco de los templos, y aunque elogia a Quevedo, no acepta las virtudes de estilo de Cervantes.

Su "Historia de Sarmiento" (1911) expresa afinidad con el liberalismo del prócer, liberalismo que luego abandonaría. Curiosamente Lugones que sería líder nacinalista escribió este libro apologético de una figura que sería la más denostada por los nacionalistas. El libro es singular además por los métodos grafológicos y quirománticos que utiliza Lugones para explicar a Sarmiento.

Su ensayística quedará completada con "El Payador", donde estudia el célebre poema nacional "Martín Fierro" y por sus dos tomos de "Estudios Helénicos (1924 y 1928). Además de los volúmenes científicos como "El tamaño del espacio" "Elogio de Ameghino (1915) y por fin "Filosofícula (1924) donde reunió sus pensamientos éticos y estéticos.

NARRATIVA

"Como el de Quevedo, como el de Joyce, como el de Claudel, el genio de Leopoldo Lugones es fundamentalmente verbal. No hay una página de su numerosa labor que no pueda leerse en voz alta, y que no haya sido escrita en voz alta. Períodosw que en otros escritores resultan ostentosos y artificiales, corresponden en él, a la plenitud y a las amplias evoluciones de su entonación natural."

Esto lo escribe Borges al iniciar su poco conocido libro sobre su maestro. Y es justamente en la narrativa fantástica de Lugones donde encontramos el género más singular. Dos volúmenes:"Las fuerzas extrañas" (1906) y "Cuentos fatales" (1924), reúnen las narraciones pertenecientes a la literatura fantástica, que en algún momento roza con la ciencia ficción.

Aunque el primer libro de relatos de Lugones tiene unas características bien distintas, "La guerra gaucha" (1905) cuenta las historias de los guerrilleros del general Guemes, que lucharon contra España durante la independencia Argentina. Relatos inspirados quizás en la lectura y traducción del francés D¢ Esparbés, que había escrito sobre la épica napoleónica. Son cuentos muy argentinos,con un vocabulario casi críptico para quienes no hablen como los gauchos, y en este sentido parecen estar escritos con un diccionario de términos gauchescos. Pero pese a ello la fuerza del relato vence las dificultades del lenguaje. Algunos críticos han considerado abusivas las referencias paisajísticas, que sin duda son abundantes.

Por su parte los cuentos de "Las fuerzas extrañas" y "Cuentos fatales" están profundamente marcados por el interés que Lugones sintió por el ocultismo y el espiritismo. Interés que Rubén Darío compartió con Lugones, y de la que dejó testimonio en sus ensayos.

Pero no sólo las ciencias ocultas están presentes en sus narraciones,sino también la física, la astronomía,labiología la química y las matemáticas de las que fue un autodidacta aventajado.

El conocimiento directo de la ciencia hace verosímiles sus ficciones, y le permiten utilizar el lenguaje científico adecuado.

El libro se abre con "El milagro de San Wifrido,el menos coherente con el resto de los volúmenes, y puede evocarnos la literatura de Edgar Allan Poe,aunque como señala Borges no se le parece de una manera directa. El mejor es sin duda, "La lluvia de fuego", que describe la destrucción divina de Sodoma y Gomorra, lugar que puede compartir con "Los caballos de Abdera" "Yzur" y "La estatua de sal".

"El escuerzo" es un cuento de tema popular contado en un estilo sencillo raro en Lugones, mientras que "El origen del diluvio" es espiritista y lírico.

"La fuerza omega", insiste por su parte en el ocultismo y en los peligros que puede correr quien experimenta los hondos misterios.

"El ensayo de una cosmogonía en diez lecciones" tiene un proemio y un epílogo, que Borges llama novelesco o bien signos de modestia de su autor, que expone una teoría científica seria escudado en momentos literarios.

"Cuentos fatales", publicado como una continuación de "Las fuerzas extrañas",es inferior a su antecesor, cierta fatiga y alejamiento de los temas hacen un libro menos verosímil. Es aquí donde aparece el tema del suicidio, que volverá a aparecer en "El ángel de la sombra" (1926), una novela en que cuenta un amor imposible, de poco interés literario.

Un suicidio que llegaría a hacerse realidad una década después.

En un artículo que le dedicó Borges en los días posteriores a su muerte hay una frase que puede servirnos de cierre o colofón de esta nota:" En vida, Lugones era juzgado por el último artículo ocasional que su indiferencia había consentido. Muerto,tiene el derecho póstumo de que lo juzguen por su obra más alta"

2006-09-05 05:19:54 · answer #10 · answered by Anonymous · 0 0

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